Soo Hyun sostenía a su pareja en el regazo mientras su familia se sentaba alrededor de la mesa de la cocina. Dongho estaba bebiendo una taza de café, pero sabía que se sentía muy avergonzado de que todos lo hubieran visto.
—Entonces chicos, ¿por qué infiernos corrieron? —Junho preguntó apoyado en el mostrador, lo más lejos posible de Chansung.
Soo Hyun y Dongho se habían vestido antes de unirse con la familia.
Él tuvo que calmar a Dongho. Su pareja estaba histérico en la recámara, lanzando cosas y llorando. No quería bajar las escaleras y enfrentar a nadie.
—Pediste usar el teléfono y cuando entramos no estabas en ningún lado —Yoseob contestó—. ¿Por qué se fueron todos?
¿No deberían al menos haber dejado a alguien aquí? —Yoseob declaró enojado.
Todos en el cuarto vieron a Chansung. —Dejamos a alguien aquí —Pa dijo apretando los dientes.
—Estaba en el patio —Chansung se defendió—. No me fui a ningún lado ni los dejé indefensos.
—Yo vi a Chansung en el patio y fui hacia él —Junho les dijo a todos—. Cuándo regresé al porche del frente, esos dos se habían ido. Salí a buscarlos.
—Pero… —Dongho miró a Soo Hyun y bajó la taza manteniéndola entre sus manos—. ¿Por qué nos perseguías?
Junho suspiró fuerte y se alejó del mostrador.
—Porque algo está sucediendo en mi casa y tenía que hablar con Jongin. Vi a unos tipos con colmillos en mi propiedad, y temía que aquí también hubiera. Han pasado un montón de cosas extrañas esta noche. ¿Por qué alguien estaría tratando de asustarme con falsos colmillos?
Soo Hyun miró a Junho por un momento, increíblemente ese hombre pensaba que un humano pretendía ser un vampiro. ¿En serio?
Sacudió la cabeza y se concentró en el problema en sus manos.
Soo Hyun podía ver cómo las malas interpretaciones se habían dado. Dongho le había dicho que algo de su sexto sentido le había advertido del peligro. Dado que Junho era el único alrededor, su pareja asumió que era su primo.
—No puedo creer que pensaste que podría lastimarte
r13;Junho murmuró. Soo Hyun podía oír el dolor en la voz del hombre, verlo en sus ojos. También estaría dolido si su familia lo viera como un monstruo.
Podía ver a Chansung tensarse. Los hombros de su pareja tensos mientras veían en dirección de Junho que seguía de pie. Eso hizo que Soo Hyun sostuviera fuerte a Dongho, apreciando lo que tenía. Dongho se había entregado, tan cariñosamente que no sabía qué hubiera hecho si su pareja se hubiera rehusado a acercarse a él.
Y no dudaba que Junho era la pareja de Chansung. El aire parecía crepitar cuando estaban juntos. La desesperación en los ojos de Chansung desgarraba a Soo Hyun. Chansung y Hoon eran sus parejas de matriz. Eso los hacía más cercanos entre ellos que con cualquier otra persona en la faz del planeta. Con todo el mundo excepto Dongho.
Aunque su lazo con Dongho era diferente. Era un lazo de un par emparejado. Nada podía acercarse a eso. Aun así eso no hacía que el ver a Chansung y a Junho fuera fácil. Odiaba ver la distancia y el dolor entre ellos.
—¿Qué sucede en tu casa? —Pa preguntó, salvando a Dongho de tener que comentar sobre las palabras de Junho. Podía sentir la rigidez de su pareja sentada en su regazo. Dongho lamentaba lo que había hecho, lamentaba cómo había tratado a Junho.
—Mi tío Soo Bin está ahí. Eso es muy extraño dado que él pidió claramente ayuda para que tuviéramos a Dongho lejos y dijo que nunca pondría un pie cerca de él.
Soo Hyun gruñó bajo. Su mano apoyada en la mitad de la espalda de Dongho. No quería que su pareja sintiera el odio de nadie. Sabía que no podía evitarlo, pero él podría ser su escudo, protegerlo del odio.
—Le preguntó a mi papá si podía usar el granero para un proyecto en el que necesitaba trabajar. Mi papá sin pensarlo dijo que si. —Junho cruzó sus brazos sobre su pecho—. Pero yo suelo usar mucho el granero. Así que fui ahí, intentando decirle a mi tío que podíamos compartir el espacio. No estaba, pero vi lo que parecía un laboratorio de química. No sé lo que esté haciendo ahí, pero no creo que un programador de computadoras necesite pipetas y mecheros Bunsen.
Soo Hyun maldijo y vio a su familia. —Habla por teléfono con Jongin —Pa exigió—. Necesita saber esto. Creo que encontramos al distribuidor.
Hoon asintió mientras salía del cuarto.
—¿Distribuidor? —Junho preguntó viendo a todos en el cuarto, confundido—. ¿Como de drogas? Dime que no hay un jodido laboratorio de meth en mi maldito granero.
Soo Hyun sacudió la cabeza, deseando poder decirle sobre las drogas. Junho parecía un chico agradable, y el tipo de hombre que no permitiría que algo tan vil como las drogas estuvieran en su propiedad. —Me temo que es peor.
—¿Peor? —Junho dijo incrédulo—. ¿Qué puede ser peor que la meth? No soy experto en drogas, pero he oído lo que esas cosas pueden hacer. También sé que son muy inestables. —Junho comenzó a pasearse—. No puedo arriesgar a que mi jodida casa se queme porque mi tío esta tratando de vender ese veneno.
—Es más grande que eso —dijo Chansung poniéndose de pie y llegando frente a Junho—. Es mucho más profundo de lo que puedes imaginar.
—Entonces alguien tiene que decirme qué infiernos sucede aquí. Tantos secretos de mierda no van conmigo. Ahora estoy involucrado. Merezco saber qué infiernos sucede aquí, maldición.
—Lo mereces, hijo —Pa dijo, señalando con la cabeza a Chansung—. Y tu pareja debe de ser quien te lo diga.
—¿Pareja?
Soo Hyun lo sentía por Junho. Parecía estar tan perdido. Era el único en el cuarto que ignoraba el mundo que lo rodeaba. Soo Hyun quería decirle, pero no era su lugar.
Junho soltó una larga respiración y pasó sus dedos a través de su cabello. —Puedo manejar cualquier cosa que tengas que decir. No enloquezco fácilmente. Dime.
—Somos osos —dijo Chansung pasando sus manos por los brazos de Junho.
La mirada de Junho pasó de Chansung al resto de los del cuarto y regresaron a su pareja. —Está bien, puedo manejar eso. ¿Qué acerca de Dongho?
Soo Hyun estaba impactado de que Junho preguntara. Hasta donde sabía, Dongho nunca le dijo lo que era.
—Oh vamos. Sé que hay algo diferente en él. Y no estoy hablando acerca de que prefiera vestirse como… —Junho movió su mano hacia Dongho—, tú sabes.
Dongho tembló en los brazos de Soo Hyun. Soo Hyun lo sostuvo fuerte y entrecerró los ojos hacia Junho. Primo o no, no iba a permitir que nadie hiciera que su pareja se avergonzara por lo que le gustaba. Soo Hyun pensó en cuánto lo encendía, y no se quedaría ahí sentado dejando que alguien criticara a Dongho por eso.
—Eso no me importa. Infiernos, creo que su colección de revistas es más extraña que su necesidad de vestirse como mujer
—Junho declaró.
—No soy mujer —Dongho le dijo a Junho—. Y no soy un freak
r13;dijo suavemente enterrando la cara en el pecho de Soo Hyun.
—Nadie piensa que seas un freak, gatito. —Soo Hyun pasó sus manos sobre Dongho viendo a todos en el cuarto.
—Ya te dije que creo que es caliente —Lee Joon agregó, pero no sonreía. Soo Hyun asintió hacia su hermano. Mataría a Lee Joon si se acercaba a Dongho, pero vio la declaración del oso por lo que era. Estaba tratando de hacer sentir mejor a Dongho.
Soo Hyun amó a su familia incluso más. Ellos se apoyaban unos a otros sin importar lo que sucediera. Ellos eran una fuerza para ser reconocida. Ve tras uno y tienes a todos.
—Jongin está en camino —Hoon dijo entrando al cuarto.
—Es un ocelote —Soo Hyun le informó a Junho.
—¿Un oce-qué?
—Un gato de casa. —Lee Joon se rio.
Dongho se inclinó hacia adelante y siseó hacia Lee Joon.
—Como sea, un gatito —Lee Joon provocó—. Yo lo tomaría con un brazo atado a la espalda.
—Y sin cerebro —Soo Hyun gruñó. Él estuvo malditamente cerca de matar a Chan Hee por tratar de cortarle las bolas, podía imaginar lo que su bebé podría hacerle a Lee Joon por provocarlo. Su hermano estaba mordiendo más de lo que podía masticar. Podía decir que el tamaño no importaba cuando Dongho se enojaba.
—Suficiente —Pa gritó en el cuarto—. Necesitamos concentrarnos en terminar con los rebeldes que nos rodean.
Soo Hyun vio al Alfa y otros dos lobos shifters entrar en la gran cocina. Los tres enormes cuerpos parecían chupar todo el oxigeno del aire. La cocina tembló cuando los tres enormes hombres entraron.
—Buenas noches, caballeros. —El Alfa Jongin saludó inclinando la cabeza mientras los otros dos hombres permanecieron en silencio a sus lados, sus manos cerradas frente a ellos y con una mirada que podría hacer desmayar a un hombre más pequeño.
Soo Hyun los reconoció. Eran su Beta, Siwon y el comandante Chanyeol.
Tenía la sensación de que había más lobos Timber afuera.
Apostaría su vida que los había. Soo Hyun sólo rezaba porque no fueran los hermanos Wu. El rumor decía que a esos hombres les gustaba quemar cosas.
—¿Tienes alguna información para mi? —Jongin se giró hacia Junho. Su postura era casual. Jongin tenía las manos detrás de su espalda, y una pequeña sonrisa en sus labios. Soo Hyun no se dejaba engañar. Su Alfa era muy letal. Su aura gritaba letal.
Junho asintió mientras Chansung se acercó, protegiendo a su pareja. —Mi tío Soo Bin está haciendo algo en el granero. Está usando un laboratorio de química.
—¿Y qué hay de extraño en eso? —Jongin le cuestionó.
—Él es un programador de computadoras, señor —Junho le contestó—. Pero mi papá no sabe lo que está haciendo. Él es inocente en esto.
Jongin inclinó la cabeza y estudió a Junho. —¿Cómo ignora lo que sucede en su propiedad?
—Él no sale a ver lo que Soo Bin está haciendo. Mi papá es básicamente un ermitaño.
Jongin asintió. —Tomaré eso en consideración.
—Pero…
Chansung tomó a Junho y sacudió la cabeza. Soo Hyun podía ver la confusión y desesperación en la cara de Junho. El humano no tenía ni idea de lo que sucedía aquí.
Jongin vio hacia Junho. —Pero nada. Tu tío está produciendo una droga que requiere sangre humana en sus componentes, pero si un humano la usa se muere. Esa cosa hace a los paranormales incluso más agresivos que en su forma natural. Convierte a los vampiros en máquinas de matar, a los shifters en abusadores y adictos, y para conseguir la sangre humana, drenan completamente a los humanos.
La cara de Junho palidecía mientras el Alfa hablaba. Parecía que fuera a vomitar. —Le juro —murmuró—, mi padre no sabe nada de eso.
—Entonces tu padre necesita empezar a preguntarse lo que sucede en su propiedad. —Jongin se pellizcó el puente de su nariz—. Si realmente no tiene idea, él saldrá ileso pero advertido.
—Gracias —Junho murmuró, mientras veía desesperanzado a Chansung.
Jongin inclinó la cabeza. —Gracias por tu información, eso salvará muchas vidas. —El Alfa salió de la cocina y sus hombres lo siguieron.
Chansung tomó el cuello de Junho y lo jaló a su pecho. Junho gruñó y empujó a Chansung, alejándose y saliendo como tromba de la casa, Chansung detrás de él.
Soo Hyun se puso de pie con su dormida pareja en sus brazos.
—Voy arriba.
Doo Joon hizo lo mismo, Yoseob también se había quedado dormido en su regazo. Soo Hyun podía sentir la tensión alrededor. Una de las parejas estaba sufriendo. Eso no le sentaba bien a ninguno de ellos.
Su corazón estaba con Junho, pero si su padre sabía lo que estaba sucediendo, sería tratado duramente. Eso es lo que la manada hacía. Ellos trataban los problemas rápida y justamente. Ellos no le perdonarían la vida a su padre si él estaba haciendo la droga que jodía al mundo paranormal.
Soo Hyun subió las escaleras, entró a la recámara y acostó a Dongho en la cama. Le quitó los zapatos y la camiseta. Dongho siguió dormido. Soo Hyun le quitó los jeans y cubrió a su pareja sentándose al lado de la cama viendo a su gatito dormir.
Jongin y Changjo entraron en el gran granero rojo mientras el príncipe Jae Hyo se materializaba y Him Chan entraba a través de las sombras de una esquina.
Habían acordado esa noche que los cuatro entrarían al granero.
—Ahora conocemos todos los ingredientes con que hacen esto —dijo Jae Hyo levantando una bolsa con sangre humana.
Jongin estudió la mesa mientras Changjo veía todo. —Esto es increíble.
Him Chan gruñó y levantó una jarra transparente. —Esto en mi reino se usa para tratar las heridas de un guerrero. Un muy poderoso polvo que mezclado con la bebida sana al guerrero desde el interior. No me extraña que los humanos mueran —dijo enojado.
Jae Hyo sacudió la cabeza y rodeó la mesa llena de pipetas. —También están usando sangre de vampiro. —Señaló una bolsa que contenía sangre de un profundo color, casi negra—. Es sangre de rebeldes. —Sus colmillos se extendieron cuando la levantó—. Cuando un vampiro se vuelve rebelde consume grandes cantidades de sangre humana, haciendo que su urgencia sea excesiva. Su sangre es básicamente un veneno.
Jongin levantó algunas hierbas en su mano. —Parece que ellos tienen de todo aquí.
Changjo asintió. —Eso parece.
—¿Qué? —Jae Hyo preguntó.
—Las hierbas que usamos cuando un shifter atraviesa su primer cambio. Es casi un sedante cuando lo combinamos.
r13;Jongin dio un paso, la ira lo consumía mientras se dirigía a la entrada del granero—. Ellos usan algo de cada especie. Es un milagro que los paranormales no caigan muertos.
—Pero los humanos si, y hay algunos en mi manada. Ellos son tan importantes para nosotros como el resto de la manada
r13;Changjo declaró—. Una de mis parejas es humana.
—La mía también —Jongin le recordó al otro Alfa.
—Las dos mías lo son —Jae Hyo gruñó.
Jongin notó que Him Chan no había agregado nada a la conversación, lo que le decía que el líder de los Guerreros aun no encontraba a su pareja. Si la droga no era destruida, podría no encontrarla. Si su pareja era humana y la droga lo mataba antes de que el líder lo encontrara, eso podría devastar al hombre.
Si su pareja era paranormal, entonces podría estar tan enojado que se perdiera en la situación. Se dirigió al interior de la casa, Changjo cerca detrás de él. ¿Por qué no le sorprendió cuando entró y encontró a los dos humanos discutiendo en la sala?
—¿Qué infiernos significa esto?
Jongin reconoció al padre de Junho. —Por todo lo que significa, sigan con su debate.
Him Chan entró desde los cuartos de atrás y Jae Hyo bajaba las escaleras. El humano que él asumía era Soo Bin se estremeció, viendo a los cuatro intrusos. —¿Sabes quiénes somos?
—Jongin vio el obvio miedo en la mirada del hombre. Asintió y se colocó detrás de su hermano.
Jongin odiaba a un hombre que hacía algo malo y luego usaba a otro como escudo. Eso era una cobardía. Vio al papá de Junho a los ojos. —¿Sabes lo que Soo Bin está haciendo en tu granero?
Cuándo el papá de Junho inclinó la cabeza y vio a Jongin como si no tuviera idea de lo que le hablaba, Jongin tenía su respuesta.
—Déjanos.
El papá de Junho empezó a hacer lo que se le dijo cuando Soo Bin tomó a su hermano, un cuchillo apareció en su mano y lo apoyó en la garganta de su hermano. —No lo creo. Ustedes van a dejarme salir de aquí ileso y ninguno de ustedes monstruos va a seguirme.
Jongin rodó los ojos. El hombre era más tonto que una roca. Si en serio pensaba que podía salir de esta, entonces el estúpido hijo de puta merecía morir. Changjo dio un bajo gruñido al lado de él, mientras Jae Hyo aparecía detrás de Soo Bin, tomando el brazo de Soo Bin que tenía el cuchillo y girándolo detrás de la espalda de Soo Bin.
—Déjanos —Jongin le repitió al papá de Junho.
El papá de Junho fue lo suficientemente inteligente para subir las escaleras. Jongin se alegraba. Odiaría hacerle algo al hombre. Pudo ver el dolor en los ojos de Junho mientras rogaba por la vida de su padre. Eso le molestaba, pero su manada y los Moon eran primero. Debían destruir esa droga que alteraba las emociones.
—Joder. —Him Chan vio hacia la puerta del frente, Jongin vio el brillo naranja que iluminaba el cielo nocturno. El granero estaba en llamas, flamas subían al cielo.
Jongin corrió por el jardín y derribó a Junho jalándolo lejos del granero que explotaba y restos de madera saltaban mientras el fuego lo consumía. Se puso de pie y jaló al humano con él.
—¿Estás jodidamente loco? ¿Sabes lo explosivo que son esos ingredientes en su estado natural?
Changjo jaló a Junho alejándolo antes de que Jongin perdiera el control y matara al tonto jodido. Una camioneta entraba con uno de los Moon al volante. «Junho, será mejor que malditamente te alegres de que tu pareja esté aquí por ti».
Jongin se alejó como una tromba y regresó a la casa.
r13;Llévalo a mi casa —le gritó a Jae Hyo mientras se iba. Iba a matar a Soo Bin. No había duda de eso. El hombre sabía exactamente lo que estaba haciendo. Pero primero él iba a descubrir quienes en el reino de los demonios y el humano le estaba suministrando las cosas para la jodida droga.
En noches como esta, él deseaba poder tomar a su familia y sólo alejarse de todo esto.
—Gírate, gatito. —Soo Hyun gruñó mientras Dongho se contoneaba con su lencería rosa. Su pene estaba duro como roca en su mano mientras Dongho le modelaba.
Había llevado algo elegante para convencer a Dongho de que se lo pusiera. Estaba tan humillado de que todos supieran su secreto y había jurado que nunca sería atrapado de nuevo. Esa protesta duró cinco segundos cuando su pareja sacó el encaje rosa del cuarto de baño y lo dejó en la cama para que Dongho lo viera.
Dongho no pudo resistirse, era como si el encaje le llamara. Soo Hyun no estaba jugando justo, pero Dongho no podía enojarse por eso, movía sus caderas de un lado a otro mientras sacudía el trasero hacia Soo Hyun.
—Trae, ese lindo trasero aquí, gatito. —Soo Hyun gruñó.
Dongho se ruborizó y se contoneó sobre sus tacones, sintiéndose hermoso y poderoso en ese momento. Levantó una pierna a la cama, sacudió las caderas. Su pene se bamboleaba frente a la cara de Soo Hyun. —¿Te gusta?
—Cada maldita pulgada tuya —Soo Hyun dijo con una voz grave, tomando a Dongho y lanzándolo a la cama—. Eres un sueño húmedo.
Dongho gritó cuando Soo Hyun levantó sus piernas y movió el tapón de su culo. —Estoy cerca de arrancar esto de tu culo.
—Arráncalo. —Dongho gimió cuando su pareja retiró el tapón, lubricó su pene y se hundió en él. Levantó los tacones sobre los hombros de Soo Hyun mientras levantaba el culo para que Soo Hyun entrara más profundamente.
—Eres mi ángel sin alas. —Soo Hyun se inclinó hacia adelante, tomó los labios de Dongho con los suyos. Dongho gruñó cuando la lengua de Soo Hyun recorría la suya.
Estaba feliz de que Soo Hyun descubriera su secreto. La vida estaba lejos de ser perfecta, pero tener a Soo Hyun aceptándolo como era, lo hacía malditamente cerca de serlo.
Junho veía a Chansung mientras el fuego consumía el granero. Su motocicleta estaba ahí. Su alivio ya no iba a estar ahí para darle la bienvenida cuando él necesitaba estar solo.
Se giró hacia Chansung, el hombre que parecía ser parte de su vida. Junho había estado solo mucho tiempo, tanto como podía recordar. Pero había tomado mucho de él manejar eso.
Se giró y caminó hacia su casa mientras llegaba el departamento de bomberos. Chansung lo siguió al porche y tomó su brazo girándolo. —Junho.
Junho jaló su brazo, liberándolo, temía a las emociones que le asaltaban. No quería permitirse ser cuidado por ese hombre.
No podía, eso nunca funcionaria. Ya tenía suficiente con lo que había visto en la ciudad sin que las emociones le golpearan por tener sexo, pero alguien se acercaba a su casa y quería una relación, quería llevarlo a otro nivel.
Junho no podía manejar eso. Una pequeña parte de él temía que su padre lo descubriera, pero eso era una gota en el océano comparado con la verdadera razón.
Junho temía al compromiso, la cercanía.
Junho le temía a Chansung Moon y lo que el hombre podría hacerle a su corazón. —Ve a casa, Chansung. Aquí no hay nada para ti. —Junho entró en su casa sintiendo que su corazón se quebraba mientras se acercaba a la puerta del frente.
FIN