Dris se encontraba muy ansioso, y mientras se dejaba ayudar por Dren para salir de la habitación de hospital, trataba de mantener en control el hambre que lo aquejaba.
Entonces ocurrió, probablemente las cosas que cambian nuestras vidas o las que hacen que están marquen nuestros destinos son como estas.
El hambre lo domino.
Mientras bebía nada parecía importar. Nada.
En el momento que sus labios dejaron el cuello de Dren, sintió que alguien los observaba.
Hasel.
Hecho una tromba furiosa ataco a Dren, inmediatamente supo que lo había arruinado.
No es que no pensara que este momento llegaría, se había esforzado para retrasarlo y entonces muy tarde cuando ya no fuera tan importante, entonces si Hasel se enteraba las consecuencias podrían ser minimizadas.
Que estúpido.
Entonces empezó actuar, separo a ambos.
- Hasel ¿Qué crees que haces?, no puedes solo golpear a tu amigo.-trato de sonar serio y tranquilo, no quería echar más leña al fuego después de todo.
Hasel lo miro como si estuviera loco o sus ojos hubieran cambiado a un verde o algo así.
- Dris mejor te vas, yo hablare con él y le explicare.
- ¿Explicar?, no hay nada que explicar aquí tu solo me diste de ti, eso es algo en lo que no tiene nada que decir.
Seguramente sonó muy duro, ya que Dren parecía haber entrado en confusión.
Claro que muchas veces era engreído y bastante altanero, pero la conexión entre él y Hasel era notoria
¿Por qué lo trata así?
Dren sabia de ante mano que Hasel estaba haciendo cosas que se podrían considerarse como traición a la raza, y muchas veces Dris había mostrado su completa desaprobación, que por supuesto el compartía, ¡dioses, incluso aquellos desvanecedores de sangre querían a las menen tan lejos como fuera posible!, nada de esto había hecho despertar a Hasel y gracias a ello el vio muchas veces, aunque muy difícilmente, el dolor en Dris.
No estaba muy seguro a que se debía exactamente, pero tenía sospechas, unas que en aquella época cando tenía siete y estaba medio enamorado de Dris, lo habían hecho retroceder de confesarse, había estado casi seguro que ambos compartían un sentimiento que los uniría por siempre, sin embargo, nunca paso ninguno de los dos dijo un te quiero o me gustas, así que había recuperado las esperanzas y con ellas continuo buscando la cercanía.
Estaba tan ciego.
Claro que la claridad para verla vendría tiempo, mucho tiempo después.
- ¡Dren!
Ardía, maldito fuera Hasel.
- Como te atreves, tu sabias como yo… yo siempre lo cuide y tu mi amigo, tú y el… tu solo… ¡¿cómo te atreves?!
- ¡Basta!
Dris lloraba y… el nunca lloraba, pero estaba aquí quebrándose delante de mí.
- Dris, ¿Qué paso?
Sarim.
- ¿de verdad quieres saberlo? Pues bien. Díganle.-Hasel apunto hacia los que para el eran unos traidores.- ¿no?, bien lo hare yo.
Dris solo quería que todo parara, si Sarim se enteraba, estaría solo y talvez podría ser capaz de romper su lazo, que haría sin poder comunicarse a través del teleum (*1) con él, nada sería igual nunca.
Pero nada importo más en el momento en el escucho aquellas palabras ser arrojadas con rabia de la boca de Hasel.
- Él lo alimenta ¿me escuchas?, los encontré mientras EL-señalo a Dren-LO ALIMENTABA.
Se quedó quieto esperando ser insultado. No paso.
- Eso, es algo que no te incumbe en absoluto, Hasel. ¿No puedes simplemente dejar de comportarte como el gran cuidador de Dris cuando tú eres el único que siempre termina lastimándolo?
Lo sintió acercarse y cubrirlo con sus cálidos brazos. Tenía mucho miedo y además estaba confundido, ¿Por qué Sarim actuaba como si no pasara nada?, ¿no debería estar al borde de una crisis por esto?, le había prometido que no volvería a beber de Dren nunca más.
Por lo visto, no era el único sorprendido, ya que tanto Hasel como Dren parecían estar hechos de piedra sin siquiera pestañear.
- Te llevare a tu habitación.
- Yo no he terminado.-Hasel estaba decido a vengarse.
- ¿y que dirás que te haga lucir bien en todo esto? Solo estas imponiendo tus estúpidos prejuicios en Dris, como si te perteneciera o algo.
- Déjalo Hasel, Dris tiene que descansar.
Hasel parecía muy inconforme por como todo esto estaba siendo tratado, se acercó a Dris y dijo.
- Hablaremos luego.
Luego giro rápidamente desapareciendo en una esquina.
- Yo tratare de calmarlo.-ofreció Dren, quien se veía bastante apesadumbrado. Parecía sentirse culpable de todo y eso solo rompió un poco más el corazón de Dris.
- No lo haría si fuera tú. Pero no es como si me fueras a escuchar ¿verdad?-aquello pareció ser un rodillazo en el estómago para Dren, que sin decir nada más se retiró.
- Es momento de huir.-la voz de Sarim sonó un poco agotada-Sren nos espera abajo en su auto, ¿no olvidas nada?, ¿cogiste tu celular?
- Lo siento.
La manera en como los ojos de este se abrieron le hizo pensar una vez más en su meuseim.
Hasel definitivamente lo estaba matando. (*2)
Sarim solo contesto con una voz segura y solemne.
- Yo sé que debió ser inevitable, tú jamás antes rompiste una promesa, no conmigo al menos.
Sarim era tan solo un hermano para él y no era solo por todo el cariño y amor que había entre ellos sino también por aquel juramento que hicieron de niños uno que los unía:
“en la muerte, con compañía,
En la vida, con sacrificio
En la tristeza, con dolor,
Y ante el mundo, con sangre.”(*3)