Won Woo entró en el Bar and Grill de Jungkook y escaneó el lugar en busca del suave pequeño twink con el que había jodido la noche anterior. Nadie alguna vez había hecho que mirara hacia atrás, pero por alguna maldita razón, el pequeño hombre tenía a Won Woo tratando de encontrarlo.
Había tratado de averiguar de qué iba el hombre con el que tenía llenos sus sueños con el pelo rubio y labios sensuales, pero Won Woo estaba desorientado para explicarlo. Esos profundos ojos azules afligidos parecían rondarle, incluso en su maldito sueño.
Estaba decidido a tener una conversación con el jovencito y encontrar algo repulsivo en el chico sólo para poder sacar al hombre de su mente. Nadie le había afectado hasta el punto de que prácticamente se agitó y dio vueltas toda la noche. Tenía que haber algo en el hombre que le quitara las ganas a Won Woo y lo dejara libre para enfocarse en su alegre jodido camino. Ahora todo lo que tenía que hacer era encontrar al tipo.
—¿Qué puedo hacer por ti? —El camarero que casi se lanzó a Won Woo la noche anterior le preguntó. El coqueteo estaba de vuelta, y el hombre estaba ligando de forma íntima. Tenía que admitir que el hombre era lindo, pero Won Woo sólo tenía un hombre en su mente mientras tomaba asiento.
—Café.
—Voy enseguida, —dijo el hombre y luego se humedeció los labios lentamente, seductoramente, cuando miraba por encima del hombro mientras se alejaba.
Won Woo casi rodó los ojos. Puso sus brazos sobre el mostrador, mirando a su alrededor. No vio su punto de interés en ningún lugar. Tal vez eso fuera lo mejor. No necesitaba ningún enredo en estos momentos.
Su vida era ya bastante complicada sin necesidad de llevar a alguien más en la mezcla. Por otra parte, Won Woo nunca se había quedado atrapado el tiempo suficiente como para tener un mayor interés en alguien que jodía además de asegurarse de que su pareja se corriera.
Sacudió la sensación de querer conocer al twink un poco mejor cuando el camarero le trajo la taza de café. Won Woo quería encontrar algo desagradable sobre el hombre, pero al mismo tiempo rezaba para que nunca lo volviera a ver. El conflicto lo estaba volviendo loco.
—Entonces, ¿estás solo? —El hombre casi ronroneó la pregunta. Won Woo asintió cuando se dio la vuelta, empujando desde la barra.
No quería ser grosero con el chico, pero no estaba de humor para coquetear. Dios, ¿qué diablos está ese twink haciéndome?
Won Woo se pasó una mano por su rostro cuando vio a Ji Yeop, junto con unos pocos hombres, entrando en el bar. Era temprano por la mañana, pero Won Woo conocía el desayuno servido en Jungkook. Su estómago rugía ante la idea de conseguir un bocado para comer. ¿Cuándo fue la última vez que comió algo?
Won Woo ni siquiera podía recordar la última vez que tuvo comida, bueno, cualquier cosa que no hubiera salido de una máquina expendedora. Tal vez debería desayunar.
Una sonrisa se desató en la cara de Ji Yeop cuando vio a Won Woo. Su primo hizo su camino, tendiéndole la mano. —Me alegra ver que estás todavía aquí.
Así era Won Woo.
Sabía que los hombres que lo seguían no eran tan buenos como él, pero Won Woo creía que todo el mundo tenía tonta suerte de vez en cuando. Ellos no estarían muy atrás, y recogerían su rastro. Sólo era cuestión de tiempo. Un hombre inteligente habría huido del país, pero Won Woo tenía esta jodida necesidad de estar cerca de la familia.
Una necesidad que podría matarle.
—¿Cuánto tiempo planeas quedarte? —Preguntó Ji Yeop mientras tomaba asiento en una de las mesas. Won Woo tomó asiento también, mirando sentarse a los hombres con los que Ji Yeop vino.
—No estoy seguro, —dijo, mientras el coqueto camarero se acercó para tomar sus pedidos.
—Won Woo, este es Junyoung y Dong Jun. —Su primo le presentó a sus novios.
Won Woo nunca habría imaginado que Ji Yeop fuera del tipo de tener dos amantes. Pero Won Woo era la última persona en juzgar. Won Woo sabía quiénes eran los hombres por su conversación con su primo y por el tiempo que se había tomado en venir aquí para asegurarse de que Ji Yeop estuviera seguro, pero ésta era su primera presentación formal. Él asintió a los dos.
—Sabes que eres bienvenido a permanecer en la casa conmigo. — Ji Yeop dijo cuando el camarero les trajo sus bebidas. Él tenía un zumo de naranja, y los demás tenían café. Won Woo, así como también los otros hombres, agregaron sus pedidos de desayuno—. Así que, ¿cuánto tiempo llevas huyendo? —Preguntó Dong Jun.
Won Woo se puso rígido con la pregunta. ¿Cómo demonios sabía el novio de Ji Yeop que Won Woo estaba huyendo? Él inclinó la cabeza, estudiando a Dong Jun con atención. ¿Sólo, cuánto sabía Ji Yeop de Dong Jun?
—No importa Dong Jun, —respondió Junyoung—. Él se adelanta un poquito. Piensa que todo el mundo está en problemas y todo el mundo se esconde de alguien. Ve demasiadas películas por la noche.
Junyoung no tenía ni idea de cuánta razón tenía Dong Jun en su caso.
—Gracias por la oferta, —dijo Won Woo a Ji Yeop, ignorando la pregunta de Dong Jun cuando se echó hacia atrás, permitiendo que el camarero sirviera sus platos de desayuno antes de continuar—. Pero sabes que me gusta mi propio espacio.
Ji Yeop asintió con la cabeza. —Eso lo sé. Pero la oferta está abierta en cualquier momento que tú quieras aceptarme algo.
—Lo agradezco. —Won Woo ya estaba de mierda hasta el cuello. No quería arrastrar a su primo en ella. Tenía que averiguar lo que iba a hacer.
Sabía que debía informar de lo que vio, pero Won Woo no estaba de humor para pasar por cualquier programa de protección de testigos.
Sólo quería una vida sencilla, pero parecía que fue lanzada por la ventana cuando fue testigo del asesinato de un abogado de alto perfil.
Ahora lo único que podía hacer era mantener un perfil bajo y probar su mejor manera de permanecer oculto hasta que pudiera averiguar cómo infiernos salir de esta situación.
—¿Cómo lo está haciendo la empresa? —Preguntó Ji Yeop mientras recogía algunos de los huevos en su tenedor y los metió en la boca.
—Bien, realmente bien. —Si Won Woo consideraba ver a alguien recibir un disparo de muerte como parte del trabajo.
—¿Qué haces? —Preguntó Junyoung cuando enganchó un brazo alrededor de los hombros de Ji Yeop. Fue un gesto posesivo. Incluso Won Woo pudo decir eso. Junyoung estaba en silencio reclamando a Ji Yeop.
Won Woo podía sentir los pelos de la parte posterior de su cuello levantarse cuando el hombre se limitó a mirarlo, viéndolo como una amenaza potencial. Se estremeció, preguntándose si Junyoung sabía cuánta amenaza tenía realmente.
No estaba seguro de lo que Junyoung estaba pensando, pero debía haber visto la oscura y mortal mirada que todo el mundo más veía en Won Woo. El hombre simplemente no sabía lo seguro que Ji Yeop estaba. Pero Won Woo tenía una sensación de que Junyoung también le estaba haciendo saber que a pesar de que eran primos, que Ji Yeop era suyo ahora.
Won Woo no se interpondría en el camino de la felicidad de su primo, pero si alguna vez se enteraba de que Junyoung maltrataba a Ji Yeop, él enterraría el cuerpo.
—Mi primo es dueño de una empresa de paisajismo de jardines, — Ji Yeop se jactó con orgullo—. El cuidado del césped y la arquitectura del paisaje.
Won Woo sonrió con el rostro de orgullo de Ji Yeop. Le encantaba condenadamente su primo, y por eso no quería que se involucrara en toda su mierda. Le desgarraría sus entrañas ver esa sonrisa orgullosa convertirse en odio si algo le sucediera a Ji Yeop.
Sabía que venir aquí no podría haber sido la idea más brillante, pero Won Woo no sabía a dónde más ir. Parecía el lugar lógico para ocultarse, pero Won Woo estaba empezando a reconsiderar su decisión cuando vio el amor entre los tres hombres que hablaban entre sí.
Le mataría si algo llegara a suceder a cualquiera de estos hombres.
Won Woo decidió allí mismo mantener su contacto con Ji Yeop a lo mínimo, mientras se escondía en esta pequeña ciudad. No importa lo mucho que hiciera a su estómago apretarse, eso era lo mejor.
Hoshi miró a los hombres que lo rodeaban, incluyendo Min Gyu.
No conocía a nadie que le creyera. Era el que estaba detrás de los barrotes, así que, ¿qué credibilidad tenía realmente? No les estaba mintiendo, y no había imaginado las manos del baboso oficial por todo él. La idea de que el repugnante hombre lo tocara todavía le hacía a Hoshi querer correr a la más cercana ducha y frotar su piel con un estropajo.
—Tú estás de baja remunerada hasta que pueda resolver esto, —dijo Changmin al policía.
—Estás jodidamente bromeando, ¿verdad? —Gruñó el hombre cuando su cara se volvió de un rojo brillante—. ¡Esto es una locura! — Hoshi podía ver el odio creciendo en los ojos del hombre—. ¿Tú crees a un borracho inútil por encima de mí? Yo nunca estuve en su jodida celda. Está mintiendo.
Los ojos de Hoshi se quebraron en Min Gyu cuando el hombre le dio un bajo gruñido. Nadie nunca le había defendido antes. Los ojos de Hoshi casi salen desorbitados de su cabeza cuando Min Gyu se acercó a la puerta de su celda.
—Changmin, abre la puerta.
Sin decir una palabra, Changmin se acercó y abrió la puerta de la celda.
Hoshi retrocedió cuando Min Gyu entró en la celda. De repente, se dio cuenta de lo pequeña que era la celda una vez que Min Gyu estaba dentro.
Maldita sea, el hombre era enorme.
—Changmin, ¿puedes despejar la habitación? —Preguntó Min Gyu, y luego se volvió para observar al oficial que había sobado a Hoshi. Movió su dedo al hombre—. Excepto él. Quiero que espere en tu oficina.
¿Quién demonios era Min Gyu, y por qué iba el sheriff a escucharle? Hoshi se rascó la cabeza, confuso como el infierno. Estaba aún más confundido, y un poco intrigado, cuando Min Gyu se acercó y empezó a olerle. Muy bien, graba eso. Él estaba actuando raro.
Hoshi frunció el ceño luego levantó su brazo y dio un pequeño resoplido. No era demasiado malo. Es posible que necesitara una ducha, pero no olía mal.
¿Qué demonios estaba haciendo Min Gyu?
—¿Changmin? —Min Gyu hizo un gesto con la mano al sheriff. "Ven aquí. Puedo oler al oficial en Hoshi.
—Bueno, sí —dijo Changmin—. Hoshi estaba tratando de estrangularlo a través de los barrotes. Seguro que es la transferencia.
—No, en la espalda, aquí no. Hoshi fue presionado contra la espalda del oficial. El aroma del oficial estaba en la parte trasera de los pantalones vaqueros, cerca del culo de Hoshi y a lo largo del catre. Si el oficial nunca estuvo en la celda como dijo, entonces su olor no debería estar aquí. Ciertamente, no debería estar en el culo de Hoshi.
Hoshi tragó duro y dio un paso atrás, apretándose contra los fríos ladrillos de piedra de su celda cuando el sheriff entró en la misma.
A Hoshi podría no haberle importado que Min Gyu lo oliera, pero trazó la línea en el sheriff. —Hey, ¡ya es suficiente! —Gritó Hoshi. No estaba bebido.
—Sólo quédate quieto, Hoshi.
—Tú te quedas quieto, maldita sea, —contestó con brusquedad Hoshi—. Mejor aún, deja que te huela.
Changmin se reía, pero Min Gyu gruñía, y ambas reacciones le asustaron a muerte a Hoshi. Levantó las manos, tratando de protegerse de los dos hombres. —Está bien, mira, tal vez yo estaba cometiendo un error. Realmente tomé mucha bebida. Estoy seguro de que sólo estaba dentro en mi celda para comprobar cómo estaba, o algo así. Fue sólo un malentendido.
—Hoshi, di la verdad, —dijo Min Gyu—. Si el oficial te tocó, necesitamos saber. ¿Qué sucede si trata de hacerlo con alguien que no pueda protegerse a sí mismo?
Oh claro, apela a mi sentido de la injusticia. Hoshi suspiró, sus hombros cayendo. —Sí, él me sobó, y no, no me lo pidió. ¿Contento?
—Delirante, —gruñó Min Gyu cuando se volvió y comenzó a salir furioso de la celda.
Changmin saltó hacia adelante y agarró el brazo de Min Gyu, tirando de él para detenerlo. —No de esta manera, Min Gyu.
Hoshi parpadeó cuando vio a Min Gyu volverse y curvar su labio superior. El colmillo que apareció tenía que ser por el alcohol. Era largo y blanco y tan condenadamente fuerte que parecía que podría triturar el acero. Hoshi tragó más allá del nudo repentino de miedo que obstruía su garganta.
Él realmente necesitaba dejar de beber. O ir a examinarse de la vista porque no había forma de que estuviera mirando un maldito colmillo.
—Está bien, pero quiero que lo lleves frente a Changjo, —Min Gyu cedió antes de que se volviera, con los ojos gris oscuro, hacia los de Hoshi—. Quiero que vengas conmigo.
—Ni siquiera en un día sobrio, —espetó Hoshi. Había demasiados hombres a su alrededor, y después de lo que el policía le hizo, no se fiaba de nadie. Además, no estaba seguro si quería ser olfateado de nuevo. Eso fue simplemente extraño.
Min Gyu volvió a entrar en la celda, su tamaño elevándose sobre Hoshi. —Nos vamos ante el alcalde, y necesito que le digas a Changjo, lo que que pasó.
Hoshi podía ver el autodominio que Min Gyu estaba usando. No lo entendía. ¿Por qué a Min Gyu le importaba lo que le pasó? No tenía ningún sentido para él en absoluto. Era como si el hombre le hubiera visto unas pocas semanas atrás y tuviera una erección por él desde entonces.
Joder si eso no era un clásico movimiento de acosador.
—Iré, pero me voy a casa después, —dijo Hoshi cuando se escabulló de Min Gyu, tratando de poner lo mejor para no tocar al hombre a pesar de que estaba construido como un dios. Bajo cualquier otra circunstancia, Hoshi sólo podría haber estado por encima de todo eso.
Sin embargo, el olfateo y el manoseo de esta mañana estaban golpeándole. El gran éxito. Siguió a Min Gyu fuera del área de la celda, viendo a todos a su alrededor al salir de la estación de policía. Hoshi recelaba de ir a alguna parte con Min Gyu, pero quería dejar todo esto detrás.
Hoshi se subió a la camioneta de Min Gyu, sacando el cinturón de seguridad de su lugar, cuando se dirigían a la casa del alcalde. No estaba muy seguro de nada de esto. ¿Por qué un caso como el suyo se celebraría enfrente del alcalde?
No tenía sentido para Hoshi.
Se sentó en silencio mientras Min Gyu conducía, asomándose a hurtadillas en el hombre grande junto a él. Tuvo que admitir, que Min Gyu era un bocado delicioso. Si el hombre no hubiera actuado como un acosador, podrían haber tenido una oportunidad.
Min Gyu detuvo el viaje, aparcando la camioneta cuando cortó el motor. Se volvió hacia Hoshi, con los ojos cálidos. —Ahora, no tengas miedo de Changjo. Es un hombre justo.
Sí, Hoshi mantendría su juicio hasta que viera lo que ocurría en el interior. Si Changjo comenzara a olfatearle, Hoshi se iba de allí. Tomó un ligero respiro de sus brazos, otra vez sólo, para asegurarse de que no apestaba.
Nop.
—Vamos, Hoshi.
Hoshi saltó de la camioneta, siguiendo a Min Gyu dentro. Maldita sea, el lugar era de diseño. Hoshi se quedó boquiabierto en la suntuosidad de la casa del alcalde. ¡El tipo debe ser apestosamente rico! Ahora realmente se sentía torpe mientras estaba de pie en el vestíbulo.
Sus ojos daban la vuelta hasta que le dolieron cuando vio al hombre más grande que había visto en su vida encabezando su camino. Nunca conoció a Changjo, antes, pero rezó para que este hombre no le fuera a comer.
¡El hombre parecía que se había formado de la maldita tierra!
—Changjo, tenemos un problema, —dijo Min Gyu cuando le contó al alcalde acerca de lo que pasó en la cárcel. Hoshi escuchaba, pero no pudo dejar de mirar al hombre corpulento.
¿Los hombres realmente llegan a ese tamaño?
Hoshi volvió la cabeza cuando la puerta del frente se abrió. Gimió cuando vio al hombre con el que había tenido sexo la última noche en la parte de atrás de la taberna. ¿Este era su día jodido o qué? Hoshi miró a su alrededor, preguntándose si había algún lugar en el que pudiera esconderse.
Esto no iba a ser bueno. No, en absoluto.
—Tú, —dijo el hombre con quien Hoshi jodió cuando lo vio de pie junto a Min Gyu—. Me preguntaba a dónde habías huido.
Oh, mierda.
Min Gyu se dio la vuelta, gruñendo mientras agarraba a Hoshi en un apretado control. —¡Mío!
¿En serio?
—¿Qué te hace pensar que es tuyo? —El hombre que sacudió el mundo de Hoshi preguntó—. Creo que él puede decidir a quién quiere tener cerca.
Hoshi golpeó una mano por su cara. Esto no podía estar sucediendo.
Podía sentir su cuerpo entero ruborizarse mientras apartaba a Min Gyu de él y dio un paso atrás, listo para huir.
—¿Hoshi? —Min Gyu preguntó—. ¿Conoces a este hombre? Hoshi asintió con la cabeza. ¿Qué sentido tenía ocultarlo?
Bajó la mano, mirando de un dios del sexo al otro cuando se encogió de hombros. "Yo hice algo así como acostarme con él.
Sus manos volaron a sus oídos cuando Min Gyu aulló.
¿Aulló?
continuara...