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74. Tuyo por Siempre (08) por dayanstyle

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—Juro por Dios, hombres que no sé cómo tramas sus planes —dijo el doctor Jaejoong mientras le sacaba sangre a Kyu Jong—. Y yo que pensé que había oído todo.

Kyu Jong se había mareado un poco al ver el tamaño de la aguja, pero se recordó que estaba haciendo esto por Hwe Seung. No perdería el conocimiento.

—¿Crees que funcionará? —Jung Min preguntó mientras pasaba la mano por el cabello de Kyu Jong. Kyu Jong se inclinó, amando cómo sentía la mano de Jung Min allí. Ni siquiera estaba seguro de que Jung Min fuera consciente de que estaba retorciendo el cabello alrededor de sus dedos, y a Kyu Jong le gustaba lo que el distraído hombre le estaba haciendo. Eso significaba que quería tocarlo, quería algún tipo de contacto con él.

El doctor miró por encima del hombro, arqueando su ceja hacía Jung Min. —En teoría, es posible.

Kyu Jong acababa de conocer al doctor, pero ya le gustaba. El hombre no se contenía. La peculiar personalidad del doctor Jaejoong era fácil de aceptar. Aunque Kyu Jong no estaba muy seguro acerca de la pareja del hombre.

El hombre se quedaba allí, al otro lado del sofá, viendo cómo el doctor trabajaba. Pero Kyu Jong se enteró de que Yunho era un lobo gris —igual que Changjo. También había aprendido que Jongin era un lobo Timber. No tenía idea de que hubiera tantas razas diferentes en el mundo paranormal.

 

—Pero —continuó el doctor—, tendrán que convencer a Hyesung y a Eric que me permitan extraer sangre de su hijo. Tú más que nadie, Kiseop, sabes lo protectores que son con Yoogeun.

Un brillo perverso llenó los ojos azules de Kiseop. —Ya he invitado a Hyesung y Eric aquí para que conozcan a Hwe Seung.

—El elfo de las Sombras se rio—. Ellos se enamorarán de él tan rápido como yo lo hice.

Kyu Jong estaba empezando a arrepentirse de empujar un cuchillo hacia la cara de Kiseop. El elfo parecía aterrador y al mando, pero también tenía un lado juguetón. Sin embargo aún era un poco extraño ver a un hombre con orejas puntiagudas.

Desde que conoció al Ultionem, Kyu Jong se enteró de que no sólo existían shifters, sino también demonios y bestias aladas. También había tantas especies diferentes de shifters en el mundo que su cabeza daba vueltas ante la revelación. Jongin incluso mencionó que había un shifter búfalo.

Kyu Jong estaba eufórico. Finalmente, se sentía como si no estuviera solo. Casi todos los hombres les habían invitado a sus pueblos para explorar y aprender sobre el mundo no humano. Kyu Jong no estaba muy seguro de visitar un lugar llamado Reino demonio —sonaba... demoníaco, pero eso no quería decir que no lo consideraría.

—Muy bien —dijo el doctor Jaejoong—. Tengo suficiente sangre, Kyu Jong.

Gracias a Dios. Kyu Jong estaba empezando a sentirse como un alfiletero. Metiendo el algodón en el brazo, el doctor cubrió con una venda todo el algodón blanco. —¿Me darás  un dulce? —Kyu Jong bromeó.

 

El doctor Jaejoong se rio y metió la mano en su bolsa y sacó una piruleta. Broma o no, él le arrebató el dulce de la mano al doctor con un guiño y una sonrisa. —Gracias.

Pero en vez de comérsela, se la entregó a Hwe Seung que había estado sentado en el sofá, hablando con Him Chan. Los ojos de su hermanito se iluminaron antes de llevar la piruleta a su boca.

El timbre sonó y Kyu Jong se levantó a contestar. De pie sobre la alfombra de bienvenida estaba un hombre grande y corpulento con un niño pequeño en sus brazos. El chico tenía que estar alrededor de los seis años. A su lado había un hombre con orejas puntiagudas, como Kiseop, pero el chico no se veía tan feroz.

—Soy Eric Moon. —El hombre corpulento le extendió la mano—. Debes ser Kyu Jong.

La mano de Kyu Jong fue tragada dentro de la de Eric mientras estrechaba la mano del hombre. —Entren. —Kyu Jong se hizo a un lado y permitió a los tres entrar. La casa de Kyu Jong era de buen tamaño, pero con todos estos grandes hombres dentro parecía una caja de zapatos. Su presencia hacía que sintiera como si las paredes se acercaran a él.

Mientras cerraba la puerta, el olor del guiso llenó el aire. Su estómago gruño, Kyu Jong sabía que su madre estaba en la cocina preparando un banquete. Siempre le había gustado atender a la visita antes de que el padre de Kyu Jong muriera y también sabía que estaba haciendo esto para mantenerse ocupada. Ella siempre cocinaba y horneaba cuando estaba preocupada.

El nivel de ruido era fuerte mientras los hombres hablaban. Kyu Jong observó a Yoogeun que era dejado sobre sus pies. El niño de inmediato se acercó a Hwe Seung que estaba sentado cerca de Kyu Jong y se puso a conversar. Lo que los dos estaban diciendo estaba más allá de Kyu Jong, aunque escuchó a Yoogeun decirle a Hwe Seung que tenía bonitas alas de hada. Pero Kyu Jong realmente no pudo oír nada más sobre el profundo timbre de las voces de los hombres en la habitación.

Hee Jun se sentó en el primer escalón, tratando de absorber todo. Incluso después de que Kyu Jong le explicara lo que estaba sucediendo, Hee Jun se veía asombrado. Seguía mirando fijo a Changjo, e incluso había comentado que él nunca había visto a nadie que pareciera una montaña antes. Y eso era decir mucho teniendo en cuenta que su padre no había sido pequeño.

Kyu Jong se sentó y escuchó al doctor Jaejoong explicarle a Eric y a Hyesung lo que estaban tratando de hacer por Hwe Seung. Para ser honesto, Kyu Jong esperaba que los hombres protestaran, gritaran que no iban a permitir que su hijo fuera utilizado en un experimento. Pero para sorpresa de Kyu Jong, fue Yoogeun, quien dijo que quería ayudar.

—Él es mío.

 

Kyu Jong sabía lo que significaba lo que Yoogeun había dicho, cuando todo el sonido en la sala se detuvo y todos se giraron para ver a los dos niños. Yoogeun tomó la mano de Hwe Seung, sonriéndole a su gran padre, como si lo que decía fuera una conversación normal.

—Yoogeun, ¿estás seguro? —el hombre grande y fornido preguntó mientras se arrodillaba ante el joven.

—Oh, Sí. —El joven sonrió cuando se giró para mirar a Hwe Seung.

Eric pasó la mano por el oscuro cabello de Yoogeun y luego le dio un beso en la sien antes de decir: —Sabes que son  demasiado  jóvenes  para  reclamarse  el  uno  al otro, ¿verdad?

 

Kyu Jong se rio cuando Yoogeun puso los ojos en blanco y le dio a Eric una mirada que decía que su padre era un poco lento en entender. —Sí, papá, pero no vamos a ser jóvenes para siempre. Un día Hwe Seung será mío.

La cabeza de Kyu Jong se movía de un lado a otro, con la mente más confundida al ver de Jung Min a Eric a Yoogeun y a Hwe Seung. —¿Alguien puede dejar caer una pista para los despistados aquí?

—Parece que podríamos estar en mejores posibilidades de lo que habíamos pensado en un principio —explicó el doctor—. Si lo que Yoogeun dice es cierto, entonces Hwe Seung es su pareja, lo que significa que cuando usemos su sangre, vamos a tener el beneficio añadido de que sea la sangre de su pareja.

La frente de Kyu Jong se arrugó. —¿Y eso es algo bueno? El doctor le sonrió. —Oh, sí, esto es algo muy bueno. Kyu Jong sintió un atisbo de esperanza.

 

Los ojos de Kyu Jong se abrieron más al abrir la puerta más tarde esa noche y se encontró mirando los ojos más fascinantes que hubiera visto. Estaban rodeados de una piel bronceada y el más brillante cabello largo hasta los hombros jamás creado.

Kyu Jong se humedeció los labios. —Hola.

 

El hombre sonrió mientras apoyaba un brazo en el marco de la puerta y miró a Kyu Jong como si quisiera comerse al hombre vivo. —Oh, esto va a ser divertido.

 

El gruñido que retumbó hizo temblar la tierra y sacó a Kyu Jong del casi orgásmico trance en el que había estado. De inmediato se sintió inundado de culpabilidad por pensar que otro hombre era guapo y más por mirar en dirección al chico.

Pero... ¡maldición!

 

El desconocido llevaba cuero.

 

—¡Aléjate de mi pareja, Rome! —Jung Min gruñó mientras apartaba a Kyu Jong de la puerta. La mandíbula de Kyu Jong cayó cuando Jung Min señaló con el dedo al gran hombre—. Toca su memoria y ni siquiera Jaehyo será capaz de salvar tu culo.

—Hmm... —La sonrisa del chico creció—. Y tengo un buen culo.

—Sí. —Alguien gimió—. Sí, lo tienes.

 

Kyu Jong se inclinó hacia un lado y se asomó por el gigante en la puerta para encontrar a Siwoo de pie detrás del hombre, lamiéndose los labios mientras descaradamente miraba el culo del chico. Kyu Jong ni siquiera tenía que ser gay para saber lo que estaba pensando Siwoo.

Kyu Jong no estaba seguro si Rome estaba pensando lo mismo o no, pero el vampiro de repente agarró a Siwoo por el cuello. Kyu Jong se tensó y comenzó a saltar para salvar a Siwoo sólo para ser empujado contra la pared junto a la puerta mientras Siwoo fue detenido dentro de la casa.

La puerta se cerró con tal fuerza que Kyu Jong esperaba ver a su madre corriendo a la sala en cualquier momento. Rezó para que ella aún estuviera descansando en la planta alta con sus hermanos. Ella realmente no tenía necesidad de estar en peligro. Había suficiente emoción en su vida con todo lo que había estado ocurriendo.

—Hey, ¿qué…?

 

—¡No lo hagas! —Jung Min gruñó mientras sostenía a Kyu Jong contra la pared—. Interferir con un apareamiento es contrario a nuestras leyes.

—¿Un apareamiento? —Kyu Jong se calmó, esa palabra flotaba en su cabeza con la idea de Siwoo siendo pareja de alguien que lo cazaba—. ¿Qué apareamiento? —Jung Min agarró la barbilla de Kyu Jong y giró la cabeza hasta que Kyu Jong jadeó—. Oh, Dios mío.

El gran tipo motociclista tenía a Siwoo clavado contra la pared de enfrente, su gran cuerpo cubría el de Siwoo hasta el punto que Kyu Jong apenas lo podía ver. Pero no se podía negar el hecho de que las piernas de Siwoo estaban envueltas alrededor de la cintura del hombre, con las manos apretadas en el corto cabello rubio.

Los colmillos incrustados en el cuello de Siwoo también eran bastante obvios.

—¿Lo es?

 

—Lo es. —Jung Min no se oía emocionado, lo que hizo que Kyu Jong se preguntara qué tipo de hombre tenía a Siwoo clavado en la pared.

Cuando Siwoo comenzó a gemir y girarse contra el gran hombre, Jung Min cubrió los ojos de Kyu Jong. Kyu Jong comenzó a reír. —He visto cosas peores en una película porno.

—Vas a abstenerte de ver este tipo de cosas.

 

—¿Por qué? —Con los ojos aún cubiertos, Kyu Jong se empujó contra el duro pene que podía sentir pulsando en el abdomen—. Pareces disfrutarlo.

Kyu Jong parpadeó cuando la luz de repente resplandeció en sus ojos cuando Jung Min quitó la mano. El hombre lo miraba con una ardiente intensidad que tenía el cuerpo de Kyu Jong  en llamas.

 

—Me gustas —dijo Jung Min mientras flexionaba sus caderas.

Kyu Jong tragó saliva, olvidándose de todo, menos del hombre que lo sostenía. —Está bien. —¿Alguien alguna vez lo había mirado de esa manera?

Jung Min envolvió su mano alrededor del cuello de Kyu Jong y lo atrajo hacia sí. Su boca cubrió la de Kyu Jong con avidez. Kyu Jong gimió y se empujó en el beso, su lengua salió a rozar la de su pareja, suave y cálida. Los labios de Jung Min enviaban espirales de éxtasis a través de Kyu Jong.

Cuando Jung Min se apartó para tomar el aire que tanto necesitaba, Kyu Jong se estremeció al sentir el cálido aliento que soplaba en su cuello. Los ojos de Kyu Jong se cerraron mientras trataba de concentrarse en los sonidos a su alrededor, el ruido que venía de otros lugares de la casa, el suave zumbido del calentador encendido, nada para ahogar la sensación de la mano de Jung Min moviéndose sobre su cuerpo.

Cuando Jung Min separó los bordes de la camisa de Kyu Jong y empujó su mano dentro para acariciar la piel desnuda, Kyu Jong sabía que era una causa perdida. Todo su mundo se redujo a centrarse en la fuerte y callosa mano acariciando su piel.

El pene de Kyu Jong tembló por el sabor embriagador a tierra con un toque de almizcle del hombre que persistía en el aire. Jung Min tenía un aroma único que lo volvía absolutamente loco. Quería frotar su cuerpo por todo el hombre para que Jung Min se llevara el olor de Kyu Jong y todos los demás paranormales en el mundo supieran que ese sexy hombre estaba tomado.

Kyu Jong cerró los ojos, un escalofríos recorrió todo su cuerpo  mientras  un  cosquilleo  de  placer  recorría  su piel contra el calor del cuerpo de Jung Min. Amaba estar en manos del guapo vampiro. Era la mejor sensación del mundo junto a él saboreándolo.

Las llamas lamían su cuerpo cuando las manos de Jung Min viajaron por los brazos de Kyu Jong mientras le insistió al hombre por más. Kyu Jong ardía, necesitaba… Gimió cuando esa mano finalmente tocó su pene. Su cuerpo se arqueó hacia la mano que lo tocaba. Sus movimientos fueron recibidos por la baja y profunda risa del hombre que lo torturaba.

La cabeza de Kyu Jong cayó contra la pared  cuando Jung Min pasó la mano profundamente en los pantalones de Kyu Jong, agarrando su duro pene. La presión era increíble. Era lo suficientemente fuerte como para dejar que Kyu Jong supiera que la mano de Jung Min estaba allí, pero lo suficientemente ligera para mantenerlo justo en el borde de un orgasmo. Era agonía pura.

Las manos de Kyu Jong comenzaron a abrirse y cerrarse en el cabello negro de Jung Min. Su boca se abrió cuando gemidos casi silenciosos de necesidad salieron libres. Jung Min tenía una mano en el pecho de Kyu Jong, pellizcándolo suavemente y jalando sus pezones. La otra mano acariciaba el pene de Kyu Jong.

—Por favor —Kyu Jong suplicó, no muy seguro de lo que estaba pidiendo, pero sabiendo que necesitaba algo más.

Jung Min envolvió su mano con más fuerza alrededor del pene de Kyu Jong y lo acarició. Su otra mano acariciaba el pecho de Kyu Jong, moviéndolo entre sus pezones para jugar con ambos.

Cuando los labios de Jung Min se aferraron al cuello de Kyu Jong, sus colmillos se hundieron profundamente, Kyu Jong no pudo  evitar el grito que estaba conteniendo. Su cabeza cayó a un lado, dejando al descubierto su cuello para que Jung Min lo mordiera. Su cuerpo vibraba de excitación antes de explotar en una vorágine de sensaciones.

 

Jung Min retiró su colmillo, lamiendo un camino alrededor del borde de la mandíbula de Kyu Jong y los labios. Cuando sus bocas se rozaron juntas, Kyu Jong escuchó un gruñido y sintió a Jung Min empujarse contra él.

—Amado mío —Jung Min susurró contra los labios de Kyu Jong cuando su respiración comenzó a disminuir—. Il mio cuore è per voi.

—¿Eh? —Kyu Jong se apartó para mirar la cara de Jung Min.

 

—Mi corazón es para ti...

 

—Oh.

 

—Siete la mia aria... tú eres mi aire, mia luce... mi luz, Tesoro mio... mi tesoro, mia vita... mi vida, anima mia... mi alma. Sei tutto per me... eres todo para mí. Sei la mia gemella... tú eres mi pareja.

—Jung Min. —Kyu Jong no sabía qué decir a eso. Sabía que tenía fuertes sentimientos por Jung Min. Incluso podía amar al hombre. Pero... el toque de amor en los ojos de Jung Min que trataba de esconder, giró la cabeza decidiendo las cosas por Kyu Jong. Podría no saber exactamente hacia dónde se dirigía su vida, pero sabía que quería a Jung Min a su lado mientras pudiera.

—Per sempre tua —susurró Kyu Jong, dándose mentalmente palmaditas en la espalda cuando la cabeza de Jung Min se giró bruscamente, abriendo mucho los ojos, que lentamente se llenaron de alegría. Todas esas horas dedicadas a estudiar italiano finalmente habían dado sus frutos, y todo el tiempo pensó que nunca tendría necesidad de utilizar un segundo idioma. Le debía a su madre una disculpa—. Por siempre tuyo, Jung Min.

 

 

 

Kyu Jong se sonrojó, no podía mirar a Siwoo a la cara. No podía creer que había olvidado que otras personas estaban en la sala de su casa. Había estado tan absorto en lo que Jung Min había estado haciendo que el mundo había dejado de existir.

Oyó una suave risita detrás de él y sabía que Jung Min vio cómo la cara de Kyu Jong se volvía roja. Siwoo no se veía en mejor forma. Sus ojos estaban vidriosos y tenía una sonrisa tonta en la cara.

—Creo que voy a... Necesito... —Kyu Jong miró a su alrededor, listo para salir de la sala y de su vergüenza, cuando sonó el timbre de la puerta.

¡Buena salvada!

 

Kyu Jong salió al otro lado de la sala, patinando alrededor de Rome y Siwoo y esperando que ninguno de los hombres lo mirara a los ojos. Ver a otras personas tener sexo no estaba en la parte superior de la lista de Kyu Jong. Ni siquiera en el fondo de la lista. Pero, por suerte, los dos habían mantenido la ropa puesta.

Cuando Kyu Jong abrió la puerta, se quedó sin aliento. Vick estaba en la puerta con un ojo hinchado, parecía que preferiría masticar clavos que dejar que alguien lo viera así. —¿Esta Siwoo aquí?

 

La mano de Kyu Jong se apartó de la maTae Yong. —¿Qué pasó, Vick?

 

La mandíbula de Vick se tensó mientras mirar hacia abajo a sus pies. —¿Siwoo está aquí?

 

Siwoo llegó a la puerta y soltó un chillido. —¡Te dije que no enfrentaras a Tiny solo!

 

—¿Quién es Tiny? —Rome preguntó uniéndose a ellos en la puerta.

—¿Quién es este?

 

—Él es mi amigo —dijo Siwoo acercándose y examinando los ojos hinchados de Vick. Kyu Jong podía ver la ira recorrer la cara de Siwoo. El temperamento de Kyu Jong también estalló. No se consideraba amigo estrecho de Vick, pero le agradaba el tipo. Vick era un poco extraño, pero ¿no lo era todo el mundo?

—Vamos. —Siwoo se abrió paso por la puerta y se dirigió a la acera. Kyu Jong estaba acostumbrado a verlo estar de acuerdo con todos. Siwoo no parecía ese hombre en estos momentos. Tenía el aspecto de un hombre enojado.

—¡Vamos a darle a Tiny una lección!

 

—Wow —Kyu Jong dijo mientras salía—. Tiny es más grande que los dos juntos. No puedes simplemente ir a perseguirlo. Él los golpeará.

—¿Él va a hacer qué? —Rome preguntó y Kyu Jong nunca había visto tal expresión demoníaca en la cara de nadie. El gran hombre se veía como si pudiera aplastar un carro con sus propias manos.

—No me quedaré inmóvil mientras Tiny lastima a Vick — Siwoo argumentó.

—No he venido aquí en busca de mi  caballero envuelto en papel aluminio —argumentó Vick y Kyu Jong sabía que el orgullo del hombre estaba lastimado. Vick siempre trataba de actuar como macho. Tenía que dolerle como el demonio mostrar a todos que había logrado que le patearan el culo.

 

—Espera un minuto —Rome dijo mientras salía—. No voy a dejar que te acerques a este tipo Tiny.

 

Siwoo lanzó su cabeza hacia atrás y soltó una carcajada. —¿Dejarme?

Bueno, ese no era el Siwoo que Kyu Jong conocía. El chico parecía furioso. Su rostro estaba moteado de rojo y los puños apretados a los costados.

—Escucha, amigo. Podré haberme corrido mientras estaba atado alrededor de tu cintura.

—Oh, cielos —Vick dijo mientras miraba a lo   lejos—. Siwoo.

 

Siwoo ignoró a Vick. —¡Pero no puedes dictarme lo que puedo y no puedo hacer!

—Al infierno que puedo —Rome argumentó.

 

Siwoo le dio la espalda a Rome y subió a la camioneta, acomodándose junto a Bob antes de cerrar la puerta en la cara de Rome.

La puerta se deslizó abriéndose. —No puedo ser parte de esto —declaró Bob, su expresar un poco demasiado agudo—. El juez me lanzará el libro.

—Vuelve a la maldita camioneta —Siwoo gritó.

 

Bob vio a todos de pie en la acera y luego saltó de nuevo a la camioneta cerrando de un portazo.

 

—Espíritu —dijo Rome y luego se echó a reír—.  Amo eso.

 

Kyu Jong puso los ojos en blanco. —Vamos a seguirte, Vick. Vick asintió y luego fue hacia el asiento del conductor.

 

Jung Min miró a Kyu Jong, pero Kyu Jong simplemente se encogió de hombros. —¿Quieres la culpa en tu conciencia si matan a Vick?

—¿Quién infiernos es Tiny? —preguntó Rome.

 —El matón del pueblo —contestó Kyu Jong.

 

—Oh, voy a divertirme con esto —dijo Rome y luego echó un vistazo a la entrada de Kyu Jong—. Por casualidad tienes un carro, ¿verdad? Yo volé aquí y con esos humanos en esa camioneta estilo equipo de futbol de mamá, no puedo exactamente volar frente a ellos.

—No tengo carro —Kyu Jong confesó—. Pero mi mama si tiene. Iré a buscar las llaves. —Kyu Jong entró corriendo en la casa, patinando hasta detenerse cuando vio al Ultionem mirando por la ventana de la sala.

—¿Qué está pasando? —preguntó Jaehyo.

 

Kyu Jong explicó lo sucedido a Vick y lo que iban a hacer. Cada hombre en la sala tenía un brillo travieso en sus ojos antes de que Kiseop digiera: —¿Van a jugar, chicos?

Jongin se pasó la mano por su pecho, dando a Kyu Jong una sonrisa que debería haberlo hecho orinarse. —No he asustado a nadie en mucho tiempo.

—Estoy en el juego —Changjo dijo mientras hacía crujir los nudillos. Con el enorme tamaño del hombre, se oyó más como una explosión.

Kyu Jong se sintió temblar cuando Him Chan exhaló humo por la nariz. —Enseñarle una lección, ¿verdad?

Nam Joon tensó los hombros y giró la cabeza de lado a lado, el estallido de su cuello retumbó fuerte en la habitación.

—Oh, podríamos tener tanta diversión con esto.

 

Kiseop pasó por delante de todos ellos y Kyu Jong vio la mirada de un guerrero en la cara del hombre. Estaba construido en perfecta proporción, su cuerpo delgado y firme. Kiseop tenía anchas espaldas que disminuía progresivamente a una cintura estrecha y el poder y la fuerza exudaba del hombre.

Kyu Jong tenía ganas de correr y avisarle a Tiny. El hombre podría ser un imbécil, pero lo que se dirigía a él era nada menos que la muerte. Observó a los hombres de pie en la casa antes de que él se uniera a ellos en la acera. Jung Min le dijo algo a Jaehyo y los afilados colmillos de Jaehyo aparecieron.

¿Estaba sonriendo?

 

Kyu Jong no estaba seguro. Recordando las llaves, corrió hacia el interior y las tomó. Cuando volvió a salir, las únicas personas de pie en la acera eran Jung Min y Rome.

—¿Dónde están todos?

 

—Ya verás —dijo Jung Min mientras los tres subían a la camioneta de su madre. Rome estaba casi doblado por la mitad en el asiento trasero. Kyu Jong contuvo su risa antes de encender la camioneta y seguir a Vick.

La camioneta se detuvo a seis casas más abajo. Kyu Jong puso los ojos en blanco. Vick seriamente necesitaba salir y caminar más a menudo.

—Tienes que estar bromeando —dijo Rome desde atrás Kyu Jong—. Podría haber caminado.

—Así es Vick —Kyu Jong comentó antes de detener la camioneta y bajar.

—Vick dice que Tiny le golpeó en el ojo derecho aquí antes de entrar en el bosque —Siwoo dijo mientras salía. Vio a Rome antes de darle al hombre la espalda.

 

Rome simplemente rio.

 

—Pero... —Kyu Jong echó un vistazo al bosque—. Ruidos extraños vienen del bosque. No quiero entrar ahí.

—Regresa a casa. —Jung Min tomó el rostro y le dio un ligero beso en los labios a Kyu Jong—. Nadie va a pensar menos de ti si te sales de esto.

Todos los ojos se volvieron hacia él y Kyu Jong se sentía como un cobarde. No iba a permitir que esos hombres entraran en el bosque mientras él metía la cola entre las piernas y corría a su casa. Además, pudo ver la vergüenza en la cara de Vick y eso solo enfureció más a Kyu Jong. —No, puedo hacer esto.

 

Cuando Kyu Jong entró en el bosque, vio los brillantes ojos rojos.

 

—Ese es Him Chan —susurró Jung Min.

 

Por Dios, el tipo era espeluznante. Kyu Jong se alegró de que el hombre estuviera de su lado.

Los cuatro hombres se detuvieron cuando oyeron voces más adelante. Rome giró y luego señaló a Vick y los otros. —Jung Min y yo vamos a ocultarnos. Pero no crean ni por un segundo que no estaremos justo detrás de ustedes. Sólo quiero sorprenderlos. —El hombre sonrió y Kyu Jong tragó.

Kyu Jong y los otros cuatro hombres entraron en un claro y Kyu Jong vio una pequeña y destartalada casa rodante. Se veía como un elemento permanente en el bosque. Vides crecían a los lados, y una pequeña mesa y sillas estaban a un lado.

¿Aquí viviría Tiny? El bosque era lo suficientemente grande para que el hombre pudiera ocultar su casa rodante aquí durante años y nadie hubiera visto la cosa.

 

—¿Qué infiernos están haciendo ustedes aquí?  —Tiny dijo con una áspera y ronca voz. Un cigarrillo colgaba de un lado de la boca y llevaba una camiseta dos tallas más pequeñas, mostrando sus enormes músculos—. ¿Vienes por más, Vick?

Kyu Jong abrió la boca para decir algo cuando la puerta de la casa rodante se abrió y Drew McLavan salió.

«Justo lo que no necesito en estos momentos».

 

Si no fuera un idiota, Kyu Jong diría que Drew era un hombre malditamente atractivo. Pero su personalidad le hacía verse feo como el infierno.

Drew  sonrió  maliciosamente   a  Kyu Jong.   —Vaya, vaya. Encantado de verte aquí, perdedor. ¿Cómo está tu padre?

 

Kyu Jong se lanzó hacia adelante, pero Siwoo lo agarró y lo detuvo.

Drew echó hacia atrás la cabeza y se carcajeó. — Provocando, chico de comida rápida.

—¿Vienes a comprar un poco de metanfetamina? — Tiny preguntó y luego señaló con su pulgar por encima del hombro—. Va a estar en un minuto, pero te voy a dar una muestra gratis.

La boca de Kyu Jong se abrió. ¿Era eso lo que Tiny estaba haciendo aquí? ¿Él era un vendedor de drogas? ¿Por qué Kyu Jong no sorprendía? —Nadie quiere tus drogas, Tiny —dijo Kyu Jong, aunque sus ojos no se apartaban de Drew.

Tiny pasó sus manos sobre sus pectorales, dando a Kyu Jong un movimiento de cabeza. —Entonces voy a pasar un infierno de  tiempo para deshacerme de ustedes cinco.

Drew sacó una pistola y apuntó a la cabeza de Kyu Jong.

 

Tiny siguió hablando. —Ahora mira, si alguno de ustedes corre, esa pequeña mierda recibirá una bala entre los ojos.

 

—Tú eres el que has estado haciendo los ruidos en el bosque —dijo Kyu Jong. Su corazón latía contra su pecho mientras la pistola era dirigida a él. Sabía que Drew sería capaz de apretar el gatillo. El hombre era sádico.

—Tenía que mantener a todo el mundo lejos —Tiny confesó.

Kyu Jong parpadeó y la pistola repentinamente desapareció  de la mano de Drew.

Jung Min estaba detrás del imbécil, sus dedos jalando el cabello de Drew.

—Los niños pequeños no deben jugar con armas de fuego.

 

 

Continuara...

 

 

 


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