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El chico que hablaba con las estrellas. por DNA

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Notas del capitulo:

Segundo OuO

Luhan bajó tranquilamente las escaleras para reunirse con Sehun en el primer piso, se sentía tan extrañamente emocionado usando la ropa de Sehun además de la sucederá que él le acaba de obsequiar aunque por sobre todo aquello lo que más emocionaba además de lo nervioso que lo hacía sentir era llevar el collar que había sido de la madre del peli plata, todas esas cosas únicamente lo hacían sentir entre confundido, ansioso y feliz.

 

-¿Sehun?-llamó al no verlo por ningún sitio, no recibió respuesta de ninguna clase, miró en todas direcciones sin saber sí volver a llamarlo o no y finalmente tomó  la decisión de esperarlo como un buen chico sentado en uno de los sofás.

Se sentó en ese sofá que estaba frente al cuadro de esa bella mujer y nuevamente permaneció mirándolo, ella era muy hermosa, parecía una princesa, se puso de pie y caminó hasta estar lo más cerca que podía de aquella pintura sobre la chimenea, la observó muy atentamente hasta que su atención quedó atrapada por él paquete entre todos las figurillas de cristal y porcelana sobre la chimenea.

Lo tomó mirándolo extrañado, eso no estaba ahí antes, lo reviso bien hasta que vio el nombre de Sehun en él, sé debatió entre mirar el contenido o dejarlo en su sitio y antes de que logrará tomar una decisión el paquete le fue arrebatado.

-¿Qué haces con esto?-preguntó seriamente Sehun.

-Y-yo...lo vi sobre la chimenea...te-tenía tú nombre y por eso lo tomé-explicó nervioso, Sehun parecía enojado y él no sabía cómo actuar ante eso.

-Esto es basura-aseguró el peli plata arrojándolo dentro de la chimenea que estaba apagada por lo que nada le pasó al paquete pero de alguna forma esa era la manera de Sehun de decirle que no mirará eso.

-S-sí-asintió rápidamente.

-Genial-su sonrisa volvió-Vamos, tengo mucha hambre-dijo con una expresión infantil tomando su mano para sacarlo de la casa-¿Conductor o pasajero?-preguntó.

Luhan había logrado mejorar mucho con sus lecciones de bicicleta pero todavía no se atrevía a estar mucho tiempo en ella y mucho menos a manejarla mientras Sehun era el pasajero.

-Pasajero-respondió en voz baja.

-Bien-Sehun nunca lo presionaba-Sube-indicó.

Luhan asintió obedeciendo rápidamente, salieron a la calle recorriendo una vez más aquella ruta que conocían a la perfección, su restaurante favorito se veía cada vez más cerca, al llegar Luhan esperó pacientemente a Sehun que ponía una cadena a la bicicleta para dejarla en ese estacionamiento especial que el restaurante tenía, ambos sonrieron mientras se dirigían a la entrada del local ingresando sin más demoras.

Ocuparon la mesa de siempre, Luhan repentinamente se sintió muy nervioso al notar como en el lugar habían más personas de lo usual, odiaba los lugares con mucha gente, la mano de Sehun cubrió la suya que descansaba sobre la mesa y le sonrió tranquilizando sus nervios, eso siempre lo arreglaba todo.

Cuando la comida llegó minutos después de que habían ordenado comenzaron a comer, Luhan miraba atentamente la forma que Sehun cortaba los bordes de su sándwich, lo había hecho desde la primera vez que habían comido en aquel lugar y aunque agradecía el gesto Luhan no lograba comprender como era que Sehun sabía que los bordes no le gustaban, nunca se lo había dicho.

Tenía tantas dudas que seguramente sí llegaba a tratar de ponerlas en orden nunca podría, nunca se sintió tentado por preguntarle nada pero en ese momento era lo que más deseaba hacer pero no se atrevía.

-¿Pasa algo?-preguntó Sehun al notar la insistente mirada ajena.

-No…nada-murmuró.

-¿Seguro?

-Sí...-iba a asentir también pero se detuvo y lo reconsidero-De hecho...yo...me gustaría hacerte una pregunta-sé atrevió a decir.

-Adelante-animó Sehun mostrándole su sonrisa.

-¿Con...con quién hablas cuando estás en el balcón?-soltó despacio, Sehun perdió su sonrisa y Luhan agachó la mirada intentando quedarse callado pero no pudo-No…no es la primera vez que yo te escucho y...quiero saber de verdad-explicó recibiendo como respuesta un silencio incómodo-S-sí no quieres decirme e-está bien yo no...

-Te diré-interrumpió Sehun-Confío en ti y por eso te diré.

-B-bien.

-Yo...cuando salgo al balcón yo...habló con mis únicas amigas además de ti-dijo nervioso, Luhan no entendió eso, ¿amigas, que amigas?-Luhan yo...a lo que me refiero es que...yo hablo con las estrellas-confesó.

Luhan lo miró a los ojos en total silencio y Sehun temió que Luhan fuese a decir lo mismo que todos decían cuando les confesaba ese secreto, lo vio sonreír y el alivio lo invadió sin saber que estaba cantando victoria antes de tiempo.

La sonrisa de Luhan se transformó en una gran carcajada que descolocó a Sehun, lo vio reírse sin control durante varios minutos y saber que era Luhan quién lo hacía le dolió más que todo lo que las otras personas le hubiesen dicho antes.

-Que gracioso-suspiró luego de calmar su risa-En verdad sí no querías decirme estaba bien si decías que no-dijo Luhan con una sonrisa que se desvaneció al ver la expresión sería de Sehun-¿No bromeas?

-No tendría porque hacerlo, es la verdad-respondió tajante, dolido.

-Sehun, eso no es posible, nadie hace eso-intentó explicarle.

-Yo sí-sentenció.

-No, Sehunnie eso no es así...tú hablas solo, nadie te responde-habló como si tratara con un niño y su mano trató de tomar la de Sehun pero él la alejó rápidamente.

-Que tú seas incapaz de escucharlas no quiere decir nada-afirmó molesto.

-Sehun...lo que dices no es posible, nadie lo hace-insistió.

-Que otras personas no puedan no significa nada-no podía entenderlo, no comprendía porque Luhan no le creía y mucho menos entendía porque le dolía tanto que él no le creyera.

-Lo que dices es una locura-sentenció, Sehun lo miró dolido pero eso no duró mucho y esa mirada se transformó en una mirada rencorosa.

-¡Tú que sabes, no eres más que un estúpido cobarde que no sé atreve a nada, no eres nadie, un insignificante e invisible chico como tú jamás comprendería nada!-soltó movido por el insoportable sentimiento de la traición y la desconfianza, todo con el único fin de lastimarlo y lo hizo, Luhan apenas pudo no llorar pero logró controlarse al final.

-¡Prefiero ser todo eso que un idiota que imagina cosas!-se defendió cegado por los mismos sentimientos que Sehun sentía en ese preciso momento.

-¡Pues si no fuera por el idiota que imagina cosas seguirías viviendo tu patética e insignificante vida!-estaba siendo un imbécil pero no podía callarse, nunca podía hacerlo cuando aquel sentimiento de rechazó estaba presente.

-¡Prefiero mil veces eso que seguir soportándote, quédate con tus amigas imaginarias y con tu amistad!-dijo antes de ponerse de pie y abandonar el restaurante.

Luhan caminó rápido entre la gente sin mirar atrás, su pecho dolía, había un gran hueco en su interior y quería llorar más que nunca, apenas podía creer lo que Sehun le había dicho y esas palabras no dejaban de repetirse golpeándolo más dolorosamente que nada que hubiesen sentido antes, al final todo había sido una mentira, Sehun jamás lo había considerado alguien importante ni especial.

Cuando finalmente estuvo de vuelta en la escuela encerrado en las cuatro paredes de su habitación se dejó caer sobre la cama, había un sentimiento horrible en su pecho, era como si le hubiesen quitado algo que siempre había buscado, las palabra dichas no dejaban de sonar una y otra vez, Sehun había mentido, había dicho que nunca iba a dejarlo ni a hacerle daño pero lo había hecho y vaya que dolía, dolía mucho, tanto que solamente deseaba no tener sentimientos para de esa forma no sentirse así.

La lágrimas comenzaron a caer despacio para finalmente ser un llanto incontrolable que intentaba ahogar en la almohada, se sentía defraudado como tantas veces atrás pero ahora era peor, había experimentado ese sentimiento antes con su padre pero sin duda eso era mucho, mucho peor que entonces y también  se sentía como algo tan injusto.

¿Por qué lo habían ilusionado poniendo en su camino a alguien que al final le daría la espalda como todos?

¿Tan divertido era verlo sufrir?

¿Había hecho algo malo acaso?

¿Por qué eso le pasaba únicamente a él?

No había respuesta a esas preguntas, se las había hecho desde hacía siete años, desde el día que su madre se había ido y su padre le dio la espalda pero jamás había una respuesta, no entendía nada, su abuela le había dicho que todo lo que a uno le pasaba en la vida era por un buen propósito pero no entendía que de bueno había en hacerlo sufrir así, tal vez solamente no comprendía o no quería hacerlo.

El fin de semana se fue entre lágrimas y profundos silencios que esperaba inútilmente que se rompieran con una llamada o mensaje de Sehun pero no pasó nunca, también quería llamarlo pero no se atrevía por miedo a ser rechazado y agredido como en el restaurante, cuando Chanyeol y Baekhyun aparecieron se esforzó mucho en hacer que todo pareciera en orden pero no era buen actor y aunque ellos sabían que algo estaba mal ninguno se entrometió, querían que Luhan les dijera.

La mañana del lunes esperó encontrar el mensaje de Sehun pero no llegó, el martes tampoco lo hizo y tampoco el miércoles, los días pasaban lentamente y había tenido mucho tiempo para pensar sobre todo lo ocurrido, ese día, el miércoles por la noche volvió a llorar al darse cuenta de los estúpido que había sido, le había jurado a Sehun confiar siempre en él pero no lo había hecho y en su lugar lo había lastimado, todo era por sus tontas palabras y si Sehun no quería volver a verlo tendría toda la razón.

-Luhan-llamó Chanyeol sacándolo de sus pensamientos, el atardecer entraba por la ventana y el jueves se estaba yendo igual que los demás días-¿Qué te pasa?-le preguntó un tanto preocupado.

-Nada-respondió en un susurro, solo eran ellos dos en la habitación, Baekhyun había ido a buscar unos libros para su tarea de historia.

-¿Y entonces estas tan triste por nada?-cuestionó haciendo énfasis en la última palabra y él únicamente agachó la mirada-Has estado muy deprimido, nosotros nos damos cuenta que incluso has estado llorando mucho, al principio pensamos que era porque Kris te había lastimado en nuestra usencia pero es obvio que no es eso y nosotros no hemos querido preguntar porque esperábamos que tú nos dijeras algo pero es obvio que no será así, Luhan nosotros somos tus amigos y estamos preocupados por eso si hay algo en que podamos ayudarte no dudes en contarnos-pidió regalándole una sonría amable y dulce.

Luhan asintió muy despacio, no estaba seguro pero Chanyeol había dicho que ayudarían, tal vez si le preguntaba a él podría encontrar una forma de poder llegar a Sehun para habar con él y quién sabe, tal vez hasta encontrarían una solución a su problema.

-Cha-Chanyeol-llamó en un susurro.

-¿Qué pasa?-preguntó poniéndole toda la atención del mundo.

-¿Q-qué se debe hacer cuando…cuando peleas tan feo con un amigo que…que no parece haber una solución?-preguntó mirando en todo momento su cuaderno.

-Bueno depende cual haya sido el problema-respondió tranquilamente.

-Bueno…d-digamos que él te cuenta un secreto pero…pero ese secreto es algo imposible y hasta algo absurdo y por eso no le crees y se lo dices pero él…no lo toma bien y entonces…entonces pelean y se dicen cosas feas.

-Ya veo-suspiró-Deben darse una disculpa Luhan, los dos.

-¿Sí?

-Sí, él por haber reaccionado mal y decirte cosas feas y tú por haber hecho lo mismo y no creerle-explicó.

-P-pero…su secreto es algo imposible-murmuró.

-Luhan, las personas suelen ser muy incrédulas y envidiosas, cuando alguien no puede hacer algo siempre dice que es algo imposible pero cuando alguien más puede hacerlo siempre lo tachan de mentiroso o loco, no tiene que ser así porque no solo porque tú no lo puedas hacer eso es algo imposible, tal vez difícil pero puede que haya personas que si puedan, además piensa, ¿qué sentirías si tú le dijeras algo así y él no te creyera?-preguntó.

-Me sentiría mal-susurró.

-Exacto, es así como las personas se sienten cuando algo así sucede entonces tú le debes una disculpa a esa persona-afirmó.

Luhan se quedo en silencio reflexionando lo dicho por Chanyeol y él tenía razón, Sehun aun tenía oportunidad para demostrar lo que decía por eso entonces él debía buscarlo y decir que lo sienta, se levantó de su lugar y sin decirle nada a Chanyeol salió corriendo rumbo a los comedores, tenía un plan.

-Señora Kim, señora Kim-llamó insisten a la simpática mujer de edad avanzada.

-Hannie, ¿qué te trae por aquí cariño?-preguntó con una dulce sonrisa, ella siempre había sido muy atenta con él y también le había dicho que sí algún día necesitaba algo podría pedírselo sin pena.

-¿M-me...me ayuda a hacer galletas?-preguntó tímidamente.

Ella le sonrió todavía más y minutos más tarde Luhan resolvía la harina con la leche y huevo, en todo el tiempo que había pasado con Sehun había aprendido muchas cosas sobre él y sabía que a él le gustaban las galletas de chocolate y sí bien sabía que Sehun no iba tan sólo a tomarlas y perdonarlo esperaba que su presente le diera por lo menos una oportunidad para hablar con Sehun.

Las galletas tardaron un poco más de lo que había pensado y para cuando estuvieron listas y él pudo salir de la cocina, luego de agradecerle su ayuda a la señora Kim, el sol se había metido ya pero igual continuó con su plan y atravesó el pasadizo hacia la casa de Sehun.

La puerta trasera en esa ocasión no estuvo abierta pero no se rindió y fue hasta la puerta principal, golpeó fuerte la sólida madera y al verla abrirse su corazón se aceleró producto de la alegría que sentía pero su alegría duró poco al ver que quien abría la puerta no era Sehun sino su hermano mayor.

-¿Cómo entraste?, esto es propiedad privada-tenía el ceño fruncido y Luhan tuvo que pensar rápido.

-Sehun me dio llaves-mintió escuchándolo bufar, debía estar muy enojado y aunque Luhan tenía algo de miedo se obligó a ser menos cobarde y quedarse sin importar lo que fuese a pasar.

-¿Qué haces aquí y que quieres?-preguntó con disgusto.

-Yo...yo vine a ver a Sehun y no me iré sin hacerlo-respondió aparentando ser valiente-Yo realmente necesito hablar con él y pedirle una disculpa...fui un idiota con él y debo disculparme-soltó tan rápido como pudo.

La mirada dura del mayor pareció suavizarse un poco cuando dejó ir un gran suspiro antes de mirarlo nuevamente con algo parecido a la amabilidad y comprensión que lo ayudo mucho a no dejar que la idea de salir coarriendo lo tentara más de lo que ya lo hacía.

-¿Cómo te llamas?

-Lu-Luhan-respondió rápidamente.

-Bien Luhan, Sehun no está ahora porque fue de visita con un familiar nuestro, yo vine a dejar unas cosas y pensaba quedarme hasta que vuelva mañana así que... ¿quieres que le de algún mensaje de tu parte?-preguntó dándole una pequeña sonrisa.

-Sí-asintió entusiasmado-Por favor entrégale esto, dile que lo lamento mucho y que quiero que hablemos-dijo entregándole las galletas.

-Muy bien, yo le digo-asintió con una sonrisa.

-Muchas gracias-sonrió también, sus ojos brillaban por la alegría aún a través de sus gafas y a Junmyun le provocó algo de ternura.

-Muy bien, vete a casa con cuidado-pidió cerrando finalmente la puerta.

Luhan lo vio cerrar la puerta y dio media vuelta yendo de vuelta al colegio, estaba feliz entonces porque sabía que el mayor haría llegar su recado a Sehun y entonces arreglarían las cosas.

*****

Junmyun suspiró pesadamente luego de haber cerrado la puerta, miró la bolsita con galletas que sostenía en sus manos y sintió algo de culpa por haberle metido a ese chico, Luhan parecía un buen niño después de todo.

-¿Quién era?-preguntó Sehun desde las escaleras.

-¿Qué?

-Me pareció haber escuchado que llamaron a la puerta, te preguntó quién era-dijo mirándolo curioso.

-Nadie llamo, fui sólo yo que salí un momento, compré galletas-respondió alzando la bolsita para que Sehun la viera.

-Ya veo-vio la decepción en los ojos de Sehun y se sintió la peor persona del mundo por un instante.

-¿Pasa algo?-preguntó aparentando no darse cuenta de nada.

-No-murmuró antes de girarse para irse rumbo a su habitación donde se había mantenido recluido desde que había llegado.

Junmyun no trató de detenerlo y cuando ya no lo vio se apresuró a llegar al sofá donde estaba la mochila del menor, la revisó bien hasta hallar lo que buscaba y sacó de ella el celular de su hermano.

-Lo siento Luhan pero no pueden seguir viéndose-susurró antes de meter él celular del menor a su abrigo, era lo mejor para ambos.

*****

-Luhan-susurró una vez más su nombre entre la oscuridad de su habitación pero nadie respondió.

Había sido un estúpido por no salir tras él ese día, lo extrañaba pero su hermano no lo había dejado salir, había llegado el lunes por la mañana con la excusa de pasar unos días con él y no se había ido desde entonces, quería a su hermano y lo hacía feliz que convivieran un poco más pero en esos precisos instantes tan sólo deseaba que se fuera para poder ir a buscar a Luhan, quería verlo tanto que sentía que la desesperación lo iba a consumir.

-Luhan-llamó otra vez-¿Por qué no vienes mi pequeña estrella, me odias ahora?-esa posibilidad lo perseguía desde aquel maldito día y sólo le provocaba un extraño sentimiento de dolor y miedo en el pecho.

No sabía que era ese sentimiento ni porque lo sentía y ni las estrellas habían podido explicarle, ellas también estaban tristes desde que Luhan no estaba y eso tan sólo empeoraba todo porque entonces nadie podría consolarlo ni animarlo, ellas no le habían dicho ni una sola vez que Luhan volvería y eso era malo, suspiró sonoramente cubriéndose el rostro con los brazos cuando sintió que la oscuridad de su habitación quería tragárselo.

-¿Estarás bien?-preguntó a la nada-¿Qué harás sí vuelven a lastimarte?, por favor corre a mí sin importar nada-pidió pero su voz se quebró-Te extraño mucho Luhannie-susurró despacio, un par de lágrimas escaparon de sus ojos y deseo con toda su alma que él estuviese ahí como aquella noche que lo había abrazado y dicho que estaba ahí con él, quería recuperar a su pequeña estrella aunque no sabía cómo.

Notas finales:

Y eso ha sido todo por hoy, no odien a Suhot aunque sea malo TTnTT

Muchas gracias por leer, hasta la próxima y cuídense mucho OuO


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