Capítulo 1… Encuentro Fortuito.
-Waaaaa… ya es tarde- se decía todo presuroso viendo su reloj, mientras corría tratando de no llevarse a la gente por delante hasta llegar a taquilla. –disculpe señorita, ¿el vuelo a Tokio, Japón ya partió?- preguntó un poco acelerado.
-No señor, el vuelo todavía no ha partido.- le dijo la señorita.
- suspiró aliviado. –menos mal… pero ¿todavía hay pasajes?- preguntó algo preocupado.
-Déjeme ver- dijo tecleando algunas letras en la computadora frente a ella. –no-
-Kuso- se maldijo.
-Ah no, aguarde, al parecer hicieron una cancelación a último minuto y hay un asiento disponible-
-Démelo- dijo feliz.
-El asiento es en primera clase- le aclaró.
-Tsk.- chasqueó la lengua. –bueno, que más, démelo, de verdad necesito llegar a Japón hoy- le dijo con algo de resignación.
-Ok, bueno, me permite su pasaporte.-
-Hai- lo sacó y se lo pasó, la chica tecleó otras teclas y a los minutos se lo pasó. –gracias-
-De nada, y debería apurarse, el vuelo ya está a punto de partir- le dijo con una sonrisa amable.
-Hai- dijo enérgico correspondiendo el gesto, para luego marcharse rápidamente.
Y por los pelos y entró al avión. Una vez en este, buscó su asiento, acomodó su bolso y se sentó, y como niño chiquito en un lugar que no conoce observaba todo a su alrededor, ya que nunca había viajado en primera clase, bueno, aunque ahora le tocaba acostumbrarse, ya que de seguro lo haría mucho, bueno, eso era lo que él pensaba o por lo menos lo que le gustaría.
-Conocer a tu familia después de tanto no parece tan malo- se decía a si mismo algo divertido.
-Es acá- decía la aeromoza señalándole el asiento al lado del rubio.
-Gracias- dijo cortés el chico, mientras el rubio se acomodaba un poco y dejaba que el otro chico acomodara su bolso y luego pasara a su lado, dejándolo por cierto al lado de la ventanilla.
Naruto se le quedó observando por unos minutos a través del rabillo del ojo. Guapo, era la palabra con que lo describió. Esa piel nívea y esos cabellos negro azabache con algunos reflejos azulados, y ese formado cuerpo que se podía ver a simple vista lo habían dejado muy impresionado y un tanto nervioso, pero al otro, a pesar de ser escrudiñado de manera tan obvia, muy poco caso le había, pero todo tiene un límite.
-Disculpa- le volteó a ver y fue cuando el rubio se puso más que nervioso y se quedo blanco al verse descubierto.
-¿S-si?- le volteó a ver algo nervioso, y es cuando pudo ver esos ojos negro apamate, tan oscuros e intensos como un pozo sin fondo que le dejaron embelesados por unos instantes haciendo que ese nerviosismo se fuera muy lejos.
-Eso debería preguntar yo, llevas rato viéndome- le dijo y el rubio se sonrojó. –¿acaso necesitas algo?-
-Yo, bueno…- bajó la mirada un poco apenado.
-¿Acaso soy tan impresionante dobe?- preguntó con algo de arrogancia y una sonrisa prepotente.
-… ¿Cómo me llamaste?- le miró con las cejas enarcadas.
-Dobe ¿por?-
-Teme… no me insultes- se quejó.
-Hump- rodeó los ojos, luego regresó la vista al frente y se volvió a acomodar. Y siguió leyendo un pequeño libro que llevaba en sus manos. –si tu lo dices usuratonkashi- le dijo calmado.
-¡¡TEME!!- le gritó.
-Jaja… ¿Qué pasa dobe?- le volteó a ver. -¿acaso no te gusta que te llamen por lo que eres?-
-¡Ya te dije que no me insultes teme!- le siguió reclamando mientras se iba alterando, cosa que al otro ni le inmutaba y solo seguí pendiente de su libro.
-¿Quién es el que está insultando a quien dobe?- le preguntó.
-¡Teeeemeeee! ¡Ya verás!-
-Hump-
-Disculpen- se acercó la aeromoza. –podrían guardar un poco de silencio por favor- pidió. –están molestando a los otros pasajeros-
-A… etto… hai…- dijo muy avergonzado el rubio.
-Claro, discúlpenos por eso- le dijo el albino con una sonrisa que enamoró totalmente a la chica dejándola anonadada, y bueno, al rubio también un poco sorprendido, pero luego recordando la actitud de este hace unos instantes, sacudió la cabeza, se cruzó de brazos y miró hacia otro lado. –este dobe ya no gritará mas- le aclaró.
-Gra-gracias- dijo un poco sonrojada.
-Teme… que no me digas dobe- le dijo en tono bajo una vez que la chica ya se retiró.
-Te llamaré como yo quiera usuratonkashi- se le quedó viendo a esos ojazos azul cielo retándole, lo que hizo que este frunciera el ceño molesto. –además, tampoco es que sepa cómo te llamas- le insinuó y regresó la vista a su pequeño libro.
-….- el rubio quedó un poco intrigado por esas palabras, pero no quería ser el primero en dar el primer paso, así que se quedó sentado como si nada, o bueno, eso quería aparentar, pero la verdad es que estaba un poco ansioso. Se había cruzado de brazos y subido una pierna sobre la otra, la cual movía muy rápidamente y miraba cada 5 minutos por el rabillo del ojo al azabache junto a su lado, el que solo seguía con su libro, pero esta vez, había sacado su Ipoh y se había puesto a escuchar música. Le volteó a ver nuevamente, analizándole de arriba abajo. –hump- bufó y volteó la vista a otro lado. Y esto pasó como unas tres veces más hasta que…
- suspiró resignado quitándose los audífonos de los oídos. –dobe- le llamó.
-Ya te dije que no me digas así- le dijo volteándole a ver y luego regresando la vista al frente.
-Hump- rodeó los ojos. –permiso- dijo levantándose y saliendo de los asientos, dejando su Ipoh sobre la butaca.
- Naruto todavía seguía un poco tenso, además de que no le gustaba la idea de tener a un compañero de asiento tan pedante. Se llevó una mano a su cuello y comenzó a mover un poco la cabeza y fue cuando vio la pantallita del pequeño aparatito. –hump- bufó volteando la vista a otro lado, pero la verdad le intrigó bastante saber que era lo que escuchaba, así que estiró un poco la vista para poder ver el nombre que aparecía en la pantallita, pero justo la pantallita se apago, lo que lo frustró un poco y como todo gran entrépito presionó una de las teclas para que este se iluminara, y es cuando pudo leer el nombre en la pantallita. -¿With me?- se extrañó al leer el nombre. -¿Sum 41?- se había quedado embelesado en el aparatito que no se dio cuenta cuando su compañero de asiento llegó.
-Cosfcosf- carraspeó un poco para llamar su atención haciendo que el chico pegara un respingo.
-Ho-hola- dijo nervioso.
-Hump- volvió a rodear los ojos. –hola dobe- le dijo para luego tomar su aparatito y sentarse y volver a ponerse los audífonos bajo la mirada atenta del rubio que se moría de ganas de preguntar.
-Tu… ah…- se cayó se rascó la nuca con uno de sus dedos
-¿Eh?- le volteó a ver, ya que el rubio llevaba rato con esa manía suya de mover las manos hasta sus labios o rascándose la nuca y la verdad le estaba molestando un poco.
-Tú-
-¿Qué?- fue directo.
-¿Te gusta Sum 41?-
-¿Uh? ¿Tanto estrés para eso?- preguntó con desgano.
-Bueno, solo preguntaba, ya que estabas escuchando with me… bueno, solo fue una pregunta tonta.- decía volviendo a rascar su nuca y volteando a ver a otro lado.
- suspiró resignado. –si, me gusta el grupo, sus canciones son buenas, ¿por?-
-¿Enserio?- le preguntó emocionado volviéndole a ver.
-¿Si?- dijo restándole importancia.
-Waaa…. Yo adoro ese grupo, es uno de mis grupos favoritos- decía emocionado, y el otro chico solo le miraba.
-Si, también es uno de mis grupos favoritos, las letras son muy buenas… al igual que las de Skillet-
-¿¡Qué!?- gritó sorprendido.
-¿Eh?-
-¿También te gusta Skillet?-
-Eh… ¿Si?- dijo un poco confuso.
-¡Mas guay! Diossssss…. Yo readoro a ese grupo, sus canciones me parten-
-¿Enserio?- preguntó crédulo.
-Si, en especial la de Last Night, verga, esa canción es una de las mejores que he escuchado-
-¿Si verdad?- confirmo. –También la de… emm…- se quedó pensativo recordando los nombres. –etto… Never Surrender y You are my hope- terminó diciendo
-Dios… esas canciones son buenísimas, pero ¿sabes?...- le hacía pequeños movimientos con uno de los dedos acercándolo hasta sus labios y tocándolos unas cuantas veces con el costado del dedo. -no hay como… Whispers in the dark- dijeron esto último al unísono.
-Si, tienes razón, ja, que locura- dijo el azabache un poco crédulo. –jaja- y ambos empezaron a reír. –sabes, es extraño encontrarme con alguien a que le gusten esos grupos-
-¿Extraño?-
-Si, por lo menos a mí alrededor, mis padres, bueno, dicen que esa música es para locos, y mi hermano- se quedó pensando.
-¿Eh?- inclinó la cabeza un poco.
-Ja… él me-la odia, la odia, definitivamente la odia- corrigió rápido ya que eso no era algo que le interesara al contrario. -…dice que es una pérdida de tiempo-
-…-
-…Y bueno, mis amigos no son “exactamente” devotos al tema… jaja- decía divertido, la verdad se le era muy fácil hablar con el rubio ese a pesar de que apenas se conocían, lo que de verdad se le estaba haciendo un poco extraño.
-Umm… soka… bueno, por mi parte, no es que no conozca a nadie, pero la mayoría solo lo ve como música cualquiera, en cambio yo, soy un gran fanático de esta música- decía con una sonrisa zurrona.
-Oh… soka- esbozó una pequeña sonrisa de medio lado. –es bueno saberlo- se le quedó mirado embobado por unos segundo, hasta que se dio de cuenta que no dejaba de mirar la sonrisa del rubio así que desvió la cara y se puso uno de los audífonos, y cuando se iba a poner el otro. -¿quieres escuchar?- le preguntó ofreciéndole uno de los audífonos.
-Hai- dijo emocionado.
-Hump…- bufó divertido, pasándole el otro audífono para que el chico escuchara, y luego le subió más volumen, moviendo levemente la cabeza al ritmo de la música y comenzando nuevamente a leer su librito, que ya la verdad, hasta le había perdido el interés.
-Ah por cierto- llamó su atención, y este le volteó a ver. -…Na…- dudó un poco.
-¿Uh?- ladeó un poco la cabeza.
- se quedó pensativo unos segundos más y luego. –Uzumaki Naruto, gusto en conocerte- le dijo con una amplia sonrisa mientras le extendía la mano.
-Hump- bufó rodeando los ojos. –Uchiha Sasuke- le estrechó la mano. –igual- le correspondió el gesto.
Después de eso, estuvieron hablando de puras tonterías, y la verdad se sorprendieron al ver que tenían muchas cosas en común. Su gusto por la música, artistas, películas, pasatiempos, en fin, muchas cosas, de las que se mantuvieron ocupados hablando, hasta que unas dos horas antes de llegar a Japón se dispusieron a dormir un poco, para que no les afectara mucho el cambio de horario, y unos minutos antes de arribar, el rubio y el azabache se despiertan cuando la aeromoza pasó por sus asientos avisándoles que se prepararan para el descenso.
-Ya vengo, no aguanto más- dijo el rubio parándose de su asiento y yendo hasta el baño, ya que de verdad se estaba reventando
-Ok.- le vio alejarse por el pasillo, y bueno, volvió a sacar su librito, que por cierto nunca terminó de leer y se lo puso a ojear.
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-Waaa… rápido, rápido…- decía dando pequeños brinquitos un poco desesperado, mientras abría la bragueta de su pantalón, y una vez que hubo hecho esto, se descargo completamente, dejándole con un aire de alivio. Y cuando subió su bragueta, fue cuando el avión aterrizó, y este impacto hizo que perdiera un poco el equilibrio y terminara golpeándose el hombro al pegarlo contra una de las paredes. –kuso- se quejaba mientras frotaba su hombro, ya que el golpe había sido duro. –más tarde me saldrá un morado- se seguía quejando mientras se lavaba las manos, para luego acercarse hasta donde estaba su asiento, y le desilusionó al no encontrar a cierto albino sentado todavía, y lo peor de todo, es que ni siquiera le había pedido su número.
Se bajó del avión y luego buscó su maleta y fue cuando se topó con Sasuke, que iba un poco más adelante, así que le llamó.
-¡Sasuke!- y este volteó a ver quien le llamaba y buscando con la vista se topó con el rubio, al que esperó hasta que este llegara a su lado. –pensé que ya te habías ido-
-Si, yo también, pero todavía no han llegado por mí-
-Ah ok-
-¿Y tú?-
-Nah, yo me cojo un taxi y me voy- le dijo con una sonrisa.
-…-
-Ah, por cierto… yo…- empezó a jugar con sus deditos algo nervioso.
-¿Uh?- ladeó la cabeza.
-Bueno, yo quería…- “prrrr… prrrrr… prrr” empezó a sonar el teléfono del azabache.
-Disculpa- dijo para luego contestar. –Si, el habla-
-….-
-Ok, dame 5 minutos y estoy en la entrada- le dijo para luego colgar. –bueno, ya vinieron por mí, así que ya me retiro- dijo para luego comenzar a caminar dejando al rubio con la palabra en la boca, pero el azabache dio la vuelta y se le acercó de nuevo. –toma- le pasó el librito que había intentado leer en todo el camino hasta Japón. –te haría muy bien leerlo- le dijo, para luego volver a su camino.
-Pero, ¿y tú?-
-Nah… ya la he leído muchas veces- “prrr… prrrrrrrrrrr…. Prrrr” volvió el telefonito y el chico contesto. –si ok, ya voy, ya voy, no te estreses- le dijo para luego volverle a colgar. –adiós- y se fue rápido antes de que le volvieran a llamar sin dejar chance a que el rubio dijera nada más.
- suspiró resignado viendo el librito en sus manos. –“El Amor en los Tiempos del Cólera ” hump…- dijo leyendo el título del librito, que bueno, en realidad era una novela, (A/C: la cual fue escrita por: García Márquez, Gabriel. ^o^) y aunque no le gustaba para nada el título le echó una ojeadita rápida, encontrando así, la marca en la que se había quedado el anterior dueño del libro, y en sus labios se formó una sonrisa y sus mejillas se sonrojaron un poco al ver un pequeño escrito que allí había. “Eres lindo DOBE, jaja… llama cuando quieras” y al lado aparecía su número de teléfono. Así que un poco avergonzado por el hecho de que le llamó “lindo” y divertido por lo de “dobe”, sacó su teléfono del bolsillo de su bolso y marcó el número, esperando a que de verdad fuera el número del albino.
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-Y no lo olvide señorito, su señora madre quería que pasase a verla en lo que llegue-
-Si, si, entonces solo ve a casa, ya luego… “prrrrr…. Prrrr…. Prrrr”- sacó su teléfono del bolsillo. –llevaré las maletas a mi departamento- le dijo mientras apreciaba en la pantalla de su celular “número desconocido”.
-Ok, señorito- decía el chofer viendo por el retrovisor como en el rostro del azabache se formaba una pequeña sonrisa complacido, mientras el telefonito seguía sonando. -¿no piensa contestar?- preguntó.
-¿Uh?- levantó la mirada topándose con la del otro, luego regresó al telefonito que todavía seguía sonando y contestó. –¿si? ¿diga?-
-¿Hola? ¿Ese es el móvil de Sasuke?-
-Si, ¿quede desea?- preguntaba mientras una divertida sonrisa se formaba en sus labios cosa que no pasó desapercibido ante los ojos del mayor.
-Ano, etto, soy yo, Naruto-
-Ah, eres tu dobe-
-Teme, que no me llames dobe-
-Jajaja… vale, por cierto, no creí que conseguirías el número tan rápido, ni por supuesto que leyeras tan rápido- dijo con burla.
-Hump… ¿y quién leería tan rápido? Solo le estaba dando una ojeada y apareció frente a mí.- se escuchaba divertido.
-Ah, ok… de todas formas deberías leértelo-
-Seeh… luego lo haré-
-….-
-……-
-….umm… ¿Y?-
-¿Y qué?-
-Bueno, si eso era todo, entonces hablamos después-
-No, matte- se apresuró a decir antes que el otro colgara.
-¿Si?-
-Bueno… etto…- estaba realmente nervioso
-Oe dobe, que te parece si más tarde vamos a tomar un café- le invitó.
-¿Eh? Si.- dijo claro.
-Vale, entonces sería como a eso de las ¿3?-
-Si, yo-
-Señorito, acuérdese que tiene cosas que hacer- le recordó el chofer.
-Ya lo sé Nagato- pegó su celular contra su pecho para que el otro no escuchara. -no tienes que recordármelo cada 5 minutos- dijo con desgano.
-Ano, ¿Sasuke? ¿estás ahí?-
-Si, todavía sigo aquí- volvió a poner el teléfono a su oreja pero ahora con fastidio.
-Bueno, si no puedes hoy será para después-
-No, no te preocupes, estoy libre para…- vio como su el hombre de cabellos negros le hacía unas señas con las manos. -¿las 5?... ¿te parece bien?-
-Hai-
-Bueno, entonces nos vemos a las 5 en ¿Konoha?- preguntó. (A/C: porcis, así que llama la cafetería… n.nU no hallé que otro nombre ponerle… jejeU)
-Hai, me parece bien, entonces nos vemos allá, cuídate-
-Hump… tu también- y colgó la llamada. –hump- en sus labios apareció una pequeña sonrisa.
-¿Nuevo novio?- preguntó algo burlón.
-¿Eh?- le miró desconcertado. –no, no es ningún novio-
-….hump-
-Por lo menos no por ahora- dijo con arrogancia mientras volteaba a ver por la ventana de la limosina.
-Por cierto señorito-
-¿Si?-
-Su hermano Itachi llegaba esta noche de viaje-
-Ah, si, que bueno- dijo sin darle mucho interés, la verdad no le interesaba ni en lo más mínimo lo que tuviese que ver con el traidor de su hermano.
-Y escuché que logró hacer el contrato del extranjero-
-…uh… que bueno por él- dijo con sarcasmo.
-Hump… señorito- le llamó.
-¿Si?- le volteó a ver.
-¿No debería dejar ya esa rivalidad con su hermano?-
-….Nagato, sabes que no lo voy a hacer, así que ni lo intentes, que por su culpa he tenido que pasar por todo esto- le dijo serio. –no le pienso perdonar por más que me suplique-
-…-
Y esa misma noche, luego de la “cena en familia” que Mikoto tanto insistió una vez que Itachi llegó, y de que Sasuke tuviera que cancelar su cita con cierto rubiecito, ya que su madre no le dejaba salir ni a la esquina, se reunieron todos en la sala como muy pocas veces lo hacían, ya que al parecer Fugaku tenía GRANDES noticias que participarle a TODA la familia.
-Oto-san, ve al grano- le dijo el azabache menor con fastidio.
-Bueno-
-Ya habla de una buena vez Fugaku- le dijo serio el azabache mayor.
-Bueno, está bien, como ustedes recordarán, Itachi es el sucesor de la compañía- decía mientras el nombrado solo rodeaba los ojos con fastidio.
-Hump- bufó Sasuke con fastidio, como olvidarlo si siempre que podía le restregaba en la cara que Itachi era el sucesor.
-Por eso, no puedo permitir, que siendo un UCHIHA, la empresa esté manejada por ti- señaló al hijo mayor. –si no estás casado-
- le levantó a ver con una ceja enarcada, la verdad le empezó a poner atención, cosa que no estaba haciendo.
-Así que estuve hablando con tu madre, y llegamos a la decisión de que te casarías antes de asumir la presidencia.-
- solo se le quedó mirando, ya que, no era que no pensara casarse pero todavía no quería, y menos si venía de sus padres. -¿arreglo matrimonial?- preguntó ya que se daba una idea de lo que estaba pasando.
-Si, la ceremonia se llevará a cabo dentro de 5 meses, a mediados del Verano- dijo firme sin dejar punto alguno de queja o reclamo.
- le confrontó la mirada al mayor.
-Itachi- llamó una voz suave y este le volteó a ver. –yo también pensé que era lo mejor, además, creo que estás en la edad, y sería bueno que conformaras una buena familia con quien compartir el resto de tu vida- le explicaba la mujer.
- respiró profundo. -¿desde cuándo?-
-…-
-¿Lo planearon cuando me fui a Italia o antes?-
-….-
-Contesta Fugaku- ordenaba con la mirada furiosa.
-Después- dijo con una sonrisa prepotente.
-Tsk- chasqueó la lengua molesto ya que recordó cierto trato que hizo con el mayor por esa fecha.
-¿No hay quejas verdad?-
-…No…- se levantó del sillón. –no hay quejas señor- comenzó a caminar hasta las escaleras.
-Hump- sonrió satisfecho.
-Pero eso sí- le volteó a ver y este solo levantó la mirada con superioridad. –que quede claro que no me pienso casar con cualquier basura como la hija ese amigo tuyo- le recalcó. –¡no con la chillona esa!- sentenció con fiereza.
-No te preocupes por la chiquilla esa, ESTA VEZ la dejé fuera de los planes- dijo con superioridad cruzando sus brazos a la altura del pecho.
-Eso espero- sentenció y subió hasta su habitación
-Bueno- dijo con fastidio levantándose del sillón, la verdad ya le había aburrido toda esa plática sobre el “futuro” de su hermano. –ya yo me voy-
-Sasuke- llamó su padre y este le volteó a ver. –quiero que te vengas a vivir de nuevo a la casa-
-¿Eh?- le enarcó una ceja.
-Si, quiero que dejes ese tonto departamentucho y te vengas de regreso a la mansión-
-Ya dije que no voy a volver- le dijo encaminándose hasta la puerta.
-Y yo ya te di toda la libertad que quisiste, así que ya va siendo tiempo de que vayas asumiendo tus responsabilidades así como tú puesto en la compañía-
-Viejo, ya te dije que no pienso trabajar para ti-
-Yo no te estoy dando una sugerencia o una petición, te estoy dando una orden, y como tu padre te ordeno que regreses a casa y empieces a trabajar como se es debido-
- apretó los puños.
-Ya he tenido suficiente con ese jueguito tuyo de querer ser músico, así que te quiero mañana a primera hora en la oficina para que te encargues de algunas cosas-
-Mañana no puedo- dijo serio. –ya tengo planes para mañana-
-¿Ah si? ¿Y que puede ser más importante que tu futuro?- preguntó con sarcasmo.
-Muchas cosas padre, además, más cuando tienen que ver con ese “futuro” del que tú hablas- el mayor frunció el ceño. –así que con permiso, me retiro a mi habitación, o tiene otra cosa más de la cual “ordenarme”… padre- dijo seco.
-No, ya puedes retirarte-
-Entonces con su permiso- le enfrentó la mirada. –y buenas noches okaa-san- le dijo amable para luego subir a su habitación.
-Tsk… ese insolente- dijo el hombre una vez se quedó solo con su esposa.
-Querido, ¿estás seguro de todo esto?- preguntó preocupada
-Claro que sí, los Namikaze es una de las familias con las que andarse con cuidado-
-…-
-Además, Minato es un viejo amigo mío al igual que Kushina es tu amiga, y ahora que encontraron a su hijo no hay mejor que esto para unirnos como familia-
-Uff-