Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

“La Luz Que Atrae A La Oscuridad” por cr0wley r3a15

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola...!!! Que tal?? como se la han pasado sin mi?? xD espero que no hayan hecho algo divertido y no me hayan llamado (si me entero ire a sus casas que ya se donde viven eh +_+), porque claramente necesitaba distraccion.


Pero por lo cual dije en el pequeño One-shot que iba a tomarme unos dias para despejar mi mente (llena de malos pensmientos), pero creo que no lo logre del todo, ya que las vacaciones simplemente fueron de la pagina, por que de mi trabajo estuve casi como esclava, trabajando para mantener a mi gatita (nina) que come como mil veces al día xD (de verdad, no les miento).


Bueno quisiera ahora hablar del capitulo ya que lo quisiera dedicar a un personita especial para mi: ¡¡¡¡NEKO-CHAN!!!! gracias por animarme en todos los sentidos y, de tambien apoyarme, y que gracias a TI este capitulo practicamente se escribio por tu ayuda y tus consejos (ya que me habia quedado sin 0 imaginacion TT^TT) de verdad te agradesco mucho por estar al pendiente de esta loca escritora que tiene más complejos que otra cosa y te estimo mucho, ya hasta casi te amo...(mejor no digo eso o me tacharan de acosadora) jajaja...


PD: No crean que me olvido de las demas personitas que me dejan un Review, todos son especiales para mi, pero ya los habia mencionado en algun capitulo anterior xD y, ahora le tocaba a ella.


PD2: Espero que este capitulo sea de su agrado, porque creanme que me costo demasiado escribirlo, ha sido uno de los mas dificiles y no se porque rayos n.n


PD3: Bueno aqui, ya no se que poner así que tan solo pondre que les mando muchos besitos sabor a chocolates, los quiero...Att: Crowley.


 

 

-VIII-

 

“Las dudas son más crueles que la peor de las verdades”

 

 

- ¡Naruto! – Exclamo con entusiasmo.

- ¡Hola Nagato! Tanto tiempo – Dije un poco más animado, saludándolo como él lo hacía.

         Después de recibir aquella noticia en la estación, quede un poco noqueado por la impresión que me ocasiono saber algo como eso. A decir verdad estaba en una encrucijada, como si estuviera entre la espada y la pared; con dos reacciones distintas. Me sorprendió realmente el saber que ellos eran “novios” estaba un poco contento porque ahora que recuerdo, ella se escuchaba muy emocionada al respecto cuando me lo había comentado, pero por otro lado me encontraba inseguro por ello.

        Por más que intento no logro averiguar cuál es la verdadera razón de mi inseguridad, no sé si es por mi prima o ya sea por Sasuke. No lo sé y, la mirada de él no me comprueba que sea una mentira de parte de ella, ni siquiera se inmuta en mostrar un semblante atónito. Sin embargo, por esa misma reacción es por  la cual me siento de esta manera tan…extraña.

- ¿Te encuentras bien primo? – Me pregunto Nagato, quien me observaba con demasiada cautela para mi gusto.

- Jajá Claro que estoy bien ¿Por qué lo preguntas? – Reí, tratando de ocultar mi nerviosismo ante lo que me estaba inquiriendo.

- En cuanto acabe Sasuke, puedes entrar tú a ducharte – Me comento, acercando un pequeño aperitivo a la mesilla que estaba enfrente de nosotros; en la sala.

- ¿Dónde están mis tíos? – Pregunte, cambiando un poco el tema.

- Fueron a comprar lo que faltaba para la cena de esta noche – Dijo mi prima, saliendo de la cocina con un par de sodas en sus manos.- Ya que invite a algunos amigos del instituto, por eso me quedare a ayudar a mamá. ¡Que fastidio!

         Karin se tiró en el sofá junto a mí, dejando las bebidas en la mesilla, evidenciando en su rostro un berrinche queriendo salir a flote. Solté una ligera carcajada en señal de querer burlarme de la situación en la que iba a realizar en cuanto llegara su madre.

- Quien te manda a querer tener una cena de cumpleaños – Dijo su hermano, guiñándome un ojo en complicidad para continuar molestándola.

- Ya estas algo grande para eso ¿No? ¿Cuántos cumples? ¿Cincuenta o tal vez más? – Mencione con sorna, tratando de hacerla cabrear con mi comentario.

- ¡Cállense los dos! – Exclamo a todo pulmón su enojo, cruzándose de brazos en señal de que realmente la habíamos molestado. Reí de nuevo ante su reacción.- No sé a qué le ves lo gracioso.

- Supongo que tú hermana – Mascullo con orgullo Nagato, riendo un poco ante lo dicho a la vez que le daba sorbos a su bebida recién adquirida.

- ¿Qué es lo gracioso, Nagato? – Pregunto aquella voz conocida a mis espaldas.

          Mi prima salió disparada hasta donde se encontraba él, sujetándolo del brazo mientras se acercaba sigilosamente hasta rozar su blanca piel. Al verlos inmediatamente volví a mirar a un punto muerto, chasqueando mi mandíbula, ocultando el gesto con mi bebida. Sentí una punzada en mi pecho al mismo tiempo en que los observe, sin saber exactamente la razón de esa sensación.

         Consecutivamente me levante del sillón de la sala, dejando en la mesa el resto de la gaseosa que recién acababa de beber, seguidamente tome mí mochila colgándome en el hombro. Gire tratando de no regresarlos a ver, en verdad no tenía los ánimos suficientes y, no sabía cuál era la verdadera razón de mi comportamiento. Era extraño sentir esa pequeña molestia, la que precisamente subía como levadura a mi cabeza.

- Voy a darme una ducha – Anuncie con voz serena. Perdiendo totalmente mi actitud.

- Claro…ya sabes donde es mi cuarto – Me dijo, mientras seguía avanzando rumbo a las escaleras.

        Pase de largo sin mencionar nada a ella o a Sasuke, ni siquiera los había regresado a mirar a los ojos ¡Maldición! No comprendo por qué me siento de esta manera. Me dirigí a paso lento hasta llegar a la habitación de mi primo, era como si mi mismo desgano me hiciera mucho más lento de lo normal.

        Gire el pomo de la puerta, ocasionando un pequeño chirrido estruendoso al momento de abrirla, entre rápidamente; cerrándola de golpe. La habitación era un poco amplia, bueno, a comparación de antes ya que ahora se encontraba un poco menos grande. Supongo que cuando era pequeño todo lo hallaba en proporciones mucho más amplias.    

        Saque una toalla que traiga conmigo en la mochila, para después dejar caer está en el suelo de madera, me aproxime rápidamente hasta el cuarto de baño. Me prepare la bañera para poder quedarme ahí un largo y extenuante rato, lo que más deseaba ahora era quitarme esta estúpida sensación de mi cabeza y, también la pesadez que cargaba conmigo desde hacía unas horas.

        La verdad ahora que recuerdo, no tengo la menor idea de porque acepte venir con él hasta aquí, ya que después de lo que sucedió en su habitación el día de la fiesta de Sakura, me había comenzado a sentir demasiado extraño a su alrededor. Aunque tampoco puedo negar que me sentí un poco aliviado al escucharle decir que no recordaba nada de lo que había ocurrido.

 

.-.-.-.-.- S -.-.-.-.-.

 

- No te vayas… - Me susurro, dejándome sin palabras.

- Me quedare – Le dije tan rápido como caí en la cuenta de sus palabras.

          Me impacte al escucharle decir que deseaba que me quedara ahí junto a él, de momento no estaba totalmente seguro de porque había dicho tales palabras, pero aun así decidí seguirle la corriente. Lo recosté a un lado de mí, un poco quedando al centro de la cama, lo acomode mientras me posicionaba encima de él en cuatro, observándole desde arriba.

        Tan pronto postre mis ojos sobre los suyos, me desvió rápidamente la mirada hacía el reflejo de la luna que se adentraba por su ventana. Lo tome de la cintura subiéndolo un poco hacia arriba, colocando su cabeza sobre su almohada. Por lo tanto, él se aferraba a mis brazos intentando apoyarse cuando yo lo movía.

- ¿Te encuentras bien? Solamente te acomodo para que puedas dormir mejor – Dije, sintiendo un poco de culpa al decirle eso, ya que prácticamente mis intenciones viajaban hacía otro transcurso.

- Si, lo estoy – Me dijo, aun permaneciendo su mirada en el mismo punto de desviación anterior.

- ¿Estás seguro que quieres que me quede? – Pregunte intentando contener mis ansias de querer agarrar su mentón y obligarle a que me mirara.

- Deja de hacer preguntas estúpidas ¿Quieres? – Mascullo un poco irritado, con aquel tonito de voz embriagado que mantenía en su hablar.

- Sasuke – Murmure sobre su oído, cerca de su lóbulo, rozando mi respiración con su oreja, haciendo que se estremeciera un poco cuando sintió mi aliento cerca de él.

          Para ser honestos no tenía la menor idea de lo que mi cuerpo estaba haciendo, pero me sentía realmente extraño ante todo lo que mi mente deseaba. Apenas hace poco que conocía a Sasuke y, por algún motivo que no logro averiguar cuál es, me ha llegado a cautivar su personalidad y, no solo era por lo que ocurrió con sus padres, sino que también su temperamento me hacía sentir motivado, como si su existencia le diera un sentido diferente a mi vida.

 “No creo que él le haga a eso Gaara”

          De pronto esas palabras se me vinieron a la cabeza, mientras seguía contemplándole con la mirada. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Entonces yo si le hago a eso? No, no se trataba absolutamente de eso, los sentimientos que tengo hacía Hinata de verdad son sinceros, pero ahora con él, la verdad no estoy muy seguro del todo.

         Sí, me había prometido a mí mismo que lo ayudaría a salir de aquellas abrazadoras penumbras que lo rodeaban, más sin embargo la necesidad de sentir una emoción diferente se estaba volviendo un poco en mi contra, ya que en realidad no sabía exactamente qué era lo que quería obtener.

         ¿Obtener? ¿Acaso las reacciones de él eran un trofeo a obtener? No lo comprendía y, claramente me estaba costando entenderlas. Pero en algo tenía razón y, eso era que mi cuerpo quería seguir vagando entre las tinieblas que él me efectuaba.

- Oye… - Su voz atrayente me atrajo nuevamente hacía él.

- ¿Qué? – Pregunte, postrando mis ojos a los suyos, aquellos que volvían a mirarme.

- Estas demasiado cerca – Me dijo con voz apacible.

          Y, era verdad, la distancia de nuestros cuerpos se iba aminorando con tan solo algunos movimientos que hiciéramos. Entonces fue cuando sentí que su presencia se quería deshacer de mí, primero intento quitar mi brazo derecho, el que tenía cerca de su cabeza; pero no lo logro. Inmediatamente me negué a quitarme de encima suyo, si era porque quería saber que era lo que exactamente me estaba ocurriendo con él, lo haría ahora.

        Me recosté a un costado de él permaneciendo a su lado, mientras que él mantenía su mirada en el techo de su habitación. Rápidamente tome su hombro izquierdo con mi mano, colocándolo enfrente de mí en la misma posición que yo. Me quede observando su rostro inexpresivo por un largo lapso, hasta que sentí como poco a poco su respiración iba aumentando, su color rojo carmesí en sus mejillas y la leve desviación en sus ojos me decían todo; estaba nervioso.

- Sasuke – Pronuncie su nombre lentamente, mientras que con mi mano acariciaba sus mejillas, aquella que incluso sentía que ardían.

- Deja de decir mi nombre de esa manera – Dijo un poco irritado.- Es molesto.

- Lo lamento, pero me resulta divertido verte así – Le comunique sonriente, haciendo que él rodara un poco los ojos ante mi comentario.- Aunque también…

        Sin lograr terminar la frase, me acerque en un rápido movimiento hasta la comisura de sus labios; lamiéndolos. Sentí incluso como su rostro se contrajo de la impresión, pero sin recriminar mis acciones en lo más mínimo, por lo cual continúe. Pero también la actitud que estaba tomando me dejaba con la inseguridad de saber porque no le molestaba que yo hiciera eso, aunque a mí tampoco me resultara asqueroso en lo más mínimo.

         Lo sujete por su cintura, logrando que su cuerpo quedara un poco más cerca de mí. Y, sin soltarlo me avecine a sus labios entre abiertos, para así acapararlos con entusiasmo, aunque en un movimiento suave para animarlo a que quisiera más de mi contacto. Y, estaba en lo correcto, mi lengua jugueteaba con la suya con delicados roces que danzaban entre ellas, de pronto sentí como su mano me tomaba de los cabellos con fuerza, como diciendo que no me apartara.

         La sensación de necesidad me estaba crispando los nervios y, eso me atemorizaba. Mi cuerpo tenía la clara y tortuosa intención de querer más de él, pero me hacía dudar, todo lo que estaba haciendo tal vez era incorrecto, tal vez él simplemente no sabe lo que hace por efecto del alcohol y eso no es lo que realmente quiero; ser un error.

       Entonces me aparte rápidamente de su rostro, llevándome una reacción de enojo de su parte, pero aun así me aparte unos cuantos centímetros de distancia. Esperando a que mi respiración se calmara y también, los latidos de mi corazón cesaran.

- ¿Estas bien? – Me pregunto con clara expectación en su semblante. Lo mire por un momento, mientras seguía dudando en mi mente.

- Deberíamos dormir – Dije, tratando de excusarme de mis acciones. Él me desvió la mirada que yo le efectuaba.

- Bien – Pronuncio, volviéndose hacía la pared en señal de que había comprendido mis palabras.

         En ese instante sentí una fuerte pulsación en mi corazón y, a decir verdad, no estaba seguro de por qué me sentía de esa manera tan…frustrado. Quise de momento abrazar su espalda y atraerlo hacía mí pero, únicamente me quede observando su silueta desde mi lugar. A ese punto ya no sabía que rayos pasaba conmigo, tenía un mar de confusiones y, ninguna me ayudaba a esclarecerme por completo.

        Y, con ese mismo sentimiento de amargura me desvanecí por el enorme sueño que cargaba conmigo. Al igual que mis ansias de querer abrazarlo se esfumaron en su totalidad, pero aquella sensación de duda aún permanecía conmigo en mis pensamientos.

 

.-.-.-.-.- S -.-.-.-.-.

 

- ¡Maldición! – Chistee con enojo, al haber recordado esa ocasión.

         Me mordí mi labio inferior con fuerza para poder callarme mi enojo y, también mi extremada confusión. No tenía la menor idea de lo que debía de hacer y, para colmos de mis males, Sasuke no me ayudaba en nada por no recordar. Quería decirle lo que había hecho ese día, pero el temor de saber cómo reaccionaría me estaba matando la seguridad en hacerlo. Fue entonces que escuche unos ligeros golpes en la puerta del baño, sacándome por completo de mis pensamientos.

- ¡Naruto! – Su voz era delicada y, eso me molestaba.

          ¿Por qué tenía que hablarme de esa manera? Lo único que lograba era que mi mente se descolocara y, que mis sentimientos se revolotearan sin siquiera comprender del todo que era lo que me ocurría. Sacudí mi cabeza para tratar de quitar esas emociones y poder incorporarme para salir de la bañera, con cuidado me seque el cuerpo, para después enrollarme la toalla alrededor de mis caderas. Salí.

- ¿Qué ocurre? – Le dije sin muchos ánimos, la verdad sentirme de esa manera me estaba afectando demasiado en mi actitud. Él por su parte en cuanto me vio se voltio rápidamente, haciendo que tastabillara en mis adentros por su forma de reaccionar al verme. ¡¡Ah!! ¡Que frustración!

- Ya es la una de la tarde – Mencionó, entonces pase de largo mientras tomaba mi mochila del suelo, para tomar una cambia de ropa.- ¿Vendrás conmigo o te quedaras en casa con tu familia?

         Me quede por unos minutos observando su espalda, haciendo recordar aquella vez en su habitación y, las ganas de avecinarme hasta él se hacían cada vez más fuertes con tan solo tenerlo cerca de mí. Pero debía desistir, lo que tendría que hacer ahora era sacarme de esa bendita duda que me estaba carcomiendo las entrañas.

- ¿Por qué habría de quedarme? Si dije que te acompañaría – Le dije, tratando de reírme un poco cuando lo vi voltearse.

- Pensé que querías pasar tiempo con ellos – Volvió a decir con un tono de voz que jamás lo había escuchado emitir, era entre calmado y a la vez con nostalgia, muy extraño en él.

- Pues estas equivocado – Comente, mientras me colocaba una camisa blanca.- No sabía que conocías a mi familia, pero eso no hace que quería dejar a un lado lo que vinimos a hacer.

- ¿Entonces nos podemos ir ya? – Me pregunto con ese mismo tono de voz, que en vez de caerme bien, me comenzaba a irritar de sobremanera.

- Claro, solo avísale a Karin para que se comience a arreglar – Le dije, sintiendo un fuerte dolor de garganta por solo decir eso.

- Ella no ira – Murmuro, pero aun así logrando escuchar lo que dijo. Abrí un poco mis ojos cuando le oí decirlo.

- ¿No ira? Se supone que es tu novia ¿Por qué no iría entonces? – Le cuestione delicadamente, para que no fuese a molestarle mi comentario. Él tan solo rodo los ojos; cansino.

- Tiene cosas que hacer además…no planeaba llevarla conmigo – Mascullo entre dientes, mientras que se aproximaba a la puerta de entrada, sujetando el pomo de esta; girándolo.- Te espero abajo.

          Salió de la habitación dejándome solo para que prosiguiera a vestirme, ya que con él dentro de ahí no podía realizarlo debidamente. Así que continúe, me coloque unos pantalones mezclilla obscuros y enfundándome de nuevo las botas negras que llevaba. Agarre mi mochila de una manera un poco brusca, y fue a dar al suelo, ocasionando mi sorpresa al ver aquel collar que mi abuela me había obsequiado tiempo atrás y, que justamente había extraviado.

         Lo observe con nostalgia durante unos segundos únicamente, así que después me lo coloque alrededor de mi cuello. Al terminar de cambiarme, me aproxime a la sala de estar, donde posiblemente estuvieran ellos, pero me lleve una gran sorpresa al solo ver a Sasuke ahí.

- ¿Dónde están todos? – Pregunte curioso, sentándome en el sillón.

- Nagato dijo que saldría con unos amigos y, Karin se fue con su mamá a comprar – Me dijo con desgano, si esa era la actitud que quería observar.

- ¿Nos vamos entonces? – Le dije, levantándome rápidamente de mí sitio, para que él me siguiera.

          Para ser honestos, no sabía exactamente hacía donde nos dirigíamos, por lo cual mi compañero tomo la responsabilidad de guiarme. No muy seguido suelo venir a visitarlos, de hecho, hace muchísimo tiempo que no había pisado esta ciudad y, mucho menos pisar un cementerio. Ahora que caía en la cuenta, visitaría uno por primera vez y, eso me estaba comenzando a sentir impaciente, ya que no sé cómo actuar ante esta situación.

         Sasuke estuvo muy callado durante todo el camino, así que preferí también no molestarle con alguno de mis comentarios triviales como en la mañana. A decir verdad, no quería hablarle por unos momentos, mi cerebro se encontraba realmente en descarga y, cualquier palabra hasta podría hacerlo estallar. ¡¡Dios!! Estar tan cerca de él, comenzaba a irritarme completamente, quería saber, las dudas en mi cabeza solo me empeoraban la razón.

         Mantenerme callado durante mucho tiempo comenzaba a afectarme demasiado, jamás en mi vida había durado tanto sin hablar. Pero desde que lo conocí toda mi vida cambio por completo, mi actitud, mi personalidad, mi forma de pensar y, también mis gustos. ¿Gustos? ¡Que rayos! No es como si Sasuke  me gustara ¿O sí? A este maldito punto me quería fusilar.

- ¿Te ocurre algo? Estas demasiado callado – Me dijo, sacándome de mis ensoñaciones.

- Ah…si…lo siento – Me disculpe, aunque a decir verdad era algo que ni siquiera merecía una disculpa y, en efecto, mi cordura estaba fallando ahora.

- ¿Por qué te disculpas? Estas actuando raro sabes – Dijo frunciendo un poco el ceño.

- Estoy bien, no te preocupes – Dije al fin.

         Habíamos caminado algunas cuadras, cuando llegamos a un enorme terreno que se encontraba cercado. Nos acercamos a la entrada, donde yacía una leyenda: “Lugar del eterno descanso”. Él se detuvo por unos minutos a observar la estructura, así que me mantuve firme en mi lugar a esperarlo a que prosiguiera.

       Instantes después continuo su caminar, yo en todo momento iba a unos cuantos pasos más atrás de él, dejando que me guiara con su andar. El suelo estaba cubierto de un manto verdoso (césped), alrededor le cubría algunos árboles frondosos, para ser un lugar de sepulcro, lucía demasiado acogedor, digno de aquella frase cuando entramos.

        Sasuke se detuvo frente a unos monumentos de piedra que estaban bajo una casita y, que por protección a mi parecer, se encontraban encerradas con una puerta de herrería. Entonces lo vi, que comenzaba a abrir aquella entrada, dejando al descubierto las lapidas para poder entrar. Se acercó al recipiente que se hallaba en medio de las dos tumbas, lo tomo y, lo limpio un poco por dentro como por fuera.

         Lleno el recipiente con el agua que habíamos comprado anteriormente en una tienda, al igual que las flores que llevábamos con nosotros. Coloco un par de inciensos en el espacio que tienen a un lado del monumento; los encendió. Cuando termino de poner todo en su debido lugar, se postro en cuclillas, inclino un poco su cabeza mientras que colocaba sus manos en medio de su pecho y su rostro, cerrando sus ojos; rezando.

        Hice lo mismo que él, en señal de respeto hacía sus padres y, aunque no los haya conocido, tenía que mostrar el digno respeto hacía ellos. Cerré mis ojos durante un par de minutos y, luego los volví a abrir, me sorprendí cuando vi que Sasuke aún continuaba haciéndolo, pero aunque no tardo mucho después de que yo los abriera.

- Papá, mamá – Dijo, mientras se levantada de su sitio.- Él es Naruto Namikaze un compañero que conocí hace algunos meses atrás en aquella escuela a la que ahora asisto.

      El tono de voz que Sasuke articulaba era totalmente distinto a lo que estaba acostumbrado escuchar, parecía que era otra persona la que hablaba. Entonces me miro y sujeto mi brazo para que me acercara hasta donde estaba él.

- Se ha convertido en un gran amigo mío ¿Extraño verdad? – Mencionó, sin apartar su vista de los monumentos donde yacían sus padres y, también sin regresarme a mirar ni una sola vez, cuando hablaba.- En ocasiones suele ser un completo estúpido pero…es divertido estar con él.

       De pronto le vi sonreír, pero en esta ocasión era una sonrisa sincera llena de sentimiento en ella ¿En verdad este era el Sasuke de antes? Si eso era cierto, ahora mis ansias de hacer que su antigua personalidad volviera se estaban haciendo mucho más fuertes para mí.

- Ha pasado mucho tiempo ¿No es así? – Dijo, con una voz un poco más entristecida, yo simplemente me limite a escucharlo.- Lamento que mi hermano no esté aquí con nosotros, pero ha estado muy ocupado con su trabajo, por favor, no se sientan tristes.

        Ver la reacción de su semblante, aquel que comenzaba a contraerse por las ganas de llorar y, que difícilmente quería evitar hacer. Su imagen me mando miles de punzadas en el corazón quería sostenerlo, abrazarlo, hacerle saber que de ahora en adelante podía confiar en mí  cuantas veces él quisiera, pero tan solo se quedaron en pensamientos.

- Te traje tus flores favoritas Mamá ¿Te…gustan? – Dijo, mientras que su voz comenzaba a quebrarse cuando soltaba las palabras, esas que tal vez eran como navajas que atravesaban su garganta.- El aroma del incienso lo ponías en el altar del abuelo Madara ¿Te acuerdas Papá? Decías que te recordaba a él, es curioso porque a mí también me recuerda a ti.

        Cada que escucha aquello salir de su boca, un frio comenzaba a subir por mi columna vertebral, haciéndome estremecer por la manera en que hablaba. Este tipo de situaciones es algo que nunca he experimentado y por lo cual me sentía realmente extraño, pero aún más por ver como poco a poco la fachada impenetrable de Sasuke era desquebrajada por él mismo.

- De verdad los extraño demasiado…no tienen idea de cuánto – Dijo, yéndose al carajo la poca estabilidad que conservaba, para dar vuelo a la deplorable imagen que veían mis ojos. Y, aquella que me comenzaba a desgarrar el alma entera.

- Sasuke – Pronuncie en un susurro al viento, ya que yo también me estaba sintiendo devastado por verle así.- No…llores por favor, detente.

         Fue entonces que perdí completamente el control de mi cuerpo, lo sostuve de sus brazos volviéndolo para tenerlo enfrente de mí. Él consecuentemente quiso ocultar su semblante con sus manos, tratando de apartarme para que no continuara viéndolo de esa manera; pero fue inútil.

       Lo sostuve con mucha más fuerza para atraerlo hasta mi cuerpo; abrazándolo. Mostrándole que no estaba solo que incluso podía contar conmigo, que podía confortarlo cuando no se sintiera capaza de lograrlo por sí mismo. Sus lágrimas caían constantemente sobre mi camisa, humedeciéndola por su causa, pero era algo que no me importaba. Fue entonces que me decidí, esta maldita inseguridad de no saber me estaba matando por dentro, lo único que quería era aclarar mis dudas en este preciso momento. Y, lo haría ahora.

- Sasuke ¿De verdad estás enamorado de mi prima? – Le inquirí, ocasionando su repentina sorpresa, ya que en cuanto termine de hablar, su llanto se acallo rápidamente.

- ¿De qué estás hablando? – Me pregunto un poco molesto ante lo que le había mencionado, hasta su voz volvió a ser la misma con la que siempre me hablaba.- Eso no es asunto tuyo.

- Es mi prima por lo cual tengo derecho a saber – Le mentí descaradamente, no es que no me importara ella, pero en estos momentos quería que me dijera la verdad acerca de sus sentimientos. Esos que tal vez ni siquiera sé si son reales, pero que también me están llenando la cabeza de dudas incesables y que, duelen. Y, después de lo que ocurrió en su habitación, ya no sé qué demonios debo de pensar sobre él.

- ¡Esto no tiene nada que ver contigo! – Exclamó, perdiendo por completo aquella faceta que en un momento me cautivo.- Fue una mala idea haberte traído.

- ¿Entonces que fue todo eso que soltaste en las lapidas? ¿Eh? – Dije con sorna, esperando que le doliesen mis palabras, así como a mí me dolía su indiferencia.- ¿Fue un chiste acaso? ¿O acaso solo soy tu chiste?

- No sé de qué rayos estás hablando, pero desde aquella ocasión te estas comportando extraño, eres tú él que me trata como a un chiste – Mascullo con enfado, retomando distancia entre nosotros, ya que claramente se notaba que quería matarme con la mirada.- Ni siquiera me dices realmente que fue lo que paso.

- ¿Quieres en verdad saber qué fue lo que ocurrió? – Pregunte con ironía, mostrándome realmente enojado así como él lo estaba.

- Sí eso es lo que quiero – Gruño entre dientes.

- Bien, si quieres saber entonces te lo diré, para ver si así te borro esa reacción inexpresiva en tu semblante – Dije, olvidándome por completo de todo. Era ahora o nunca, sí quería saber, pues bien no iba a negárselo.

        Fue entonces que me abalance sobre él, acortando toda la distancia que habíamos adquirido con nuestros gritos. Lo sujete de su brazo izquierdo, atrayéndolo con ansias e inseguridad, él se me quedo observando detenidamente a todo movimiento que yo realizara, fije mis ojos en aquellos ojos ónix que se gastaba, esos que desde que los vi, me causaron un vuelco sin saber que era. En ese preciso momento todas las imágenes que tenía de aquella primera vez que me quede en su habitación, de aquella vez en el regreso de la fiesta y, ahora todo venía a recabar aquí. Por un instante me sentí titubear, llenándome de nueva cuenta de todas esas dudas que me rondaban en la cabeza.

        Cerré mis ojos por pura impotencia, mordiéndome el labio inferior con fuerzas hasta incluso hacerlo sangrar de la rabia que sentía en ese momento. Podía sentir como mi cuerpo comenzaba a sentirse hirviendo, debía hacerlo, que supiera cuan extraño me sentía a su lado y que si no hacía nada al respecto, terminaría estallando.

         Alce mi vista hacía él, delineando su silueta con mi mirada que se postraba en él. Guie mi rostro hasta el suyo, tomándolo del mentón por si quería escapar de mi agarre, lentamente me fui acercando a sus labios, sintiendo su respiración acelerarse de golpe y, viendo por el rabillo de los ojos como los suyos se abrían desmesuradamente ante lo que yo hacía.

         Entonces le bese, sin ninguna gota de aquel licor que solo me dio valor aquella ocasión, lo bese con una fuerte necesidad de sentir sus labios sobre los míos, queriendo acaparar esa boca que me llenaba de gozo con tan solo el roce de esas líneas delgadas que con cada movimiento mordía, efectuando el deseo de querer continuar.

          De pronto un fuerte empujón me aparto de su cuerpo, haciendo que lo liberara por su culpa, fue en esos breves segundos que sentí como sus nudillos chocaban contra mi mandíbula, efectuando un sonido estridente y, ocasionando mí caída al suelo. Para después saborear la sangre que se esparcía por mi boca, aquel peculiar sabor a hierro que tanto me desagradaba, me limpie el residuo que caía sobre la comisura de mis labios con mi mano, lanzándole una mirada recriminatoria de mi parte.

- ¡Querías que te dijera ¿No?! – Exclame furioso, levantándome del frio suelo que se colaba por mi cuerpo.- Ahí está tu respuesta.

- ¿Estas demente? ¿Qué crees que hacías al besarme, acaso perdiste la cabeza? – Dijo iracundo, mostrando una completa mirada de confusión.

- Eso fue lo que paso, ¡ah! Claro, es algo que tu no recuerdas – Le dije sardónico, la verdad a este punto la situación estaba cambiando a un ritmo que no quería llegar.- Ahora que lo sabes ¿Tan solo reaccionas así? ¡Vaya Uchiha! Pensé que lo sospechabas.

- ¡Cállate! Esto no es para nada algo que yo imaginaba – Grito un poco, pero algo en sus movimientos me hicieron pensar que algún momento se echaría a correr, así que decidí ser precavido.- ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso te aprovechas de la situación, importándote poco si es un hombre o una mujer?

- ¿Ahora de que rayos hablas tú? – Le pregunte con mi tono de voz aun levantado.

- Te la pasas queriendo liarte con esa chica de nuestra clase, pero simplemente es para tapar las apariencias ¿Verdad? – Mascullo por lo bajo, mirándome con desprecio en sus ojos. No, a ella no tenía que meterla en este asunto.

- No hables como si me conocieras – Le dije, tratando de calmar mi ira que se estaba acumulando cada vez más.- Ella me gustaba, mucho antes de que tú llegaras.

           Me tomo tan solo un segundo el darme cuenta de que acababa de soltar de mis labios, casi al mismo tiempo que él lo comprendió.

- ¿A qué te refieres con…eso? – Me dijo, mirándome aún con esos ojos llenos de dudas incrustados en ellos. ¡Que rayos fue lo que dije! ¿Acaso admití que me gustaba? ¿Él? ¿Un chico? Bueno, aunque eso no fue impedimento para besarlo las veces anteriores.

        Entonces todas las sensaciones extrañas que sentía, eran todas efectuadas por ese sentimiento que llaman: Gusto. ¿En serio era eso? ¿Fue tanto mi deseo de querer ver una sonrisa en su rostro, que llegue a crear subconscientemente esa emoción en mi mente? Sí, definitivamente era justo eso, no importa por donde lo viera, esa era la respuesta a su pregunta.

         Sin pensarlo, nuevamente me lance hacía él, esperando que este no me recibiera con un golpe, el cual aplastaría en mi rostro si quisiera. Pero tenía que arriesgarme, aún mis dudas no estaban claras del todo y, era ahora que había por fin hablado que debía de saber con certeza lo que pasaba por su mente.

- Sí, es justamente eso Sasuke – Susurre, ya que logre llegar hasta su lugar sin ser detenido en lo más mínimo.- Me gustas.

         Sentir su respiración sobre mis rostro, era sumamente un logro. Sentir con la yema de mis dedos sus mejillas, era gratificante y, sentir sus labios nuevamente entrelazados con los míos, era totalmente satisfactorio.

         Cada vez me iba envolviendo en su oscuridad, aquella que deseaba atacar desde la raíz, haciendo que poco a poco sus penumbras se fueran alejando de él.   

 

 

Notas finales:

Que les parecio el capitulo o episodio?? eh?? por favor haganmelo saber... por favorr...!!! jajaj perdon, suelo ser muy empalagosa en ocasiones.

Wooow...!! me siento contenta de que haya llegado a los 2000 vistos, eso para mi ya es una ganancia extrema y mi trofeo son que a ustedes le guste la loca imaginacion de una servidora xP

Bueno como ya habia dicho arriba simplemente me tome unas vacaciones y ya vuelvo a retomar mi camino, como debia de ser, nuevamente gracias... espero les haya gustado.

¿Merece algun Review?

 

Besos de mi parte, gracias por su apoyo. xD

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).