Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Podrías ser tú" por DreamsAreBetter

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Si puedo ser sincera, de verdad me gustaría que este fic les encantara... Quisiera decir que la historia está basada en una historia real (al menos algunas cosas con evidentes cambios en los personajes y otras cosas) y es por eso que le tengo tanto cariño. 

Agregar, además, que tendrá drama y lemon, y aunque aun no decido si será muy larga la historia o si haré una continuación, me gustaría que me ayudaran con eso. 

Por último, la historia la relataré desde los puntos de vista de los personajes principales: Matt y Rui (algo así como Eleanor & Park). 

Ojalá les guste!! <3

Notas del capitulo:

Una última cosa que quería agregar y que apreciaría mucho si me entendieran, es que tengo un trabajo y estudio, por lo que no sé que tan seguido pueda actualizar, pero créanme que haré hasta lo imposible por hacerlo a tiempo y todas las semanas al menos, así que por favor, ténganme paciencia:333 

Y, por favor, denles mucho cariño a Matt y Rui, personajes a los que les tengo gran aprecio <3

//Matt//

 

Desperté con una punzada de dolor en el centro de mi frente. Tenía que haber bebido mucho la noche anterior como para terminar así y ya me temía haber hecho alguna estupidez, pero en cuanto me di la vuelta y vi que nadie me acompañaba, me relajé. Eso hasta que escuché el agua correr en la ducha y luego de unos minutos, vi que un chico salía del baño. Llevaba sólo una toalla en la cadera mientras sacudía su cabello mojado. Muy guapo, debo agregar… Ya veo por qué pasé la noche con él.

 

-Creí que no te despertarías.- Comentó sin cuidado, entrando en un armario excesivamente grande incluso para un chico gay.

 

-Debí haber dicho algo así, no?- La verdad es que estas charlas luego de la “diversión” siempre eran bastante incómodas, por lo que prefería evitarlas, pero qué más daba, ya estaba despierto.

 

-Me comentaste varias de tus manías anoche…- Repuso saliendo vestido casi por completo con un traje que resaltaba muy bien su trabajado cuerpo.- Pero no dejó de ser excitante.- Dicho eso, me guiñó un ojo y sonrió yendo al otro lado de la habitación buscando una corbata.- Por cierto, ayer me dijiste que tenías una reunión importante hoy y debías estar temprano en algún lugar que no recuerdo, así que quizás quieras tomar una ducha.

 

Lancé mis manos a mi cara, cómo pude haberlo olvidado?- Oh, mierda!! Mi tío va a matarme.- Dije saliendo de la cama y corriendo al baño.

 

Ni siquiera miré a mi acompañante, porque en lo último que pensaba era en lo excelentemente que se veía con su traje y estaba seguro que podría apreciarlo cualquier otro día, por lo demás. En cuanto salí de la ducha, me vestí rápidamente y todo eso bajo la atenta mirada del chico rubio que bebía su café como si yo fuera un espectáculo porno. Desafortunadamente, yo no estaba vestido tan bien como Dante (creo que ese era su nombre), pero pasaría desapercibido, estaba seguro.

 

-Ten, bebe un café. Te ayudará con la resaca.- Dijo mi acompañante sonriente.

 

-Gracias.- Dante se dirigió a la cocina y lo seguí, pues el departamento era pequeño pero acogedor, perfecto para alguien soltero como él.

 

-Si estás corto de tiempo, puedo llevarte. De todas maneras tengo que ir por ese camino hoy.- Esto se estaba saliendo un poco de control. Generalmente las charlas matutinas con mis amantes de una noche consistían en unos buenos días y después todo acababa, pero esto llevaba alargándose más de lo necesario. Sin embargo, realmente estaba retrasado, por lo que no me quedó de otra que aceptar la oferta.

 

De camino no hablamos demasiado, se notaba que él era alguien ocupado, por todas las llamadas de trabajo que recibió sólo en el camino. En cuanto llegamos, él introdujo una tarjeta en el bolsillo de mi chaqueta y eso significaba que quería que nos juntáramos otra vez. Lo siento, amigo, pero eso no sucederá.

 

Aún era temprano, así que entré al edificio y tomé el ascensor hacia el octavo piso donde mi tío trabajaba con su equipo de investigación. Saludé a Cristina y ella me llevó hasta la sala donde sería la reunión. Poco después llegó mi tío.

 

-Llegas temprano…- Comentó él en tono condescendiente, apuesto a que sabía de donde venía.- Estuvo bien tu cita de anoche?

 

-Grandiosa, tío… Pero no me llamaste para hablar de eso, verdad?- Pregunté recostándome en la silla.

 

-En realidad, no.- Él también se sentó y me entregó un libro con varios resúmenes y planificaciones acerca de un proyecto de mitología japonesa. No entendí qué tenía que ver esto conmigo.- Me ofrecieron trabajar como profesor de arqueología en la universidad de Tokio y ellos, a su vez, me ayudarán a financiar mi proyecto de investigación. El punto es que la revista National Geographic está interesada también y yo acepté trabajar con ellos, pero con la condición de que yo elegiría a mi equipo… Quiero que seas el fotógrafo. Además, en la universidad necesitaré un ayudante y eso irá como bono por tu ayuda en el proyecto. Qué te parece?

 

-Es genial, tío!!- Repuse emocionado, mi tío ha estado esperando por este gran proyecto durante mucho tiempo y ahora que al fin ha obtenido el financiamiento y una gran revista como National Geographic interesada es bastante asombroso para poner en un currículum.- Cuándo nos vamos?

 

-En dos semanas, suficiente tiempo para que te despidas de tu madre, tus hermanos y mi hermano.- A quienes más extrañaría sería a mis hermanos, porque a pesar de ser el menor de los cuatro, me entendía muy bien con ellos.- Y otra cosa, Matt: No vayas haciendo de las tuyas por estas dos semanas.

 

Reí confiado. Mi tío, mi madre y mis hermanos eran quienes sabían que era gay. Mi padre era el único que no estaba en ese círculo por la obvia razón de que él era una persona bastante conservadora y ya de por sí, el hecho de que yo no estudiara nada relacionado con administración de negocios o algo por estilo y terminara siendo fotógrafo, no ayudaba en lo absoluto a nuestra relación. Pero todo eso no era tan importante como el nombre de nuestra familia. La familia Castello ha sido por décadas una de las más relevantes cuando se trata de hoteles y restaurantes (al menos en Europa) y el sueño de papá siempre ha sido que sus hijos heredemos ese legado familiar, pero jamás estuve interesado. Ya quería ver su cara de decepción cuando se enterara de que iría a Japón con mi tío para ser su fotógrafo. Porque otra cosa es que el detesta que mi tío y yo nos llevemos tan bien, siempre habla de lo muy mala influencia que ha sido para mí y el gran error que cometió al haber estudiado arqueología en vez de ayudarlo con el negocio familiar.

 

En fin, mi familia es muy loca, no quiero decir disfuncional, porque mamá no es para nada como mi padre y mis hermanos tampoco. Quizás Pete sea el más parecido a él, pero yo se lo acreditaba a que es el mayor.

 

Después de terminar la reunión con mi tío, fui hasta la casa de mis padres. Sabía que papá estaría trabajando y que mamá estaría en su clase de yoga, así que entré por la puerta principal y me sorprendí cuando todos mis hermanos estaban allí.

 

-Hey, miren quién llegó.- Dijo Pete a los otros.- Pareces un zombie, qué hiciste anoche?

 

-Es cierto, Matti. Parece como si tuvieras la peor resaca de tu vida.- Agregó Loui. Él era el segundo mayor y dos años menor que Pete, era quién más me cuidaba de los tres.

 

-En serio me veo tan mal?- Pregunté acercándome al espejo de la pared. Dios… Mis ojos estaban ligeramente rojos, mi cara pálida y tenía el cabello revuelto.

 

-Apuesto a que si lo tiramos a la piscina y se tiende al sol durante un rato dejará de parecer un fantasma.- Bromeó Leo, él era sólo un año mayor que yo y con quién mejor me llevaba, fue él el primero en saber que era gay y me apoyó sin dudarlo.

 

Los otros no se lo pensaron dos veces antes de agarrarme por las extremidades y llevarme hasta la terraza donde no demoré en terminar al fondo de la piscina. Cuando salí a la superficie, mis hermanos ya estaban desvistiéndose para entrar también. Estuvimos buena parte de la mañana afuera, el día estaba asombrosamente soleado por el verano y luego de descansar un rato y secarnos, entramos nuevamente en la casa y Pete decidió que debíamos tomarnos unas cervezas sólo para hacerme sufrir.

 

-Ha de haber una razón para que vinieras, Matt. Ya cuéntanos que hiciste ahora.- Bromeó Leo. Yo era un imán de problemas, eso no lo podía negar y mis hermanos siempre me cubrían cuando algo surgía, pero hoy sería una de las pocas veces en que les contaría algo bueno.

 

-No es nada malo, lo juro.- Repuse divertido y esperé que todos se acomodaran para revelar la noticia.- Iré a Japón a trabajar con nuestro tío. Está a cargo de un proyecto muy interesante, quizás el más grande de su carrera y yo seré el fotógrafo del proyecto.

 

-Eso es fantástico!! Felicitaciones, hermano.- Dijo Loui levantándose para darme un abrazo.

 

-A papá no le gustará eso.- Comentó la voz de la razón, mi hermano Pete.

 

-Vamos, Pete… Matt ya tiene 22 años, está bastante grande como para pedirle permiso a papá en dónde y con quién pude trabajar.- Repuso Leo dándome un abrazo también.- Te felicito, Matt. Este también podría ser tu gran proyecto.

 

Pete aún no estaba convencido de que fuera una buena idea, pero de todas maneras igual terminó felicitándome, porque aun siendo él, no podía negar que esta era una excelente oportunidad. En cuanto mamá llegó a casa y me vio allí, corrió a abrazarme.

 

Desde que decidí estudiar fotografía, la relación entre papá y yo ha ido de mal en peor. No hemos tenido conversación en donde uno de los dos terminemos levantándonos furiosos de la mesa y que al día siguiente no queramos siquiera dirigirnos la palabra. Es por eso que ya no vengo a casa tan a menudo como quisiera y cuando lo hago, me aseguro de no quedarme a dormir. Con mis hermanos y mamá siempre me reúno en restaurantes o en los departamentos de mis hermanos, pero quise hablar con mamá sobre mi viaje en casa.

 

-Es grandioso, Matt.- Dijo ella abrazándome.- Estoy segura que si Antonio te eligió, es porque sabe tan bien como yo que tus fotos son increíbles.

 

-Gracias, mamá.- Repuse sonriéndole con cariño.

 

-Quédate a almorzar con nosotros… Prometo que haré que tu padre se comporte.- Suplicó ella, no podía decirle que no… Supongo que sólo por esta vez aguantaría todo lo que papá tuviera para decir.- No te preocupes, hablaré con él primero.

 

Fui a mi antigua habitación mientras mamá hablaba con papá en el estudio. Había demasiado silencio para ser normal. Luego de más o menos una dos horas, mamá tocó a mi puerta llamándome para bajar a la mesa, todos ya estaban allí, incluso papá.

 

-Vienes a casa y ni siquiera eres capaz de llamar?- Fue lo primero que dijo papá en cuanto me vio, podía notar que estaba molesto.

 

-Marco, ya hablamos de esto.- Contestó mamá, sentándose enfrenté a él.

 

-Papá, esto es una gran oportunidad para él, deberías felicitarlo.- Pete intentó apaciguar la tensión en la mesa, pero fue en vano.

 

-Dime, Matt… Fue idea de Antonio? Porque él siempre promete el paraíso y muchas veces ni siquiera llega a imaginárselo.- Esto ya estaba hartándome, papá realmente se estaba esforzando esta vez para hacerme perder la paciencia incluso antes de siquiera comenzar la comida.

 

-De hecho, yo le pedí que me dejara hacer el trabajo. Él confió expresamente en mí para hacerlo.- Repuse intentando mantenerme tranquilo, mamá me miró suplicante para que no hiciera caso a lo que él dijera, pero ya era demasiado tarde. No podía quedarme tranquilo cuando no sólo atacaba mi trabajo, sino también el de mi tío. Su hermano menor.

 

-Será una pérdida de tiempo y de dinero. Podrías estar concentrado aprendiendo cómo dirigir alguno de nuestros restaurantes, pero prefieres escaparte.- Mamá le dio una de sus miradas de ultimátum para que dejara de hablar y papá descansó su espalda en la silla.- Por cierto, también tengo noticias para ustedes.

 

Mamá lo miró sorprendida, al parecer no habían hablado sobre una “noticia”.- Pues no le des tanto rodeo.- Comentó Leo ansioso.

 

-He arreglado con uno de mis grandes amigos un matrimonio entre su hija y Matt.- Cuando terminó la frase no pude menos que quedar con la boca abierta. Era en serio?- Tú ya la conoces, Matt. De hecho han sido buenos amigos desde niños.

 

-Melissa?- Pregunté aún más desconcertado. Por el amor de Dios, ella era mi mejor amiga y lo que era peor, ella también sabía que yo era gay.- Ella nunca aceptaría un matrimonio con alguien a quien no ama, al igual que yo. Acaso seguimos en la Edad Media? Creo que soy bastante autosuficiente como para elegir con quien casarme.

 

-No pedí tu opinión al respecto, sólo te estoy avisando. Y para que lo sepas, Melissa estuvo de acuerdo con el matrimonio.- En ese momento no pude más, miré a mamá una última vez con tristeza y me disculpé con todo el mundo, pero no podía seguir allí.

 

Tomé mis cosas y salí de casa, decidí llamar inmediatamente a Melissa:

 

-Ya lo sabes, no?- Preguntó ella al otro lado del teléfono.

 

-Cómo pudiste estar de acuerdo con esto?- Pregunté indignado.

 

-No es como que tuviera otra opción, Matt…- Repuso ella, noté que había estado llorando y me sentí culpable por hablarle así. Era obvio que ella no estaba de acuerdo.- Ya sabes cómo es papá y ahora únelo con el tuyo y ya ves el resultado.

 

-Pero y tu novio?- Pregunté intentando darle ánimos para que ambos nos ayudáramos a salir de esta situación.

 

-Acaba de dejarme.- Melissa quebró en llanto, no sabía cómo consolarla.- Papá siempre lo ha odiado y Chris ya estaba harto de la situación. Lo del matrimonio arreglado sólo fue la excusa perfecta para dejarme.

 

-Lo lamento mucho, Mel…- Dije apenado. Ambos estábamos siendo realmente miserables.

 

-No es tan malo, Matt… Esto del matrimonio… Digo, somos mejores amigos y yo sé perfectamente que entre nosotros no va a pasar nada, no seremos una familia normal, pero nos queremos a nuestra manera…- Bajé mi mirada, realmente no sabía qué responder.

 

-Mel… Ambos merecemos algo mejor que eso y lo sabes…- Oí que ella soltaba una risa amarga al otro lado de la línea y luego reinó el silencio, como si esperara que dijera que aceptaría la situación.- Ya pensaré en algo, por el momento sólo… sigamos con nuestras vidas.

 

//Rui//

 

Las clases habían terminado al fin. Kou estaba intentando ligar con una de las amigas de Mai, pero no le estaba resultando, lo que lo hacía muy gracioso. Mai estaba un poco más lejos del grupo, me acerqué a ella y sonrió al verme.

 

-Creí que tendría que esperarte eternamente.- Dijo ella rodeándome por la cintura. Ella era más baja que yo, su cabeza llegaba justo a mi pecho, por lo que siempre bromeaba con que podía escuchar los latidos de mi corazón.

 

-Te recompensaré con un helado.- Repuse sonriéndole de vuelta. Estaba de buen humor, así que podría hacer feliz a mi novia comprándole un helado doble de chocolate y vainilla, su preferido.

 

Dejé a Kou con las amigas de Mai y nos dirigimos al centro, entramos a una tienda de helados y fui a por el pedido. No demoré demasiado y me senté junto a mi novia para charlar.

 

-Hay algún problema? Estás demasiado callada hoy.- Comenté probando mi helado de fresa.

 

-Eso debería preguntarte yo, Rui…- Mai puso su mano sobre la mía, mientras me observaba con atención. No entendía por qué me preguntaba aquello e intenté tranquilizarla con una sonrisa.- Llevas en las nubes varios días y has estado distante conmigo también.

 

-Oh…- Tenía razón. La verdad era que cuando comencé a salir con ella hace algunos meses, realmente me gustaba, pero las cosas se han enfriado un poco (lo cual no es malo, creo… porque pasa en todas las relaciones). Además, mis clases en la universidad me han mantenido ocupado, pero esa no es la verdadera razón. Para ser sincero, últimamente comenzaba a sentirme vacío, nada podía hacerme verdaderamente feliz o sonreír con completa sinceridad y era frustrante sentirse tan monótono.- No es nada.

 

-Puedes hablarme de lo que sea.- Insistió ella, pero no podía decirle. No podía entrometerla en los pensamientos de un chico con problemas existenciales.

 

-Las clases me han mantenido ocupado, Mai… Pero no hay que hacer de ello un mayor problema.- Repuse volviendo a mi helado. Ella se rindió, pero era evidente que no había quedado satisfecha con mi respuesta.

 

Después de nuestra cita “promedio” fui a dejarla a casa, ella se despidió con un beso en la mejilla como castigo a mi falta de sinceridad y entró en su casa. Levanté una ceja, Mai era increíblemente perspicaz cuando se lo proponía.

Regrese a mi apartamento, nada demasiado lujoso (de hecho, era pequeño, pero al menos estaba ubicado en un buen vecindario). En mi cuarto, encontré a una bola de pelos de tamaño promedio sobre mi cama, este saltó a mis brazos en cuanto me vio.

 

-Momo…- Dije tomándola en brazos.- Cuántas veces te he dicho que no subas a mi cama?

 

No sabía por qué seguía teniendo a Momo en casa, cuando ella era muy desobediente y malhumorada, pero a la vez era muy juguetona y cariñosa. Supongo que esa era la razón de por qué aguantaba sus malos hábitos. Decidí que saldríamos a pasear por un rato, así que le puse su correa y salimos al parque cercano en donde la encontré por primera vez. Allí la solté para que corriera y se divirtiera durante un rato, mientras yo hablaba con Kou, que al parecer estaba desesperado por hablarme dado sus constantes mensajes.

 

-Estás ignorándome a propósito?- Preguntó este en cuanto contestó mi llamada.

 

-Debería?- Pregunté divertido.- Cálmate, Kou. Sólo salí a pasear con Momo, ya sabes cómo se pone cuando no sale a divertirse un poco.

 

-Uhm, si…- Repuso mi amigo, fingiendo interés.- Como sea, quería invitarte a un club que se inaugurará en dos semanas.

 

-Qué? Esa era toda la urgencia?- Pregunté desconcertado.

 

-Sólo escucha.- Sentenció él al otro lado de la línea.- Llegará un nuevo profesor a la universidad, es español y se unirá a los otros maestros en la carrera de arqueología. Pero además abrirá un club electivo para que otros interesados acudan también y eso ya que la universidad ayudará a financiar su proyecto de investigación. Lo que quiero decir, es que reclutará a algunos estudiantes que vayan al club para que seamos parte también del equipo y quiero que me ayudes con eso.

 

-Y cómo diablos crees que uniéndome al club voy a ayudar a que te recluten? Tú eres el que estudia arqueología, amigo. Yo estudio ingeniería informática.- El plan de Kou me parecía cada vez más absurdo y eso era difícil incluso para él.

 

-Para ser tan inteligente, eres muy estúpido, Rui.- Iba a cortarle, pero él habló inmediatamente.- Mira, ya sabes que a veces soy muy distraído, tú serás mis oídos y mis ojos de respaldo. Tengo que asegurarme de ser reclutado.

 

-Y qué pasa con mi tiempo libre? Con Mai? Ella demanda tiempo, amigo.- Bromeé  a medias, porque esa era la razón por la que se había molestado conmigo hoy.

 

-Amigo, por favor… No me ves ahora, pero estoy arrodillado, te lo juro.- No iba a hacerlo, estaba seguro de eso hace algunos segundos, pero podía escuchar la urgencia de mi amigo y sabía que verdaderamente deseaba ser parte de la investigación y una parte de mí tenía curiosidad también.- Te lo suplico, Rui… Haré lo que quieras.

 

-Este es el trato: Yo me uno al club contigo y te ayudo con lo que pueda, pero en el momento en que algo me parezca aburrido me retiraré. Y… me debes una muy grande.- Sentencié triunfante.

 

-Hecho.- Repuso mi amigo satisfecho.- De verdad… Gracias!!

 

Terminado esa conversación, llamé a Momo para que volviésemos a casa. Tomé una ducha, revisé mis correos y busqué información acerca de este nuevo maestro de la universidad. Su nombre era Antonio Castello, de más o menos 40 años, cabello castaño y ojos color caramelo. Era un arqueólogo reconocido en España, especialmente por las investigaciones que ha hecho de su ciudad natal: Barcelona. Su nuevo proyecto en Tokio consistiría en la mitología japonesa, por lo que esa debía ser la razón por la que reclutaría a los estudiantes. Y además trabajaría en conjunto con la revista National Geographic.

Se veía una persona bastante interesante hasta el momento, por lo que seguí investigando. Lo más sorprendente de este personaje, además de su carrera, era que provenía de una familia adinerada. Los Castello eran bien conocidos por la excelente calidad de sus hoteles y restaurantes en todo el continente. Era bastante curioso que él decidiera alejarse de todo eso para estudiar arqueología.

Seguí leyendo cosas de su familia, tenía un hermano dos años mayor que él, que al parecer era quien manejaba todo el negocio familiar junto su hijo mayor, mientras que los otros tres se alejaban cada vez más de lo que era hotelería y negocios. El que más me sorprendió fue el menor de sus hijos, pues acorde a las fuentes que revisaba, el chico estudió fotografía y parecía seguir los pasos de su tío al alejarse del negocio familiar. Concluí que sin duda la familia de nuestro futuro nuevo maestro era muy interesante, lo hacía una persona con pasado, con un sinfín de historias para contar y podía darme cuenta el por qué decidir estudiar algo con lo que podías descubrir la historia de las cosas, de las personas del pasado.

 

En la página no salía ninguna foto de la familia, por lo que busqué en internet y por suerte encontré una foto familiar. Quién de todos ellos sería la oveja negra de la familia? Todos tenían cierto parecido; cabello castaño y ojos cafés, piel trigueña y altos. Sólo uno discordaba, pues era de piel más clara que sus hermanos, ojos azules y cabello castaño más claro. Él se parecía más a la madre; de piel blanca, cabellera rubia y ojos azules como el chico. Típica imagen de una mujer británica.

Quise asumir que aquel chico discordante sería la oveja negra, pero no podía estar seguro, porque al no tener su nombre, no podía investigar mucho sobre él. Pero algo me decía que estaba en lo correcto, incluso para ser una foto, él parecía robarse toda la atención y conectar directamente con la cámara. Si podía hacer eso frente a la cámara, ya podía imaginar por qué se decidió por seguir ese camino.

 

 

El cansancio fue más fuerte que mi curiosidad, por lo que decidí irme a dormir. Momo ya llevaba buen tiempo dormida así que apagué mi computadora y me arropé bajo las frazadas. 

Notas finales:

Si pudiesen dejarme comentarios a ver qué les parece, les estaría infinitamente agradecida. 

LAS CRÍTICAS SON COMPLETAMENTE BIEN RECIBIDAS, ASÍ QUE TODOS DEJEN LA TIMIDEZ Y LOS TAPUJOS DE LADO. 

jajaja S-I-N C-E-N-S-U-R-A


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).