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MY SOUL IS YOURS por traublemaker

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Notas del fanfic:

Este one shot va dedicado a Brisa Ruiz que lo ganó respondiendo a una pregunta de mi fic Trapped in your world :3

Faltan otros dos que iré subiendo en estos días :D

Notas del capitulo:

Los conjuros y la información está basado en la serie Supernatural, aunque cambié varias cosas. Les recomiendo la serie :3

Portada

La ciudad se veía muy tranquila a través de la ventana, se podía observar un pequeño parque donde niños jugaban, había mascotas corriendo y hasta ancianos que sonreían, todo se veía de alguna manera pacífica, tranquila y feliz, excepto la persona que estaba mirando todo.

Un muchacho de apenas diecisiete años que sentía que su vida se acababa cada segundo que pasaba. A pesar de no vivir solo, así lo sentía ¿sus padres? Pasaban más tiempo en el trabajo y apenas recordaban que tenían un hijo, el cual fue planeado para tener un heredero de la gran empresa familiar ¿Sabían siquiera el nombre de su único hijo? Kibum sabía que apenas lo recordaban y apostaba cualquier cosa que no tenían ni idea de su edad. El muchacho había intentado llamar su atención, intentó de todo, bajó gravemente sus notas en la escuela, falló; se tiñó en cabello rubio, falló: incluso tenía seis piercings, pero sus padres parecían no notarlo, se resignó.

La soledad creció junto a Kibum, solo conoció a un niño dos años menor que él llamado Taemin, con quien habló en la biblioteca, ambos pasaban más tiempo allí que en sus propias casas, Kibum porque no quería estar solo en casa y Taemin porque no quería ver discutir a sus padres. Ambos se hicieron amigos luego de meses de sentarse en la misma mesa de la biblioteca sin soltar una palabra, luego descubrieron que tenían mucho en común, ambos disfrutaban de la música y ambos tenían ese sueño secreto… querían ser estrellas, cantar, bailar que el público los aclame, eso soñaban. Ya había pasado dos años desde entonces y Kibum creyó que así se sentiría tener un hermano menor.

“Echaron a andar a través de los campos envueltos en sus mantas, llevando solo la pistola y una botella de agua. El campo había sido removido por última vez y tallos de rastrojo asomaban del suelo y la fina traza del disco era todavía visible de este a oeste” Su lectura fue interrumpida cuando vio a Tae sentarse en la mesa.

-Hola, hyung-

-Hola, Tae- ambos hablaban susurrando, ya sabes, porque estaban en la biblioteca

-te quedaste más tiempo que ayer, hyung… creí que tenías esa tarea tan importante de la que hablabas-

-¿Qué? ¿Qué hora es?- el menor miró su celular

-8:48- El rubio abrió los ojos sorprendido, se le había pasado la hora, tenía que hacer la tarea de Biología que estaba muy difícil “odio la genética” pensaba mientras arreglaba sus cosas ¿cómo no se había dado cuenta que ya era de noche?

-Nos vemos mañana, Tae- de despedía con la mano mientras se dirigía al stand dónde estaba el libro que había estado leyendo, nunca se llevaba a casa los libros que leía pues sino no tendría razones para regresar a la biblioteca ni para ver a su único amigo, así que simplemente los dejaba.

Puso el libro en su posición inicial, pero algo le llamó la atención, justo al costado había un libro que no parecía ser de la biblioteca, era algo antiguo y no tenía la pasta plastificada de los demás, la curiosidad invadió el delicado cuerpo del rubio y decidió verlo.

Era muy extraño, tenía unos símbolos muy raros en la portada y no tenía autor. Por alguna razón lo metió en su mochila mientras inspeccionaba que no habría nadie mirándolo, algo le decía que ese libro no pertenecía a ese lugar, además no tenía esa barra con números que todos los libros de la biblioteca tenía, así que no sonaría la alarma del aparato de la puerta.

No negaba que se sintió muy nervioso al pasar por la puerta, pero respiró tranquilo cuando estuvo fuera del lugar. Caminaba con los audífonos puestos, Savin’ me  de Nickelback sonaba en sus oídos; a pesar de estar apurado caminaba calmado, pues llegar a casa nunca era un momento muy esperado.

 

 

Esos cuadros de Genética ya no parecían ser tan complicados, estudiarlos por un momento bastó para que agarrara el truco de los ejercicios. Sin darse cuenta su pequeña cabeza rubia empezó a caer de sueño, se levantó tomó un poco e café y con mucho esfuerzo terminó su tarea. Empezaba a ponerse el pijama, cuando la puerta de la entrada sonó, seguramente eran sus padres llegando del trabajo, como lo supuso ni siquiera se asomaron por su habitación para ver si su primogénito estaba bien. Las ganas de llorar por esa y muchas razones más habían desaparecido hace mucho.

Kibum entraba a la cama, hasta que recordó el misterioso libro que encontró en la biblioteca, se levantó rápidamente tomando su mochila. Encontró el libro y se acomodó en su cama, solo tenía prendida la pequeña lámpara que utilizaba en sus noches de lectura.

Invocación a Azazel

El ritual para convocar a Azazel requiere de acacia, aceite de Abrameli, velas encendidas colocadas encima de la Sigil de Azazel, también conocido como el Sello de Saturno.

¿Qué rayos era eso? ¡¿Quién era Azazel?! Kibum estaba entrando en pánico ¿Era un libro de magia negra o algo así? Sus ojos se abrían muy grandes mientras pasaba las páginas.

Invocación al Rey del Infierno

Velas encendidas también deben estar alineadas con el sigilo. También se requiere un tazón de varios ingredientes mezclados con la sangre de un invocador.

¿Quién en su sano juicio invocaría al Rey del infierno? En el libro había más y más cosas que empezaban a poner nervioso al rubio ¿existían las criaturas que decían allí? Incluso hablaban de vampiros y su alpha. ¡¿Fantasmas?! Las manos del muchacho empezaron a temblar, si había algo que le daba pavor eran los fantasmas, decía que desaparecían si quemaban sus huesos pero antes tenían que bañarlo en sal, empezaba a tener escalofríos ¿Todo eso sería real? Había cosas que no entendía, estaban en latín y en otros idiomas que no quería saber.

Luzbel, había sido condenado y fue echado del cielo

Genial, ahora había historias bíblicas, mientras más pasaba las páginas más real parecía todo lo que decía. Kibum seguía leyendo con mucho esfuerzo, sus párpados se cerraban lentamente, lo último que vieron sus ojos fue una sección del libro que decía Crossroad Demons.

 

Se levantó perezosamente, estiró los brazos y movía la cabeza de un lado a otro, había dormido en una posición poco cómoda, se dio cuenta que el libro de noche anterior estaba en su regazo, vio la página en la que estaba Crossroad Demons, leyó rápidamente

Este ritual requiere una encrucijada y enterrar una caja en el medio de ella. La caja debe contener una imagen del mortal que deseen hacer un trato, tierra de cementerio, y un hueso de un gato negro o con leche de una vaca negra. El cruce de caminos, a veces debe tener flores Rojas plantadas. Ayuda en el ritual, aunque no es un componente necesario.

Conjuro

Daemon, esto subjecto voluntati meae

Lo último que leyó le pareció muy interesante, además el ritual parecía más sencillo que los demás, pues tenía cosas que podía conseguir. Anotó todo en una pequeña libreta, no se arriesgaría al llevar el libro a la escuela y que alguien pudiera verlo. Metió una pequeña caja donde guardaba algunas fotografías, claro que primero guardó las fotos en otro lado. Desayunó y salió de casa. Sería un día interesante.

No pudo concentrarse en ninguna clase, tenía unas inexplicables ganas de hacer lo que decía el dichoso libro, la mayoría de sus pensamientos decía que no iba a funcionar y que no pasaría nada, pero igual quería intentarlo. 

Nunca había salido tan rápido de la escuela, se dirigió al cementerio. Kibum le tenía un poco de miedo de ese lugar, pero solo tenía que sacar un poco de tierra ¿cierto? No había mucha gente en el lugar, lo cual era completamente entendible, era lunes. Se aseguró que nadie lo viera y con una pequeña cuchara que robó de la cafetería de la escuela metió un poco de tierra en la caja.

Agradecía no vivir en la ciudad, sino estaría obligado a matar a un gato negro y eso jamás se lo perdonaría. Caminó hacia una pequeña granja, habló amablemente con el dueño explicándole que quería leche de una vaca negra, este se extrañó, pero cuando Kibum le dijo que le pagaría el doble de lo que cuesta una porción de leche normal, el granjero no dudo en ayudar al rubio.

Revisó la libreta y suspiró, solo tenía que ir a un cruce de caminos. Conocía el pueblo como la palma de su mano, sabía exactamente dónde ir.

Llegó a ese cruce de caminos, era justo donde terminaba el pueblo había pocas casas y una de ellas estaba justo en una esquina y tenía un hermoso jardín con muchas rosas rojas, Kibum sonrió, era el lugar perfecto.

Sacó a caja de su mochila, vertió un poco de la leche para luego sacar su billetera y sacar su carnet de estudiante ya que esta tenía su fotografía, la puso en la caja y luego cerró la misma. Sus manos empezaron temblar levemente, estaba nervioso. Con ayuda de la cuchara usada anteriormente hizo un pequeño agujero en la tierra y puso la dichosa caja, la había enterrado, solo faltaba un paso y empezaba a acobardarse.

Se puso de pie, tomó su libreta, leyó el conjuro, lo releyó un par de veces más hasta que lo tuvo memorizado. “Tampoco es como si fuera a funcionar” se dijo. Cerró los ojos y suspiró.

- Daemon, esto subjecto voluntati meae- lo dijo lento y pausado. Abrió los ojos… nada.

De alguna manera se sintió aliviado, pero también algo decepcionado. ¿Esperaba que funcionara? ¡Es algo estúpido! Maldecía internamente, mientras se acomodaba la mochila dispuesto a irse.

-¿Creíste que no funcionaría?- Una voz lo hizo paralizarse y más aún cuando se dio cuenta que esa voz estaba justo detrás de él, muy cerca, una respiración justo en su nuca. Volteó lentamente con escalofríos en todo el cuerpo.-Hola- soltó un grito nada masculino mientras miraba a quien estaba frente a él, se alejó con pánico. Era un muchacho que debía ser mayor que él, sonreía de una manera arrogante, era un poco más alto, tenía el cabello castaño oscuro, sus ojos eran grandes con una mirada muy penetrante, su piel era algo morena, sus labios eran pequeños pero gruesos. Vestía unos pantalones negros, con una camisa del mismo color, además de una chaqueta color guinda.-Ehhh ¿Estás bien? Estamos en este juego de miradas alrededor de cinco minutos-

-¿E-Eres lo que in-invoqué?- Dijo Kibum muy asustado

-Seee, soy el demonio que invocaste, Kibum-

-¿C-Cómo sabes mi nom-nombre?- las manos del rubio no dejaban de temblar, ni siquiera podía moverse.

-Me invocaste poniendo una fotografía tuya, genio- respondió el demonio burlándose del rubio.

Kibum había entrado en pánico, su cuerpo no respondía a ningún movimiento que su cerebro mandara. La mirada del otro muchacho no se quitaba de su cuerpo junto con una sonrisa arrogante y eso lo ponía cada vez más nervioso. En su poca parte consiente volteó el cuerpo dispuesto a correr…

Lástima que solo avanzara apenas un metro, pues paró en seco cuando frente a él apareció nuevamente el muchacho con la misma sonrisa. Kibum abrió los ojos sorprendido y miró donde antes se encontraba el demonio.

-No subestimes el poder demoniaco, no puedes huir, bonito- Bien si antes temblaba, ese momento su cuerpo sería una gelatina andante.

El demonio se acercó demasiado al rostro del más bajo mirándolo detenidamente, el rubio se asustó y como pudo dio un paso atrás, alejándose.

-D-Déjame ir- su cabeza estaba agachada y sus ojos cerrados. Escuchó una carcajada del contrario que lo dejó más confundido aun. Su cuerpo se estremeció cuando el demonio le agarró de la quijada para levantar su rostro y mirarlo.

-No te haré daño, tú me invocaste, eres algo así como mi… amo- susurró con una voz demasiado sensual.

-¿Tu … tu a-amo?- las mejillas de Kibum estaban completamente rojas, la mirada del contrario realmente lo intimidaban.

-¿Sabes lo que soy?- preguntó el demonio con cierta burla- No lo sabes, sino no hubieras tratado de huir.

-Un demonio-

-Eso te lo dije yo- el moreno se alejó poniendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta-Soy un demonio de encrucijada, me invocas y te cumplo un deseo.

Eso no sonaba tan malo, pero era un demonio, los demonios son malos ¿cierto?

-¿Un de-deseo?-

-¡Claro! El deseo que más quieres en la vida-

-¿Cómo un genio?-

-Algo así- respondió el alto riéndose, pero luego se acercó nuevamente al rubio- a diferencia que yo no trato de engañarte y el deseo tiene un precio- habló serio esta vez.

-¿Precio? ¿Qué precio?-

-Tu alma- dijo el demonio con los ojos brillosos.

-¿Mi alma?-

-Exacto, la cosa funciona así: me dices tu deseo, yo lo cumplo, estás feliz por diez años, luego mueres y ¡bam! Tu alma es mía- el chico explicaba como si fuera la cosa más normal del mundo.

-¿Diez años?- el estudiante estaba muy sorprendido con toda la información

-Seee, ese es el trato-

-Pe-pero yo no quiero nada, gracias, pero no- dijo el rubio, su vida no era lo mejor, pero no vendería su alma a un demonio, quería vivir más tiempo. Decidió caminar y escapar, pero el demonio agarró su brazo deteniendo su huida.

-¿Estás seguro? No cualquiera encuentra el libro- Kibum abrió los ojos sorprendido- Así es, rubio, eso no fue una coincidencia, si encontraste el libro es porque no eres feliz… es algo así como un regalo del infierno-

-No sé de qué me hablas- se hacía el desentendido para tratar de escapar.

-¿Enserio? Revisa tu mochila- el muchacho con duda metió la mano a su mochila y tocó algo duro, soltó un gritito y sacó el libro.

-¡Oh que sorpresa!- se burló el demonio.

-¿Cómo llegó allí?- preguntó el humano.

-Pues ahora eso te pertenece, no te preocupes, solo tú puedes ver su contenido-

-Te lo devuelvo, no lo quiero- el pequeño tendió el libro al ser frente a él y este rió.

-¿No lo entiendes, verdad? El momento en el que agarraste ese libro no había marcha atrás, podías haber invocado a cualquier otro ser, incluso empezar a buscar los no humanos que existen, no te puedes deshacer de mí, ni del libro hasta que cumpla la tarea-

-¿tarea?-

-El deseo y que seas feliz disfrutándolo-

-Pero no quiero eso-

-Mala suerte, estas atrapado-

-¡Pero te quedarás con mi alma!-

-Es el precio de la felicidad, además no serías el primero-

-¿De qué hablas?-

- Elvis Presley, Robert Johnson, Kurt Cobain, Jim Morrison, Niccolò Paganini, ya sabes-  Kibum casi se desmaya ahí mismo ¿era verdad que ellos habían vendido su alma? Siempre creyó que eran calumnias, hasta que algo cruzó por su mente.

-¡¿Lady Gaga?!- era su artista favorita y fue acusada de hacer trato con el demonio, también.

-¿Qué? ¡No!, ella simplemente está loca- una buena noticia en mucho tiempo- Bien, cambiando de tema, dime tu deseo y esto acabará pronto.

-N-No sé qué pedir- susurró.

-¡Oh vamos! Debe haber algo que siempre deseaste, no sé: atención de tus padres, casarte, poder embarazarte, tener un cuerpo de dios griego como el mío…- empezó a nombrar el demonio.

-Tengo que pensarlo- Kibum en su mente pensaba la manera de deshacerse del ser frente a él, tal vez el libro tendría algo, pero necesitaba tiempo.

-Bien, tendré que estar a tu lado hasta que sepas qué pedir, y no creas qué ganarás tiempo. No te puedes librar de mí- el rubio suspiró resignado.

Su celular vibró y lo sacó del bolsillo de su pantalón. Era un mensaje de Taemin.

De: Minnie

¡Hyung! ¿Dónde estás? No te apareciste en la biblioteca u.u

¿La biblioteca? Miró la hora y eran las 6pm.

-¡Es tarde!-

-Lo sé, ahora empieza a caminar a casa, yo te sigo- dijo el demonio muy calmado- Por cierto, soy Minho, creo que deberías saberlo ya que pasaremos mucho tiempo juntos.

La situación era rara, pues Kibum nunca estaba acompañado y se sentía sumamente extraño que alguien caminara a su costado.

-¿Los demás pueden verte?- preguntó, pues en la escuela lo mirarían demás por estar acompañado.

-Sip, antes de ser un demonio era un humano, necesito energía para poder ser invisible-

-¿energía?-

-Las almas- respondió Minho-  son realmente poderosas, nos dan el poder necesario para cumplir los deseos, teletransportarnos o volvernos invisibles.

Ahí terminó la conversación, Kibum sabía que sus padres ni preguntarían por Minho, tal vez su madre lo haría, pero no le pediría más explicaciones de por qué el alto se quedaría en casa.

 

-prepararé el colchón para que puedas dormir- soltó Kibum molesto, pues Minho lo primero que hizo al llegar a la habitación fue adueñarse de SU cama.

-Naaa, no es necesario, puedes acostarte aquí- el demonio se hizo a un costado dejando espacio para el cuerpo del rubio.

-No pienso dormir ahí contigo-

-No tienes que preocuparte, yo no duermo, no como, no bebo…- Kibum se sobresaltó, no sabía eso ¿aparecería esa información en el libro?- además no puedes enviar a quien hará tu vida feliz a un incómodo colchón en el suelo- Minho fingió molestia y Kibum rodó los ojos.

-Me quitarás mi alma, eso para mí es suficiente para enviarte a la calle-

-¡Eh! Yo no fui quien invocó a un demonio de encrucijada-

-Bien- El estudiante se acomodó en su cama dándole la espalda al demonio, pero se quedó completamente tieso cuando sintió que Minho lo abrazaba- ¿Q-Qué crees que e-estas haciendo?-

-Estamos … hmmm conectados, por decirlo de alguna manera, mi deber es hacer que seas feliz; y sé que has estado mucho tiempo solo,  quisiste que alguna vez en tu vida alguien estuviera así contigo porque no te gusta tu soledad, bueno… no soy humano, pero estás acompañado-

Era verdad, en los libros el humano siempre leía escenas las cuales las personas se acostaban en la cama, acompañados y acurrucados, siempre imaginó estar así con alguien; pero algo lo inquietaba.

-¿Puedes leer mi mente?-

-Nop, solo puedo sentir lo que deseas lo cual involucra algunas emociones, así también cuando pidas el deseo me aseguro que sea algo que realmente quieras para poder ser feliz.

Y con esa pequeña explicación Kibum se quedó dormido por primera vez en su vida con una sensación de calor y compañía que no creyó sentir nunca.

 

 

-¿Te podrías quedar en casa?-

-No, seré un nuevo estudiante- sonrió el más alto- no tengo documentos, pero puedo manipular la mente de la secretaria o quien sea que haga las inscripciones-

Kibum suspiró resignado, sería muy difícil su vida desde ese momento.

Así fue, Minho entró como nuevo estudiante y causó la mirada de muchas personas, las chicas empezaban a murmurar sobre lo guapo que era, Minho tuvo su primera clase de deportes y los del equipo de fútbol quedaron sorprendidos por sus habilidades. Todos lo alababan, trataban de hablar con él, incluso en el almuerzo lo invitaron a muchas mesas, pero el alto rechazaba todo por estar con Kibum.

-¿Tienes que estar pegado a mí? Es realmente molesto-

-En cualquier momento puedes decidirte por el deseo y tengo que estar ahí para cumplirlo-

-Entiendo, pero no soporto que todos me miren y las chicas me están matando con esa mirada-

-Déjalos, a mí sí me gusta que me miren-

-Tú eres el popular ahora, yo no, es una mala combinación, somos diferentes-

-No somos tan diferentes-

-Dime la similitud entre nosotros-

-Ambos somos guapos y nos gustan los hombres- Kibum no supo cómo reaccionar, maldito demonio, le hizo sonrojar.

 

 

Durante los siguientes días el rubio estaba demasiado sofocado con el demonio siempre detrás de él, no comía ni dormía, por lo que tenía que ver al rubio hacerlo y eso era demasiado molesto, no es bonito que te miren dormir, menos despertar y ver un a alguien en tu cama que te mira despertar con una sonrisa como si fuera lo más normal del mundo, ahora entendía a Bella Swan de Twilight.

-Entonces está prohibido que los ángeles se enamoren de algún humano- explicaba Minho, él y Kibum estaban en la cama del segundo leyendo el libro, se había convertido en una costumbre. Además las partes que estaban en otros idiomas (la mayoría lenguas muertas, excepto el latín) Minho los podía leer así que empezaba a entender el “lado oscuro” del mundo.

-¿Alguna vez sucedió?-

-Sip, muchas veces, incluso hubo ángeles que tuvieron hijos con algún humano, a ellos se les llama nephilims, hay pocos en todo el mundo-

-Wow no creí que eso fuera posible-

-En este momento estás en tu cama con un demonio, creo que cualquier cosa podría ser posible-

-¿Qué edad tienes, Minho?-

-Veinticinco-

-Me refiero a cuánto tiempo has vivido, no a la edad que aparentas-

-Oh perdí la cuenta, la vida de un demonio no es muy interesante como para contar los años, los humanos lo cuentan porque celebran fechas, yo no lo hago-

-¿Tu cumpleaños?-

-No es importante-

-¡Claro que lo es!-

-9 de diciembre- Kibum abrió los ojos sorprendido

-¡Es el siguiente mes!-

-¿Enserio? No lo había notado y por favor, deja ya el tema- Cuando Minho se ponía de esa manera era algo malo, si se enfadaba sus ojos se volvían completamente negros y su rostro se tensaba de una manera que al pequeño rubio le daba mucho miedo.

 

 

-Lo siento- se disculpó Kibum, cuando saliendo rápido de su casa para ir a la escuela chocó con alguien.

-No te preocupes, Kibum- respondió un chico no mucho mayor que él con sonrisa hermosa y cabello castaño.

El rubio abrió los ojos sorprendido, era su vecino. ¿Pero cómo este sabía su nombre? Estaba a punto de preguntar cuando notó que Minho no se movía de su sitio mirando a su vecino con el ceño fruncido.

-Disculpa ¿Cómo sabes mi nombre?- dijo finalmente el rubio.

-¿Quién no lo sabe? Eres Kim Kibum el futuro heredero de la empresa de tus padres, por cierto soy Jinki- Respondió serio sin quitar la vista del demonio.

-Amor, iré a comprar el pollo fri…- un muchacho de cabello platinado salía de la casa del castaño, pero se quedó callado cuando vio a su novio conversando con su vecino y compañía- ¡Oh! ¿Amigos nuevos?- preguntó sonriente.

-Soy Kim Kibum y él es un primo lejano: Choi Minho- presentó el rubio. El ambiente se tensó muchísimo, pues el platinado tenía la misma mirada que tenía Jinki hacia Minho.

-Kim Jonghyun- dijo borrando su sonrisa y mirando al más alto.

¡¿Qué sucedía?! De pronto  todo se puso demasiado tenso, el aire se podía cortar con un cuchillo.

-Ehhh notros ya nos vamos- habló el rubio para tomar del brazo al de ojos grandes y llevárselo, mientras este seguía con el ceño fruncido y perdido en su mundo.- ¿Qué fue eso?- el moreno lo miró incrédulo, como si acabara de darse cuenta de algo.

-¿Por qué tu vecino es un ángel y su pareja un demonio?- preguntó de pronto, el menor al escucharlo casi se va de espalda, eso no podía ser cierto.

-¿D-De qué estás hablando?-

-Que tu vecino Jinki es un ángel y su novio con cara de perro es un demonio-

-Eso no puede ser, los vi desde que era un niño, nunca pasó nada…- decía el rubio más para sí mismo que para Minho.

-Jinki, él… ohhh entonces era cierto- decía el moreno

-Minho… no estoy entendiendo- Kibum recién salía de su asombro, hace buen rato que habían cerrado la escuela, ya no le dejarían entrar, sin embargo parecía que ninguno se daba cuenta.

-Hace años había un rumor que decía que uno de los nuestros había renunciado a su vida en el infierno para “jugar” a ser humano, porque se había enamorado de un ángel, ese ángel correspondía a los sentimientos del demonio y fue echado del cielo. Nunca se supo de quienes se trataba, pues tanto el cielo como el infierno quedaron en no revelar nada de detalles… siempre creí que era una leyenda, que no los contaban para que no cometamos el error de mirar a un ángel-

Kibum no creía lo que escuchaba, sus vecinos eran seres que creyó que no existían. Ahora que se daba cuenta ellos no habían cambiado en nada su aspecto, si se habían cambiado varias veces el color de cabello, pero parecía que nunca envejecían y era porque ¡no lo hacían! Recuerda que su madre siempre decía que algún día iba a pedir a esa pareja su secreto para la juventud, ahora todo empezaba a cobrar sentido.

-Entonces Jonghyun hyung necesita almas-

-No tiene energía, lo noté, sigue teniendo esa aura demoniaca, pero no tiene los poderes que debería, por otro lado los ángeles no pierden sus dones al bajar del cielo, Jinki no es tan fuerte como un ángel normal, pero sino pierde su gracia sigue teniendo poderes-

Ese día, Minho y Kibum se pasaron paseando por las calles, el menor estaba muy pensativo, la noticia que siempre estuvo al costado de un ángel y un demonio y se venía a enterar ahora. Algún día hablaría con ellos, quería saber más, esa historia realmente lo conmovió, un ser “maligno” renunció a todo por amor y un ángel prefirió ser echado del cielo para corresponderlo… hasta le daban ganas de llorar.

-Te afectó la noticia ¿huh?- preguntó Minho

-Sí, en realidad no me afectó el hecho de qué son, sino de lo que hicieron, no creí que un demonio se podría enamorar-

-La verdad es que es más sorprendente que el ángel se haya enamorado. Los ángeles tienen un pensamiento muy drástico, ellos son capaces de todo con tal de hacer cumplir todo lo que dice Dios, son egoístas y ambiciosos, porque no son humanos, ellos nacen con esa gracia divina para defender el cielo y las almas sin tener en cuenta los sentimientos mundanos. Los demonios alguna vez fueron humanos y es más fácil acercarse sentimentalmente a ellos ya que pueden recordar su vida humana, por tanto también sus sentimientos-

-E-Enton..ces…- el rubio se quedó mudo, siempre creyó que los buenos eran los ángeles, que eran criaturas buenas y tiernas.

-es difícil creerlo, pero piénsalo un poco, Jonghyun no fue echado del infierno, él se fue porque quiso. Jinki fue echado del cielo como Luzbel, solo por estar enamorado y “sentir”.

-Es muy tierno- susurró el rubio maravillado por todo lo aprendido.

-Lo es-

 

La mañana-tarde pasada con Minho fue muy divertida, era la primera vez que Kibum faltaba a la escuela, después de todo un demonio si era una mala influencia.

Hicieron de todo: fueron al cine, jugaron en un parque de diversiones, compraron ropa y finalizaron en una cafetería. Era la primera vez que Kibum utilizaba su tarjeta de crédito para algo que no sea actualizar la tarjeta de la biblioteca; lugar donde el rubio ya no asistía pues pasaba sus tardes con el moreno.

El frapuccino de Kibum estaba delicioso, estaba tan concentrado en su bebida que no se dio cuenta que su acompañante lo estaba mirando. Minho admiraba el perfil del rubio, era realmente hermoso, hacía pucheros cada vez que no podía tomar la bebida porque el hielo se quedaba atascado en la pajita. Recorrió la mirada por el tierno rostro del menor, ya no sabía si era capaz de llevarse su alma, era su trabajo, pero no se imaginaba a ese precioso ser en el infierno; pero tampoco imaginaba como el pequeño pasó su vida solo y desamparado, cómo sus padres no se daban cuenta de la joya que tenían y cómo esa joya iba quebrándose poco a poco.

Esa noche Minho abrazó a Kibum en la noche para dormir, pero no por las razones por las que lo hacía primero, sino porque lo deseaba.

 

 

Kibum decidió asistir a la biblioteca, no iba hace mucho su pequeño Taemin lo debe haber extrañado mucho.

-¿Enserio vas a ir a ese lugar? ¡Es aburrido! – se quejaba el moreno.

-Sí, extraño mis libros y a Taemin-

-¿Taemin? ¿Tu único amigo?- preguntó el demonio.

-Sí- bufó el rubio, pues siempre que podía Minho le recordaba que no tenía amigos.

Entraron a la biblioteca y Minho lo hizo de mal humor, siempre odió esos lugares. No entendía cómo el menor podía pasar más tiempo allí que en su casa. Estaba seguro que si dormiría, lo haría en ese lugar.

-Allí está Tae- señaló el rubio. Minho dirigió la mirada a la mesa señalada y vio a un muchacho de unos quince años con cabello castaño con corte hongo leyendo un libro verde- Hola, pequeño- saludó Kibum susurrando, pues no quería que le llamaran la atención. El muchacho levantó la mirada y vio al rubio allí, se lanzó a sus brazos abrazándolo muy fuerte. Ahí Minho pudo ver su rostro, era muy lindo, tenía sus facciones delicadas y los labios gruesos.

-Hyung, te extrañé- susurró el menor sin quitar su sonrisa, de pronto vio a Minho mirando la escena y se separó del rubio avergonzado.

-¡Oh! Él es Minho… un primo lejano. Minho él es Taemin, ya te hablé de él- presentó. El menor hizo una pequeña reverencia mientras quitaba la mirada de los ojos del más alto.

-Tenías razón, Kibum, él es muy tierno- dijo el moreno a lo que Tae se sonrojó y se acomodó en la silla avergonzado. Minho era muy guapo, y él no tenía experiencia en conocer a otras personas, no sabía cómo reaccionar ante una que le atraía.

Kibum se dio cuenta y se molestó. Minho no dejaba de mirar al menor y este se sonrojaba. El demonio disfrutaba la incomodidad que causaba en Taemin, así que hacía comentarios alagándolo y dijeron lo lindo y tierno que era. Mientras el rubio no hablaba y bufaba por la estúpida situación, Taemin parecía una chica enamorada mientras el moreno se hacía el muy cool y coqueteaba descaradamente con el menor.

-Se hace tarde- dijo de improviso el rubio guardando sus cosas, para luego jalar al moreno del brazo guiándolo a la salida- Nos vemos, Tae- se despidió.

No dijeron nada en todo el camino. Minho se sorprendió por el repentino cambio del rubio, tenía una teoría, pero no quería saber si era verdad.

-No has cenado ¿no lo harás?- preguntó el demonio.

-No tengo hambre- soltó Kibum

-¿Estás bien? Desde la biblioteca estas actuando raro-

-No te importa- Minho soltó una risita

-Se supone que yo debería estar molesto por ir a ese aburrido lugar-

-Pues entonces en la próxima no me sigas-

-Sabes que no puedo hacer eso-

-Entonces en la próxima no coquetees descaradamente, me distraes y no puedo leer- dijo enfadado Kibum, para luego sentarse en la cama cruzado de brazos.

-Yo no coqueteaba- se defendió el moreno.

-Claro que sí y a Taemin no parecía molestarle- no miraba al alto, hablaba mirando la pared.

-¿Estás celoso?- preguntó Minho arrodillándose frente al rubio.

-¡¿Qué?! ¡Claro que no!- El rubio se sonrojó cosa que al moreno le preció adorable.

-No estés celoso-

-Que no estoy celoso- Minho tomó el rostro del rubio y lo obligó a mirarlo

-Estoy aquí por ti, no por él ¿sí?- Kibum se puso tenso al mirar a los ojos al demonio, estaba hipnotizado, solo asintió y bajó la mirada-

-Estoy cansado- dijo bajito.

Ambos se acomodaron para dormir –al menos el rubio- claro que primero leyeron parte del libro, Minho tradujo lo que estaba en enoquiano, un idioma muerto que solo los ángeles y demonios sabían. Luego el menor quedó dormido en el pecho del moreno.

Ver dormir a Kibum era toda una experiencia, Minho no se cansaba de ver ese tierno panorama, todas las noches admiraba la belleza frente a él. Pero algo estaba mal, conocía ese sentimiento que empezaba a recorrerle el cuerpo. Sí, sentimiento. Minho había sacado a flote parte de su humanidad haciendo que cierto sentimiento se apoderara de él. Y eso no podía aceptarlo.

Durante los días siguientes Minho estaba distanciado de Kibum, incluso una vez que el menor se dormía dejaba de abrazarlo y se iba, no podía estar al costado de la persona que lo hacía perder el control. Kibum lo notó, pero no decía nada, después de todo en él también crecía ese sentimiento que sabía podía traer consecuencias.

 

 

Sin esperarlo era 9 de diciembre. Kibum recordaba claramente esa fecha, era el cumpleaños de Minho. No sabía qué podía regalar al moreno, era tan difícil saber qué le gustaba a un demonio.

El alto sabía que era su cumpleaños, pero desde que se convirtió en demonio no lo celebraba y no lo haría ahora. Sin embargo, para el rubio era una fecha muy importante, no cumples años todos los días.

Regresando de la escuela y la biblioteca, era ya de noche y Kibum deseaba celebrar el cumpleaños del moreno.

-Ni lo pienses- Soltó el demonio

-P-Pero .. ¿D-De qué…-

-Te dije que sentía lo que deseabas, sé ahora lo que deseas y no … no sucederá-

-Vamos Minho, es un día especial, no te haré un pastel porque no comes, solo dime qué quieres por este día, solo eso.. no será ninguna fiesta-

El demonio lo pensó bien, miró los ojos suplicantes del rubio y habló…

-Solo quiero dos cosas y no son materiales-

-Lo que sea, solo dime- Kibum estaba expectante a la respuesta.

-Primero…- dijo lento, mientras agarraba las manos del rubio y lo guiaba a la cama. Ambos estaban sentados en ella. Minho se acercó al rostro del contrario. El menor se quedó quieto, no estaba seguro de lo que estaba sucediendo, pero no se alejó. - Bésame- susurró el demonio sobre los labios del hermoso rubio y sin esperar respuesta cortó la distancia.

El menor estaba aún sorprendido, sus ojos estaban abiertos y vio al moreno con el rostro sereno que lo besaba con calma. Cerró los ojos disfrutando de los lentos movimientos de Minho, su cuerpo temblaba, su cerebro no reaccionaba y recién despertó cuando su labio inferior fue mordido levemente para luego sentir la lengua del demonio que recorría su boca sin ningún apuro. Sus manos no se habían soltado en ningún momento y no se dieron cuenta que hacían cada vez más fuerte el agarre. El tiempo se había detenido y ambos se dieron cuenta que no podían esconder lo que sentían. El corazón de Kibum latía tan rápido que temía que se escuchara en la habitación, mientras Minho cada vez se convencía que su humanidad estaba llegando a su máximo esplendor y tenía miedo, tenía miedo de ser egoísta y querer quedarse con el rubio.

Sus pensamientos cesaron cuando sintió lo que Kibum deseaba, no sabía si estar feliz o preocuparse… pero no podía, no podía cumplir lo que deseaba.

-Te amo- susurró el rubio luego de separar sus labios. Minho se tensó, no podía… no podía ser tan egoísta, el deseo estaba cada vez más fuerte y no… Kibum merecía vivir más, sus sentidos estaban alertas, lo supo. Kibum estaba listo, pediría su deseo, pero ahora Minho no estaba listo para ese momento- Minho, ya sé qué deseo-

-No, no lo digas, por favor- suplicaba el mayor

-P-Pero Minho.. yo- el menor estaba confundido, pensó que el moreno quería eso desde el principio.

-Sé lo que quieres, te dije que lo sentiría… no puedes pedir eso, por favor- Minho miraba suplicante.

-Yo quiero… Minho yo quiero estar conti…-

-Te dije que quería solo dos cosas por mi cumpleaños ¿puedo pedirla ahora?- Kibum lo miró aún más confundido, pero asintió- pide tu deseo, pero no pidas eso, pídeme lo que quieras ... excepto eso- “deseo estar con Minho” se sentía más fuerte en el cuerpo de ambos, pero Minho no podía volverse humano, entonces Kibum tendría que morir y ser un demonio o una alma perdida en el infierno y eso no lo merecía. Rompía la regla más importante del trato con un demonio de encrucijada: cobrar el alma antes de tiempo.- Te amo, Kibum – dijo el moreno, haciendo que el menor sonriera un poco, pues por la situación sus ojos empezaron a cristalizarse- Mereces vivir más, solo pasarán diez años… yo esperaré y estaremos juntos… lo prometo- Minho sabía que Kibum no merecía no ir al cielo, pero ya no había marcha atrás, desde su primer encuentro su destino estaba escrito.

-¿Lo prometes?- pequeñas lágrimas empezaron a salir de los gatunos ojos.

-Lo prometo, nunca estarás solo, todo el tiempo estaré contigo y luego vendré por ti- El bajo asintió y luego suspiró.

-Deseo ser un artista exitoso- Cumpliría su sueño de pequeño, sería un gran cantante y disfrutaría de esos diez años al máximo.

-Sabía que pedirías eso- susurró Minho- y ¿Por qué no el cambio en tus padres?-

-Porque quiero que ellos me quieran y estén orgullosos de mí sin nada de por medio, si pido su atención sabría que no es un amor verdadero- El demonio sonrió.

-¿Sabes que el deseo se sella con un beso, verdad?- Kibum lo sabía, estaba en aquel extraño libro, al principio rió cuando lo leyó, pero ahora estaba ansioso por sellar ese trato.

 

 

10 años después

Key, era el nombre artístico de Kibum, había ganado un importante premio esa noche, un 9 de diciembre, un día importante para él.

Todo ese tiempo ganó muchísima fama, incluso había ayudado al pequeño Taemin a cumplir su sueño, el muchacho resultó ser mejor bailarín de lo que pensaba, logrando a entrar a una compañía de entretenimiento y debutando.

Key era famoso en todo el mundo, había realizado giras, vendía millones de discos y las entradas a sus conciertos se acababan a los segundos. Sin duda era una vida con la cual había soñado desde que tenía memoria y la disfrutaba lo más que podía porque sabía que se acabaría y ese momento estaba muy cerca.

Se recostó en la cómoda cama de su lujoso departamento, mientras cerraba los ojos esperando.

-Te extrañé- un susurró llegó a su oído, sonrió abriendo los ojos para mirar al demonio que sonreía de oreja a oreja.

-Lo sé- dijo burlón

-Eish, la fama te volvió egocéntrico- ambos rieron y luego se miraron por un rato, tal vez aun sin creerse que el tiempo había pasado demasiado rápido. En un rápido movimiento, el moreno beso suavemente al ahora castaño- ¿Estás listo?- preguntó sobre sus labios.

-Sí- dijo seguro- ¿Sabes? Kurt Cobain y Amy Winehouse murieron a los 27 años-

-Entonces quedarás en la historia igual que ellos- Kibum no podía negar que estaba nervioso, pero estuvo esperando ese momento y estaba seguro que no se arrepentiría. Estaría con Minho y eso no tenía precio. Cerró los ojos y suspiró.

-Mi alma es tuya-

Notas finales:

¿Qué les pareció? Me costó bastante escribirla jeje, perdía las ideas constantemente. 

Una amiga me recomendó escribir sobre la historia del Jongyu ¿Ustedes qué creen?

Perdón si hay algún error, espero que es haya gustado. Subiré los otros shots que debo en los siguientes días :3

Nos leemos!

traublemaker

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