Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Quieres amarme? por IGOTEXO

[Reviews - 23]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdón por tardar dos semanas en actualizar, es sólo que no sabía cómo hacerlo ya que no sé narrar con Jackson xd Pero al fin pude -gracias a la aydua de mi mejor amiga^^-

Sin más, las dejo con lo que podría decirse mi mejor intento así que espero que aprecien realmente el esfuerzo que me tomó más de dos días en escribir esto xD

 

Capítulo dos. Jackson.


 


 


 


Es tranquilizante cuando el salón está en sumo silencio y mucho menos a mí se me apetece decir algo mientras el profesor se dedica a explicar pequeñas cosas en el pizarrón. Es mejor así, sin Jinyoung.


 


Porque así no pueden hablar sobre la noche que pasaron todos con él, de la magnífica forma en la que sólo él sabe hacerlo y que sus gemidos hacen que cualquiera quiera correrse al instante. Las obscenidades de las que hablan y el momento exacto para hacer el encuentro más placentero me tienen harto; me pregunto demasiadas veces si lo que hablan de Jinyoung no le afecta meramente a él.


 


Y aunque así fuese, ¿por qué tendría que interesarme?


 


Es suficiente con la ayuda que le doy, a pesar de que tirarlo a un pozo fue idea mía desde el principio, tal vez porque no deseaba que tuviera una vida normal.


 


La clase tiene que dar un giro interesante en el momento exacto cuando Jinyoung entra por la puerta y a su lado está un chico pelirrojo con los audífonos aún puestos como si le importara poco que el maestro le hable con cortesía.


 


Después del comentario de DooJoon todos empiezan a reír, yo sólo logro fruncir el ceño con molestia, sería más fácil si estos par de simios no estuvieran en matemáticas avanzadas, sólo tienen el maldito defecto de no tener su lengua conectada al cerebro.


 


—Mark—dice tan cortante como le es posible, presentándose frente a todos y yo chasqueo la lengua con fastidio.


 


—Puedes sentarte a un lado de Jackson.


 


Genial, lo único que me faltaba.


 


—A lado mío está Jinyoung—le recuerdo al maestro, pero el azabache levanta los hombros restándole importancia. Rezo por que no se le haya ocurrido una estupidez como a las que está acostumbrado cometer en ciertos días.


 


Puede parecer un odio irracional, pero no dejo de encontrar razones para odiarlo cada día más; sobre todo porque ha decidido en último momento cambiarse de clase y muy a mí pesar dejándome en el silencio incómodo y violento que provoca el nuevo al lado mío.


 


—¿Te volviste tonto acaso? —tomo fuertemente del brazo a Jinyoung, él sólo hace una mueca de molestia pero sin separarse realmente.


 


Parece que le gusta fuerte.


 


Tal vez una de esas tantas razones para odiarlo es que todos se han dado el lujo de tocar su cuerpo.


 


—No es mi obligación contarte lo que hago o dejo de hacer—por fin se separa mientras los demás caminan por un lado de nosotros corriendo a la cafetería, visualizo a lo lejos a uno de sus amigos, el más alto. Lo que tiene de altura lo tiene de infantil, pero debo de reconocer que cuando se enoja es diferente a lo que suele mostrar.


 


—Hice el maldito trabajo por ti.


 


—Y lo agradezco, pero siendo sincero, desde que medio mundo sabe mi secreto gracias a ti, estar en ese salón es uno de los peores castigos—y lo entiendo, maldita sea que así lo hago, todo porque tenía que empezar por uno de los de Jinyoung.


 


En mi defensa, es él quien no se da a respetar.


 


—Maldita puta.


 


—Estúpido chino.


 


Creo que estamos a mano.


 


Se da media vuelta, pero parece recordar algo y regresa lanzando una mirada retadora por completo, y casi como súplica sólo me quedo ahí para observar un poco más descubriendo que ha dejado crecer un poco más su flequillo y sus ojos llevan un delineador suave pero aún así visible.


 


—Hazte amigo del nuevo.


 


—Estás de broma, ¿cierto? —finjo una risa y me cruzo de brazos. Trato de aligerar un poco su rostro serio y neutro, pero no consigo ningún gesto por parte suya. —No puedo, no es mi títere, además, ¿en qué te afecta a ti? —contraataco.


 


—Ha estado viéndome desde su asiento a través de la ventana—volteo lentamente corroborando lo enfermo que se ve Mark ahí, y al momento él también me mira dejando en mí una mirada más larga.


 


—No te preocupes, en cuanto se entere de tu secreto, no es difícil que deje de hacerlo—levanto una ceja igual que Jinyoung sólo que sin cruzar mis brazos por encima de mi pecho. Al final, el suspira y yo sigo esperando que se marche con Youngjae, otro idiota que le sigue como si fuese su mascota.


 


No me queda más que entrar al salón y llegar al lado de Mark quien sigue ahí con la expectativa de que algo mejor le puede suceder en la escuela.


 


—Perdona, es el chino quien viene por ti.


 


Su cara de confusión queda plasmada en mi mente como algo gracioso.


 


—Jackson, ¿no? —sé que recuerda perfectamente mi nombre, aún así noto el tono sarcástico que deja salir; cambio mi amabilidad por una hostilidad disfrazada. Hipocresía pura.


 


No puedo creer que esté haciendo esto por Jinyoung. Aunque sé que la culpa es parte de esa sensación extraña reconocida como remordimiento. Sin embargo, joder un poquito no está de más.


 


—¿Ese era Jinyoung?


 


—¿Eh? —estoy acostumbrado a que todos le digan Junior por lo que escuchar su nombre real me deja atontado por unos segundos. —Sí, Junior. En realidad no quiere verte.


 


—¿He dicho algo malo?


 


—Así es él, parece que está en esos días en los que los pelirrojos no le van bien—levanta sus manos a la altura de su cabella y empieza a peinar su cabello, me hace reír la reacción en la que se ve sumido en sus propios pensamientos. —Vamos, Mark, ya me vas cayendo mejor.


 


Después de recibir un golpe, salimos del salón encaminándonos a las bancas que están el patio. Por ahora no quiero acercarme a Hyuk que lo más seguro es que se encuentra con Minhyuk contándole sobre las mil felaciones que le hizo Jinyoung ayer.


 


Prefiero saltarme esas pláticas sin sentido y dejar por ahora que Mark me acompañe en el día. Jinyoung pasa por un lado mío junto con sus dos amigos inseparables, sigo sin comprender realmente porqué siguen con él, siendo parte también el foco de burlas de todos los demás.


 


Me molesta la poca distancia que tiene ahora con Yugyeom y sin dejar de verlos, recorro cada movimiento que hacen ambos, riendo fuera de lugar; mis ojos no se despegan de la sonrisa que tiene el pelinegro que va conmigo en matemáticas.


 


Lo olvidaba, se cambió de clase, y la consecuencia está a un lado mío observando los alrededores.


 


—¿Haces esto todos los días?


 


—Sólo cuando estoy de ganas para ser cortés con alguien.


 


—Veo que no te levantaste con esos ánimos—volteo a verle realmente entretenido por la situación, al parecer Mark parece ser un poco más astuto de lo que suele mostrarse en cada clase; me queda sonreír y cruzarme de brazos acomodándome mejor en la banca.


 


Regreso mi vista a Jinyoung y sigue ahí inocente de los comentarios de los demás.


 


Lo recuerdo y el remordimiento hace acto de presencia.


 


Lo más seguro es que lo mío es quedarme aquí sentado y mirar cómo se lo comen poco a poco, que aunque no parezca mostrarlo, Jinyoung se siente apuntado con el dedo a pesar de que son los ojos los que lo juzgan de manera fuerte.


 


Y yo sé que hace lo que hace porque le gusta, porque siempre llega con una sonrisa nueva al salón que es imposible no quedarse en ella y encontrar el trasfondo de cada acción pequeña con la que se desenvuelve y trata de engancharnos a todos a ella.


 


Como la mera puta que es, está logrando un buen trabajo en dejarnos vivir en su rostro delicado, actitud dispuesta y cuerpo realmente exquisito. Lo noto porque Mark también está al tanto, también está perdiéndose en él, también está tratando de verme pero no puede porque hay algo mejor delante de él.


 


—¿Qué pasa con él? —sé que pregunta por Jinyoung, es lo más lógico cuando en lo único que estamos conectados es en cada acción con la que se maneja el centro de nuestra atención.


 


A veces creo que me odia, y se supone que yo lo hago.


 


—No lo sé, es el gran enigma de la sociedad—contesto sincero, y al final me da igual la respuesta que esperaba Mark.


 


—¿Lo conoces? —su interés me empieza a advertir de algo.


 


—Todos lo conocen aquí, es un milagro el que tú no lo hayas entendido—finjo una sonrisa mientras su ceño se frunce un poco más. —Te ayudaré… Él es una puta en toda su extensión de la palabra. —escucho su bufido mientras rueda los ojos como no creyéndome.


 


—Claro.


 


—Si eres inteligente, no me acercaría a él.


 


—¿Porqué? ¿Tú ya lo intentaste y no funcionó? —sus preguntas me hacen más gracia por su tono de voz que dejan salir que no está conforme con las respuestas que le doy.


 


—Créeme, sé que quemarte no está en tus intenciones. Él es más de lo que puedes controlar.


 


Después de mi comentario, vuelve su mirada al pelinegro. Los minutos pasan en silencio, tranquilo. Porque es cierto aquello de Jinyoung, es más de lo que creemos, pero me encargaré de que Mark no averigüe aquello por lo que es tan especial el azabache.


 


—¿Te gusta? —esa pregunta me regresa a la realidad, a ese espacio en el banco en el que estoy sentado; estoy confundido pero no tardo en contestarle un no absoluto.


 


—¿Gustarme? —hago una mueca de asco.


 


—¿Le quieres?


 


Ofrezco el beneficio de la duda mientras en mi mente se dibuja una sonrisa a pesar de que mi rostro está totalmente neutro por su pregunta. No se me escapa el aire, mis latidos no se intensifican, sólo eso ocurre si el pelinegro me voltea a ver. Y eso hace, en el último momento sólo para desfallecer un poco, y sus ojos puestos en los míos retan de manera inconsciente a mi razón tratando de convencerme que no tengo posibilidad de estar con él.


 


Y si los cerdos volaran, yo sería capaz de querer un poco más, sólo un poco más a Jinyoung.


 


 

Notas finales:

Algo extraño, pero al final ha quedado como quise*O*

Faltas de ortografía y/o cosas sin sentido, van por mi cuenta^^

Que tengan una linda madrugada acá en mi país:)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).