Abandonados.
Ese era el sentimiento que ambos sentían esos momentos mientras caminaban de la mano a través de las calles, ninguno había dicho nada en todo el camino y aunque Luhan sabía que tal vez debía de hacerlo no se había atrevido a hacerlo aún cuando sentía la tristeza y preocupación de Sehun gracias a su mano que se mantenía fuertemente unida a la suya.
Llamarlo sonaba como algo fácil de hacer pero no era una buena opción cuando no tenía ni una sola idea de lo que debía decirle, ¿qué podría decirle de cualquier forma?, nada parecía adecuado entonces.
No cuando todo eso era por causa de su padre, o cuando el hecho de saber que su hermano lo había abandonado lo golpeaba con más fuerza y mucho menos cuando él no estaba en mejores condiciones y se sentía igual de abandonado y asustado.
No eran más que un par de mocosos aventurándose a algo desconocido después de todo, iba a ser difícil y eso era lo que daba más miedo y los preocupaba, tendrían que ser muy cuidadosos a partir de ese momento porque de lo contrario podrían no poder cargar con las consecuencias de sus actos y está vez no iba a haber marcha atrás, nadie iba a arreglarlo por ellos como Jongdae, Leeteuk o Rousse siempre intentaban hacer y Luhan aun así quería creer que al estar juntos podrían sacar la fuerza necesaria para hacerle frente a todo lo que viniera.
-Vamos a estar bien-susurró Luhan para sí mismo.
-Por supuesto que lo estaremos, además cualquier otra cosa es mejor que esto-dijo Sehun que había logrado escucharlo.
Luhan dio un suave apretó a su mano mientras continuaban caminando, Sehun detuvo un taxi y cuando el conductor preguntó su destino Sehun le dio un pequeño trozo de papel que sacó de su mochila.
Uno de sus brazos pasó por los hombros de Luhan atrayéndolo cerca y permitiéndole recargar su cabeza en su hombro, el chófer les dio un par de miradas reprobatorias a través del espejo retrovisor y sin preguntar nada realmente siguió el camino hasta que finalmente aparcó en una zona desconocida para Luhan.
Luhan fue el primero en bajar del taxi y miró en todas direcciones buscando algo familiar en el lugar al que llegaron mientras Sehun pagaba el viaje, un pequeña casa vieja que por lo descuidada que lucía obviamente estaba abandonada aunque bien podría estar equivocado, Sehun llegó a su lado y volvió a tomar su mano para guiarlo hasta la puerta donde se detuvieron, Luhan lo observó con atención mientras buscaba algo en las viejas macetas frente a la casa hasta que obtuvo finalmente una llave con la cual abrió tranquilamente la puerta empujándolo suavemente al interior cuando lo vio dudar sobre la idea de entrar.
-¿Do-donde estamos?-preguntó nervioso mientras su mirada recorría el pequeño lugar.
Todo tenía una cubierta de polvo, los muebles eran viejos, la sala de estar, la cocina y el comedor eran uno solo, dos puertas al fondo y eso era todo, él estaba evidentemente preocupado ante la posibilidad de estar cometiendo alguna clase de delito pero no era el caso de Sehun que vagaba libremente por el interior de la pequeña casa y gruñó en desaprobación en más de una ocasión.
-No cuenta con luz y también tendremos que comprar comida-dijo más para sí mismo que para Luhan.
-Sehun-le habló nervioso en busca de su atención.
-Es un escondite temporal-respondió finalmente a la pregunta que no había realizado realmente.
-¿N-no estamos haciendo algo malo, verdad?-preguntó nervioso.
-Por supuesto que no Luhannie-le sonrió.
-¿Quién vive aquí entonces?-cuestionó curioso.
-Mis abuelos-respondió despacio.
-¿Tu-tus abuelos?-dijo sorprendido mirando en todas direcciones como esperando a que alguien apareciera en cualquier instante.
-Bueno...ya no viven aquí realmente, mis abuelos los padres de mi madre, ellos murieron en un accidente de tránsito, murieron mucho antes de que mi padre muriera, los conocí un año antes de su muerte y ellos vivían aquí, nadie más que yo sabe de este lugar, mamá nunca trajo a nadie más que a mí-explicó.
-Yo lo siento mucho, no quise decir nada indebido-se disculpo rápidamente al imaginar que había dicho algo malo y logrado que Sehun se sintiera mal.
-No dijiste nada indebido, no hay nada de que disculparse-aseguró Sehun dejándose caer sobre el único y polvoriento sofá que había ahí.
-Pero...tus abuelos...
-No me importa-dijo con calma-Posiblemente te sorprenda pero su muerte no me importo en lo más mínimo-soltó con toda la calma del mundo dejando a Luhan atónito.
-¿Hablas en serio?-preguntó sin dar crédito a eso.
-Ven, siéntate aquí-pidió palmeando el lugar a su lado y sonriendo al ver a Luhan obedecerlo al instante-El único abuelo que conocí fue el señor Oh y no lo quería no sólo porque él tampoco me quería sino también porque mientras estaba con vida mi madre y yo no éramos más que prisioneros, yo no conocí a los padres de mamá hasta que el señor Oh murió y cuando los vi finalmente yo pensé que serían iguales al señor Oh y supongo que por eso no pude desarrollar ningún tipo de sentimiento por ellos aunque ellos siempre me decían que me querían yo no les dije eso ni una sola vez porque nunca lo pude sentir-explicó.
-¿No querías a tus abuelos?-inquirió con incredulidad.
-¿La verdad?, las únicas personas por la que sentí esa clase de afecto fue por mamá y papá pero eso murió cuando ellos se fueron y después de ellos...vas a pensar que soy un monstruo o algo pero no quiero a nadie o por lo menos no quería a nadie hasta que te conocí-sonrió.
-Mentiroso, dices eso únicamente para quedar bien-dijo con algo de diversión.
-No miento-afirmó.
-¿Que hay de Suho hyung?
-Antes lo quería pero su adoración hacia Lay mató a eso y al final se convirtió en pura costumbre y comodidad, han sido años de estar junto a él y supongo que algo debía quedar de nuestra ya inexistente buena relación.
-¿Leeteuk hyung?
-Respeto y admiración.
-¿Donghae hyung?
-Él es irritante pero me divierte.
-¿Rousse?
-Lo mismo que Donghae hyung además de gratitud, creo.
-¿Jongdae hyung?
-Confianza.
-¿Minseok hyung?
-Me da igual realmente.
-¿Yixing?
-Luhan eso no es gracioso porque sabes perfectamente que lo detesto-respondió ceñudo haciendo reír a Luhan.
-Wow-soltó luego de dejar de reírse-Supongo que soy la persona más suertuda del mundo, Oh corazón de piedra Sehun me quiere y a los demás no-bromeó.
-Yo no te quiero, te amo mi pequeña estrella-lo corrigió haciéndolo sonrojar.
-Yo también-susurró tímidamente.
Sehun sonrió antes de atraerlo a un apretado abrazo que Luhan correspondió más que feliz, sus ojos se cerraron y se dejó invadir por la profunda calma que estar abrazado a Sehun le transmitía, aunque lo más probable era que estar tranquilo en una situación como esa fuera un error porque estaban huyendo después de todo.
-¿Qué vamos a hacer?-preguntó despacio.
Sehun suspiró sonoramente y lo apretó un poco más fuerte entre sus brazos, tenía todo un plan trazado porque así lo había preparado su madre pero no podía evitar sentir algo de temor.
-Nos quedaremos aquí hasta que pueda contactarme con la persona que nos sacara de aquí, no podemos simplemente ir a alguna estación de trenes o autobuses y mucho menos a un aeropuerto porque nos encontrarían enseguida por eso hay una persona que nos sacara de aquí pero debo contactarla aún-explicó.
-¿A dónde vamos de todos modos?-preguntó curioso.
-No lo sé exactamente pero mamá muchas veces dijo que era muy lejos-respondió con simpleza.
-Tu mamá... ¿por qué te preparó para esto?-inquirió.
-Porque ella sabía la clase de hombre que era Sehyung y quería darme una salida para cuando el tratara de hacerme daño-murmuró.
Luhan asintió sin decir nada más mientras en su mente continuaba procesando todo lo que estaba sucediendo, realmente iban a irse lejos de todo y todos, no volvería a ver a su familia ni a sus amigos, estaba abandonando la escuela también y extrañamente no tenía miedo y hasta se sentía feliz.
-Luhan-llamó Sehun.
-¿Dime?
-Lo lamento mucho-musitó con pesar.
-¿Por qué?
-Te he puesto en peligro y no sólo eso sino que ahora te estoy alejando de todo lo que conoces, estoy haciendo que dejes todo sin mirar atrás únicamente porque soy demasiado egoísta como para dejarte ir.
-No, tú en verdad no estás haciendo nada de eso-aseguró con una sonrisa.
-Pero tus amigos...
-Ellos no me apoyaban y por mucho que quisieran protegerme para mí todo eso era como una traición-explicó.
-Tu padre te dio la espalda por mi culpa-susurró recordando por un breve momento la destrozada imagen de Luhan aquel día.
-No, yo lo había perdido mucho antes que eso-dijo con amargura.
-Aún así por mí vas a tener que separarte de tu tío con quién apenas acababas de reencontrarte-señaló apenado.
-No importa y de haberme quedado él mismo me hubiera alejado...quería que fuera al extranjero...iba a enviarme a París tan sólo para que no volviera a verte-murmuró mirando al suelo con algo de tristeza.
-Yo...
-Está bien-se adelantó para evitar que Sehun continuara disculpándose por cosas que no eran su culpa en realidad-Además...por mi culpa tú también perdiste muchas cosas.
-No es así-negó rápidamente.
-Pero por mi culpa peleabas con Suho hyung-musitó recordando las peleas entre ambos sintiéndose culpable.
-No…nuestra relación se destruyó en el instante que Lay llegó para quedarse definitivamente-aseguró con tristeza.
Le dolía recordarlo pero realmente muchas veces había añorado recuperar esa maravillosa época donde Suho y él habían sido inseparables, donde había sido importante para su hermano mayor, ese donde ambos habían sido una verdadera familia y no sabían nada sobre ese intruso con la sonrisa adornada por un hoyuelo.
-Ya no volverás a ver a Leeteuk hyung-dijo con tristeza.
-Tú tampoco y tú le agradabas mucho más que yo-sonrió al recordar al mayor cuando hablaba por horas de lo mucho que apreciaba a Luhan.
-Lo voy a extrañar, también a Rousse, a Jongdae hyung e incluso a Donghae hyung-un puchero se formó en sus labios y Sehun suspiró.
-¿Quieres despedirte de Leeteuk hyung?-preguntó.
-¿Podemos?-preguntó también con algo que parecía ilusión brillando en sus ojos.
-Únicamente de él porque sé que sería el único que no nos traicionaría-explicó.
-Está bien-asintió comprensivo.
Sehun le sonrió y besó su frente, todo eso era demasiado injusto, ellos no eran criminales ni mucho menos, no deberían estar huyendo pero era obvio que nadie iba ayudarlos, no había otra opción, no podía dejar que algo le pasara a Luhan, su padre no podía llegar a él por nada del mundo.
-¿Sehun?-llamó Luhan al darse cuenta que se había perdido en sus pensamientos.
-¿Qué pasa?-preguntó prestándole toda su atención.
-No dudes-pidió-Tienes que prometerlo porque sí tú dudas no voy a perdonarte-lo amenazó.
-Luhan...
-Ya estamos aquí, no puedes dudar y retroceder ahora-sentenció.
-Lo sé pero...
-Debes prometerlo-exigió.
-Luhan, yo...
-¡No!-exclamó-Sí dudas...entonces...entonces tú aceptarás el trato que tu padre te ofreció y entonces dejaras que te encierren en un centro psiquiátrico y a mí...a mí me enviarán lejos para que nunca nos volvamos a ver...sí dudas va a ser nuestro final-murmuró con la voz débil.
-Lo sé pero no puedo evitar...
-Cállate-ordenó-Una palabra más y me largo-advirtió.
-Tengo miedo de que todo salga mal-confesó en voz baja.
-Yo también pero no pienso retroceder...quiero continuar pero sí tu dudas...sí te arrepientes yo jamás...nunca te perdonare y jamás vas a volver a verme y...y voy a enamorarme de otro hombre y...y...
-Tú sí que sabes atacar mis puntos débiles, ¿no es así?-cuestionó con una sonrisa débil, acunó su rostro para poder verlo y limpiar las lágrimas que habían comenzado a caer-Amenazarme con cosas tan horribles y llorar de esta forma...es algo injusto porque de esta forma me dejas sin la posibilidad de nada-dijo ampliando su sonrisa-Te juro que no dudare más.
Los labios de Sehun se pensionaron suavemente sobre su rostro retirando con ellos las lágrimas, Luhan se aferró a él con un abrazo casi doloroso, habían llegado hasta ahí pero estaban tan asustados que únicamente deseaban salir corriendo a la primera oportunidad.
-Ven, te mostrare algo-dijo Sehun luego de un largo silencio.
Su mano volvió a sujetar la de Luhan y lo llevó hasta la que era la habitación de sus abuelos, a la muerte de ambos su madre había dejado el lugar justo como ellos lo habían mantenido por años y sí Sehun lo recordaba bien iba a encontrar lo que buscaba en el interior del armario.
Luhan se distraída mirándolo todo a su alrededor mientras Sehun buscaba algo en el único mueble que había ahí además de la cama matrimonial, ese lugar era muy humilde y con la forma en la que Luhan había vivido desde que era un niño le parecía algo sorprendente porque aunque era pequeño y no tenía muchas cosas había un sentimiento de calidez ahí.
-Lo encontré-anunció victorioso Sehun.
-¿Qué es?-preguntó curioso.
-Un telescopio-respondió con una sonrisa-Esto era lo único que me gustaba de venir aquí, mi abuelo siempre me llevaba a la azotea y a ver las estrellas con su telescopio, podemos usarlo más tarde, te gustara mucho-aseguró.
Luhan asintió entusiasmado y se sentó en la cama mientras veía a Sehun seguir revisando el armario, que realmente parecía no tener más que ropa vieja y zapatos acomodados en la zapatera que colgaba de una de las puertas.
Un sonido extraño llamó su atención y se acercó un poco para ver que era lo que Sehun hacia y lo vio sacar una caja de tamaño medio, Sehun le hizo una seña para que se acercara y también se sentó en el suelo a su lado.
La caja contenía una muñeca de trapo que Sehun supuso que era de su madre, había un álbum viejo de fotografías, un vestido de novia que debía ser de su abuela, lo que parecía un antiguo diario y una caja de música.
Ninguno parecía ser del interés de Sehun más que la caja de música, era algo parecido a un cofre, Sehun lo abrió y una melodía ya desafinada se empezó a reproducir mientras Sehun hurgaba en el interior hasta que halló lo que buscaba.
Una pequeña bolsita de tela que en algún momento debió haber sido blanca fue lo que Sehun sacó, deshizo el nudo del listón que la mantenía cerrada y la agitó hasta obtener su contenido, eran dos anillos de plata, no eran nada espectacular sino algo muy sencillo en realidad y sin ningún adorno en especial.
-Te dije que te iba a dar un anillo-dijo Sehun mostrándole su dulce sonrisa.
Luhan abrió y cerró la boca sin conseguir articular ninguna palabra, Sehun tomó suavemente su mano y deslizó uno de los anillos en su dedo anular.
-Con este anillo, yo, Oh Sehun, te hago a ti mi preciosa estrella, la promesa de estar contigo en los mejores y peores momentos, voy a protegerte, no dejare que te vayas de mi lado, te amare sin importar nada, aceptaré tanto tus errores como tus aciertos y cumpliré todas y cada una de las promesas que te he hecho-finalizó depositando un beso sobre sus nudillos.
Un nudo en la garganta lo dejó sin habla, sus oídos apenas captaban la melodía desafinada de la caja de música que parecía tener muchos problemas con su oxidado mecanismo, su corazón se había detenido y su estomago era un mar de emociones que terminaron por explotar cuando Sehun colocó el otro anillo sobre la palma de su mano luego de besar sus nudillos y le sonrió en espera de que él hiciera lo mismo.
-Yo...-su voz no estaba dispuesta a cooperar y sentía que el nudo en su garganta sólo se apretaba mucho más.
-¿Me amas?-preguntó Sehun.
-S-si-consiguió responder.
-¿Confías en mí?
-Sí-susurró débilmente.
-No hay nada más que decir entonces Luhan-sonrió.
Luhan no creía eso pero así como estaba seguro de que había muchas cosas que quería decirle también sabía que no iba a poder hacer que saliera de su boca, su temblorosas manos deslizaron el anillo en el dedo anular de Sehun y sin soltar su mano cerró los ojos armándose de valor para decir todo lo que quería o por lo menos la mayor parte de ello.
-C-con este anillo, yo, Xi Luhan...t-te prometo a ti, Oh Sehun...no dudar nunca de ti, s-seguirte hasta el fin del mundo...caminar siempre a tu lado, amar cada cosa de ti hasta el más pequeño de los detalles...ser tu fuerza cuando caigas y no creas poder levantarte, soportar tus celos y sobre todo...convertirme en la más brillante y hermosa de las estrellas únicamente para ti-la preciosa sonrisa que Sehun tanto amaba adornaba el rostro de Luhan.
Un beso lento y cargado con todo eso que sentían pero no habían podido expresar en palabras sello su promesa acompañado de amplias sonrisas que esperaban que durarán para siempre aún sí el futuro era incierto para ellos.