JunHyung estaba fuera de La cueva del zorro. Quería ver lo que le había sucedido a Randy. Hong Bin e Jun habían limpiado las mentes, así que JunHyung sabía que ellos no recordarían el incidente. Pero él quería asegurarse de que Randy hubiera pagado por lo que le había hecho a Hyun Seung.
Cuando abrió la puerta, olores y sonidos conocidos lo rodearon. JunHyung vio a su alrededor y vio a Tiny sentado ante la mesa bromeando con algunos tipos, una amplia sonrisa en su rostro. Los ojos del motociclista se abrieron más cuando vio a JunHyung. —Mira lo que el drogado gato trajo.
JunHyung sonrió al ver a Tiny de tan buen humor. —¿Cómo estas?
—Malditamente muy bien, a pesar de los rumores —dijo, mientras le daba un guiñó y señalaba con la cabeza hacia una silla vacía—. Toma asiento.
JunHyung inclinó la cabeza hacia el barman y cruzó el cuarto tomando asiento y entrelazando las manos detrás de la cabeza. — ¿Qué está sucediendo?
Tiny sacudió la cabeza chasqueando los dedos hacia el barman.
El hombre le trajo inmediatamente a JunHyung su Jack con Coca Cola. Agradeció al hombre y le dio un trago a su bebida mientras veía a su viejo amigo. —Necesito hablar con Randy. ¿Lo has visto por aquí?
Tiny negó con la cabeza mientras se recargaba y apoyaba sus dedos entrelazados sobre su abdomen. —No lo he visto en más de un mes. Es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Su chaqueta aun sigue colgada en el cuarto de atrás. No estoy seguro de si se retiro o tiene a la ley tras él y por eso se fue.
JunHyung se preguntó brevemente por el destino de Randy y luego lo empujó a un lado.
Era mejor no saber. Tenía la sensación de que Hong Bin e Jun sabían exactamente lo que le había sucedido a Randy, pero él no iba a presionar el asunto. Obviamente los dos vampiros habían borrado el evento de la mente de Tiny, así que no había nada que pudiera hacer aquí.
—Solo me dejé caer por aquí para ver cómo iban las cosas — dijo JunHyung mientras se ponía de pie, tragando el resto de su bebida.
—¿Dónde has estado en estos días? —Tiny preguntó, poniéndose también de pie—. Sería bueno verte más que cada luna azul15.
—Soy el guardia del pasillo de atrás de The Manacle. Deberías ir en algún momento.
—¿Pasillo de atrás?
—Hay un club de BDSM atrás. —JunHyung podía ver el interés en los ojos de Tiny. Había una llamarada de excitación mientras asentía hacia JunHyung. JunHyung nunca ahondó profundamente en la vida sexual de Tiny, y no quería. Pero podía ver el interés.
Eso sólo le mostraba a JunHyung que no conocía a ese hombre tan bien como creía.
—Tal vez me pasare por ahí en algún momento para verte. JunHyung no tenía ninguna duda de que iba a ver a Tiny en The Manacle.
Jaehyo se apareció de nuevo en su oficina después de ver que no habían molestado a sus hermanos. Odiaba tener que ir a revisarlos cada pocos días, pero no podía correr el riesgo de que los encontraran. Jung Min estaba empezando a malhumorarse sobre acompañarlo en esos viajes, pero se necesitaban dos vampiros para abrir la cueva en la que los había enterrado hace mucho tiempo.
Dudaba que los Ancianos siquiera supieran cómo entrar, pero Jaehyo no iba a ser laxo sólo porque pensara que eran indetectable.
—KiKwang, ¿qué estás haciendo aquí? —Jaehyo preguntó al ver al pequeño vampiro sentado en el sofá de su oficina.
El hombre casi nunca venía aquí, así que ver al pequeño hombre de forma automática hacía que Jaehyo se preguntara qué estaba pasando. KiKwang se encogió de hombros y luego suspiró. —Sólo tomando un descanso de todo.
Jaehyo se sentó en el sofá, mientras estudiaba al joven vampiro. —¿De qué necesitas descansar, jovencito? —KiKwang era un hombre muy dulce. Le encantaba estar en el club. Si había algo que lo llevaba a la oficina de Jaehyo, no podía ser bueno.
Jaehyo era muy protector del vampiro, considerando que KiKwang era uno de sus hijos. KiKwang no iba por ahí presumiendo de sus lazos familiares, como algunos de los otros hijos de Jaehyo parecían hacer. Y Jaehyo también mantenía su vínculo con KiKwang en silencio. No necesitaba que el pequeño vampiro fuera utilizado contra Jaehyo. Era uno de sus peores temores que KiKwang se viera dañado por su causa.
Pero había algo acerca de KiKwang que sacaba los instintos protectores de Jaehyo. Quizás era porque KiKwang era más ingenuo que sus hermanos, o tal vez era porque KiKwang había elegido vivir aquí en lugar de salir y explorar el mundo como los demás habían decidido hacer.
Fuera lo que fuese, Jaehyo sentía un fuerte vínculo con KiKwang. Y también KiKwang estaba resultando ser un gran hermano. Él veía a Hong Seok en cada oportunidad que tenía. A Min Hyun le encantaba eso y eso hacía a Jaehyo aún más feliz.
—Yo estaba por ahí bailando en la pista de baile —dijo KiKwang levantando la vista hacia los preocupados ojos de Jaehyo—, y algunos vampiros comenzaron a ser realmente agresivos. Ellos agarraban a los humanos y los mordían, incluso cuando los humanos habían dicho que no. Algunos de ellos incluso trataron de agarrarme, pero yo soy más rápido que ellos y salí corriendo hacia acá.
Un escalofrío recorrió la columna de Jaehyo mientras se ponía de pie. ¿Vampiros volviéndose agresivos en su club? Cualquier persona de su Aquelarre, e incluso los vampiros que estaban de visita sabían que morder a un humano contra su voluntad era castigable. La ira creció aún mas al pensar en KiKwang siendo forzado. Algo andaba mal, y el Príncipe planeaba averiguar lo que estaba pasando.
—¿Me puedes mostrar a los responsables? —Jaehyo le preguntó a KiKwang.
KiKwang raspó los dientes sobre el labio inferior y se puso de pie, siguiendo al Príncipe al salir de la oficina. Localizando al guardia en la puerta, Jaehyo le envió una orden a través de su mente. —No quiero que nadie entre o salga.
Rome asintió, cerrando las puertas de The Manacle, enjaulando a todos los ocupantes en el interior. Era una vista espeluznante el ver las puertas cerrarse, pero Jaehyo tenía que llegar al fondo de las cosas. Él no iba a tener a los humanos de los que dependía su alimento, lastimados de ninguna manera.
Luego llamó a los cuatro guardias que tenía vigilando el club. D.K., JunHyung, Mino, y Seung Yub se abrieron paso entre la multitud y se dirigieron hacia él, viéndose perplejos. Jaehyo se colocó en el borde exterior de la multitud que seguía bailando y revisó el mar de gente, en busca de algo peculiar.
—Muéstrame, KiKwang.
El joven señaló a uno de los vampiros a su izquierda. Jaehyo chasqueó los dedos, los guardias se acercaron. —Tenemos un problema. KiKwang me ha informado que tenemos vampiros agresivos en el club. O tenemos rebeldes o los vampiros están drogados con Liquid Wrath16. JunHyung, quiero que me traigas al joven vampiro de allí.
Jaehyo señaló a un vampiro que estaba muy agresivo con un varón humano. El humano estaba empujando al vampiro de nuevo, moviendo la cabeza en aparente negativa, pero el vampiro no estaba aceptando un no por respuesta.
JunHyung gruñó mientras se empujaba a través de unas pocas personas y agarró al vampiro. El chico no estaba muy contento con la interrupción y se lo mostró a JunHyung que trataba de alejarlo del humano al que acosaba. Jaehyo vio cómo Mino y Seung Yub se unieron, agarrando al vampiro y arrastrándolo.
No debería haber requerido tres guardias para tomar al joven. El Príncipe rezó porque no fuera a causa de Liquid Wrath. Odiaba esa droga. Eso se estaba convirtiendo en un problema grave en la comunidad paranormal. Lo había casi matado cuando la había ingerido en el momento que trató de convertir a Tater, una de las parejas de los osos shifter de la Villa Brac.
Poniendo su mano sobre la cabeza del vampiro, Jaehyo sondeó su mente, recorriendo sus recuerdos. Lo que debería haber sido una idea clara de lo que sucedió en su club era solo confusión incomprensible. Eso no le dijo nada en absoluto.
Podría ser lujuria de sangre por beber más allá de la capacidad del jovencito o podría ser envenenamiento de la mente a causa de Liquid Wrath. Jaehyo no estaba seguro.
—Extiende su mano por mí.
JunHyung forzó la mano del vampiro hacia Jaehyo que cortó la palma del hombre. No iba a probar la sangre en busca de los recuerdos porque era demasiado peligroso. En lugar de eso, olió la sangre roja que estaba apareciendo en la palma del hombre.
El olor era nauseabundo y ofensivo, haciendo que apartara abruptamente la cabeza.
—Quiero saber quién alimenta con droga a estos vampiros.
—¿Qué droga? —KiKwang preguntó en voz baja mientras veía del vampiro al Píncipe.
Jaehyo vio a cada guardia y luego a KiKwang.
—Alguien está distribuyendo Liquid Wrath en este club, y quiero encontrarlo —dijo Jaehyo mientras se giraba a ver al cuatro—. Nadie deja el lugar hasta que el culpable sea encontrado y llevado ante mí.
D.K., Mino, y Seung Yub fueron a buscar entre la multitud mientras JunHyung detenía al vampiro agresivo. —Llévalo a uno de los cuartos del fondo y átalo. Cuando se desintoxique, me dará las respuestas que quiero.
Hyun Seung buscaba a su pareja en el club. No había visto a JunHyung en más de una hora, y estaba empezando a preocuparse. No era como que JunHyung se fuera sin decirle nada. Su pareja había sido demasiado inflexible manteniendo a Hyun Seung cerca. No había manera de que se fuera y dejara atrás a Hyun Seung.
—¿Vas a comprar la mierda o qué?
Hyun Seung prestó atención al cruzar la puerta al pasillo trasero. Vio a dos hombres de pie cerca de la puerta de uno de los cuartos. Siendo humano no estaba seguro de si estos hombres eran vampiros o no. JunHyung podría decirlo de inmediato, pero Hyun Seung solo podía suponerlo.
—No creo que quiera probarlo —dijo uno de los hombres y luego se alejó. Hyun Seung se quedó viendo a la persona que se quedó atrás. Había algo fuera de lugar. Los ojos del chico estaban parpadeando demasiado rápido, y sólo estaba viendo alrededor.
Esa apariencia le decía a Hyun Seung que eso no era bueno.
—¿Estás buscando anotar? —preguntó el hombre cuando vio que Hyun Seung lo veía—. No tengo toda la noche. Si vas a comprar, hazlo y lárgate de aquí.
Hyun Seung empezó a sacudir la cabeza y luego se detuvo. Tenía curiosidad de saber lo que el hombre estaba vendiendo. Había visto tráfico de drogas en la esquina, cuando se dirigía a varios trabajos desde los diferentes refugios en los que se había quedado.
—¿Qué estás vendiendo? —preguntó mientras caminaba por el pasillo.
—Avon —bufó el hombre—. ¿Qué crees?
Hyun Seung no estaba seguro. Él nunca había tomado drogas en su vida y no sabía nada de eso. Vio cómo el hombre sacó un pequeño frasco de color café con una tapa negra de su bolsillo. Era solo de un par de centímetros, no muy grande.
—¿Qué es eso?
El hombre sonrió, pero eso no llegó a sus ojos. Ese hecho por sí solo hizo a Hyun Seung querer retroceder, pero tenía curiosidad. Nunca había visto drogas de cerca. No era tan estúpido como para tomarlas, pero...
—Es Liquid Wrath. No creerás lo que te eleva —dijo el hombre como si estuviera tratando de venderle la droga a Hyun Seung—. Te diré qué. Dado que obviamente es tu primera vez, te la daré gratis. —El hombre le daba el pequeño frasco a Hyun Seung.
Hyun Seung abrió la mano, dejando el pequeño frasco en su palma. Seguro que era pequeño. Lo tomó y lo sostuvo entre su índice y pulgar. Podía ver algún tipo de líquido en su interior, moviéndose de un lado a otro. —¿Cómo se toma esto?
El tipo se encogió de hombros. —Depende. Puedes inyectártelo o beberlo directamente. La mayoría prefiere beberlo.
—¿Qué es lo que hace?
El tipo gruñó con frustración. —Esto no es una clase de mierda. Si quieres saber, bébelo. Deja de hacer tantas jodidas preguntas.
Hyun Seung lo destapó e inhaló profundamente, y entonces tosió. La droga tenía un olor nauseabundo. ¿Cómo infiernos alguien podía beber esa mierda? Olía como a sangre y trementina con una pisca de cloro mezclado. Ahora su maldita nariz ardía. La volvió a tapar listo para regresarla y decirle al tipo que se largara cuando agarraron su brazo y arrebataron el frasco de sus dedos.
—¿Tomaste de esto? —JunHyung gritó mientras empujaba al tipo dentro del cuarto y entonces acunaba la cara de Hyun Seung—. Dime, Hyun Seung. ¿Tomaste de esto?
Hyun Seung sacudía la cabeza frenéticamente, viendo la ira y el miedo en los ojos de JunHyung. Sabía que las drogas eran malas y no era tan tonto para probarlas, pero el ver el pánico total en los ojos de su pareja asustó como el infierno a Hyun Seung. —Yo… yo solo tenía curiosidad.
—Pero ¿tomaste de la droga, Hyun Seung? Necesito saberlo.
—No —Hyun Seung contestó apartándose del fuerte agarre de JunHyung—. No tomé de eso.
—Bueno —dijo el Príncipe entrando del pasillo y tomando al traficante del cuello—. Porque si lo hubieras hecho, estarías muerto. Esa droga mata a los humanos.
Hyun Seung sentía como si no pudiera respirar. Lo había inhalado.
¿Podría morir por haberlo inhalado? Veía con la boca abierta del tipo al Príncipe que lo sostenía. ¿Sabría que eso podía matar a Hyun Seung? El hombre había sido tan casual durante toda la conversación. Hyun Seung no podía creer que al hombre no le importara nada si Hyun Seung vivía o moría.
¿Qué tipo de monstruo era el traficante?
—La olí. ¿Voy a morir? —preguntó lleno de pánico—. ¿Moriré?
—Su cuerpo temblaba tanto que las rodillas de Hyun Seung amenazaban con caer. La droga mataba a los humanos y ese bastardo había intentado que la bebiera.
—No creo que el olerlo pueda matarte —contestó el Príncipe—. Pero no puedo estar cien porciento seguro.
«¡Oh jodido infierno!» Eso no era alentador en absoluto. Hyun Seung vio cómo JunHyung ataba al hombre en el cuarto y entonces su pareja regresó con él con el ceño fruncido.
—¿Por qué jodidos incluso lo tocaste? —gritó directamente frente a la cara de Hyun Seung—. ¿Qué te poseyó para incluso acercarte a esa mierda?
Hyun Seung no tenía respuesta para eso. No estaba seguro de por qué había dejado que el hombre dejara el frasco en su palma, pero al ver que los colmillos de JunHyung se alargaban, empezaba a asustarse.
—Yo… yo no sé —contestó honestamente.
Vio en medio de su confusión cómo Jaehyo empujaba al traficante contra la pared y abría la boca, sus colmillos —eran del doble de largo que los de JunHyung— atravesaron el aire y se encajaron directamente en la yugular del hombre.
Cuando sentía que se iba a desmayar por lo sucedido, JunHyung lo tomó y entonces todo cambió. Ellos ya no estaban en el club, estaban en la recámara de JunHyung. Su pareja lo acostó en la cama.
—Quiero que te quedes aquí. No salgas de la jodida casa, Hyun Seung.
Podía ver la decepción en la mirada de su pareja, y JunHyung desapareció justo frente a sus ojos.
Hyun Seung se deslizó de la cama preguntándose si ahora JunHyung lo odiaba.
La ira comenzó a formarse en él. No era como si fuera a tomar la maldita droga. Lo sabía bien para haberlo. Solo un tonto consume drogas.
Solo estaba siendo curioso.
JunHyung no debería de enojarse con él. ¿Qué creía? ¿Que solo por el hecho de que Hyun Seung toda su vida había vivido en una granja podía asumir automáticamente que era estúpido?
Hyun Seung no estaba seguro, pero en cuanto más se paseaba por la habitación, más enojado estaba. ¿Cómo se atrevía JunHyung a tratarlo de esa manera?
Caminando con energía hacia la puerta del dormitorio, Hyun Seung abrió la puerta. Él no iba a quedarse con un hombre que no confiaba en él y lo consideraba estúpido. Agarró su mochila, se la echó por encima del hombro y se dirigió a la puerta principal.
—Que se joda —murmuró en voz baja mientras subía las escaleras—. Si él quiere tratarme como si no tuviera nada de sentido común, puede besarme el culo.
Hyun Seung abrió la puerta principal y salió rabiando a la noche. Su enojo estaba por las nubes mientras caminaba y se dirigía… a ninguna parte.
Se detuvo y tomó una respiración profunda. Huyendo de los problemas no se iba a resolver absolutamente nada. Fue una mala reacción a la ira de JunHyung, como JunHyung había reaccionado ante el enorme miedo de que Hyun Seung hubiera ingerido la droga.
¿Cómo habría reaccionado si pensara que iba a perder a JunHyung por alguna droga maldita? Hyun Seung sabía cómo habría reaccionado.
De la misma manera que JunHyung lo hizo.
Se dio la vuelta, regresó a la casa en donde iba a esperar a su pareja. Esperaba que la ira de JunHyung se hubiera disipado para el momento de su regreso.
Mientras Hyun Seung regresaba por el largo y sinuoso camino de la entrada fue abordado desde atrás.
continuara...