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Love-30 por Kitty Pasta

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Notas del capitulo:

El Magalia Open comienza y Allen tiene dos grandes preocupaciones: estar a la altura del torneo, y caerle bien a sus suegros.

10 de Septiembre. Magalia Open. Día 1.

-Ay madre… señor Jesús ayúdame, no me dejes morir hoy por favor…

-Ali, para ya, ¡tontito! Que ni te vas a morir hoy ni te va a pasar nada, no tienes por qué estar asustado. ¿Y qué le rezas a Jesús si no eres creyente?

-¡Es una manera de decir!- chilló Allen con extremo nerviosismo- ya sé que me toca mañana pero es lo mismo, hoy juegas tú y además es la ceremonia de apertura… y tus padres… ¿seguro que están de acuerdo con que los acompañe?

-Claro que estoy seguro, ¿qué te piensas? Además vamos todos, Roxy, Lior, Ryan, tú y yo… nadie notará nada raro.- Hizo una pausa.- Ya les conté todo ayer y salió bastante bien, dadas las circunstancias. Saben quién eres, y como es lógico quieren conocerte, aunque Roxy fue lo bastante amable como para mostrarles unas fotos tuyas.

-Maldito Roxy- balbuceó el rubio compungido.

-No digas eso, que de todas formas nos hizo un bien. Eran fotos de una revista y hablaban muy bien de ti, de cuando saliste campeón del Torneo Universitario, y sales muy lindo con el trofeo en las manos. Mamá dijo que parecías un buen partido. ¡Eso dijo! Joven, ganador y con todo por delante. Creo que te va a terminar queriendo más que a mí- bromeó. La jocosa frase alivió el nerviosismo del menor y lo hizo recuperar la energía, aquella mañana camino del Asuka Valley; iban a observar el partido inicial del Open entre Isela Conte y Feliciano Díaz (1*), importante por el hecho de tener a un local y naturalmente ese era un orgullo para Allen y sus compañeros, quienes deseaban que el trofeo no saliera del país. Había luego una serie de partidos a desarrollarse en los diferentes courts tanto de hombres como de mujeres, y luego finalmente en el turno de la tarde, la joya del torneo, el último partido de la fecha entre Roger Henders y Dimitri Milenkova (2*). Inmediatamente después de eso seguía la ceremonia de apertura, que se realizaba de noche básicamente para que asistieran más espectadores ya que durante el día hacía demasiado calor, pero también porque la AMT quería estar a la altura de los otros Grand Slam y para eso culminaban la ceremonia con un impresionante show de fuegos artificiales.

Roger había decidido asistir con toda su familia y eso por supuesto incluía a Allen, de modo que notificó a sus padres y les pidió que por favor recogieran al rubio y lo acompañaran junto con Roxy, para de alguna manera terminar de hacerlo “oficial”. Denise aceptó el pedido no sin antes hacer otro, por supuesto muy lógico.

-Tienes que presentárnoslo antes, Roger. ¿No te parece que si aparecemos de repente y lo acompañamos al estadio sin que estés tú será un poquito incómodo?

-Este… bueno, supongo que sí, la verdad.

Entonces preséntanoslo antes de que juegues, hijo, no seas descuidado.

-¡Mamá, por favor! Ya quedamos en que iremos todos a ver el partido inicial y ahí lo conocerás, ¿o te olvidas? Después podremos ir a comer, y después te pido que estén con él en la tribuna mientras yo juego. Creo- agregó- que es bueno porque hay cosas que quizá quieran hablar con Ali sin que yo esté presente; lo único que les pido a ambos es que no lo incomoden haciéndole saber que les molesta que esté conmigo.

-Roger, no seas injusto- intervino su padre mirándolo con cierta dureza- nunca hemos dicho que nos molesta. No podemos juzgar a una persona que no conocemos.

-Pero prefieren a Shanna- sentenció Roger con un suspiro.

-Conocemos a Shanna como tu novia desde hace años y ya estábamos hechos a la idea que te casarías con ella. ¿Puedes culparnos por eso? Lo cual no quiere decir que vayamos a conspirar o a llenarte la cabeza para que dejes a ese joven y vuelvas con Shanna, así que no te pongas paranoico y déjanos manejar el asunto a nuestro modo.

-Si dices que confías en nosotros, entonces confía en nosotros- finalizó Ira.

Tenían razón, desde luego. Era tonto pretender que lo aceptaran así sin más y que actuaran con la naturalidad de Roxy o Romina, que lo sabían desde hacía más tiempo. Roger decidió serenarse y dejar que las cosas fluyeran, por lo que esa mañana abrazó bien fuerte a Ali y lo besó con dulzura antes de ponerse camino al estadio, donde habría una tribuna reservada para personajes VIP y sus invitados. Si bien su presencia no pasaría inadvertida (todo lo contrario) al menos sería una buena excusa para reunirse con sus padres y presentarlos, e ir probando lo que era compartir la vida el uno del otro.

Denise e Ira aguardaban junto con su hija en la citada tribuna especial, ya protegidas por sombreros, abanicos y agua fresca: cuando vieron llegar a Roger en compañía de aquel apuesto rubio supieron de inmediato quien era, y enseguida lo evaluaron con la mirada con una mezcla de sorpresa e incertidumbre, aún preguntándose qué era lo que su hijo había visto en él que lo enamorara tan de golpe. Claro que era guapo, pero eso no podía ser todo. A Roger nunca le habían interesado los hombres y no iban a empezar a gustarle de repente solo porque Allen fuera una cara bonita. Pero como el rubio los saludó muy educadamente y hasta con cierta timidez se sintieron más relajados cuando los presentaron, y pudieron actuar con más normalidad de lo que hubieran creído posible. Les pareció un chico muy tranquilo y de buenos modales que cruzaba miradas culpables con su hijo, como si no se animara a acercarse más, y comprobaron también que Roger lo miraba con profundo amor grabado en sus ojos oscuros. Eso impresionó a Denise.

-Oye, Roger- dijo de pronto- si estás frenándote por nosotros, no hace falta, ¿eh? Somos grandes ya, no pasa nada si tomas a tu novio de la mano.

-No es por eso, mamá- corrigió Roger, ruborizándose internamente al oír la palabra “novio”.- Es que los periodistas nos están mirando y no queremos levantar sospechas.

-Sabes, lamento destruir tu ego, Roger, pero nadie nos está mirando- terció Allen con una pizca de humor y señalando tras de sí a Roxy y a Lior, sumergidos en su propia charla.- Estos dos nos han robado toda la cámara tal y como habíamos planeado.

Roger rió y se vio en la obligación de dar una pequeña explicación a sus padres, quienes no se molestaron en acallar sus exclamaciones de sorpresa ya que en ese momento una cámara enfocó a Roxy dándole un beso a Lior; todos rieron y escucharon la voz de la presentadora (“allí está Roxy Charden, muy entretenido al parecer…”), mientras Lior se moría de vergüenza y Denise se acercaba más a Allen para hablar en secreto.

-A pesar de que nos tomó por sorpresa, espero que nos llevemos bien, Ali. ¿Te puedo decir así, no?- El joven asintió y ella prosiguió.- Roger es nuestro único hijo varón y queremos que sea feliz por sobre todas las cosas, ¿entiendes? Y a tu lado se ve feliz, al parecer. Si dejó a Shanna por ti (perdona la rudeza de la expresión) debe ser por algo, así que espero de todo corazón que esto que han empezado les salga bien.

-Sí… sí, creo que la entiendo…

-No nos preocupa lo que vayan a decir porque Roger es grande y se sabe cuidar muy bien solo. Pero tiene que ser por algo que valga la pena, al menos eso me gustaría.

-Vale la pena, se lo aseguro- dijo Allen con rapidez y en voz baja para que no lo oyera su novio, quien jugaba a pelearse con Roxy como un chiquillo.- Yo he estado enamorado de su hijo desde que tenía diez años. Le aseguro que por nada del mundo arruinaría esta oportunidad que me dio el cielo al hacer que él me correspondiera.

-Roxy por el amor de Dios, basta- regañó Lior a su pareja dándole una palmada suave en el brazo, fingiendo severidad.- Tus payasadas hacen que todos nos miren.

-Dile a éste- dijo, señalando a Roger.- Él empezó.

-Tú eres el mayor, así que compórtate- agregó el pelinegro con aire de dignidad, aún tratando de reponerse a la imagen de sí mismo en pantalla gigante, siendo besado por ese irlandés loco al que había elegido como novio.- Tienes que darnos el ejemplo a Ali, a Ryan y a mí.

-Si es por mí, no se preocupen- suspiró Ryan.- Hagan de cuenta que no estoy.

-Ryan, no vayas a creer que… ¡au! ¡Eso dolió!- se quejó Roxy ante el pellizco de Roger.

Ali tenía ganas de reírse y lo hizo, más divertido que otra cosa por las chiquilinadas de quienes se suponía eran los mayores. Oyó vagamente la voz de la presentadora dando fin a la transmisión preliminar e instando a la gente a disfrutar del partido que seguía, precedido por las palabras del presidente de la AMT y algunas otras personas que en ese momento no identificó. Oyó eso sí, más cerca, la voz de su suegro que le hacía una pregunta.

-Mañana te toca debutar aquí, ¿verdad?

-En realidad me toca en la cancha 1- corrigió Allen con modestia- los estadios principales se usan para los partidos más importantes, cuando juegan los campeones y cuando se acerca el final del torneo.

-De todas formas eres tan participante como cualquiera de los top ten- intervino Roger con lealtad, palmeándole el hombro en vez del beso que no podía darle.- Ya verás como usas esta cancha cuando llegues a la final.

-Muchas gracias, Roger, pero ambos sabemos que eso no pasará- dijo Allen riendo- por muy bueno que sea no tengo el nivel que se necesita para ganar un Grand Slam. Es para jugadores como tú, o Nadal, o Djokovic; yo tendré que hacer un largo camino todavía si quiero estar en su lugar alguna vez. ¿No es cierto, Roxy?

-No te subestimes, chico. No sería la primera vez que un novato logra llegar a las instancias finales de un torneo grande o incluso lo gana. Tienes que confiar en tu habilidad.

Allen se quedó muy contento con ese pronóstico y fijó la vista en el court, puesto que ya habían acabado los discursos y los locutores estaban anunciando a los jugadores, quienes a su debido tiempo entraron y se ganaron sendas ovaciones: especialmente Isela Conte, el jugador local, que contaba 24 años y ostentaba el puesto número 31 del ranking. Los irlandeses tomaron cuidadosa nota de eso y, sobre todo de los silbidos y aplausos que los tres jóvenes le dedicaban con un notable entusiasmo; tanto así que Roger preguntó, desconcertado:

-¿Tan admiradores son de Conte? No lo sabía.

-Es que es muy bueno- dijo Lior con un misterioso suspiro que hizo enarcar una ceja a Roxy. Allen y Ryan corroboraron esas palabras.

-Fue un héroe para nosotros durante la última Copa Davis (3*)- agregó Allen, aliviando así los celos del Asesino de Leyendas, quien de todos modos debió admitir que aquel fue un primer partido soberbio y en gran medida gracias a Isela, que sin prisa pero sin pausa venció a su rival en tres sets, quedando 6-3, 6-3 y 6-2. Todos aplaudieron y luego salieron tranquilamente del Claude Ashley Stadium, decidiendo de común acuerdo ir a un restaurante a almorzar antes de que Roger tuviera que prepararse para su partido.

-Pedirás algo liviano, una ensalada estará bien- decidió Roxy con tono imperativo y quitándole la carta de las manos a su amigo- porque no quiero que te estés llenando con porquerías pesadas antes de un partido.

-Sí, sí, ya sé. Ali, querido, tú no te preocupes y pide lo que quieras, ¿sí? A diferencia de mí eres joven y puedes comer lo que quieras sin pensar en las consecuencias- dijo en un tono humorístico que hizo reír al rubio, vencido por la arrolladora simpatía de su novio. Aquel almuerzo le ayudó a ganarse un poco más a sus suegros, contándoles sobre su familia y su vida en general para que supieran que era alguien normal, un chico como cualquier otro y no un caza fortunas que además rompía noviazgos. Denise terminó admitiendo para sí que su hijo no había elegido del todo mal, y que ese Allen parecía ser un buen chico después de todo. Ira tenía sentimientos encontrados al respecto así que prefirió no hablar mucho, pero de todos modos él y su esposa cumplieron con lo que su hijo les había pedido y se quedaron con Allen al terminar de comer. Roger, con mucho cuidado por si alguien los estaba espiando, se despidió de su novio antes de irse con Roxy de nuevo al Asuka Valley.

-Tenemos una pequeña conferencia de prensa a las cuatro y después quiero practicar un poco, pero no puedo llevarte- se disculpó sin necesidad, puesto que Allen ya lo sabía.- Aún así quédate con mis padres y con Romina y váyanse juntos después, ¿te parece? Quiero que cuando salga al court estén todos juntos en la tribuna, alentándome.

-Está bien, Roger, lo haré. A mí… a mí también me gusta la idea de alentarte desde la tribuna no como tu fan, sino como tu pareja.- Se ruborizó tanto que no pudo decir nada más y se despidió en silencio de él, pasando el resto de la tarde con sus nuevos suegros y su cuñada en una visita turística que hizo las delicias de las mujeres Henders. Mientras ellas miraban en un escaparate una serie de atractivas carteras de Collier (4*), Allen se sentó con Ira en una mesa al aire libre en una cafetería que quedaba enfrente, descansando de la caminata que habían hecho. Era la primera vez que estaban a solas e Ira decidió que debía ser sincero, puesto que aún le costaba entender que su hijo ya no se casaría con Shanna y que ese joven de ahí era su yerno. No es que estuviera decepcionado, no, pero aún así… lo miró a los ojos y le hizo una pregunta.

-Allen. ¿Crees que puedes hacer feliz a mi hijo si salieras con él?

-¿Eh?- La súbita pregunta lo preocupó un poco, pero tragó saliva y respondió lo mejor que pudo.- Pues sí, creo que puedo… porque estoy enamorado de él de verdad, así que creo que podré hacerlo feliz.

-Ya.- Suspiró.- ¿Y estas consciente, bien consciente, de lo que todos van a pensar?

-Señor Ira, no tengo diez años- dijo el rubio repentinamente a la defensiva.- Sé perfectamente lo que muchos van a pensar, que soy un gay peligroso que va por ahí robándose los novios heterosexuales de otras. La gente, por lo general, piensa lo peor.

-Por favor, no quise insinuar eso- se atajó Ira al darse cuenta que había sonado ofensivo.- Perdóname si te incomodé con mi pregunta, es solo que busco comprender, de verdad, por qué mi hijo cambió tanto por ti… ¿eso significa…?

No alcanzó a decir “que antes no era feliz?”, porque Allen, herido como si hubiera recibido una bofetada, se levantó con rudeza y musitó algo sobre necesitar ir al baño. No menos mortificado Ira pensó que no había respetado la voluntad de su hijo, al hacerle a Allen cuestionamientos que en última instancia no le incumbían a él, sino al propio Roger. Para cuando las mujeres salieron de Collier y Allen aún no había regresado, Ira se vio obligado a decir a Romina que lo había ofendido y el muchacho se había ido.

-¡Papá!- dijo su hija en tono de censura.- ¿Qué necesidad había de ser tan curioso por no decir entrometido? Roger se va a enfadar por esto, ya verás si no.

-Romina, no creí que fuera para tanto. Yo…

-Claro que es para tanto. Roger ama tanto a Allen que fue capaz de romper con Shanna sin pensarlo dos veces, aún sabiendo las consecuencias que eso podía tener, ¿y tú todavía crees que el que Allen sea hombre es un problema?

-Romina- moderó su madre. La joven suspiró y volvió a levantarse de su asiento.

-Voy a buscarlo. Si Roger sale a la pista y no nos ve a todos reunidos allí, se va a poner muy triste, y no quiero que eso pase.

(…)

Cuando Roger fue anunciado y salió a la pista, una de las primeras cosas que hizo fue mirar hacia la tribuna, en busca de los bellos ojos azules que tanto adoraba; con gran alegría descubrió a Allen sentado junto a Romina riéndose, y le envió un saludo que nadie podría malinterpretar ya que no estaba solo. Aún así Allen entendió que el saludo era para él y para nadie más y se sonrojó un poco, sintiéndose como un impostor en aquel lugar tan especial que siempre había visto desde su casa. Denise observó ese sutilísimo intercambio y se volvió hacia su esposo para terminar de calmarlo, pues Ira seguía algo decaído por la reprimenda de su hija.

-Quita esa cara, hombre, por dios, que nada malo pasó. Allen no está ofendido, ¿no lo ves? Ya se olvidó por completo de la charla que tuvieron y ahí está, muy contento, tal y como Roger quería. Todo terminó bien. ¿Por qué no sonríes más entonces?

-Será porque, por más que me esfuerzo, no puedo ver el final de esta historia- reconoció Ira- me parece sensato que Roger guarde discreción sobre lo suyo con Allen por un tiempo, pero… ¿Por cuánto tiempo? Porque cuando regrese a Irlanda y se mude con él ya no habrá discreción que valga, todo el mundo se enterará que son pareja. ¿Qué pasará entonces?

-¿Y quién puede realmente saber que pasará en su futuro?- respondió Denise en voz baja y con más filosofía que su marido.- ¿Quién sabe si por ejemplo Roger no hubiera sido infeliz al casarse con Shanna, y se separaban en unos meses como Roxy y Vanessa? La vida es impredecible, Ira. Debemos confiar en que nuestro hijo tomó la mejor decisión y que va a ser feliz con eso, en vez de perder el tiempo lamentándonos porque no se quedó con la chica.

-Es verdad que a Roger se lo ve bien- admitió Ira.

Más que bien, de hecho. Los periodistas dijeron más tarde que hacía rato no se veía a Roger Henders jugar tan bien, con tanta desenvoltura y una expresión tan alegre en el rostro. Ganó a Milenkova por 6-3, 6-2 y 6-2, y tras saludarlo y saludar al umpire (5*) como correspondía se acercó a la tribuna donde estaban sus familiares y amigos y les dedicó su victoria, arrojando luego pelotas al público como era costumbre. Después se fue al vestuario, adonde las cámaras no llegaban, y se encontró con Allen esperándolo. El beso fue largo y delicioso, acompañado de un abrazo profundo contra la pared que volvió a llevarlos al límite de lo prudente.

-¿Me viste, mi amor? ¿Me viste ganar por ti?- le susurró Roger al oído.

-Por supuesto que te vi, eres el mejor como siempre…- soltó un gemido al sentir las manos del moreno en su cintura.- Pero ahora debemos apurarnos y volver, porque si no notarán que no estamos en la ceremonia de apertura.

-Tienes razón. Pero ya verás cuando regresemos al hotel- prometió, riendo.

La ceremonia de apertura fue corta pero fabulosa, con un buen recital de música y un show de fuegos artificiales incluidos que dejó a los visitantes apabullados: evidentemente la AMT estaba haciendo su parte para que su Grand Slam estuviera a la altura de los otros cuatro. Lior explicó a los irlandeses que la banda MoonShine (6*) era la última moda en el país y que sus canciones despertaban un profundo fanatismo en quienes la oían (Romina fue prueba de eso un rato más tarde, cuando exigió comprar el CD de la banda antes de regresar al hotel). A la salida nuevamente se cruzaron con los periodistas que querían verlo y, por primera vez, Roger, se atrevió a ser un poco explicito en cuanto a lo que sentía. Tal vez era por la felicidad de aquella tarde, pero lo cierto es que en ese momento se sentía con ánimos para compartir con todo el mundo.

-Allen, Allen, ven. Tómate una foto conmigo, anda.

-¿Eh?- vaciló el rubio, un tanto desconcertado.- ¿Por qué?

-Para tener un recuerdo nuestro de este día, ¿para qué más va a ser?- alentó, tomándolo de la mano como quien no quiere la cosa.- Caballeros, por favor, tomen sus fotos ahora. Tenemos una reservación para cenar en el centro.

En medio del coro de risas una notera le preguntó:- ¿Motivos especiales, Roger?

-Noo… no en realidad. Solo quiero pasar un buen rato con las personas que quiero; mis amigos, mi familia. Siento que debo aprovechar el tiempo.

-¡Allen! ¿Qué te pareció el partido de Roger hoy? ¿Cómo lo viste?- inquirió un joven de la televisión al rubio, que compuso una expresión nerviosa.

-¿A mí me lo preguntas? Yo soy un simple principiante en esto, no sé si debiera tener derecho siquiera a opinar.- Y agregó, ante la carita triste de Roger:- pero aún como espectador debo admitir que me emocionó su juego. Estuvo estupendo.

-Roger, una última cosa- le preguntaron cuando ya estaban en el auto, con Allen a su lado y sus padres detrás.- ¿Mañana vendrás a ver jugar a Allen y a alentarlo, como hiciste durante el Torneo Universitario?

-Por supuesto. ¿Por qué no habría de hacerlo?

-Porque ahora son rivales- señaló el periodista. En respuesta, Roger soltó una carcajada y guiñó un ojo a Ali como al descuido.

-Eso no tiene la menor importancia. Un buen competidor les desea suerte a sus rivales y más a sus amigos, y Allen se merece mi apoyo. Si me llegara a ganar, no tendría por qué enojarme. Solo significaría que es mejor que yo y eso me haría sentir orgulloso.

-Hijo, vamos yendo- señaló Denise con discreción, viendo que Roger ya no aguantaba las ganas de dar a Allen el tratamiento de pareja delante de todos. Más adelante (seguidos por otro auto en que iban Romina, Lior, Ryan y Roxy), se lo preguntó y obtuvo una respuesta afirmativa, que asustó un poco a Allen.

-No, no aguanto más las ganas de gritar a los cuatro vientos como amo a este chico. Lo siento, Ali, pero es así. Quiero que todos lo sepan. Quiero poder besarte si me da la gana aunque estemos rodeados de gente.

-Pero Roger… ¿y si eso hace que escriban notas crueles sobre ti?

-¿Por qué iban a hacerlo? ¿Qué es lo peor que puede pasar, que digan que soy gay? Y bueno, que lo digan. No perderé mi tiempo tratando de convencer a nadie de nada. Después de todo soy feliz a tu lado, así que lo que digan o dejen de decir de mí me importa un rábano.- Lo besó en la mejilla y agregó, divertido:- y si van a escribir chismes será mejor que lo sepan por mí, ¿no? Así podré manejarlos y asegurarme que no sean crueles como dices.

Notas finales:

Aclaraciones, las últimas:

(1*): Feliciano Díaz está basado en el tenista español Feliciano López. Por su parte Isela Conte es un jugador ficticio creado por mí.

(2*): Dimitri Milenkova es un jugador ficticio de origen ruso.

(3*): La Copa Davis lleva el nombre de su creador, Dwight Davis, y es un torneo de tenis que a diferencia de los demás se lleva a cabo entre países y no entre jugadores individuales. Fue instituido en 1905 en un partido entre norteamericanos e ingleses, y originalmente se llamaba International Lawn Tennis Challenge Trophy. En 1945, año en que murió Davis, pasó a llamarse Copa Davis.

(4*): Collier es una marca de modas ficticia. Sus dueños son los hermanos Jonathan y Sandra Collier, y fueron algunos de mis primeros personajes, hace más de diez años.

(5*): El umpire es el juez de silla, o el árbitro, como prefieran llamarlo; es costumbre (me parece que es obligatorio también) darle la mano al rival y al umpire al terminar un partido.

(6*): MoonShine (Resplandor de Luna) es una banda ficticia sobre la que escribí una historia corta hace tiempo; trataba de cómo el cantante principal, abatido por la falta de ideas, se pierde en la lluvia y termina siendo salvado por el empleado de un café muy particular, del cual termina enamorándose y sacando fuerzas para renacer en la música (admito que esa historia era una mezcla de Gravitation y el manwha Café Occult, pero a mí me gustaba). 

Bueno, después de esta larga perorata de aclaraciones, viene la parte difícil: no tengo más capítulos preparados, de modo que las siguientes actualizaciones no serán semanales, sino quincenales. La historia "original" que subí hace años llegaba hasta acá, de modo que los capítulos siguientes (que abarcan el resto del torneo) nunca fueron subidos y tengo que hacerlos uno por uno, lo cual lleva su tiempo. Aún así, para asegurarme de no perderme de nuevo, ya escribí el final así que sé exactamente a donde quiero ir. Espero esta vez poder estar a la altura de esta pareja tan querida que son Roger y Allen.

Pueden encontrarme en la siguiente página de FB: Kitty Pasta Historias BL. Si necesito hacer algún aviso o subir cositas extras, lo haré ahí. Nos vemos pronto :)


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