POV Narrador.
Kyung Soo y Jong In caminaron juntos hasta la casa del más bajito. Habían decidió pasar un rato juntos para intentar acostumbrarse al hecho de ser pareja. En la casa de D.O. solo se encontraba su madre quien emocionada por la visita de Kai-aun sin saber del romance- decidió cocinar algo especial.
-¿Cuándo le diremos a tus padres?-Pregunto Jong In sonriendo. Ambos estaban sentados en la cama recargando la espalda en la cabecera.
-No lo sé.-Contesto el otro dudoso.-Aun es muy pronto…Mis padres no saben nada acerca de mis preferencias sexuales.-Comento el de los ojos grandes en voz baja, como si las paredes escucharan.
-Los míos tampoco.-Comento el otro con más naturalidad.-Pero podemos hablarlo con ellos por separado y luego decirles de nuestra relación.-Sugirió Kai.
-¿En realidad todo esto está pasando?-Suspiro Kyung Soo
-¿A qué te refieres?-Pregunto el otro mirándolo extraño.
-Me refiero a todo esto; tu como mi pareja, lo soñé tanto tiempo que realmente parece irreal.-Comento el bajito con cierto toque de nostalgia en la voz.
-Todo es verdad D.O, a mí también me cuesta trabajo entenderlo pero es verdadero.-Sonrió el moreno.
-¿Podrías…-Tartamudeaba Kyung Soo tocándose los labios.-podrías darme un…
-¿Un beso?-pregunto Kai burlón.
-No te rías.-Hablo molesto.-Si no lo quieres hacer no lo hagas y ya.
-Nunca dije que no quisiera hacerlo.-Sonrió maliciosamente y se acercó lentamente a su novio tomando su cara y plantándole un beso que lleno de electricidad el cuerpo de ambos. A pesar de la incómoda posición en la que se encontraban les resultaba imposible el querer separarse.
Kyung Soo coloco los brazos de tras del cuello de Jong In y este lo tomo de la cintura para colocarlo sobre él. Se besaban lentamente, disfrutando del sabor del contrario, saboreando cada lugar de la boca ajena. Las manos de Jong In querían moverse por todo el cuerpo de Kyung Soo pero recordó las palabras de Leo y creyó que no era el mejor momento para siquiera pensar en tocar a D.O, simplemente dejo las manos sobre la cintura el ojón.
Pero a diferencia de lo pensamientos de Kai, D.O se sentía ansioso por sentir las manos del moreno sobre él, pero el contrario no parecía siquiera intentar tocarlo así que no le quedó otro remedio más que comenzar a mover las caderas lentamente, rozando su miembro con el de su novio, pero sin separar aquel beso. Con un simple movimiento la cara de Jong In se sintió caliente, tal vez ninguno de los dos lo pudo notar pero también se puso roja y gracias a la boca de D.O logro ahogarlo.
La temperatura del lugar comenzó a crecer tanto que el auto-control de Jong In se fue a la mierda. Comenzó a mover las manos, arrastrando consigo las caderas del contrario, haciendo círculos sobre su zona intima. Kyung Soo se separó de los labios del contrario solo para soltar un par de gemidos, logrando que la excitación de Kai creciera más.
Fue entonces cuando las manos de ambos comenzaron a recorrerse lentamente. Las de D.O. se movían por debajo de la camisa de Kai, y las de Jong In apretaban el trasero de Kyung Soo mientras lo movía sobre él. Ambos comenzaron a perder la cabeza por la excitación.
POV Jong In.
Las manos de D.O recorrían la mayor parte de mi cuerpo, llenándome de un placer inexplicable. Lo mantenía sobre mí ayudándolo a dar unos saltos sobre mí mientras nos besábamos. El gemía en mi boca, ahogándolos un poco. Sus manos recorrieron mi torso hasta llegar al botón de mi pantalón e intento desabrocharlo.
“Él te ignoro por tanto tiempo D.O., probablemente solo eres un juego para él, no seas estúpido.”
Las palabras de Taek Woon resonaron en mi cabeza, llenándome inseguridad. Tal vez si dejaba que esta situación llegara más lejos le estaría dando la razón a Leo.
Junte todas mis fuerzas y con el poco auto control que me quedaba tome sus manos y las coloque cada una en su costado. Sin separarme lo gire quedando yo sobre él. Esparcí algunos besos por toda su cara y un último en su boca y me separe unos milímetros.
-Kyung Soo, deseo esto tanto como tu.-Susurre cerca de sus labios.- Pero aún es muy pronto.-Me separe de él, rodando al otro lado de la cama y lo observe mientras se sentaba y mediaba su respiración. Me acerque, arregle su ropa, su cabello y lo bese lentamente en los labios. Se alejó un poco de mi de mí y sus ojos se clavaron en los míos.
-Gracias por detenerme.-Comento apenado con sus mejillas rojas.
-No tienes que agradecerme, soy tu novio y quiero cuidarte.-Sonreí, me acerque de nuevo a él, lo tome entre mis brazos y lo abrace fuerte. Él se acurruco en mi pecho, correspondiendo mi abrazo.
Ambos nos estábamos quedando dormidos cuando escuchamos la puerta abrirse. De un salto nos separamos los dos y nos encontramos con la cara de señora Do llena de sorpresa y picardía.
-Solo venía a avisarles que la comida ya está lista, los espero abajo.-Sonrió sin quitar ese toque de picardía, y cerró la puerta. Kyung Soo y yo nos volteamos a ver con miedo.
-Tranquilo, no creo que se diera cuenta.- Dijo D.O, pero mas no para tranquilizarme a mi si no a él.
-No se dio cuenta.-Sonreí para que no se desesperara, pero yo sabía que eso era una gran mentira.- Actúa normal y vamos a comer, si no va a comenzar a sospechar. — Me lévate y le estire mi mano para ayudarlo a levantar.
Bajamos hasta el comedor donde ya se encontraba todo servido, la mama de Kyung Soo rápidamente nos sentó y comenzamos a comer. Ella platicaba naturalmente con nosotros, sin tocar el tema de lo que vio hace rato, lo que logro tranquilizar completamente a D.O.
Pov Se Hun
Salí del supermercado con carrito lleno de bolsas del supermercado y las acomode en la cajuela de mi coche, LuHan se encontraba triste por la repentina muerte del perrito que tenía desde los 9 años y sus padres no encontraban como hacer que dejara de llorar así que me marcaron en busca de ayuda. Y ahora me encuentro en camino a su casa con 3 litros de helado y muchos paquetes de galletas, papas fritas y todo aquello comestible grasoso para mí amado novio. Después de aproximadamente 10 minutos de camino ya me encontraba fuera de la casa de LuHan. Baje dos bolsas con algunas cosas y toque la puerta, su madre me abrió rápidamente.
—Se Hun, que bueno que llegaste. —Comento ansiosa. —No hemos podido hacer que deje de llorar.
—No se preocupe, le traje mucha comida. — Sonreí y subí un poco las bolsas que traía en mano.
—Eso es mucha comida, apuesto que le caerá muy bien. —Comento con una sonrisa
—Y hay un poco más en mi auto. ¿Puede detenerme esto para ir por lo demás? —La señora asintió, tomo las bolsas, yo regrese al auto y busque lo demás, para luego volver a su casa con todas las cosas en la mano y correr hasta su habitación. Me pare de tras de la puerta al escuchar pequeños sollozos. Mi LuHan tan sensible. Baje las bolsas al piso y di tres toques en su puerta.
—¡DEJENME EN PAZ! — grito. Reí en silencio y golpe otra vez su puerta. — ¿QUE ACASO NO ENTIENDEN? DEJENME EN PAZ. — Volvió a gritar y yo casi suelto una carcajada. Me tranquilice y volví a tocar la puerta. Escuche unos pasos molestos y un par de gruñidos para después ver la puerta abrirse para mostrar un LuHan molesto y con los ojos rojos. —¿QUE QUIERE…— Iba a comenzar a gritar nueva mente pero al verme de pie frente a él su rostro cambio completamente. — ¡Se Hun! —Grito para después abalanzarse sobre mí. LuHan y sus costumbres de gritar y tirarse sobre los demás.
—LuHan..Me..es..taas..ah..ogan…do.-Hable dificultosamente
-Lo lamento.-Se separó de mí y su cara volvió a ponerse triste, así que ahora fue mi turno para abrazarlo y acurrucarlo en mi pecho. Lo escuche sollozar pero no dije nada, sabía que el necesitaba desahogarse así que solo me dedique a acariciar lentamente su espalda hasta que logro tranquilizarse.
-¿Me piensas dejar en el pasillo todo el día?-Bromee para suavizar la tención del ambiente.
-Lo lamento.-Se movió para dejarme pasar, yo me agache para recoger las bolsas del piso.- ¿Qué es todo eso?-pregunto curioso.
-Regalos.-Respondí sonriente.-Ayúdame.-Pedí y el obedeció, tomamos la, mitad y la mitad cada quien y entramos a su habitación. Él se sentó en la cama y yo comencé a acomodar todo en su escritorio.
-Mis padres te pidieron venir verdad.-Afirmo.
-Mmm… No pero si.-Conteste.-Iba a venir aunque tus padres no me lo hubieran pedido.-le sonreí.
-¿Tú también piensas que es estúpido llorar por un perro verdad?-Hablo seco.
-LuHan ni tus padres ni yo lo pensamos.-Fui y me senté junto a el.
-Claro que si, pero es que nadie entiende. Estuvo casi toda la vida, yo lo rescate cuando tenia 1 o2 días de vida, lo alimente con un gotero cada dos horas hasta que fue capaz de usar una mamila y luego hasta que lo pudo hacer por el mismo. Todo el mundo me dijo que no sobreviviría pero lo logramos juntos.-Comento con fastidio y resentimiento.- Y ahora que todo el mundo decía que sobreviviría no lo hizo, Le falle.
-LuLu, no le fallaste, ya era mayor y no sobrevivió a la pulmonía tan fulminante que le dio.-LuHan es amante de los animales, ya en anteriores ocasiones había rescatado animales y estos habían fallecido a los pocos días por complicaciones médicas, pero Babo-llamado así porque el perro era bastante tonto y distraído- era un caso extremo.
-No merecía enfermarse de esa manera, era un buen perro.-Respondió bajando la cabeza.
-Esto no fue algo de merecerse o no LuHan.
-Pero es que fue tan cruel, bajo tanto de peso y ya no jugaba como antes, dejo de comer cuando él amaba hacerlo, ni siquiera tenía fuerza para levantarse de su camita. SeHun se estaba pudriendo por dentro por la falta de alimento, y solo fueron 4 días. Murió en mis brazos.-Termino de contar para caer llorando en mis brazos.
Yo había visto a Babo tres días antes de que muriera, no se movía como solía hacerlo pero aun así se veía feliz y movió su cola de un lado para el otro al verme llegar. Tan solo en un par de días su situación empeoro, tan solo del sábado al martes babo, falleció. LuHan paso todos esos días cuidándolo todo el tiempo y por eso no fui capaz de verlo, inclusive falto a la universidad y se despertaba cada dos horas para darle un poco de agua, porque ya no podía consumirla por el mismo. El día de su muerte la madre de LuHan me llamo para comunicarme lo sucedido, ya que mi novio no podía parar de llorar: LuHan y su padre llevaban al perrito al veterinario porque su condición no mejoraba, al contrario, empeoraba. Según las palabras de palabras de LuHan, citadas por su madre, babo había dado su ultimo respiro en brazos de mi novio afuera de la veterinaria, pero LuHan seguía insistiendo en que revisaran al perrito porque seguía vivo. Su padre, para no hacerlo sentir más mal le pidió al doctor que lo revisara pero babo ya no tenía vida.
Tome a LuHan entre mis brazos y lo deje que llorara lo que fuera necesario. Realmente lo comprendía puesto que yo también le había tomado cariño a babo y también me había dolido su muerte. Babo era una cruza de Labrador con algún perro callejero que unos chicos le ofrecieron adoptar a LuHan cuando cursaba la primaria. Por las historias que me contaba cuando recién nos conocimos, todo el mundo pensaba que babo no sobreviviría puesto que el cachorro tenia aproximadamente 2 días de haber nacido, pero mi ciervo les callo la boca logrando que babo creciera y se pusiera gordo como todo buen perro debería estar. Lo alimentaba con leche especial que un veterinario le recomendó cada dos horas, incluyendo las madrugadas, solo dejándolo a cargo de su madre para ir a la escuela. Babo creció grande y fuerte pero un poco tonto. Al correr muchas veces, por su emoción, no vea puertas o muros frente a él y terminaba topando o resbalándose.
Un par de minutos-más bien como media hora- después LuHan logro dejar de llorar, seque alguna de sus lágrimas y tome un bote de helado y un paquete de galletas.
-Sé que cambias de gustos frecuentemente así que te traje de todos los que había en el refrigerador del supermercado.- Abrí el bote de helado y el paquete de galletas y use una de ellas como cuchara.-Anda come.-La puse frente a su boca, lo cual acepto gustoso.
-¿Intentas alegrarme con comida?-pregunto después de tragar.
-¿Está funcionando?-tome otra galleta y la metí en su boca.
-Si.-Hablo con la boca llena, sus mejillas se encontraban infladas por la comida.
-Entonces si.-Reí y le di un beso casto.
Pov Kyung Soo
Después de la incómoda comida con mi madre, Kai y yo regresamos a mi habitación, platicamos un poco para conocerlos más, ya saben lo típico.
-Ya se.-Dije rompiendo el silencio que nos consumía desde hace unos segundos.
-¿Qué?-Pregunto Jong In dirigiendo su mirada a mí.
-Vamos a jugar a las 20 preguntas.-Sonreí
-¿Cómo se juega eso?-Pregunto curioso
-Fácil, me haces una pregunta, yo te contesto y te hago una diferente.-Sonreí.- El “¿Y tú?” y sus derivados no cuentan como pregunta pero si los puedes decir si deseas saberlo.
-Está bien, comienza tu.- Sonrió
-¿Cuál es tu nombre completo?-Pregunte solo para abrir paso a las preguntas, obviamente sabia su nombre completo.
-Kim Jong In.-Sonrió.- ¿Y el tuyo?
-Do Kyung Soo.-Respondí.-Te toca.
-¿Cuándo cumples años?
-12 de Enero, ¿Y tú?
-14 de Enero.-Respondió sorprendido.-Wow cumplimos años muy cerca
-Demasiado.-Respondí, sabía su fecha de cumpleaños pero jamás la había asociado tan cerca del mío.- ¿Tu comida favorita?
-Pollo frito.-Sonrió y su cara se volvió de placer total.- ¿La tuya?
- Espagueti.-Respondí.
Y así estuvimos por un tiempo extenso, perdimos la cuenta de las preguntas y simplemente nos interesamos por la vida el otro. Reafirme cosas que ya sabía de él y conocí otras que no lo hacía por ejemplo su pasión por el baile.
Pasadas las 10 de la noche salió de mi casa con dirección a la suya. Cerré la puerta tras de mi cuando vi que el entraba a su casa y me fui directo a mi habitación. Me di un baño rápido y me acosté a pensar.
“¿Sera que realmente me ame tanto como yo a él?