Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

“La Luz Que Atrae A La Oscuridad” por cr0wley r3a15

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola...!!! vuelvo de nuevo con el siguiente capitulo (si, se que es tarde, pero es lo que obtuve), de esta historia. Queria publicarlo hace unos días, para ser precisos el domingo, pero tuve algunos problemas. Así que hasta ahora lo pude subir.

Espero que sea de su agrado la continuacion, ya que aquellos problemas fueron por que este se me borro del word (si, fui una estupida), así que tuve que volver a escribirlo y, esto es lo que obtuve, suerte que me acorde más o menos lo que había escribido en el otro. pero la idea es exactamente la misma.

Si encuentran alguna falla o algun error ortografico, disculpen las molestias..

Bueno los dejo con el capitulo.. Nos leemos abajo..!!

-VII-


 


“La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos y, gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado” Por: Gabriel García Márquez.


 


 


      Había transcurrido alrededor de casi más dos meses desde aquella fiesta de la chica de mi clase, y sigo queriéndome acordar de lo que paso ese día, ya que no puedo explicarlo pero, aquel tipo a estado totalmente distanciado de mí, la verdad no entiendo el porqué.


       Pensé que ya habíamos dejado de lado las indiferencias y, arreglado todo, pero creo que me equivoque. Además creo que últimamente me ha estado evitando, y aunque la profesora Kurenai me asigno como su nuevo compañero de equipo, se está comportando un poco misterioso.


       Por lo cual no estoy seguro de que fue lo que paso realmente ese día, él únicamente me dio los datos que yo suponía que sucedió. ¡Maldito alcohol! Por culpa de ese líquido no recuerdo nada de lo que paso esa noche. Fue por eso que a la siguiente mañana le pregunte directamente a él cuando me desperté:


 


.-.-.-.-.-.-.-.-.-.


 


       Comencé a abrir mis ojos lentamente, tratando de acoplarme a los rayos del sol que se colaron por toda la habitación. Fui recobrando la conciencia poco a poco, me fui también levantando lentamente de la cama, sintiendo un fuerte dolor de cabeza era como si todo me estuviera dando vueltas, algo así como un terremoto en mi cabeza.


       De pronto sentí que algo se movía en mi cama, casi me da un infarto cuando lo vi acostado en mi cama, durmiendo tan plácidamente. Simplemente veía como se adueñaba de todos los rincones del colchón, dejándome casi hasta la esquina. Quise moverlo para poder despertarlo, pero se veía que estaba disfrutando mucho aquel sueño que se estuviera efectuando en su mente.


      Como pude salí de la cama, tratando de no despertarlo, cuando sentí que mis ojos se fueron acostumbrando a la luz, dirigí mi mirada hasta el reloj de mi mesa de adjunto. Fue cuando trague grueso ¡Maldición! Ya era demasiado tarde y, lo peor era que teníamos escuela.


“Primera vez que falto a la escuela” pensé.


        Me acerque de nuevo al borde de la cama  acomodándome en este mismo, él se encontraba recostado en su costado izquierdo mirando hacia la ventana. Se veía realmente atractivo en la forma en que dormía, no podía negar que para ser un chico, era sumamente guapo.


 - Naruto – Susurre, moviéndolo un poco del brazo.- ¡Despierta!


       Lentamente se fue acoplando a los minúsculos rayos de sol que habían atravesado la cortina de mi ventana. Soltó un fuerte bostezo insinuando que continuaba con sueño, se retorció un poco en la cama; estirando sus músculos.


       Se giró sigilosamente para quedar frente a frente, pero sorpresivamente dio un respingo al verme, es como si se hubiera asustado al observarme ahí. Le mire extrañado con una ceja levantada en señal de confusión, algo que noto rápido.


- Disculpa – Dijo incorporándose en la cama.- Olvide que me había quedado a dormir.


- ¿En serio te encuentras bien? – Le pregunte, ya que la sorpresa aun no salía de su expresión.


- Esto… sí, claro – Titubeo por un instante, recobrando su antigua manera de hablar.- No te preocupes.


- En fin – Bufe, haciéndome a un lado, desviando la mirada de sus ojos, esos que miraban con ¿anhelo? Algo que no comprendía.- ¿Cómo es que llegamos aquí? No recuerdo nada.


        Palideció notoriamente, como si mi noticia le hubiese dañado los entusiasmos ¡Que tipo! Me miraba como si yo hubiese sido un trofeo que acababa de ganar en alguna lotería de esas que hacen en las ferias.


- ¿No recuerdas nada? – Me inquirió curioso en demasía.- ¿Nada?


- ¡Demonios! Acabo de decirte que no – Maldije por lo alto, de verdad estaba crispándome los nervios al igual que mi fuerte dolor de cabeza, ese que iba en aumento.- ¿Qué paso?


        Él rodo los ojos hacia los lados con nerviosismo incrustados en ellos, tal vez había hecho algo que no debía y, este tal vez pensaba que lo golpearía por haberme dejado beber de más. A decir verdad simplemente quería sentirme por una vez en mi vida; libre.


       Por eso desde que él había dejado de servirme los tragos, opte por mi propia cuenta continuar con lo que había empezado su orgullosa determinación. Todo a causa por qué era más evidente que se lo habian provocado quien sabe quién fue el causante, solo parecía que no se encontraba del todo en perfectas condiciones.


“Quizás un amigo” pensé.


       Me levante del borde de la cama para poder sentarme en la silla de mi escritorio (ese donde tenía el computador), para poder tener una mejor visión de la escena. Me posicione justo enfrente de él, encarándolo con detenimiento, algo así como quien busca respuestas.


- ¿Y bien? ¿Me vas a decir o no? – Pregunte sardónico, quería respuestas y las obtendría ahora.


       Él dejo caer su espalda de nuevo en el colchón de mi cama, ajustándose  en una posición mucho más cómoda de la que efectuaba segundos antes. Miro con detenimiento el techo blanco de mi habitación, soltando una media sonrisa de lado, como si estuviera recordando algo. Tal vez ese algo que yo no sabía.


- Solo bebiste de más – Mascullo al fin, regresándome a ver pero volteando rápidamente.- Te tuve que traer a cuestas sobre mi hombro, lo divertido fue que te tuve que subir por la ventana, ya que cierto sujeto perdió sus llaves.


- ¿Por la ventana? ¿Acaso estabas loco? ¿Con alcohol encima? ¿Algo más? – Pregunte atemorizante de que hubiese hecho algo más, pero este suspicazmente negó con la cabeza, como si ya estuviera esperando que preguntara eso.- ¿No pasó nada?


- No – Dijo cortante mi compañero.- Solo eso.


       Me quede observándolo por un largo rato, al parecer noto que yo le lanzaba una mirada furtiva, pero podía jurar que casi vi su rostro llenarse de colores similares al arco iris. Si mi humor no hubiese estado tan pésimo esta mañana, tal vez me hubiera carcajeado por verle de esa manera.


- Supongo que ya no fuimos a la escuela – Dijo mientras subía sus brazos alrededor de su nuca, dejando recostada su cabeza en ellos.- ¡Que suerte!


- Para ti – Mencione en casi un susurro. A decir verdad no me gustaba el hecho de que había faltado a clases, no quería que mi currículo estuviera ahora manchado por una falta.


- Como sea – Susurro, chasqueando la mandíbula un poco.


       Estaba completamente seguro que se había molestado por lo que yo dije, ya que después de eso no mantuvimos una sola conversación. Lo deje recostado sobre mi cama por el tiempo que quiso estar ahí depositado, yo simplemente me adentre al cuarto de baño, para darme una larga y extenuando ducha en la bañera.


      No supe por cuanto tiempo estuve metido en esa habitación, así que cuando salí de donde estaba, caí en la cuenta de que él ya no se encontraba recostado en la cama; se marchó. Por suerte el día anterior me había pasado su número de teléfono, iba a llamarle pero en ese mismo instante en el que sostenía mi celular me llego un mensaje de su parte:


« Supongo que ya habrás salido de tu relajante ducha, perdona pero no podía permanecer en tu habitación un minuto más. No me malentiendas…simplemente quería llegar a mí casa y dormir un rato más, antes de que me sermonearan por no acudir a clases y…por haberme quedado en tu casa sin avisar. Te veo en clases mañana, si es que no me asesina mi madre. Adiós. »


       Era curioso, por haber leído eso era como para estar molesto con ese sujeto por dejarme ahí y, sin decir una sola palabra de que ya se marchaba. Pero no, me encontraba ahí viendo la pantalla de mi celular con una estúpida cara de idiota, sonriéndole al teléfono como si este me fuera a regresar la sonrisa; que estúpido.


.-.-.-.-.-.-.-.-.


 


          Esa mañana llegue sin los suficientes ánimos a la escuela (como de costumbre), tener que levantarme temprano era realmente estresante para mis neuronas. Y, lo que era peor es que hablar demasiado tiempo con él, también me las iba matando poco a poco.


- ¿Acabaste el reporte? – Pregunte con un tono desganado.


- Supongo – Me dijo de igual manera. Era tan desagradable que alguien te hablara de la manera que tú estabas acostumbrado a hacerlo todo el tiempo.


       Nos encontrábamos en el descanso a los alrededores de la cafetería, estábamos sentados en el césped (bueno yo lo estaba, él estaba recostado con sus brazos en la nuca descansando su cabeza en ellas y, con una pierna encima de la otra), bajo la sombra de un árbol frondoso.


       Me quede observando hacía un punto muerto con la simple idea de mantener ésta ocupada con algo, para ser honestos me irritaba mucho tener que lidiar con la actitud “nueva” de este sujeto a mi lado. Parecía como si se hubiera convertido en una copia barata de mí ¿Acaso eso estaba de moda? No, no lo era en lo absoluto.


- ¿A dónde están tus amigos? – Pregunte para romper el hielo que se estaba efectuando.


- No lo sé, supongo que molestando a alguien – Dijo, mientras encorvaba sus hombros haciendo una señal de no saber nada de ellos.


- Ya veo – Dije con dificultad, esta estúpida conversación me estaba desquiciando la existencia.


       Saque mi teléfono celular para poder distraerme con algo más en ese momento, ya que si no lo hacía, mis manos me llevarían hasta el cuello de Naruto para ahorcarlo si continuaba comportándose así. De repente mis ojos vislumbraron la fecha en la pantalla: 10 de junio.


       Inhale un poco de aire para llenar mis pulmones, el cual solté como casi un suspiro quejumbroso, me impacte al ver la fecha que era, realmente me había olvidado por completo de que casi ya íbamos a estar en esa fecha. ¿Cómo podía haberlo siquiera olvidado? De repente gire mi cabeza y, el motivo por el cual había olvidado algo tan importante para mí; estaba ahí, semidormido.


        La idea que tenía de jugar aquel recién juego adquirido en mi celular se esfumo por completo, ahora ya no quería saber nada de esa estúpida distracción en línea que me había descargado la semana pasada solo porque Naruto me dijo que era divertido, como si eso era lo que necesitaba ahora, una distracción.


        Me incorpore levantándome del césped con rapidez, me detuve un poco para que mi cabeza no sufriera de un mareo por lo rápido que me había elevado. Espere durante unos segundos más cuando comencé a emprender camino, pero me detuve por su voz:


- ¿Te vas? – Dijo en seco, sin ninguna expresión en su rostro, yo lo miraba sobre mi hombro sin siquiera tener la intención de voltearme a verle.


- Si – Dije cortante.- Me voy.


- Bien – Menciono con desanimo. ¿Qué demonios le pasaba? No lo entendía del todo.


        Fui directamente al salón de clases, me acomode en mi asiento para esperar que la campana sonara y que comenzaran de nuevo el tormento de las clases, para poder marcharme cuanto antes a la casa, aquella que compartía con mi idiota hermano mayor, quien también se había estado comportando indiferente conmigo. ¿Qué diablos pasaba con ellos? Bueno, lo comprendo de Itachi que tal vez esté pasando por una racha de estrés a causa del trabajo ¿Pero él? A que venía su cambio de personalidad hacía a mí, porque era obvio que solo conmigo se comportaba de esa manera.


       De repente un sonido me saco de mis pensamientos, atrayéndome de vuelta a la realidad por la que estaba pasando. Deslice la pantalla de bloqueo para poder tomar la llamada:


- Hola – Dije sin muchos ánimos en mi voz, pero que pretendía captar tan siquiera alguna emoción en la otra persona.


- ¿Estas ocupado? Si es así mejor llamo en otro momento -


- Si te conteste es porque no lo estoy ¿Qué pasa? – Pregunte curioso.


- Bueno…ya casi se acerca…mi cumpleaños – Balbuceo.- Y mis padres harán una cena especial ese día…me preguntaba si…


- Iré – Dije atajándola por completo, fue entonces que escuche un pequeño sollozo del otro lado de la bocina.- ¿Qué ocurre?


- Nada, estoy feliz, solo es eso – Continuo con el incesante sollozar.


- Karin… - Dije no muy seguro de decir aquello.- Tú…


 


 


 


        La campanilla sonó advirtiendo la salida del instituto, mis compañeros de clases comenzaron a recoger sus pertenencias, metiéndolas en sus respectivas mochilas. Yo por mi parte espere un momento para hacerlo, lo suficiente como para que los demás salieran del aula y no tuviera que presenciar la colisión que se efectuaba en el aula.


        Me mantuve al margen durante unos minutos, al parecer hasta Naruto se fue atrás de aquella chica de quien tanto empellaba en mantener la vista en ella. Si, era hermosa no lo podía negar, pero simplemente le era imposible mantener una conversación con él por al menos cinco minutos, y una relación no se podía conseguir en ese determinado tiempo.


       Tome mi mochila previamente arreglada, me la colgué al hombro para salir del lugar, avecinándome hasta la salida de la escuela. Cruce rápidamente los pasillos de aquella vieja estructura, alejándome cada vez más del salón de clase. Salí casi a paso apresurado, no deseaba en ese momento ser abordado por aquellas tipas de diferentes clases que se acercaban a mí con cualquier excusa en labios. Y, para mi mala suerte se estaba convirtiendo en una locura cuando me avecinaba hasta el portón negro de la entrada.


- ¿Qué haces? – Me detuve en seco al escuchar su voz atrás de mí.


- Regreso a casa que no vez – Dije con ironía en mis palabras, volviendo hacía él.


- Es viernes de Ramen ¿Recuerdas? – Me pregunto con una ceja alzada, mostrando confusión en demasía.


- Yo no acorde eso – Gruñe con fastidio, comenzando a caminar otra vez.- Puedes ir tú solo.


- ¡Oh vamos Sasuke! – Canturreo, persiguiéndome atrás de mí con insistencia.- Lo hemos estado haciendo los últimos meses.


- No uses esa connotación sexual conmigo ¿Quieres? – Chasquee mi lengua con irritación ¿Por qué siempre tenía que decir cosas con doble sentido?


- Lo siento – Dijo con sorna, posicionándose a un lado de mí. Rogándome con demasiada consistencia.- Vamos…por favor.


- Deja de poner esa cara de perro – Solté, empujándolo de lado.- Te pareces a ese sujeto.


- ¡Que! – Exclamo, frunciendo el ceño un tanto.- Primero muerto antes de parecerme a Kiba.


- Pues entonces hazte el muerto…perro – Dije con burla, logrando una risa maliciosa.


- ¡Maldito! – Mascullo, contrayendo la mandíbula por el enojo.- Ahora veras.


        Naruto me comenzó a corretear por toda la calle, esperando poder alcanzarme para darme un golpe, ya que su cara evidenciaba eso si yo me dejaba atrapar. Yo simplemente me quería reír a carcajadas por como reaccionaba cuando le decía algún comentario sobre aquel tipo llamado Kiba y, era obvio por qué le molestaba ya que esa razón tenía nombre: Hinata.


       Corrí sin detenerme en lo más mínimo, cuando me percate mi pies me habían guiado hasta donde frecuentábamos comer aquella comida tan apreciada por mi compañero. Me detuve para recobrar el aliento y, claro para secar un poco el sudor que tenía en la frente ya que me estaba comenzando a molestar que mis cabellos se pegaran en ella.


       Sentí entonces un fuerte dolor en mi costilla derecha, efecto causado por aquel idiota que me había alcanzado. Quien reía satisfactoriamente, como si hubiese ganado una carrera importante y, sintiéndose orgulloso por haberme atacado sin aviso.


- Perdiste Sasuke – Dijo acercándose a mí con lentitud, quedando a tan solo unos centímetros de distancia ¿Acaso importaba?


- Idiota, yo llegue primero – Ataque con agravio.- Necesitas lentes para ver quién te gano.


- Solo deje que te adelantaras – Se cruzó de brazos, sonriendo un poco divertido, aquella sonrisa solo la veía ahora cuando comíamos su comida favorita.


- Si como digas – Dije cortante.


- Bueno, entremos – Prosiguió, metiéndose al local. Dejando de lado por completo lo que yo le había dicho.


       Entramos al restaurante donde el dueño del lugar nos recibió de maravilla como solía hacer con todos sus comensales, pero en caso de Naruto era un poco diferente, a él lo trataba con extrema amabilidad, tal vez será porque siempre que venimos se llega a comer hasta tres o cuatro tazones, no entendía cómo podía comer tanta porquería rápidamente. Yo apenas podía digerir uno y, con dificultad cabe destacar, ahora él que se llevaba tantos al estómago.


        Nos sentamos en el mismo lugar que solíamos hacerlo, para ser honestos, para odiar comer aquella comida, casi siempre que me pedía que viniéramos no me negaba en lo absoluto. Será que no tengo nada mejor que hacer en mi casa, que mejor prefiero venir a ver como se llena de tanta basura. De repente la llamada que me efectuó Karin comenzó a rondarme la memoria, quedándome un poco anonadado por tan solo recordarlo.


       La verdad era que si iba a su pequeña celebración podía incluso también ir al cementerio, aquel donde se situaban las tumbas de mis padres. De esa manera podría aprovechar el viaje y, mataría dos pájaros de un tiro, eso lo que mejor me convenía en estos momentos. Era curioso, ya se iba a cumplir un año más desde que ocurrió aquel accidente, donde mis padres murieron. Y, también ella cumpliría un año más de vida ¿Irónico no? Ese día fue tanto una celebración de muerte, así como lo había sido de vida.


- ¿Estas muy pensativo, Uchiha? – Dijo descolocándome de mis pensamientos. Regresándome a ver con curiosidad en sus enormes orbes azules.


- No pasa nada – Mentí descaradamente en su rostro, pero por supuesto, creo que ya puede leerme mis facciones.


- Mentiroso – Dijo, continuando con su segundo tazón de Ramen.


       Ya estábamos en rondas finales para pasar al segundo año y, por mi parte estaba más que seguro que me iría bien en el semestre, por ese lado no me tenía que preocupar de nada más. Pero también no estaba completamente seguro si el ir de vuelta a Ishikari por mi propia cuenta, tenía el dinero suficiente para ir, pero creo que también volver sin Itachi era una falta de respeto hacia él.


       Aunque su trabajo fuera demasiado extenuante el hallaría la manera de ir conmigo, pero también en ningún momento lo había mencionado aun. ¿Porqué? No tenía la menor idea de sus razones, tal vez por eso estaba tan distante conmigo, tal vez porque estaba inseguro de acompañarme, no lo sé.


       Lo único que me mantenía la esperanza de ir a visitarles era que no deseaba olvidarlos aun, no ahora, no quería que el sentimiento que me invadía por ellos se desvaneciera en su totalidad. Me negaba a abandonar esa oscuridad que sentía en mi interior de tan solo permanecer mis pensamientos en ellos. Amaba a mi oscuridad y eso jamás iba a cambiar por nada.


- Oye Sasuke – Hablo esa voz que lograba desconcertarme en ocasiones.- ¿De verdad estas bien?


- Naruto ¿Puedo pedirte algo? – Dije, quedándome en silencio por unos breves segundos, quería que mis emociones se sincronizaran con mis pensamientos para poder decir aquello.


- ¿Qué sucede? – Dijo, mostrando un semblante sereno.


       Por un momento la idea me cruzo por la cabeza ¿Estaría bien? La verdad no tenía ni la menor idea si eso era bueno o malo, lo único que sabía era que deseaba que me acompañara. Algo así como tener un hombro al cual tirarme a llorar, aunque ahora que recuerdo, él ya más o menos sabía cómo va la historia de mi vida ¿Cuál era el problema entonces? ¿Qué me detenía? Ah, sí, creo que esa era la única razón que hallaba para que dudara ante decirle o no.


- Me vas a decir o no, Uchiha – Me dijo, dando un golpe en la mesa, efecto que causo que retomara la visión en su mirada.


- Que impaciente te has vuelto – Le comunique, la verdad ahora más que nunca le había dado lo bipolar a este sujeto.


- Bueno lo único que puedo decir a mi favor, es que aprendí de ti – Comento con una sonrisa de medio lado en su rostro.


- Como sea – Dije restándole importancia a lo que había salido de sus labios.


      Lentamente comencé a jugar con los palillos que había utilizado para comer aquella pasta que tanto le gustaba a mi compañero. Los pasaba de entre mi dedo índice y corazón, rápidamente para que dieran algunos golpecitos a la mesa, como si quisiera romper la intensa sensación a tensión que se estaba iniciando en el ambiente.


       ¿Desde cuándo me había vuelto una persona que se andaba con rodeos? Supuestamente odiaba a ese tipo de personas y, justamente ahora me estaba convirtiendo en uno. “Que repugnante” pensé más para mí mismo en ese momento. ¡Mierda! Tenía que dejar de hacer aquello que tanto me causaba ironía de las personas. Hablaría.


- Quiero pedirte un favor – Volví a decir.


- Deja vu – Dijo, rodando los ojos hacia los lados.


- ¿Quieres callarte y escuchar? – Dije ya un poco molesto por su habladuría.


- Bien – Musito.- Pero apresúrate quieres.


        Silencie mis palabras durante unos segundos antes de plantarme decidido para poder retomar mis inauditas y sonoras palabras. Tosí en un instante para aclarecer mis cuerdas vocales para volver a hablar:


- ¿Quieres ir conmigo a Ishikari? – Pregunte, esperando a su respuesta y, dependiendo de ella, volvería a retomar la palabra.


Duro unos segundos solamente:


- ¿Cuándo? – Pregunto, dejando de lado su cuarto tazón de Ramen. ¡Rayos! Que apetito el de él.


- Necesito llegar ir el 20 de junio – Indique con precaución, sin llegar a presionarle.


- ¿Es algo importante? – Dijo, mientras daba un sorbo a la soda sabor naranja que había pedido hacía un rato atrás.


- Algo así – Mencione, desviando la mirada hacia la ventana que tenía a mi lado derecho. Sin dejar que el observara mi mirada.  


        Mire por el rabillo de los ojos hasta llegar a esos hermosos orbes con azul cielo, aquellos que llegue a sentir que me observaban con detenimiento. Pude claramente escuchar como si diera un fuerte suspiro para poder hablarme:


- Si quieres que vaya contigo – Comenzó a decirme, fue entonces que le regrese la mirada posicionándola fijamente a los suyos.- Tendrás que comenzar a ser honesto…esa es mi condición.


- ¿Honesto? – Pregunte con curiosidad, muy a pesar de que sabía exactamente de que hablaba.


- ¿Qué es lo que tienes que ir a hacer a tu pueblo natal? – Pregunto sin tapujos, sabía de lo que hablaba el idiota y, todo gracias a mi súper hermano mayor.


- No es algo de lo que a ti te importara saber – Conteste con agraviantes en cada palabra, Naruto simplemente se limitó a dedicarme una mirada frustrada.


- Sasuke – Su tono de voz, comenzaba a irritarme de sobremanera.- Si no quieres darme una respuesta “sincera” entonces olvídalo… no iré contigo.


        La mirada de Naruto comenzaba a tornarse un poco más enfadada, era como si con el tiempo de estar con él, hubiésemos cambiado las personalidades de ambos. Ni siquiera sabía porque quería que él me acompañara, pero también sabía muy bien que no me apetecía ir solo. Y, si no quería eso tenía que ceder ante la petición de mi compañero de adjunto.


- ¿Y bien? – Me inquirió sutilmente.


- Es el cumpleaños de una amiga de la infancia y… - Me detuve por un momento para conseguir aire para mis cansados pulmones, proseguí.- También es el aniversario de la muerte de mis padres.


       Naruto dejo de beber la soda que había estado tomando desde que comencé a decirle esas palabras. Sacudió un poco su cabeza, intentando no ahogarse por el líquido que había ingerido con anticipación, abrió en extremo sus ojos por la impresión que le había causado mi noticia. Tosió un tanto para aclararse la garganta ya que la bebida si le había ocasionado un poco su atragantamiento, se incorporó de inmediato. 


- ¿No deberías ir con Itachi? – Pregunto, dando en el clavo a lo que yo también estaba pensando.


- Últimamente ha estado demasiado ocupado con su trabajo – Dije, cosa que no era mentira.


- Oh – Suspiro sonoramente, quedándose en silencio a la vez que comenzaba a acariciar su mentón tan delicadamente, parecía que realmente estaba pensándoselo con detenimiento.


       Naruto inicio nuevamente a comerse lo que había dejado de su cuarta porción de esa pasta llamada Ramen, dio unos cuantos sorbos más hasta terminárselo. Dejo el tazón de lado, entonces alzo su mano como si fuera a pedir la cuenta, llamo a la hija del dueño pidiéndole que le trajera otra soda; se la dio.


- Bueno sirve que me distraigo – Dijo mostrándome una sonrisa sincera.- iré pidiendo permiso, ya sabrás que la última ocasión mi madre no tomo muy bien el no haberle avisado que me quedaría contigo, casi me arranca la cabeza.


- Pudiste haberle avisado – Gruñí con fastidio.- Fue tu culpa por no hacerlo, así que no te quejes.


- Jajá Tienes razón Uchiha – Dijo sonriendo aún más ampliamente.


        La verdad no recuerdo que sucedió aquella ocasión en mi habitación, pero creo que él tampoco ha sido totalmente sincero, creo y presiento que me está ocultando algo importante. Tal vez por eso mismo acepte esos sentimientos, comenzaba a sentirme realmente cansado de todo aquello y cada que me veía con él, algo dentro de mí se revoloteaba sin detenerse. Y, era algo que no debía de suceder, no a mí.


“idiota” pensé.


 


 


“Estación Sapporo”


        Vi el anuncio al entrar por el pasillo, cuando el idiota de mi compañero compro los boletos para poder abordar el tren. Tuvimos que ir hasta la estación principal para poder ir directamente y, no tener que estar transbordando a otro transporte.


        Volver a mi antigua ciudad natal me comenzaba a crispar los nervios, aquellos que cada vez que escuchaba pasar un tren parecía que explotaban; uno a uno. Y, luego tenía a ese sujeto de cabellos dorados que con el resplandor del sol me nublaba la vista y, quien también se hallaba sentado sobre su mochila, pretendiendo tocar la batería imaginariamente con sus manos, siguiendo el ritmo de la música que salía de sus auriculares. ¡Vaya sujeto!


        Así como él pretendía eso, yo también pretendía como que lo ignoraba por completo cuando hacía un gesto para que lo acompañara en su estúpido juego imaginario. En ese momento lo único que quería era arribar el tren que nos llevaría hasta Ishikari, pero el idiota de mi compañero tuvo que comprar los estúpidos boletos tan tarde.


      Ahora tendría que esperar hasta que se llegara la bendita hora indicada, mientras tendría que soportar el hecho de ver a Naruto con sus niñeces ¿Por qué diablos no maduraba de una vez por todas? O mejor aún ¿Por qué no se daba un tiro en la cabeza? Bueno, supongo que la última opción sería mucho más difícil de realizar, ¿A dónde tendría que conseguir uno sin tener que hacer trámites con la policía después? ¡Dios! A veces tenía las ganas de asesinarlo junto con mi hermano.


- ¡Sasuke! – Me grito, sacándome de mis ilusiones de planear un escenario macabro con sus cuerpos.- ¡Vamos! Sal de esa nube por la que flotas.


- Déjame en paz – Dije, lanzándole una mirada llena de intenciones maliciosas.


- Ya viene el tren – Menciono, dejando de lado mi comentario recriminatorio y mi excesiva cara de pocos amigos.- Súbete.


         Pensar y prestar atención a mí alrededor eran dos cosas que no lograba hacer, no cuando él se encontraba fastidiándome la existencia. ¿Dónde encontraba una máquina del tiempo para ir al momento en que le pedí que me acompañara y poder arrancarme la lengua para no hacerlo? La simple idea me hizo causar una media sonrisa en mis labios.


- ¿Qué es tan gracioso? – Pregunto curioso.


- Nada – Dije frustrado, el tipo que tenía frente a mí parecía prestarme demasiada atención a mí y a mis expresiones faciales.


- Lo que digas – Bufo.


        Nos acomodamos en nuestros asientos correspondientes, tendríamos que viajar durante casi una hora completa para poder llegar a Ishikari. Todo y por mi maldito orgullo superficial, ya que durante toda la semana mi hermano se la paso día y noche tratando de convencerme para venir a dejarnos en su automóvil. Por supuesto algo que me negué a dejarlo hacer, porque si tenía tiempo para ir a dejarnos ¿Entonces porque diablos no iba conmigo hasta el cementerio? Por mucho que me hubiese intentado de persuadir, no lo logró en lo absoluto.


     De alguna manera parecía que mi hermano estuviera evitando este momento, tal vez quería dejar todo atrás una vez que llegamos a Sapporo. Tal vez por eso nunca me comento de venir juntos a visitar la tumba de mis padres, y, cuando yo se lo propuse, me contesto con un rotundo: No.


       Se me hacía demasiado irritante su comportamiento cuando escuchaba las palabras “ir a la tumba de nuestros padre” en una sola frase. Realmente no lo comprendía ¿Cómo podría el querer olvidar algo tan importante? De tan solo pensarlo quería ir y córtale esa cabeza suya. Pero también estaba el hecho de que él deseaba querer dejar ese asunto en el pasado para que no continuara dañándolo por dentro, como yo sentía.      


- ¿Estas bien? – Me pregunto, sacándome de mi mundo absorto lleno de pensamientos.


- Si – Conteste en breve. Tal vez debería dejar de pensar demasiado y rondar el mismo pensamiento como disco rayado.


- ¿Seguro? – Volvió a inquirir, alzando una ceja intuitiva.- Pareciera que no.


- ¿Qué dijeron tus padres? – Pregunte, tratando de desviar su atención en mí.- Bueno, en tu caso, tu madre.


- ¡Viejo! Deja de burlarte – Gruño con un poco de enfado en su voz. En verdad era tan fácil hacerlo enojar.


- ¿Vas a hablar o qué? – Le pregunte pero más bien sonó a una delicada advertencia de mi parte. Coloque mi brazo izquierdo en el espacio de la ventana, acomodando mi codo y recostando mí barbilla sobre mi mano, observando el paisaje.


- Mi padre acepto rápidamente cuando le dije – Dijo, mientras intentaba guardar sus auriculares en su mochila, haciéndose el serio.- Y mamá… simplemente tuvo que dar su brazo a torcer.


- Tu madre suena todo un caso – Mencione medio en sorna, mirándolo por el rabillo de los ojos para poder ver sus expresiones sin la necesidad de verlo totalmente.


- Solo me cuida demasiado…después de todo soy su único hijo – Finalizo, ya que ambos después de eso, dejamos de hablar.


        El tren partió exactamente a las nueve de la mañana, ese domingo en particular. Escuche los rieles efectuar un sonido estridente cuando comenzó a avanzar por las vías ¿Era posible que de solo escucharlos mis sesos explotaran? Aun no lo podría averiguar claramente. Cerré mis ojos durante todo el trayecto hasta Ishikari, quería mantener mi mente despejada de todas las emociones y pensamientos que me tenían fastidiado.


       Pero esos recuerdos me seguían albergando mientras ocultaba mis ojos bajo mis parpados, en señal de no querer abandonarme. Mi subconsciente contenía las imágenes de aquella vez y, las cuales eran difícil de sacarlas de mi memoria, supongo que en algún punto de todo esto, hubiese sido mejor enterrarlas para siempre; pero no.


       Sentí una vibración constante bajo mis bolsillos, apartándome esporádicamente de la insoportable forma en que llegaban mis recuerdos. Saque con cuidado mi celular y, eche una rápida mirada a mi acompañante de viaje, pero este parecía mucho más perdido en el mundo de los sueños. Desbloquee la pantalla para observar el mensaje de texto que me había llegado:


“Hola ¿Cómo va el viaje? ¿Subiste a la hora acordada? ¿Vienes con tu hermano?”


       Me tome algunos minutos para contestarle, no quería que pensara que estaba desesperado por hablar, algo que era justamente todo lo contrario.


« Bien, acabo de subir… Llegare en una hora más o menos y, con respecto al estúpido de Itachi, no, el no viene »


Después de un minuto:


“De acuerdo ¿Llegaras a la estación principal, verdad?”


« Si, supongo que sí »


“Bien, nos vemos entonces”


        Volví a mi posición anterior, tendría que descansar durante el tiempo que durara el trayecto. Tal vez sería la última ocasión de estar en calma con mi soledad, ya que tener a Naruto por aquí y, además de a ella, iba a ser un día extremadamente agotador: mental y físicamente.


 


 


 


“Pasajeros con destino a Ishikari, favor de tomar la salida más cercana”


        La voz de la persona del altavoz me saco de mi ensoñación, probablemente en algún momento del camino me quede profundamente dormido. Talle suavemente mi ojo derecho, quitando un poco de los restos que indicaban que acababa de salir de un sueño. Me erguí para poder bajar mis cosas del compartimento de arriba, posteriormente sacudí a Naruto para que por igual se despertara, ya que él también había caído rendido.


       Abrió tan lentamente los parpados, que su bostezo lo alcanzo rápidamente en segundos. Di media vuelta para comenzar a dirigirme hasta la salida que teníamos a un lado, seguidamente mi compañero se posiciono atrás de mí para bajarnos del tren. La estación no estaba muy concurrida, así que fue muy fácil salir de la unidad de transporte.


       Estar en esa estación me traía demasiados recuerdos a mi mente, era como si volviera al pasado con tan solo haber pisado ese suelo. Aquel que en incontables ocasiones había estado. De pronto, sentí que un brazo comenzó a rodear mis hombros, para luego aprisionarme contra su cara:


- ¡Tierra llamando a Sasuke! – Susurro justamente en mi oído, haciendo que diera un respingo por haber sentido su aliento sobre mi oreja.


- ¡Quítate! Estas muy cerca – Dije con un tono demandante.


- ¡Que humor Uchiha! – Soltó, dándome un ligero golpe en mi espalda, haciéndome tastabillar un tanto.


         Comenzamos a caminar rumbo a la salida de la estación y, Naruto no paraba de hablar, la verdad ya me estaba mareando con tanta charla irrelevante. Escuche un ligero pisoteo constante atrás de nosotros, siendo seguido por un grito:


“Sasukeeee”


        Me volví rápidamente al escuchar mi nombre siendo pronunciado sonoramente por una voz femenina, aquella voz peculiar para mis oídos, aquella voz inconfundible. A decir verdad, después de tanto tiempo sin verla; lucia bien. Su larga cabellera roja, danzaba a la par mientras corría hacía nosotros. Se detuvo a unos cuantos centímetros de distancia, mirando fijamente a los ojos a mi compañero, esos que mostraban demasiada sorpresa en ellos, tanto que no me esperaba esa reacción de su parte.


       Me gire un poco para observar a Naruto, pero este también no cabía en la cuenta por la impresión que se había llevado al verla. Para ser honestos, no estaba comprendiendo que era lo que sucedía con ellos, fue entonces cuando entendí todo:


- ¿Naruto? – Le llamo, asombrándome por completo. Ella lo observaba con un gran signo de interrogación en su cara.


- ¿Qué haces aquí? – Pregunto anonadado.


- ¿Acaso ustedes se conocen? – Pregunte, enarcando una ceja. Ellos dos se regresaban miradas incrédulas, pero después de unos cuantos segundos, se abrazaron amistosamente; dejándome en completo shock.


- ¡Si! – Dijo ella con una sonrisa en su semblante.


- ¡Somos primos! – Exclamo él, sonriendo de oreja a oreja.- No sabía que ustedes se conocían, realmente es muy pequeño el mundo.


- Aja – Susurre.


- Sasuke ¿Por qué nunca me mencionaste que conocías a esta tipa? – Me pregunto con burla.


- Jamás imagine que ustedes dos se conocieran, además Karin es…


- ¡Soy su novia! – Exclamo con sorpresa.


- ¿Tú…novia? – Balbuceo la pregunto.


        Fue en ese momento cuando él borro aquella sonrisa con la que había recibido a su prima. Fue como si lentamente se le fuera su color muscular de la piel; trague grueso. ¿Por qué reacciono de esa manera? Y ¿Por qué ella había dicho eso? ¡Maldición! Estaba en lo correcto, algo me estaba ocultando y, era algo que había pasado esa noche, aquella noche que regresamos de la fiesta.


- ¿Eras…tú? – Dijo, al momento que palidecía.


         “¿Yo? ¿A qué rayos se refería con eso? Pensé, sintiendo un fuerte nudo en la garganta. Seguido de un extraño escalofrió en mi espalda.   


 

Notas finales:

Hola de nuevo!! Que tal les parecio? Alguna duda que hayan tenido? Alguna sugerencia? Algun RW? 

Bueno la verdad no tengo muchos ánimos que digamos, aqui en mi ciudad de origen esta haciendo demasiada calor y, me estoy casi desmayando por lo mismo. ¡Odio el calor!

Bien, nos vemos para la siguiente continuacion.. Gracias a todos los que han comentado los capitulos anteriores de verdad creamen que me suben la moral un buen, no saben cuanto y se los agradesco de verdad, hacen que mi kokoro se emocione cuando veo un lindo comentario de ustedes.

Besos para todoss.. son gratis...!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).