Un joven peli verde caminaba por los pasillos del instituto One Piece para llegar a su salón de clases, por lo que había salido de su casa una hora antes para no llegar tarde como siempre. Llegando a la entrada del instituto la puerta se encontraba cerrada por lo que brinco y entro despreocupadamente sin notar que alado de aquella entrada avía un aviso que decía que durante 2 días no habría clases, al llegar a su salón y esperar a que las clases empezaran pero no vio a nadie llegar lo que se le hizo extraño, desde que llego y encontró sus salón pasaron 30 minutos y no llegaba nadie lo que se le hizo aún más raro, así que salió del salón y dio una vuelta por los salones.
Donde está todo el mundo - se decía molesto el peli verde - el cejas de sushi ya debió haber llegado
En ese mismo momento otro joven pelinegro paseaba por los salones pensaba que nadie más estaba ahí, él fue al instituto por algo que se le avía olvidado y fue a buscarlo al parecer el cielo se estaba nublando por lo que pensó que iba a llover, por lo tanto empezó a correr por los pasillos para darse prisa y no mojarse cuando iba a dar la curva en una esquina del instituto choco con alguien y estaba a punto de caerse.
El joven peli verde caminaba tranquilamente y al dar la vuelta sintió a alguien chocar con él, gracias a los reflejos del peli verde agarro el brazo del joven y lo jalo antes de que callera y se lastimara, el pelinegro cerro sus ojos al pensar que se llevaría un gran golpe para su sorpresa sintió una mano agarrarle fuertemente y jalarlo para evitar el golpe que se llevaría.
–¿Estás bien? - hablo primero el peli verde - porque ibas tan rápido podías haberte lastimado - le regaño a la vez
– Estoy bien - contesto el joven pelinegro - gracias…- le agradeció bajando la cabeza - Pero había olvidado algo y vine a recogerlo.
– Ya veo… entonces… – Iba a decir algo el peli verde pero fue interrumpido porque comenzó a llover – Creo tenemos que esperar a que pase la lluvia.
– Parece que si shishishishi – respondió riendo el pelinegro, sin embargo dejo de reír cuando noto que el peli verde llevaba el uniforme – Oye y ¿Por qué traes el uniforme y que haces aquí? – le cuestiono al peli verde
– Simple, vengo a clase, porque otra cosa usaría el uniforme de la escuela – respondió con poca gana ya que esa pregunta era más que obvia aunque ahora que veía mejor al pelinegro, este traía ropa casual; unos pantalones cortos con una camisa azul – por cierto ¿Por qué tu traes esa ropa?
El peli negó solo se reía del rostro ingenuo del peli verde – shishishi que no sabes que estos 2 días no hay clases – seguía burlándose
El de cabellos verdes le miraba incrédulo hasta que su mente recordó lo que ayer le decía el cejas de sushi…
*Flash back*
– Oye marimo otra vez durmiendo – le dijo en un tono molesto el rubio.
– A ti no te importa que haga- respondió con el ceño fruncido el peli verde.
– Como sea, solo espero que hayas escuchado lo que dijo el director shirohige.
– Aja si – sin embargo no había puesto atención en lo absoluto, él estaba pensando en ese momento en cómo seguir su clase de kendo sin tener que pedir dinero a su hermana pues no estaban en buena ocasión económica en ese momento.
– Pues te lo repito para que no se te olvide marimo retrasado. Mañana y el siguiente día no habrá clases así que no se te vaya a olvidar – le recordó por si las dudas.
– Vale entendido - no estaba poniendo atención otra vez.
*Fin de Flash Back*
– Ah es cierto! – de repente recordó el peli verde lo que le había dicho su “amigo” el día anterior – Soy tan idiota, como pude haberlo olvidado.
– Shishishishi – reía el pelinegro ante la cara que avía puesto el peli verde – por cierto ¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes? – volvió a cuestionarle.
– Me llamo Zoro… Roronoa Zoro y tengo 19 años – se presentó, para luego preguntarle quien era aquel chico, pues ahora que se lo pensaba mejor, no conocía casi nada a ese joven – ¿Y tú quién eres?
– Shishishishi Me llamo Luffy, Monkey D Luffy y tengo 17 años- término de decir Luffy con una sonrisa en su rostro.
Así estuvieron por 2 horas, platicando de cosas triviales reían juntos con las locuras que de pequeño había hecho Luffy, también por los torneos que Zoro había ganado en clases de kendo cuando era pequeño, se estaban divirtiendo de las tonterías que cada uno hacia; No obstante todas las cosas más divertidas siempre tienen un final, paro de llover y ambos jóvenes que se encontraban en el instituto tuvieron que retirarse directo a sus hogares.
– Bueno Luffy yo me voy por este lado, ¿y tú?- le pregunto Zoro pues la verdad le había caído bien el pequeño Luffy, hubiera querido seguir platicando con él.
– Yo igual me voy por esa dirección – Luffy se quedó un poco sorprendido, sabiendo ambos se irían en la misma dirección – Eso es genial podemos seguir platicando.
– Tienes razón – contesto Zoro, que en su interior realmente estaba contento porque podría disfrutar de su presencia.
Los dos continuaron juntos hasta llegar a una tienda que hacía que el camino se dividiera, lamentablemente ahí los dos jóvenes se tenían que separar para llegar a sus respectivos hogares.
– Bueno Luffy yo me voy por esta dirección – Zoro tenía una pequeña esperanza de que el moreno dijera lo mismo, lamentablemente no todo es como deseamos.
– Ah lo siento Zoro, yo me voy por el otro lado – contesto Luffy algo afligido – Nos vemos, espero verte pasado mañana en el colegio aunque no estemos en el mismo año - prosiguió el menor.
– Está bien nos vemos luego – se despidió Zoro, sin embargo había algo que lo inquietaba y que quería preguntarle al pelinegro desde que comenzaron a hablar dese el colegio y era esa pequeña herida que tenía en su infantil rostro, pronto se animó a preguntar – Espera Luffy
Luffy que estaba a punto de marcharse se giró a ver al peli verde para saber que quería.
– ¿Qué sucede zoro?- pregunto Luffy extrañado de que su rostro de él se reflejara duda.
– ¿Qué te paso debajo de tu ojo izquierdo?- pregunto sin timidez alguna, a lo que Luffy respondió bajando su cabeza que tapaba sus ojos con la sombra de su flequillo.
– Na... Nada – luffy no sabía mentir, por eso fue algo obvio que Zoro lo notara al instante.
– Luffy dime que te paso, ¿quién te lo hizo? – trato de forzar a que se lo dijera pero no funciono.
– N… No es nada en...Enserio – respondió en un tono incomodo Luffy por lo tanto Zoro dejo de insistir – Lo siento, pero olvídalo –le dijo después de ello, el pelinegro siguió su camino.
– ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa? – ofreció zoro a luffy, estaba preocupado de que a aquel pequeño le hicieran algo, cosa que a él le extraño pues no era esa clase de persona que se preocupaba tanto por otra persona y mucho menos si acababa de conocer.
– NO – grito luffy algo asustado, no quería que se asustara de cómo era su familia – No gracias, estoy bien, hasta luego – fue lo último que dijo antes de echarse a correr.
Zoro se sorprendió por la rapidez con la que iba y la forma en que le grito, que no alcanzo a reaccionar como Luffy se marchaba a toda velocidad, tomo el camino para ir a su casa, ya después hablaría con él.