Los ángeles no se afanan, sino que dejan que el trabajo fluya de ellos...
Incluso su amor...
La religión es un tema delicado para la gente moralista y religiosa que cree en seres divinos y dioses, ya que su fe a Dios, los santos católicos, y sobre todo los ángeles, esos servidores de Dios Todopoderoso, ejecutando las órdenes y sirviendo a los creyentes, les da una razón de seguir adelante durante la vida hasta llegar con su creador y convertirse en otro mensajero, todos excepto uno.....
-¡No, no y NO! –Le recrimina molesto-. ¿¡Piensas que iré allá abajo, Gabriel!? ¡Los humanos son egoístas!
-Mi pequeño Taemin –Gabriel lo mira con una serenidad dulce y suave, como un padre mirando a su hijo-. Debes entenderlos ya que has pasado por eso en tu vida pasada, son muy jóvenes y necesitan un guía, estamos para protegerlos del mal, es la voluntad que nuestro señor desea.
-Si tanto es su voluntad, ¿¡Por qué no mejor se va el a cuidarlos!? –los ángeles cerca de ellos escuchaban la discusión entre ambos, murmurando cosas y temiendo lo peor para Taemin, todos nerviosos porque lo que estuvieran pensando, no se hiciera realidad.
Gabriel, con un gran suspiro ya que supo que Taemin, su gran adoración como al igual que otros de sus niños, no daría su brazo a torcer por querer proteger a los humanos, esos seres que aun carecían de fuerza y necesitaban ayuda para sobrevivir del mal que les rodea.
-No me dejas otra opción Taemin.
“Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta y juntarán a sus acogidos, de los cuatro vientos desde un extremo del cielo hacia el otro.” Mateo 24: 31.
Y las trompetas sonaron en el cielo, los ángeles y aquellos seres que abundaban en el cielo temieron ante esos grandes estruendos debido a la gran magnitud que aquellas trompetas sonaban, Taemin estaba nervioso, y comenzó a temer cuando sus alas estaban siendo atadas con sogas doradas, esas sogas doradas solo el mismo creador o los mismos 7 arcángeles podían quitarlas.
-¿Q-qué?
-Irás a la Tierra –Dijo Gabriel al momento que las trompetas seguían sonando y debajo de Taemin comenzaba a disiparse las nubes-. Tal vez pienses que ellos son egoístas, pero no todos son así, tienen una enorme fe hacia nosotros y tienen miedo.
-¿¡Qué haces!? ¡Duele, Gabriel! –Taemin protestaba entre gritos desesperantes y lágrimas ante el dolor que las sogas apretaban sus alas-. ¿¡Donde está Miguel!?
-Debes aprender de ellos –Gabriel ignora las quejas y súplicas de Taemin-. Saber aquellas cosas que tú no comprendiste en tu vida humana, mi niño, que Dios te guíe en tu camino
-Espera, ¡NO!
Lo último que vio de Gabriel fue una sonrisa llena de ternura y compasión hacia él, sonrisa que Taemin malinterpretaba y era una sonrisa con burla y odio, pero su confusión aparece al oír las últimas palabras de Gabriel cuando el bajaba por un túnel negro.
Cuida de él Taemin, imamiah lo ha cuidado desde su nacimiento a causa de sus errores, vela por el mi niño...
¿Cuidar? ¿A quién?
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Seúl, domingo 9 de diciembre de 2012, 8:45 pm
Jijeon, uno de los lugares en la cual el parque es una de las atracciones más importantes para los turistas y para los ciudadanos, el enorme árbol de navidad estaba iluminado en todo su esplendor, las familias se reunían para tomarse fotos de recuerdo, pero esta vez... Todo estaba pintado de color sangre por un enorme accidente de 5 autos en aquel parque.
14 accidentados, 12 con lesiones menores y leves golpes por impactos, y 2 personas gravemente heridas, lejos de ahí, Taemin estaba mirando lo que sucedía, sentía la desesperación, la angustia, los gritos invocando a Dios para que no se llevara a sus familiares.
¿Qué pasa? ¿Qué es esta sensación?
A tan solo unos 20 metros cerca del accidente, donde la luz no iluminaba el parque, estaba alguien en el suelo sobre un gran charco, un charco rojo carmín y con problemas de respirar, un brazo roto, ¿El causante? Uno de los responsables del accidente intentaba huir por el parque manejando el auto, por consecuencia, atropella a alguien haciendo que este volara por arriba del auto y cayera al suelo.....
Estaba Gravemente herido, al momento del impacto un vidrio roto del parabrisas se incrusta en su cuello cerca de la vena yugular y cae al suelo haciendo que el vidrio se entierre más y provoque que se entierre más tocando la vena con la punta del vidrio, con una hemorragia severa.
Con tan solo 22 años, estudiando medicina y sobre todo siendo cristiano, Minho tenía cosas por terminar, la más importante era pagar los 6 meses de atraso de la funeraria de sus padres
Aún no, dios mío, tengo asuntos por terminar... Alguien, ayúdeme.
-Aquí estás –Minho parpadea los ojos, intentando que su vista se aclarase un poco, pero no lo lograba del todo, solo podía ver algo blanco, unas alas-. No te muevas, voy a ayudarte –su voz sonaba desesperada y preocupada, la vista de Minho cada vez se hacía más clara hasta ver aquella persona que estaba frente suyo.
Él....
Taemin, con una gran preocupación por aquella persona que estaba al borde de la muerte, usa su luz dándole el confort y la paz en él, intentaba mover los labios para decir algo.
-No hables, estarás bien. –Dijo Taemin al borde de la desesperación, aquella persona en pocos minutos morirá y debía hacer algo para mantenerlo vivo.
Dios, escúchame, por lo que más quieras sálvalo.... Déjame ayudarlo, ¡es muy joven!
Los paramédicos se acercaban inmediatamente hacía donde ambos yacían en el suelo, Taemin se alejó lentamente, dándoles el espacio suficiente a los paramédicos de revisar la condición de aquel moreno de cabello castaño y ojos marrones.
-Por favor, hagan algo –Dijo Taemin hacia los paramédicos-. Está gravemente herido.
Los paramédicos, sin decir ni una palabra, pero entendiendo lo que el menor decían, subieron con cuidado al moreno en una camilla y rápidamente, lo introducen hacia la ambulancia.
Taemin estaba en una especie de transe, la gente cada vez se estaba yendo del lugar tranquilamente, los autos ya habían sido remolcados y llevados al depósito de autos comunitario. No lo comprendía, cuando tocó a aquel joven, sintió una necesidad de querer estar con él, y podía sentirlo, sentía su enorme fe hacia Dios y hacia todos los ángeles.
Aquel chico era un creyente, y Taemin, se encargaría de ponerlo a prueba.
-¡Gabriel, maldición! –Taemin miró hacia el cielo nocturno nuboso, sin obtener una respuesta de ellos-. ¿¡Te crees Dios como para quitarle la vida a ese hombre!?
Arriba, en donde ni siquiera los aviones, las naves espaciales y los jets podían ver, Gabriel lo observaba desde allí, viendo como Taemin, su niño adorado gritaba, se quejaba y volvía a gritar haciendo berrinche como un niño de 8 años, una suave risa sale de sus labios al verlo actuar de esa manera, lo había sacado de quicio, pero el mismo Gabriel sabía, que solo duraría muy poco tiempo ese lindo berrinche.
-¿Por qué llevaste a ese chico abajo, Gabriel? –Gabriel reconoció esa voz alado suya, haciéndole una grata compañía con su presencia.
-Jofiel, Taemin puede que sea una ternura, pero, -su voz sonaba desilusionante- tiene cierto resentimiento hacia aquella gente que no lo ayudó, está aprendiendo, solo un poco –ríe-. Me retó de que si le quitaré la vida a ese muchacho.
-Lo he visto, -dice Jofiel con una voz serena- ese muchacho, sus padres están aquí, velando por él.
-Lo sé, Dios está de acuerdo, ese chico vivirá porque nuestro creador lo ha decidido.
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Lunes 10 de diciembre del 2012, 3:45 am.
Los hospitales, para muchos, no es un buen lugar para descansar o cuidar de alguien, se perdían seres queridos, familia o hijos. Taemin estaba mirando por todos lados como las enfermeras caminaban, o corrían hacia las habitaciones, se sentía el sufrimiento, la tristeza, la agonía, la desesperación, pero sobre todo había un poco de la fe de cada uno, fe que Taemin decide ignorar ya que era un llamado hacia él para velar por ellos.
¡Basta!
¡Estoy harto!
¡Quiero irme!
¡Gabriel, devuélveme mis alas!
-Me temo que eso, no será posible, mi niño. –Taemin reconocía esa voz, pero lo más importante es que al mirarlo, lucía sus alas, esas alas llenas de pureza y luz en todo su esplendor.
Los médicos, enfermeros y pacientes no podían lograr verlo, solo a Taemin sin sus hermosas alas-. ¡Tú! –Taemin miró a Gabriel con reproche-. ¡Quítame estas sogas!
-Por todos los cielos, Taemin –Gabriel era demasiado paciente, no era el único ángel con ese maravilloso carácter-. Te quedarás aquí, hasta ver la voluntad y su fe hacia nosotros.
-¿¡Qué!? –El rostro llena de indignación era un gran dilema en Taemin-. ¡Estás loco! Yo no.... ¿¡A dónde vas!?
Taemin, a regañadientes, sigue a Gabriel por un largo pasillo del hospital, pensaba que el sufría algún trastorno o era ignorante a pesar de ser un arcángel, pero no fue así.... No cuando, al entrar a esa habitación y ve a esa persona... Supo que Gabriel lo había conducido hacía donde él debía estar, junto a él... a ese chico que gritaba su nombre desde las alturas.
-Hiciste bien en ayudarlo, Taemin, estoy orgulloso de ti.
Taemin se acercó hacia él, mirando a aquel moreno en cama, con cables en su pecho conectados a un monitor, el brazo izquierdo enyesado, el cuello vendado y una máscara de oxígeno que le brindaba aire puro a sus pulmones, moribundo... débil, así Taemin lo veía.
-Tenía que hacerlo, se veía muy mal. –Indiferente, ese era la expresión que Taemin tenía en su rostro-. Quiero que me quites estas sogas, AHORA.
-Dios santo, Taemin. –Gabriel suspira pesadamente-. No subirás, no hasta que aprendas la lección.
Taemin iba a protestar y hasta maldecir si fuera posible, pero, sus palabras quedaron atoradas en su boca cuando Gabriel le entrega un sobre color crema-. ¿Qué es esto? –Dijo Taemin con la confusión en su rostro.
-Eso, mi querido niño, es tu vida de vuelta.
Las palabras de Gabriel hizo que Taemin se estremeciera de la impresión, con torpeza, abre ese sobre buscando lo que él pensó que contenía ese sobre, y era cierto, estaba su identificación, tarjetas de crédito, las llaves de un nuevo departamento, sus manos temblaban al tomar su identificación actualizada.
“Lee Taemin, nacido el 18 de julio de 1993”
Tiene que ser una broma....
-B-bueno, al menos no eres tan cruel después de todo.
Taemin seguía mirando al moreno en cama, el monitor hacia un extraño sonido cuando marcaba su pulso, su aura y su alma pedía auxilio, Taemin odiaba esos lugares por una simple razón.... Él mismo, ¿Por qué? Bien, la respuesta era muy simple, había experimentado el dolor, las angustias durante 1 año de lucha hacia su cáncer, cáncer que por desgracia, no logró vencerla, dejando a sus padres en la soledad.
(El ser hijo único tenía sus desventajas.)
Taemin observó a Gabriel, acariciando los cabellos del moreno con tanta dulzura y amor, Minho lo sentía, podía sentirlo, esas caricias paternales que le recordaban a sus padres antes de su partida.
-Si tan buenas personas eran, -Gabriel mira a Taemin sin dejar de acariciar los cabellos del moreno-. ¿Por qué no están con él?
-Taemin, dios decide el momento exacto. –Taemin observaba al moreno con tristeza, no, lastima era la palabra correcta-. Sus padres lo protegen desde arriba, al igual que yo y los demás lo hacemos con los demás.
-Es in justo. –Dijo Taemin en susurros.
-Dios no es injusto mi niño, todos, hasta incluso tú, tenemos una misión.
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Martes 18 de Diciembre de 2012, 11:35 am.
Taemin no podía dormir, su departamento era espacioso para él, pero, la preocupación por ese chico no lo dejaba tranquilo, lo tenía inquieto, no supo cómo, pero Taemin ya estaba dentro del hospital caminando hacia recepción.
Debo estar loco... Si, debe ser eso.
-Disculpe, v-vengo a visitar a Choi Minho. –Los nervios de Taemin se lo estaban comiendo vivo-. Soy su primo.
La enfermera, con una mirada neutra, observa la pantalla del computador mientras tecleaba el nombre del paciente-. Habitación 95, una enfermera está haciendo revisión rutinaria.
-Gracias.
Flash Back.
-Choi Minho –Dijo Gabriel, sacando a Taemin de sus pensamientos.
-¿Eh? –Taemin reacciona al oír el nombre.
-Así se llama este muchacho, Choi Minho. –Gabriel lentamente se aleja del moreno y Taemin volvía a observarlo-. Cuida bien de él.
Fin Flash Back.
Ni loco lo voy a proteger....
Pero su cuerpo reaccionaba por sí solo, cosa que odiaba de él mismo. Al entrar a la habitación, la enfermera en turno, revisaba los signos vitales del moreno, había pasado ya una semana y aún no reaccionaba, había escuchado por los médicos que debido a los hematomas, el golpe en la cabeza y sobre todo, la enorme herida en su garganta, debía permanecer sedado hasta indicar el momento para que despierte.
Taemin no confiaba mucho en los doctores, había ciertos médicos que cometían muchos errores y les costaba la vida del paciente, incluso su trabajo mismo.
La enfermera notó la presencia de Taemin, con amabilidad lo mira y se inclina, para después, salir de la habitación dejando a solas a Taemin con el paciente, su primo, su castigo por desobediencia.
-¡Yah! –exclama irritado, mirando al moreno dormido bajo los efectos de los sedantes-. Estuviste toda la semana en mi mente, ¡y me frustra! –Alza la mirada molesto, mirando el techo-. ¡ME VENGARË GABRIEL!
Nhg...
Mierda.
Taemin, sorprendido miró hacia donde aquel quejido provenía, y ahí estaba, mirándolo con unos ojos marrones chocolate, mirándole algo confundido, porque lo veía, lo sentía, ese hombre lo veía a él como lo que es, un ángel.
Minho podía ver sus alas atadas, pero al ver la cara de aquél hermoso ser, pudo ver la inocencia, la pureza, la divina luz en cuerpo y alma en él...
Minho lo observó sin quitarle la mirada, y Taemin no le quitaba la vista tampoco....
Un ángel frente a mí, ese ángel que tanto me ilumina con su pureza y hace que me sienta atraído hacía el.... hace que me enamore perdidamente por ese ángel caído, ah... esos labios, me gustaría ser yo el primero en probarlos....
-B-baya, ¡despertaste! Ya era tiempo de que lo hicieras –Taemin lo miraba con un puchero en sus labios, pero minho, suspira suavemente, dejando a Taemin con la duda-. ¿Qué?
-Tiene que ser una broma.
El susurro de su voz, que para Taemin era un reclamo, lo hizo molestarse, no.... sonrojarse era, ya que ese susurro sonaba ronco, sensual, varonil.
-¿¡Una broma!? Pues claro, estoy aquí cuidándote para que no metas la pata.
-¿Enserio? –Cuestionó Minho susurrando, aún le costaba hablar-. Eres un ángel.
Ángel....
Esa palabra estremeció a Taemin, incrédulo, dulcifica la voz para él-. ¿Cómo lo sabes?
-Las veo, son hermosas–Minho le regala una sonrisa de dulzura-. Pero, -su rostro lucía confundido- ¿Por qué las tienes atadas? Se supone que deben estar extendidos.
-¿Puedes verlas?
-Sí, eres un ángel caído, ¿Qué hiciste mal?
Taemin sonríe dulcemente, ese chico de nombre Minho, sacaba su lado tierno y angelical, como si pidiera que solo a él.... Le mostrara ese lado dulce.
-¿Sabes? Mis alas tienen esta cosa, porque soy un ángel malo
-No lo creo, no eres malo.
-¿Cómo lo sabes?
-No estuviera aquí, vivo.
La mueca de desagrado de Taemin, hizo que Minho bufara, de forma divertida, y después... Le sonríe, como si tuviera frente a él a un niño-.Gracias.
Taemin no quería cuidar a nadie, a NADIE, pero... Al ver a Minho sonriéndole, hablándole con esa voz que lo estremecía de una manera inigualable, tal vez, solo tal vez... podía protegerlo a él.
El canto de los ángeles es bello: sé que tu canto, si callas por completo, suena mejor al altísimo......