Soo Hyun estaba de pie en el porche oyendo a Junho como si hablara en otro idioma. —Repite eso.
Junho pasó sus manos sobre su cabeza, tomó una profunda respiración y la soltó lentamente. —Llegué a casa anoche y no vi a Dongho. Pensé que quizás estaba contigo. Pero cuando entré en su recámara esta mañana vi que faltaban algunas de sus cosas, incluyendo su granja de hormigas. Cuando le pregunté a mi papá, dijo que Dongho se había ido. Su elección. Vine directamente aquí a verlo, pensé que se había mudado contigo, pero ahora me dices que no está aquí. —Junho paseaba de un lado a otro, con preocupación en su cara.
Soo Hyun entró en la casa, Junho lo siguió. —¡Pa!
Soo Hyun gritó, retumbando en toda la casa. Su bebé estaba afuera en algún lugar. Y por lo que decía Junho se había ido desde anoche. —¡Pa!
—¿Qué sucede, Soo Hyun? —su Pa preguntó saliendo de la cocina y limpiándose las manos en una toalla, Yoseob detrás de él.
—Dongho está perdido. Dejó la casa de Junho anoche. Necesito ayuda. —Soo Hyun sentía como si un puño apretaba su corazón y evitaba que llegara aire a sus pulmones. Estaba entrando en pánico y eso no ayudaría a la situación de ahora. Necesitaba a su familia, necesitaba que le ayudaran a encontrar a su pareja.
—¿Sabes qué camino tomó? —Pa le preguntó a Junho.
—No, señor. Mi papá me dijo que él y Dongho habían tenido un desacuerdo y entonces Dongho salió por la puerta del frente. No sé qué dirección tomó.
—¿Por qué no vino aquí? —Lee Joon preguntó cuando él y Seung Ho entraron.
—No sé, pero necesito encontrarlo. Él es un Ocelote. No estoy seguro qué tan bien pueda cuidar de si mismo —Soo Hyun dijo preocupado.
—¿Él es un qué? —Junho preguntó.
—Lo explicaré después —Soo Hyun dijo mientras salía. Ellos necesitaban cambiar y encontrar el rastro de Dongho. Su bebé estaba en algún lugar ahí afuera.
Maldición. Iba a pedirle a Dongho ayer que se mudara con él, pero no quiso apresurar las cosas para su pareja. «Ahora mira cómo están las cosas». Había hecho todo un lio. No sólo Soo Hyun estaba más preocupado de lo creíble, sino que él podía sentir la ira empezar a formarse en sus entrañas. Sería frío y sin piedad si alguien lastimaba a su gatito, él mataría al hijo de puta.
—Empecemos por la casa de Junho —dijo su Pa a la familia reunida afuera. Soo Hyun notó que Chansung veía a Junho y olfateaba el aire, lo ignoró, su mente estaba enfocada en encontrar a su pareja ahora.
Ellos llegaron a la granja de Junho y se estacionaron en lado del camino. Su familia salió de las camionetas y se reunieron alrededor de Pa.
— Leo, quiero que vayas hacia allá —su Pa señaló hacia los bosques alrededor de la granja de Junho—, y ve si puedes encontrar su olor. ¿Tienes algo con su olor? —le preguntó a Soo Hyun.
Mierda. —No —Soo Hyun contestó.
—Puedo correr a casa y traer algo de él. Pero ¿por qué? No veo ningún perro alrededor. —Junho preguntó.
—Sólo tráelo, hijo —Pa dijo palmeando el hombro de Junho.
Soo Hyun vio a Junho salir hacia la casa. Nadie dijo ni una palabra mientras esperaban. No había nada que decir. La mente de Soo Hyun estaba jodida y en todo lo que podía pensar era en encontrar a su pareja.
Ellos vieron a Junho correr por el camino de tierra, dándole una camisa de Dongho a su Pa. —Esta estaba en su canasta de ropa sucia, así que debe de tener su olor.
Soo Hyun tomó la camisa de su Pa y se la llevó a la nariz, inhalando profundamente. Podía oler a Dongho en eso. Su pecho se tensó y por primera vez en su vida, Soo Hyun sintió deseos de llorar.
—Dale la camisa a LEO —Pa dijo suavemente—. Él es nuestro mejor rastreador, hijo. Lo encontraremos.
Soo Hyun inhaló una vez más la tela y se la dio a su hermano mayor. —Encuéntralo —dijo mientras tragaba y luchaba por contener las lágrimas. LEO olfateó y asintió, tomó la camisa y corrió hacia el bosque.
—¿Qué es lo que va a hacer? —Junho preguntó, viendo de una persona a la siguiente.
—Va a encontrar a Dongho —Chansung dijo acercándose a Junho. Su pareja de matriz una vez más inhaló el aroma de Junho, cerró ligeramente los ojos y su cara tomó una expresión de dicha pura.
—Vamos —dijo Pa. Los hermanos lo siguieron entre el bosque.
LEO estaba en su forma de oso, olfateando la tierra.
—Wow. —Junho se detuvo y retrocedió—. Ese es un maldito oso.
Chansung caminó detrás de Junho, colocó suavemente las manos en los hombros de Junho. —No te va a lastimar. —Junho pareció apoyarse en Chansung y entonces rápidamente se apartó, dando unos pasos hacia atrás.
—¿Qué está haciendo aquí? —preguntó.
—Te lo explicaremos todo después. Justo ahora necesitamos encontrar a tu primo —dijo Pa mientras seguía a LEO.
Soo Hyun hormigueaba por cambiar, su cuerpo zumbaba por seguir el rastro de su pareja. Vio a Pa y entonces la camisa de Dongho que estaba en el suelo.
—Adelante —Pa asintió.
Soo Hyun tomó la camisa de su pareja, caminó delante de LEO y fuera de la línea de visión de Junho. Se desnudó, dejando la ropa y los zapatos bajo unas ramas, tomó la camisa de Dongho, la ató en una de sus piernas y entonces cambió. Soo Hyun inhaló el aroma de Dongho profundamente y entonces salió en su búsqueda.
Dongho dio un paso hacia atrás, aferrando la granja de hormigas contra su pecho. Un lobo había entrado al claro y ahora lo veía. Era el más grande maldito lobo que hubiera visto. Incluso si cambiaba no había forma de que pudiera ganar una pelea. Su cuerpo se congeló, sus músculos fijos en su lugar mientras Dongho empezaba a retroceder.
El lobo dio un paso hacia adelante y olfateó el aire. Dongho se quedó muy quieto. Si corría el lobo lo cazaría en el bosque. Dongho estaba aterrado, pero sabía que lo mejor era no moverse.
El lobo se acercó otro paso y Dongho comenzó a temblar. r13;No soy una amenaza para ti —dijo viendo al lobo—. Sólo quiero pasar. Lo prometo. Mis hormigas y yo sólo vamos de camino. ¿Eso está bien?
El lobo dio un paso hacia atrás e inclinó la cabeza. Dongho dio un paso a un lado, viendo cuidadosamente al lobo. Eso no era un ataque, así que dio otro paso. No creía haber estado más asustado en su vida.
Mientras caminaba lentamente alejándose, el lobo lentamente lo seguía. Dongho imaginó que si no hacía ningún movimiento repentino el lobo perdería el interés.
El lobo gruñó cuando Dongho llegó a lo que parecía un muy grande patio. Había pequeñas casas construyéndose detrás de una gran mansión. Dongho veía al lobo mientras se acercaba a él.
r13;No iré a ningún lugar cerca de tu casa —le prometió al enorme lobo.
Dongho vio más allá del lobo y vio a un gran hombre sentado en una mesa de picnic que estaba literalmente en el patio de la casa. El hombre inclinó la cabeza indicándole a Dongho que se acercara.
Miró al lobo, preguntándose si iba a ser atacado y dio un paso en esa dirección. Dongho reacomodó su granja de hormigas y soltó una respiración. —Voy a ver lo que el hombre quiere. Por favor no me ataques. Prometo que no estoy aquí para lastimar a nadie.
Asombrosamente, el lobo asintió.
—Eres un shifter —declaró. El lobo asintió de nuevo.
—Entonces está bien. Mi nombre es Dongho, y realmente sólo estoy de paso. No causaré ningún problema, lo juro. —Cruzó la gran extensión del jardín hacia el tipo de apariencia de motociclista. Eso era tan malditamente bizarro. Dongho no estaba seguro si tendría más posibilidades con el lobo. Parecía menos intimidante que el hombre sentado ante la mesa.
—Está bien. —La profunda voz cruzó el jardín—. Siwon no va a lastimarte. Sólo protege la casa.
Dongho asintió y entonces vio sobre su hombro, pero el lobo se había ido. Vio de nuevo al hombre sentado que lo veía fijamente.
—Pareces que necesitas un descanso. —El hombre le sonrió.
—Lo necesito —dijo, sentándose ante la mesa frente al hombre—. Gracias. —Dejó la granja en la mesa fuera de la luz directa del sol. También dejó en la mesa la bolsa de mensajero y la bolsa de plástico.
—¿A dónde vas?
Dongho se encogió de hombros. —No estoy seguro. No tengo ningún lugar específico en la mente. —Cerró las manos entre sus rodillas y miró el césped bajo sus pies—. Sólo me dirigía…a algún lado.
—Ya veo. En ocasiones la necesidad de vagabundear te golpea y tienes que salir por eso. —El hombre se inclinó hacia atrás, apoyó los codos en la mesa detrás de él y estiró sus largas piernas—. Ha pasado muchos años desde que salí al camino.
—No tengo necesidad de vagabundear —Dongho murmuró mientras veía el patio. Estaba cansado, hambriento y extrañaba a Soo Hyun tan urgentemente que le dolía físicamente. Se preguntaba cómo sería su vida ahora que era un nómada.
—¿Cuál es tu nombre?
—Dongho. Shin Dongho —Dongho dijo levantando la vista para ver al hombre—. ¿El tuyo?
—Mi nombre es Jongin. Kim Jongin.
El hombre no extendió la mano así que Dongho sólo asintió. Le tomó un segundo pero finalmente lo golpeó. —¿Kim? ¿Como la Villa Kim? ¿ Kim Jongin?
—El único. —El hombre se rio—. Bienvenido a mi humilde pueblo, Dongho.
Dongho comenzó a ponerse nervioso cuando se dio cuenta que estaba hablando con el Alfa de la manada del pueblo. Su familia vivía por si misma sin manada. No estaba seguro si debería de bajar la cabeza o algo así. —No conozco las costumbres de manada, señor. Así que lo siento si no… —No estaba seguro de cómo terminar la oración.
—No te preocupes. Está bien. Somos sólo dos hombres afuera en un hermoso día. —Jongin le sonrió.
Dongho estaba empezando a sentirse ansioso. Estaba asustado de hacer algo mal que ofendiera al hombre. El hombre parecía que podría quebrar a Dongho como a una ramita. —Creo que debería de irme. —Se puso de pie y tomó sus bolsas y su granja—. Encantado de conocerte, Jongin.
—Lo mismo digo, Dongho. —Jongin se puso de pie y Dongho sintió como si el sol se bloquease con el enorme tamaño del Alfa. «Santa mierda»—. Te acompaño a la orilla del bosque.
—E–Está bien. —Dongho de nuevo aferró la granja contra su pecho mientras seguía al Alfa. No es que pudiera rehusarse. Miró el césped bajo sus pies, mientras se dirigían al bosque y cuando se acercaron… un oso salió del bosque y se acercó a ellos.
Dongho se detuvo. Ese no era Soo Hyun. Conocía a su pareja, lo había visto en su forma were y ese no era su oso. Cuando el oso se acercó, Dongho se colocó detrás de Jongin. Tan loco como pareciera, ese parecía el menos diabólico de los dos.
—Está bien, Dongho. Él es uno de los hijos de Moon
r13;Jongin lo tranquilizó —. Si no me equivoco, el mayor.
—¿LEO?
El oso levantó la cabeza y abrió la boca, haciendo un sonido como si hablara.
—¿Por qué estas aquí, Leo? —Dongho le preguntó. Quería golpearse la frente. Cómo iba a contestarle LEO.
—Creo que te está buscando —Jongin declaró.
—¿Pero por qué? —Dongho estaba confundido. ¿No debería Soo Hyun estar buscándolo? ¿Por qué Leo estaría en su forma de oso buscando a Dongho? Eso no tenía sentido.
—Aquí estás.
Dongho giró la cabeza y vio a Junho y a los Moons aproximarse. Su corazón se hundió cuando no vio a Soo Hyun con ellos. ¿Por qué no estaba su pareja con ellos? ¿No lo quería? ¿Se habría enojado tanto porque Dongho se fuera que ahora no quería saber nada de él?
Las lágrimas comenzaron a arder en sus ojos, bajó la vista y vio la caja de vidrio con la granja de hormigas en sus brazos. Él estaba devastado, pero se rehusaba a mostrarlo. —Supongo que me voy. —Cuadró los hombros y entró al bosque.
—¿A dónde vas, hijo? —preguntó el señor Moon. Dongho se encogió de hombros y siguió caminando. Nadie trató de detenerlo, y eso le dolió. El impulso de huir lo hizo caminar más aprisa. Tenía que alejarse de ellos. Estar alrededor de los Moons sólo le recordaría a Soo Hyun, quien no se molestó en buscarlo.
Tan pronto como entró al bosque, Dongho dejó que las lágrimas cayeran, pero siguió caminando. Nadie lo quería.
«Nadie». La verdad finalmente lo golpeó. La lista de la gente que lo había echado había crecido. Su madre no lo defendió. Su padre lo ignoró. Su padrastro lo odiaba. Su tío le dio la espalda.
Su primo había tratado de recluirlo. Y ahora su pareja se agregaba a la lista. Ese era el único que le dolía. Su pareja ni siquiera lo había buscado. Dongho se dejó caer en la tierra, sintiéndose tan malditamente perdido. Abrazó a sus hormigas y se sentó a llorar.
—¿Estás herido, gatito?
Dongho levantó la cabeza ante la voz de Soo Hyun. Se secó los ojos para poder ver la sombra de la figura sobre él. Su pareja estaba ahí, de pie, desnudo, viéndolo. —N–No.
—¿Entonces, por qué estás llorando, bebé? —Soo Hyun se arrodilló frente a él tomando las hormigas de sus manos y después las bolsas. Dejó todo en el suelo antes de jalar a Dongho a sus brazos—. He estado tan malditamente preocupado —Soo Hyun dijo mientras abrazaba a Dongho.
Dongho no sabía qué pensar. Su oso había ido por él. Esa era la única cosa que tenía en la cabeza ahora. Su oso había ido por él. Dongho se sostenía de Soo Hyun con un agarre de acero. Estaba aterrado de dejarlo ir.
—Te tengo bebé, estás a salvo. —Soo Hyun se puso de pie, levantando a Dongho con él. Dongho envolvió sus piernas alrededor de Soo Hyun, sosteniéndose como su tabla de salvación.
—Viniste por mi —murmuró en el cuello de Soo Hyun.
—Claro que lo hice. —Las manos de Soo Hyun acunaron la parte de atrás de la cabeza de Dongho sosteniéndolo más cerca. Después de unos minutos, Soo Hyun se apartó—. ¿Por qué te fuiste?
—Porque mi tío me dijo que no se me permitía verte de nuevo.
—¿Entonces por qué no me llamaste o viniste conmigo? Dongho se mordió el labio inferior y bajó la mirada.
—¿Dongho?
—No quería imponerme. —Ahí estaba, lo dijo. Dongho no podía ver a Soo Hyun a los ojos. No sabía lo que podría encontrar, pero no podía hacerlo.
—Mírame gatito —Soo Hyun lo animó tranquilamente.
Dongho miró alrededor hasta que se atrevió a ver a su pareja.
—Nosotros no sólo somos pareja. Somos los mejores amigos. La amistad no es una imposición, y los amigos se llaman cuando se necesitan.
—Yo–Yo nunca he tenido un mejor amigo antes. Lo siento.
Soo Hyun se rio. —Lo tienes ahora. Vas a vivir conmigo. ¿Lo entiendes?
—Pero…
Soo Hyun lo silenció con un beso hasta que sus dedos se curvaron y se inclinó ante su pareja. Dongho no estaba seguro si era la aceptación de Soo Hyun o el alivio de que su pareja realmente lo quería. Quizás un poco de ambas, pero estaba más caliente que el infierno y quería a Soo Hyun con tal desesperación que se quedaba sin aliento.
Soo Hyun debió de haber sentido la necesidad de Dongho o se sentía de la misma manera porque desgarró la parte de atrás de los jeans, el aire frío llegó a su trasero mientras unos dedos entraban en su culo. Dongho gritó dentro de la boca de Soo Hyun, la necesidad era abrumadora.
Se movía de atrás hacia adelante, presionando su pene contra el abdomen de Soo Hyun y empalándose en esos largos dedos.
Dongho quería quitarse su camiseta. Quería sentir el vello del pecho de Soo Hyun contra su lampiña piel. Levantó la camiseta sobre su cabeza, frotando el pecho de Soo Hyun contra su suprasensible piel.
—Necesito reclamarte, gatito. —Soo Hyun gruñó bajo, acomodándose sobre el suelo de tierra. La cabeza de Dongho asentía con cortos movimientos mientras trataba de cooperar quitándose sus jeans. Sus manos estaban temblando mientras trataba de desabrocharlos.
Soo Hyun se los quitó, casi arrancándolos de su cuerpo. Dongho sólo se quedó con sus calcetines y zapatos. Abrió las piernas mientras Soo Hyun usaba saliva para cubrir su pene y entonces tomó las caderas de Dongho y se empujó hacia dentro.
Dongho gritó. Dolía y se sentía tan jodidamente bien al mismo tiempo. Levantó las piernas y abrazó a Soo Hyun con ellas mientras su pareja lo jodía como un hombre loco. Dongho se aferraba a la espalda de Soo Hyun, necesitaba a su pareja más cerca. Quería que Soo Hyun lo envolviera como un capullo de seguridad.
Soo Hyun cubrió el cuerpo de Dongho con el suyo mientras lo jodía hasta la inconsciencia.
Dongho frotó su pene contra el abdomen de eight-pack de Soo Hyun, la fricción lo hizo gritar.
—Eso es, bebé, grita por mi. —Soo Hyun gruñó y se empujó más duro. Su pareja estaba fuera de control. Soo Hyun lo tocaba por todos lados mientras besaba cada pedazo de piel que podía alcanzar. Era una mirada salvaje, la que Dongho vio en él. Eso era miedo. Soo Hyun tenía miedo.
Dongho circuló sus brazos alrededor del cuello de Soo Hyun, sosteniéndolo más cerca mientras el pene de su pareja entraba y salía de él. Era la primera persona a la que Dongho sentía realmente cercano. —Lo siento —murmuró mientras Soo Hyun tomaba sus caderas.
—No me dejes de nuevo, Dongho. —Soo Hyun gruñó mientras entraba en su culo, haciendo que los ojos de Dongho giraran—. Nunca.
—Lo prometo —gritó mientras su cuerpo explotaba en miles de fragmentos. Dongho cayó al suelo, su cuerpo estremeciéndose mientras su corazón explotaba de alegría. Su pareja se había preocupado realmente porque Dongho se fue. No es que él estuviera tratando de preocuparlo. Dongho sólo pensaba que no le importaba a nadie.
—Te amo, gatito —Soo Hyun gritó y arqueó la espalda, los músculos del cuello se tensaron y caliente semilla entró en el culo de Dongho.
Dongho se aferraba al cuerpo de su pareja mucho después de que el orgasmo había pasado en su cuerpo. Temía dejar ir a Soo Hyun. Frotó su mejilla arriba y abajo del hombro de Soo Hyun mientras seguían acostados. —También, te amo.
—Le dije a Junho que trajera el resto de tus cosas. Ni siquiera tienes que regresar ahí.
Dongho estaba abrumadoramente feliz y aterrado al mismo tiempo. Siempre que pasaba algo bueno, finalmente se destruía y se quemaba. Cada relación que había intentado formar siempre se apartó. No se iba a preocupar por eso ahora. Él tenía a su pareja en sus brazos, e iba a disfrutarlo mientras durara. Dongho se preocuparía acerca de la destrucción cuando llegara. Por ahora, él tenía a Soo Hyun.
—Vamos a casa. —Soo Hyun se puso de pie y levantó a Dongho—. Puedes usar mi camisa para cubrir tus desgarrados jeans.
Dongho se vistió y se puso la enorme camisa. De nuevo le llegaba a medio muslo.
—Sigo diciendo que te ves malditamente bien con mi ropa.
—Soo Hyun movió sus cejas mientras levantaba las cosas de Dongho.
—Me veo como un tonto. —Dongho se rio, levantó su granja de hormigas y siguió a Soo Hyun por el bosque.
—Un sexy tonto —Soo Hyun bromeó.
Ellos terminaron dentro del patio de Jongin, los Moons y Junho estaban sentados en las mesas de picnic, Dongho estaba avergonzado. Había actuado como un imbécil, y ahora tenía que enfrentar a la familia. ¿Incluso dejaría de hacer el ridículo ante esos hombres?
—Me alegra verte de regreso. —Jongin se reía.
Dongho tomó la mano de Soo Hyun, manteniendo a su pareja a su lado. Soo Hyun le dio un ligero apretón y se aproximaron a la mesa.
—Estamos listos.
Junho sonrió viendo la camisa de Dongho. —Te ves relajado, primo.
Dongho podía sentir su cara arder mientras alejaba la mirada.
¿Los habrían oído? Dios, esperaba que no.
Hoon se puso de pie y tomó la granja de hormigas.
r13;Llevaré a estos chicos por ti.
—Gracias. Sé cuidadoso, no las muevas mucho.
—Lo entiendo. —Hoon le sonrió y todos se pusieron de pie.
—Gracias. —Pa estrechó la mano del Alfa.
—Cuándo quieras —Jongin dijo mientras se alejaba hacia la puerta trasera de su casa.
—Vamos a casa, chicos —Pa dijo mientras caminaba a un lado de la casa.
Dongho le sonrió a Soo Hyun, finalmente sentía que pertenecía a algún lado. Podría no durar, pero él no se iba a preocupar de eso ahora. Su oso había venido por él.
comtinuara...