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29. El Secreto de Dongho (21) por dayanstyle

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Dongho bebía  su malteada mientras caminaba al lado de Soo Hyun. Salían de la oficina de correos, y Soo Hyun llevaba una caja bajo su brazo. Dongho bebía de la pajilla mientras veía la caja. Soo Hyun se veía muy emocionado cuando la recogió y Dongho se moría por saber qué era. —¿Qué hay en la caja? —preguntó tan casualmente como pudo sin gritar. «Muéstrame».

Soo Hyun se rio fuerte. —Otro regalo para ti, gatito.

 

Dongho giró la cabeza,  preguntándose si alguien había oído a su pareja. Había gente pasando pero nadie giró la cabeza en  dirección a Dongho. —¿Qué es? —murmuró.

Soo Hyun esta vez se carcajeó, un travieso brillo en sus ojos.

r13;Ya lo verás, es un poco extra. Espero que te guste.

 

Está bien,  Dongho estaba totalmente curioso por verlo. Subió a la camioneta y prácticamente arrancó la caja de los brazos de Soo Hyun.

—Tranquilo gatito. —Soo Hyun se carcajeó y encendió la camioneta.

Dongho lo ignoró y abrió la caja. Se quedó con la boca abierta con todo ese encaje rosa. Eso era definitivamente más que solo pantimedias. Había demasiada tela extra ahí. Sus dedos tomaron la tela frotándola entre sus dedos. —¿Qué más hay aquí? —preguntó.

—Ya lo verás, señor impaciente.

 

Dongho podía ver que Soo Hyun estaba viéndolo fijamente. Levantó la tela lo mejor que pudo evitando que alguien más viera lo que estaba haciendo. Había muchos broches. La devolvió a la caja cuando una pareja pasó caminando, sintiendo su cara arder.

Soo Hyun se rio saliendo del estacionamiento y dirigiéndose a casa. Dongho dejó su brazo izquierdo sobre la caja, temiendo que la tela saltara y se mostrara ante todos. Vio la fuerte mano de Soo Hyun con la banda de piel girar el volante.

Sintió la anticipación, la excitación y el miedo construirse en él cuando Soo Hyun entró en el rancho y estacionó la camioneta.

—Estaré arriba. Voy a ducharme. —Su pareja le dio un guiño mientras robaba la caja de debajo del brazo de Dongho.

Dongho saltó de la camioneta y corrió a la casa. Prácticamente arrancó la puerta de malla mientras salía disparado al interior.

—¿Dónde está el fuego? —Lee Joon bromeó mientras Dongho pasaba al lado de él y subía las escaleras. Entró a la recámara y se quitó los zapatos y la camiseta y corrió al cuarto de baño.

Dongho se quitó los jeans y entró en la ducha en segundos. Se bañó de la cabeza a los pies, tomando especial cuidado en donde contaba. Para cuando terminó y salió la caja estaba  sobre la tapa cerrada del sanitario.

Secó la piel con una toalla mientras mantenía los ojos en la caja. Dongho se moría por ver todo eso. Lanzó la toalla en la canasta y comenzó a desanudar el lazo en la caja. Las medias hasta los muslos eran hermosas. Tenían un patrón de diamantes y se sentían como seda en la piel mientras las subía por sus piernas.

Nunca había tenido un par con esas pequeñas tiras atadas en  ellas. Dongho siempre había comprado  el  primer  par que conseguía tomar aunque las revisaba lo más rápidamente posible. Soo Hyun le estaba dando unas costosas y elegantes. Amaba eso.

Dongho levantó una pieza de tela, inseguro de qué hacer con eso. Era una pieza de tela con algunos broches para sostener en algún lugar. La envolvió alrededor de su cintura, viendo un botón a cada lado.

«Hmm».

 

¿Quizás esas tiras en las medias se atan a esos botones?

 

Dongho buscó en el interior de la caja en busca de instrucciones.

Sus dedos jugaban con las tiras y encontró cómo unirlas. Ahora la parte difícil. ¿Cómo iba a alcanzar las que estaban atrás? Dongho se giró tratando de tomar la tira y fijarla en la parte de atrás de las medias. Se puso los tacones rosas con pequeños corazones antes de tratar de cerrar la maldita tira.

Más fácil decirlo que hacerlo. Se giró en círculos varias veces tratando de alcanzar cerrarla. Dongho se estaba mareando de tantos giros. Sacó la cabeza del cuarto de baño. Soo Hyun estaba sentado en la cama, desnudo, su dura erección sobre su plano abdomen.

—Psst. Te necesito aquí un momento.

 

Soo Hyun sonrió, se levantó de la cama y caminó hacia él. Estaba tratando de ver más allá de la cabeza de Dongho en el cuarto de baño. —¿No te queda?

—Me queda bien. Sólo necesito que cierres el botón de atrás. —Dongho se giró y presentó su culo a Soo Hyun.

—Maldición —Soo Hyun murmuró mientras sus manos acunaban el trasero de Dongho.

 

—Hey, los botones. Enfócate, oso Teddy.

 

Soo Hyun tomó la tira y la cerró en su lugar. Dongho se giró y empujó a Soo Hyun, cerrando la puerta. —Siéntate en la cama —le dijo a través de la puerta. Dongho esperó un momento, tomó varias profundas respiraciones antes de abrir la puerta y salir.

Su pareja estaba con la boca abierta mientras Dongho caminaba hacia la mitad del cuarto y movía la cadera de lado a lado. Comenzó a contonearse de nuevo, preguntándose cuánto encendía ese show a Soo Hyun.

Dongho  vio hacia su pareja. Soo Hyun estaba acostado acariciando lentamente su pene mientras lo veía pavoneándose.

Ambos saltaron cuando oyeron que tocaban a la puerta con fuerza. Soo Hyun gruñó poniéndose de pie y Dongho corrió hacia el cuarto de baño, cerrando la puerta detrás de él. Entreabrió la puerta para ver lo que sucedía.

—Pa nos necesita abajo —Chansung gruñó.

 

Soo Hyun cerró la puerta de la recámara mientras Dongho salía del cuarto de baño.

—¿Qué sucede? —le preguntó mientras Soo Hyun se vestía. Dongho sintió la decepción recorrerlo por no haber continuado con su actuación.

Cuando Soo Hyun salió del cuarto, Dongho se quitó los tacones y se dio cuenta que iba a tener dificultades para desabotonar las tiras. —Mierda. —Tomó los jeans y se los puso sobre las medias y luego se metió la camiseta por la cabeza.

No tenía tiempo para luchar con el encaje. Estaba cubierto en donde nadie los viera. Sacó un par de calcetines y se los puso y luego sus zapatos. Bajó las escaleras para ver qué sucedía.

Dongho corría por las escaleras y chocó con Yoseob cayendo ambos al suelo. Sacudió la cabeza y se puso de pie ayudando a Yoseob a levantarse.

 

—¿Qué sucede? —preguntó viendo alrededor la casa vacía.

—La cerca del ganado se quebró, en los pastos del sur. Chansung y Hoon vinieron por todos mientras Leo se quedó devolviendo al ganado.

—¿Eso sucede a menudo? —Dongho preguntó mientras salían al porche del frente. No se veía a nadie. Era como si el lugar estuviera desierto a excepción de Yoseob y él.

—Amigo, soy de la ciudad, qué infiernos sé. —Yoseob se sentó en el columpio y lo movió con el pie. Dongho se sentó al lado de él.

—Yo, también. —Él ayudaba en el rancho, pero no tenía ni idea cuál era su lugar aquí. De cualquier manera, no de una completa manera. Dongho estaba un poco impactado y un poco confundido cuando la camioneta de Junho entró al camino de  tierra y se acercaba.

¿Qué estaría haciendo su primo aquí tan tarde? Dongho se puso de pie y caminó hacia el escalón de arriba, pasando su mano por el barandal. Quería sonreír cuando la camioneta llegó a medio camino. Él pudo oír a Junho maldecir en la distancia.

 

—¿No es ese tu primo? —Yoseob preguntó llegando a   su lado.

—Si.

 

Ellos vieron a Junho bajar de la camioneta y dirigirse a ellos. Por alguna extraña razón, los sentidos de Dongho empezaron a enloquecer. No podía identificar qué era, pero el vello de detrás de su cuello se erizó. Sus ojos escanearon el área. Lo único que pudo ver fue el oscuro jardín.

—Hey, ¿está Chansung  en casa?  —Junho  preguntó acercándose al porche.

 

—Ellos fueron a meter al ganado dentro de la cerca —Dongho le informó—. Supongo que la cerca se quebró accidentalmente y el ganado se salió.

Junho sacudió la cabeza. —No creo que sea accidental.

 

Dongho se tensó, algo molesto en la parte de atrás de su mente  le  decía  que  seria  peor.  —¿Por  qué  piensas  eso? r13;preguntó   acercándose a Yoseob. ¿Qué tanto conocía realmente a Junho? No mucho.

Soo Bin era el tío de Junho. Vivió con su primo dos semanas antes de llegar aquí. Así que no podía decir que era familiar del chico. Yoseob, por otro lado, ahora era familia. Ambos eran parejas en la familia de los Moon. Había llegado a conocerlo bien.

—Mi teléfono celular desapareció. ¿Puedo usar el teléfono de tu casa? —Junho preguntó subiendo los escalones del porche. Dongho se giró y presionó su espalda con Yoseob.

—Adelante. —Señaló con la cabeza la puerta de malla. Junho entró en la casa sin decir una palabra. Dongho tomó la mano de Yoseob y silenciosamente abrió la puerta, de puntitas entró en la cocina en donde estaba el teléfono.

—¿Dónde está? —Yoseob preguntó cuando ellos vieron la cocina vacía.

—Necesitamos salir de aquí. —Dongho empujó a Yoseob hacia la puerta del frente. La sensación de que algo estaba mal era fuerte, haciéndole un nudo en el estómago. Empujó a Yoseob hacia la puerta del frente y hacia el porche. —Establo.

Ambos bajaron los escalones y cruzaron el jardín corriendo.

—¿Qué   está   sucediendo?   —Yoseob  jadeaba cuando  ellos entraron al oscuro establo. Dongho jaló a Yoseob dentro de la caballeriza de Buster, cerrando la puerta y caminando detrás del caballo.

—No me gusta esto. —Yoseob comenzó a temblar—. ¿Por qué nadie se quedó con nosotros?

Cuando Buster comenzó a agitarse, Dongho tomó a Yoseob y lo jaló hacia abajo. Ambos oían los ruidos del establo, no oyeron nada que pudiera poner nervioso a Buster.

Estaba cansado del caos. Siempre parecía que cuando las cosas estaban calmadas, algo tenía que suceder y no era algo bueno. ¿Por qué no podían dejarlo ser feliz con Soo Hyun? ¿Era eso mucho pedir?

Y en cuanto a Yoseob, el hombre podía necesitar un respiro. Su ex, Hyeong Kon, lo había golpeado. El primo de los Moons era un distribuidor de drogas y trató de matar a Yoseob, y entonces uno de los trabajadores de Doo Joon también había ido  tras    Yoseob

¿Qué enloqueció al trabajador? Sabía que el mundo de lo paranormal era un lugar interesante para vivir, ¿Pero cuándo comenzó a volverse peligroso? Nada tenía sentido. Era como si el mundo de lo paranormal se hubiera vuelto loco.

—Oí algo —Yoseob murmuró y se cubrió la boca. Ambos esperaron para ver quién entraba al establo, pero no se oyó nada. Los músculos de Dongho estaban tensos y sus nervios comenzaron a agotarse. Está bien, ya estaban agotados. Su estómago estaba hecho nudo mientras esperaba.

—¿Dongho? —Junho gritó. Dongho se llevó la mano a la boca y vio a Yoseob hacer lo mismo. Todo en él quería gritarle a Soo Hyun, pero su pareja estaba afuera en algún lugar arreglando una    cerca.

¿Qué había sucedido? ¿Junho habría cortado la cerca para alejar a tantos como pudiera así él venir aquí, para hacer qué?

Podía sentir a Yoseob temblar a su lado cuando fuertes pasos se aproximaban. Ellos se deslizaron un poco más a la derecha, Buster bloqueaba la vista, Junho no podía ver que ellos estaban en la caballeriza.

Dongho vio los zapatos de Junho justo frente a la caballeriza de Buster. Ahora él era el que estaba temblando. Su primo no era un hombre pequeño. Podría no ser tan grande como los hombres Moon, pero Junho tampoco era un peso ligero.

Junho podría hacerles mucho daño a Yoseob y a él si quisiera. Dongho rezaba porque no quisiera. El hombre parecía agradable, pero cosas extrañas parecían suceder, no iba a confiar en nadie, a excepción de Soo Hyun.

—¿Estás aquí, Dongho? —Junho gritó.

 

Si correcto, como si fuera a ponerse de pie y decir: ‘si aquí estoy, ven a patearme el culo’ Eso no iba a suceder. Dongho se mordió el labio inferior para evitar gritar por el terror que lo inundaba en ese momento.

Los pies desaparecieron, el sonido de pisadas se alejó. Dongho esperó un momento, y entonces otro momento antes de destaparse la boca. —Creo que se fue.

Yoseob asintió mientras ambos lentamente se ponían de pie y veían sobre la caballeriza para asegurarse de que Junho se hubiera ido. Una vez que vieron que el establo estaba vació, Dongho jaló a Yoseob y salieron de la caballeriza de Buster.

Yoseob gritó cuando vio a Junho aparecer en la entrada del establo. Ambos se giraron y salieron por la parte de atrás del establo corriendo hacia el campo. Dongho se detuvo una vez a ayudar a Yoseob a levantarse cuando cayó y volvieron a correr.

Ganaron distancia y estaban cerca del bosque. Si ellos sólo pudieran llegar al bosque, podrían esconderse ahí. Dongho    podía cambiar y subir a un árbol, pero Yoseob era humano. No había manera de que fuera a dejar que se defendiera solo.

Dongho aumentó la velocidad jalando a Yoseob cuando vio la camioneta de Junho a un lado del establo y acercarse a ellos. Sus pulmones ardían de correr tan rápido.

Ellos llegaron al bosque mientras Junho detenía la camioneta. ¿Por qué no podía descomponerse a mitad del camino? La maldita cosa funcionaba bien cuando Dongho no lo necesitaba.

—Corre —le gritó a Yoseob cuando oyó la puerta de la camioneta cerrarse.

—Maldición, Dongho. ¿Qué infiernos te sucede? —Junho gritó detrás de ellos.

¿A él? ¿Qué infiernos sucedía con él? Él no fue quien estaba determinado a ir detrás de Yoseob y de él. No fue él quien pidió el teléfono y desapareció. No es él quien los esta cazando como un loco.

Dongho corrió tan rápido como las piernas le permitían, y entonces corrió más rápido. Tenía que pensar en Yoseob. No había manera de que dejara que dañaran al humano.

Ellos saltaron troncos caídos y rodearon ramas bajas, haciendo su mejor esfuerzo para mantener lejos a Junho. Dongho deseó haberle puesto más atención a las películas en las que los chicos entran al bosque y colocan trampas para atrapar al chico  malo.

¿En qué demonios estaba pensando? No había manera de que dejara que su mente vagabundeara. Tenía que enfocarse. No sólo su vida estaba en riesgo sino también la de Yoseob.

—¡Dongho!

 

Oyó a Junho gritar pero no se detuvo, no podía detenerse.

 

Yoseob gritó y se detuvo, empujando a Dongho al suelo. Se arrastraron sobre su abdomen debajo de ramas bajas mientras Dongho trataba de recuperar la respiración.

Sus músculos dolían. Estaba cansado, y sus pulmones ardían. Vio hacia Yoseob para preguntarle por qué se había detenido cuando vio la razón pasando frente a las ramas. Dongho cerró los ojos. No había manera de que otro chupa sangre estuviera tras él. Eso no podía suceder.

Después del ataque, ellos incluso lo aterraban más. Se enteró de que el vampiro estaba usando una droga llamada Liquid Wrath. Dongho se preguntaba si éste también.

Se quedó acostado, inmóvil, no hizo ningún sonido mientras la criatura pasaba. Incluso aunque Junho estaba detrás de ellos, esperaba que su primo no corriera hacia el vampiro. Nadie merecía eso.

Dongho salió de entre las ramas cuando oyó a Junho gritar. Tenía que ayudarlo incluso aunque Junho quisiera dañarlo. Su instinto familiar lo golpeó y Dongho no iba a dejar a Junho enfrentar eso solo.

No estaba seguro de qué infiernos iba a hacer, pero tenía que hacer algo. El grito se oía más fuerte, diciéndole a Dongho que se acercaba, podía sentir a Yoseob detrás de él, y él quería maldecir.

Dongho no tenía tiempo para discutir con la pareja. Junho lo necesitaba.

Sus ojos revisaban el área mientras corría hacia su primotratando de encontrar algo que pudiera usar de arma.

 

Cambiar no ayudaría, eso ya lo había probado. Era mejor quedarse en su forma humana y pelear. Si salía lastimado podría cambiar y sanar.

 

—Vete —Junho le gritó—. ¡Huye! —agregó cuando el vampiro se giró y vio a Dongho.

Dongho se detuvo, inseguro de lo que debería de hacer ahora. No tenía un arma, sólo sus manos desnudas y él sabía, de hecho, que eso no ayudaba. Podía oír a Yoseob gemir detrás de él, y sabía que tenía que hacer algo. ¿Pero qué?

La tensión en el aire era gruesa mientras todos seguían ahí de pie. Dongho tragó duro cuando al fin los labios del vampiro se curvaron en una cruel sonrisa. En un flash, el vampiro derribó a Dongho al suelo.

Junho saltó a la espalda del vampiro, golpeándolo y jalando a la cosa mientras Dongho pateaba y arañaba para liberarse. Su corazón estaba en su garganta cuando vio a Yoseob levantar una rama y lanzarla hacia el vampiro.

 

Dongho cubrió la cabeza, esperando que Yoseob apuntara bien.

 

Oyó que la larga rama hizo contacto y el vampiro gruñó. Junho seguía en la espalda de la cosa golpeándolo, pero parecía ser que eso no agotaba al vampiro. De hecho, Junho parecía ser el único que se veía perder energía. Sus puños seguían moviéndose pero la frecuencia y la intensidad empezaban a disminuir.

Junho gritó, advirtiendo que los osos llegaban al claro. Junho redobló los esfuerzos para liberar a Dongho mientras le gritaba a Yoseob que se pusiera en posición fetal. Yoseob cayó al suelo y se acomodó en una bola. Dongho quería rodar los ojos.

Yoseob no debió de saber por qué Junho le gritó eso. No había manera en que los osos fueran a dañar a la pareja. Su problema era esa maldita cosa con colmillos y afiladas uñas que trataba de desgarrarlo.

 

Junho tenía sus manos en las mandíbulas del vampiro tratando de mantener los colmillos lejos de Dongho. Su primo gritó cuando fue alejado del vampiro, pateando y gritando, luchando  contra  Chansung para tratar de regresar con Dongho.

Dongho sabía que Junho no se comparaba al vampiro y que Chansung había hecho lo correcto. Pero lo había dejado defendiéndose por si mismo. Tan pronto como ese pensamiento cruzó por su mente, Soo Hyun en su forma de oso, cayó sobre el vampiro haciendo que Dongho rodara con ellos.

Trató de liberarse, pero el vampiro lo tenía bien sujeto. Sus uñas se aferraban a la camiseta de Dongho y su piel, haciendo imposible que se liberara.

Dongho trató de desgarrar la camisa pero recordó el medio corsé. Está bien, tenía que hacer una decisión ahora. Desgarraba la camiseta y exponía su secreto ante todos, o dejaba que el vampiro desgarrara su carne y posiblemente lo matara.

Sabía que sólo había una elección que hacer. Con lo humillante que fuera, tenía que liberarse.

Con gran esfuerzo, Dongho se giró hasta que el vampiro sólo sostenía la camisa, sus agudas uñas desgarraban la tela. Dongho trató con todas sus fuerzas de liberarse de las uñas mientras Soo Hyun luchaba por mantener los colmillos del vampiro lejos de Dongho.

Soltando una valiente respiración, Dongho se rodó desgarrando la camiseta y quedando libre. Se puso de pie, el corsé rosa era visible para todos. Junho se limpió la garganta mientras Chansung se ruborizó y apartó la mirada.

Yoseob se quedó ahí con la boca abierta y los ojos bien abiertos.

Esto no podía estar sucediendo. Su peor temor estaba cobrando vida. Todo el clan Moon, Junho, y Yoseob estaban ahí viéndolo como si fuera un freak. Dongho apartó las lágrimas que ardían en sus ojos y corrió.

No estaba seguro de en qué dirección lo hacía, pero cualquier lugar era mejor que quedarse ahí mostrando lo freak que en realidad era. Ahora él tendría que irse. No había manera de que pudiera quedarse bajo el mismo techo con esos hombres y ver la desaprobación y el malestar cada vez que lo vieran.

Dongho abrazó su cintura y siguió corriendo. Muy bien podía haber puesto un gran cartelón sobre su cabeza diciendo que le gustaba usar ropa interior femenina. Todo el mundo lo sabía ahora.

Gritó cuando una mano lo atrapó y lo detuvo. Dongho pateó tratando de liberarse.

—¿Por qué no dejas de mover esas malditas piernas?

 

Ese era Pa. Dongho estaba mortificado de que el jefe de la casa fuera testigo de su humillación. El hombre probablemente le iba a pedir ahora que se fuera Probablemente le diría a Dongho que estaba decepcionado de que fuera su yerno.

—Por favor, déjame ir. Empacaré rápidamente y saldré de tu casa. Lo prometo —Dongho lloró.

—¿De qué infiernos estas hablando, hijo? —Pa preguntó. Dongho se encogió de hombros mientras las lágrimas  caían.

r13;No quieres mi pervertido trasero bajo tu techo. Lo entiendo.

—Dongho, tranquilízate. No vas a ir a ningún lado. No me importa esto —Pa dijo mientras dejaba a Dongho de pie.

—¿No te importa? —preguntó mientras se limpiaba los ojos.

 

—Creo que es caliente. —Lee Joon sonreía de oreja a oreja mientras salía del bosque.

—¿Lo crees?

—Y lo mataré si se acerca a ti —dijo Soo Hyun saliendo del bosque, desnudo.

 

 

 

 

 continuara...


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