CAPÍTULO 4— VIVIENDO CON EL ENEMIGO
Sintió como su corazón se paralizó. Sehun lo estaba besando. Besando. A él, a Xi Luhan, lo estaba besando su peor pesadilla. No sabía cómo reaccionar, lo único que podía sentir era la suavidad de los labios del otro. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué diablos no hacía algo? Podría apartarse, patearlo o golpearlo. Pero no. No podía hacer nada.
Por otro lado, Sehun se sentía en gloria. Y no solo por estar besando a su pronto hermano, sino también porque una vez más había demostrado que podía conseguir todo lo que quisiera.
Desde el momento en que había visto a Luhan supo que lo quería, quizás por el mero capricho de ver a un niño bonito y tenerlo. Pero sea cual fuese su motivo, lo tendría.
Luhan no hacia ningún movimiento, solamente se quedaba quieto, como piedra. Hería un poco su orgullo, pero era mejor que nada. Un ligero carraspeo los saco de su burbuja, haciendo que Luhan se apartara de él como si tuviese la peste.
—Ya veo que son unos hermanos muy unidos—dijo MyungSoo.-
Sehun no estaba seguro si Luhan pudiese mantenerse en pie durante los próximos segundos. Estaba tan blanco, más de lo usual. Se sentía enfermo, le dolía la cabeza, sentía náuseas. También podía sentir como sus rodillas flaqueaban.
Myungsoo acababa de presenciar el beso que Sehun le había dado. Le dolía ver la expresión de decepción en el rostro del capitán. Trato de caminar hacia él, pero cada paso que daba, Myungsoo daba uno hacia atrás.
—M-Myungsoo… Y-yo puedo explicarlo—tartamudeo.-
—No hay necesidad de que me expliques algo, Luhan. No soy estúpido—el pelinegro frunció el ceño—Solo que no espere que jugaras así con los sentimientos de las personas.-
Sehun quería golpearlo, estaba haciendo que Luhan se sintiera más mierda de lo que ya lo hacía. El rostro entristecido de Luhan se lo confirmaba. Él no tenía la culpa de que él fuera un hijo de puta.
—No, yo nunca quise jugar con tus sentimientos. Todo a sido un mal entendido. Puedo explicarlo—Luhan avanzo un poco más. Deseando que el pelinegro no se alejara.-
Pero este solo negó con la cabeza, dio media vuelta y camino alejándose de él. Tenía ganas de llorar, y de gritar quizás. Nunca fue su intensión el querer herir a Myungsoo. Él no tenía la culpa de ello. Pero tampoco podía culpar a Sehun, ya que él no hizo más que quedarse parado como si fuera un árbol sin hacer nada. Pudo haberlo apartado, pero no lo hizo.
—Oye. No te sientas mal. No has hecho nada malo. No es como si fuesen novios—dijo Sehun en un intento patético por levantarle el ánimo.-
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó Luhan luchando contra las lágrimas que amenazaban con salir.-
Sehun no supo que contestar. Tampoco lo sabía.
—¡No tenías ningún derecho! —el grito de Luhan lo saco de sus pensamientos—Sabías que él me gusta. ¡Y que estoy enamorado de él! —Sehun no sabía porque, pero no le gustaba lo que Luhan decía.-
—¡Tampoco es como si ustedes estuvieran saliendo!-
—¡Lo hacíamos! Pero ya no más gracias a ti—estaba sumamente enojado.-
Justamente cuando creyó que podría haber una especie de amistad y que no era tan malo después de todo, venia Sehun y mandaba a la mierda todo. No entendía porque lo había besado. Ni siquiera estaba seguro si Sehun gustaba de él. Lo había tratado tan mal ultimadamente que esa opción estaba fuera de la mesa.
—NO quiero que me vuelvas a dirigir la palabra—siseo Luhan antes de irse.-
Sehun observó a Luhan hasta que lo perdió de vista. Podía sentir como la rabia invadía su cuerpo. No le había gustado para nada la escenita que habían montado Myungsoo y Luhan. Es más, no le agradaba la manera en que ellos dos se veían. Ni la forma en la que Luhan proclamaba sus sentimientos por el capitán de basquetbol.
Definitivamente no le gustaba ese sabor amargo que sentía en su garganta.
*
Había corrido un buen tramo, Myungsoo caminaba tan rápido. Se veía tan frustrado y un poco dolido. Lo que sus ojos habían presenciado debieron hacer que Luhan se cayera del pedestal en el que estaba.
Nunca creyó que Luhan hiciera eso. Engañar a Myungsoo de cierta manera. Pudo ver la culpa plasmada en el rostro de Luhan. Y a juzgar porque la otra persona que había participado en romperle el corazón a Myungsoo había sido Sehun, estaba seguro que Luhan no tenía la mayor parte de la culpa.
Cuando por fin lo encontró, obligó a sus piernas a ir más rápido. Una vez que estuvo a unos paso lo tomo de la chaqueta e hizo que Myungsoo se girara a ver quién lo detenía. El cielo se había tornado oscuro de pronto, al igual que su humor.
—¿Baekhyun? —Myungsoo no sabía porque lo estaba siguiendo. Baekhyun no dijo nada por unos segundos.-
—Debes darle una segunda oportunidad a Luhan—pronuncio Baekhyun después de haber estabilizado su respiración.-
—¿Por qué lo haría? —el alto sólo rodó los ojos. Ya lo habían lastimado, no lo harían por segunda vez.-
—Porque el no beso a Sehun, fue él. Él culpable es Sehun. Luhan nunca te haría esto.-
—¿Por qué debería creerte? Eres su mejor amigo, él pudo haberte enviado a que me persuadieras—tenía sentido. Baekhyun arrugo su ceño por unos segundos.-
—Luhan nunca haría eso. Él no me ha enviado, he venido por mi propia cuenta. Luhan de verdad está enamorado de ti. Sehun se ha encaprichado con Lu, es por eso que lo obliga a hacer cosas.-
—¿Cómo besarlo? —se mofo Myungsoo. Baekhyun arrugo su ceño de nueva cuenta. Esto sería difícil, y duro.-
—¡No! Luhan nunca haría eso, ya te lo dije. Él debió haberlo obligado. Habla con él, Luhan no es así. Está enamorado de ti. ¿Es que acaso la carta no significó nada para ti?-
La voz de Baekhyun se iba apagando a medida que hablaba. Myungsoo se quedó en silencio. Baekhyun tenía razón. Luhan nunca haría eso. Era un chico dulce, amable y cariñoso con sus cercanos. Aunque ellos nunca habían cruzado palabras, Myungsoo siempre lo miraba. Llego a un punto en el que se sentía acosador.
Una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Quizás había exagerado. Sehun pudo haber obligado a Luhan.
—Creo que tienes razón—murmuro.-
—Claro que la tengo—dijo Baekhyun mientras miraba el piso.-
—Gracias Baek—Myungsoo abrazó a Baek antes de comenzar a caminar un poco más animado.-
Lo hizo. Ya estaba hecho. Era un buen amigo. Ahora se sentía un poco mejor, no sentía como si estuviera traicionando a Luhan. El peso de su culpa había disminuido.
—Wow, había visto esto en los dramas que mi madre y hermana ven. Pero no creí que verlo en la vida real… menos viniendo de ti—Baekhyun parpadeo rápido y miro al tipo que estaba frente a él.-
—¿Qué quieres? —pregunto de una manera hostil mientras comenzaba a caminar.-
—En realidad nada—Chanyeol metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta caminando al lado de Baekhyun—¿Desde hace cuánto tiempo estas… uh… enamorado de él?-
—No es de tu incumbencia.-
—Quizás tengas razón.-
Chanyeol no dijo nada más, y Baekhyun se lo agradeció. No necesitaba que le recordaran lo mal amigo que estaba siendo. Solo esperaba que ese amargo sentimiento se fuera rápido… muy rápido.
*
Sentía que la cabeza le explotaría en cualquier momento. Su cuerpo le exigía que descansara. El dolor había incrementado desde que había llegado a su casa. No quería exagerar, pero podía sentir como le costaba respirar en ocasiones.
El sudor que viajaba por sus cienes y frente era helado. Bien, habían pasado muchas cosas ese día… empezando por el beso que Sehun le había dado –el más impactante de todos- hasta que por fin pudo conocer al prometido de su madre.
La cual por cierto aún no había llegado a casa.
Se preguntaba si algún día podría ver a los ojos a Myungsoo. O sí el chico alguna vez le hablaría. Se sentía pésimo y su estado de salud no era de gran ayuda. No pensó que algún día podría volver a sentirse así. Quizás la anemia había vuelto.
Solo esperaba que no fuera nada de qué preocuparse. Justamente cuando estaba por caer en estado de depresión, su móvil sonó avisándole que tenía un mensaje de voz. Deslizo sus dedos por la pantalla y dejo que el mensaje corriera mientras se dirigía al baño… quizás un baño le haría bien.
—Hola cariño, soy yo. Llamaba para avisarte que saldré de la ciudad unos días. La tía Min no se ha estado sintiendo muy bien—Luhan enarco una ceja, su tía se enfermaba seguido—Así que iré a Beijín por el fin de semana—se desvistió y rodeo su desnudo cuerpo con una toalla. Con suerte llegaría a la bañera—He dejado un poco de comida en el refrigerador, solo necesita que sea calentada… además no creo que sea problema…—con sumo cuidado, se apoyó en la pared para regresar a su habitación, de repente las cosas empezaron a dar vueltas—… Nickhun, el padre de Sehun, mi… bueno él ira por ti más tarde. Cree que sería mejor para ustedes que convivieran mucho más tiempo. Ya sabes, para acostumbrarse…un tiempo de chicos—la melodiosa risa de Victoria se escuchaba por el intercomunicador, pero hace ya mucho tiempo que Luhan había dejado de escucharla, presentándole más atención a las manchas que aparecían en su visión—Así que espero que puedan llevarse bien y…-
El mensaje fue cortado por la maquina al expirarse su tiempo… así como Luhan había agotado todas su energía quedando tendido en el piso.
*
Cuando por fin su conciencia había vuelto, lo primero que escucho fue unas voces a lo lejos, se escuchaban un poco amortiguadas. Trato de abrir sus ojos, pero sentía como si estuvieran hechos de plomo. Su cuerpo le exigía que siguiera descansado, pero su curiosidad no lo dejaba.
Unos minutos después de tener una lucha con su mente y cuerpo, pudo abrir los ojos. Todo se veía ligeramente borroso, pero podía asegurar que alguien estaba frente a él. Solo que no podía decir quién. Parpadeo un par de veces, y cuando abrió los ojos, el rostro de esa persona estaba a un más cerca. Sin pensarlo dos veces, le encesto un puñetazo al tipo en la mandíbula. ¿Quién observaba a alguien dormir tan de cerca?
—¡Mierda! —gritó el afortunado de probar su puñetazo.-
—¿Sehun? —pregunto Luhan confundido, ¿Qué hacia Sehun en su casa?-
—No. Soy Papa Noel—le dijo con sarcasmo mientras se componía la mandíbula.-
—¡Diablos! ¿Luhan estás bien? —esa era la voz de Nickhun, ¿Qué hacían ellos ahí?-
—Ah, hola. ¡Soy yo el que tiene la puta mandíbula desencajada!-
—¿Qué hacen aquí?-
—¿Tu madre no te lo dijo? —cuando Nickhun vio que Luhan no contestaba, prosiguió—Tu madre fue de visita donde una de sus tías, al parecer no se sentía bien—de acuerdo, eso lo recordaba.-
—Recuerdo eso. ¿Pero qué hacen aquí? —preguntó de nuevo mientras se sentaba en el sofá. Sehun seguía maldiciéndolo en unos sofás más allá.-
—Ésta es mi casa, Lu—le respondió Nickhun con tono paternal—Victoria dijo que podrías quedarte con nosotros para que nos conociéramos mejor.-
Entonces fue cuando pudo observar el elegante decorado del lugar. La pieza estaba muy bien amueblada. Con colores monocromáticos, pero con una ligera calidez. Había un segundo piso. Nickhun debía ganar muy bien para poder tener un lugar así.
Su mente hizo clic. Recordaba haberse desvestido para darse un baño antes de desmayarse. Pero ahora tenía unos pantalones de chándal y una sudadera, obviamente no eran suyo. ¿Quién lo había cambiado?
—No te preocupes… la ama de llaves fue la que te… uh… vistió—Luhan se puso más rojo por el bochorno.-
—Gracias—susurro. Nickhun sonrío por la timidez del chiquillo.-
—No es nada. Ahora ven, tienes que cenar algo. Estás muy débil. Tu madre me contó que cuando eras pequeño tenías estos pequeños desmayos debido a tu condición—Luhan lo siguió hacia la cocina ignorando a un mal humorado Sehun.-
—Sí. Cuando estaba pequeño sufría de anemia, nada de qué preocuparse.-
—De igual manera, sería mejor que visites un doctor—Luhan miro la mesa del comedor. Estaba lleno de deliciosos platillos. Algunos que ni siquiera conocía.-
—Wow—en realidad estaba sorprendido. Ni siquiera su madre podría llegar a cocinar tantos platillos.-
—Cuando eres padre soltero tienes que aprender muchas cosas—comento Nickhun mientras servía algunos platos. Luhan quería saber qué es lo que había ocurrido con la madre de Sehun, pero mejor se mordió la lengua y no pregunto nada—Sehun ven, es hora de cenar.-
Luhan se tensó cuando Sehun ingresó por la puerta del comedor. Si Sehun era un hijo de puta con poca cosa que Luhan hiciera, no quería ni imaginarse como seria ahora. Sehun se sentó a su lado, tenía al mismísimo demonio a su lado.
El teléfono sonó por toda la estancia. Nickhun se disculpó y camino hasta la sala lejos de ellos dos. Sehun pasó su mano por su mandíbula y se acercó a Luhan.
—Tienes un buen derechazo, princesa—a Luhan se le erizo la piel, no por el apodo, sino por la cercanía de Sehun, quien le susurraba en el oído—Esta me la cobrare… princesa.-
Nickhun entró de nuevo al comedor al mismo tiempo que Sehun regresaba a su lugar. La cena hubiera sido agradable, si tan solo Sehun no estuviese ahí. Aunque la comida sabía bien, y Nickhun sabia como hacer que se sintiera bienvenido, la forma en que Sehun lo veía en diferentes lapsos, la forma en que hacía que sus manos y piernas chocaran “accidentalmente” le ponía los nervios de punta.
Si en algún momento creyó que podría llegar a ponérsele al tiro a Sehun, y no aguantar más sus humillaciones y demás, estaba sumamente equivocado. Se había ido a meter a la boca del lobo.
—Sehun, podrías mostrarle a Luhan su habitación. Tengo que cargar el lava-vajillas y creo que sería mejor que Luhan duerma. Mañana es viernes y tienen que ir a la universidad. Así que tiene que reposar para ganar algo de energías—seguía hablando el señor Oh mientras comenzaba a retirar los platos.-
—Con gusto—dijo Sehun con una satisfactoria sonrisa en sus labios. Luhan temió por su integridad.-
—Si me lo permite, le ayudare con los platos luego puede enseñarme la habitación—no quería quedarse a solas con Sehun.-
—No te preocupes, Luhan. Además tienes que reposar, yo puedo solo—Nickhun le sonrió, era un hombre bueno.-
—Mi padre tiene razón, hyung. Vamos, yo te llevo—el maldito tenía una bonita sonrisa, que hubiese apreciado si no estuviera ideando un plan de escape—Vamos—el peli-plata le extendió la mano. Estaba drogado si creería que la tomaría.-
—Buenas noches.-
—Buenas noches a ti Lu—le respondió Nickhun.-
Cuando estuvo seguro que Nickhun no lo veía. Camino rápido sin mirar a Sehun.
—No te preocupes, hyung. No te hare nada… no por el momento—Murmuro, aunque Luhan pudo escucharlo perfectamente—Ven, está en el segundo piso.-
Luhan lo siguió mientras cruzaba los dedos, pidiéndole a Dios que el cuarto en el que se quedaría no fuera cerca del de Sehun. Caminaron por un pasillo hasta que llegaron al fondo. Sehun se paró frente a una puerta de color caoba.
—Te puedes quedar aquí. Tus cosas ya están adentro así que si se te ofrece algo como agua, vitaminas, un masaje a un “desestresante” natural… Solo toca mi puerta—la sonrisa de Sehun se hizo aún más grande al ver como Luhan lo miraba desconcertado—Estoy al lado.-
Y sin agregar más, dentro a su habitación. Cuando Luhan se recompuso de tan extraña y estúpida conversación, entro como si lo persiguieran. Cerró la puerta tras él y le puso el pestillo.
Estaba muerto.
Tan concentrado estaba en sus pensamientos de cómo salir vivo de ahí. Que no se dio cuenta de las tres puertas que hacían en la habitación. Abrió los ojos al escuchar como una de ellas se abrió lentamente haciendo que rechinara.
—Ah sí—Sehun salió por una de ellas, el corazón de Luhan latió más fuerte, podría sufrir de un infarto ahí mismo—Un pequeño detalle… compartiremos baño.-
Le dedico otra sonrisa abrazadora y cerró la puerta de las habitaciones continuas.
Estaba jodido… metafóricamente.