POV Minho.
Observé al chico frente a mí de pies a cabeza. No me agradaba, ni siquiera de presencia y al parecer Taemin lo notaba porque lucía un poco nervioso, tal vez creía que golpearía a su amigo pero ganas no me faltaban. La forma en que miraba a Taemin era demasiado obvia en sus intenciones como para pasar desapercibido.
-Que tal… -murmuré de mala gana, mientras los chicos sonreían a diferencia de aquel.
-Hyung… -Tae apretó un poco mi mano y me miró con una pequeña sonrisa para que me calmara, pero no podía… era algo que me superaba-. ¿Vendrás por mí?
-Lo intentaré... –la verdad es que tenía muchos pendientes de la universidad-. Te avisaré, ¿sí?... –le sonreí de forma cálida y me arme de valor para acercarme a él y besar sus labios, así dejaba bien claro que él ahora era mío.
Al principio Taemin se opuso al beso, pero no demoró demasiado en corresponder, sentía sus mejillas arder y eso sólo me incitó a morder su labio inferior al alejarme, sonriéndole como lo había hecho antes.
-Pórtate bien... –reí un poco y revolví sus cabellos mientras el asentía como un niño pequeño.
Me despedí de sus amigos de mala gana, ya que ahora comenzaban a reír un tanto incómodos por mi atrevimiento de besar a mi novio, pero bueno… Caminé en dirección a mi auto y volví a conducir, esta vez en dirección a la facultad, si seguía faltando a clases podría perder el año.
***
En la facultad me tope con Kibum en la hora de almuerzo, quien estaba un poco más animado que de costumbre, y cabe decir un poco más rellenito, pero no sabría decir si era por la dieta que le estaba haciendo Jinki o por el bebé, pero tampoco me anime a preguntar, Key es un poco quisquilloso con el tema de su peso.
-Así que… ¿retomaras las clases? -pregunté sonriente mientras nos sentábamos en una de las mesas de la cafetería con nuestras respectivos almuerzos. Yo tenía una hamburguesa y Kibum un trozo de pollo con verduras.
-Sí… fui al médico ayer y me dijeron que hasta el sexto mes puedo asistir, pero si no me siento muy seguro puedo retirarme antes, pero no es la idea… -Key tomó los cubiertos americanos y comenzó a comer de a poco, yo lo imité, claro que comer hamburguesa era mucho más simple.
-Espero que todo ande bien… Pero me alegra verte comer bien y estar en buen estado.
-¡Mi apetito es horrible! Y mi ánimo igual. Ahora estoy bien porque no he tenido antojos ni nada por el estilo –suspiró-. Y me acostumbré a comer pollo… Al comienzo sólo provocó molestar, creo que Onew se molestó por eso… Fue divertido. Y tú… ¿Vas bien con Minnie?
Sonreí tan sólo por el hecho de que mi amigo me lo nombrara… De verdad que ese niño me tenía mal.
-Sí, cómo pudiste ver ayer... –reí.
-Me alegro por ustedes…. –Sonrió, pero por alguna razón sentí un deje de tristeza en esa sonrisa, aunque ya me supongo porque es.
Jonghyun... tienes que volver.
Las clases siguientes sólo pude pasármela tomando atención y preguntando sobre los apuntes pasados. Kyuhyun me ayudó en ello sin mucho problema, pues se notaba que yo estaba preocupado por ello. Me enteré que al día siguiente tendríamos un examen, así que decidí avisarle a Taemin que no podría ir por él, ya que estaría estudiando toda la tarde y la noche también.
***
Me pasé toda la tarde y noche en vela sumergido en los apuntes que había copiado de Kyuhyun, entendía muy poco pues me costó demasiado descifrar su letra. Le hacía falta urgente un curso de caligrafía, pero yo no era nadie para exigirle.
El reloj marcaba las tres de la madrugada y yo solo quería ir a dormir, pero por alguna razón no podía, no solo por el examen del día siguiente (bueno, hoy) si no por que comenzaba a extrañar a Taemin. ¿Es que nunca iba dejar de pensar en él? Me acostaba asimilar tan obvia respuesta.
Había cambiado y demasiado por un chico… un chico que fue una chica….
Me tumbé sobre la cama pasando el antebrazo sobre mi frente mientras la tenue luz la lámpara que descansaba sobre el mueble iluminaba mi habitación. Me puse a pensar en muchas cosas; en mi pasado, las miles de fiestas con mis compañeros de clase y Jonghyun, las salidas con Jinki y Key… Amber y sus locuras, las veces que pasaba en el instituto para ligar con alguna estudiante.
Uh…
Cuando conocí a Taemin dejé todo eso…. ¿Por qué? Simplemente porque ya no lo necesitaba. Taemin se convirtió en todo eso que me gustaba, incluso como niña es más bonitas que todas las que alguna vez conocí.
No me iba a permitir perderlo… tenía que mantenerlo a mi lado.
Giré sobre la cama y solté un suspiro algo cansado, debido al estudio y del rumbo de mis extraños pensamientos, hasta yo mismo me daba un poco de miedo… y no solo por ser así con Taemin, miedo porque de verdad… me estaba enamorando de él… y mucho. Ya no solo era esa frase que dije aquella vez, ahora lo sentía tan real…. Que casi se sentía extraño.
-Será mejor que me duerma… -susurré despacio estirando mi mano para apagar la lámpara y cubrirme con las mantas, sin quitarme la ropa, tan solo los zapatos. La pereza y el sueño me consumían.
POV Taemin.
Fue una tarde aburrida, muy aburrida… Sin nada más que deberes del instituto y la molestas de mis hermanas, tenía la esperanza de pasar el día con Minho, pero no se pudo así que solo me dispuse a terminar rápido todas las cosas que tenía pendientes y de jugar luego en la consola.
Sentía los gritos de mis hermanas y los de mi tía cosa que me hacía reír demasiado y querer unirme a ellas, cosa que hice al instante.
En el primer piso mis hermanas charlaban y veían una película mientras mi tía sostenía el teléfono para no sé qué.
Me senté en el sofá junto a Sulli, quien rápidamente se sentó sobre mis piernas, momento en el cual sentí el celular vibrar en el interior de mi bolsillo.
Esperaba que fuera Minho.
-Levántate un poco Sulli… -pedí y ella rápidamente me miró con reproche y fue a molestar a Minzy, sentándose con ella-. Aigoo... infiel me engañaste... –exageré.
-Minzy unnie es más cómoda... jum.
Reí por su comentario y revisé mi celular; era un mensaje, el cual me hizo sonreír de inmediato. No era Minho, pero era alguien que sinceramente ya extrañaba.
“¿Puedo ir a tu casa? L ¡ME ESTOY ABURRIENDO Y TE EXTRAÑO!”
Reí para mis adentros y rápidamente envíe una respuesta.
“Ven, ven. Estoy viendo una película con mis hermanas…. Te estaré esperando”
Guarde el aparato y sonreír solo por el hecho de que vería nuevamente a Amber, tenía mucho que contarle.
***
Al rato Amber llegó, y también unas ordenes de Pizza que la tía Song había pedido por teléfono. Desde ese momento la tarde se hizo más agradable junto a mi amiga, ella era muy divertida y se burlaba demasiado de las estupideces de mis hermanas, pero eran burlas sanas que a todos les agrado. Cuando la película que Amber y yo, ciertamente no vimos, terminó, subimos hasta mi habitación para platicar. Le conté lo de mi papá, lo que Minho confesó aquel día causando que ella riera y comenzara a molestarme con ello, ya que nuestra relación ya no era un secreto. Ella me contó que ahora el instituto era un caos debido a las chicas plásticas, habían comenzado a adueñarse de todo, justo ahora que debían hacer unas presentaciones donde ella quería participar pero aquellas chicas no se lo permitieron.
-¡Qué mal! –me quejé con ella al ver que torcía los labios en una mueca al decirme aquello.
-Estaba dispuesta a hacer una presentación… Me gusta cantar, ¿sabías?
Yo negué.
-No me lo habías dicho –le dije acusador con un puchero en los labios, mientras ella reía.
-Lástima que ya no podré participar, yo quería invitarte.
-¡Pero yo quiero!
Amber se estaba burlando de mí, riéndose y afirmando su estómago al verme tan berrinchudo con la idea de verla y escucharla cantar, más cuando la tomé de uno de sus brazos y comencé a moverla de un lado a otro, desesperándola.
En ese momento tuve una idea.
-¿Qué…? ¿Por qué me miras así?
Reí bajito ante su pregunta, juntando mis palmas golpeando mis dedos entre sí, malicioso. Tenía la idea de decirle a Minho que hablara con su madre para que sacara del cargo a aquellas niñas estiradas y engreídas de la programación.
-Cantarás, Amber… Lo prometo…
-¿Ah?... ¿Qué harás? –rió-. ¿Les pagarás una cirugía plástica para sobornar a esas chicas? –se burló, riendo-. Porque no es necesario, ya tuvieron cirugías… -Otra risa a la cual yo me uní, Aigoo…
Luego de aquella platica entre risas y comentarios sin sentidos Amber tuvo que irse por que ya se hacía tarde, aún así aproveche de preguntarle si sabía algo de Jonghyun Hyung…. Me confesó que estaba tratando de convencerlo para que regresara, que incluso estaba pidiendo ayuda a sus padres para que lo obligaran a volver.
Era un lio tremendo.
Cuando se fue, mamá llego a casa, lucía cansada y aturdida. Al acercarme a saludarla me percaté que había llorado, y eso hizo que mi corazón se contrajera. Ya sabía por qué.
-Omma…. –murmuré bajo expectante a su reacción, pero simplemente me regaló una fina sonrisa al tiempo que acariciaba mi rostro con una de sus manos.
-¿Y tus hermanas?
-Están arriba… -susurré-. ¿Pasó algo?
Ella negó y se adentró a la sala de estar, dejado sus zapatos altos a un lado y su bolso sobre el sofá, caminando hasta la cocina, yo la seguí.
-Omma… dime que pasa…
Ella se volteo y me abrazó cuando estuvo lo suficientemente cerca.
-Tu padre me demandó…. ¿Puedes creerlo? –Sentí su tono de voz quebrarse entre sollozos-. Se ha vuelto un hombre poderoso… tiene contactos… y no va a descansar hasta verme destruida…. ¿Qué… qué le he hecho?
Me aferré con fuerza a su cuerpo, incrédulo a lo que oía. ¿Aquel hombre era mi padre? ¿De verdad? Me costaba creerlo. Hacerle eso a una mujer, una madre era de cobardes.
-Mamá… no nos alejaran de ti… lo prometo, no lo permitiré…. No me quiero ir con ese hombre, no… no….
-No sé qué hacer….
-¿Dónde quedó mi mamá que hace todo lo que se propone? –murmuré sin soltarla, causando que riera cerca de mi oído y reprimiera un sollozo.
-Tienes razón… -Se separó un poco de mi y se arregló el cabello y las mejillas un tanto húmedas.
-No separará mi loca familia….
Reímos juntos volviéndonos a abrazar justo en el momento que todas mis hermanas entraban a la cocina.
-¡Abrazo familiar! –chilló Suzy y todas mis hermanas nos abrazaron a mí y a mamá, incluso oír la risa de la Tía Song en ese momento.
No hacía falta que mamá dijera algo para que mis hermanas supieran que algo había mal, todas eran muy perceptivas en ese ámbito incluso la pequeña Sulli.