—¡Joder! —HoSeok dejó la taza de su café casi con furia sobre la encimera y Jin, preocupado por la reacción de su menor se acercó rápidamente. — ¡Hyung, me quemé!
—Serás idiota…me asustaste. —Jin le dio un fuerte golpe en el brazo, pero aún así fue en busca de un hielo para calmar el ardor de la lengua de J-Hope. — Tendrás la lengua sensible por un par de horas, no comas cosas muy calientes, ¿Y qué te he dicho de beber con cuidado?
—No me regañes, estaba distraído…—El menor presente puso el hielo sobre su lengua y la sensación fue fantástica, pero sentía su sinhueso algo áspero y sensible. Para la siguiente vez le haría caso a Jin.
—¡Chicos! Manager hyung me prestó su tarjeta de crédito y dijo que podíamos ir a comer algo. —Dijo RapMon entrando en la cocina con dicho objeto en sus manos y obvio, no podía faltar su extraño baile de la victoria. Los demás chicos venían atrás de él, riendo y comentando qué querían para comer.
La tarde fue amena, llena de risas, algunos toqueteos por parte de algunas parejas, principalmente la de Suga con JiMin, desde que estos dos habían logrado pasar más tiempo juntos, no se separaban por nada del mundo.
—Hyung, yo también quiero un beso. —El lindo novio de HoSeok hizo uno de esos pucheros que derretía el corazón del mayor y no se negó, y en cuanto sus labios se juntaron, los silbidos y ánimos de los demás no se hicieron esperar.
JungKook sólo agradecía que estuviesen en un restaurante japonés con habitaciones privadas.
TaeHyung sólo por querer darles más espectáculo a los demás, entreabrió sus labios para dejar pasar la lengua de J-Hope y fue entonces que éste último se separó de inmediato.
—¿Qué pasó, hyung? —Las bromas de los demás se detuvieron al ver el ceño fruncido del rapero, el cual sonrió algo nervioso y negó con la cabeza.
—No te preocupes, no pasa nada…¡Oh! Me encantan las gyosas. —Y el resto de la tarde, el rapero estuvo actuando medio extraño, aunque el único que lo notaba era su adorable novio.
Los chicos volvieron tarde al departamento, JungKook fue el primero en caer dormido a pesar de que los mayores estaban más cansados. NamJoon fue a su habitación y Jin le siguió unos minutos después, los menores que quedaron no pudieron evitar sonreír.
—Esos dos…sus acciones siempre van un paso más adelante que sus mentes, ¿Cuándo se darán cuenta de que se comen con la mirada? —Habló Suga mientras se acomodaba en el sofá principal, apoyando la mitad de su cuerpo en JiMin, quien también estaba medio adormilado.
—NamJoon hyung es el idiota, Jin hyung por lo menos ya aceptó que le gusta. —Comentó J-Hope distraídamente, los demás le miraron algo extrañados. — ¿Qué?
—¿Por qué estás hablando así? —Preguntó JiMin luego de un bostezo.
—¿Así como?
—Pareces ebrio, estás arrastrando las palabras. —Ese fue su novio. J-Hope apartó la mirada rápidamente. — ¿Qué tienes, hyung?
—Nada, nada. —El rapero se rió nerviosamente y luego, dando una pobre excusa, salió del departamento.
—Ve a verlo, quizás sólo necesita hablar contigo. —TaeHyung asintió y caminó lentamente hasta la puerta, ya sabía el lugar donde su chico solía esconderse cuando algo estaba en su cabeza y esperaba que le contase.
—Sentí un dejavú con esto. —Habló Suga mientras se giraba a ver a su adormilado novio, sonriendo ante lo endemoniadamente tierno que se veía con esa expresión de sueño, sus ojitos más pequeños de lo normal tratando de no caer en los brazos de Morfeo y esa sonrisa tan linda que solía traerse siempre. — ¿Te he dicho alguna vez lo hermoso que eres, JiMinnie?
(…)
TaeHyung caminaba lentamente por el edificio hasta las escaleras de emergencias, desde que llegaron a ese nuevo edificio, sólo unos pocos residentes sabían del pequeño salón de eventos abandonado que estaba escondido entre las escaleras de la construcción. Era extraño, pero privado, perfecto para hablar.
¿Hablar sobre qué? Joder, ¿Y si mis besos ya no le gustan?, el pobre alien ya no sabía ni qué pensar.
—¿Hobi hyung? —El menor se asomó por la puerta y se acercó al mayor, que estaba sentado a lo indio en una de las paredes, este se encontraba tocando su lengua con su índice, pero aún así le sonrió a su novio. — ¿Qué es lo que tienes?
—Bueno yo…¡Te vas a reír si te cuento! Pero te noto preocupado. —El mayor rió de buena manera, invitándole a que se sentase a su lado. — Primero, júrame que no te reirás.
—De acuerdo, lo juro, ahora dime porque rechazaste mi beso hace un rato.
—Hoy en la mañana mientras desayunaba me quemé, y desde entonces que mi lengua está muy sensible y…
—Como una lengua de gato…—Le interrumpió el menor antes de soltarse a reír, sus carcajadas se escuchaban en todo el lugar y aunque J-Hope trató de regañarlo, terminó riendo igualmente. — ¡Eres un tonto, hyung! Debiste decírmelo desde un principio.
—Me daba vergüenza, Tae. —El rapero volvió a reír y luego, un extraño brillo cruzó sus ojos mientras observaba la peculiar sonrisa cuadrada de su pareja. — Además, se sentía extrañamente bien cuando me besaste…sentía con más intensidad tu lengua y de alguna manera me gustó.
Mientras el mayor hablaba, se iba acercando hasta su menor, hasta dejarlo acorralado entre el frío suelo de aquella habitación y su cuerpo, TaeHyung se sintió intrigado por tales palabras pero luego sonrió con un deje de picardía mientras rodeaba el cuello del mayor con ambos brazos.
En cuando unieron sus labios, sus lenguas lo hicieron al mismo tiempo, haciendo jadear al rapero mayor, seguía sintiendo esa extraña pero increíble sensación al hacer contacto con el sin hueso de su chico. Porque ese chico que en ese momento se encontraba bajo su cuerpo, temblando por sus toques y la frialdad del salón en el que se encontraban, era suyo.
Se aprovecharía totalmente de la sensibilidad en su lengua, sobre todo cuando hizo jadear al darle una lenta lamida al pezón del menor, al parecer no era el único que sentía el cambio en su músculo.
—Hobi…realmente tienes una lengua de gato…—Ok, ahora sí que dejaría a su Tae con un verdadero dolor de caderas, esa voz, esos ojos y esa sonrisa siempre serían su perdición.
Y para TaeHyung no era muy distinto, HoSeok y su lengua de gato eran sólo de él.