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Love-30 por Kitty Pasta

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Notas del capitulo:

Un tierno capítulo sobre como Lior y Roxy están aprendiendo a manejar su relación. Realmente los adoro :)

-Este… supongo que les debemos una explicación, ¿no? Ustedes han sido muy francos con nosotros, es justo que actuemos de igual manera ahora. Después de todo somos amigos.


-Rox, no te sientas obligado a hablar si no quieres…


-Oh, pero sí quiero hablar- aseguró el rubio cenizo.- Así va a ser mucho más fácil y además no tendré que andar con indirectas, cosa que me desagrada.- Se volvió brevemente para sonreír a Lior y agregó:- a mi edad no hay mucho tiempo que perder. Si me gusta alguien tengo que decirlo y ya, antes que pierda mi oportunidad y pase mis próximos años arrepintiéndome.


Lior le tomó la mano con delicadeza y lo dejó hablar a él solo como mejor le pareciera, sin que en ningún momento sintiera la necesidad de intervenir: Roxy explicó con sencillez a Allen y a Roger el modo en que se habían “interesado” el uno en el otro, como se habían puesto de acuerdo en probar salir a ver si su atracción se convertía en amor, y sin vergüenza admitió que cada vez estaba más feliz con la idea. Al escuchar eso se sonrojó y apoyó la cabeza sobre su hombro con timidez, también él repentinamente orgulloso de su decisión porque Roxy era sin duda el hombre más encantador que hubiera conocido, y estaba seguro que lo lograrían.


-Wau- silbó Allen cuando su manager hubo terminado de contar la historia, sosteniendo él también la mano de Lior al tiempo que lo miraba con ternura.- No lo hubiera imaginado nunca, pero… si están convencidos que es lo mejor para ustedes, y son tan felices como se ven…


-Me gusta mucho estar con Roxy- admitió Lior con el corazón acelerado.- Es divertido, amable, y tenemos tantas cosas en común que el tiempo parece correr de manera diferente cuando estoy con él. Quiero decir… creo que es el hombre correcto para mí.- Rió con nervios.- Creo de verdad que hice lo correcto al aceptar su propuesta.


-Ya verás que sí- intervino el propio Roxy acariciándole la mano que sostenía.- Yo puedo hacerte feliz, Lior, solo necesito que me dejes demostrártelo.


-Entonces yo tenía razón al sospechar que andabas en algo raro el otro día- acusó en broma Roger- ya estabas pensando en Lior de esa forma, ¿eh?


-Y para que te digo que no- aceptó Roxy con jocosidad.- Si es que él es una monada… no me mires así, Li, es la verdad para mí. Eres muy lindo y me gustas mucho, ¿Qué hay de malo en que lo diga en voz alta?


-No… de malo nada, pero me da vergüenza…


Roxy sonrió aún más y aprovechó su cercanía para plantarle un sonoro beso en la mejilla, dejando bien en claro que para él no había vergüenza que contara.


-Acostúmbrate. A mí me gusta decir las cosas tal y como son.


-Bueno, realmente no hay nada más que preguntarles, creo yo, excepto una cosa… ¿Por qué se detuvieron tan cerca del estadio para… ponerse cariñosos?- preguntó Roger con pudor, haciendo que Lior se sonrojara y Roxy soltara una risita divertida.


-Por nada en particular. Simplemente teníamos ganas y la calle estaba bastante vacía.


-Ah… ahhh…


-Ahora si no es molestia, ¿Por qué no comenzamos a hacer lo que se supone vinimos a hacer?- preguntó parándose y tendiendo la mano a Lior.- El tiempo es valioso y hay que aprovecharlo todo lo que se pueda, sobre todo ustedes. El Abierto se acerca.


Roger y Ali asintieron y se levantaron también, cambiándose con su ropa de entrenamiento y estirando brazos y piernas para entrar en calor. Estaban en el desierto vestidor principal del Asuka Valley, adonde habían ido después del embarazoso encuentro de rato antes, y habían dedicado todo su tiempo a aclarar las cosas en vez de prepararse para una intensa jornada de entrenamientos, pero tal y como dijera Roxy ya era hora de retomar sus actividades. Aunque su recién descubierto amorío con Lior lo llenara de gozo y le importara mucho, era ante todo un profesional y no olvidaba el objetivo original de aquel viaje. Ahora, un poco más grande: debía entrenar a cuatro personas en vez de una, dos de ellas participantes del torneo, y esa responsabilidad requería de toda su dedicación inmediata. Recién entonces recordó su interés en Ryan Larson y la conversación sostenida con él esa mañana, y cayó en la cuenta que todavía no se lo había dicho a Allen y a Lior. Durante un fugaz instante se preguntó cómo había cometido semejante descuido y si esa noticia caería bien a los jóvenes, y luego desechó tales preocupaciones. ¿Por qué no les iba a gustar la presencia del muchacho?


-Ali, Lior- los llamó antes de salir del vestuario (Roger ya se había ido a calentar trotando).- Hay algo que olvidé mencionarles hasta ahora, y me disculpó por eso. Dentro de un rato vendrá Ryan Larson y se unirá a nuestro grupo de entrenamiento, porque le he pedido que se convierta en uno de mis alumnos. En verdad lo tenía en mente desde la final del otro día y espero por favor que no se lo tomen a mal por la sorpresa, ya que la culpa es mía y no suya. Larson es un gran jugador y tengo la esperanza de que todos puedan llevarse muy bien, al fin y al cabo serán compañeros y sería un desperdicio que no congeniaran…


-¿Y por qué no íbamos a congeniar?- expuso Allen, parpadeando.- Cierto, debiste decirnos antes, pero en realidad no tengo ninguna objeción a que se entrene con nosotros. Me pareció un buen tipo por lo poco que hablamos el sábado en la final.


-Gracias, Ali, realmente fui despistado- se disculpó Roxy una vez más, siempre con su juvenil sonrisa en el rostro.- ¿Y tú, Li? ¿Tienes alguna objeción?


-¿Yo? No, ninguna. ¿Qué iba a tener que objetar?


A pesar de esas palabras tan moderadas Roxy creyó detectar un dejo de ironía en ellas, por lo que se preguntó en que habría molestado a Lior. Tal vez simplemente no le gustara la idea de tener a un extraño entre ellos, de modo que no llamó la atención sobre el asunto y los siguió hasta la cancha de práctica número uno, que les había sido asignada esa mañana. Esa vez a diferencia de la anterior estaban en una pista a cielo abierto y rodeados de varias personas, ya que otros participantes habían sido registrados y en las canchas adyacentes se veían diversas practicas como la suya, de modo que ya no tenían la misma privacidad de la primera vez; aunque, si iban a ponerse serios, eso sería más una ventaja que un inconveniente. Con gente a la vista estarían obligados a ser discretos y a concentrarse más en el juego, tal y como era su intención. Se relajó.


-Allen y Lior, por lo pronto pueden empezar a trotar para calentar los músculos: diez minutos, después los quiero aquí listos para hacer peloteo contra Roger. Será… ¡oh, es Ryan!- dijo de pronto, al avistar al gigantesco muchacho acercándose por el sendero. Los amigos inmediatamente voltearon a verlo y permanecieron en su sitio para saludarlo, puesto que parecía más correcto eso que seguir corriendo como si no lo hubieran visto.- Que bueno que nos hayas encontrado.


-Gracias a usted, que me colocó en la lista de autorizados- replicó Ryan contento, descolgándose la mochila y el raquetero del hombro y tendiéndole la mano.- Quería decirle una vez más cuanto aprecio esta oportunidad que me está dando, y que no voy a decepcionarlo. De a partir de hoy me esforzaré el doble para llegar al nivel que usted espera.


-Bien, chico. Bueno, antes que nada… ah, Roger… te presento formalmente al equipo. Roger Henders (“que en realidad no necesita ninguna presentación”, añadió mientras se estrechaban la mano, Larson con profundo respeto), Allen Kanda, al que seguramente recuerdas de la final…


-Por supuesto que sí- dijo el alto joven con una sonrisa.


-… y Lior Farlane, compañero de Allen que también practica con nosotros.- Lior saludó a Ryan con cortesía pero al mismo tiempo echó una furibunda mirada a Roxy, como si no le hubiera gustado nada el modo en que lo había presentado. Sin embargo, no había tiempo para sutilezas cuando aquel era su primer entrenamiento profesional, de modo que tras un breve intercambio de frases amables todos echaron a correr y a hacer algunas flexiones y peloteo a dobles, calentamiento básico que Roxy exigía de todos sus alumnos, por fuertes o experimentados que fueran; podría haber agregado que era solo por ser la primera vez y que al día siguiente intensificaría notablemente el programa, pero como no quería asustar a los menores decidió no decir nada.


-¿No estás emocionado por esto?- le susurró Ryan a Allen un rato más tarde, mientras elegían sus raquetas para turnarse jugar contra Roger.- Estamos entrenando mano a mano con el mejor tenista de todos los tiempos y con un Asesino de Leyendas… ¡todavía no lo puedo creer, y eso que no soy yo el que jugará en el Abierto!


-Claro que me emociona- asintió Allen con vigor- nunca imaginé que esto podría llegar a pasar, es decir, ¿Quién lo hubiera imaginado?


-Espero que el año que viene lo repitan- rogó Ryan cruzando los dedos.- Tal vez con suerte se vuelva una tradición elegir al último jugador así. Entonces espero que gane alguien de Chelsea para poner las cosas a mano- bromeó.


-A saber lo que pasará de aquí a un año- comentó Allen con melancolía.- Porque al menos yo no estaré aquí para verlo. Tendré que mudarme a Irlanda.


-¡Ey, ustedes, se acabó la charla!- les gritó Roxy desde la red.- Vengan aquí así les explico.


Se estableció un sistema por el que todos ayudaran en el entrenamiento de todos, lo cual era justo y práctico. Primero Allen y Ryan jugarían contra Roger, solo, por un período de quince minutos, durante el cual tenían la orden de Roxy de no contenerse y darle con todo para agudizar sus reflejos; luego, se invertirían los roles y Ryan y Lior tirarían contra Allen, con un poco menos de severidad pero estirando el tiempo a veinticinco minutos. La idea era que al defender contra dos jugadores siendo uno solo se aumentaba la velocidad y obligaba al cuerpo a estirarse tanto como fuera posible, algo que obviamente sería de ayuda en un partido real. Después de eso habría un partido de un set entre Roger y Allen (con la terminante orden de Roxy de no darse ventajas el uno al otro por su relación personal), arbitrado por él y fiscalizado por Ryan en calidad de aprendiz. A Lior, con el temor de que un esfuerzo excesivo lo resintiera, le encargó la tarea de preparar las pelotas y las toallas. Lo hizo de buena fe y pensando solo en cuidarlo tal y como lo prometiera, con la idea de jugar después con él unos games, pero Lior no solo no lo vio así si no que se ofendió terriblemente: y aunque obedeció su orden le dirigió una muy clara mirada de reproche como protesta, negándose a hablarle como siempre por lo que consideraba era una humillación innecesaria. Allen, agudo observador, supo que su amigo estaba irritado con Roxy por la poca importancia de sus tareas en el grupo, pero no se atrevió a intervenir para no dejarlo en evidencia y provocar una discusión.


Además, con la presencia de Ryan allí, se limitaban el número de cosas personales que podían decirse sin dejar en claro la verdad de sus relaciones. Allen cayó en la cuenta de eso y se preguntó cuánto podrían esperar, antes de que tuvieran que ser sinceros por la inevitable necesidad de mostrarse afecto en público. Se encogió de hombros y regresó su atención al partido con prontitud, recordando la advertencia de Roxy sobre las ventajas.


Roger también lo recordaba, pero a pesar de todo su profesionalismo le costó bastante no distraerse con la lindura de Allen y con sus hermosas sonrisas: solo cambió de opinión cuando vio que el rubio se aprovechaba de eso para sentenciarle un punto tras otro con su gran agilidad y puntería. Inclusive los otros jugadores les echaban frecuentes vistazos al oír sus exclamaciones y ver el singular ritmo del partido, más parejo que los anteriores y por eso mismo más emocionante. Demostraba muy a las claras el avance de Allen como jugador y su mayor tranquilidad ante un rival por encima de él, factor clave para entrar a un torneo profesional sin sucumbir de miedo por el camino. Roxy hizo una mueca de aprobación.


-Eso, así se hace. ¡Muy bien hecho! ¡Más alerta, Roger!


-¡Ya lo sé! ¡Todavía no pienso dejarme ganar, para que sepas!- le gritó al moreno animado al tiempo que utilizaba un poderoso revés para ganar el punto. Un rato después, ganaba el game y quedaba con eso 5-3 a favor. Allen meneó la cabeza y se acercó para susurrarle algo, cuidando de que no los oyera Larson:


-Si me ganas más tarde voy a cobrártelo, te lo juro.


-Adelante, te estaré esperando- retrucó Roger con innegable sensualidad en el tono de voz.


Finalmente se impuso Roger por 6-4 tras un largo último game de nueve minutos, lo cual dejó al rubio cansado y resoplando junto a la red; Lior se le acercó con una botella de agua mientras Roger bebía en el banco e intercambiaba impresiones con Roxy, y aprovechó ese momento para preguntarle si le pasaba algo de verdad.


-No me puedes mentir a mí, se te nota de lejos el disgusto que traes en la cara. ¿Qué pasa? ¿Es porque Ryan está aquí?


-Shh, baja la voz. No quiero que Roxy escuche y piense que soy infantil.- Hizo una pausa y asintió, con las mejillas ligeramente coloradas.- Sí, es eso. Ya sé que es una tontería pero pensé que seríamos solo nosotros cuatro, y me gustaba la idea. Ryan Larson lo complica.- Bufó.- No quiero tener que besar a mi pareja delante de un perfecto extraño, y si iba a ser así Roxy al menos pudo haberme avisado antes. No estoy acostumbrado a estas cosas y me hubiera gustado saberlo antes para hacerme a la idea.


-Te entiendo. Yo también tendré que hablarlo con Roger a ver qué piensa hacer.


-Y tampoco tenía por qué ponerme a sacar pelotitas como si fuera un ballboy (1*) de diez años- agregó con rabia el pelinegro, por lo que Allen comprendió que eso lo había lastimado más que lo otro.- Me hace preguntarme para qué estoy haciendo este entrenamiento con ustedes en vez de hacerlo en la universidad. Al fin y al cabo, Roxy no me eligió a mí para jugar en su club.


-Vamos, Li, ahora no te pases de sentimental- lo reconvino su amigo- si estás con nosotros es porque eres buen jugador y lo sabes, y Roxy también lo sabe. No tiene nada que ver con que ustedes estén saliendo así que no lo veas así. No te deprimas.


Lo cierto era que en ese primer entrenamiento conjunto ninguno de los cuatro tuvo la ocasión de hablar de cosas personales y, por ende, no decidieron que hacer de allí en más con respecto al quinto miembro del grupo, a quien obviamente verían todos los días. El malhumor de Lior se vio acentuado cuando Roxy jugó con él dos games y luego le puso de compañero a Larson, quien con muy poco tacto le aseguró que jugaría despacio para no agravar su lesión. No era de extrañar entonces que, al finalizar la práctica y de camino a su casa, no dirigiera la palabra a Roxy y se limitara a mirar por la ventanilla mientras el mayor conducía. Roxy, en cambio, si lo miraba y se preguntaba que había hecho para enojarlo así, decidiendo que sería mejor preguntarle y despejas las dudas que guardar silencio y permitir que el malestar creciera. Sospechaba que la causa de todo era Ryan, pero mejor asegurarse.


-Lior. ¿Vas a seguir callado mucho tiempo más?


-Psé- murmuró el pelinegro enfurruñado.


-Vamos, Lior, por favor. Somos grandes; si hice algo para ofenderte dímelo y ya está, que yo procuraré pedirte disculpas y compensarte por eso. No sirve de nada que solo me ignores.


-Mira, Roxy, lamento si no te la hago fácil, pero en este momento me cuesta ser racional y no quiero decir una barbaridad de la que más tarde me arrepentiré- dijo Lior colorado, preguntándose si hacía lo correcto al plantear un problema así por algo que en realidad no valía la pena.


-¿Pero qué barbaridad, y por qué? ¿Es por Ryan? ¿Te molestó que lo lleve a…?


-¿A entrenar? ¡No, por favor, si es un excelente tenista! Mucho mejor que yo, seguro, dado que él pasó casi todo el tiempo jugando y yo a un costado como un espectador de lujo- soltó Lior con ironía, la suficiente como para que Roxy captara su intención y comprendiera por fin. Se maldijo por no haberlo notado antes cuando las señales habían sido evidentes, y reconoció que no había sido muy atento con su nuevo novio al no explicarle el motivo de sus precauciones. Lior era sensible, y probablemente su comportamiento lo hubiera herido: tenía que arreglarlo, ya que no quería que su relación iniciara con malos entendidos.


-Lior, escucha, pero escucha de verdad y déjame terminar para que entiendas. En ningún momento fue mi intención hacerte a un lado o humillarte a favor de Ryan, que es otro tipo de jugador y con quien –obviamente- tengo otro tipo de relación. Él es un alumno más, y tú eres mi pareja, a quien quiero y respeto. Tampoco creo que él sea mejor jugador que tú: simplemente, quiero cuidarte hasta que estés recuperado del todo de la lesión en la muñeca, y ya que entrenamos para un Abierto me pareció peligroso exponerte a lo más brusco de la práctica de Roger y Ali.


-Oh- hizo una pausa, incómodo, y luego lo miró de reojo.- Yo pensé…


-Lamento si creíste otra cosa, pero te aseguro que tengo en ti tantas expectativas como en los demás; pero para ser justo con mis responsabilidades, decidí enfocarme en Roger y Allen primero ya que quedan muy pocos días para el torneo y necesitan entrenarse a fondo. Ali sobre todo, que es nuevo. No quise exigirte lo mismo hasta no verte bien del todo, así que es solo por eso que te asigné tareas livianas. No tiene nada que ver con cómo te valoro como tenista.


-Lo siento, Roxy- se disculpó al fin Lior en voz baja, mientras estacionaban en la playa de su departamento y volvía a mirarlo con timidez.- Me he portado como un perfecto caprichoso cuando tú solo estabas preocupándote por mi salud, y me muero de vergüenza por eso.


-Está bien, no pasa nada. Yo también me disculpo por no habértelo aclarado antes- agregó Roxy con alivio, pues no quería pelear con el menor.- No volverá a pasar, lo prometo. Para la próxima te voy a incluir en una práctica más fuerte, si el médico da su visto bueno.


-Okey. Y…- vaciló, sin saber si debía continuar o no. Pero como Roxy lo mirara con curiosidad se decidió y preguntó, de una:- Tengo que saberlo, Roxy. ¿Tú ya querías que fuera tu alumno, o se te ocurrió porque ahora estamos saliendo?


-¿Qué si se me ocurrió por lo nuestro…? De ninguna manera. Es verdad que separarme de ti al terminar el Abierto me dolería, pero yo solo escojo para mi club a los mejores. Entiende esto, Li, si te quiero junto con Allen y Ryan es porque creo que vales, que tienes futuro y que solo precisas el entrenamiento adecuado. No serviría de nada llevarte a Irlanda solo para que fueras mi pareja, alejándote de tu vida, de tu familia, amigos y carrera. No soy un hombre egoísta.- Hizo una pausa para acariciarle la mejilla y de paso acercársele, quedando tan juntos que casi podía sentir su respiración.- Aunque si vienes conmigo admito que me pondré muy feliz. Será un estímulo muy lindo saber que podré verte cada día.


-¿Ah, sí?- nervioso ante la cercanía del mayor Lior no supo responderle muy bien al principio, al menos hasta que sintió como sus labios lo rozaban suavemente: después de eso, ya no recordó sus dudas y no sintió nada que no fueran los besos dulces de Roxy, que lo transportaban a otro plano de realidad muy diferente. Allí, no importaba demasiado si llegaría o no a ser un profesional destacado, mejor o peor que los demás. Solo importaba el amor y la ternura que Roxy Charden podía demostrarle, lo bien que lo hacía sentir y lo mucho que anhelaba más de él. Repentinamente cobró vida y se aferró al rubio cenizo con una urgencia que desconcertó a éste, pero que no se resistió cuando fue el menor quien tomó la iniciativa.


-Mmm… Lior, tú… querido, puedes hacer eso tanto como quieras…


-Subamos- propuso Lior con voz ronca, cerrando los ojos para que la mirada de Roxy no lo inhibiera y eso le hiciera perder el coraje.- Te necesito, y no quiero arriesgarme a que alguien pase por aquí y nos vea… subamos, por favor.


-De acuerdo, mi amor. Yo también te quiero para mí solo.


Ya en el departamento al mayor se le hizo evidente que Lior también estaba “motivado” y, lejos de resultarle incómodo, descubrió que era muy placentero dejarse llevar por la pasión del joven pelinegro. Su temperamento en tales ocasiones siempre había sido dominante, pero quizá era porque no había conocido a la persona correcta: ahora que Lior estaba encima suyo besándolo y acariciándolo con lentitud, no tenía ningún apuro por establecer su rol de hombre. Por supuesto, era porque ambos eran hombres. Al caer en la cuenta de eso rió un poco, y Lior se detuvo para interrogarlo con la mirada.


-¿Qué pasa?


-Nada, dulce. Tranquilo. Sigue con lo que estás haciendo, que me encanta…


-Roxy, estoy muy excitado- confesó en un tono apenas audible, directamente en el oído de su pareja. El corazón le latía violentamente y la entrepierna le ardía, por lo que ya no podía seguir haciéndose el tonto.- No sé por qué pero ya no me aguanto más, quiero estar contigo.


-Lior. ¿Entiendes lo que eso significa?


-Oh, cielos- balbuceó sonrojándose, apoyando la cabeza contra el hombro del mayor.- No voy a mentirte, ya sé que si empezamos a juguetear vamos a terminar acostándonos, y eso me asusta. Pero también sé que te necesito. Quiero irme a dormir y que estés ahí, quiero oír tu risa en la mañana, quiero que destruyas toda mi seriedad y mi orgullo y me conviertas en alguien nuevo. Te deseo, también. Soy inexperto pero tengo sangre en las venas, y mi cuerpo se acalora cuando estás cerca de mí… y te reclama.


-¿Sabes una cosa?- dijo Roxy al cabo de un rato en silencio, conmovido.- Esa es la petición más sincera y dulce que me han hecho en la vida. Me siento honrado de merecer tu confianza a tal punto, mi amor.- Con ternura tomó a Lior por el mentón para darle un beso y le pasó la otra mano por la cintura, agregando:- con mucho gusto me quedaré a dormir contigo esta noche y haremos todas las travesuras que tú quieras. Ni siquiera tenemos que esperar hasta la noche, de hecho. Me tienes indefenso y a tus pies, querido mío. Si deseas saciar tus ansias conmigo, hazlo sin reparos. Después de todo…


-¿Después de todo, qué?- susurró.


-Después de todo mi cuerpo también está clamando por ti- aseguró, llevando su mano sutilmente al muslo de Lior y tocándolo con inequívoca sensualidad. El muchacho, ya sin contenerse, guió la mano de Roxy un poco más arriba y gimió de gusto. Ya no podía parar.

Notas finales:

Realmente lamento dejarlo en la parte del hard... perdón si se quedaron con las ganas.

Hay una sola aclaración:

1*): los ballboys son los alcanzapelotas, como su nombre lo indica, esos chicos y chicas cuya única función es recoger las pelotas perdidas en medio de la pista y alcanzarles pelotas nuevas y toallas a los jugadores, para que éstos puedan ahorrar tiempo y volver cuanto antes al juego.

Lior realmente es más sensible de lo que yo creía. Voy a tratar de hacerlo muy feliz junto a Roxy.


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