-¿Q-quién es usted?-preguntó demasiado nervioso y su voz delataba lo asustado que estaba.
-Soy de la compañía de seguros Amanecer y le agradecería unos minutos de su tiempo para hablarle de la gran oferta que tenemos en seguros de vida, ¿me permite pasar?-preguntó sin borrar la sonrisa en sus labios.
La sonrisa de ese hombre no le daba ni una pizca de confianza, un brillo extraño era reflejado en su negra mirada y Luhan no podía hacer nada más que estar ahí aferrado a la puerta intentando pensar en algo que le diera una salida.
-No estoy interesado, además soy menor de edad-soltó apresurado y comenzó a cerrar la puerta que fue detenida por la enorme mano de aquel sujeto.
-Entonces llama a tus padres-pidió sin dejar de usar ese tonó de amabilidad aun cuando su mano apretaba con fuerza la puerta.
-No están en casa-dijo sin pensar maldiciéndose internamente por ser tan estúpido.
-¿No están?-inquirió y su sonrisa se volvió una mueca torcida que le provocó una ola de puro temor.
-Tenga buena tarde-dijo rápidamente empujando la puerta más.
-No importa, tú únicamente tienes que escuchar lo que tengo que decirte-sonrió aún más y Luhan sintió el miedo recorrerlo.
-Ya le dije que soy menor de edad y no tiene caso que escuché algo sobre algo que yo no puedo adquirir-dijo alarmado empujando la puerta con toda la fuerza que poseía.
La puerta comenzó a cerrarse y Luhan la empujó con todo su cuerpo pero cuando estaba a nada de cerrarse el desconocido la empujó mucho más fuerte abriéndola por completo y haciéndolo retroceder hasta que chocó contra la pared.
-Basta de juegos, vendrás conmigo pequeño estúpido-sentenció aprisionando su muñeca en una de sus grandes manos.
-¡No, suélteme!-exigió retorciéndose en el agarré ajeno.
El hombre comenzó a jalar su cuerpo para sacarlo de ahí y Luhan trató de clavarse al suelo para oponer resistencia con todo lo que tenía pero era inútil y la fuerza contraria comenzó a arrastrarlo hasta que su mano se aferró al marco de la puerta para intentar liberarse.
-¡SUÉLTEME!-gritó aterrorizado pero el únicamente tiró más fuerte de su brazo, sus dedos comenzaron a resbalarse y aunque sabía bien que no había casi nadie alrededor tenía que hacer algo-¡AYUDA!-gritó a todo pulmón.
-¡Cierra la boca pequeña mierda!-ladró furioso.
Su pesada mano se estrelló contra el rostro de Luhan que término aturdido y con el familiar gusto a cobre en su boca.
-¡Hey tú, suéltalo!-ordenó una grave y potente voz que Luhan no reconoció.
Su atacante lo soltó y salió corriendo mientras él se desplomaba en el suelo, Luhan apenas logró captar la imagen de dos hombres, uno corrió tras el hombre que había intentado llevárselo y el otro llegó hasta él y apenas distinguió entre las lágrimas de puro miedo a un desaliñado joven de cabello castaño.
-¿Estás bien?-preguntó el muchacho.
-Yo...yo...-comenzó a hiperventilar y la preocupación del joven creció.
-Vamos pequeño, vamos adentro para que te calmes-dijo ayudándolo a ponerse de pie y entrar a la casa.
El muchacho lo dejó en el único sofá del lugar y corrió a la cocina volviendo segundos después con una botella de agua que le ofreció.
-Ten, bebe-indicó.
Luhan se tomó la mitad del contenido de la botella casi sin respirar, estaba tan asustado y Sehun no volvía, sí algo le había pasado Luhan no sabía que iba a hacer y él sólo pensamiento lo desmorono viviéndolo un montón de temblores y lágrimas que no podían parar.
-Tranquilo, ya pasó pequeño-trataba de consolarlo el desconocido que lo estaba ayudando.
-¿Jun?-llamó la grave voz de antes.
-Estamos adentro papá-respondió.
-¿Están bien?
-Yo sí pero el pequeño rubio no deja de llorar-respondió preocupado por lo mal que se veía el pequeño chico.
Él miró al menor que lloraba con fuerza, su cuerpo temblaba y su rostro estaba oculto entre sus manos ahogando sus lamentos, realmente parecía estar sufriendo de un colapso, se puso en cuclillas para quedar a su altura y con mucha cautela y cuidado comenzó frotar los brazos de aterrorizado chico.
-Hey-habló con calma-Ya pasó, nadie va a hacerte nada-aseguró.
-Yo...yo...-balbuceó.
-Tienes que tranquilizarte Luhan-habló con más severidad.
Luhan levantó su rostro para mirarlo con duda, el desconocido le mostró una cálida sonrisa que de alguna forma le trasmitía confianza y no desconfianza como la del hombre que había tratado de llevárselo.
-¿Co-cómo...?
-Hace un rato Sehun fue a verme-respondió a la inconclusa pregunta.
-¿Entonces usted nos ayudara?-preguntó apresurado.
-Sí, yo voy a...
-¡Por favor haga algo, Sehun salió hace rato y no ha vuelto, sí ese hombre de antes me encontró a mí eso puede significar que Sehun está en peligro, tiene que ayudarme a encontrarlo!-suplicó con desesperación, sus manos volaron hasta el cuello de la mugrienta camiseta y se volvieron apretados puños.
-Luhan...
-¡Por favor, tiene que hacer algo!-pidió con más exigencia.
-Tranquilizarte pequeño, tienes que guardar la calma, no pienses lo peor tan rápido, trata de pensar con la cabeza fría porque entrar en pánico no ayuda, quédate aquí con Jun por si Sehun regresa y yo iré a buscarlo-dijo tomando las manos de Luhan para alejarlas y volver a dejarlo correctamente sentado.
-Tiene que traerlo de vuelta-suplicó.
-Estará bien-aseguró antes de salir de ahí dejándolos solos.
Los segundos comenzaron a volverse eternos e interminables mientras estaba ahí rezando para que Sehun regresara o el señor Myungsun-como ahora sabía que se llamaba-encontrará a Sehun, sentía que iba a volverse loco y Jun había dejado de insistir en que debía de tratar de calmarse hacia un largo rato.
-¡Luhan!
La voz de Sehun fue el mejor de los sonidos en esos momentos, sus piernas corrieron a Sehun y sus brazos lo envolvieron en un asfixiante abrazo del cual no planeaba liberarlo en un futuro cercano, los brazos de Sehun se envolvieron de la misma forma sobre él, sus acelerados latidos chocando en sus pechos juntos aliviaron con sus constantes golpes al otro hasta se normalizaron volviéndose uno.
-Un hombre estuvo aquí y…trató de secuestrarme y yo…yo pensé…estaba tan asustado de pesar que te había pasado algo-soltó todo de golpe dejando salir de esa forma todo el pánico que había experimentado.
-¿Qué hicieron qué?-preguntó alarmado.
-Pero estoy bien y también feliz de que estés de vuelta-murmuró Luhan no sabiendo de que otra forma expresar su alegría y tranquilidad más que esa.
Sehun en cambio no estaba nada tranquilo, la escena de lo que había encontrado en el apartamento de Leeteuk volvió, un sudor frió lo recorrió y su corazón comenzó a bombear a un ritmo sobre humano, estaba a seguro de que tendría un colapso nervioso en los próximos segundos y lo único que podía procesar era la clara orden que le daba su cerebro de salir de aquel lugar.
-No hay tiempo, debemos irnos de aquí ahora-dijo ansioso tomando su mano para comenzar a arrastrarlo hacia la puerta.
-Hey, tranquilo amigo, deben esperar a papá-intervino Jun poniéndose en su camino.
-No, tengo que sacar a Luhan de aquí ahora, apártate-ordenó.
-¿Sehun que...?
-Nadie sale de aquí hasta que mi padre lo diga-sentenció el castaño.
-Quítate-masculló entre dientes mirando amenazadoramente.
-Hunnie-llamó temeroso Luhan.
-Quítame sí puedes-lo retó.
-¡Te digo que te apartes!-exigió y su puño se impactó con fuerza brutal en el rostro de Jun que cayó al suelo.
-¡SEHUN NO!-gritó Luhan deteniéndolo al ver el segundo golpe venir.
Sehun no lo escuchó y luchó contra su agarré logrando zafarse con facilidad, su puño volvió a elevarse frenando apenas a centímetros del rostro de Luhan que se metió en la trayectoria como un escudo para el chico en el suelo.
-¡No intervengas!-ordenó.
-¡No voy a dejarte hacer esto, él sólo intenta ayudar!-afirmó.
Sehun gruñó por lo bajo, tomó nuevamente su mano para sacarlo de ahí pero fue Luhan quién se opuso en esa ocasión y se negó a dar un paso más.
-Luhan-gruñó.
-No iremos a ningún lado sin haber hablado con el señor Myungsun antes-sentenció.
-Obedéceme-exigió.
-No-dijo moviendo su cabeza en negación al mismo tiempo.
-Camina-habló autoritario tirando de su mano.
-Dije no y es no-sentenció viendo como la rabia y la frustración se reflejaban en la expresión de Sehun-Sehun tan sólo...
-¡TRATÓ DE PROTEGERTE MALDITA SEA!-gritó desesperado.
El silencio llenó la habitación, Luhan lo miraba como sí mirará a un animal salvaje y Sehun se arrepentía de haberle gritando pero estaba tan afectado por lo que le había pasado a Leeteuk que únicamente quería tomarlo y correr a donde fuera.
-Yo...-las lágrimas recorrieron un rápido camino por sus mejillas-S-sólo déjame…t-tengo que sacarte de aquí-sollozó.
-¿Qué está mal Hunnie?-preguntó recibiendo ahogados lamentos solamente-Háblame-suplicó.
-Lo mató...ese jodido bastardo lo mató...mató a Leeteuk hyung porque intentó protegernos de él-dijo hipando refugiándose en los brazos de Luhan que lo miraba en shock.
Las lágrimas no tardaron en aparecer también en su rostro y sus suaves sollozos se combinaron con los de Sehun, no podía ser verdad, no quería creerlo pero Sehun no le mentiría nunca y también explicaba lo asustado y desesperado del actuar de su novio pero no dejaba de ser una mierda.
-Me hizo saber que tú sigues y...no quiero eso...por favor...por favor Luhan déjame llevarte a un lugar seguro-le imploró entre imparables lágrimas.
-Esto parece una maldición... ¿por qué Leeteuk hyung?...él no hizo nada y... ¿qué pecado cometimos para tener que pasar por esto?-preguntó con impotencia.
-Es mi culpa...lo siento...lo siento tanto-balbuceó Sehun y Luhan lo estrechó con mucha más fuerza.
-No es tu culpa...tú no has echó nada malo...es...es tan sólo que...-no tenía ni idea de que decir pero definitivamente no era culpa de Sehun, él era el menos culpable en toda esa pesadilla.
-¿Qué…?
Jun al ver entrar a su padre se adelantó y lo tomó del brazo para sacarlo de ahí y darle espacio a Luhan y Sehun, le explicaría todo a su padre una vez estuvieran fuera porque esos dos necesitaban estar solos.
-¿Qué rayos sucedió ahí dentro?-preguntó angustiado.
-El padre…mató a alguien importante…le dejó también una nota a Sehun advirtiéndole que su novio era el siguiente-explicó con la mandíbula apretada, ese hombre era un monstruo.
-Ese hijo de…-las palabras no salieron y por mucho que Jun hubiera querido darles más tiempo su padre entró a la pequeña vivienda.
Ambos chicos estaban sentados sobre el sofá con las manos fuertemente unidas, parecían estar muertos en vida y aunque el señor Park lamentaba su pérdida no tenían tiempo para nada de eso y tenían que moverse.
-Vamos niños, debemos movernos-dijo tomando la mano de Sehun para ponerlo de pie-Jun ve a la habitación y trae sus cosas-ordenó.
El castaño obedeció inmediatamente encontrándose únicamente con una mochila, solo eso, esa pequeña mochila era todo lo que ambos tenían y eso le rompió el corazón, salió apresurado y mirando a su padre que estaba cubriendo lo mejor que podía el rostro de ambos jóvenes.
-Vamos niños, nadie va a tocarlos mientras estén con nosotros-prometió el señor Park.
Pero Sehun ya no lo creía, Leeteuk había dicho lo mismo y había terminado de aquella horrible forma, nuevamente el miedo de que algo así le sucediera a Luhan se instaló en sus afligido corazón y su manos sostuvo mucho más fuerte la mano de Luhan que caminaba de forma automática tras él que era prácticamente arrastrado por el mayor de todos.
No prestó atención alguna al camino que seguían, su mente estaba en blanco y sólo caminaron por lo que parecieron horas hasta llegar a una casa un poco más grande que su escondite que ahora sabía no había servido de nada porque de cualquier forma casi se habían llevado a Luhan.
-Ya estamos en casa, aquí nadie va a tocarlos-aseguró el señor Myungsun intentando encontrar la mirada de Sehun.
-Él dijo lo mismo y…-nuevas lágrimas corrieron libre, su mano estranguló la de Luhan que gimió suavemente debido al dolor y aun cuando lo escuchó no lo libero.
-Le haces daño-dijo rápidamente Jun y alejó a Luhan de él-¿Estás bien?-preguntó suavemente pero Luhan no habló y comenzaba a creer que ni siquiera parpadeaba.
-Llévalo a mi habitación para que descanse, yo tengo que hablar con Sehun-indicó, Jun asintió y pasó un brazo por los hombros de Luhan para comenzar a guiarlo rumbo a la habitación.
Luhan se giró buscando la mirada de Sehun que la apartó casi al instante, había prometido no dudar pero en ese momento ya no estaba seguro de poder cumplir esa promesa, volver significaría perderlo pero lo mantendría con vida, saber que Luhan lo iba a odiar era un pensamiento que no quería pero lo sabría vivo y feliz lejos de él que parecía cargar con una maldición que los perseguiría hasta destruirlos.
-Siéntate-indicó el mayor señalando un sofá.
Sehun obedeció en automático, la mirada preocupada y lastimosa del mayor se centró en él y Sehun apretó los puños, odiaba que lo miraran así pero no tenía ni fuerzas ni ánimos para ordenarle a ese hombre que se guardara su lastima para el mismo.
-Voy a acelerarlo todo, mientras tanto no pueden salir de aquí por nada del mundo-indicó.
-Yo…tal vez no…
-No lo hagas-pidió con clama-Sí de verdad quieres a ese chico no le hagas esto porque vas a matarlo y de una peor manera de la que tanto temes-aseguró.
-¡¿Qué no ve que estando conmigo únicamente corre peligro?!
-¿Y crees que entregándote a Sehyung lo vas a mantener a salvo?-preguntó casi con burla-No lo harás, ese hombre sabrá entonces que hacer para manipularte a su antojo, quedarte sólo significara entregarle lo que más quieres, siempre que quiera algo va a usarlo a él para manejarte y cuando lo tenga todo va a matarlo sin que tú puedas hacer nada para defenderlo-afirmó.
-Yo…
-Nadie dijo que esto sería fácil niño, tu padre es un perro bastardo y deberías saber que algo así podía pasar pero no puedes dar marcha atrás-lo animó.
-¿Y que hago?-preguntó entre dientes-¡¿Me arriesgo a también perder a Luhan?!
-No, no vas a perderlo si te arriesgas, vas a perderlo si decides ser un cobarde-aseguró poniéndose de pie y dando por finalizada la discusión-Preparare todo y te diré cuando partiremos, es decisión tuya si te quedas o nos vamos-finalizó yéndose para dejarlo solo dándole un espacio para que pudiese pensar.
Sehun mantuvo la mirada fija en el suelo, el sonido de una puerta cerrándose al fondo rompió el pesado silencio pero él se mantuvo inmóvil.
-Tu novio...tal vez quieras ir a verlo...no parece estar bien-habló Jun con un tinte de preocupación en su voz.
-Gracias-murmuró.
El castaño no se quedó mucho más e igual que se padre se marchó, Sehun no hizo intentó alguno de moverse de su lugar, su mirada viajó hasta el techo donde permaneció algún tiempo y para cuando se decidió a ponerse de pie únicamente fue para buscar una forma de estar solo.
Abrió una de las puertas encontrándose con la del patio trasero, salió y fue hasta los viejos columpios que había ahí, ocupó uno de ellos y permaneció ahí con la mirada hacia el cielo, sin moverse y con la mente en blanco mientras el día se iba con lentitud.
Sus ojos vieron cada cambio en el cielo desde las blancas nubes del medio día hasta los cambios de color que la tarde trajo consigo y finalmente el cielo nocturno donde ellas se hicieron presentes.
-¿Por qué no me lo advirtieron?-preguntó con voz rencorosa sin dejar de mirarlas-¡¿POR QUÉ DEJARON QUE ESTO PASARA?!-gritó con la voz rota.
No sabíamos… Nunca quisimos que esto pasara… Te lo hubiésemos dicho...
Las suaves vocecillas que usualmente estaban acompañadas de risas armoniosas ahora estaban llenas de pena, sus puños se apretaron y sus ojos se cerraron.
-Tengo tanto miedo ahora-murmuró.
No puedes dudar ahora… Tienes que cumplir la misión… Protege a nuestra estrella… Nada malo puede pasarle a él... Tu deber es mantener a Luhan seguro…
Miedo teñía las voces que se precipitaban todas juntas haciéndole difícil entender cuando todas le hablan a la vez.
-Luhan...díganme que nada malo le pasará-suplicó.
Su destino es estar juntos... Él está llorando... Está asustado... Ve a buscarlo...
-Yo...no puedo-susurró abrazándose a sí mismo.
Lo estas lastimando... Prometiste no hacerlo llorar... Cumple tu promesa...
-Es...no sé que hacer...yo...únicamente quiero...quiero...
Él va a hacer "eso" otra vez... Tienes que hacer algo... Sehun ve...
Sehun se levantó a toda velocidad y corrió hacia el interior de la casa, cruzó el pasillo rápidamente y entró a la habitación encontrándola vacía.
El baño...
-Luhan sal de ahí ahora mismo-ordenó golpeando la puerta con fuerza.
La puerta se abrió con lentitud y Luhan salió tras ella, la destrozada imagen de su dulce novio le partió el corazón e inmediatamente todos esos pensamientos que le decían que era malo para Luhan lo golpearon.
-Sehunnie-sollozó.
Sus manos fueron hacia él viéndose rechazado cuando Sehun retrocedió varios pasos poniendo una distancia prudente entre ellos, distancia que para Luhan era como un abismo.
-No me toques-pidió en un murmullo.
Las palabras lo rompieron como si fuese un trozo de frágil cristal siendo arrojado al suelo, un fuerte llanto llenó la habitación y Sehun quería morirse por dejar que su miedo lo gobernara de aquella maldita forma.
-D-duele-jadeó Luhan en busca de aire y sus piernas dejaron de poder sostenerlo llevándolo al suelo, Sehun vio como sus manos estrujaban su camiseta justo en el lugar donde debía estar su corazón.
Su cabeza era un caos entre la lucha constante entre las voces de las estrellas y su miedo que había adquirido voz propia.
Abrazarlo y pídele perdón, ordenaban ellas.
No te acerques, sí en verdad lo amas aléjate de una vez por todas, gritaba su miedo.
Su mirada y la mirada llena de lágrimas de Luhan chocaron desgarrándole el corazón y amenazándolo con volverlo loco por toda la confusión.
-Te...odio-sollozó Luhan desde el suelo.
Algo peor que el miedo lo invadió y ninguna voz dejó de ser escuchado cuando se precipito al suelo y tomó a Luhan jalándolo a sus brazos en un intento de remediar todo lo estúpido que había sido.
-Perdóname...perdóname por favor-suplicó con voz desesperada y era su turno de llorar.