-Kai.
Lo escuchó decir suavemente mientras pasaba cerca de la biblioteca, se acercó silenciosamente para poder ver qué era lo que él menor hacia y lo vio sentado en uno de los sofás que ahí había con un libro en las manos.
-Kai es un nombre de unisex, es de origen japonés y significa mar aunque también es Hawaiano y aunque significa lo mismo es más bien un nombre para chico, pensé que eso sería un problema sí eras una niña pero también suena como un nombre así que creo que eso lo hace mejorar, ¿qué opinas?-hablaba con bebé de nuevo.
Últimamente se estaba volviendo un habitó suyo observar desde lejos todo lo que Kyungsoo hacia y aunque sabía que seguramente parecía un acosador continuaba haciéndolo.
-No sé sí te agrade ese nombre pero no puedo seguir llamándote bebé, debes tener un nombre y aunque no sea definitivo serás Kai-aseguró-¿Sabes por qué te llamaras Kai?-preguntó-Es porque tu papá odia ese nombre pero...estoy seguro de que sí tú llevas ese nombre él lo amara-afirmó.
Jongin miró al suelo sintiendo cono su corazón comenzaba a ir más rápido y cerró los ojos tratando de darle un orden lógico a sus pensamientos, abrió los ojos luego de unos minutos y nuevamente miró a Kyungsoo que mantenía los ojos cerrados tarareando una dulce canción de cuna mientras acariciaba su vientre.
¿Por qué Kyungsoo tenía que confundirlo tanto?, se preguntó en ese momento.
Eso era todo lo que su cerebro podía procesar últimamente y aquella pregunta que se había hecho entonces se hacía más y más frecuente y lo atormentaba, miró la fotografía en su escritorio dibujando una sonrisa en sus labios mientras ignoraba a Yesung que llevaba un largo rato hablando, luego de haber escuchado lo que había dicho sobre sus sentimientos hacia él en la biblioteca las cosas habían cambiado mucho, había decidido dejarlo en paz y casi ni se veían o por lo menos Kyungsoo no lo veía porque él siempre estaba vigilándolo de lejos aunque Kyungsoo no sé quedaba atrás en hábitos extraños y había comenzado a hacer algo bastante peculiar.
Él tomaba una fotografía diaria de su vientre y luego escribía el tiempo que tenía para luego ir meterla bajo la puerta de su despacho para que la viera, "cuatro meses con dos semanas y media", eso había escrito en la fotografía que había dejado esa mañana y que veía en ese momento.
Al principio había sido extraño e incómodo pero ahora esperaba con ansias cada fotografía nueva, había algo único y especial en ver como su hijo crecía lentamente y aunque lo trataba de negarlo hasta mil veces al día, también le gustaba ver la sonrisa de Kyungsoo en cada fotografía.
-¿Esta escuchándome?-preguntó disgustado Yesung.
-Es niño-respondió.
-¿Qué?
-Bebé, es un niño, ayer Kyungsoo metió bajo la puerta el primer ultrasonido de mi hijo, es un niño-murmuró.
-Felicidades-dijo el mayor con una sonrisa.
-Kyungsoo lo llama Kai-comentó acariciando con su pulgar la fotografía
-¿No era bebé?-cuestionó.
-No, él decidió llamarlo Kai para que así yo tenga una razón para amar ese nombre-sonrió.
-Eso es muy lindo de su parte-aseguró Yesung.
-No lo entiendo Yesung, yo lo ignoro, lo evito, no habló con él a menos que sea estrictamente necesario y él sigue aquí, ¿por qué?-preguntó.
-Porque te ama-respondió él.
-¡Pero yo no lo amo!-aseguró levantándose bruscamente-¡Yo amo a Luhan, ¿qué acaso no lo ve?!
-A Luhan, claro-dijo con sarcasmo-Seguramente es por eso que hace cuatro meses que no lo buscas ni lo llamas-señaló.
-Estoy dándole su espacio-se excusó.
-Ya deja de engañarte y abre los ojos, ese chico es especial y lo ha sido desde el primer día, lo elegiste a él entre miles por una razón, hiciste todo lo que estuvo en tus manos para ganarte su confianza, disfrutabas de su compañía, se volvió importante y te hiciste la promesa de protegerlo también por eso y ahora esa razón no te deja en paz y tienes que mirarlo todos los días aunque sea desde lejos para asegurarte de que está bien y que aún sigue aquí, para que sonrías cada vez que una nueva foto aparece y es esa misma razón la que hace que Luhan ya no te importe, daté cuenta, no es amor eso tal vez es verdad pero hay algo y tienes que verlo antes de que sea tarde-dijo seriamente.
-Retírate ya no voy a necesitarte hoy-respondió seriamente.
Yesung negó repetidas veces antes de dar la vuelta y salir de la habitación dejándolo solo y confundido pero eso era algo habitual, ahora siempre sentía de esa forma y todo era culpa de Kyungsoo.
*****
El día era realmente frío particularmente ese día y a Kyungsoo le daba demasiada pereza caminar, se detuvo un momento para tomar aire y sentarse en una de las bancas que había ahí, miró su notorio vientre de cuatro meses y sonrió poniendo una mano en él antes de suspirar.
-No me la vas a poner nada fácil ¿verdad?-preguntó.
Estaba en su receso y había ido a buscar algo de comer pero apenas podía moverse, su vientre aún no era tan pesado pero ahora se sentía todo hinchado y mareado lo cual no ayudaba mucho sí lo que buscaba era avanzar.
-Toma-le dijo alguien que le extendía un pastelillo de chocolate.
Kyungsoo levantó su mirada de su vientre para ver a quien le hablaba encontrándose con la amable sonrisa de Lay, tomó lo que el chino le entregaba y luego clavó su mirada en el suelo cuando él se sentó a su lado.
-¿Cómo vas?-preguntó.
-Pues...pronto estaré en los cinco meses y ya es difícil pero estaré bien-murmuró.
-¿Niño o niña?-preguntó.
-Niño-respondió.
-Que bueno-sonrió dejando ver su hoyuelo.
Ambos se quedaron en un profundo silencio mirando a la nada, Kyungsoo quería preguntarle tantas cosas acerca de su madre ya que Lay vivía con ella pero no tenía ni idea de por dónde comenzar.
-Eres muy valiente-habló Lay.
-¿Eh?
-Al principio me sentí triste por descubrir lo que habías hecho pero después de que lo analice y le di muchas vueltas me doy cuenta que eres muy pero muy valiente-aseguró-Se necesita de mucho coraje para hacer lo que tú hiciste, tú te casaste con alguien que no conocías ni amabas, tuviste que tragarte el miedo y repulsión para soportar su toque y mucho más solo por salvar a tu madre y aunque sé que cometiste muchos errores yo decidí que eres admirable porque a final de cuentas tú te sacrificaste por tu madre y no cualquiera lo haría, se que ahora no es igual porque te enamoraste de él pero debió haber sido muy difícil para ti al principio y yo te respeto por eso-la sonrisa de Lay fue como una luz y sintió un profundo alivio como no había sentido hacia mucho.
-Gracias-sonrió débilmente.
-No me agradezca, la verdad es que yo debo pedir perdón-aseguró.
-No Lay, ustedes tuvieron razón al molestarse porque lo que yo hice no estuvo bien, fue un error a fin de cuentas-murmuró.
-Fue un error pero...sí hubiera estado en tu lugar yo lo hubiera hecho también-aseguró.
-Lay-susurró asombrado.
-Kyungsoo yo...de verdad quiero recuperar a mí amigo... ¿puedo?-preguntó tímidamente.
-Claro que sí-respondió alegremente abrazando a Lay que correspondió inmediatamente.
-Gracias, no sabes cuánto me alegra esto-sonrió al separarse de Kyungsoo-¿Sabes?, tu mamá quiere verte-informó.
-¿De verdad?-preguntó esperanzado.
-Sí, he estado hablando con ella y conseguí que ella se diera la oportunidad de escucharte, quiere que vayas el fin de semana-informó.
-Muchas gracias Lay-volvió a abrazarlo pero sabía que eso no llegaba a expresar lo feliz que era en ese momento.
-De nada pero no fue sólo por mí, la verdad recibí una ayudadita-dijo señalando al frente, Kyungsoo se giró confundido y a sus espaldas se encontró con Suho que lo veía con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Más vale que aproveches muy bien está oportunidad-advirtió seriamente.
-Lo haré, lo prometo-asintió.
-Aish que problemático eres-refunfuñó antes de abrazarlo-¿Por qué no simplemente te enamoraste de alguien menos complicado como el líder de la mafia o un importante político?-preguntó con fastidio.
-Sería malo-dijo entre risas.
-Sí pero sería menos complicado que esto y más vale que Kim Jongin te ame pronto o yo voy a patearle el trasero-advirtió con la intención de hacer reír aún más a Kyungsoo pero tuvo el efecto contrario.
-Yo también desearía que eso pasará pero no es tan fácil-susurró con tristeza.
Lay y Suho lo miraron preocupados abrazándolo a la vez para hacerlo sentir apoyado y protegido, Kyungsoo sonrió ante aquella acción tan protectora y dulce sintiéndose muy afortunado, al menos así no iba a estar solo en todo ese drama.
Cuando las clases terminaron se despidió de sus dos amigos como solía hacer antes, aún le faltaba Baekhyun y deseaba con toda su alma poder recuperarlo pero sabía que Baekhyun no iba a aceptar un simple lo siento y volver, él era alguien muy complicado y Kyungsoo esperaba poder hacer algo con respecto a su mejor amigo, un mensaje llegó a su celular en el preciso momento en que Yongguk abría la puerta del auto para él.
«Date vuelta»
Kyungsoo miró confundido la pantalla de su celular pero igual hizo lo que él mensaje le decía, se giró lentamente para encontrarse con la radiante sonrisa de su más reciente, inseparable e insoportable nuevo amigo aunque lo de insoportable era en el buen sentido claro.
-Vamos de compras-propuso.
-Hola Luhan también me alegra verte-sonrió.
-Sí lo sé, ahora vamos-tomó su mano.
-Señor pero...
-Tienes la tarde libre Guk-indicó Luhan que arrastraba a Kyungsoo hasta su auto.
Kyungsoo vio como Yongguk se escogía de hombros y subía al auto para marcharse ya que después de todo Kyungsoo aún conservaba aquel acuerdo de poder pasar un día libre sin él una vez a la semana, subió al auto de Luhan seguido del pelinegro que le sonrió cuando encendió el vehículo.
-¿Por qué quieres ir de compras tan repentinamente?-preguntó poniéndose el cinturón de seguridad.
-Nada en especial, lo que pasa es que está mañana me desperté y me di cuenta que te verías muy bien con un nuevo corte de cabello-sonrió.
Kyungsoo sabía que era mentira así como sabía que Luhan había estado llorando nuevamente, él siempre quería ir a algún lugar cuando estaba deprimido y lo buscaba, sabía también que Sehun tenía que ver en eso pero Luhan no escuchaba razones y era demasiado terco por eso lo único que podía hacer por él era quedarse a su lado.
-Me recuerdas a alguien-dijo con una sonrisita burlona.
-Sí con "alguien" te refieres al odioso de Baekhyun te juró que haré que te dejen sin pelo-advirtió con el ceño fruncido.
-Está bien me calló ya-rió.
Luhan lo siguió mirando con el ceño fruncido hasta que finalmente también comenzó a reírse con él y puso el auto en marcha.
Al final Kyungsoo volvió a casa con un nuevo corte de cabello y media docena de bolsas con un montón de nueva y ridículamente costosa ropa en su interior, él jamás habría gastado tanto dinero por esa ropa pero Luhan había comprado todo eso para él aunque había dicho que no mil veces.
-Bienvenido señor-lo recibió Ryeowook con una sonrisa.
-Hola hyung-saludó-¿Podrías por favor llevar todo esto a la habitación?-Ryeowook asintió y tomó las bolsas subiendo con ellas las escaleras.
Kyungsoo no despego su mirada de él hasta que lo vio entrar a la habitación principal de la mansión y no pudo contener una largo y profundo suspiro que salió de sus labios, aún recordaba que desde el día que la señora Haneul había ido a gritarle a Jongin, él no había vuelto a ocupar su habitación y luego de tres veces que había tratado de regresar a su habitación Jongin había hecho que la puerta fuese cerrada con llave al igual que la de las demás habitaciones de huéspedes para al final dejarlo sin más posibilidades y todavía seguía preguntándose el por qué.
Él no había ocupado esa habitación ni una sola noche luego de que la señora Haneul se marchara pero lo tenía obligado a dormir a él en ella y no lo comprendía, escuchó varios ladridos y al mirar al frente se encontró con Meonggu corriendo hacia él, le sonrió y aunque le costó un poquito se agachó para acariciar al cachorro que cada día crecía más.
-Hola travieso-dijo escuchándolo ladrar.
Le sonrió una última vez y fue a la cocina de dónde secuestro toda la fruta que encontró, la cortó en cubitos para luego dejarla sobre un tazón grande dónde luego vacío un montón de crema batida, cajeta, jarabe de chocolate, mermelada, miel, helado y un montón de cereales.
-Parece vómito-dijo Yongguk que miraba la extraña mezcla desde la puerta.
-No critiques los antojos de un hombre en estado o podrías terminar muerto-advirtió tomando su tazón con extraña mezcla y se marchó tratando de parecer alguien ofendido.
Antes de entrara a la habitación se aseguró de que Ryeowook se hubiese ido ya, él no lo dejaba comer ese tipo de cosas y no quería que le quitaran eso como había pasado con el pastel, o la hamburguesa, o las bolsas de frituras, o el helado, sí definitivamente no quería que fuera como con el helado.
Cuando estuvo seguro que todo era seguro se metió a la habitación cerrando la puerta con pestillo y se fue hasta la cama sentándose con aquella mezcla de fruta y azúcar, realmente no le gustaban mucho los dulces y se empalagaba fácilmente pero cuando dio el primer bocado a eso fue como gloria liquida, pegajosa, azucarada y con trocitos de fresa, piña, naranja, manzana, duraznos y cereales.
Se olvido de los buenos modales y comenzó a devorar su dulce mezcla sin ningún reparo importándole absolutamente nada cuando el pegajoso líquido resbaló desde una de las comisuras de sus labios hasta su mentón.
La puerta del baño se abrió y tras ella Kyungsoo vio salir a Jongin cubierto con una bata de baño, ambos se miraron sorprendidos sin decir nada limitándose únicamente a mirarse mutuamente, Jongin miró el tazón en las piernas de Kyungsoo y al ver lo grotesco de su aspecto hizo una mueca de asco, se acercó a él hasta que estuvo lo suficientemente cerca para poder meter su dedo al tazón manchándolo con la mezcla de mal aspecto y luego lo llevó a su boca para probar.
Su ceño se frunció y sacó varias veces su lengua para librarse del repulsivo y excesivo dulce sabor, su mirada se posó sobre Kyungsoo que tenía la mirada fija en las sábanas que cubrían la cama.
-No debes comer ese tipo de cosas-dijo señalando el tazón entre sus piernas.
-Tenía hambre-respondió en voz baja.
-Pueden prepararte algo mejor-dijo seriamente.
-Yo quería esto, fue un antojo y por eso lo prepare-sentenció molesto.
-Te puede hacer daño, es demasiada azúcar-comentó.
-Tranquilo, jamás dañaría a tu hijo, esto no va a matarlo-respondió con desdén.
-No me refería a eso-afirmó con el ceño fruncido.
-No, seguramente era tú infinita preocupación por mí-soltó con sarcasmo.
-¿Sabes?-suspiró cansado-No estoy de ánimos para pelear contigo así que has lo que quieras y ya-dijo finalmente dirigiéndose al armario para tomar ropa y luego se encerró en el baño para cambiarse.
Toda el hambre que Kyungsoo había sentido se esfumó como por arte de magia, dejó a un lado el enorme tazón con la dulce mezcla y se acomodó en la cama con las piernas estiradas completamente sobre la cama, acaricio su vientre distraídamente escuchando la puerta del baño abrirse luego de unos minutos.
Jongin traía su pijama puesto y sin decir nada se metió a la cama, Kyungsoo miró el reloj en la mesita de noche y vio que aún eran las seis pero lo mejor seguramente era ahorrarse sus comentarios.
-Kai...
-¿Qué?-preguntó de mala gana.
-No te habló a ti idiota, le habló al bebé-respondió molesto.
-¿Por qué rayos va a llamarse Kai?-preguntó incorporándose en la cama para mirarlo.
-Porque me gusta-sentenció.
-También es mi hijo y no quiero que lleve ese nombre-dijo con el ceño fruncido.
-Que lastima porque tú opinión no nos importa-dijo con una sonrisa.
-Kyungsoo no vamos a...
-¿Quieres tocarlo?-preguntó repentinamente.
-¿Qué?
-Sí, a tú hijo, ¿quieres?
Jongin lo miró aturdido y asintió lentamente, Kyungsoo asintió también y levantó su camiseta para dejarlo tocar su vientre, lo vio dudar con cada centímetro que sus manos se acercaban hasta que finalmente tocaron su piel, lo vio sonreír de forma brillante mientras sus manos tocaban su vientre.
-Se...se siente...no sé...tan sólo se siente bien-dijo con la voz temblorosa.
-Ya sé-sonrió.
Jongin asintió, la emoción brillaba en sus ojos y por primera vez en mucho tiempo parecía vivo, su rostro era realmente hermoso y Kyungsoo deseo en ese momento con todas sus fuerzas poder hacer que sonriera de esa forma cada nuevo día aunque al final no permanecieron juntos.
-En verdad te amo-susurró sin pensar dándose cuenta al instante de su error.
Jongin detuvo todos sus movimientos y alejó sus manos, Kyungsoo quiso decir algo para excusarse, cualquier cosa estaría bien pero nada salía de su boca y quiso llorar, Jongin volvió a mirarlo pero su mirada era fría entonces y él sabía que lo peor iba a suceder.
-No te amo y nunca lo haré-fueron sus únicas palabras antes de salir de la habitación.
Kyungsoo miraba la puerta inmóvil, las lágrimas comenzaron a caer dolorosamente y todas las heridas que se había esforzado por cerrar en su corazón se abrieron más grandes y profundas.
-Estúpido iluso-sollozó insultándose a sí mismo por haber sido tan ingenuo como para albergar alguna esperanza de poder obtener su amor.