Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

44. Por el resto de la Eternidad. (05) por dayanstyle

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Dong Woon vio su reloj mientras estacionaba su moto en el estacionamiento de The Manacle. Tenía diez minutos hasta que terminara el turno de KiKwang. No estaba seguro de lo que haría después de que KiKwang marcara su salida, pero a Dong Woon en realidad no le importaba. A él le gustaba hablar con el hombre.

Inclinó la cabeza ante el guardia en la puerta que lo dejó entrar. La multitud se había reducido, pero todavía había gente girando, como si salir de este lugar fuera la última cosa que quisieran hacer. La pista de baile estaba vacía, y la música, afortunadamente, ya no era un fuerte zumbando en el lugar.

Dong Woon vio alrededor, en busca del hombre que parecía llamarle. Había algo acerca de KiKwang y Dong Woon quería pelar las capas hasta encontrar el verdadero núcleo de quién era el hombre.

¿De verdad sólo en eso pensaba?

 

Sacudiendo la cabeza, Dong Woon sabía que estaba perdiendo la cabeza. Nunca antes alguien se había metido en su corazón de esa forma. Dong Woon sonrió y luego se rio interiormente. Ahora podía ver que KiKwang iba a ser su caída.

Vio a KiKwang salir de una puerta de atrás de la barra, secándose la frente como si estuviera cansado de trabajar toda la noche.

Dong Woon cruzó el cuarto y se reunió con KiKwang en el extremo de la barra. —Listo.

KiKwang vio a Dong Woon como si le tuviera miedo. Extendió la mano y puso su mano sobre el hombro de KiKwang, sus cejas se juntaron. —¿Está todo bien?

 

KiKwang retrocedió lo suficiente para que la mano de Dong Woon cayera de su hombro mientras se frotaba la parte posterior de su cuello. KiKwang ni siquiera lo veía. —No creo que sea una buena idea, Dong Woon.

—¿Qué? —Dong Woon le preguntó mientras sentía que los vellos en sus brazos se erizaban. Algo no estaba bien. KiKwang había accedido rápidamente a reunirse con él. ¿Por qué ahora había cambiando de opinión? ¿El Príncipe le habría dicho a KiKwang que no viera a Dong Woon?

—Somos... —KiKwang se interrumpió y se mordió los labios, viendo alrededor del club. Solo había gente limpiando que no les prestaban la menor atención—. Sólo somos personas muy diferentes. No creo que sea sabio entremezclarse.

«¿Entremezclarse?» —Aceptaste salir conmigo, KiKwang. Sé que no puedes salir al sol debido a la que sea la condición que tienes en tu piel, pero no veo un problema si salimos de aquí durante una o dos horas. —Eso debería darle a Dong Woon algún tiempo para conocer al hombre.

—Yo… tú. —KiKwang bajó la vista hacia sus manos—. Esto no puede suceder.

Dong Woon estaba comenzando a sentirse extremadamente frustrado. KiKwang llamaba a una parte de él que Dong Woon no acababa de entender completamente, pero lo quería. —¿Qué es lo que no puede suceder, KiKwang?

 

—Nosotros  —dijo KiKwang viendo  a Dong Woon—. No  podemos salir.

—¿Fue el Príncipe? —El hombre era intimidante como el infierno. Dong Woon no era tan orgulloso para no admitirlo, pero él no iba a permitir que el hombre hablara mal de él, y el Príncipe ni siquiera lo conocía. Dong Woon podría no aparentarlo exteriormente, pero no era un hombre malo.

—No —KiKwang respondió rápidamente sacudiendo la cabeza y con los ojos muy abiertos—. Dijo que estaba bien.

 

¿Quién demonios era ese tipo que KiKwang tenía que tener su permiso? —Entonces, ¿cuál es el problema? —Dong Woon le preguntó mientras tomaba las manos de KiKwang entre las suyas. El pequeño contacto envió ondas de emoción a lo largo del  cuerpo  de Dong Woon. El solo tocar al hombre lo entusiasmaba.

KiKwang se quedó viendo fijamente sus manos antes de ver a Dong Woon. —Te tienes que ir —dijo KiKwang mientras liberaba sus manos y retrocedía—. Esto no puede funcionar.

Dong Woon sintió un gruñido retumbar en su garganta. KiKwang cambió de opinión por alguna razón, y él iba a averiguar la razón.

—Me voy a ir, KiKwang, pero regresaré. No voy a renunciar a ti.

—Por favor, tienes que hacerlo —murmuró KiKwang antes de irse.

 

Dong Woon suspiró cuando se dio la vuelta y se alejó. No le importaba lo que KiKwang dijera. Alguien había hecho que el hombre cambiara de opinión, y Dong Woon iba a averiguar quién era esa persona.

 

 

 

Dong Woon se encontró estacionando su motocicleta en el mismo lugar que la noche anterior. No estaba seguro de por qué él estaba luchando tan duro para conseguir una cita con KiKwang. Pero no le parecía justo solo alejarse. KiKwang era un enigma que Dong Woon iba a investigar.

Pasó por delante del portero, pero esta vez se dio cuenta de que el hombre le daba una dura mirada. ¿Qué infiernos era todo eso? Dong Woon ignoró al hombre y se dirigió a la barra. Tomando asiento, Dong Woon levantó la vista hacia el balcón del segundo piso. No vio a KiKwang ahí. Quizás estaba detrás de la puerta que estaba detrás de la barra.

Dong Woon se iba a quedar sentado esperando. Tarde o temprano iba a ver a KiKwang, y cuando lo hiciera... Dong Woon no estaba seguro de lo que iba a hacer, pero quedarse sentado sobre su culo sin hacer nada no era la respuesta.

—Él no quiere verte.

 

Dong Woon se giro para ver a Junhyung de pie detrás de él, con los brazos sobre el pecho. —De nuevo, esa es una decisión que KiKwang debe tomar.

Junhyung suspiró mientras bajaba los brazos. —Mira, Tiny. Somos buenos amigos. Así que por eso te lo estoy diciendo ahora, da marcha atrás. No tienes ni idea de lo protegido que está KiKwang. Tiene a todos a su alrededor. No es sabio remover la olla. Confía en mí, aléjate.

«Qué infiernos». Dong Woon no se iría a ninguna parte hasta que hablara con KiKwang. Pero no tenía que decirle eso a Junhyung. — Está bien, voy a tomar una copa y luego me iré.

Junhyung lo vio por un momento y luego asintió. —Sabia elección.

—¿No hay rencores? —Dong Woon preguntó mientras le tendió la mano.

Después de un segundo de vacilación, Junhyung sonrió y le estrechó la mano, palmeando la espalda de Dong Woon. —Sin rencores.

Dong Woon ordenó agua con hielo y tomó pequeños tragos, mientras Junhyung se retiraba de nuevo al pasillo que vigilaba. Dong Woon no se iría como una sombra en la noche. No, él iba a buscar por el lugar hasta encontrar al hombre que hacía que su cabeza girara con asombro. No estaba seguro de que fuera la mejor elección, pero de nuevo, ¿cuándo Dong Woon había hecho algo que tuviera sentido? No por el tiempo que pudiera recordar.

Llevándose el vaso, Dong Woon lentamente se dirigió hacia arriba, viendo a los hombres de todo el club. Se acercó a las mesas y tomó asiento ante una. Sus ojos recorrían las caras de todos los que bailaban, pero no vio a KiKwang entre los bailarines. Después de unos diez minutos, se levantó y caminó lentamente de regreso a las habitaciones que veía en la parte posterior de la segunda planta.

Revisó cada una de ellas. Aparte de descubrir que eran dormitorios, no encontró a KiKwang. Dong Woon se giró y bajó. Sabía, o en verdad esperaba, que KiKwang no estuviera en la entrada trasera, donde los cuartos eran de BDSM, por lo que tomó el pasillo a la derecha de la barra, vio que sólo había una puerta.

Viendo por encima del hombro para asegurarse de que nadie lo siguiera, Dong Woon giró la perilla y se asomó, viendo a KiKwang sentado en un sofá de piel a su derecha. Cerrando la puerta detrás de él, Dong Woon se aclaró la garganta.

—¿Qué estás haciendo aquí? —KiKwang preguntó levantando la cabeza.

El hombre no parecía asustado de Dong Woon. Eso era algo bueno. Podría trabajar con cualquier otra cosa con tal de que KiKwang no le tuviera miedo. —Te buscaba.

 

KiKwang tenía que dejar de babear. El hombre era simplemente hermoso. Casi se olvidó de por qué estaba alejando a Dong Woon. Sentado aquí y ahora, viendo fijamente a Dong Woon, en todos lo que KiKwang podía pensar era en lo mucho que quería estar más cerca del humano.

—No deberías de estar aquí. Esta es la oficina del Príncipe. —Incluso mientras las palabras salían de sus labios, KiKwang quería retirarlas. No quería que Dong Woon se enterara que estaba aterrorizado por la promesa de Yohan y que lastimara a Dong Woon. Los vampiros eran diez veces más fuerte que los humanos, y la idea de que hirieran a Dong Woon hacia que KiKwang se sintiera mal del estómago.

 

—Si de verdad quieres que me vaya, lo haré. Pero dime por qué me estás alejando.

Si sólo fuera así de fácil. KiKwang quería contarle todo a Dong Woon. Quería que su pareja supiera que él era un vampiro, que vivía de la sangre, que era pareja de Dong Woon. Y quería decirle a Dong Woon de la amenaza de Yohan que estaba sobre él.

Pero KiKwang tenía miedo.

 

Tenía miedo de que Dong Woon no aceptara nada de esto y huyera de él. Y KiKwang sabía que era cada vez más difícil resistirse al hombre, incluso después de sólo una noche en la que apenas habló con él. La cercanía de Dong Woon hacía que su interior se estremeciera.

Alejarlo anoche había tomado hasta la última gota de resistencia que KiKwang tenía. Alejarlo ahora sería imposible.

La respiración de KiKwang se quedó atrapada en su garganta cuando Dong Woon se acercó, sus pasos lentos y medidos. Los ojos café claros de Dong Woon clavados en él. Empezó a jadear cuando el hombre llegó al sofá.

KiKwang se quedó sentado inmóvil mientras Dong Woon se sentaba junto a él. KiKwang podría decir que Dong Woon no estaba tratando de ser seductor, pero el hombre tenía una tendencia natural para eso. Parecía que manaba de sus poros, y KiKwang quería caer en los brazos del hombre e inhalar la esencia de Dong Woon hasta que sus pulmones estuvieran nadando en la fragancia.

—Dime, KiKwang. ¿Por qué me alejas?

 

«Oh, sí». Podría escuchar la profunda voz de Dong Woon toda la noche y rogar por más cuando llegara la luz de la mañana. Era sensual, erótica y malditamente sexy.

—Porque mi mundo no es seguro para ti —confesó KiKwang.

 

—¿Este club? —Dong Woon preguntó mientras inclinaba la cabeza más cerca, su aliento cosquilleó y acarició la cara de KiKwang. Asintió, sus labios se separaron cuando KiKwang se acercó más. Se lamió los labios, moría por saborear a su pareja por primera vez.

—Creo que puedo cuidar de mi mismo KiKwang —murmuró Dong Woon en los labios de KiKwang. Su expresión era tan sensual que KiKwang tragó varias veces. Dong Woon inclinó los labios, la punta de los dedos tocando la cara de KiKwang mientras Dong Woon lo besaba por primera vez.

El cuerpo de KiKwang reconoció de inmediato a su pareja. Su pulso empezó a latir fuera de control y sus colmillos dolían por hundirse en la carne de Dong Woon. Estaba perdido ante el tacto de Dong Woon, su olor, y su hambre. Dong Woon profundizó el beso más, lamiendo los labios de KiKwang. KiKwang se abrió, y entonces Dong Woon entró en él, el roce de su lengua exploraba la boca de KiKwang.

Un grito gimiendo de placer llenó el aire a su alrededor mientras se empujaba más cerca de Dong Woon, con ganas de más, con ganas de todo. KiKwang agarró la chaqueta de Dong Woon, jalando más cerca a su pareja, pero todavía no se sentía lo suficientemente cerca. Él quería estar tan cerca de su pareja que nadie fuera capaz de separarlos.

Casi gritó de protesta cuando Dong Woon se alejó, apartando sus labios suaves y deliciosos.

—Entonces, ¿vas a salir conmigo? —Dong Woon preguntó mientras KiKwang jadeaba. El hombre le estaba pidiendo algo, y KiKwang no lograba que dos células de su cerebro conectaran juntas en ese momento.

Se lamió los labios una vez más ante el recuerdo del caliente y sofocante beso que acababa de recibir. Nunca había sabido que los besos pudieran ser tan explosivos. Había besado antes, pero nunca eso había alterado su mente. —Si.

—¿Trabajas esta noche? —Dong Woon preguntó mientras pasaba la yema de los dedos por los labios de KiKwang. La lengua de KiKwang salió, saboreando la salada piel de su pareja.

—No. —Parecía que todo lo que podía decir en ese momento eran monosílabos. Dong Woon le había robado a KiKwang toda la capacidad de un patrón de pensamiento más elevado. Él simplemente seguiría respondiendo ‘sí’ o ‘no’ a las preguntas.

Dong Woon sonrió y KiKwang incluso se olvidó de los monosílabos. El hombre estaba robándole el aliento. KiKwang siempre había deseado encontrar a su pareja. Había estado al acecho desde que tenía edad suficiente para saber lo que era una pareja y lo que significaba tener una. Ahora que sabía quién era su pareja, KiKwang estaba embelesado.

—¿Quieres pasar el rato por aquí? —Dong Woon bromeó como si supiera que KiKwang estaba en una especie de trance. Él parpadeó unas cuantas veces, haciendo su mejor esfuerzo para reagrupar a su mente más allá de Dong Woon. KiKwang se aclaró la garganta, sintiéndose un poco avergonzado de haberse enamorado tan duro con las caricias de Dong Woon.

—Podemos. —«Gracias a Dios que puedo pensar de nuevo»—. Te puedo presentar a los miembros.

—¿Miembros? ¿Exactamente qué tipo de club es este, KiKwang? —preguntó Dong Woon mientras pasaba sus dedos por el corto cabello de KiKwang.

KiKwang se puso tenso. —Sólo un club normal, todos los días, con nalgadas hasta que rueguen. —KiKwang quiso golpearse la frente. Parecía que su cerebro no estaba funcionando totalmente por el momento porque se estaba avergonzando como el infierno.

¿Por qué no le decía a Dong Woon que él era un vampiro que quería morder a Dong Woon hasta que su pareja se corriera en los pantalones?

Dong Woon arqueó las cejas mientras sonreía. KiKwang podía sentirse hundiéndose más profundamente en el agujero que él mismo estaba cavando. Eso no era lo que había querido decir.

—Entonces vamos a ver el lugar. —Dong Woon se puso de pie, ofreciéndole la mano a KiKwang. Suspirando interiormente, KiKwang se levantó y tomó la mano de Dong Woon, rezando por no meter más la pata con su gran boca.

Saliendo de la oficina, KiKwang tomó la iniciativa y llevó a Dong Woon a la barra. —Jae Kyung, Jaehyun, él es mi amigo, Dong Woon.

KiKwang vio a Jaehyun y Jae Kyung estrechar la mano de Dong Woon.

—Mucho gusto de conocerte —dijo Jae Kyung con una sonrisa. El vampiro no engañó a KiKwang. Estaba evaluando a Dong Woon. KiKwang le iba a dar a Jae Kyung un pedazo de su mente más tarde... mucho, mucho más tarde. ¡El tipo era enorme!

Luego KiKwang presentó a Dong Woon con Rome, el guardia y el limpiador de mentes de la puerta principal del club. Cuando se alejaban, Rome levantó la mano como si fuera a limpiar la mente de Dong Woon. KiKwang le dio una dura mirada y Rome se rio dándole un guiño a KiKwang, bajando la mano.

—Sólo jugando, amigo —dijo Rome mientras se alejaban.

 

KiKwang lo presentó con los guardias que trabajaban en la pista de baile, Mino y Seung Yeob, y D.K., que en ocasiones bromeaban con él. Él sabía que no tenía necesidad de presentar a su pareja con Junhyung. Los dos ya se conocían.

KiKwang podía sentir su cuerpo tenso y nervioso cuando Hong Bin y Jun se acercaban a ellos. Los dos eran hombres muy importantes. Hong Bin era el segundo al mando de Jaehyo e Isla era el tercero.

—Hong Bin —dijo el segundo al mando tomando la mano de Dong Woon y estrechándola, una amplia sonrisa en sus labios—. He oído que eres la pareja de KiKwang.

KiKwang llevó su mano a la cara, controlando la urgencia de patear a Hong Bin.

—¿Su qué? —Dong Woon le preguntó mientras veía de Hong Bin a KiKwang confundido.

—Amigo —KiKwang rápidamente ofreció.

 

Hong Bin arqueó una ceja, pero KiKwang rápidamente agarró a Dong Woon y lo retiró. Si Dong Woon se iba a enterar de que KiKwang era un vampiro, no iba a suceder en una conversación casual en la pista de baile.

 

Dong Woon tenía la sensación de que había más alrededor de este lugar de lo que KiKwang le estaba diciendo. Acababa de conocer al chico por lo que no iba a presionar en busca de respuestas... aún. Pero sabía que cuando Hong Bin dijo pareja no quiso decir amigo. El hombre estaba un poco demasiado complacido cuando él había hecho la  pregunta.

A pesar de que su instinto le decía que algo a un nivel más profundo estaba pasando aquí, Dong Woon estaba pasando un buen momento. La gente parecía bastante agradable, aunque algunos de los hombres eran un poco reservados cuando KiKwang se los presentaba.

Mientras estaba ahí hablando con Si Hyoung, Dong Woon sintió su cabeza girar por oleadas de vértigo. Sabía que tenía que sentarse y descansar un momento. Se excusó dirigiéndose a la barra y tomando asiento, tomó una servilleta de la barra y se limpió las cejas.

—¿Te sucede algo? —KiKwang le preguntó mientras se sentaba junto a Dong Woon, la preocupación manchando sus negros como la media noche ojos.

—Hace un poco de calor aquí —mintió. Acababa de conocer a KiKwang y no quería asustar al hombre y que se alejara al decirle que tenía un trastorno sanguíneo poco común, incluso si la mentira le daba un mal sabor en su lengua—. Déjame descansar un momento, y luego bailamos.

—¿Bailas? —KiKwang le preguntó con entusiasmo.

—Sí —contestó Dong Woon con una sonrisa—. Me gusta bailar.

—Jae Kyung, ¿puedes traerle agua con hielo a Dong Woon? — KiKwang le pidió al barman. Dong Woon estaba agradecido por esa pequeña muestra de bondad. Agradeció a Jae Kyung cuando el barman regresó con el vaso. Tomó un gran trago del claro líquido, sintiendo que el agua inmediatamente apagaba su sed.

—¿Estás seguro de que estás bien? —KiKwang preguntó de nuevo. Dong Woon no iba a seguir mintiéndole al hombre, así que dejó el vaso y le sonrió.

—Vamos a bailar.

 

KiKwang no parecía muy convencido, por lo que Dong Woon tomó la mano y jaló al pequeño hombre a la pista de baile antes de que KiKwang pudiera protestar. Dong Woon tomó las caderas de KiKwang, sonriéndole mientras movía las caderas de un lado a otro con la música que llenaba el club.

—Me gusta la forma en que bailas. —KiKwang le dio a Dong Woon una pequeña sonrisa mientras colocaba sus manos sobre el pecho de Dong Woon.

—Aún no has visto nada. —La voz de Dong Woon había bajado. La ronquera era como una suave caricia del viento al rozar la cara de KiKwang. KiKwang se estremeció. Dong Woon no podía dejar de tocarlo. Sus dedos se sentían atraídos por la sensación de KiKwang debajo de ellos. La suavidad de su piel, la suavidad y tersura estaban convirtiéndolo en un adicto.

Dong Woon apoyó su mano en la mitad de la espalda de KiKwang mientras agarraba la mano de KiKwang con la otra, moviéndose por la pista como si fueran los únicos dos en el club. Los ojos negro medianoche de KiKwang fijos en Dong Woon mientras las luces destellaban a su alrededor.

Con su visión enfocada, Dong Woon sentía como si estuviera tomando el sol en KiKwang en el calor de su siempre presente sonrisa y sus hipnóticos ojos. Giró a KiKwang, haciendo que el hombre se riera fuerte mientras se apartaba de la seguridad del cuerpo de Dong Woon.

—No creo que estemos bailando apropiadamente esta canción —señaló KiKwang justo antes de que Dong Woon lo jalara de nuevo acercándolo. Dong Woon besó el cuello de KiKwang antes de levantarlo.

—Estoy bailando con la canción que está latiendo en mi corazón sólo para ti.

KiKwang veía con la boca abierta cómo Dong Woon le sonreía bailando alrededor de la pista con KiKwang fuertemente en sus brazos. Podía ver su futuro en KiKwang. Estaba ahí en esos oscuros ojos. Dong Woon podría verse por una eternidad con él.

—Nadie me ha hablado de esa manera.

 

Dong Woon se inclinó hacia adelante, apoyando su frente contra la de KiKwang, tomando el único olor de KiKwang. —Acostúmbrate a eso, dulzura. —Dong Woon movió las caderas con KiKwang de un lado al otro y luego acercó de nuevo a KiKwang.

KiKwang jaló su cabeza hacia atrás y se carcajeó y Dong Woon se enamoró del hombre en ese perfecto instante. Curvó sus dedos en la espalda de KiKwang acercándolo, tomó los labios del chico con los suyos, sintiendo el calor del cuerpo subir cuando la lengua de KiKwang salió, enviando estremecimientos de deseos que recorrieron a Dong Woon.

Dong Woon sintió a KiKwang tensarse, sus labios duros mientras KiKwang se apartaba de él, viendo a la entrada del club.

—Déjame mostrarte algunos lugares más de alrededor — dijo KiKwang rápidamente mientras llevaba a Dong Woon a través de la multitud y por un pasillo donde Dong Woon vio a Junhyung. Cuando KiKwang abrió uno de los cuartos, Dong Woon vio la expresión de sorpresa en la cara de Junhyung, justo antes de que KiKwang cerrara la puerta.

Dong Woon vio a su alrededor y se preguntó qué infiernos estaba pasando. No había tomado a KiKwang como el tipo de persona que le gustaran unas  nalgadas, y dado el aspecto del cuarto era para mucho más.

—¿Hay algo que estás tratando de decirme?

KiKwang tragó   saliva viendo a Dong Woon.  —¿Por  qué lo preguntas?

—Porque —comenzó Dong Woon mientras agitaba su mano alrededor del cuarto—, me has jalado a un cuarto de juegos.

 

Continuara...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).