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El chico que hablaba con las estrellas. por DNA

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Notas del capitulo:

Segundo y ultimo >u<

Jongdae miró por el espejo retrovisor a los menores ocupando los asientos traseros de su auto por décimo novena vez, Luhan se había quedado dormido a mitad del viaje y aunque no era extraño que eso pasara sí era extraño ver a Sehun tan atento y cariñoso con el dormido jovencito, era como mirar a un extraterrestre.

 

-¿Tienes algo que preguntar o simplemente estarás ahí mirándome?-preguntó Sehun ya irritado por la insisten mirada del mayor.

-Claro que haré preguntas solo que no sé cuál hacer primero-respondió recibiendo una mirada fulminante del menor-Veamos primero que nada...que tal una explicación para lo que ha pasado esa noche-sugirió.

-Simplemente necesitados donde quedarnos-explicó con calma.

-¿Qué haces en Jeju?

-Vengo con Luhan a pasar la navidad.

-¿Qué hay de Suho hyung?

-Con el estúpido unicornio.

-¿Cuánto llevas aquí en Jeju?

-Dos días.

-¿Cómo supiste que yo también estaba aquí?

-Minseok me lo dijo la última vez que nos vimos, dijo que vendrías aquí para visitar a tu familia.

-¿Dónde te estás quedando?

-Con el padre de Luhan pero él no quiere verlo por el momento.

-¿Por qué?

-Todavía no lo sé con exactitud.

-Ya veo-asintió en aprobación a todas las respuestas dadas pero aun tenía una pregunta, la más importante quizá-¿Qué hay entre Luhan y tú?-soltó sin rodeos.

-¿Falta mucho para llegar?-respondió con otra pregunta haciéndole saber que ocultaba algo.

-Sehun-dijo seriamente.

-¿Le dirás a Suho hyung?-cuestionó con nerviosismo.

-No, de verdad que no lo haré-prometió.

-Luhan es mi novio-confesó inseguro.

El auto frenó de golpe y Sehun apenas pudo hacer algo para evitar que Luhan se golpeara con el asiento del copiloto y para su buena suerte tampoco se despertó.

-¡Idiota ten más cuidado!-dijo molesto.

-Lo siento pero...-vio como Sehun acomodaba correctamente a Luhan y besaba su frente, había visto en menos de una hora más gestos cariñosos de Sehun hacia Luhan que de los que había visto de parte del menor hacia cualquier otra persona en todos esos años conociéndolo-Ya decía yo-dijo mostrándole su sonrisa felina mientras ponía el auto en marcha nuevamente.

-¿Le dirás a Suho hyung?-preguntó preocupado.

-No, ya dije que no, primero porque te lo prometí y segundo porque aunque sé que Suho hyung te quieren y todo, yo realmente creo que exagera en muchas cosas, tú debes tener una vida normal y no estar aislado del mundo, es la primera vez que te veo tan feliz y siendo amable con alguien y eso es bueno por eso sí Luhan es capaz de provocar eso en ti está bien, no diré nada-prometió por segunda vez.

-Muchas gracias Jongdae hyung-sonrió.

-Además también es muy guapo y debe tener mucha paciencia para soportar ese humor de los mil demonios que tienes así que mejor aprovechamos o morirás solo-bromeó riendo con ganas.

-Habla el imbécil de los chistes gastados-masculló el malhumorado peli plata.

-Sigo siendo muy guapo e irresistible-dijo encogiéndose de hombros.

-Tendrás suerte sí Minseok hyung no huye despavorido el día de la boda-bufó.

-¡Oye con mi Minnie no te metas!-advirtió, ambos se lanzaron miradas amenazantes a través del espejo retrovisor únicamente para terminar riendo como tontos minutos más tarde.

Cuando finalmente el auto se detuvo Sehun miró con curiosidad aquella gran casa que estaba frente a ellos, Jongdae le sonrió a través de espejo retrovisor e indicándole con un movimiento de cabeza que estaba bien y que podían bajar, despertó a Luan que continuaba profundamente dormido a su lado y ambos bajaron del auto entrando detrás de Jongdae a la gran residencia.

Luego de cruzar la puerta se encontraron con lo que parecía el vestíbulo de un hotel, lo que debía ser la pared de la parte izquierda no era más que un largo ventanal que iba del techo al suelo y que daba a una enorme terraza que no podía apreciar bien por la oscuridad afuera, había unas escaleras en forma de caracol cerca del ventanal,  grandes y mullidos sofás frente a una chimenea, las paredes semejaban ser de madera pero no lo eran y todo el lugar era iluminado por grandes lámparas en el techo, todo daba el aspecto de un lugar agradable y cómodo, algo que se sentía muy hogareño.

Sehun vio a Jongdae desaparecer unos instantes tras lo que parecía la recepción del lugar y tomar unas llaves de un gran tablero que colgaba ahí, regresó a su lado extendiéndole el juego de llaves que había tomado y volvió a sonreírle.

-Lo mejor será que descansen esta noche, mañana hablaremos con calma, su habitación es la ultima al fondo a la izquierda en el segundo piso-explicó.

Sehun asintió y tomó la mano de Luhan que comenzaba a dormirse con su rostro pegado a su espalda y subió las escaleras siendo seguido por su novio, Luhan parecía exhausto y aun tenían que hablar de lo sucedido por lo que no podía dejar que se durmiera como si nada.

Ambos atravesaron en silencio el corredor yendo hasta la habitación que Jongdae les había indicado, la habitación era pequeña y contaba únicamente con una cama de dos plazas, había un armario y un gran mueble con algunos libros, películas y un televisor no muy grande además de un equipo de sonido, tenía un balcón y también contaba con un pequeño baño.

Luhan se dejó caer en la cama a la primera oportunidad, Sehun lo siguió tomando asiento a su lado sin estar seguro de lo que debía decirle a su novio que parecía estar disfrutando demasiado la suavidad de las sabanas contra la piel de su rostro además de esa dulce fragancia a manzana y canela que tenia la habitación en general.

-Nada de dormir-dijo moviéndolo ligeramente para mantenerlo despierto-Primero llamaremos a la señora Lena-indicó recibiendo un gruñido de parte de Luhan.

-Mañana-murmuró contra la almohada y Sehun apenas entendió.

-Luhan-habló con tono de padre autoritario.

Luhan hizo un puchero demasiado tierno cuando vio el celular que Sehun le tendía y lo tomó de mala gana sin levantarse de la cama, marcó rápidamente el número que conocía de memoria y pegó el móvil a su oído esperando que atendieran.

-¿Hola?-respondió la desesperada voz de su nana-¿Luhannie eres tú?-preguntó la angustiada mujer.

-Sí-susurró en respuesta-Estoy bien así que quédate tranquila-pidió.

-¡¿Cómo me pides algo así?, dime donde estas que ahora voy por ti!-indicó con la voz rota.

-No…no voy a volver...estoy bien y Sehun está conmigo así que no te preocupes-indicó.

-Debes volver a casa, ambos deben hacerlo nos...

-Nani-la interrumpió-¿Tú sabías?...de mi padre y ella... ¿sabías lo que hacían a mamá?-preguntó, ella contuvo el aire y minutos después la escuchó sollozar.

-Lulu...mi niño por favor debes...

-No me busquen, volveré cuando esté listo-dijo antes de colgar.

Volvió a hundirse en la almohada sintiendo como las lágrimas picaban por salir, su mano se aferraba al celular y había algo atorado en su garganta que amenazaba con dejarlo sin aire, Sehun notó que algo pasaba y era momento de preguntar aunque no quisiera.

-¿Por qué te fuiste así de casa de tu padre?-preguntó sin darle tantas vueltas.

Luhan permaneció en silencio con el rostro hundido en la almohada, Sehun no estaba demasiado seguro de que su forma de abordar el tema fuese la correcta y comenzó a sentirse un tanto nervioso hasta que Luhan se incorporó acomodándose a su lado, Luhan tomó su brazo izquierdo y lo puso alrededor de sus hombros mientras permanecía pensativo.

-Ella siempre fue mala-comenzó a hablar entre murmullos como si estuviese contándole algún secreto-Al principio no entendía porque si yo siempre trataba de ser bueno con ella…hacia todo lo que quería, la trataba con respeto e incluso traté de pensar en ella como una segunda madre pero ella siempre me gritaba…me decía que era un inútil, un estorbo, una carga, me repetía lo mucho que me odiaba siempre…me señalo hasta el cansancio lo feo que era y se reía de mí a cada oportunidad…todo empeoro cuando descubrió sobre mi sexualidad…ella dijo que…-hubo una larga pausa cuando su voz falló-Dijo que mi padre iba a odiarme cuando lo supiera…le iba a dar asco e iba desear que yo nunca hubiese nacido-murmuró.

-Ella seguramente mintió-aseguró.

-No-negó rápidamente-Ella decía la verdad…mi padre jamás va a aceptarlo y…yo tenía tanto miedo de que ella dijera algo que cuando propuso que me enviaran a EXODUS no me quedo más remedio que aceptar…y aunque no lo hubiese hecho no iba a tener caso que dijera no porque ella ya había hecho que papá aceptara…no iba a escucharme de todos modos e incluso me envió solo ahí, no dejó ni siquiera que digiera adiós…recuerdo haber llorado tanto ese día…al principio no fue tan malo e incluso tenía un amigo-sonrió con melancolía-¿Puedes creerlo?, yo tenía un amigo-rió pero había tanto dolor en ese sonido que Sehun esperaba jamás volver a escucharlo-Pero…ella no podía dejarme en paz...hu-hubo entonces a mitad de mi primer año escolar un festival, los padres de todos asistían pero papá me había dicho que no iría y para mí estuvo bien...pero ese día ella sí fue y se encargo de que todos supieran sobre mi inclinación sexual y entonces todo se volvió un infierno...él que se decía mi amigo me dio la espalda, las golpizas, bromas crueles, insultos y todas esas humillaciones comenzaron y... ¡yo no entendía!-sollozó con fuerza y lo único que Sehun podía hacer era abrazarlo con fuerza para intentar que el dolor parara-¡Ella me odiaba y no sabía por qué...fueron años intentando saber que había mal conmigo...yo...ella hacía feliz y papá por eso yo quería que ella me aceptará, soy un estúpido!

-No por favor no digas eso, no es así-aseguró rápidamente.

-¡Lo soy...he pasado años tratando de complacerlos cuando no lo merecen...ellos se burlaron de mamá y me han estado torturando todo este tiempo...papá no es un héroe, jamás lo fue...era tan sólo un mentiroso que se burlaba de mi madre y de mí...yo...me siento tan decepcionado de él y fui un imbécil por haberlo admirado tanto a pesar de todo!-las palabras salían atropelladas y Sehun no podía sentirse más inútil al no saber que hacer para parar sus lágrimas y todo el maldito dolor que no quería dejarlo respirar siquiera.

-No podrías saberlo-murmuró débilmente.

-Debí haberlo sabido porque todo pasó tan rápido y yo...

-Te contaré mi más grande secreto-lo cortó apresurado sin tener una mejor idea.

Luhan lo miró demasiado confundido e incluso él estaba confundido de sus palabras pero no había sabido que más hacer para detener sus lágrimas, sonrió con nerviosismo y con las manos temblorosas limpió las lágrimas que aún prevalecían.

-L-la primera vez que tú y yo nos vimos no fue aquella noche cuando te colaste a mi hogar por la noche-confesó.

-¿No?-realmente no comprendía de qué iba todo eso pero de repente tenía mucha curiosidad.

-No-negó nervioso-La primera vez fue en la calle, fue cuando tú llegaste al colegio...ese día yo recién estaba mudándome a esa residencia, yo estaba llegando también cuando...cuando t-tú lo hacías ese día, cuando ambos bajamos de nuestros respectivos vehículos cruzamos una mirada por unos segundos...tú llorabas y cuando yo te vi en ese momento yo...yo realmente pensé que eras un niño estúpido y ridículo-admitió.

Luhan se quedó sin palabras al oír eso de Sehun, lo había escuchado muchas veces pero dolía demasiado que fuera Sehun quien lo dijera, realmente dolía, incluso más que antes, Luhan agachó la mirada clavándola en el suelo, Sehun sujetó suavemente su mentón obligándolo a levantar la mirada y enfrentarse a su mirada llena de arrepentimiento.

-Pero era yo quien era un estúpido por pensar eso de ti porque después descubrí al ser más maravilloso del mundo-aseguró-Cuando llegué a mi nuevo hogar yo lo odia tanto o más que como odiaba el colegio que estaba junto a casa, yo estaba muy triste y enojado porque creía que Suho hyung hacia eso porque me odiaba pero...fue entonces cuando las estrellas me dijeron que me darían el más precioso de los obsequios y la más importantes de las misiones, “encuentra a la estrella que perdió su brillo y duerme bajó nuestro manto, nosotras la estaremos observando y sabrás que es ella, enséñale a brillar”, eso dijeron y entusiasmado con aquel mensaje comencé una búsqueda que me llevó mucho tiempo pero jamás hallaba nada...yo era un idiota y estaba ciego porque aunque me escabullí en muchas ocasiones al colegio vestido como un alumno más y te vi centenares de veces jamás lo supe hasta cinco meses más tarde una noche de primavera...

***

Otro día de una inútil búsqueda y Sehun se sentía muy molesto, ya era de noche, hacia un clima agradable pero él tenía un humor de los mil demonios, estaba vagando solo por la escuela, el toque de queda para los alumnos había sido hacia horas y ya no quemada ni una sola alma en ese lugar.

Un ruido llamó su atención y se apresuró a ocultarse tras uno de los pilares que había en aquel edificio, se asomó solo un poco para ver de que se trataba aquel ruido y a lo lejos pudo ver a un chico correr a toda prisa en dirección desconocida.

Por alguna extraña razón decidió seguirlo hasta la que era la zona con más árboles de la escuela y que también quedaba a un costado de su residencia, permaneció oculto entre los árboles observado desde una distancia prudente al chico con la enorme pijama de conejos, cabello castaño hasta los hombros y gruesas gafas de fondo de botella que miraba en todas direcciones.

-¿Honey?-llamó el chico con voz que apenas pudo escuchar-Honey ¿dónde estás?-preguntó mirando a todas direcciones.

Sehun puso los ojos en blanco ante lo idiota que había sido por seguir al estúpido que debía estar reuniéndose clandestinamente con su novia o algo así.

Por un segundo considero irse pero al escuchar un par de ruiditos se giró al patético romeo nocturno sorprendiéndose un poco cuando vio que a quien el chico buscaba realmente era a un pequeño gatito y no a su pareja.

-Hola Honey-lo saludó alzándolo en sus brazos-¿Cómo estas, me extrañaste?-preguntó cariñosamente recibiendo un dulce maullido en respuesta.

Él sonrió y sólo eso bastó para que Sehun sintiera como sí perdiera todo el aire en sus pulmones, repentinamente la sonrisa del desconocido brillaba más cualquier cosa que hubiera visto antes.

Fue su sonrisa lo que lo hizo quedarse ahí entre las sombras observándolo mientras le daba de comer al pequeño mínimo, lo observó con atención cada vez que acariciaba al pequeño gatito y cuando sonreía era como sí su corazón sufriera los estragos de haber estado en un maratón.

-¿Tienes frío Honey?-preguntó y el pequeño animalito maullaba en afirmación-Bien entonces...-se quedó pensativo-Me quedaré aquí a dormir contigo por hoy-anunció.

El desconocido de la sonrisa bonita se sentó a los pies de un árbol, el gatito saltó a su regazo acomodándose ahí, él rió suavemente y aquel sonido le resultó casi angelical, no se movió en mucho tiempo manteniendo su mirada fija en ese misterioso chico tomando la decisión de acercarse únicamente cuando estuvo seguro de que él estaba profundamente dormido.

La palabra "tierno" no paró de repetirse en su cabeza mientras más lo observaba, manos temblorosas se acercaron a su rostro y con mucho cuidado le retiró las gafas.

Las gafas resbalaron de sus manos y su corazón se detuvo unos segundos  volviendo a reiniciarse con fuertes latinos descontrolados que lo hacían temer que su corazón fuese a salirse de su cuerpo.

La impresionante y angelical imagen de ese chico lo dejó sin aire, sin habla y sin un solo pensamiento lógico, supo entonces que no tenía que buscar más porque acaba de encontrar lo que tanto había querido hallar.

***

-Esa noche supe que había encontrado a mi pequeña estrella y quedé fascinado sin siquiera saber nada de ti, luego de eso tuve que conformarme con verte de lejos porque tú siempre acudías a diario a ese mismo lugar para leer o visitar al gatito y yo siempre podía verte desde ese balcón donde tu libro aterrizó...siempre fui egoísta pero con el tiempo me di cuenta que yo podía y también quería compartirlo todo contigo, nunca me preocupaba por nadie y cuando los golpes comenzaron a aparecer en tu rostro yo únicamente quería ir y protegerte pero no podía porque debías ser tú quien vinieras a mí y yo...sé que esto es raro y seguramente ahora quedó como alguna clase de acosador pero...

-Nunca me habían acosado-murmuró un poco sonrojado-No tengo idea de cómo sentirme-admitió.

-Yo supongo que... ¿molesto?-preguntó aunque realmente no quería eso.

Luhan lo miró con mucha atención, parecía estar pensando en algo y Sehun apenas pudo creer lo que pasaba cuando lo vio sujetar su abrigo y tirar de él para poder besarlo sin previo aviso, tardó un poco en reaccionar pero al final pudo corresponder el dulce contacto con el mismo entusiasmo que Luhan ponía.

-No estoy molesto-dijo cuando sus labios se hubieron separado y sus frentes estuvieron juntas-Yo de hecho me siendo un poco halagado-confesó.

-Pero...

-Es porque tú realmente decidiste ver mi interior y no solo mi envoltura...tú en verdad decidiste que era especial con solo mi sonrisa y de algún modo sé que tenías miedo de decirme esto porque pensaba que podría enojarme y aún así tú me dijiste solo para que yo no siguiera triste... ¿sabes lo bueno que eres conmigo?

-Yo...lo único que quiero es que mi pequeña estrella lo ilumina todo con su sonrisa-aseguró.

-Lo haré...de verdad me esforzare para poder brillar para ti y solo para ti-prometió.

Sehun tan sólo sonrió porque Luhan no lo veía y tampoco esas personas que insistían en lastimarlo pero él ya brillaba, su Luhan era alguien con luz propia que no necesitaba nada más para ser alguien realmente impresionante, porque para Sehun hace mucho tiempo Luhan había dejado de ser solo una estrella y siempre que él lo miraba sonreír veía la más hermosa de las constelaciones.

Notas finales:

Yo quiero a alguien que me acose y me cuide como Sehun TT~TT pero noooo, en lugar de eso mi amiga la loca que me pregunta cada cinco segundos quien va a morir, asi no se puede >.<

Si algún alma generosa quiere ser mi nueva enfermera yo con mucho gusto la recibiré jajajaja, ok no, bueno eso ha sido todo por hoy, espero que los capitulos les hayan gustado, hasta pronto y ustedes cuídense mucho no como yo jajajajaja

Bye :3


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