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Love-30 por Kitty Pasta

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Notas del capitulo:

Roxy y Lior deciden hablar de su relación para atraer a la prensa; mientras tanto, Roger se enfrenta a la llegada al país de sus padres...

(NOTA: el capítulo debió haber sido subido ayer, como todos los lunes, pero debido al feriado tuve que atrasarlo hasta hoy. Sepan disculpar).

Roxy lo planeó cuidadosamente. Una vez calmados los temores de Lior y superadas sus propias dudas, cuando ya se había hecho a la idea que su vida cambiaría a partir de entonces, no le costó nada y se entregó alegremente a la tarea de dejarse ver en compañía de su novio en situaciones mucho más que sospechosas. Por empezar, lo acompañó a ver a sus padres a South Prytania (1*) con el fin –supuestamente- de contarles sobre el viaje, pero por supuesto, la intención era otra: los periodistas lo siguieron hasta la universidad cuando pasó a buscar a Lior, de modo que dijo como al pasar que tenía asuntos personales muy urgentes que atender y con eso los dejó intrigados y preguntándose a que se refería. Dos o tres enviados sagaces tomaron nota de la presencia del muchacho pelinegro y lo investigaron, cayendo recién en la cuenta que era amigo de Allen y que entrenaba a diario con Roxy y los otros, y comenzaron a especular con la posibilidad de que formara parte del privilegiado grupo que viajaría a Irlanda a estudiar en el Tamar. Eso estaba bien: lo siguiente fue admitir su responsabilidad con los padres de Lior y confesarles que se había enamorado de su hijo, y disculparse por lo repentino de la noticia porque sabía que todo era un impacto; lamentablemente, no les quedaba más remedio que apresurar las cosas ya que la prensa los seguía a todas partes, y él, Roxy, prefería eso a tener que ocultar el amor que profesaba al muchacho. Lior lo había cautivado como jugador de tenis y como persona, y el sentimiento había surgido de forma espontanea y natural, cosa que el menor corroboró con timidez pero con firmeza. Sí, él también se había enamorado de Roxy Charden; sí, sabía que era una sorpresa y les pedía disculpas, pero no podía mentirse a sí mismo ni despreciar un amor correspondido solo por lo que dirían los demás. Roxy lo había fascinado como ninguna otra persona lo hiciera jamás y les pedía que respetaran eso. Además, finalizó, lo acompañaría a Irlanda para unirse a su club de tenis, ya que su sueño era ser profesional y estaba seguro de que allí podría lograrlo. Ni bien dijo eso la señora Sarah Ibraimovich y el señor Angus Farlane dieron lugar a sendas reacciones de preocupación y los llenaron de toda clase de preguntas, buscando entender (y saber) si todo aquello era verdad, pero después de una larga charla que duró casi toda la tarde les quedó en claro que su hijo no bromeaba: estaba enamorado de ese hombre y se marcharía con él dijeran lo que dijeran.


-Por favor, no tienen por qué preocuparse tanto, en serio- procuró tranquilizarlos Lior.- También vendrán Allen y Ryan Larson, el que quedó de finalista en el Torneo Universitario. Lo mío con Roxy es una cosa, pero si viajo es por motivos profesionales también. Quiero entrar al Tamar Club y competir en torneos de ATP, y sé que allí tengo posibilidades. Créanme que no pasará nada malo.


-Ay, Lior... ¡es que es todo tan repentino!- se lamentó su madre, abrazándolo.- Nunca imaginé que vendrías un día a decirnos esto. No es que desconfíe del señor Charden... pero...


-Entiendo- suspiró el menor, turbado.- Ustedes no tenían manera de saber que me enamoraría de otro hombre, tampoco yo, de hecho: no los culpo si se sienten decepcionados por eso.


-No, hijo- intervino Angus.- Lo que tu madre quiere decir no es que estemos decepcionados...


-... sino que, honestamente, creíamos que nos dirías que te habías puesto de novio con Allen- terminó Sarah sin malicia, pero logrando con sus palabras que su hijo se sonrojara y Roxy estallara en risitas.- Siempre has estado tan pegado a él, que a veces nos preguntábamos si te pasaba algo más... oh, lo siento - agregó al caer en la cuenta de su indiscreción. Lior, colorado como un tomate, solo pudo murmurar:


-Gracias por la sinceridad, mamá.


-No te avergüences por mí, ¿eh?- intervino Roxy aún tentado, apretándole más fuerte la mano y mirándolo alternativamente a él y a sus padres.- Al fin y al cabo yo también llegué a creer que Ali y tú se...


-¡Bueno, basta, ese no es el tema a discutir aquí!- terminó Lior con una nerviosa exclamación, parándose de repente con el corazón sobresaltado.- Por favor, no más chistes con eso. Mamá, vinimos hoy para contarles lo nuestro y nada más, no hace falta comparar.- Se serenó y volvió a sentarse.- Les agradezco de todas maneras que hayan reaccionado con tanta tranquilidad, ¿saben? Me hace mucho bien que entiendan y acepten a Roxy como parte de mi vida. Sé que es repentino... pero es como es, y no puedo disimular. Lo quiero- agregó, en un tímido tono que enterneció a su novio y conmovió a sus padres. Como era obvio lo conocían mejor que nadie y sabían que no era un joven de derrochar emociones, por lo que si estaba allí admitiendo que quería a un hombre mayor que él era porque se trataba de algo muy serio.


-Está bien, hijo. Te hemos dicho que no es una decepción para nosotros lo que has elegido hacer con tu vida y menos si te hace feliz, de modo que no te preocupes: vete a hacer ese viaje a Irlanda si es lo que necesitas, y quédate con el señor Roxy. Al fin y al cabo hace rato que tienes edad para tomar tus propias decisiones.


-Lo único que te pedimos es que te cuides- completó Angus la frase de su mujer.- Serán muchas cosas nuevas al mismo tiempo, así que cuídate y no cometas locuras. Señor Roxy- agregó, volviéndose hacia el rubio cenizo.- Cuide de Lior, por favor. Me refiero a lo que nos dijo antes sobre el periodismo, que lo siguen a usted a todos lados. Él es un muchacho tranquilo y tímido y quizá no sepa cómo hacerle frente a esta situación: por lo tanto le pido a usted que se encargue de arreglarlo.


-Pierda cuidado, Angus- respondió Roxy, repentinamente serio.- Haré todo lo que esté a mi alcance para que Lior no pase vergüenza ni se sienta incómodo. Será imposible detener las murmuraciones, por supuesto, pero le doy mi palabra que no será en vano. El amor y el respeto que le tengo compensarán los chismes. ¿Oíste, Li?


Después de aquella gratificante charla Lior regresó con Roxy al hotel, donde de nuevo fueron interceptados por periodistas que buscaban alguna declaración por parte del irlandés; él no agachó la cabeza ni intentó esconderse de los flashes si no que soportó estoicamente su curiosidad y las respuestas alegres de su novio, que eran más o menos del tipo "vengo de pasar una tarde muy linda, chicos, sí". Sin embargo, llegó el momento en que necesitó poner en juego todo su autocontrol para no enrojecer ni cometer una torpeza, puesto que las respuestas de Roxy eran cada vez menos discretas y eso le aceleraba las pulsaciones.


-Roxy, Roxy, por favor una última pregunta, ¿consideras a Lior más especial que Allen para tu equipo, le vas a dar un entrenamiento particular?


-Lior es especial, en otros sentidos- rió- pero no, en mi equipo no hay preferencias. Me refiero a mis nuevos alumnos no a Roger claro, que ya está más allá del bien y del mal.


-¿Y eso a que se debe, entonces? ¿Por qué es más especial?


-Vamos, no sean tan curiosos- contestó de modo jovial- dejen que entremos que estamos cansados, en otra ocasión habrá más tiempo para preguntas. ¿No es cierto?- añadió, mirando al menor. Lior asintió y dejó flotar en el aire una vaga sonrisa, que los periodistas recogieron y reprodujeron más tarde en sus notas como un símbolo de la ya notable intimidad que tenía con Roxy Charden. Lior se quedó a cenar en el hotel y, al final, decidió quedarse también a dormir: aquello era definitivo y no había manera de que al día siguiente la gente no sacara cuentas, pero no le importó y se lo dijo a su novio, con más valor del que él mismo hubiera creído tener.


-Ya sé que mañana todos se van a dar cuenta que si dormí aquí es por algo, pero no me importa. Ya está, Roxy, ya lo saben, y esto solo les va a dar pie para hablarlo en voz alta, así que nada cambiará realmente porque me quede.


-Que valiente eres- elogió Roxy admirado, haciéndole una seña para que se le sentara en las rodillas (cosa que el menor hizo, sonriente).- No puedo creer lo rápido que te estás adaptando a todo esto, me siento muy feliz en verdad. Te prometo que voy a corresponder tu coraje también, me quedaré a tu lado de ahora en más pase lo que pase y vamos a ser felices. Es una promesa, mi amor. Recuérdalo.


(...)


-Ey. Roger, mira esto. Es increíble- dijo Allen al tiempo que le alcanzaba a su novio el segmento de sociales de un diario de la capital: estaban desayunando en la terraza solos y el rubio había antes que nada revisado los diarios y revistas, pues buscaba una noticia en particular (la que ahora le señalaba al moreno).- Léelo. ¡Qué rápidos son!


-¿A ver?- Roger tomó el diario y leyó, con una mezcla de alivio y culpa, la primera de muchas notas alusivas al romance de Roxy. Tenía que reconocer que la periodistas había sido bastante amable en sus comentarios, pero aún así no podía olvidar que aquella apresurada presentación en sociedad era para cubrirlo a él y a Allen.


Roxy Charden, ¿enamorado?


El famoso ex tenista irlandés Roxy Charden (actual entrenador del número uno Roger Henders) fue visto ayer en compañía de una joven promesa del tenis local, Lior Farlane, recorriendo la ciudad y- según sus propias palabras- pasando momentos muy gratos. Charden había manifestado en varias ocasiones su intención de reclutar a jóvenes de Magalia para estudiar tenis en su club, de acuerdo a lo que viera en el Torneo Universitario, y de hecho se han confirmado a tres estudiantes que aceptaron su propuesta: Allen Kanda (ganador del torneo), Ryan Larson (finalista) y el citado Lior Farlane, a quien se ha visto entrenar con el grupo y que es por cierto íntimo amigo de Kanda.


Sin embargo, las declaraciones efectuadas ayer por el propio Charden sugieren que sus nuevos intereses van más allá del tenis. Al regresar al hotel en que se aloja junto a Henders, por la tarde, fue perceptible su entusiasmo por la presencia de Farlane y su intimidad con el mismo, quien si bien no habló confirmó tácitamente las cosas por él dichas. Al preguntársele si pensaba dar a Farlane un entrenamiento preferencial, algo distinto, Charden respondió que no, pero que "Lior es especial, en otros sentidos". También expresó con visible humor que "por favor con pocas fotos, que me lo asustan y no quiero que se vaya", lo cual hace –claramente- referencia a una relación que trasciende lo profesional. Las miradas cruzadas por ambos no dejaron lugar a dudas. Todo el tiempo se sonrieron y se mostraron cómodos en la mutua compañía, aún con la presencia de diversos cronistas del medio que como es natural les tomaron gran cantidad de fotografías. Este posible romance ha excitado mucho la curiosidad del público y de los fans del tenis en general, ya que Roxy Charden no ha tenido ninguna pareja estable desde su tempestuoso casamiento y divorcio en 2013 con la atleta alemana Vanessa Groening; y, mucho menos, parejas o amoríos con hombres. Es de remarcar que aún así el ex Asesino de Leyendas se ve feliz y lleno de vitalidad con la compañía de Farlane, de modo que no sería extraño que hubiera una declaración oficial en los próximos días."


-Y sigue con un par de párrafos más que no quiero leer por vergüenza- comentó Roger en voz alta y las mejillas ligeramente coloradas, dejando el diario sobre la mesa y mirando a Allen de forma púdica.- Cielos, no puedo dejar de pensar si fue justo que Roxy pasara por esto primero solo para darnos más tiempo. ¡Es tan repentino! Sobre todo por esos comentarios de que nunca ha tenido amoríos con hombres. Tal vez eso incomode a Lior.


-No, porque es la verdad- razonó Allen compasivo, dándole la mano para que se calmara.- Lior tiene mucho aguante y quiere que se sepa, de modo que no te preocupes por él. Y menos por Roxy, que fue el de la idea. Ellos estarán bien.


-Ya no recordaba que Rox había estado casado- comentó Roger, distraído. Y luego, como saliendo de su trance agregó, más optimista:- pero es verdad, ellos la tendrán aún más fácil que nosotros.


-Sí... Roger, eso me recuerda...


-¿Qué cosa?


-Bueno, que si después de hablar con Shanna, ¿se lo dijiste a alguien más? ¿A tus padres, por ejemplo?- preguntó con timidez.- Después de todo ellos vendrán a verte jugar en el Abierto y si no les dices llegarán y se encontrarán con una gran sorpresa... una muy gran sorpresa, ¿entiendes? Eso no será agradable para ninguno de los dos, y no quiero que pase. Que vengan aquí y te hagan una escena por haber dejado a Shanna... me sentiría muy...


-Ali, no te preocupes. No me harán ninguna escena porque ya soy un hombre de 30 años, y como es evidente hace muchísimo que tomo mis propias decisiones: por lo tanto, no tengo miedo de decirles la verdad y no tienes que tenerlo tú de que lo sepan. Será un shock, lo admito... pero ni por un instante más difícil de lo que fue decírselo a Shanna. Mis padres, mi amor, no se comen a nadie. No tienes que temerles.


-¿Cuándo vienen?


-Mañana por la mañana- dijo, despacio para no impresionarlo demasiado.- Iban a venir ayer, pero yo les pedí que alteraran la fecha un poco; les dije que tenía que acomodar algunos asuntos antes que vinieran y accedieron, lo cual te demuestra lo discretos que son. Tienen que saber ya que me separé de Shanna, pero esperarán a que yo se los diga en vez de acribillarme a preguntas.- Suspiró.- Romina y yo iremos a buscarlos al aeropuerto, pero será mejor que tú te quedes en casa porque... bueno...


-Sí, ya lo sé, Roger. No hay manera de decirles la verdad conmigo presente sin que sea un momento de lo más incómodo.- Se puso rojo.- Además nos seguirían los periodistas y sospecharían, lo cual volvería inútil el plan de Roxy. Así que me quedaré en casa como sugieres.


-Te prometo que ni bien les cuente te llamaré para que vengas- se apresuró a agregar el mayor- ellos tienen que conocerte después de todo, si de hoy en adelante vas a compartir mi vida. Seguramente a la tarde ya se habrá terminado todo.


-¿Así que solo hay que esperar, verdad? Y bueno. Esperaré. Total que no hay nada que pueda hacer para acelerar o cambiar las cosas.


Roger tuvo el buen tino de comprender los verdaderos sentimientos de Allen al respecto y no dijo nada más, pero si lo tomó con más fuerza de las manos. Sabía que los nervios y el miedo a ser despreciado por su familia debían estar estrujándolo por dentro y que solo se contenía por él, para no preocuparlo, por lo que el resto de ese día se portó especialmente considerado y lo trató con suma ternura. No era difícil, dado que lo adoraba y adoraba mimarlo, pero le resultó una grata recompensa ver que a la noche sonreía despreocupado y preparaba la cena en su departamento para ambos como si nada. Era una escena doméstica tan simple que eso le removía un mar de emociones en el estómago, imaginando ya lo que sería su vida cuando vivieran juntos. No faltaba tanto. Allen, pensó, tenía sangre irlandesa y se adaptaría perfectamente a Dublín, o al menos eso esperaba; ya de por sí mudarse a otro país era un estrés, como para que encima el ambiente no le resultara cómodo. Pero no, casi podía apostar que le gustaría. Aunque no pudieran estar en la casa que había comprado para vivir con Shanna él buscaría otro lugar, y se aseguraría que fuera todo lo bonito y alegre que Ali se merecía. Un nuevo hogar, una nueva vida. Y sus padres terminarían aceptando rubio, lo sabía, en cuanto lo conocieran se darían cuenta que era un joven honesto y le perdonarían a él el descalabro que acababa de cometer. Nadie podía echarle la culpa a nadie por enamorarse y aunque lo hicieran no se arrepentía, ni por un momento. Pero estaba seguro que sus padres iban a entender. Cuando vieran lo feliz que era junto a Ali.


(...)


-¡Papá... mamá... que alegría!- exclamó Roger dichoso, tendiéndoles los brazos a ambos y estrechándolos en la terminal principal del aeropuerto Mount Rose.


Ira y Denise Henders eran un matrimonio bien avenido y de bajo perfil, que gozaban de la carrera de su hijo pero no se aprovechaban de ella: una prueba de eso era que muy pocas veces asistían en persona a ver los partidos de Roger, por muy importantes o muy sonados que fueran. Aquella vez, sin embargo, era muy distinto y por los motivos más insólitos que hubieran podido imaginar. En un principio habían pensado en usar el viaje para conocer Magalia, pero luego de que Shanna se negara a acompañarlos con la vista enturbiada por el llanto y el despecho, intuyeron que algo duro había sucedido, y como querían averiguar de qué se trataba se embarcaron con aún más decisión que antes.


-¡Papi!- exclamó Romina abrazando a su padre, contenta como solo podía estarlo una hija mimada.- ¿Tuvieron un buen vuelo?


-Oh, por suerte sí, pero no imaginamos que aquí haría tanto calor- respondió Ira pasándose un pañuelo por la frente- tendremos que comprar ropa aún más liviana de la que trajimos.


-No hay problema, en el hotel hay un estupendo centro comercial- dijo la joven entusiasmada.


-Bueno, vamos yendo al auto que ya nos está esperando- indicó Roger- por cierto, afuera se han juntado unos cuantos periodistas, pero ya saben ustedes como es. Pueden ignorarlos o pueden responder algunas preguntas, como prefieran.


-Preferimos no decir nada, entonces- intervino Denise, apretando brevemente la mano de su hijo; con solo ese pequeño gesto Roger supo que sus padres sabían, y que al estar discretamente solos en el hotel saldría de manera inevitable el tema de Shanna. Respiró hondo y se mentalizó a la idea de que tendría que decirles, y con la imagen de Allen en su mente no le resultó difícil juntar valor. Valor, en un sentido figurado, puesto que no era un adolescente que tuviera que pedir permiso a los padres para salir con alguien. En cuanto los Henders quedaron instalados en el piso 21 dejó que Romina los llevara de compras al exclusivo shopping Relkova y aprovechó ese tiempo para hablar con Ali por teléfono, explicándole la situación y asegurándole una vez más que lo quería y no tenía por qué preocuparse. Después de cortarle se sirvió un trago ligero y se dejó caer en el sofá, un tanto cansado pero aún decidido a sincerarse ese mismo día. Hubo de esperar igual unas cuantas horas más a que sus padres hicieran una necesaria siesta después del almuerzo ya que estaban exhaustos por el viaje y por el calor, pero por fin estuvieron los cuatro reunidos en el comedor privado de su suite y se dispusieron a tomar una rica merienda. En aquel momento, más que en ningún otro, Roger sintió que su familia no estaba completa sin Allen, y empezó a hablar. Le bastó con toser delicadamente para que todos lo miraran y se interrumpiera la conversación.


-¿Sí, Roger?


-Diría, mamá, que me resulta extraño que aún no me hayan preguntado por Shanna- empezó el moreno con serenidad- pero estaría mintiendo, porque sé que ustedes saben que no es extraño. ¿La vieron antes de venir aquí, no es cierto?


-Así es- asintió Denise con la misma circunspección que su hijo, intercambiando una breve mirada con su esposo.- Suponíamos que vendría con nosotros, pero se negó y fue muy cortante al respecto. Saltaba a la vista que estaba enfadada... muy enfadada.


-Tiene motivos para estarlo- afirmó Roger dejando su té a un lado.- Nos separamos hace pocos días, o mejor dicho, yo le pedí que nos separáramos; como no podía dejar que viniera aquí en vano hablamos por videoconferencia y eso empeoró las cosas, mucho me temo. Shanna se llevó la peor impresión de mí, me cubrió de insultos y creo que me lo merezco, pero a pesar de todo era algo que había que hacerse: no podía seguir adelante con eso del compromiso y la boda, cuando la verdad es que ya no siento por Shanna lo mismo que antes.


-¿Te separaste de Shanna?- repitió su padre abriendo mucho los ojos como si le costara creerlo.- ¿Así de repente, cuando estaban a tan poco de casarse? No lo entiendo, hijo... ¿Qué te hizo tomar esa decisión? ¿Lo pensaste bien?


-Lo pensé mucho, papá, te puedo asegurar que lo pensé mucho. Sé que a todo el mundo le va a parecer algo repentino (y tal vez sea así), pero, ¿Qué más podía hacer, si no estoy más enamorado de ella? Llámenme caprichoso, cruel, lo que quieran, pero no soy tan ingenuo o tan tonto como para casarme con Shanna solo para mantener las apariencias. La vida no es una novela rosa en que las circunstancias te obligan a hacer algo que no quieres y pasas los siguientes veinte años arrepintiéndote de eso que hiciste.


-¿Tanto así, Roger?- terció su madre igual de acongojada.- ¿Tanto te arrepentirías de no romper tu noviazgo? Es una pena, ustedes hacían una pareja tan bonita... ¿Qué fue lo que pasó? Dinos la verdad. Algo importante tuvo que haber pasado para que perdieras todo el interés por Shanna de repente.


-Bueno, sí, claro que hubo algo- admitió Roger mirando de forma cómplice a su hermana, quien le sonrió en señal de aprobación.- Que me enamoré de otra persona, eso pasó.


-¿Otra persona?- exclamó Ira.


-¡Cielos!- susurró Denise.


-Vamos, mamá, ni que hubiera dicho que maté a alguien. Me enamoré, ¿y cuál es el problema? Estas son cosas que pasan y todos los días, no es nada raro ni amoral, solo sucede. Me enamoré y quiero estar con esa persona, así de simple. Por favor, no pongan esas caras. Yo estoy muy contento, no tienen por qué preocuparse por mí.


-Roger, eres un hombre adulto y dueño de hacer lo que te venga en gana- admitió su padre- pero no puedes pedirnos que no nos sorprendamos si hasta hace una semana estábamos preparando la lista de invitados a tu boda. Aún así, si dices que eres feliz...- carraspeó.


-¿De quién se trata?- intervino Denise, mirando a Roger a los ojos.- Tiene que ser alguien muy importante para que te haya hecho cambiar así de golpe.


"¿Por qué esto se me hace tan conocido?", suspiró Roger a su vez.


-Bueno, ahí va, pero no me pongan caras raras. Se llama Allen Kanda y jugará en el Abierto. Es el alumno de Roxy que ganó en el torneo universitario. 

Notas finales:

Hay ciertas cosas que siempre cuesta decirle a los padres, aún cuando ya tengas 30 años...


1*): la única aclaración es que South Prytania, al igual que North Prytania, son ciudades gemelas ficticias muy importante dentro de la capital del país en que transcurren los hechos.


Un consejo? Traten de buscar amigos como Roxy y Lior, capaces de saltar al fuego por ustedes. 


Nos vemos la semana que viene con la reacción de los padres de Roger.


 

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