POV AUTOR.
– ¡suéltame maldito, ven aquí así te rompo el rostro a puñetazos! –
Tao gritaba hasta que su garganta doliera pero era ignorado olímpicamente. Había sido secuestrado por piratas y no cualquier clase de piratas, estos eran piratas espaciales. Seres de distintas partes de la galaxia que no estaban a favor de la republica o de los rebeldes, según Tao, eran bastardos que se aprovechaban de las desgracias ajenas.
Si mas que hacer, Tao, se sentó en la gran cama de la habitación. Aunque no entendía porque no estaba en una prisión, y a su vez lo molestaba porque pensaba que sus captores no lo consideraban lo suficientemente peligroso como para encerrarlo en una celda oscura y húmeda. Aunque en un lugar muy oscuro de su interior lo agradecía, solo porque no le gustaba los lugares húmedos.
– Desgraciado – susurro Tao mirando la habitación, que era bastante grande y bonita ¿No se supone que lo piratas deben ser sucios y descuidados? Pero NO, a el tuvo la "suerte" de ser secuestrado por un grupo de piratas que "cuidaban" de su imagen. – ¿Por qué de todos los piratas, el tuvo que secuestrarme? ¡Maldito! Me siento la inútil princesa... –
Después de muchas más maldiciones (que fueron demasiadas) y de autoconvencerse de que no era una princesa en apuros, Tao por fin se carro sus labios para poder examinar su "prisión". Lo primero que sus ojos vieron fue el gran ropero sobre uno de los muros, sin molestarse lo abrió pero solo encontró cientos y cientos de diferentes estilos de ropa, pudo distinguir atuendos extravagantes del sur del territorio Maririano, hasta algún que otro atuendo del planeta llamado Tierra.
– ¿Por qué tiene cosas de ese horrendo lugar? – se pregunto. – aunque hay qué admitir, que en la Tierra algunos de sus habitantes saben cómo vestirse… –
Tao había revisado todo el ropero de arriba abajo, horas le había tomado pero lo había logrado. Transformo el ordenado ropero en un desastre, una actitud infantil pero ¿Qué más podía hacer? Era un rehén en una jaula de cristal.
Patético, hubieran sido las palabras de su padre si lo estuviera viendo en ese momento. El hijo del principal general de las fuerzas Pandarian secuestrado por unos piratas. Tao suspiro y su estomago gruño por falta de alimento, se molesto consigo mismo no era tiempo de tener hambre pero no podía enojarse con su metabolismo.
– me encierra en esta habitación y no me trae nada para poder comer… eso demuestra la poca clase que tiene ese maldito pirata – se quejo, si “el” no lo consideraba un rehén por lo menos tenía que tener la decencia de tratarlo como un invitado, eso pensaba el panda. Su es estomago volvió a gruñir, precioso su mano en su panza y un pequeño puchero se formo en sus labios – maldito Yifan, así no fue como dijo que serian las cosas… –
Tao recordó cómo fue su primer encuentro con Yifan. Yifan uno de los mayores piratas en los confines de la galaxia, buscado por la gran mayoría de los imperios y odiado por los rebeldes.
La primera vez que se cruzo con el pirata solo pensó en una palabra “idiota”, de todas las palabras que había y que no había en el universo para poderlo insultar, esas simples seis letras eran como mejor lo describían.
Idiota, por haberse infiltrado al castillo del imperio Pandarian.
Idiota, por haberle pedido a su padre (el de Tao) la mano de su único hijo.
Idiota, por hacer que el sienta curiosidad por el pirata llamado Yifan.
Idiota, por creer que Huang ZiTao se marcharía con el tan solo porque se lo pidió al conocerlo.
– ven conmigo y te mostrare el universo entero –
Fueron las palabras que uso el idiota de Yifan, esas palabras que lo hicieron dudar por dos meses, que se acabaron cuando Yifan lo secuestro frente a su padre.
Su padre, de seguro estaría ardiendo en su propia furia, Yifan lo había secuestrado frente a sus ojos y el no pudo hacer nada para poder evitarlo. Pero lo pensó bien, seguramente su padre estaría enojado por la vergüenza de a ver visto como “secuestraban” a su hijo y el no pudo hacer nada.
– Supongo que esta será mi nueva vida… – murmuro para sí mismo Tao sentándose de nuevo en la cama de Yifan, porque sabía que era la habitación del pirata. – ¿a cuántos ilusos has traído a esta habitación antes que a mí?... aunque digamos que tampoco soy un santo a quien prenderle algunas velas –
– y yo que pensaba hacerte un altar, y resulta que mi santo puritano nunca existió – era Yifan que al fin había hecho acto de presencia, pero Tao ni se intimo solo quedo sentado mirando a la nada. – Para que sepas, nunca traje a nadie a esta cama, esta cama solo era para alguien especial y ya encontré ese alguien. Ya no tengo que buscar mas – explico, ganándose la mirada del panda.
– eso es bueno… supongo. Yo no podría decir lo mismo de la mía – dijo, para luego acostar medio cuerpo en la cama. – mi cama tendría que ser quemada por impura. Bueno mi ahora ex cama ¿Por qué supongo que me tendré que quedar? Y espero que el “ven conmigo y te mostrare el universo entero” sea real,porque te juro que te pateare el culo por toda la galaxia. –
- no tengo intención de saber cuánto inútil término en tu cama porque juro que vuelvo y le doy caza a cada uno – argumento Yifan con evidentes celos en sus palabras, que sorprendió de buena manera a Tao, que rio por la actitud del mayor. – y por lo otro, claro que te mostrare el universo de punta a punta, el esposo de Yifan siempre va a tener lo que quiera –
- ¡E-Espera! ¿e-esposo? ¡Yo jamás dije que me casaría y menos contigo! – Grito Tao desesperado ¿casarse? Eso no era parte de sus `planes, aunque su padre ya estaba preparando su compromiso con alguien de la realeza era algo más hacia el futuro. - ¡ni siquiera me lo haz propuesto! ¿Pero que estoy diciendo? ¡Jamás aceptare! -
Yifan puso mala cara, el panda no ayudaba en nada. No tomaba en cuenta lo difícil que fue “secuestrarlo” ¿Qué pensaba que solo se le había ocurrido llevárselo y nada más? Habían sido dos meces de planeación. Aunque su primer plan había sido pedirle formalmente la mano al padre del panda, solo que la palabra “formal” le quedaba un poco grande a lo que había hecho.
- ¡se lo pedí a tu padre hace dos meces! –
- ¿a la mitad de la noche, después de invadir mi hogar? ¡No se en que parte del universo eso es una manera coherente de pedirle a un hombre la mano de su hijo! –
- estoy de acuerdo que no fue la mejor manera de hacerlo, ¡pero tu padre no dijo que no! –
- ¡pero tampoco dijo que si! –
- ¿porque te opones? Si yo se que te gusto, casémonos y ya – dijo Yifan cruzándose de brazos, aun seguía parado en el lumbral se habitación.
Y por eso Tao jamás dejaría de pensar que el pirata Yifan era, fue y será un idiota toda su vida.
Tao se levanto de la cama y camino hacia el idiota de su “secuestrador” para enfrentarlo.
-¿casémonos y ya? ¿Acaso solo dices idioteces o qué? Te he visto… ¿dos veces en mi vida y me pides matrimonio? –
- sip – dijo agregándole la “P” a su “SI” - ¿no soy el mejor? – le pregunto al panda con una sonrisa.
Tao solo quería darse la cabeza contra uno de los muros, o mucho mejor, darle a Yifan uno buenos golpes en la cabeza para ver si su cerebro reaccionara y empezara a decir cosas coherentes.
- ¡no, solo eres un raro que secuestra personas! – Tao ya había perdido la cuneta de las veces que había gritado a causa del mayor – Yifan no puede solo aparecerte y decir que nos casaremos, eso es raro – intento explica el menor.
-tampoco es que voy proponiendo matrimonio a cuanto infeliz se ponga frente mío. Solo te quiero a ti… – contra ataco Yifan con voz un tanto apagada. – desde que te vi solo pude pensar en ti, te busque por un año hasta que te encontré hace unos meces en el mercado galucciano y en ese momento quise que estuvieras a mi lado todo el tiempo, que cuando me vaya a dormir tu estés ahí para mí porque yo voy a estar ahí para ti. Despertar y que seas tú o primero que vea… ¿es tan difícil entender eso? –
Tao no supo porque pero el Yifan indefenso que vio a frente suyo no le gusto, tan inseguro y temeroso. Para Tao, Yifan era alguien valiente, que podía enfrentar a todos sin sentir temor. Pero ahora el Yifan que sus ojos veían no era el Yifan que él quería ver. El quería ver al Yifan que le estaba prometiendo la felicidad eterna.
Su corazón se acelero por las palabas de Yifan, no había rastro de mentira en ellas, sonaban sinceras y hacían que su interior se sintiera cálido, como hace mucho que no se sentía.
- Yifan…yo…yo… ¡Te odio! ¿Por qué dices esas cosas que hacen que me sienta tan bien? – Tao se acerco a Yifan para golpear con sus puños el pecho del mayor – no puedes hacerme esto, no un pirata, no un dragociano infeliz… -
Kris solo se dejo golpear, aunque le doliese un poco. Pero en parte esta feliz, al parecer Tao estaba cediendo a sus sinceras palabras, porque él no estaba mintiendo ni nada parecido, él quería una vida con Tao y eso es lo que obtendría.
- Yo sé que no soy perfecto y que jamás lo seré pero te prometo hacer lo mejor posible para que estés feliz a mi lado – prometió el mayor.
Tao dejo del golpear a Yifan y lo miro a los ojos (levantando un poco la mirada) – Yifan… - susurro al sentir los brazos de mayor rodear su cintura para apretarlo hacia el - ¿lo prometes? – pregunto inseguro.
- con mi vida pequeño panda… - respondió para después pegar sus labios en un casto beso.
- ¿ya lo escucho señor Huang? – Pregunto Junmyeon a la gran pantalla con la imagen del padre de Tao – Tao está seguro, Yifan no dejara que nada le pase, ese infeliz ama a su hijo no tiene nada que temer –
- es lo menos que puedo esperar del hombre que se infiltro al impero Pandariano y lo que es peor a mi hogar – respondió el hombre mayor – solo espero que puedan aguantar a Tao cuando se entere que todo estuvo planeado –
- bueno señor Huang creo que eso será problema de Yifan –
- ¿CÓMO QUE MI PADRE ESTÁ INVOLUCRADO EN ESTO YIFAN? -
- creo que ya nos tenemos que ir señor Huang… – Junmyeon se despido del padre Tao apagando la pantalla de comunicaciones – Chanyeol, Kai pongan curso al sistema Maracciano -
- ¡si señor! – respondieron ambos mientras manejaban los sistema de la nave.
- solo espero que Jongdae no se haya metido en problemas en busca de su Baozi -