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74. Tuyo por Siempre (08) por dayanstyle

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Kyu Jong se congeló con Hwe Seung en sus brazos mientras sus ojos se deslizaron a su madre. Hwe Seung se movió para liberarse, pero Kyu Jong estaba demasiado ocupado teniendo un ataque al corazón para darse cuenta. ¿Le creería a Hwe Seung y subiría, exigiendo saber quién era Jung Min? Kim Jin Hee  era una gran madre, pero Kyu Jong no estaba seguro de hasta qué punto tendría que presionar antes de que le aparecieran cuernos y empezará a escupir fuego.

Y él no quería averiguarlo.

 

Doblando una de las bolsas de papel, su mamá les sonrió.

—Por qué no vas a jugar con el vampiro de Kyu Jong, mientras que tu hermano guarda el resto de la comida que compraste.

¿En serio? Kyu Jong esperó un segundo más hasta que Hwe Seung comenzó a mover sus piernas, golpeándolo en las rodillas. Kyu Jong dejó a Hwe Seung abajo y su hermanito se fue arriba. Kyu Jong estaba a cinco segundos de perseguirlo.

Su madre no le había creído a Hwe Seung —por suerte— pero Jung Min no había estado del mejor de los humores cuando Kyu Jong había salido. ¿Qué si se comía a su hermanito? Nunca en su vida Kyu Jong había guardado los comestibles con tal velocidad. Él estaba doblando las bolsas de papel y guardándolas en menos de cinco minutos.

 

—¿Tienes prisa?  —La  rubia ceja de  su  madre subió antes de que Kyu Jong asintiera y subiera. Pero Hwe Seung era el menor de sus problemas.

Hee Jun estaba en la puerta de Kyu Jong, con los brazos cruzados sobre su pecho, sus ojos penetrantes, mientras miraba hacia el dormitorio.

—Entonces, ¿si te rocían con agua bendita, te derrites? —Hee Jun sonrió. Kyu Jong sintió como si su corazón se iba a salir de su  pecho.  ¿Qué  infiernos  estaba  haciendo  su  hermano?

¿Cómo Hee Jun había descubierto que Jung Min era un vampiro? Hwe Seung debió habérselo dicho a Hee Jun.

—Supongo que nunca has estado cerca de agua bendita —Jung Min respondió desde algún lugar de la habitación.

Tenía a Hee Jun en eso.

 

—Bien, está bien. —Hee Jun frunció el entrecejo, la frente arrugada—. ¿Qué pasa con el ajo?

—Me encanta el olor a ajo —declaró Jung Min y Kyu Jong podía oír la diversión en el tono del vampiro—. Es fuerte.

Hee Jun levantó las manos y luego clavó un dedo hacia el dormitorio. —Entonces, ¿qué es real y qué es un mito?

—Tu inteligencia es un mito. —Kyu Jong sacó a Hee Jun fuera de su camino—. Por favor, dime que no has estado comprando lo que Hwe Seung dice. —Kyu Jong levantó una ceja—. Pensé que eras más inteligente que eso.

—Sólo estaba metiéndome con él. —Hee Jun miró a Jung Min por un momento más antes de darse la vuelta y dirigirse a su dormitorio—. Además, no puedes esconderlo de mamá para siempre.

—¿Esconderlo de mí?

 

Kyu Jong casi saltó fuera de su piel, ya que su madre subía los escalones, mirando a Hee Jun y a Kyu Jong.

 

—Vamos, muchachos. Saben que no debemos guardar secretos aquí.

Si ella supiera. Kyu Jong tenía tantos secretos que podía oír los esqueletos traquetear en su armario. Su mamá pasó a Kyu Jong y entró en su dormitorio. Kyu Jong contuvo el aliento, esperando el desastre.

—¿Con quién hablas, Hwe Seung? —preguntó su madre. Kyu Jong se asomó a su dormitorio, pero Jung Min no estaba a la vista. La manta estaba fuera de la ventana y estaba abierta solo un poco.

—Con el vampiro de Kyu Jong —Hwe Seung dijo mientras señalaba hacia la ventana abierta—. Él iba a tener una fiesta de té conmigo.

—Quizás él regresara más tarde. —Le revolvió el cabello a Hwe Seung.

—El vampiro es tan grande como papá —dijo Hwe Seung. Kyu Jong vio el dolor en los ojos de su madre. Le mató verla tan triste.

—Cierra la ventana —dijo mientras salía de la habitación—. Estamos a la mitad del invierno y sabes que Hwe Seung no puede permitirse el lujo de enfermarse —añadió, casi como una ocurrencia tardía.

Kyu Jong cruzó la habitación y la cerró, mirando al mismo tiempo por la ventana, pero Jung Min no estaba alrededor. Cuando Kyu Jong se giró, su madre y su hermano menor habían desaparecido, pero Hee Jun permanecía junto a la puerta y lo miraba con recelo.

—Sí que salió de aquí muy rápido. ¿Seguro que Hwe Seung no dijo la verdad acerca de tu nuevo amigo? —preguntó Hee Jun. Los  ojos  de   color  marrón  oscuro  del  chico se encendieron con el triunfo, pero Kyu Jong no iba a confirmar lo que su hermano obviamente sabía.

—¿No tienes una bola que lanzar? —Kyu Jong cerró la puerta en la cara de Hee Jun, y luego se apresuró a regresar a su ventana, abriéndola ligeramente. Pero Jung Min no regresó.

Esto se estaba volviendo demasiado complicado. Todo lo que Kyu Jong había querido hacer era ayudar a alguien. Ahora él estaba mintiéndole a su familia —más de lo que ya hacía con todo el asunto de lobo. Se sentía sucio.

—Quizás debería limpiarme —murmuró para sí mismo—. No puedo soportar mentirle a mamá. —Los ojos de Kyu Jong fueron hacia una foto de su familia, tomada antes de que su padre muriera y antes de que Kyu Jong hubiera descubierto lo qué era.

La foto era de hace diez años, pero era su favorita. Sus padres, Hee Jun, y Kyu Jong parecían felices.

Verdaderamente felices.

 

Había otra foto con todos después de que Hwe Seung había nacido. Cada persona en la foto estaba sonriendo de nuevo, excepto Kyu Jong. Esa foto fue después de que él descubrió que podía cambiar. En la fotografía, Kyu Jong se veía preocupado, pero recordaba ese día. Él estaba tratando de averiguar por qué era tan diferente de los demás y se preguntaba si él era el único bicho raro en el mundo.

Jung Min demostró que había por lo menos vampiros, pero Kyu Jong quería saber lo que era y por qué era así. Tenía que haber más shifters en el mundo.

Después de ponerse sus tenis, se puso una chaqueta antes de abrir la ventana un poco más y salir. Cerró la ventana detrás de él y luego subió al techo inclinado  antes de usar los postes del porche para llegar al suelo.

 

No podía soportar estar en la casa ni un segundo más.

Necesitaba pensar y necesitaba encontrar a Jung Min.

«Respuestas es lo que necesito».

 

Por suerte no había oído nada de esta noche en el bosque. Quizás el hombre del saco estaba aterrorizando otro barrio. Aun así, Kyu Jong usó su precaución mientras corría por la calle.

El problema con su plan era que Kyu Jong no tenía ni idea de a dónde se había ido Jung Min. El hombre podría estar en cualquier lugar. La aprehensión comenzó a inundarlo.

Aún no estaba seguro de cómo el vampiro entraba y salía de los lugares de manera tan rápida y sin ser detectado.

¿Podría él hacer eso? Había muchas cosas sobre su lobo que Kyu Jong no sabía. Lo que no daría por hablar con alguien que fuera un lobo.

Kyu Jong no sabía cómo encontrar a otro shifter. No era como si se anunciaran en las páginas amarillas o publicaran cosas en línea. Él lo sabía. Había estado revisando el Internet desde hace cinco años. Había un montón de sitios web donde las personas deseaban ser lobos, pero después de revisar más profundo, no eran reales.

—¿Qué estás haciendo aquí?

 

Kyu Jong se giró tan rápido que casi se cae de culo. Jung Min se acercó y lo atrapó antes de que cayera al suelo. Kyu Jong estaba seguro que la calle estaba vacía hace apenas un segundo. ¿Cómo lo había encontrado Jung Min?

—Te estaba buscando. —Kyu Jong jaló su brazo del agarre de Jung Min—. ¿Cómo lograste salir de mi cuarto tan rápido?

 

—Yo como mis verduras —dijo Jung Min, inexpresivo mientras miraba alrededor—. Y deberías de estar en casa en vez de pasear por estas calles oscuras.

Kyu Jong frunció los labios y sacudió la cabeza mientras comenzaba a caminar hacia la casa. —Soy perfectamente capaz de cuidarme.

Antes de que pudiera tomar un respiro, Jung Min tenía a Kyu Jong sobre su espalda con una mano alrededor de la garganta.

—¿Puedes ahora? —Jung Min se movió a gran velocidad, deteniendo las manos de Kyu Jong en la espalda. Presionó una rodilla en el trasero de Kyu Jong, impidiéndole liberarse—. Tienes mucho que aprender, jovencito.

—Está bien, has demostrado tu punto. Ahora. ¿te levantarás para que pueda dejar de comer hierba? Soy un lobo, no una vaca. —Jung Min lo soltó y Kyu Jong se puso de pie, dándole un rodillazo al vampiro en la ingle antes de salir corriendo.

Los ojos de Jung Min se pusieron en blanco mientras se acunaba.

—Toma eso, ¡señor muerte!

 

Pero su victoria fue de corta duración. Un borrón, y Jung Min lo tenían con una llave  total, ahogándolo. Sin importar qué movimiento Kyu Jong tratara de hacer, no  podía liberarse. Si Jung Min hablaba en serio acerca de matarlo, Kyu Jong estaría muerto. El agarre se aflojó y luego Jung Min apretó los labios en la oreja de Kyu Jong. —Una vez más, tienes mucho que aprender.

—¿Y supongo que vas a ser el que me enseñe? —Kyu Jong preguntó en un tono sarcástico. Su ego magullado porque Jung Min lo había derrotado muy fácilmente. ¿Qué había esperado? El hombre medía un metro noventa y cinco y tenía un cuerpo delgado y duro. Incluso si Jung Min hubiera sido humano, podría haber aniquilado a Kyu Jong.

Pero aun así eso golpeó su orgullo.

 

Frotándose la frente con cansancio, Kyu Jong comenzó a caminar de nuevo. —Está bien, olvídate de los movimientos de defensa personal. Lo que quiero saber es si soy el único shifter con vida.

Jung Min le dio una extraña mirada a Kyu Jong. —¿Realmente estás aislado aquí, verdad?

—El infierno suburbano —respondió Kyu Jong—. Yo diría que por lo menos tengo el bosque para correr alrededor. —Kyu Jong sacudió la cabeza mientras miraba hacia el oscuro y prohibido bosque—. Pero prefiero no averiguar qué se mueve en la noche.

Jung Min miró hacia el bosque antes de hablar. —Hay miles de lobos shifters en el mundo, Kyu Jong. No estás solo. Aunque debes de ser muy cuidadoso. No todo el mundo es tan inocente e ingenuo como tú eres.

Kyu Jong le gruñó Jung Min. —¡No soy inocente e ingenuo!

 

—Arrastraste a tu casa a un vampiro —Jung Min señaló—.¿Cómo sabías que yo no te desgarraría la garganta?

 

Kyu Jong se detuvo completamente. Mordía su labio mientras miraba al suelo, y luego se encogió de hombros. — Yo podía decirlo, ¿está bien?

 

Jung Min sacudió lentamente la cabeza. —Lo siento, Kyu Jong.Pero vas a tener que explicarme lo que quieres decir.

«Lo imaginaba»Si lo que Kyu Jong hizo fuera común, entonces Jung Min no se vería tan perplejo. Era aún más aterrador de lo que pensó originalmente. —No importa.

Con una mano en el hombro, Jung Min detuvo a Kyu Jong de dar un paso. —Explícame cómo sabes cuando alguien es bueno o malo.

El vampiro se inclinó más cerca, presionando su nariz en el cuello de Kyu Jong. Jung Min inhaló profundamente, haciendo que Kyu Jong se sintiera un aperitivo.

—¿Qué estás haciendo? —Kyu Jong empujó al tipo.

 

Cuando Jung Min se inclinó hacia atrás, tenía un extraño brillo en sus ojos. —No estoy muy familiarizado con los shifters. He tenido contacto con ellos, conversé con ellos, pero nunca me hice amigo de ellos.

—Vaya, eso es reconfortante. —Kyu Jong cruzó los brazos sobre el pecho—. ¿Tienes algo en contra de nosotros?

—Por el contrario —contestó Jung Min—. Aparte de los rebeldes, abrazo a la raza no humana.

De alguna manera Kyu Jong sabía que Jung Min le estaba dando una jodida línea. Pero no se lo dijo al hombre. Si a Jung Min no le gustaban los shifters, ese era problema del vampiro, no de Kyu Jong.

—Estás evadiendo la pregunta —dijo Jung Min.

 

Kyu Jong suspiró. —No estoy seguro de cómo funciona — dijo con sinKwangmindad—. Sólo puedo ver a una persona y decirlo.

Los ojos de Jung Min recorrían a Kyu Jong de arriba abajo, haciéndole sentir como un insecto bajo un cristal. —He oído hablar de tu especie, aunque es muy raro —dijo el vampiro.

 

Kyu Jong arrojó sus brazos en el aire. —Pensé que dijiste que había miles de shifters.

 —Pero de esos miles sólo un puñado son Omegas. — Jung Min miró a su alrededor, una mirada incómoda en su rostro antes de que colocara su mano en la parte baja de la espalda de Kyu Jong, lo empujó hacia adelante—. Confía en mí cuando digo que no quieres que un Alpha shifter te encuentre.

Kyu Jong escuchó la ira tensando el tono de Jung Min. No entendía eso. —Bueno, no tienes que preocuparte por eso. — Kyu Jong resopló—. No me he topado con otro shifter antes.

—Considéralo tu bendición. —Jung Min siguió dirigiéndolo hacia la casa—. Ahora regresa adentro.

Cómo Jung Min se movía dentro y fuera de lugares con tanta facilidad fue pronto respondido cuando el vampiro lo tomó y se movió tan rápido que parecía que sólo había ”aparecido” en la ventana del dormitorio de Kyu Jong. Éste esperó hasta que la habitación dejara de girar antes de sentarse en su cama, casi perdiendo la maldita cosa.

Ni siquiera iba a preguntar, no esta noche. No tan pronto después de haber sido declarado un Omega. Con la investigación que había hecho en los últimos años, Kyu Jong sabía muy bien lo que significaba ese título.

Él era un cobarde.

«Como si no lo supiera ya, cuando Rodney Choi me pateó el culo el verano pasado».

Sí, pero escuchar que Jung Min confirmara que era el lobo más bajo en el tótem le dio una paliza a su ego más que cualquier cosa que Rodney pudiera haberle hecho. Kyu Jong sentía como si sólo debería entregar su virilidad ahora y salvarse del problema más tarde. —¿Estás seguro?

 

Jung Min se aseguró de que la puerta del dormitorio   de Kyu Jong estuviera cerrada antes de darse la vuelta. —¿Sobre qué?

—¿Acerca de mi siendo un cobarde?

 Las cejas del vampiro se juntaron en un ceño fruncido.

—¿De qué estás hablando, Kyu Jong?

 —Un Omega. —Kyu Jong metió las piernas debajo de él, esperando que Jung Min confirmara la etiqueta—. ¿Cómo lo sabes?

—Está en tu olor. —Jung Min se sentó en la cama junto a Kyu Jong y tomó su barbilla suavemente, inclinando la cabeza de Kyu Jong—. Y no hay nada de cobarde sobre ser un Omega. Tu tipo es atesorado por encima de todos los demás.

Kyu Jong apartó su barbilla de Jung Min. —He leído los libros. Sé que el Omega es expulsado. No trates de endulzarme las cosas.

Jung Min soltó un largo suspiro. —Esos son los lobos en su hábitat natural, Kyu Jong. No es lo mismo en los shifters. Los no- humanos operan de manera similar a sus congéneres en la naturaleza, pero también tienen un conjunto diferente de reglas.

Las cosas estaban empezando a mejorar. —¿En serio?

 

Cuando Jung Min abrió la boca, la manija de la puerta del dormitorio de Kyu Jong comenzó a vibrar. —Sé que tienes a alguien allí, Kyu Jong. Ahora, ¡abre inmediatamente! —su madre gritó desde el otro lado.

 

 

Jung Min se dirigió a la ventana, mientras Kyu Jong ponía una mano en su brazo. El shifter lobo no tenía idea del mucho control que Jung Min estaba usando. Sólo el sentir que su pareja lo tocaba enviaba oleadas de deseo a través de sus venas.

—No —Kyu Jong suplicó en voz baja—. Estoy cansado de mentirle... al menos sobre ti. Enfrentaré cualquier consecuencia que me dé, pero quiero que conozcas a mi madre.

Esto no era una buena idea. Las hembras humanas tienden a reaccionar de forma exagerada. Jung Min las había visto en el club de Jaehyo cuando descubrían que estaban bailando con vampiros. Algunas gritaban, otras se desmayaban. No todas, pero suficientes para que Jung Min se detuviera.

—Ella va a gritar, me amenazará, pero al final, mi mamá será muy linda.

Kyu Jong se levantó de la cama y cruzó la habitación.

 

Jung Min se puso de pie, dispuesto a conocer a la madre de su pareja. Era una extraña sensación temerle a la mujer. Internamente sonrió ante la forma en que Jaehyo se encargaría a esta tarea, cuando Kyu Jong abrió la puerta del dormitorio.

Cuando la madre de Kyu Jong entró, Jung Min se quedó de piedra. Ella no era nada como la había imaginado. Sus caderas eran anchas, curvas, y media un metro setenta y tres. Ella y Hwe Seung compartían los mismos ojos azules, y sus pechos eran abundantess. A pesar de que él prefería a los hombres, podía ver por qué el padre de Kyu Jong se había enamorado  de esta mujer.

 

—Oh —dijo ella, cuando sus ojos se posaron en Jung Min— . Supongo que Hwe Seung estaba diciendo la verdad. —Sus ojos recorrieron de arriba abajo a Jung Min y él podía ver el temor en ellos. Jung Min miró profundamente a los ojos, calmando sus temores. No usó ningún truco mental para influir sus decisiones, pero le quitó sus preocupaciones. Sus hombros parecían relajarse mientras sonreía—. Soy Jin Hee.

Jung Min cruzó la habitación y tomó su mano, besando sus nudillos después de dar a la mujer una encantadora reverencia. —Yo soy Park Jung Min , señora.

Sus ojos parpadearon de Jung Min a Kyu Jong. —Dime lo que está pasando.

Antes de que Kyu Jong pudiera meterse en más problemas, Jung Min colocó una mano sobre el hombro de su pareja. Decir la verdad pondría a esta mujer en un estado de shock, pero al menos él podría informarle la mitad de lo que había pasado —con un poco de halagos. —Mi casa se quemó y yo estaba lesionado. Kyu Jong tuvo la gentileza de traerme aquí para sanar.

Los ojos de Jin Hee se abrieron más, mientras colocaba una mano sobre su brazo. —Pobre hombre. ¿Qué tanto estás herido?

—Nada de lo que preocuparse. —Señaló su cuerpo—. Solo raspaduras y quemaduras leves. Pero tengo que decir, que tiene una muy bonita casa.

Múltiples expresiones luchaban por el dominio en el rostro de Jin Hee antes de que ella cruzara los brazos y diera unos golpecitos con el dedo en su delgado bíceps. Sospecha finalmente ganó antes de que ella digiera: —No soy tonta, señor Park. Sé muy bien que aquí está pasando algo más.

 

No puedo evitar que Kyu Jong tenga citas con usted ya que él es un hombre adulto, pero es un poco viejo para él. Además —ella enfatizó la palabra—, usted está en mi casa sin mi conocimiento. Mi esposo le hubiera disparado primero y luego cuestionado. Por suerte no soy él. —Jung Min vio el ligero dolor que apareció en sus ojos azules antes de continuar—: Vamos abajo, a la cocina, para poder hablar más.

Kyu Jong miró con los ojos abiertos a Jung Min cuando Jin Hee salió de la habitación.

—Eso no es bueno —murmuró Kyu Jong—. La cocina tiene un doble propósito. Comemos allí y mi mamá la usa como su cámara de tortura.

Jung Min tenía la sensación de que podía manejar a Kim Jin Hee . ¿Qué mujer no quisiera saber sobre el extraño en su casa? Tenía niños que proteger y él la respetaba por eso. — Va a estar bien. Sólo quédate aquí. Las cosas podrían ir un poco más suavemente si sólo somos tu madre y yo.

Kyu Jong parecía a punto de protestar, pero asintió.

 

Jung Min no tenía ninguna intención de mentirle a la mujer. E iba a decirle toda la verdad.

Y si ella enloquecía, no haría más que limpiarle la memoria y tratar de nuevo.

 

 

 

 

Jongin se detuvo en el camino que conducía al granero rojo. Podía ver a los trabajadores allí —algunos hombres que Young Jae había traído— construyendo los cimientos de una casa bastante grande. Hacía frío como el infierno, pero los constructores no parecían darse cuenta. No cesaban de trabajar.

 

Uno  de  los  hombres  se  acercó  a  la camioneta. Jongin bajó la ventanilla, una brisa fría le trajo el aroma de shifter.

—¿Buscas a Young Jae? —preguntó el hombre a Jongin.

Jongin asintió.

 

—Él no está aquí en este momento —dijo el hombre—, pero puedes dejar un mensaje y seguro que se lo entregaré.

—Regresaré —Jongin dijo y salió de la propiedad, preguntándose dónde podría estar Young Jae. Jongin iba a colocar un par de centinelas alrededor de la zona para mantener un ojo en las cosas, especialmente con todas estas caras nuevas. Él no sabía si estos chicos fueron contratados por una empresa o eran parte de la manada de Young Jae. Aunque la tierra estaba bastante lejos de la suya, estos hombres entrarían a la Villa Kim.

Quizás era hora de poner a Niel a revisar a todos estos hombres nuevos. Iba a hacer que Chanyeol revisara el número de licencia de cada uno para que Niel revisara sus conexiones. El hecho de que él y Young Jae estuvieran emparentados no significaba que conociera al tipo.

Hasta que supiera más de Young Jae, iba a vigilarlo de cerca. Tenía familia y un pueblo para proteger. Después del secuestro de Chaejin, no confiaba en nadie.

Ni siquiera en su supuesto hermano.

 

 

Continuara...

 


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