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25. Joon Kyu (03) por dayanstyle

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Notas del capitulo:

...

Seyong se reía mientras Insoo lo acercaba, lo besó en la nuca. El sonido era música para sus oídos. Movió los dedos sobre la parte central de Seyong, con ganas de escuchar ese sonido de nuevo.

 

Seyong se dio la vuelta con el estruendo de la risa cuando Insoo le hacía cosquillas a los costados. Se rió cuando su pareja comenzó a resoplar. — Me rindo, —exclamó Seyong.

 

Insoo cedió y comenzó a correr sus dedos sobre el eje endurecido de Seyong en su lugar. Su pareja se quejó, moliendo su polla en la mano de Insoo.

 

—Hmm, suena como que alguien quiere algo de mí, —bromeó Insoo.

 

—No seas tímido, jódeme.

 

Insoo se sorprendió al escuchar tales palabras sin sentido de Seyong, pero lo encendieron. Deslizó la mano bajo la almohada y cogió el lubricante. Insoo volvió a su pareja y se movió sigilosamente por la apretada grieta de su culo. Maldita sea, ese pequeño agujero de color rosa no le sonreía. Insoo acarició con los dedos sobre el músculo fruncido de Seyong, estirándolo para que él lo pudiera llenar.

 

Alineó su polla y presionó dentro, tiritando al apretado agarre. Insoo extendió la mano y pasó los dedos por el cabello de Seyong, agarrando con fuerza mientras avanzaba incluso más allá. El sudor escurría por el lado de la cara de Insoo cuando él se retiraba y luego se hundía dentro.

 

Seyong sacó las piernas debajo de él, sus manos empuñando las sábanas cuando Insoo jodía su dulce agujero. Sus encías ardían en deseos de hundirse en la carne blanda. Él sabía que Seyong se lo permitiría, por lo que Insoo se inclinó sobre el cuerpo de su pareja, hundiéndolos profundamente mientras bebía y jodía.

 

—¡Oh Dios! —gritó Seyong, empujando su culo en la pelvis de Insoo—. Jódeme, ahora.

 

Insoo hizo un sonido animal mientras empujaba más y más duro en el culo de Seyong, persiguiendo eso tan alto que sólo un orgasmo puede dar. Metió la mano bajo Seyong, palmeando su polla y sacudiéndose con sus golpes.

 

Cuando liberó el hombro de Seyong, su pareja gritó, la semilla golpeando las sábanas y su mano. El músculo contraído se cerró sobre la polla de Insoo, enviándolo en espiral sobre el borde, consiguiendo que la adrenalina subiera.

 

—Infierno, —jadeó Seyong bajo él cuando Insoo le dio un beso en la espalda.

—¿Te gustó? —Insoo preguntó antes de arrastrar su lengua hacia atrás hasta la columna vertebral de su pareja.

 

—Me gustó. A mí verdaderamente me gustó, —dijo Seyong en la almohada. Insoo se rió en su espalda, besando su camino de regreso a su columna vertebral. Él no era capaz de obtener lo suficiente de su piel salada y dulce. Insoo pasaba las puntas de sus colmillos en la columna vertebral de su pareja y luego volvió a lamer hacia abajo.

 

 

—Creo que estás tratando de drenar los fluidos de mi cuerpo a través de mi polla. —Se rió Seyong.

 

Insoo lo besó en la espalda y luego rodó a su lado. —Eso sería interesante, ¿no? —Él movió sus cejas.

 

Seyong sonrió. —Para ti, tal vez. Yo estaría tumbado aquí, pareciendo una ciruela pasa, mis bolas del tamaño de guisantes.

 

Insoo acercó a Seyong a sus brazos, metiendo la cabeza del hombre debajo de su barbilla. —No querríamos eso. Su sabor es muy bueno para perderlo. —Seyong suspiró con la satisfacción y pronto se volvió a dormir. Insoo cerró los ojos, agradecido por no haberle drenado la noche en que se conocieron.

 

 

 

Changjo estaba sentado detrás de su escritorio escuchando a Joon Kyu y a Do Young.  ¿Habían perdido su maldita cabeza? —Así que vamos a ver si lo entiendo.¿Quieres vestir a Do Young como Insoo y usarlo como cebo? Incluso en la oscuridad de la noche, sin luz de luna, y gafas de lectura, él no pasaría por Insoo.

 

 

—Con una peluca, y otros cambios, podría funcionar. Todo lo que necesitamos es que ellos piensen que es Insoo. Atraerlos fuera. —Joon Kyu se inclinó hacia adelante, argumentando su punto de vista—. Sólo un indicio de ello y los tenemos.

 

Changjo se quedó mirando a Do Young. —¿Cuánto te pagan por esto, o es que te está chantajeando?

 

—Él es mi amigo, y estoy seguro de que lo haría por mí, —Do Young se defendió.

 

Changjo soltó un bufido. —Me gustaría ir más allá de cualquiera de ustedes, pero nadie me pondrá una maldita peluca.

 

Joon Kyu y Do Young se echaron a reír. —Sin ánimo de ofender, pero yo pagaría por verte con una. —Do Young se echó a reír.

 

Changjo se dio la vuelta y se sentó. —Entonces, ¿cuándo tienes previsto llevar a cabo tu descabellado plan?

 

—Esta noche. —dijo Joon Kyu serio y se inclinó hacia adelante—. Quiero que la amenaza a Insoo desaparezca.

 

—Parece que cambiaste de opinión muy rápido por tener a un vampiro como pareja.

 

Joon Kyu se encogió de hombros. —Lo encontré. Eso es lo que importa. Mantener a Seyong y a Insoo seguros, es mi primera prioridad.

 

—Hablas como un verdadero hombre. —Changjo odiaba el hecho de que estos hombres tenían torcido el cerebro, pero estaba contento que Joon Kyu, finalmente llegara a un acuerdo con el vampiro. No le molestaba a Changjo. Como cuestión de hecho, le gustaba la diversidad—. Voy a enviar a Junyoung y a Gong Chan para vigilar, en caso de que la mierda golpee el ventilador.

 

—Gracias, —dijeron al unísono.

 

Joon Kyu corrió por las escaleras, buscando. Sus dos cabezas dormidas todavía debajo de la manta. —¿Ustedes dos van a dormir toda la noche? Seyong lanzó la manta de su cabeza y bostezó. —¿Qué hora es?

 

—Las siete.

 

—Santa Mierda, yo nunca he dormido todo el día anteriormente. —Él se movió de los brazos de Insoo y corrió al baño. Joon Kyu vio su culo desnudo, cuando salió disparado.

 

—¡Dios! amo a los hombres que corren desnudos. —Sonrió. Joon Kyu se sentó en la cama, echando una ojeada en el cuerpo enrollado de Insoo ligeramente hacia él—. ¿Vas a despertar?

 

—Cinco minutos más, mamá, —murmuró.

 

Joon Kyu se estiró junto a Insoo, pasando las manos por el cabello de su pareja. —Tengo que salir un rato esta noche. ¿Puedes mantenerte a ti mismo y a Seyong ocupado mientras este fuera?

 

Una sonrisa diabólica se extendió en la cara de Insoo. —Estoy seguro de que puedo pensar en hacer cosas malas con su cuerpo. Joon Kyu rodó sus ojos. —Y después de cinco segundos de sexo, entonces, ¿qué vas a hacer?

 

 

Insoo se acercó y le dio un puñetazo en el brazo. —Voy a tener que hacer que sepas que puedo durar más de cinco segundos. He durado diez veces más. —Él se rió y tiró de la manta sobre su cabeza.

 

—Puedo dar fe de ello. —Seyong salió corriendo del cuarto de baño y se zambulló como una bomba en la cama, Joon Kyu le capturó—. ¿Tu puedes ahora? —Joon Kyu extendió la mano hacia abajo y la llevó hacia el pliegue del culo de Seyong, sintiendo el agujero aún hinchado y la mancha que lo rodeaba—. Veo que has estado ocupado mientras he estado fuera.

 

Seyong gimió y apretó el culo en la mano de Joon Kyu. —Yo estaba a punto otra vez. ¿Quieres sostener el cronómetro?

 —Cuidado, Joon Kyu. Es un cachondo. —Insoo volvió a lanzar la manta y miró a los ojos a Joon Kyu—. Él dirá cualquier cosa para conseguir una polla dura en su culo.

    Seyong se acercó y dio una palmada en el pecho de Insoo. —No lo haré. —El hombrecillo comenzó a gemir cuando Joon Kyu pasó los dedos arriba y abajo de su pliegue, presionando dos dentro. Su espalda encorvada y su culo levantándose alto en el aire.

    —¿Ves lo que quiero decir? —Insoo le preguntó, pero estaba mirando la mano de Joon Kyu.

  Él introdujo un tercer dedo, lo estiró unas cuantas veces, y luego se paró, empujando sus pantalones hasta las rodillas. Joon Kyu tiró a Seyong de espaldas, empalándole sobre su polla. —Chupa a Insoo.

 

Insoo se deslizó bajo Seyong, silbando cuando su pareja lo llevó a su boca. Joon Kyu vio la maravillosa vista mientras empujaba a su pareja. No le iba a tomar mucho tiempo. Mirando babear a Seyong, la polla de Insoo era demasiado para entusiasmarse.

 

Joon Kyu miró abajo entre las piernas para ver el agujero de Seyong que se estiraba y tragaba su polla con avidez. El cosquilleo comenzó a extenderse por su espalda. Sus bolas bajaron apretadas cuando su orgasmo se acercaba. No importa lo mucho que quisiera que durara esto, no había forma de detenerlo. Joon Kyu gritó, aferrándose a las caderas de Seyong cuando disparó su semilla en el culo de su pareja. Insoo gritó después, seguido pronto por Seyong.

 

Se sentó un momento, tratando de aclarar su cabeza del torrente. Joon Kyu se deslizó fuera de Seyong y caminó hacia el cuarto de baño, mojando una toalla y dándose a sí mismo una limpieza rápida.

 

    —Me tengo que ir. Comportence.

    —Sí, sí, capitán. —Insoo le saludó con su dedo medio.

    —Listillos. —Él les dio un beso a ambos y luego los dejó, para reunirse abajo con Do Young.

    Do Young arrugó la nariz cuando se acercó a Joon Kyu. —Hueles a sexo.

    —Estás celoso. —Sonrió Joon Kyu y dejó a Do Young junto a la puerta de entrada mientras se dirigía a su camioneta—. Tenemos que seguir adelante, si vamos a comprar las cosas que necesitamos.

—Sí, querida, —se quejó Do Young y cerró la puerta detrás de él.

 

 

Seyong se sentó en el asiento de la ventana mirando hacia la noche. Joon Kyu había dicho que estaría de vuelta en un par de horas. Eso fue hace cinco horas. Se mordió el labio inferior cuando sus ojos recorrieron el patio delantero y los bosques de los alrededores.

 

 

En el poco tiempo que había conocido a Joon Kyu y Insoo, se había enamorado de ellos. Le dieron una mayor aceptación y más seguridad, Seyong había incluso madurado. No estaba seguro de qué haría si perdía a alguno de ellos. Sus parejas significaban el mundo para él.

 

Parejas.

 

La palabra todavía sonaba extraña cuando la decía. Pero le gustaba la palabra. Lo hacía parecer como si su relación fuera diferente a todo lo que había tenido antes. Bueno, estaba considerando que ellos lo eran, pero así no es como él los veía.

  Insoo era este hombre afable y bonachón que todavía tenía un niño dentro de él y moría por salir. Y Joon Kyu era este hombre melancólico que se permitía salir a jugar un poco, a su vez. Seyong quería que la pequeña  muestra de lo que solía ser saliera todo el tiempo.

    Si sólo hubiera una manera que pudiera reparar a Joon Kyu. Sabía que no tenía una varita mágica y que el proceso de curación tenía que empezar por Joon Kyu mismo.

    La vida de Seyong creciendo no había sido de melocotones y crema, con una madre que tenía dos trabajos y un padre que fingía que la vida no existía fuera de su lugar de trabajo, sin tener cualquier momento para su propio hijo.

  Todo lo que Seyong quería era ser aceptado y amado. Insoo y Joon Kyu le  dieron eso, le dieron más de lo que nunca esperaba sacar de la vida. Era una locura que fueran criaturas paranormales las que se lo proporcionaran, pero Seyong sabía que harían cualquier cosa por él.

 

Recordó el día que Kamenashi le desechó, diciendo a Seyong que era demasiado necesitado, demasiado pegajoso, y de alguna forma demasiado aburrido. Seyong quedó devastado.

 

Afortunadamente, la gente en esta ciudad fueron amables y atentos, a excepción de ese homófobo que se encontró la primera vez que llegó, y le dieron una oportunidad. Siempre tendría una deuda con Changmin y Junsu, e incluso con Jungkook.

 

—¿Sin señal de él todavía? —Preguntó Insoo, mientras se sentaba al lado de Seyong.

 

—No—A él le preocupaba que algo terrible le hubiera sucedido. Seyong se apoyó en los reconfortantes brazos de Insoo, deseando que Joon Kyu llegara a casa.

 

 

Joon Kyu hizo todo lo posible para no reírse de Do Young con la peluca negra y los pantalones. No había manera de que un vampiro lo confundiera como uno de los suyos. Joon Kyu había agarrado una de las camisas de Insoo, esperando  que se dejaran engañar por el olor. El problema era, que Do Young era demasiado malditamente grande para ello.

     Insoo era elegante y delgado. Do Young estaba construido como un toro. El shifter siguió tirando de la peluca, y gritando que picaba. —Gran bebé, tú  puedes hacerlo.

  —Déjame ponértelo en tu cabeza y a ver cómo te hace sentir. —Do Young resopló—. Es mejor que nunca lo plantees, y que vas a tener una deuda conmigo durante mucho tiempo.

   Joon Kyu levantó las manos en señal de rendición. —Nunca voy a planteártelo, y estoy en deuda contigo. —Él se inclinó y luego empezó a reírse—.¿Puedo por lo menos tener una imagen, una foto?

 

Do Young gruñó y caminó desde la parte de atrás del estacionamiento. —Vete, necesito atraer algunos vampiros.

 

—Hey, él no camina con un bamboleo en sus caderas, —gritó Joon Kyu a Do Young.

 

—Yo estoy actuando, así que puedo desempeñar el papel como quiera. — Do Young arrojó la peluca sobre su hombro e hizo que la muñeca se aflojara—. Me siento como una prostituta. —Se rió, mientras caminaba por la calle.

 

—Culo de mierda, —murmuró Joon Kyu mientras tomaba posición en el lateral del edificio. Su pareja no era femenino. Tal vez él pagaría de vuelta a Do Young con un guardarropa femenino. El tipo parecía estar disfrutando de su actuación un poco demasiado.

 

Joon Kyu bostezaba después de una hora y nadie apareció. Su hombro se apoyó en la pared de ladrillos mientras sus ojos se mantuvieron enfocados en Do Young pretendiendo estar encerrado en el coche de Insoo.

     El humor había desaparecido de la farsa de Do Young, y Joon Kyu estaba listo para volver a casa con sus hombres. Se metió las manos en los bolsillos delanteros y cruzó los tobillos mientras revisaba toda la zona de aparcamiento frontal. No había visto a Junyoung o a Gong Chan, pero si lo hubiera hecho, entonces no estaría haciendo su trabajo. Se suponía que debían estar escondidos de la vista.

  —Sólo vuélvete lentamente y no hagas un sonido o Insoo y Seyong van a pagar por ello.

    Joon Kyu se enderezó. Él hizo lo que se le dijo, caminando lentamente hacia atrás. La voz no era conocida, por lo que Joon Kyu no sabía si estaba diciendo la verdad o no acerca de sus parejas. No olía el engaño, pero lo que hizo fue oler aroma de vampiros.

    Lo que significaba que no había caído en la farsa de Insoo. Joon Kyu tenía que entretenerlo hasta que los otros tres lobos se percataran de que no estaba  donde se suponía que debía estar. —¿Por qué estás tan presionado por  poner tus manos en Insoo?

 El hombre se rió malévolamente. —Él desafió a nuestro líder y se alejó. Nadie hace eso.

 

—¿Es eso? ¿Tu líder tiene su ego tan grande que tiene que cazar a alguien por un insulto? —Gruñó Joon Kyu cuando algo sólido golpeó la parte trasera de su cabeza.

 

—No te atrevas a hablar de KaenU de esa manera. —Su pelo fue sacudido hacia atrás, y Joon Kyu quería dar la vuelta y rasgar al muy cabrón.

 

La única cosa que le paró era no saber si realmente tenían a sus parejas o no. Cerrando los ojos, Joon Kyu pensó que realmente le gustaría saber ahora, porque este hijo de puta iba a pagar.

 

—Entonces, ¿qué piensas hacer conmigo ahora que me tienes a mí?

 

La respuesta puso todos sus pelos del cuerpo de punta. —Me voy a retrasar mientras que uno de los tuyos se hace cargo de los dos. Y luego vamos a drenarte.

 

Joon Kyu sintió que su pecho se contraía y su vientre se apretaba. Así que no tenían a sus parejas, todavía. Con la rapidez de un shifter, Joon Kyu enganchó su pie derecho alrededor del tobillo derecho del vampiro y tiró, tomándo al tipo por sorpresa y haciéndole perder el equilibrio.

 

Joon Kyu se dio la vuelta para ver a dos más avanzando hacia él, mientras que el del suelo comenzó a llegar a sus pies.

 

Cambió en su forma de lobo, mostrando los dientes y mordiéndoles. La única cosa en su mente era llegar a sus parejas. Joon Kyu tenía la sensación de que sabía quién era el traidor. Ahora todo lo que tenía que hacer era llegar a él.

 

 

En cuestión de segundos Joon Kyu se encontró luchando por su vida. Los tres vampiros estaban atacándole, mordiendo su carne, e intentando hacer lo mejor para derribarle. Sintió el ruido en el pecho, y luego esa familiar niebla envolviendo su cerebro. La bestia Ji Hoon trató de convertirlo en lo que había emergido, y Joon Kyu se desató en los tres vampiros que estaban tratando de quitarle la vida y matar a sus parejas.

 

Años a partir de ahora y todavía no recordaría lo que había sucedido. Lo único que se quemaría en su memoria de los acontecimientos de esta noche sería el horror en los rostros de los vampiros y el sentimiento de repulsión cuando el monstruo se hizo cargo.

 

 

Seyong se despertó de su sueño y miró alrededor de la habitación. Estaba todavía oscuro, y él se dobló todavía en los brazos de Insoo, apoyado en la ventana. ¿Qué lo había despertado? Sintió ojos mirándolo, pero Seyong no vió a nadie en la habitación. Sus dedos aferrados en la camisa de Insoo cuando ese sentimiento se hizo más fuerte.

 

Él trató de ajustar sus ojos hacia el interior oscuro, pero con la única luna como una fina astilla, no había mucha luz dentro con la que trabajar.

 

Sus ojos se movieron a una esquina de la habitación, la que parecía más oscura, y Seyong juró que vio un contorno. La sombra se movió, y el corazón de Seyong golpeó en el pecho.

 

Insoo se movió y acercó a Seyong más a su cuerpo. El miedo lo congeló en su lugar. Él no era capaz de moverse, despertar a Insoo, o incluso gritar.

 

 

—Tú sabes que estoy aquí, ¿no? —La voz era grave y amenazante. Seyong nunca había visto una película de miedo en su vida, y éste era el porque. Estaba dispuesto a hacerse pis en los pantalones. Lo único que podía hacer era asentir.

 

—Aléjate del vampiro lentamente, y yo no te haré daño.

 

En primer lugar, no había forma en la tierra verde de Dios, en que él confiara en la sombra y en su palabra. En segundo lugar, preferiría ser herido que perjudicar a Insoo. ¿Qué clase de pareja pensaba la sombra que era él? ¿Sacrificaría al hombre del que se enamoró por salvar su propio culo?

 

Probablemente no.

 

Seyong negó con la cabeza y estrechó sus brazos con fuerza alrededor de Insoo. Un dedo le acarició la cara, y él sabía que Insoo estaba despierto. Gracias a Dios. Quería gritarle a Insoo que comiera al hijo de puta, pero su voz se congeló aún en el miedo.

 

—Muy bien, creo que voy a tener que matar a los dos, sin problema para mis bolas.

—Las mías tampoco. —Insoo silbó y lanzó a Seyong al suelo mientras saltaba.

 

Seyong cayó al suelo y se arrastró hacia atrás como un cangrejo. Sus ojos no se ajustaron plenamente, pero podía ver lo suficientemente bien como para distinguir a Insoo, y ¡él estaba luchando contra un lobo!

 

 

—¡Insoo! —gritó Seyong. Arañó la alfombra, haciendo todo lo posible para estar más cerca. Los dos estaban destrozando la habitación. Seyong se sorprendió de lo bien que Insoo se mantenía. ¡El vampiro no era una broma!

 

Seyong trató de arrastrarse alrededor de las ruinas para llegar a la puerta. Una garra estrelló su mano en la alfombra. Seyong se echó hacia atrás y gritó por el dolor punzante.

 

Perro estúpido.

 

Seyong se metió debajo de una mesa cuando los dos cayeron hacia él. ¿Dónde demonios estaba la ayuda? Tuvieron que escuchar todo ese ruido.Seyong se cubrió la cabeza cuando la mesa se cayó y las cosas en ella se rompieron, cayendo sobre su cabeza. Una vez más se arrastró lejos, hacia la ventana donde se veía a salvo. Gritó y pateó cuando unas manos le agarraron en la cintura y fue arrastrado fuera del suelo.

 

Era Changjo.

 

—Saquenlo de aquí.

 

—No, no voy a dejar aInsoo. —Gritó Seyong y alcanzó a su pareja.

 

Insoo agarró a Seyong, tirando de él a su pecho mientras otros soldados se ocuparon del lobo, que los habían atacado. Seyong se aferró a su pareja, sintiendo que las lágrimas le picaban los ojos.

 

 

—¿Qué demonios, King? ¿Has perdido la cabeza? —Changjo le rugió.

 Antes de que el Alfa pudiera obtener una respuesta, un gran lobo gris saltó a la habitación. Insoo volvió a Seyong en la pared, y lo único que oyó fue la lucha y luego silencio.

   —Te tengo, pequeño bebé. —Insoo pasó la mano por el cabello de Seyong y lo besó en la sien. Su cuerpo se estremeció con la traumática experiencia. Sabía que no quería mirar, y algo muy dentro de él le dijo a su cerebro de que el lobo que acababa de entrar era Joon Kyu.

—Lleva su cadáver fuera de aquí, —ordenó Changjo.

 

Seyong se sacudió más duro con el conocimiento de que Joon Kyu había matado al otro shifter. No estaba seguro de qué demonios estaba pasando, pero estaba contento de saber que ambas parejas estaban bien.

—¿Él te hizo daño? —Seyong oyó preguntar a Joon Kyu.

 

—No, sólo me asustó de mala manera.

 

Seyong gimió cuando sintió los labios de Joon Kyu en su sien. —Ya no nos van a molestar, bebé.

Seyong asintió con la cabeza, aferrándose a Insoo como una tabla de salvación en este loco lío. Él acarició el cuello de Insoo, necesitando el aroma reconfortante de su pareja. La ducha se encendió, y Seyong sabía Joon Kyu estaba lavando lo que le había sucedido a su cuerpo.

 

Insoo mantuvo la cara de Seyong desde la puerta, sentándole en la ventana mientras lo mecía y canturreaba. Las lágrimas corrían por sus mejillas cuando Joon Kyu entró en el dormitorio, y el alivio que sentió al ver a los dos seguros se apoderó de él.

 

No importa lo que sucediera, Seyong nunca lamentaría estar con ellos.

 

 

 continuara...

 

Notas finales:

...


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