Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Buenos amigos por Aphrodita

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Buenos amigos
 
 
Aphrodita 
 
¿¿¿¿¿¿
 
 
Para Oliver.Espectro con mucho cariño n_n. Quizás no lo leas, pero igual te lo dedico *_*. Por que te quiero mucho.
 
 
  Esta idea surgió gracias a un capitulo en uno de los tomos de I’S en donde Iori (Engañada n_n por sus amigos) e Hichitaka tenían una cita navideña con sus compañeros... Sabrán a lo que me refiero, los que leyeron I’S, cuando lean el fic. Hace bastante tenia en mente esta historia, mas o menos desde que leí ese tomo ya hace casi un año. Era hora de que salga a la luz, vamos a ver como queda.
Por cierto, estoy sin Mouse, y nunca pense que no tener ese aparatito del Averno se me complicaría tanto, por suerte conozco bastante las funciones del teclado o_O que sino, me quiero ver ahí!... Aun así me retrasa muchísimo porque mi PC es muy lenta y yo iba y venia con ese aparato.
 
 
qqqqqq
 
 
One Shoot:
 
 
CAPITULO 1: “Solo los cuatro”...
 
 
  Desde hacia varios días que el mayor de los Kido había notado un inusual comportamiento entre los habitantes de la enorme Mansión, y lo que le preocupaba era que, por donde mirase el asunto, de alguna u otra forma, su otouto estaba involucrado o_O Dioses... ¿Pero era culpa de Shun ser endiabladamente bello? No, desde ya que no, pero Ikki, como buen hermano mayor había decidido tomar cartas en el asunto, fue por eso que un buen día, por la tarde, interceptó a su amigo Shiryu llevándoselo del grupo con un brazo sobre su hombro. El Dragón se descolocó por el inusual comportamiento del Phoenix, tanto que se quedó mirando aquella mano con extrañeza y hasta quizás con un poco de temor ¿Se había dado cuenta el peliazul de aquellos sentimientos que guardaba con tanto recelo?.
 
--¿Qué... Sucede... Ikki?... –Se aventuró a indagar el pelilargo, sin poder escapar de Ikki quien se las ingenió para llevárselo por las escaleras rumbo a los pasillos que conectaban las habitaciones.
--Nada... ¿No puedo hablar unos minutos con un muy querido amigo?... –El Phoenix intentó ser sutil, no era cuestión de avallasar a Shiryu, pero se le estaba yendo la mano y nunca fue buen actor --¿Sabes Shiryu?... –Continuo hablando sin soltar el agarre y sin dejar de alejarlo cada vez mas del resto –De todos eres el que mejor me cae... ¿Los motivos?... –En parte estaba siendo sincero, no piensen lo contrario –Porque eres inteligente, educado, correcto... Tienes planes, proyectos, tienes un futuro brillante por delante...
--Discúlpame Ikki... –Dijo el Dragón interrumpiendo las palabras del otro y saliendo por abajo del agarre –No entiendo a donde quieres llegar...
--A ningún lado... –Negó el peliazul con un tono de voz que hizo desconfiar al otro.
  El pelilargo arqueó una ceja y se cruzo de brazos, aquello nadie se lo creería, no a “Phoenix no Ikki”.
--¿Por qué motivo, Ikki Kido, me tiraría flores y me alabaría de esta forma tan... Dramática?... ¡Ya Ikki!... –Se cansó Shiryu de todo ese teatro absurdo.
--¡Ah! ¡Maldición!... –Exclamó Ikki al verse descubierto. –¡Carajo!... Me agradas como cuñado, eso es todo...
 
  En ese momento el alma al Dragón se le fue del cuerpo, pálido a punto de desmayarse... Fue peor cuando el Phoenix echó un vistazo al pasillo para asegurarse que no había ningún curioso cerca y de un empujón encerró al pelilargo en su cuarto.
  Ahí si que Shiryu se las vio negra... Nunca espero que la partida del mundo, a los Elíseos, fuese de una manera tan dolorosa y de la mano de Ikki. Pero lejos de querer asesinar al Dragón, el Phoenix buscó privacidad para hablar del asunto... Se había resignado hacia mucho tiempo y aunque siempre lo negó, tuvo que aceptar la cruda realidad: A su pequeño y querido hermano le gustaban los hombres... El problema residía en que ese hombre justamente era Hyoga, y por nada del mundo el peliazul permitiría que su otouto saliese lastimado por culpa de ese ganso pecho frío, sin contar obvio que el mencionado Cisne era cien por cien heterosexual (Aunque nunca hay que decir “De esta agua no he de beber”).
  El peliazul volteó encontrándose con el rostro de pavor de su amigo y no pudo evitar echarse a reír. El pelilargo bajó su vista, algo avergonzado y el otro lo notó, por eso Ikki naturalizó la situación:
 
--Tranquilo... No es el fin del mundo... No es tan terrible tenerme como cuñado... –Bromeó el Phoenix.
--¿Desde hace cuanto que lo sabes?... –Se animó a seguir indagando Shiryu sin levantar su vista.
 
 Era evidente que su querido amigo lo había adivinado ya que nadie se lo pudo haber contado, pues aquellos secretos sentimientos eran algo que el Dragón se lo llevaría a su tumba y nunca jamas se lo había contado a alguien, nunca jamas había manifestado de alguna forma esos sentimientos abrazadores hacia la alegría de la casa, Shun.
 
--No hay que ser muy lucido para notar las miradas y los gestos, Shiryu... –Respondió el peliazul llevando sus brazos a su cintura. –Te conozco, y te desvives por mi otouto... Y es mi culpa, por pedirte que vez que partía de la Mansión, que cuidases de él como si yo mismo lo hubiese echo...
--Lo siento... Sinceramente no sé que decirte... –El pelilargo tragó saliva y levantó su vista dispuesto a soportar el enojo de su amigo –No busco hacerle daño a Shun... Y por eso mismo no tienes de que preocuparte, jamas intentare nada con él...
--Serás idiota renacuajo... –Reprochó Ikki y con efusividad remarcó: --¿¡Te has olvidado de lo que te dije antes!?... –Con una extraña sonrisa volvió a repetir sus anteriores palabras –Te prefiero a ti como cuñado... Antes que a ese ganso con sangre de pato...
 
  Finalizo con algo de desprecio sin comprender aun porque el Cisne era tan frío con todos, incluyendo con el dulce Shun que se desvivía por él y eso fue lo que siempre perturbo al Phoenix (Pero ¿Qué no lo perturbaba? o_O) Porque no le importaba que el ruso fuese mas frío que el mar Siberiano, ¡Qué lo fuera! Solo le molestaba ver como ello afectaba de sobremanera a su querido otouto.
 
--Igual... –Habló Shiryu reponiéndose de la sorpresa –Lo sé... A Hyoga no le gustan los hombres...
--¡¿No me digas?!... No me había dado cuenta... –Dijo el peliazul con sarcasmo, era mas que evidente... Evadiendo siempre a Andrómeda, de manera sutil... Cosa que le agradeció al rubio, que por lo menos fuese delicado con el peliverde y no lo echase a patadas de buenas a primera.
--De todos modos Ikki... Agradezco tus palabras... –Pronunció el Dragón con algo de duda –Nunca espere esto de ti...
--Que tampoco soy Shrek... –Se quejó Ikki frunciendo su frente. –No soy un ogro...
 
  El pelilargo esbozó una tímida y nerviosa sonrisa, nerviosa por la extraña situación de tenerlo a un cínico Phoenix actuando como un loco, pero si... El peliazul había cambiado con el tiempo y no mataría a nadie por ser homosexual, aunque sus motivos iban justamente entrelazados a esa condición... La duda lo carcomió por dentro toda la vida.
 
--No quise decir eso... –Se disculpó Shiryu –Solo que siempre temí... Que al enterarte de esto que me pasa con Shun, te enojaras conmigo... –Fue sincero, ya que ese siempre fue su mayor temor, perder la amistad que había labrado con el hombre que tenia enfrente.
--No hables así... –Se quejó Ikki golpeando sutilmente el hombro del otro, aunque no fue tan sutil como él creyó... El Dragón se tomó ese brazo algo adolorido, y su rostro hablo por él –Eres mi amigo... De hecho siento que nunca tuve reales amigos... O sea si... –Reconoció asintiendo de manera exagerada –Ustedes lo son... Pero contigo siempre ha sido distinto, te he contado cosas, muy personales que creí que jamas, nunca, se las contaría a alguien...
 
  Cuando el pelilargo sonrió variando su rostro de dolor a uno de pura ternura, maravillado con las sinceras palabras de su amigo, sintiéndose bendecido por su amistad, Ikki cortó aquel clima de un solo golpe demostrando que, aunque había cambiado bastante, no dejaba de ser el mismo:
 
--Bueno ya, esto se esta poniendo muy meloso... Dejémonos de cursilerías y pasemos a lo importante: Mi otouto...
--¿Qué sucede con él?... –Preguntó Shiryu sin comprender aun los motivos del Phoenix.
--¡¿Cómo que sucede?!... –Se indignó el peliazul –Sucede mucho... A ti te gusta los hombres, a Shun también... A ti te gusta Shun...
--A Shun le gusta Hyoga... –Continuó el Dragón con un dejo de tristeza.
--Eso no tiene nada que ver... –Dijo Ikki con firmeza acercándose a su amigo para rodearle el cuello con su brazo nuevamente.
--¿Cómo que no tiene nada que ver?... Tiene mucho que ver, no puedes obligar a alguien que quiera a otra persona... –Se alarmo Shiryu.
--Naaa... –Negó el Phoenix con efusividad y despreocupación –Eso es lo de menos... Lo que le pasa a mi otouto es una simple calentura... –Al notar lo que estaba diciendo corrigió –Quiero decir, un apasionamiento fugaz... –No pudo hablar con tan poca propiedad sobre su hermano pequeño y aun virgen, de seguro, porque de no serlo...
--Es cierto que Shun es muy enamoradizo, en todos los terrenos... –Reconoció el pelilargo asintiendo lentamente.
 
  Andrómeda era una persona que se apasionaba con todo, todo le causaba una profunda admiración y curiosidad, claro, después de un tiempo se cansaba de ello y lo dejaba de lado, fue así que su querida oruga termino muriendo, y su poroto jamas germino.
 
--Por eso mismo... –Continuó Ikki –Algo hay que hacer...
--¿Qué tienes en mente?... –Shiryu palideció por un momento, era algo imposible descifrar lo que el Phoenix pensaba.
--Un plan... –Soltó el peliazul firme –Un elaboradísimo, genial, maravilloso, e infalible plan...
--Estas demente... –Se rió el Dragón.
--¿Cuándo no lo estuve?... –Preguntó Ikki con gracia.
--¿Y cual es tu genial plan?... –Investigó el Dragón curioso.
--Una cita... Nunca falla...
--Pero Ikki... –Se quejó el pelilargo risueño por lo absurdo de su plan –Una cita es para dos personas que no se conocen, para dos personas que nunca hablaron... No para dos amigos cercanos que conviven bajo el mismo techo...
--Te equivocas... Una cita tiene el potencial... Mira... –Se apresuró el Phoenix al ver que el otro iba a objetar algo –Lo que ustedes necesitan es un tiempo juntos y a solas... Si salen tendrán la oportunidad de dialogar y de conocerse mejor, así Shun te vera con otros ojos y quizás...
--Quizás me saque a patadas de su vida... –Completó Shiryu nuevamente.
--No seas tan cobarde Dragón... –Una sonrisa de medio lado se instaló en los labios del peliazul.
--Estas completamente loco...
--No... –Contradijo Ikki llevándose los nudillos, de sus cerradas manos en puño, hacia su boca con un gesto de terror –Estoy desesperado...
--Hay Ikki... –Suspiró el Dragón.
--Eres mi única opción... No soporto verlo así, es mi otouto, compréndeme... Además no vaya a ser cosa que Hyoga se te adelante...
--Pero nadie se hace gay de la noche a la mañana... –Dijo el pelilargo con una sonrisa.
--Dudo que el ganso no este andando por ese camino... Ultimamente tiene todos los patos volados en la cabeza... –Luego de decir eso, Ikki volvió a insistir –Inténtalo, aunque sea por mi... Por nuestra amistad...
--Pero... –Intentó quejarse Shiryu sin éxito.
--Es mas, el ponny ese, salido del Averno, amigo de Cerberos, no ayudara...
--¿Seiya?... –El Dragón arqueo una ceja confuso y curioso --¿Qué tiene que ver Seiya en todo esto?...
--Mucho... Tiene mucho que ver... –Asintió el Phoenix –No te olvides que es el mejor amigo de mi otouto, esta siempre con él y se la pasan hablando... Seguro que el ponny debe de saber muchas cosas, secretos que ni siquiera yo conozco de mi hermano... Confesiones de las que quizás no quiera enterarme...
--¿Y si todo sale mal?... –Se alarmó el pelilargo temiendo una separación brusca con su amigo Andrómeda, por lo menos siempre mantuvo su amistad con él, no vaya a ser cosa que por las locuras del peliazul todo se vaya por la borda.
--Pero ¿Qué puede salir mal?... –Pronunció Ikki con un tono tranquilo –No te lo tiraras encima de buenas a primera... –Un gesto inquisitivo demostró que no dejaba de ser el mismo guardabosque de siempre –Será solo una cita, Shiryu... Nada mas ¿Qué puede salir mal?... –Volvió a preguntar y al ver el porte dudoso del otro continuo –Saldremos, la pasaremos bien...
--¿Tu vendrás con nosotros?... –El pelilargo abrió sus ojos como plato, incrédulo de lo que acababa de oír ¡Lo único que faltaba! ¡Que papá Ikki vaya con ellos!.
--Desde ya... Pero no con ustedes dos... Tengo un plan, te lo dije... Muy elaborado, y es ahí donde el ponny entra en juego... Tiene que ser algo natural y no forzado, porque si me otouto se ve forzado en algo se sentirá muy incomodo y no quiero eso para mi pequeño...
 
  Luego de narrarle con detalles una y otra vez al incrédulo Shiryu, Ikki soltó a su prisionero de su propio cuarto y fue en busca de Seiya. El Dragón bajó las escaleras con una sensación extraña en su estomago, el dialogo con el Phoenix lo había dejado perplejo, asustado y un poco preocupado, aunque la idea de una cita era algo común, clásico y nada podía salir mal, el hecho de que el peliazul estuviese detrás de todo ello le hizo desconfiar al pelilargo.
  Ikki encontró al Pegasus jugando a la pelota con Shun, y eso representó un problema para el Phoenix, no quiso levantar sospechas porque desde ya era muy extraño que el peliazul intentase mantener una conversación con el mas pequeño de los Kido cuando se la pasaba todo el tiempo liando con él y sus caprichos de pendejo adolescente.
  Así que, pacientemente Ikki esperó el momento oportuno para interceptar al morocho y ese momento fue cuando Seiya, agitado por el ejerció, entró por la puerta trasera de la cocina dispuesto a beberse la botella entera de agua, cosa que no pudo hacer pues unos brazos lo tomaron por el cuello y lo arrastraron rumbo al sótano.
  El Pegasus se sacudió intentando librarse del agarre, pero recién lo logro cuando el mismo Phoenix se lo permitió.
 
--¡¿Qué sucede!?... –Inquirió el morocho algo enojado --¡¿Qué hice ahora?!...
--Nada... –Respondió el peliazul asombrado por la reacción del otro –Solo quería hablar contigo... –Finalizo con naturalidad ¿Había hecho algo raro que le hiciese pensar al menor otra cosa?
--Ah... –Pronunció Seiya un poco mas tranquilo pero luego acotó con rapidez --Desde ya te digo que yo no raye tu CD de Make Up...
--Solo... –Habló el Phoenix pero enseguida, al escuchar sobre la terrible noticia de su CD, cambió el rumbo de la conversación --¡¿Qué mierda le paso a mi CD?!...
--No se... Yo lo iba a escuchar y cuando lo puse...
--¡¿Quién carajo te dio permiso de tocar mis cosas?!...
--¡Shun!... –Contestó el otro como si esa fuese una excusa valedera, pero le sirvió ya que Ikki recordó porque estaba allí, abajo en el sótano, con ese tapón de alberca.
--¡Ah!... Carajo... Tengo algo que proponerte... –Dijo el Phoenix mas calmo –¡Y mas te vale que aceptes o si no te mandare al Averno para que le hagas compañía a los Espectros, que tan contento los has dejado!...
--¡Primero dime, déjame ver si acepto y después amenázame si te doy una negativa!... –Se enojó el Pegasus comenzando a impacientarse, no era común que aquel hombre buscase cruzar dos palabras con él.
  Sin darle tiempo a nada, sin darle la oportunidad de analizar sus palabras, el Phoenix se impuso ante el morocho:
--Iremos a una cita... Tu y yo... Shiryu y mi otouto por el otro lado...
 
  Los pelos de su nuca se erizaron por completo, Seiya abrió sus ojos como plato y tragó saliva, comenzaba a ponerse azul por olvidarse como era respirar ante la propuesta del otro, quien siguió con su perorata:
 
--Yo le diré a mi otouto que estoy enamorado de ti... Le pediré que salgamos los cuatro así la lagartija se queda a solas con él... Luego iras tu y le dirás a Shun que sientes algo por mi pero que no sabes que hacer... De esa forma mi otouto accederá a esa cita... Porque lo hará por nosotros... ¿Entendido?...
--No... –Respondió el Pegasus con un hilillo de voz
--Perfecto... Quedamos así... –El peliazul intentó subir la escaleras del sótano pero Seiya se lo impidió.
--¡Espera!... ¿Qué tengo que hacer?...
--¡Dioses ponny!... Te comprare una enciclopedia para que entiendas las cosas... Tu solo tienes que ir con mi otouto después de que hable yo... Y le dirás algo así como que estas enamorado de mi, o que sientes algo... Calentura o lo que sea... Algo cursi y romántico...
 
  El morocho no supo porque había aceptado, aunque en realidad ni tiempo de pensarlo le dio Ikki, pero de todos modos, los motivos de Seiya iban mucho mas allá que de una simple treta... No seria difícil para él confesarle a Shun un supuesto amor secreto y prohibido hacia el Phoenix ¿Cuántas veces lo había hablado con Andrómeda?.
  El peliazul se fue del sótano escapando de la presencia de ese chiquillo que siempre lograba sacarlo de sus casillas, estar frente a él activaba unos engranajes invisibles en su estomago y en todo su cuerpo, haciendo funcionar un pequeño aparato de auto defensa, y siempre su mejor defensa fue atacar primero... Así eran las discusiones con Seiya, las empezaba el Phoenix atacando a su amigo, pero claro, el Pegasus no era ningún cordero camino al cielo, bien merecido se tuvo los regaños del mayor ya que era un especialista en hacer lío, en destruir las cosas personales y arruinar otras.
  Ikki, recordando que acababa de hablar con el mejor amigo de su hermano, volvió sus pasos para tomarlo a Seiya por el cuello de su remera y amenazarlo:
 
--De mas estar decir... Que si le cuentas algo a mi otouto de todo esto, te ahogo en el retrete...
--No le voy a contar nada... –Aseguró el Pegasus quitando aquellas manos con violencia, movió su cabeza para acomodar un poco aquellos revueltos cabellos que incomodaban su vista –Yo también quiero lo mejor para Shun y no soporto verlo así por Hyoga...
--Ah... Mas te vale... Y ve a bañarte, tienes olor... –Dijo con rudeza el peliazul, cosa que no le agrado al menor quien frunciendo su frente se defendió indignado:
--Estaba jugando a la pelota... ¿Quieres que huela a flores?...
 
  Sin mas, el morocho se fue, a bañarse por supuesto, y no porque se lo impuso Ikki, sino porque realmente necesitaba un baño... Ese fue el momento que el Phoenix aprovechó para ir en busca de su pequeño hermano, esa era la parte mas difícil pues tendría que apelar a su dotes de actor y fingir un enamoramiento hacia Seiya o_O Y todos sabemos lo mal actor que es el peliazul.
  Shun había decidido ir a bañarse cuando sorpresivamente su compañero desapareció dejándolo solo en el jardín, no supuso un secuestro de Seiya por parte de su niisan... Estaba en su cuarto, a medio vestir, secándose su larga melena que había crecido con el tiempo, sus bucles semejante a resortes, de un color verde rebotaban una y otra vez. Dejó de lado la toalla con la que se estaba secando la cabeza cuando vio a su niisan ingresar al cuarto.
 
--Hola niisan...
--Hola Usabi... –Saludó Ikki ingresando con duda al cuarto de su hermano.
--Ven... Pasa... –Alentó Andrómeda y buscó su camiseta blanca.
 
  El Phoenix ingresó al cuarto y se sentó en la cama de su querido hermano, callado y muy pensativo, con un semblante algo triste que logró fingir a la perfección ¡¿Con que era mal actor eh?!.
  Luego de unos minutos de un extraño silencio, el peliverde rompió el clima pronunciando débilmente.
 
--¿Qué te ocurre Ikki?... –Era sabido que el Phoenix no se llevaba con las palabras, pero su silencio y su porte ensombrecido terminó por alamar a Shun.
--No lo se... –Respondió el peliazul juntando fuertemente sus labios con una exagerada tristeza en sus gestos, se desplomó de espalda en la cama de su otouto.
  Andrómeda camino hacia él y se sentó preocupado a su lado, dispuesto a saber que le pasaba.
--Dime... ¿Qué sucede?... ¿Paso algo malo?...
--No se si es algo malo o bueno... Solo se que me esta matando por dentro... –Con un brazo se tapo la cara, Ikki apeló a toda su pericia actoral... Pero le era sumamente complicado fingir un enamoramientos hacia Seiya.
--¿Qué es niisan? Te lo suplico... –Rogó el peliverde intentando separar ese brazo que entorpecía el camino, intento ver el rostro de su hermano pero no pudo ya que el Phoenix no deshizo su postura.
--Tengo... Vergüenza... –Fingió un sollozo no propio de él, menos mal que lo frenó, porque sino, se delataría solo –Temo que... Yo te de vergüenza... Que te avergüences de mi...
--Pero niisan... –Dijo Shun con extrema dulzura –Nunca me avergonzaría de ti... Nunca, por nada en el mundo...
--¿Me lo prometes?... –Preguntó Ikki espiando por encima de su propio brazo --¿Prometes que no te enojaras conmigo? ¿Qué podré seguir siendo tu hermano, a pesar de este secreto obscuro y prohibido?...
--Si Ikki... Pero por favor, dime ya... –Se asustó el pequeño.
--¡Estoy enamorado!... –Soltó el Phoenix conteniendo la risa, con un tono de voz muy telenovelesco, por suerte, aquel brazo aun sobre su rostro tapó su sonrisa.
--¡Pero eso es muy lindo niisan!... –Andrómeda rompió a reír enternecido con las palabras y los gestos del otro, pero dejo de hacerlo cuando acertadamente su niisan acotó:
--De un hombre...
--Oh... –Exhalo el peliverde, impávido, anonadado... No había palabra que describiese lo que sintió Shun en ese momento, frente a la confesión de su hermano.
 
  Por un lado, Andrómeda sintió que un gran peso se desprendían de sus hombros, y por el otro no pudo evitar descolocarse frente a lo absurdo que era todo ¿Su niisan contándole algo así, a él? En parte se sintió halagado, era hora de que su niisan confiase mas en él y dejase de verlo como a un niño de Jardín de Infantes.
 
--¡¿Lo ves?! ¡Te enojaste! Yo lo supe... –Sollozó Ikki intentando incorporarse de la cama, pero el otro lo frenó.
--No Ikki... Lo siento niisan, es que me quede... Pensando, eso es todo... Pero no estoy enojado... –Una sonrisa dulce se instaló en su rostro, una sonrisa tranquilizadora –No me parece que haya nada de malo en ello... Es muy lindo que estés enamorado, y no importa si es un hombre...
--De Seiya... –Remató el Phoenix, y un pequeño duende negro en su interior se destornillo de risa, mas su rostro permaneció serio y firme, con una fingida congoja.
--Oh... –Fue duro para Shun escuchar tremenda locura, pero nuevamente, esa sonrisa que se había esfumado, volvió con mas fuerza, y asintiendo con su cabeza continuo: --¡Es perfecto!... Sabes que yo adoro a Seiya, me encantaría tenerlo como cuñado...
--Es una locura... –Continuó el Phoenix con su teatro masajeandose el cuello.
--¡No!... No lo es... –Negó Shun dando pequeños brincos de felicidad sobre la cama, se puso de pie radiante de felicidad –No tienes tiempo que perder niisan...
--¿A que te refieres?... –Se descolocó de verdad Ikki.
--Seiya me mata si te lo digo... –Confesó Andrómeda con una maquiavélica sonrisa –Pero que mas da... ¡No tienes que perder el tiempo! Seiya siente lo mismo por ti, bobo...
--¿Seiya?...
 
  Un momento... Analizó el Phoenix ¡El le había dejado bien en claro que fuese a hablar con el peliverde DESPUES que él, y no ANTES! Pero ¿En que momento Seiya lo habló con Shun? Si este se estaba bañando y luego el Pegasus entro detrás para ocupar el baño... “Uno, dos, tres, planeta llamando a un perdido peliazul” “Houston, tenemos un problema, nos quedamos sin combustible y no sube agua al tanque”.
 
--¡NIISAN!... –Gritó Andrómeda con todo el aire de sus pulmones, su hermano se había quedado con cara de idiota mirando la nada.
--¡AH!... ¡¿QUÉ?!...
--Se nota que estas enamorado... –Sonrió el peliverde con picardía.
--No... No puedo... –Se apresuró a decir Ikki notando la situación.
--¿Qué no puedes?...
--No puedo confesarme así como así... –Previó ese pequeño problema y tuvo la excusa perfecta, se lo hizo saber a Andrómeda –No es fácil todo esto para mi... –Volvió a la cama para sentarse con un supuesto semblante triste.
--Nadie dijo que era fácil niisan... Pero debe hacerlo, serás feliz si lo haces...
--Lo haré... Pero todo a su tiempo...
--A ver ¿Dime?... –Shun, serio se sentó junto a él, dispuesto a saber que motivos que lo acobardaban ¡Si Seiya estaba servido en bandeja de plata! --¿Qué hay que hacer para que logres hablarlo con él?...
--Una cita... --¡Perfecto! Pensó el Phoenix revolcándose ya en su triunfo –Solo así... Ya sabes, aquí en la Mansión no se puede hablar y pense que quizás... Mas relajados las cosas fluyeran solas de forma natural...
--¡Me parece genial!... –Apoyó Shun la idea de su niisan.
--El único problema... –Retrucó el peliazul –Es que no me animo a ir y encararlo así, de una... Solo me atrevería a salir con él si... No se, si...
--Dilo de una vez...
--Si tu vinieses con nosotros... Como amigos, una salida de amigos, solo que desde otra perspectiva...
--Pero Niisan... –Andrómeda comenzó a sospechar, Ikki era todo menos cobarde, sin embargo nunca lo había visto enamorado y quizás era esa forma en la que su niisan manifestaba sus temores –No puedo ir con ustedes... Estaré ahí, metido en el medio...
--Eso también lo estoy pensando... –Y tomando coraje, el Phoenix lo propuso –Y creo que si Shiryu viene con nosotros... Las cosas quedarían perfectas...
 
  El peliverde guardó silencio analizando las palabras de su niisan... El peliazul temió a una negativa, aunque eso era estúpido, ya que Shun jamas podía decirle que no a un pedido de un ser querido, fue por eso que con un rostro serio y muy pensativo asintió:
 
--Me parece bien... Será una salida de dos en dos... Ustedes por su lado y nosotros por el otro... Sin que Seiya sienta que esta a solas contigo en una cita...
--Exactamente... –Exclamó Ikki con efusividad, satisfecho con el resultado, poniendo ojos de ternero degollado acotó --¿Me ayudaras?...
--Por supuesto niisan... –Afirmó Andrómeda con la voz temblorosa –Pero deja de comportarte así que me estas asustando...
--Es el amor otouto... Es el amor... –Dijo Ikki alegre sin dejar la actuación de lado, se fue del cuarto de su otouto antes de terminar de delatarse, pero aun así pensando seriamente en seguir la carrera de actor.
 
 Shun salió por la puerta de su cuarto para alcanzar a su niisan en las escaleras, aun no habían decidido que harían o a donde irían: Gran detalle. Aun mas preocupante, como harían para invitarlos, pero eso fue mas fácil ya que el Phoenix se encargaría de Shiryu (Cosa que no era necesaria) Y Andrómeda de Seiya (Cosa que tampoco era necesaria)... Ambos invitarían a los mencionados en son de amistad, sin levantar sospechas.
  Ikki buscó a su amigo Dragón para comentarle que todo marchaba sobre ruedas, sin embargo, esa extraña sensación en el estomago no abandonaba por completo al pelilargo, comenzaba a arrepentirse de tremenda locura y estupidez, pero nuevamente el Phoenix lo tranquilizo recordándole que era solo una cita, como mucho, en el peor de los casos, la pasarían solamente bien, charlando como buenos amigos. Pero lo que a Shiryu no le gustaba era engañar a su pequeño de esa forma, porque todos estaban al tanto de la treta, menos Shun, y eso no le pareció bien al Dragón.
  Por suerte nadie necesitó hacerle entender a Hyoga que no podría ir a la cita, ya que el mismo Cisne hasta pareció emocionado con la propuesta ¿El ruso expresando alegría? Pues si, y comento que tenia mucho para estudiar, mucho... A lo que todos se preguntaron ¿Qué? ¿Qué tenia que estudiar? ¿Desde cuando había comenzado algún curso?... Si el rubio no estudiaba 0_0. En fin, fue mejor así.
  Shun supuestamente convenció a Seiya de acompañarlos a los tres a una salida común entre amigos, desde ya que el Pegasus intentó escapar a como de lugar, sin poder evitarlo ya que Andrómeda se lo rogó y el morocho nunca pudo con eso... El peliverde mantuvo su promesa hecha a su niisan y no le dijo a su mejor amigo las intenciones del ultimo, para dejar todo como era: Una salida mas, sin Hyoga... Esta vez, sin el Cisne porque tenia mucho por estudiar o_O.
 Aun no habían decidido a donde irían pero eso lo verían sobre la marcha, esa misma noche saldrían a recorrer la gran ciudad, en busca de diversión y un poco de alcohol.
  El primero en bañarse y prepararse fue Shun... Se vistió con un pantalón marrón muy clarito, una camisa con cuadros muy sutiles de color blanca, y sus zapatos de siempre que combinaban con su pantalón.
  Andrómeda ayudó a un indeciso Seiya, que andaba en busca de ropa revoleando las prendas de un lado al otro dejándolas desperdigadas por todo el suelo, terminaron eligiendo entre los dos un pantalón de jean algo suelto de color negro, y arriba una camiseta pique de color gris claro, zapatillas negras y finalmente el cinturón para sostener esos pantalones que siempre usaba el Pegasus.
  Shiryu se tardó bastante, casi tanto como Ikki, aunque lo del Phoenix fue pereza, porque en cuanto subió a su cuarto no tardo medio en segundo en bajar ya cambiado. Cuando el Dragón hizo acto de aparición en la sala, Andrómeda asintió con su cabeza pronunciando unas débiles pero suficientemente audibles palabras:
 
--Te ves estupendo Shiryu...
 
  El aludido se sonrojo bajando su vista al suelo, pero era cierto, a pesar de que estaba vestido algo sobrio, se sentía cómodo y eso era lo mas importante... Con un sencillo pantalón negro de vestir y una camiseta azul Francia bien ajustada al cuerpo y abajo zapatos color negro.
  El peliazul, ultimo en llegar, se coló detrás del pelilargo soltando con firmeza:
 
--Vamos...
--Niisan... Tu también estas muy bonito...
 
  “Tu también estas muy bonito”... Analicemos la frase, por favor... ¿En que momento Shun le dijo eso a Shiryu? ¿Será que lo habrá pensado? O ¿Será que fue eso lo que quiso decirle en realidad? Dejando el análisis de lado, su niisan también estaba para dejar sin aire a unos cuantos y a unas cuantas, pero Ikki era así, aunque se pusiese una sotana rosa no dejaba de ser un moreno exuberante. Aunque en esa ocasión parecía un ninja n_n Eso fue lo que penso Seiya al ver a su compañero, vestido con un pantalón negro, zapatillas del mismo color y una polera negra con el cuello hasta arriba... Para comérselo a besos.
  Todos listo, el Phoenix apuró las cosas:
 
--Vamos de una vez, carajo... Son peor que las mujeres...
--Donde esta Hyoga... Me quiero despedir... –Dijo Andrómeda buscando con la mirada a su amigo, pero fue suficiente cuando escucho su voz:
--¿Te vas a un entierro Ikki?... –Inquirió el Cisne con burla desde el descanso de la escalera cruzado de brazos.
--Al tuyo... Ganso pecho frío... –Y le realizo un gesto obsceno con la mano que el peliverde a su lado reprendió tomando ese dedo con su mano para ocultar el gesto.
--Chau Hyoga... –Saludo Shun con alegría estrujando en su mano aquel indecoroso dedo.
 
  En ese momento, junto a la puerta, el gran corazón de Shiryu, ese corazón libre de maldad y repleto de buenas intenciones y de sabiduría, se estrujo por completo... Aparentemente seria muy difícil quitar la imagen del ruso en la cabeza y en el corazón de Shun.
  En cuanto sus cuatros amigos se fueron por la puerta echando llave, Hyoga bajó como tiro y se abalanzó sobre el teléfono, marcó un numero y espero a que lo atendiesen:
 
--Hola... ¿Vienes? Estoy solo... –Dijo el Cisne hablando por el tubo –No, estoy solo... Se fueron... No vendrán por muchas horas... Saori esta en el Santuario... ¡Listo!... –Exclamó con efusividad --¡Te espero! No te tardes por favor...
 
  Colgó y subió las escaleras con el corazón repleto de emoción ¡TENIA LA ENORME MANSION PARA ÉL SOLO! Puso música, se desnudo y muy campante, cantando la canción que sonaba en el equipo retumbando en la casa, buscó ropa adecuada para el encuentro y preparo una agradable cena: Pidió pizza para dentro de media hora.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).