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29. El Secreto de Dongho (21) por dayanstyle

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Moon Soo Hyun estaba malditamente cerca de tragarse la lengua cuando el más sexy hombre que hubiera visto lo miró fijamente. El calor debería de estar afectándole. No había manera de que su sueño húmedo estuviera sentado en ese pedazo de mierda de camioneta con la ropa empapada por el sudor.

Sus ojos fijos en el sexy hombre con el corto cabello castaño.

Soo Hyun tenía una urgencia de caminar hacia el lado del pasajero, arrancar la puerta y extraer al hombre de apariencia dulce. El objeto de su deseo estaba ahí sentado, congelado, respirando con dificultad.

Soo Hyun se preocupó de que el hombre estuviera sufriendo un golpe de calor. Podía sentir el calor saliendo de la camioneta en oleadas. Estaba más caliente ahí adentro que afuera.

—Es el maldito alternador —el pelirrojo se quejó mientras abría la puerta—. Creo que finalmente murió. —Soo Hyun se apartó para que el hombre pudiera abrir la puerta pero seguía viendo al pasajero.

Sus grandes ojos azul zafiro veían a Soo Hyun como si tuviera dos cabezas. Sus ojos estaban más grandes porque estaba sentado ahí, congelado. Soo Hyun rodeó la camioneta, abrió la puerta del  pasajero. —Mi camioneta está mucho más    fresca ¿quieres esperar ahí adentro? —dijo Soo Hyun extendiendo su mano.

 

Cuando el hombre se desabrochó el cinturón de seguridad y se deslizó fuera, el olor golpeó a Soo Hyun como una tonelada de ladrillos en su cabeza. Se sentía aturdido, confundido y caliente como el infierno en una fracción de milisegundos.

Ahora su respiración era  difícil.

 

El que estaba ahí, frente a él, era su pareja. Parpadeó y parpadeó de nuevo. Soo Hyun era el que estaba congelado esta vez. Su lengua se quedó pegada en el techo de su boca, rehusándose a dejarle hablar.

—Gracias —dijo el hombre deteniéndose a su lado y cerrando la puerta—. Creí que mi cerebro se iba a derretir y salir por mis orejas debido al calor.

—Si. —Soo Hyun parpadeó hacia el hombre.

La  sexy  pequeña   belleza  señaló  hacia   la     camioneta. r13;¿Puedo?

—Si. —Soo Hyun  parpadeó hacia el hombre.

 

Su pareja se movió por un lado de él, abrió la puerta, se deslizó al interior y la cerró con un golpe. Soo Hyun hizo un guiño de dolor. —No hay necesidad de golpearla.

—Lo siento —el hombre dijo desde atrás del vidrio de la ventana.

Soo Hyun  se giró y cerró la puerta de la camioneta de la que salió su pareja. Y entonces se abrió de nuevo.

 

Soo Hyun ignoró eso y caminó al frente de la camioneta.

r13;¿Tuviste suerte?

 

—No. Ella  murió. —El pelirrojo se giró hacia él—. Mi nombre es Junho. —Le extendió la mano.

 

— Moon Soo Hyun. —Soo Hyun estrechó su mano—. El taller de Eli está en esta cuadra. ¿Quieres que le diga que mande una grúa por ti?

 

—¿Y pagar la grúa? Infiernos, no. Puedo empujarla —Junho bufó.

 

—Te ayudaré. —Soo Hyun caminó de regreso a su camioneta, notó que su pareja estaba viendo cada movimiento. Abrió la puerta e inhaló profundamente, preguntándose si Dios había hecho un olor más dulce.

—Voy a ayudar a…

Primo —él hombre ofreció llenando el espacio en blanco.

Soo Hyun  suspiró aliviado.

 

—Voy a ayudar a Junho a empujar la camioneta al taller de reparaciones. Quédate aquí.

—Está bien.

 

Soo Hyun  podría oír esa voz todo el día. —¿Cuál es tu nombre?

 

—Dongho —dijo mientras se deslizaba fuera de la camioneta de Soo Hyun. Veía a su pareja, preguntándose lo que estaba haciendo. El pequeño hombre caminó hacia la puerta del pasajero, tomó la puerta, le movió algo y entonces la cerró con un golpe. Se quedó cerrada. Soo Hyun estaba impresionado.

—Mi nombre es Soo Hyun. Ahora regresa adentro. Está demasiado caliente aquí para ti. —Soo Hyun sostuvo la puerta abierta, ayudando a su pareja a subir y entonces la cerró suavemente—. Ahora regreso.

—Está bien —Dongho dijo mientras se acomodaba.

 

Feliz de que su pareja estuviera cómoda y fuera del calor, Soo Hyun se unió a Junho para ayudarlo a llevar esa ruina al taller de Eli.  Para  cuando  ellos  llegaron  al  taller,  Soo Hyun      estaba empapado en sudor.

 

Estaba ansioso por regresar con su pareja. Soo Hyun quería saber todo acerca de él. —¿No eres un asesino serial?

Soo Hyun giró la cabeza ante las palabras de Junho, —¿Qué día es  hoy?

—Lunes.

—Entonces estás a salvo. —Soo Hyun se rio.

—Bien. ¿Puedes  llevar a mi primo a casa mientras espero mi camioneta? Él es un chico de ciudad y no está acostumbrado a este calor. Él tiene  aire acondicionado. —Junho dijo eso como si estuviera repitiendo las palabras de alguien más. Soo Hyun quería sonreírle a Junho. Así que su pareja era un mimado. Era bueno saberlo.

—Me aseguraré que llegue a casa. —Soo Hyun inclinó la cabeza hacia Junho y Eli y salió del taller. Caminó rápidamente por la calle, ansioso de estar con su pareja. Alcanzó su camioneta y abrió la puerta del conductor y ese dulce olor le llegó a donde estaba parado.

 

—Tu primo me pidió que te llevara a casa. ¿Estás bien con eso?

 

Dongho asintió, se estiró sobre la consola y acomodó bien su culo en el asiento del pasajero. Soo Hyun tenía locas, locas ideas de lo que quería hacer con su pareja. Decidió controlarse. No iba a aterrar al chico cuando se acababan de  conocer.

—Tengo algunas cosas que hacer, si no te molesta acompañarme.

—No me molesta, en cuanto pueda seguir sentado con el aire acondicionado. —Dongho lo veía mientras se colocaba el cinturón de seguridad. Su bebé era tan mimado.

—Trato. Déjame  entrar  a  la  tienda  de  motocicletas  y regreso.

 

—¿No te tomarás una hora, verdad?

 

Soo Hyun se rio. —No, dame solo cinco minutos. —Salió y cerró la puerta detrás de él. Soo Hyun hizo su trabajo en el interior de la tienda y regresó, viendo a su pareja recargado como si estuviera en el paraíso. Soo Hyun sonrió mientras dejaba la bolsa en la caja de la camioneta.

Subió y movió la camioneta en reversa. —Ves, no fue tanto.

 

—Gracias a Dios. Pensé que me volvería loco ahí dentro. A Junho le tomó una eternidad. —Su pareja movió la cabeza y lo vio con los ojos más abiertos—. No es que esté loco. Es una forma figurativa de hablar.

—Imaginé eso. —Soo Hyun le sonrió y salió del lugar de su estacionamiento. Necesitaba detenerse en su casa y dejar las partes a su hermano mayor LEO antes de llevar a Dongho a su casa. LEO se enojaba cuando tenía que esperar.

—¿A dónde vamos? —Dongho preguntó viendo por la ventanilla del pasajero.

—Tengo que dejar las partes en la casa.

 

Dongho movió la cabeza para ver a Soo Hyun, sus cejas se elevaron  lentamente. —¿Estás seguro?

 

¿Huh? —Uh, si, estoy seguro. —¿Qué tipo de pregunta era esa?

 

Aunque tenía que admitir que su pareja se veía caliente con esa ceja finamente arqueada.

Soo Hyun giró el volante hacia el camino de tierra que llevaba al Rancho Moon. Iba a salir de la camioneta, lanzarle las  piezas a Leo, y regresar con su pareja antes de que alguien lo descubriera.

 

No era que se avergonzara de Dongho. Infiernos no. Pero conocía  a sus hermanos. No solamente eran siete, incluido él, sino que él era el menor de los trillizos. Hoon y Chansung no dejarían ir a Dongho.

No es que ellos fueran a lastimarlo. Pero todos los hombres Moon parecían tener un lado travieso que amaba salir a jugar. Ellos le darían la bienvenida a Dongho.

Además estaban los gemelos, Lee Joon y Seung Ho. Esos dos se metían en tantos problemas  que causaban que su Pa les gritara y castigara. Donde estaba  uno, el otro estaba cerca. Y eran hombres adultos.

El bebé, Doo Joon, ahora estaba emparejado con Yoseob, un chico realmente agradable que tenía un trabajo de cocinero en el restaurante local. Soo Hyun amaba cuando Yoseob tenía tiempo para cocinarles a ellos. El chico era un genio en la cocina.

—Ahora regreso. Quédate aquí. —Soo Hyun  saltó de la cabina, tomó la bolsa de la caja de la camioneta e hizo su mejor esfuerzo para hacer su tarea rápidamente. Se apresuró a correr el tramo del jardín hacia el establo en donde LEO estaba trabajando.

Soo Hyun caminó hacia donde su hermano estaba trabajando en una de las caballerizas. —Ten tus partes. —Levantó la bolsa, listo para lanzársela así podría regresar con su pareja.

LEO cruzó la distancia y tomó la bolsa de la mano de Soo Hyun.

Vio la bolsa y frunció el ceño. —Me faltan algunos artículos.

 

—Ellos dijeron que eran las partes en la orden. —Soo Hyun miraba hacia la salida, listo para salir como del infierno de ahí. Rezó porque LEO no intentara  iniciar una conversación. A LEO le gustaba eso. Él era el mayor y sentía la jodida necesidad de siempre dar consejos.

 

En cualquier otro día, Soo Hyun se hubiera quedado a oír toda esa mierda. Pero hoy, su piel  se sentía que hormigueaba por terminar con eso. Su piel picaba como loca por regresar con Dongho.

LEO lo estudió por un momento, esos ojos grises fijos en él.

«Oh infiernos» . Soo Hyun no se quedaría para eso.

 

—¿Qué te tiene tan alterado? —LEO le preguntó mientras dejaba la bolsa en el suelo de la caballeriza—. Te ves listo para explotar.

«Porque lo estoy». —El calor —dijo mientras se giraba y se alejaba—. Hasta luego.

—Gracias por recoger esto por mi —LEO le gritó.

 

—No hay problema. —Soo Hyun le dijo adiós con la mano sobre su hombro mientras salía del establo. Él iba a medio camino cuando vio a Chansung y Hoon apoyados contra la camionera…hablando con Dongho. Soo Hyun gruñó y caminó más  rápidamente hacia sus hermanos.

—¿Estás manteniendo a este hombre aquí en secreto?

r13;Hoon preguntó, señalando a Dongho con la cabeza. Soo Hyun tuvo que  detener la palabra que quería hacer erupción de su garganta. «Mío», estaba en la punta de su lengua.  Ser territorial con Chansung y Hoon sólo era una invitación a los problemas.

—Él es sexy —Hoon dijo mientras veía de nuevo hacia la camioneta—. ¿Vas a compartir? —preguntó mientras se lamía el labio inferior.

Esta vez un gruñido salió de sus labios. Era bajo y lleno de advertencia  mientras  Soo Hyun veía a los ojos a Hoon. —No esta vez. —Los trillizos habían compartido un hombre de vez en cuando. Ellos eran tan cercanos como los trillizos debían de ser.

 

Pero esto era diferente. Dongho era su pareja. No iban a compartirlo esta vez, ni la siguiente, ni nunca. —Él no está disponible.

Hoon  asintió, dándole a Soo Hyun su sonrisa de ganador de premio. —Está bien.

Hoon se hizo a un lado solo para ver que Chansung subía del lado del conductor y se deslizaba demasiado cerca de Dongho. Miró de nuevo a Hoon que tenía un travieso brillo en sus ojos.

Sabía que no podía detener eso, él y sus dos trillizos iban a entrar en un estire y afloje y pelearían en el jardín. Y a  Pa eso no le parecería divertido. Si había algo que no quería hacer, era molestar a su padre. Nunca entendió a Lee Joon y a Seung Ho. Ellos habían hecho de eso un hábito que hacían constantemente.

—Él es mi pareja. Así  que si quieres conservar todos tus dientes sal con una jodida de aquí —Soo Hyun le gruñó. Los ojos de Hoon se abrieron más y entonces  la sonrisa regresó a sus labios.

—Bueno, maldición. Entonces creo que necesitas sacar el culo de Chansung de la cabina de la camioneta.

Soo Hyun asintió a su hermano antes de girarse y caminar hacia la puerta del conductor. Pudo ver a Dongho viendo a Chansung con curiosidad, su cabeza inclinada de lado. Cuándo los ojos azul zafiro de Dongho vieron los suyos, había  chispas… ¿Qué fue eso? Soo Hyun no estaba seguro de lo que leyó en ellos.

Tomó la manija de la puerta y la jaló, abriéndola, indicándole a Chansung que saliera. Cuando su hermano no lo hizo, Soo Hyun estaba listo para sacarlo. Hoon se inclinó por la ventanilla del pasajero y asintió hacia Dongho. —Creo que necesitas salir.

Soo Hyun no estaba seguro qué juegos estaban jugando, pero estaba jodidamente cansado de eso. Podía sentir que el cambio venía. Sus uñas se alargaron y luchó contra la fuerte necesidad de que sus dientes aparecieran.

 

—Ahora —Hoon dijo mientras abría la puerta del pasajero y se apartó. Dongho salió viéndose confundido mientras Hoon se giraba hacia Soo Hyun. Sus ojos más abiertos viéndolo fijamente.

Soo Hyun sabía que él se veía como un caliente lio. Sus ojos habían cambiado y sus uñas se extendieron. La única cosa que logró detener fue que sus dientes aparecieran. Dongho inclinó rápidamente la cabeza hacia él antes de correr hacia las escaleras, la puerta de malla se cerró detrás de él.

—¿Qué infiernos está sucediendo? —Chansung preguntó mientras salía de la camioneta, viendo de un hermano a otro—. Creía que estábamos jugando.

—Él es la pareja de Soo Hyun, tonto. Las largas uñas y los ojos que cambiaron deberían de darte una idea —Hoon gruñó parándose a un lado de la camioneta.

Los ojos de  Chansung eran más grandes mientras se apartaba.

—Oh mierda. ¿Cómo diablos se supone que sabría eso? —Rodeó la camioneta hacia el lado de Hoon, los dos esperaron a ver lo que haría Soo Hyun.

—Ustedes dos han jugado malditamente demasiado. Lo dejé en el interior de la camioneta por una razón. ¿Lo llevé contigo? ¿Lo hice? —le gritó.

—Tranquilo, Soo Hyun —Hoon gritó del otro lado de la camioneta—. No queríamos lastimar a nadie. Sólo pensamos que tendríamos algo de diversión.

Soo Hyun rodeó el frente de la camioneta, sus ojos entrecerrados hacia  sus hermanos. —Quédense lejos de él.

Ambos asintieron con un leve movimiento de cabeza mientras Soo Hyun tomaba una profunda respiración, calmándose lo suficiente para regresar a lo normal. Subió los escalones del porche, pasando junto al columpio y abriendo la puerta de malla.

Ahora tenía que encontrar a Dongho y ver qué tipo de daño había tenido por su muestra de barbarismo.

 

—¿Qué infiernos está sucediendo? —Chansung se giró frente a la puerta de Hoon.

—Trataste de emparejarte con su pareja. Estoy impactado de que sigas teniendo tus bolas, tonto. —Hoon sacudió la cabeza y caminó hacia la parte de atrás de la casa.

Chansung  se rascó el mentón y vio hacia la puerta de   malla.

¿Cómo infiernos se suponía que lo sabría?

 

—Vamos. Dejemos a esos que se apareen, antes de que Pa descubra lo que hiciste y trate de castrarnos a ambos —Hoon le gritó desde un lado de la casa.

Esa sola palabra hizo que Chansung corriera detrás de su trillizo, rezando porque Soo Hyun no estuviera tan enojado que le dijera a su Pa.

 

 

Soo Hyun entró al fresco interior de la casa. Dejó que sus ojos se ajustaran un momento antes de buscarlo en la sala. Dongho estaba sentado en uno de los sofás,  sus manos cerradas entre sus rodillas.

No estaba seguro qué decir. «Por cierto. Soy un shifter-oso y mis tontos hermanos se acercaron demasiado a mi pareja. Por cierto, ese eres tú».

 

No, no podía hacer eso. Se limpió la garganta, vio que la cabeza de Dongho se giró hacia él. Soo Hyun tamborileó su pulgar en la parte superior de su muslo, preguntándose qué infiernos sería lo suficientemente bueno para decir y así quebrar la tensión entre ellos.

—Tengo una granja —dijo Dongho mientras veía alrededor del cuarto. Podía decir que su pareja estaba usando un mecanismo de protección. Soo Hyun tomó la declaración de Dongho y fue con eso.

Entró en la sala, y se sentó en la mesa de café frente a su pareja. —Oh si. ¿Qué es lo que crías?

—Hormigas —Dongho declaró orgullosamente—. Tengo una granja de tres tubos.

Soo Hyun no estaba seguro lo que significaba, pero amó la expresión de  orgullo en su pareja. La sonrisa hizo que sus brillantes ojos azules brillaran como diamantes. Tuvo que cerrar sus manos en un puño para evitar jalar a su pareja para un húmedo beso.

r13;Me gustaría verla.

 

Dongho se enderezó, con una expresión de asombro en su cara. —¿En serio?

Soo Hyun no  creía que sus ojos pudieran brillar más pero lo hacían. —Seguro. Nunca he visto una granja de hormigas antes.

Dongho se puso de pie tan rápidamente que asustó a Soo Hyun. Tuvo que atrapar un gruñido antes de que saliera de su garganta.

—Puedo mostrártela. —Su pareja se dirigió a la puerta con una enorme y feliz sonrisa en su cara—. Son realmente fascinantes. Uno podría pensar que las hormigas  no lo son, pero lo son.

Infiernos, Soo Hyun estaba emocionado sólo porque su pareja lo estaba. Dongho podría estar hablando acerca de muñecas  tomando té, si era lo que le importaba. En tanto la cara de   su pareja siguiera iluminada de esa forma, Soo Hyun estaría interesado en todo lo que dijera.

Soo Hyun abrió la puerta de malla para que su pareja pasara.

—Muéstrame el camino para ver tu granja de hormigas.

 

—Está bien. —Dongho se reía graciosamente mientras bajaba los escalones.

Soo Hyun vio a Chansung y Hoon parados a un lado de la casa, con grandes sonrisas en sus caras. Lee Joon y Seung Ho estaban justo detrás de ellos, grandes come-mierdas sonrisas en sus caras y levantando los pulgares cuando Soo Hyun los vio.

¿No tenían ellos trabajo que hacer? Podía sentir su cara ruborizarse mientras rodaba los ojos. Sonrió cuando vio a Pa llegar detrás de los cuatro, tomando a Lee Joon y a Seung Ho de la parte de atrás de su cabeza. Los cuatro desaparecieron, dejando a Pa  sonriéndole a Soo Hyun.

Subió a la camioneta e inmediatamente encendió el aire acondicionado para su pareja. El interior de la camioneta se sentía como a mil grados. El sudor  se formó sobre su labio superior y su frente mientras esperaba que la cosa esa se enfriara.

—Entonces, ¿cuánto tiempo tienes viviendo aquí? —Soo Hyun inició una simple conversación mientras llevaba la camioneta por el camino.

—Dos semanas.

 

—¿Vivías con tu familia antes de eso?— Sabía que estaba siendo intrusivo como el infierno, pero quería conocer mejor a su pareja.

—Seguro.

 

La respuesta de Dongho hizo que Soo Hyun viera al asiento del pasajero. Dongho veía hacia afuera por la ventanilla, como si realmente no quisiera tocar el tema. Soo Hyun lo dejó en paz,   por ahora.  —¿Te  gusta  estar  aquí?  —Una  pregunta          simple, sólo básica.

—Hasta ahora todo lo que he visto es el interior de la casa de Junho y la tienda de motocicletas. Pero, sí.

Soo Hyun pensó que eso era una  vergüenza. Planeaba cambiar eso. Nadie debería estar solo  alrededor de la casa.

r13;Puedo llevarte a un tour por el pueblo. No es grande, pero se está expandiendo.

—Amaría eso. —Los ojos de Dongho se iluminaron de nuevo. Soo Hyun  podía ver que era realmente fácil complacer a su pareja. Le gustaba eso. Un chico simple, justo como él.

Escuchaba  las direcciones que Dongho le daba mientras recorrían el camino rural. Era placentero el solo tener a su pareja en el asiento a su lado.

Las manos de Dongho y su cara se pegaron a la ventana cuando pasaron por un campo con caballos pastando. —¿Al menos has visto a un caballo de cerca antes?

Dongho  sacudió la cabeza negando. Soo Hyun iba a darle un gran regalo. Ellos tenían algunos en el rancho. Quizás podía hablar con su pareja acerca de ir a dar un paseo montando a caballo con él. Eso realmente iba a hacer que sus ojos brillaran como perfectos diamantes. —Puedo ir por ti y llevarte a montar a caballo si gustas.

La cabeza de Dongho giró tan rápido que Soo Hyun estaba sorprendido de que no se hubiera lastimado. —¿En serio? —Ahí estaba ese hermoso brillo de nuevo.

—Si.

 

Su pareja prácticamente zumbaba de emoción a su  lado.

—Nunca he montado un caballo antes. ¿Es difícil? «Yo estaré». —No. Te dejaré  montar a Buster. Él es realmente tranquilo.

 

—Me gusta ese nombre —dijo Dongho mientras llegaban al lugar que su pareja le había señalado. Soo Hyun estacionó la camioneta y apagó el motor y salió. Esperó a que su pareja le mostrara  el camino. Los escalones crujieron cuando ellos subieron hacia la puerta del frente.

Soo Hyun sabía que él era un hombre grande, pero los escalones se oían como si se fueran a quebrar con su peso.

—Mi cuarto está por el pasillo —dijo Dongho mientras Soo Hyun lo seguía. Vio alrededor del cuarto una vez que Dongho abrió la puerta dejándolo entrar.

Había pilas  de ropa aquí  y  allá,  típico  cuarto  de chico.

También había  algunas  revistas  regadas.

 

Soo Hyun tomó  una de la cama.  —Hey, recuerdo estas.

r13;Hojeó las caricaturas de Spy vs. Spy, riéndose con ellas—. Son cool.

—¿Te gusta mi colección? —Dongho preguntó abriendo el cajón y lanzando algunas más a la cama.

Soo Hyun tomó otra, y la hojeó. —Si, me gustan. Solía leerlas cuando era un adolescente.

—Las he estado coleccionando durante años. Ha sido realmente difícil conseguir algunas. La de 1962 fue la más difícil.

—Lo apuesto. —Soo Hyun dejó la revista—. Ahora muéstrame las hormigas.

Dongho caminó hacia el escritorio y levantó una caja de vidrio, y se la dio a Soo Hyun.

Tomó la caja de Dongho y vio dentro del vidrio. —¿Se fueron de vacaciones?

Las cejas de Dongho se juntaron mientras tomaba de nuevo la caja de las manos de Soo Hyun. Pegó la cara al vidrio y gritó.

r13;¡Dónde infiernos están mis hormigas!

 

contiuara...

Notas finales:

DEJEN RW 


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