-Maldita sea-masculló Sehun acelerando más la velocidad.
-Sehun-llamó Luhan, estaba quedándose sin aliento y sus piernas pedían piedad.
Sehun se giró apenas unos segundos para ver su agitado estado, maldijo por lo bajo porque incluso él estaba al límite de sus fuerzas y no sabía cuál era la peor de sus perspectivas, por un lado podían desmayarse en cualquier instante por culpa de la falta de alimentos sumada al gran esfuerzo físico y por otro, los hombres que los perseguían podíamos atraparlos, ambas opciones era malas.
Ni siquiera podía recordar con claridad cómo era que habían terminado de aquella forma porque aunque despertar todo adolorido e incómodo en una banca del parque no había sido el mejor de sus amaneceres nada parecía pintar mal ese día cuando fue Luhan lo primero que vio.
No tenían dinero así que desayunar no había sido una opción para ellos, Luhan no se había quejado en absoluto y por mucho que Sehun se recriminara el hecho de no poder hacer nada para arreglar aquello se había concentrado en poder ir a ese lugar que necesitaban visitar.
Habían evitado calles muy concurridas para ahorrarse cualquier tipo de contratiempos y aunque seguramente iba a tardar más todo parecía ir por buen camino hasta que esos hombres aparecieron, Sehun los había identificado al instante como empleados de su padre y sin vacilar había tomado la mano de Luhan comenzando a correr sin rumbo fijo porque lo único que importaba era perderlos.
No sabía ni cuánto tiempo llevaban en eso y no lograban perderlos, Luhan estaba agotado y Sehun lo veía por mucho que él se obligará a continuar corriendo, el agarre de sus manos iba volviéndose más débil paulatinamente y la idea de que Luhan colapsara lo tenía al borde de la preocupación.
-Resiste un poco más mi pequeña estrella-suplicó.
-S-sí-respondió como pudo apretando el agarré de sus manos para transmitirle un poco de esa determinación que lo hacía seguir.
Una camioneta negra les cerró el camino unos metros adelante y ambos se encontraron en un callejón sin salida con aquella camioneta al frente y esos hombros acercándose a toda prisa.
-¡No se queden ahí parados como tontos y suban!-ordenó Rousse desde la camioneta.
Sehun sonrió al verla, apretó ligeramente la mano de Luhan para hacerlos correr en dirección a donde su salvación de cuatro ruedas los esperaba, apenas habían subido al vehículo cuando Rousse dio la orden de acelerar.
Las llantas rechinaron contra el pavimento y ambos terminaron chocando contra la puerta del vehículo debido a la velocidad con la que la camioneta comenzó a avanzar.
-¡Coman mi polvo idiotas!-exclamó Rousse desde la ventanilla del copiloto casi con la mitad de su esbelto cuerpo fuera del auto.
-Señorita, nos están siguiendo-informó la joven de cabello azul oscuro y de mirada fría que conducía y que Sehun reconocía como Juliet, la escolta de su amiga.
-Pisa el acelerador a fondo Juliet, no pueden alcanzarnos-indicó.
La de mirada fría aceleró mucho más, Rousse dejó ir una carcajada eufórica y ellos gritaron con cada peligrosa maniobra que la escolta hacia, Sehun abrazó a Luhan sirviendo de escudo para cubrir cada golpe que alguna violenta sacudida pudiera causar.
Luhan comenzó a temer por su vida, Rousse estaba loca y seguramente de no ser detenidos por la policía por conducir temerariamente además de exceso de velocidad iban a terminar estrellándose con algún muro o local, la sola idea en combinación con la loca manera de manejar de la chica de cabello azul le provocaron nauseas agradeciéndole a todo dios habido y por haber cuando el auto finalmente redujo la velocidad.
-¡Victoria para Rousse a.k.a su diosa!-chilló felizmente la de ojos azules.
-Estuvo impresionante señorita Rousse-halagó la chica de cabello azul.
-Lo sé, lo sé y tú tampoco estuviste tan mal Juliet-contentó con arrogancia.
-Estoy profundamente halagada con sus palabras-aseguró.
Rousse sonrió brillantemente antes de girarse para ver a sus amigos que no parecían muy felices o por lo menos Sehun ya que Luhan parecía estar por desmayarse.
-¿Como van allá atrás?-preguntó divertida.
-Oh, estamos bien sólo que... ¡creó que mi estómago y el de Luhan se quedaron en algún lugar haya atrás!-respondió molesto el peli plata.
-¿Pero cómo te a través?, yo los salve, soy su heroína-bufó indignada con la ingratitud de Sehun.
-Casi nos matas de un ataque al corazón con tus locuras-acusó.
-Ingrato-dijo para luego mostrarle la lengua en un gesto infantil.
-Como sea-rodó los ojos para después mirar a Luhan que iba recobrando el color de a poco-¿Estás bien?-preguntó preocupado.
-Sí, no me pasó nada malo-aseguró con una sonrisa.
-Que bueno-susurró aliviado, sus manos acunaron su rostro y pegó sus frentes teniendo una mejor imagen de los ojos de Luhan.
Sus miradas unidas le dieron ese mágico efecto magnético a sus labios que comenzaron a romper la distancia para poder unirse a los contrarios pero ni toda la magia del mundo pudo lograr que la incómoda e insistente mirada de Rousse dejara de acosarlos destruyendo su perfecto y románico momento.
-Pero no se detengan, bésense-los animó.
-Nadie podría hacerlo cuando una loca está mirando como una acosadora-masculló Sehun.
-¡Oye!-se quejó.
-De cualquier forma le te debemos una a Rousse, muchas gracias-dijo Luhan sonriéndole divinamente logrando con ello que el rostro de la chica se tornara rojo.
-N-no hay de que Lulu-balbuceó.
Sehun miraba con desdén a la chica que era más que obvio se sentía atraída por su Luhan y eso a él no le gustaba nada, su ceño se frunció al verse ignorado por su novio y decidió hablar.
-Supongo que tu repentina aparición nos salvo y te debemos las gracias pero... ¿cómo sabías dónde estábamos?-inquirió curioso.
-Es obvio mi querido Sehunnie-sonrió de lado-Como su fan número uno yo siempre sabré donde están-aseguró.
-En pocas palabras nos estabas siguiendo-acusó.
-Cla-claro que no-tartamudeó la nerviosa chica.
-¡Acosadora!-acusó Sehun señalándola con su dedo.
-¡N-no es así!-trató de defenderse con el rostro totalmente rojo.
-¿A dónde debemos ir ahora señorita?-preguntó la bella mujer que se había mantenido en silencio durante toda la infantil pelea.
-Bueno debemos…
-Íbamos a un lugar, a ver al señor Kim más específicamente antes de que toda esta locura comenzara y si pudiera llevarnos ahí, no harías un gran favor-se adelantó Sehun.
-Imaginé algo así desde el principio y supongo que debería dejarte en la ignorancia y burlarme de tu desdicha pero Lulu está contigo y únicamente por eso me veo obligada a hacer algo y decirte que el señor Kim está de viaje, mi padre quiso contactarlo esta mañana y eso fue lo que su secretaria le dijo es por eso que viene a buscarlos para que no hicieran un viaje en vano-explicó.
-Ya veo-asintió Sehun.
-¿Quién es el señor Kim?-preguntó Luhan que hasta ese momento no entendía nada.
-Es…
-Alguien que debemos ver, es todo-se volvió a adelantar Sehun a su amiga demasiado informativa.
-Está bien-asintió.
-No entiendo porque debes ser tan obediente Lulu, yo ya le habría exigido incluso el grupo sanguíneo del tipo al que te quiere llevar a ver, que tal si es alguna clase de criminal o algo así-dijo haciendo mueca graciosas que lo hicieron reír.
-Bueno, dudo que Sehun haga eso-dijo y fue el turno de Sehun para mostrare la lengua a Rousse que le lanzo una mirada fulminante.
-Como sea-bufó-Vayamos al cuartel-ordenó Rousse mirando a su escolta que asintió rápidamente tomando un camino contrario al que habían estado siguiendo luego de su persecución.
Fueron apenas unos minutos de viaje cuando finalmente llegaron a una impresionante y moderna residencia de dos pisos, el portón de madera se abrió para ellos dejando entrar el vehículo que finalmente se detuvo.
Rousse bajó dando pequeños saltitos y les abrió la puerta invitándolos a bajar también, Sehun bajó primero admirando la preciosa casa frente a sus ojos, la fachada era de color blanco, un hermoso vitral estaba en la segunda planta e iba del techo al suelo como si fuese la pared.
-Vamos chicos, deben tener hambre, querrán bañarse y dormir-dijo la dulce chica que les hacía señas con las manos para que entraran.
-¿Dónde estamos?-preguntó Sehun recorriendo con la mirada la que debía ser la sala de estar aunque más bien parecía un cuarto de juegos.
-En mi cuartel secreto-respondió orgullosa la castaña.
-¿Tu cuartel secreto?-inquirió confundido Luhan.
-Afirmativo Lulu-asintió-Hace un año por mi cumpleaños papá me dio mucho dinero que al principio no supe en que utilizar hasta que se me ocurrió está gran idea, compré este lugar que está a las afueras de la ciudad y lo convertir en mi escondite secreto lleno de cosas indispensables-explicó.
-¿Qué tiene de indispensable un muñeco gigante con forma de Pegaso, o ese poster tamaño real de Naruto Uzumaki?-preguntó Sehun señalando el poster.
-¡Cierra la boca, no te permito criticar mi preciosa guarida de en sueño!-exclamó para luego inflar las mejillas.
-Da igual-se encogió de hombros-¿Por qué nos has traído aquí?
-Obviamente para mantenerlos ocultos y a salvo, nadie sabe de este lugar más que Juliet y yo así que estarán seguros y podrán esperar hasta que yo pueda averiguar cuando el señor Kim este de vuelta-explicó.
-¿En verdad?-preguntó Luhan sonriente.
-Pu-pues claro que sí, y-yo soy su fan número uno y mi deber es ser su cómplice-murmuró sonrojada.
-Muchas, muchas gracias Rousse, de verdad-sus manos tomaron las de la chica castaña que término sonrojada hasta las orejas-No sé que hubiéramos hecho sin ti, nos has salvado-sus brazos la envolvieron en un cálido abrazo.
Rousse se estremeció de pies a cabeza, iba a desmayarse y no lo quería porque sería muy vergonzoso, se atrevió a abrazarlo también pero el placer le duro apenas unos segundos antes de que Sehun prácticamente le arrancara a Luhan de los brazos.
-Te agradezco toda tú ayuda, ahora si nos llevas a una habitación donde podamos asearnos y descansar sería aún mejor-dijo con frialdad.
-¡Estas celoso!-chilló emocionada la bella joven de brillantes orbe azules-Es tan lindo, es como en mis mangas favoritos, ahora sólo falta que ambos se queden solos y...-una sonrisa escalofriante se extendió en sus labios y Sehun juraría que vio fuego en sus ojos.
-¿Pero qué...?-la miró con atención para confirmar sus dudas-¡Maldita pervertida, incluso estas babeando!-exclamó horrorizado y asqueado.
-Cla-claro que no-aseguró ella dándose rápidamente la vuelta para limpiar su boca-Mejor vayamos arriba para mostrarles su habitación-indicó comenzando a correr escaleras arriba.
Tanto Juliet como ellos siguieron a la hiperactiva chica que corría por delante de ellos por el largo pasillo por el cual se apreciaban apenas tres puertas, dos del lado izquierdo y una del lado derecho.
-Este será su habitación, es la habitación más grande y será perfecta para ambos-dijo señalando la puerta del lado derecho-La primera puerta a su izquierda es una habitación privada a la que tienen terminantemente prohibido entrar y la segunda es la habitación de huéspedes, la habitación tiene su propio baño así que no hay de que preocuparse-explicó.
Ambos entraron a la habitación, sus ojos admiraron la hermosa iluminación que creaba el vitral en toda la habitación dándole el aspecto de un caleidoscopio, una cama enorme con dosel blanco y llena de muñecos de felpa estaba a un costado del vitral y en medio de la habitación, dos buros estaban a los costado de la cama, había un armario y un tocador de frente a la cama, ambos muebles separados por una puerta en el medio y en la esquina junto a la puerta donde ellos estaban parados había un montón más de muñecos de felpa.
-Esta es mi habitación pero pueden ocuparla mientras están aquí-dijo con una sonrisa-Póngase cómodos mientras Juliet me acompaña a comprar algo para comer y ropa para ambos, así que por favor díganle a Juliet sus tallas mientras yo voy por toallas.
La chica salió a la velocidad de la luz regresando con toallas limpias y sábanas, miró con atención a Luhan obteniendo una sonrisa que le aceleró el corazón.
-Bueno...s-si quieren ducharse ahora e-en el closet hay pijamas que me quedan grandes así que pueden usarlas mientras volvemos-musitó la avergonzada chica.
-Gracias ya puedes irte-volvió a interrumpir Sehun alejando a su Luhan de la loca.
Rousse lo miró mal apenas unos segundos antes de dar la vuelta y salir de la habitación seguida de Juliet, ambas salieron de la residencia y volvieron a abordar la camioneta donde Rousse comenzó a chillar y reír como desquiciada ante la confusa mirada de Juliet.
-¿Señorita?
-¡Esto es genial Juliet!-exclamó feliz.
-¿Se refiere a que el joven Luhan esté aquí?-cuestionó.
-Bueno...no voy a negar que me siento especialmente atraía a Lulu pero él es de Sehunnie y así debe de ser porque son perfectos juntos por eso voy a ayudarlos y también porque tenerlos aquí es genial-aseguró alzando sus brazos en un gesto de alegría.
-¿De verdad es genial?-preguntó sin comprender del todo.
-Hay mi querida Juliet como se nota que no tienes nada de imaginación-dijo negando lentamente con movimientos de cabeza.
-Explíqueme usted entonces-pidió la afligida chica de cabello azul.
-Sehun está celoso-comenzó a hablar con voz sería-Lo que quiere decir que como el hombre posesivo y celoso que es va a recordarle a Luhan quién es el dueño de sus sonrisas, lo que significa que la pasión desenfrenada va a apoderarse de ellos y...-ella gritó eufórica mientras cubría su acalorado rostro con ambas manos y pataleaba en su lugar-Ahora soy tan feliz de haber colocado esas cámaras de vídeo el mes pasado, tendré Yaoi en vivo y a todo color-dijo con voz soñadora.
-Sin duda la señorita Rousse es muy inteligente-alabó Juliet mirándola con profunda admiración.
-Lo sé-sonrió con arrogancia-Pero arranca Juliet que entre más pronto nos vayamos más pronto la pasión se desatara entre esos dos-urgió la castaña y su escolta obedeció al instante.
*****
Luhan hizo una mueca mientras seguía mirando la pieza de ropa sobre la cama, ingenuamente había hecho caso a la invitación de Rousse y la insistencia de Sehun para usar el baño y aunque sin duda se sentía mucho mejor luego de lavar cada parte de su cansado cuerpo y salir envuelto en una gran toalla suave y limpia, ya no le parecía tan buena idea luego de haber revisado el closet en busca de algo que le quedará.
Había revisado todos los pijamas en busca de algo que no fuera aquello pero no había nada excepto esos femeninos camisones con ridículos estampados y ese camisón blanco con la insignia de los Uchiha que descansaba en la cama era el menos ridículo y sin duda el más largo también pero no quería usarlo, era ridículo y todo era culpa de Sehun que debía haberlo planeado todo.
Un resignado suspiro se escapó de sus labios y sin más opción tuvo que ponérselo, no iba a ser mucho tiempo después de todo porque Rousse ya no debía tardar, miró con alivio que el camisón le llegaba a mitad de los muslos, no tenía nada abajo después de todo y esa cosa ya mostraba demasiado para su gusto.
Escuchó la puerta del baño abrirse y se paralizo en su lugar al ver a Sehun salir pero él no usaba un ridículo camisón, él usaba un kigurumi de oso polar que sin duda era mucho mejor que la humillante prenda de ropa que él se había visto obligado a usar.
-¡M-me engañaste!-lo acusó.
Sehun lo miró y sonrió de lado porque efectivamente había hecho eso y no se arrepentía, no ahora que veía lo tierno y tentador que lucía Luhan usando ese camisón, cortó la distancia rápidamente sujetando las manos contrarias cuando lo vio intentar huir de él.
-Te queda bien-afirmó.
-¡N-no me importa si me queda bien o no!-exclamó, su rostro era rojo brillante entonces.
-Pero realmente luce bien, debe quedarte mejor que a Rousse-sus labios rozaron los de Luhan con cada palabra pronunciada y se permitió deleitarse con la expresión tímida y vergonzosa que Luhan tenía.
-C-cállate ya-ordenó intentando sonar molesto pero el hecho de tartamudear, sentir su cara totalmente caliente y tener los ojos fuertemente cerrados no era de mucha ayuda en realidad.
-Luhan-llamó y él abrió apenas uno de sus ojos para mirarlo-¿Qué traes abajo?-preguntó.
Luhan se percató entonces que una de las manos de Sehun le estaba levantando el camisón y aunque realmente no se veía nada era obvio que no usaba nada más que el camisón, se apresuró a bajar la parte apenas levantada y retrocedió torpemente hacia atrás hasta que chocó con la cama y cayó sobre está dándole la oportunidad perfecta a Sehun para inmovilizarlo colocando su propio cuerpo encima del suyo.
-¿Q-qué ha-haces?-tartamudeó nervioso al sentir una de las manos de Sehun acariciando de forma ascendente su pierna derecha-De-detente-ordenó cuando la prenda que lo cubría comenzó a subir peligrosamente.
-Pero quiero jugar, tú me provocaste y sí de verdad quisieras que me detuviera me habrías empujado ya-señaló con diversión.
Los intentos de protestar de Luhan terminaron ahogados en los labios ajenos que atacaron los suyos hambrientos abusando de su boca, la húmeda lengua de Sehun recorría cada rincón de su boca ahogando sus pequeños gemidos.
Corrientes eléctricas recorría todo su cuerpo comenzando en cada nueva porción de piel que los dedos de Sehun tocaban, sus atrevidas manos le levantaron un poco más el camisón rozando apenas su zona íntima que comenzaba a reaccionar a su exquisito tacto.
Un agudo gritó le devolvió a Luhan la cordura, empujó a Sehun con fuerza haciéndolo caer de la cama y con sus manos tiro del camisón intentando cubrirse hasta las rodillas tratando de idear una buena excusa para explicar lo que habían estado haciendo y de paso no traumatizar a su pobre amiga.
-Ro-Rousse...no-nosotros tan sólo...-su mirada viajó hasta su amiga que estaba inconsciente en el suelo y se puso de pie rápidamente-¡Rousse!-llamó alarmado corriendo hacia ella, la sostuvo contra su cuerpo mirándola con angustia-Rousse despierta-suplicó dando suaves golpecitos en su mejilla intentando despertarla.
Sehun miró con molestia desde su lugar en el suelo como su novio intentaba despertar a la fastidiosa chica pero a él ni siquiera le había preguntado sí se encontraba bien, se puso de pie enfurruñado acercándose a los otros dos para comprobar el estado de la chica.
Los ojos de la castaña comenzaron a abrirse de a poco siendo Luhan lo primero que vio, se incorporó rápidamente y tomó las manos del rubio mirándolo con profunda preocupación.
-¿Lulu estas bien?, ¿puedes caminar?, ¿Sehun fue cuidadoso?, ¿uso el lubricante de vainilla que había en el buro o fue un salvaje sin compasión?-soltó alarmada su ráfaga de preguntas que pusieron a Luhan más que rojo.
-Nada pasó y todo por tu culpa por ser una inoportuna-gruñó Sehun.
-¿Eso quiere decir que no usaron el lubricante de vainilla?-musitó decepcionada.
-La verdad yo ni siquiera sabía que tenías algo así pero ahora que lo se supongo que debo darte las gracias-habló Sehun con tranquilidad.
-¡So-son unos idiotas!-exclamó abochornado Luhan que prácticamente le arrebató la ropa a Juliet y se encerró en el baño con un fuerte portazo.
Al final a Sehun y a Rousse les había costado toda la cena conseguir que Luhan los perdonara pero lo habían conseguido porque luego de un muy merecido almuerzo Luhan había estado de mejor humor, Rousse había propuesto hacer una maratón de películas luego de la cena y ellos habían aceptado sin objeción.
La bella chica había acomodado todo para dormir ahí luego de permitir que Juliet se fuera a casa, había dicho que sería una pijamada y se había acomodado en medio de ambos chicos para que vieran las películas aunque al final la única que las había visto realmente había sido únicamente ella mientras ellos intercambian miradas y se tomaban de la mano pasando totalmente de la chica sentada en medio de ellos, chica que en esos momentos estaba profundamente dormida en medio de ambos que intentaban hacer lo mismo que ella.
-Está loca-murmuró Sehun con el ceño fruncido.
-Pero le debemos mucho porque ahora mismo nos está ayudando como nadie-le recordó Luhan.
-Supongo que tienes razón pero sigue estando loca y es una entrometida-sentenció.
Luhan rió bajito para no despertar a Rousse que hablaba dormida sobre algo referente a alguien siendo muy idiota y un tal Onodera Ritsu, Sehun le mostró una sonrisa y finalmente ambos cerraron los ojos dejándose caer en los brazos de Morfeo como su amiga.