Otabek no estaba seguro de como logro clasificar a la final, aunque le daba un poco de pena Leo, aquel Alfa que parecía algo triste por quedar en cuarto, por lo menos Guang le animo recordándole que logro llegar a la final también; el pequeño Beta en realidad no participo en otra competencia después por una lesión; por su parte Yuri, quedo en el primer puesto para clasificar.
El tiempo le parecía bastante largo, habiendo llegado temprano para calentar, y sabiendo que el canadiense le tocaba los últimos turnos al presentar sus programas, dejo que su impaciencia se reflejara en un tic de su pierna, con su rostro tan tranquilo como siempre; Yuri solo quería, por primera vez desde que conocía a Otabek, lanzarle su celular a la cara.
—Si tienes energía para eso— espetó, exasperado por el sonido de los zapatos del kazajo en el piso—, ya debería estar haciendo que pagaras mi chaqueta; ya llegara el idiota ese.
El castaño le sonrió a Yuri, agradeciendo sus intentos de calmarlo, o de evitar que siguiera fastidiándolo. El kazajo no se había dado cuenta de cómo su cuerpo delataba sus emociones, o sus nervios; porque, aunque nadie pudiera decirlo, estaba nervioso de ver al Omega, y por no verlo.
—Beka, ahí está tu tonto— Le señalo Yuri a un patinador saludando al público apenas entró a la pista, agradeciendo los gritos de ánimo de sus admiradores.
—Supongo que sí es popular— Silbo Victor, observando las pancartas dedicadas al canadiense. Al ruso le daba algo de nostalgia eso, no había presentación donde no lo recibieran como la leyenda que era; eran esos momentos en que se daba cuenta, que quizá estaba un poco viejo—. Pero quien se preocupa por eso.— Suspiro decaído el ruso.
—¿Beka?— Yuri se dio cuenta que en el momento que dio un vistazo breve a los lamentos de Victor, que su amigo se desapareció hacia quizá unos minutos—. ¿En serio?— Rodo los ojos, pensado que su amigo se veía ridículo casi trotando hacia donde estaba Jean.
Como se viera frente a otros, era lo de menos para el Alfa, como tampoco percibía la mirada resentida de Alain, o la preocupada de Nathalie, que no quería dejar a su hijo con un Alfa; pero ya tenía los antecedentes del joven, así que supuso que debería darle su espacio, llevando a su esposo a platicar con algún entrenador.
Con el apoyo de la madre de Jean, Otabek se llevó a éste a algún pasillo alejado del bullicio. El menor mentiría si decía que estaba seguro de lo que hablar, pero la actitud despreocupada y hasta pretenciosa de Jean, lo calmaba.
—Casi no quedas, creí que no necesitabas más ayuda con tus cuádruples— Comento Jean, ignorando lo tenso que estaba el otro.
—Jean, sobre lo que hablamos...tu secreto—Otabek no lo pensó, solo tomo de los hombros al canadiense, queriendo darle gravedad a sus palabras-, es normal tener secretos, no quiero que lo digas si tienes miedo, o si es importante para ti.
—Otabek, está bien, es algo que quiero decir.— Jean toco suavemente la mejilla del Alfa.
—Aun si cambias de opinión, esta bien; a veces nos cambiamos a nosotros mismos para lograr algo, y...
—Pero nunca debemos olvidar quienes somos— Interrumpió, sonriendo el Omega, besando brevemente al otro, y dejándole tan atónito como el kazajo lo hizo la última vez que se vieron.
Por los altavoces resonó el nombre del Alfa, quien no quería alejarse, tomando la mano de Jean en su mejilla.
—Si esa es tu decisión— el Alfa fue ahora quien beso al otro, con más intensidad, abrazándole sin importar si alguien los veía—. Quiero conocer lo que es Jean-Jacques Leroy, no solo una parte; no sólo lo que el mundo tiene.
—Ya veremos. Te espero en el podio, porque el Rey estará ahí— El Omega no estaba seguro de como logro hablar de manera tan firme, no después de que su cuerpo se estremeció con la forma en que se impuso el otro—. No es que lo oculte, no me gusta hacerlo, es solo que...podría cambiar muchas cosas. Beka... ¿tú lo sabes?
Otabek se encoge de hombros, con postura gentil—. Eso no debería importar hoy, después de todo el gran JJ tendrá el oro hoy, aun si no revela el gran secreto que oculta— Otabek se aleja, girando hacia la pista, irguiéndose para encarar al público—. ¿No eras quien se coronaria hoy? —Fue lo último que escucho el Omega, antes de que el ruido del publico envolviera al otro.
—Por supuesto— Jean se siente como siempre, con demasiada confianza en sí mismo, recordando que su principal adversario es nadie más que su propia persona, a quien siempre intenta y debe superar—. ¡JJ STYLE!— gritó el canadiense, haciendo reír al Alfa que está entrando al hielo, mientras que los padres del moreno, que estaban cerca, se miran confundidos.
Tanto Yuuri como Victor intercambian miradas de entendimiento; el omega japonés ríe divertido por la expresión de Yuri, que esta con el entrecejo fruncido alternando su atención entre su amigo, el canadiense, y los padres de este último.
—It's JJ style— repite Victor, percibiendo la paciencia de Yuri a punto de terminarse-, tiene algo de estilo, es un poco pegajoso.
—Ahora que lo dices, tienes razón— Sonríe Yuuri, estando de acuerdo con el Alfa de ojos azules, observando del reojo al de cabellos dorados.
—¡Ya cállense!— gruñe molesto, pensando lo estúpido que se ven esos dos con los ojos prendidos de cualquier gesto del otro, al igual que el kazajo y Jean.
Jean vio, como el primer cuádruple del Alfa, fue un impecable quad Salchow.