Capitulo 26
El lunes por la mañana Luhan sintió todas las miradas del mundo sobre él, actualmente él sabía que siempre era observado por todos pero ese día en especial se sentía mucho más observado que nunca en su vida y extrañamente estaba bien con eso, había algo bueno sobre llevar una marca de Sehun aunque sin duda era inevitable no sonrojarse cuando recordaba la forma en que esta había sido hecha.
No había visto a ninguno de sus amigos todavía puesto que había regresado apenas esa mañana, lo cual le había costado una reprimenda del prefecto pero no importaba porque había valido la pena, él en verdad podía decir que había pasado el mejor fin semana de su vida y la sonrisa que portaba esa mañana parecía imborrable además de atraer la mirada del mundo entero como moscas a la miel.
Cuando finalmente estuvo frente a su respectivo salón de clases se detuvo unos segundos para tomar aire, sabía perfectamente que sus amigos no eran como sus demás compañeros y que ellos no iban a detenerse para preguntarle el origen de la marca en su cuello pero sabía perfectamente lo que debía hacer entonces.
No puedes decirles mi nombre ni admitirás directamente el tipo de relación que tenemos porque aun tenemos que mantenerlo en secreto es por eso que en su lugar les dirás que el dueño de tu corazón fue quien te hizo esto, ¿lo prometes?
Luhan había aceptado al instante además de estar complacido con la respuesta que Sehun le había pedido darle a los chicos, abrió la puerta luego de un rato y al entrar sus ojos se abrieron a más no poder al encontrar el salón lleno de globos, listones y lirios de los valles.
Entró despacio mientras recorría con la mirada todo el lugar, globos de diferentes colores flotaban por todo el lugar adornados con listones al igual que las paredes, los lirios estaban en el suelo en pequeñas macetitas, todo el lugar olía a ellos y por primera vez en su vida el olor le pareció demasiado, su mirada viajó a la pizarra y ahí escritó con varios colores estaba su nombre además de una pregunta que lo descolocó.
Luhan, ¿quieres ser mi novio?
No sabía quien hacia eso pero no le gustaba para nada y mucho menos le iba a gustar a Sehun, él podría no enterarse pero Luhan no quería guardarle ni un solo secreto, no a él lo cual era algo irónico considerando que Sehun si le guardaba muchos secretos a él.
-¿Cuál es tu respuesta Lulu?-preguntaron a su espalda.
Se giró rápidamente ante la familiar voz quedándose inmóvil al ver a Lay que sostenía un unicornio de peluche en sus brazos, la sonrisa que portaba se borró en segundos mientras se quedaba sorprendido tanto o más que él cuando sus ojos se posaron sobre su cuello, tuvo un momento de duda cuando consideró cubrir con su mano su cuello pero no lo hizo, no porque se lo había prometido a Sehun y también porque Lay debía saber que lo que él quería no iba a poder ser.
-¿Qué…?
-No puedo Lay, tú eres uno de mis mejores amigos y no podría verte de otra forma, además…creo que ya te diste cuenta que hay alguien más-susurró despacio, no quería hacerle daño pero parecía algo imposible, todo sería mucho más fácil si fuese otra persona en lugar de Lay, era lo que más deseaba en esos momentos.
-No es mentira ¿verdad?-su voz salió apenas, lágrimas le empañaban la vista y su corazón se había detenido.
-No-dijo en un murmullo, odiaba eso, tan sólo quería que acabara ya.
-¿Quién es?-preguntó en un doloroso murmullo.
-No…no puedo decirte-susurró.
-No voy a aceptar esto, merezco una respuesta, ¿quién es?-exigió y por mucho que Luhan comenzara a ponerse nervioso no diría nada sobre Sehun.
-No puedo decirte-reafirmó esforzándose por lucir valiente.
Pero Lay no parecía nada feliz y Luhan terminó de darse cuenta de ello cuando las manos del rubio se cerraron dolorosamente sobre sus antebrazos y su espalda chocó contra la pared, sus mirada angustiada estaba sobre las manos ajenas que lo hacían sentir dolor, dudo en levantar la mirada y cuando finalmente se atrevió a hacerlo la mirada ajena casi provocó que gritara en busca de ayuda.
-¡¿Y de esta forma tú esperas que no crea que es una mentira tuya?!-alzó la voz el furioso chico.
-Suéltame-ordenó en un susurro, eso era una espantosa pesadilla.
-¡Contesta de una maldita vez!-ordenó.
-Suéltame-pidió elevando más su tono de voz.
-¡Dime la verdad!-ordenó.
-¡Suéltame!-ordenó utilizando el mismo tono de voz empleado por Lay empujándolo con toda la fuerza que no sabía que tenía-¡Me importa poco si me crees o no, yo digo la verdad, hay alguien más y no tengo por qué decirte nada más porque se trata de mí y no se me da la gana!-sentención.
El silencio reino en la habitación luego de la inesperada explosión de Luhan, Lay lo miraba como si estuviera mirando a algún desconocido, Luhan no se atrevía a mirara al rubio a los ojos y fue eso mismo lo que lo hizo tomar la decisión de abandonar el salón en total silencio, estaba más allá de asustado y quería estar solo.
Se sintió inmensamente aliviado cuando encontró abierta la puerta de la azotea donde solía pasarse con Sehun las horas de fuga que tenía gracias la peli plata, se dejó caer en el suelo mirando al cielo intentando matar las ganas de llorar como un niño pequeño que ve al monstruo que vive bajo su cama, las inútiles lágrimas querían salir a como diera lugar obligándolo a tomar profundas respiraciones intentando retenerlas.
Era difícil porque dolía y no sólo haber peleado de esa horrible manera con Lay sino también había dolor físico en las partes donde Lay había apretado con mucha fuerza, tal vez habría marcas y a Sehun eso no iba a gustarle para nada, tal vez no decirle nada sería lo ideal.
De: Sehun.
Ven a mi casa cuando salgas de clases.
Era un mensaje pequeño y él no había demorado en responder con un simple “Sí”, al ver sus manos cuando sostenía su celular se dio cuenta que estas temblaban sin control, estaba asustado de eso no había duda alguna.
El tiempo pasó lentamente mientras él estaba ahí solo y ocultó de todos, se atrevió a bajar luego de darse cuenta que había perdido sus dos primeras clases, mientras caminaba se encontró con la señora Kim, ella lo miró atentamente algo sorprendida al verlo fuera de clases ya que sabía que él era demasiado responsable, lo miró a los ojos y lo abrazó de la nada.
-¿Qué pasó cariño?-preguntó cariñosamente cuando el menor también se atrevió a abrazarla.
-No quiero ir a clases-susurró despacio.
La señora Kim era muy linda y amable con él, era la única que trataba de ayudarlo cada vez que podía como en ese momento que lo animó a ir con ella en lugar de ir a clases, entró con ella a la cocina caminando siempre tras ella que le sonreía cariñosamente.
-Tranquilo cariños, más tarde obtendré para ti una nota de la enfermera para que no tengas problemas por faltar-prometió.
Ella lo invitó a sentarse frente a la pequeña mesa que había ahí, no puso objeción y sonrió ampliamente cuando ella colocó frente a él un trozo de pastel de fresas y luego se sentó a su lado sin dejar de sonreírle de esa maternal forma que lo hacía sentir muy cómodo.
-¿Me quieres contar?-preguntó haciendo referencia al problema que lo tenía algo triste.
-Tuve una pelea con Xing-murmuró con la cuchara sobre sus labios.
-¿Y eso?, él parece quererte mucho-comentó.
-Hoy él…se me declaró y yo lo rechace por eso…por eso peleamos-explicó afligido.
-¿Y él fue quien te hizo eso?-preguntó señalando su cuello.
Luhan se sonrojó rápidamente al darse cuenta de que era lo que la señora Kim señalaba, la miró a los ojos sin estar seguro de que decirle decidiendo que a ella podía decirle la verdad, ella no iba a decirle a nadie después de todo.
-No…esto lo…lo hizo mi novio-confesó.
Sus mejillas se sonrojaron mucho más mientras la señora Kim lo miraba sorprendida, la vio sonreír ampliamente luego de unos instantes sin apartar su mirada de él.
-¿Es lindo, te quiere mucho, lo conoceré pronto?-preguntó entusiasmada.
-Bueno…él es muy lindo conmigo, siempre me dice que me quiere y bueno…no podemos decirle a nadie de lo nuestro por eso no puedo presentárselo todavía-explicó con una sonrisa tímida.
-Hannie, presta mucha atención cariño, ¿hay alguna razón realmente fuerte para que él quiera mantenerlo en secreto?-preguntó seriamente.
-¿Eh?
-No es que desconfié de tu criterio pero hay personas muy malas, no me gustaría que jugaran con tus sentimientos ahora que por fin sonríes más a menudo-explicó con cuidado para no hacer que se alterara.
-La hay, en verdad la hay, su hermano…él ni siquiera estaba de acuerdo cuando comenzamos a ser amigos y si él llega a saber que somos algo más…no queremos que nos separen-ella sonrió tranquilamente y asintió en aprobación estando de acuerdo con la explicación del menor.
Luhan pasó un largo tiempo con la señora Kim, la ayudó a preparar todo para la hora del descansó y al final obtuvó galletas que la señora Kim hizo especialmente para él y Sehun, se despidió de ella con una sonrisa y un beso en la mejilla para finalmente ir a su dormitorio, se cambió de ropa rápidamente antes de que Lay llegara y finalmente salió rumbo a casa de Sehun.
Había estado desenado todo el día reunirse con él, era increíble lo insoportable que le resultaba estar separado de él apenas unas horas pero eso únicamente hacia que el momento de la reunión fuera mucho mejor.
Cruzó el pasadizo y la cocina en tiempo record llegando a la sala de estar donde se encontró con un muy malo pero familiar escenario, Suho y Sehun estaban discutiendo, Donghae y Leeteuk sujetaban a Sehun mientras que el chico que había conocido en el hospital el día que acompaño a su padre y otro chico que jamás había visto sujetaban a Suho, miró a Sehun notando el tono rojizo de su mejilla lo cual sólo quería decir que la pelea había llegado más allá de los gritos lo cual lo preocupo demasiado.
-¡¿POR QUÉ?!-gritó Sehun-¡¿POR QUÉ LAY TIENE MUCHO MÁS DERECHO A SER FELIZ QUE YO?!-preguntó, su voz estaba quebrada entonces y eso le partía el corazón porque de alguna forma sentía el dolor y desesperación de Sehun.
-¡DEJA DE CAMBIAR MIS PALABRAS JODER!-gritó de vuelta Suho.
-¡JODIDO HIPÓCRITA!-soltó luchando por soltarse del agarre que Donghae y Leeteuk tenían sobre él-¡ADMÍTELO YA, ADMITE QUE TE IMPORTO MENOS QUE NADA Y QUE TU ÚNICA PRIORIDAD ES QUE ESE IMBÉCIL SEA FELIZ!-reprochó, Suho trató de soltarse también pero esos chicos que lo sujetaban lograron frenar sus intentos.
-¡Suho tranquilízate!-ordenó Jongdae.
-¡Sehun basta ya, no pueden pelear, son hermanos maldición!-le recordó Leeteuk.
-¡Sehun!-lo llamó con fuerza para detener aquella pelea y el dolor que veía en los ojos de su novio.
Todos los presentes se giraron para verlo, Leeteuk y Donghae parecían aliviados de verlo ahí mientras que Jongdae y el desconocido lo miraban asombrados y confundidos, Suho también lo miraba desconcertado, no lo reconocía y Luhan sabía que sería así debido al radical cambio de su imagen.
-¡¿Ahora a quién diablos metiste a casa?!-preguntó furioso Suho.
Leeteuk y Donghae soltaron a Sehun que no le prestó ni la más mínima atención a su hermano y simplemente se apresuro a llegar a él y abrazarlo como si fuera un salvadas en medio del mar, Luhan correspondió sin quejas.
-Te extrañe mucho Luhan-dijo antes de besar su frente.
Una sonrisa tonta se dibujó en sus labios a diferencia de Suho que en cuanto lo reconoció pareció enojarse mucho más de lo que ya estaba obligando a los dos chicos a hacer más fuerte su agarre en él.
-¡Sácalo de aquí ahora mismo!-ordenó el mayor.
Sehun únicamente lo ignoró, tomó su mano y sin mirara a ninguno de los presentes subió las escaleras que daban al segundo piso, Luhan tuvo una imagen del furioso hermano mayor de Sehun mientras subían las escaleras hasta finalmente desaparecer entre los pasillos, fueron hasta la habitación de Sehun donde él los encerró a ambos para evitar que nadie más entrara.
Los brazos de Sehun volvieron a rodearlo y él correspondió más que feliz, Sehun no estaba bien y lo sabía por eso se esforzó mucho en mantenerse firme para él, no estaba seguro que había sido lo que había iniciado la pelea entre ambos hermanos pero si tenía que ver con Lay debía ser grave, siempre era así cuando tenía que ver con su amigo al que a esas alturas ya no sabía si debía llamar así.
-Por favor dime que dijiste que no-suplicó, se veía como un animalito herido, dolía verlo así y por más que quisiera decirle lo que quería no tenía ni la más remota idea de a lo que se refería-Lay…júrame que lo rechazaste-pidió aclarando así la duda que tenía.
-Por supuesto que dije que no Sehun, tú eres mi novio y yo no voy a cambiarte por nadie ni nada en este mundo-aseguró.
-Pero…Lay él…
-Te quiero-interrumpió rápidamente-No voy a dejarte jamás…no lo hare ni planeo hacerlo porque descubrir que no puedo…es incluso difícil estar lejos de ti aunque son solo un par de horas y la escuela está a un lado de tu casa, te has vuelto alguien indispensable en mi vida y creo…creo que soy adicto a ti ahora-confesó sonrojado.
-En verdad tengo mucha suerte de haberte encontrado, ¿verdad?-preguntó con su sonrisa de vuelta, esa sonría que él tanto adoraba.
-Pensé que el de la suerte era yo-dijo riendo suavemente.
Sehun miró hacia la puerta cerrada y luego a él, le sonrió con adoración cortando la distancia para poder darle un rápido beso en los labios abrazándolo más posesivamente, había sentido tanto miedo cuando su hermano mayor había dicho que Lay iba a declarársele a Luhan.
Lay era mejor que él de tantas formas y Luhan parecía sentir algo demasiado especial por el rubio que había tenido tantas dudas cuando comenzó a negar que Luhan fuera a aceptar, todo se había vuelto un desastre y había llegado demasiado lejos pero ahora que su Luhan estaba ahí era posiblemente la persona más feliz del mundo.
-¿Te duele?-preguntó Luhan con preocupación mirando el golpe en su mejilla.
-No, Suho hyung golpea como niña-bromeó buscando aliviar un poco más el mal rato que lo había hecho pasar.
-¿Por qué te hizo esto?-preguntó con el ceño fruncido dando un aspecto parecido a un conejito enojado.
-Él te insulto y entonces yo insulte a Lay, comenzamos a pelear entonces y seguramente de no ser por los chicos seguiríamos en eso-explicó como si no tuviese nada de extraordinario.
-No me gusta que salgas lastimado-murmuró inconforme.
-Lo siento, por preocuparte y hacerte pasar un mal rato, yo no tenía ni idea de que ellos vendrían hoy, se supone que solo venían a dejar una invitación y…
-¿Invitación?
-Minseok hyung y Jongdae hyung, los chicos que detenían a mi hermano, ellos van a casarse y vinieron a invitarme a la fiesta o algo así-explicó sin mucho interés.
-No importa-negó-También te traje galletas-anunció mostrándole la bolsita que la señora Kim le había dado.
-Eres el mejor novio del mundo, ¿lo sabías?-preguntó haciéndolo reír.
-Tal vez-asintió dándole las galletas a Sehun que parecía un niño emocionado cuando comenzó a comerlas.
Esa sonrisa de alegría era la que más le gustaba y deseaba preservarla, sabía que Sehun no siempre iba a sonreír pero mientras él estuviera a su lado y pudiera hacer algo iba a hacerlo tan feliz como pudiera hacerlo porque ese era el objetivo de ambos, Sehun quería que él fuera feliz y Luhan quería que Sehun lo fuera mucho más.