Taemin le da un mordisco a la tostada mientras ve un extraño programa en la televisión. Hacía caras de asco cada cierto tiempo y abría los ojos sin poder creer lo que veía.
- ¿Por qué ves programas tan asquerosos?
- Son divertidos, hyung.
- ¡Estás comiendo!
Key le cambia el canal, ignorando sus quejidos, mientras terminaba de guardar las cosas para irse luego a la facultad. Odiaba tener que irse tan temprano, pero por lo menos podía aprovechar de ver a Jonghyun por algún rincón.
A veces creía que su relación con él no se diferenciaba mucho de la de Taemin con Minho.
- Estoy preocupado por Onew, Taeminnie.
Taemin le mira con la tostada en la boca, frunciendo el ceño. Le cuesta mascar e intentar burlarse al mismo tiempo.
- ¿Por qué? –se ríe malicioso-. ¿Ya no te viene a hacer la cama?
- Te estoy hablando en serio.
- Lo siento- se intenta contener, pero sin mucho resultado-. Cuéntame que pasó.
Key se sienta frente al menor, tapándole la pantalla para que le pusiera completa atención. Ve como Taemin frunce el ceño y se apoya atrás, aburriéndose desde ya.
Este niñito.
- Ni siquiera lo he visto- comienza-. No está nunca en su casa y no me contesta cuando lo llamo. Con suerte puedo asegurarte que está vivo.
- Le rompiste el corazoncito, Ki Bum.
- No se puede hablar contigo.
Se levanta y camina hacia la puerta en menos del tiempo que pensó que sería. Escucha las carcajadas de Taemin a sus espaldas antes de cerrar la puerta.
- ¡Te amo, hyung!
De verdad le gustaría que alguien lo tomara en serio en ese tema porque ya estaba preocupado, pero o tenía que aguantarle las bromas a Taemin o mirar a Jonghyun sin que le entendiera absolutamente nada o le diera un solución como “¿te consigo un amigo nuevo o quieres que te compre ropa para que no estés triste?”.
Bufa aún analizando la situación y tomando él mismo las riendas del asunto. Solo tenía que ir donde Onew y plantársele en frente sin que este tuviera escapatoria. Le tendría que dar una respuesta si o si y él se encargaría de solucionarla. Fin de la discusión.
Key camina coqueto hacia la sección de canto en su facultad, dando por sentado que su amigo estaría ahí. Cosa que estaba en lo correcto porque le vio apenas se asomó por una ventana. Le hizo un par de señas pidiéndole que saliera, mientras este asentía lento y sin ánimo. La sonrisa usual estaba ausente al igual que el brillo en sus ojos.
Era como si fuera otro Onew.
- ¿Qué paso?
Apenas sale por la puerta, sin saludarlo como hubiese hecho antes. Le mira cansado, y casi con sueño y eso le duele más de lo que esperó a Key.
- ¿Tiene que pasar algo para venir a ver como está mi amigo?
Se le acerca intentando romper la tensión, arreglándole la solapa que la tenía completamente hacia dentro haciéndolo ver como un tonto. Onew le regala una sonrisa de medio lado, pero para nada sincera.
- Ahh- suspira-. No.
- ¿Qué pasa? No te veo hace mucho.
- He estado ocupado preparando el examen.
- ¿Quieres ir a tomar un café?
- No puedo hoy día- con la cara que se lo decía, parecía que no podría hasta dentro de un año-.
- Mañana entonces.
- Ki Bum- le interrumpe-. Me voy a cambiar de departamento.
Eso si que no se lo esperaba.
Ve como Onew se encoge de hombros mirándolo despreocupado. Antes le hubiese avisado con un año de anticipación, esto era algo tan poco Onew, que no le creía.
Algo raro pasaba con él. O algo grave.
- ¿Pero por qué? ¿hacemos mucho ruido con Taemin? prometemos no hacerlo más.
- No, no es eso.
- ¿Entonces? ¿te falta dinero para pagar? Te puedo ayudar, no hay problema.
- No Key, estoy bien- suelta un suspiro y lo mira lo que parecía difícil para él-. Solo que el lugar se está haciendo muy grande para mi y quiero algo más simple. Algo más como yo.
- ¿Más como tú?
Key siente unos pasos a su espalda que se detienen justo tras él, y no es necesario que se voltee para saber de quién se trataba porque su nariz tenía un especie de radar cuando Jonghyun andaba un kilómetro a la redonda.
Su perfume era tan invasivo que le atontaba. O el dueño más el perfume. No sabía que era en específico.
Pero el rostro de Onew se deforma de tal forma cuando ve a Jonghyun, que Key frunce el ceño inevitablemente, sin entender que le ocurría.
¿Acaso habían peleado en alguna clase que tenían juntos?
- ¿Y tú que andas haciendo acá?
Le gruñe su novio, mirándolo lo bastante feo como para dejar en claro que ante todos se odiaban, solo que Key olvidaba actuar a veces, la cara de amor ya le hacía inevitablemente.
- Qué te importa.
- Hola Jinki- le dice acercándose y colocándose al lado del rubio.
- Felicitaciones por tu nota del examen- le susurra el aludido, quitando un poco su cara de odio.
- ¿¡Te fue bien!?
Jonghyun mira con odio de verdad a Key, queriendo matarlo en ese mismo instante.
- ¿Dudabas de mi acaso?
- Por supuesto que no, idiota.
- Más te vale.
Pero cuando se comienzan a sonreír de forma demasiado sospechosa sin dejar de mirarse, Jonghyun prefiere irse de ahí y seguir con el camino que tenía pensado en un principio. Se despide correctamente de cada uno hasta avanzar un poco más allá y guiñarle un ojo a Key desde una distancia bastante prudente que nadie pudiese verlo.
Onew le mira embobado hasta que Key se fija nuevamente en él, recordándole que tenía que ser fuerte. Que ya se lo quitaría el amor por él.
- Me enteré de que se arreglaron las cosas del casamiento.
- Sí- sonríe-. Ya es tema pasado por suerte, ¿cómo te enteraste?
- Jonghyun apareció más feliz que antes, pensé que sería por eso.
- ¿Ahora eres amigo de Jonghyun?
- No, pero somos compañeros, es normal que nos veamos casi todos los días.
(Lamentablemente.)
- ¿Te puedo ayudar en algo con tu mudanza?
Siempre tan bueno. Siempre tan necesitado de ayudar y hastiar a la gente con tanta atención. Onew en el fondo se lo agradece y le gustaría decir que sí, pero sabe que todo eso sería peor.
Tenía que alejarse de él. Ese era el plan inicial.
- No, sabes que puedo solo.
- ¿Cuándo te vas?
- No sé, pronto.
- ¿Me dirás verdad? No quiero enterarme de un día para otro que la casa de al lado está vacía.
Key da un paso hacia él y Onew intenta retroceder, pero finalmente accede a ese abrazo torpe que le daba rubio. Le impregna con su olor, recordándole hasta la más mínima molécula de su cuerpo cuanto le gustaba.
Y cuan imposible era estar con él.
- Te extrañaré demasiado, Jinki.
- Y yo, Ki Bum- suspira finalmente, agradeciendo el contacto-. Y yo.
Se prometen llamadas eternas y una comida de despedida. Key incluso le da una lista de invitados a los que él no se niega, pero preferiría hacerlo.
Se contagia de su sonrisa y de un nuevo abrazo torpe que se dan como despedida antes de que el chico se fuera rápido de ahí porque alguien le insistía una y otra vez a su teléfono.
Key le decía que era un compañero, pero Onew no era tonto, sabía perfectamente de quién se trataba.
Estoy en la azotea, sube.
Un mensaje que hizo que el rubio prácticamente corriera y se despidiera aún desde lejos, dejándolo con un nudo en el estómago.
Tan perfecto y tan imposible.
Pero cuando Key ve a Jonghyun sentado en el piso, fumando, prefiere devolverse donde Onew y seguir recibiendo amor en vez de bocanadas de tabaco. Se acerca a paso firme y mirándolo con odio desde que lo divisó.
Ya no tenía ganas de felicitarlo.
- ¿Por qué estás fumando?- se queda de pie, mientras el moreno le pega una suave patada para que se siente junto a él-. Odio que lo hagas.
- Y yo odio que ese idiota te mire mucho.
- ¿Quién?
- No te hagas el tonto, Ki Bum, sabes perfectamente de quién hablo.
- ¿De Onew?- suelta una carcajada, burlándose.
- Los vi abrazándose y tocándose en exceso.
- Jonghyun ¿qué te pasa? No seas imbécil, por favor.
Se sienta cediendo finalmente y mirándolo de costado, aún riendo. Pero el moreno apaga el cigarrillo y lo lanza lejos, tomándose la cara con ambos manos, deformándosela y mirando al rubio.
- ¿Estás celoso?- se burla de nuevo-. Tontito, estás celooooso.
- ¿Y qué?- bufa-. Igual no me gusta verte con él.
Se besan aunque Key no quiera porque odia el olor a cigarrillo, teniendo una pequeña fiesta que le hace saltarse un par de clases y volver con las hormonas bastantes alborotadas.
Key olvida el problema con Onew cuando está con Jonghyun, mientras Onew guarda su ropa en una caja y suspira inocentemente, rindiéndose al fin.
Así como iban las cosas, Key nunca se fijaría en él.
**
Taemin cierra de golpe su casillero cuando ve una figura a su lado. Le miraba gustoso y con los brazos cruzados como si no hubiese pasado nada. Como si no hubiese desaparecido este último tiempo y como si no le hubiese echo falta.
Taemin quiere soltar un bufido cuando lo ve, pero solo sonríe automáticamente, sin dejarle el derecho a pedir perdón. Minho sonríe y él recuerda cuantas veces lo llamó en la semana, buscándolo, y él no le respondió.
Minho era un montón de cosas que nunca se llegarían a saber. Que él, no llegaría a saber.
- Hola Lee, tanto tiempo.
Y el muy desgraciado se lame los labios como cuando alguien se limpia restos de helado en los labios. Le ve con el cabello desordenado y se le seca la garganta cuando lo tiene así de cerca y siente su respiración chocar con la de él. Se dan un beso corto que deja con ganas de más, pero están en un pasillo y Taemin se enoja por eso.
Se enoja porque llega como si nada y él al menos le gustaría escuchar una excusa por su desaparición, solo que siente que no tiene porqué exigir saber eso, si él no es nada para él.
Pero se lo pregunta de todas formas, no tiene nada que perder.
- ¿Dónde estabas?
- Por ahí- el desgraciado se ríe y le acaricia un poco la mejilla-. ¿Lloraste mucho en mi ausencia?
- No mucho.
(Mentía. Le había dolido.)
- Eso significa que sí aunque haya sido un poco- Minho lo acorrala contra un muro, tapándolo de la gente que podía verlos en algo sospechoso-. ¿Me he perdido de mucho?
- ¿Muchos de mis besos querrás decir?
Minho le sonríe y él le sonríe de vuelta. Su odio por su ausencia de repente ya había comenzado a desaparecer.
- Me he perdido mucho de Taemin entero, creo yo.
Se besan de nuevo, pero de forma más lenta. El menor le mete las manos entre el cabello, jugando con él, mientras Minho lo empujaba hasta hacerlo chocar con la pared.
- ¿Te vas a quedar conmigo?- le susurra en su boca-. No quiero volver a clases.
- Tan exigente, Lee. Quiero surgir y me tientas de esta forma.
- Entonces ándate.
Se lo dice serio y recordando el aburrimiento que tuvo esa semana en la que no lo vio.
¿Dónde mierda se había metido que no era capaz de decirle?
Pero Minho no deja de sonreírle, de tentarlo y de besarle el cuello despacio, haciéndole sentir pequeñas cosquillas con el roce de sus labios.
- Tan pesadito que te pones cuando no te dan la razón- un beso más y lo mira-. Pensé que tendría un recibimiento algo más emotivo.
- No te lo mereces, me dejaste solo una semana y quieres recibimiento emotivo.
Le sale todo lo que no quería demostrarle, dejándole ver que lo había necesitado.
Un poco. O mucho. Ni él sabía cuanto.
Minho le mira extrañado con el ceño algo fruncido.
- Note pongas tan enojón, fue solo una semana. Tuviste libertad para estar con quién quisieras sin que lo supiera
- Pero no lo hice, ¿tenemos una promesa o no?- se aleja, sin tocarlo-. ¿Cuándo vas a cumplir con la tuya?
- Pronto- se le acerca, volviendo a acorralarlo-. Cuando menos lo esperes. No seas tan impaciente.
- Yo quiero ahora, no me gusta que nos tengamos que ver en un pasillo a escondidas y apenas no podamos besar.
Ve como el alto rueda los ojos y le acaricia la mejilla, acatándolo para que no se enojara mas. Pero Taemin no cedería tan fácil. Ya se había aburrido de ser tan fácil ante él.
- Está bien, no entraré a clases, vámonos a mi casa.
- No, ya no quiero- es seco, cortante y Minho lo nota.
- ¿Qué te pasa? ¿estás enojado?
- Quiero saber dónde estabas- no es pregunta, ya es exigencia-. ¿Estabas con ella, verdad? Por eso no me quieres decir.
Siempre fue la posibilidad número uno de Taemin, solo que asumirla aún le dolía. No sabía porqué pero le dolía demasiado, como si le estuvieran quitando una parte de si mismo.
Odiaba a Yuri como nadie en el mundo. Ese era el problema.
Observa como Minho se desordena el cabello con una mano y se apoya contra unos estantes, acorralándolo aún más.
Era cierto. Había dado en el palo.
- ¿Prefieres que te diga apenas te veo que estuve con ella? Lo que menos quiero hacer cuando estoy contigo es hablar sobre Yuri.
Minho nota que Taemin no cederá. Ya no le sonríe y cae ante sus besos, solo le mira serio con ganas de irse lejos de ahí donde no existieran los fotógrafos que solo se encargaban de hacerle ilusiones.
Estaba seguro que estaba dolido, pero no entendía porqué tanto.
- ¿De verdad te vas a enojar por eso?- susurra cerca, pero sin tocarlo. Le respeta su espacio-. ¿Qué quieres saber?
- ¿Qué hicieron? Ni siquiera me avisaste, estuve como tonto buscándote.
Se lo dice y le da lo mismo que piense que es un psicópata o que es un idiota por andar preocupándose por él. Taemin lo había echado de menos desde el primer día que no lo vio. Luego se odió a si mismo por estar sintiendo eso que no debía sentir y luego se deprimió porque no podía creer que estaba analizando una situación de él junto a Minho.
Eso no ocurriría. Entre ellos nunca habría un nosotros, solo habría un quiero sexo y fin.
Pero le dolió. Le dolió aún más cuando Minho suspiró y se encogió de hombros avergonzado de haber desaparecido con Yuri después de todas esas estúpidas promesas.
¿Por qué confiaba en él? estaba más que claro que Minho no le importaba nada entre ellos.
Y lo peor es que cuando se le acerca y posa sus labios sobre los de él, no se mueve ni lo niega. Lo recibe porque está dolido y porque cree que ese poquito de cariño pueda hacerle sentir mejor.
- Por la mierda, Minho, ¿tanto te cuesta decirme la verdad?
- No entiendo para qué quieres saber tanto, solo nos fuimos a Jeju y ya estoy acá.
- ¿Por qué?
Le mira con más odio que antes si es que eso era posible.
- Porque los papás de Yuri celebraron un año más de matrimonio, ¿alguna otra cosa señor Lee?
Minho lo dice divertido con la intención de calmar el ambiente, pero Taemin al parecer, no tenía ganas de que fuera así.
- Minho siento que no haces nada para terminar con ella, ¿quieres estar conmigo o no? Debí partir preguntando eso.
- ¿Crees que si no quisiera estar contigo me habría dado la molestia de buscarte?
Taemin bufa y Minho siente que todo lo que dirá, a él nada le parecerá bien.
- Ya no quiero seguir así Minho, ¿o crees que me gusta que ella venga y me diga que deje de mirarte? Porque sí, eso pasó.
En otra ocasión hubiese sido divertido narrar las distintas expresiones que tomó el rostro de Minho, pero ahora no. Nada le parecía chistoso. No le parecía ni siquiera enternecedor ver como su cara seguía siendo linda a pesar de estar enojado.
Odiaba a Minho en ese minuto. Eso pasaba.
- ¿¡Qué!?- le dice en un tono bastante fuerte-. ¿Qué mierda te hizo?
- Nada por suerte, aunque la cara de perro no se la quitaba nadie.
- ¿Por qué mierda no me habías dicho esto?
- Por Dios Minho, si desapareces así como si nada, sin avisarle a nadie, ¿cómo quieres que te diga?
Al parecer ya no era el único enojado, porque el alto no sonreía y parecía haber desaparecido toda expresión en su rostro.
- Soy lo suficientemente inteligente como para saber que esto pasó antes de que me fuera, me fui con Yuri no con un espectro. Debiste habérmelo dicho.
- Para que lo recuerdes, la última vez que nos vimos estábamos en una cocina de un desconocido más calientes que la mierda.
Se genera un extenso silencio en el que solo se oyen ambas respiraciones hasta que Minho se le acerca e intenta besarlo, pero Taemin mueve el rostro hacia un lado, negándose.
No quería besos. No ahora y tampoco si quería en mucho tiempo más.
- ¿Quieres algo más? Ya me quiero ir.
- ¿Por qué estás tan insoportable? Siento que al menos merecía saber que Yuri había hablado contigo, ni siquiera me has dicho que te dijo.
- No sé, ya no me acuerdo- rueda los ojos e intenta escapar, pero es nulo-. Pregúntale a ella y vayan a conversar de sus mini vacaciones en Jeju, a mi déjame en paz.
Se lo había dicho con tanta rabia que Minho ya le miraba extrañado de sus reacciones. Estaba celoso, a un nivel desbordante y desesperante en el que lo único que quería hacer era matar a Yuri por existir y por estar justo con la persona más exquisita del país o del universo entero.
Pero Minho no entiende, no entiende sus reacciones ni porqué se estaba tomando las cosas tan a pecho. ¿Acaso ya se había aburrido de él y solo quería que lo dejara en libertad?
- ¿Estás así por el hecho de que me fui con Yuri o porque desaparecí una semana?- le coloca un brazo en frente, sin dejarlo irse-. Hace cinco minutos tenías ganas de que nos fuéramos y ahora solo quieres que yo me vaya. Sinceramente no te entiendo.
(Él tampoco se entendía. Ese era el gran problema.)
- No sé, ya no me importa, desde hoy no me importa nada de lo que hagas. Me quiero ir.
Si tuviera que describir como era patearle el ego en un segundo, Minho podría decir que era así. Nunca en su vida se había sentido tan usado.
- Tampoco tengo ganas de seguir hablando contigo. Besa a todo el que se te cruce si tienes ganas, adiós.
Y se separa al mismo tiempo que Taemin toma su mochila desde el piso y lo empuja para salir de ahí, pero se arrepiente en la mitad del pasillo y le mira casi con los ojos botando llamaradas de fuego.
Lo odia tanto que Minho puede sentirlo.
- Y tú anda a revolcarte con la zorra y que tengan muchos hijos.
Hijo de puta. Choi hijo de puta.
Ya no habían palabras para expresar lo que sentía. Solo quería irse de ahí y encerrarse en su pieza y que nadie lo viera porque se sentía el más imbécil del mundo.
- Créeme que eso haré.
Y Taemin lo ignora y sale caminando rápido y al lado contrario del que parecía ir Minho. Corre apenas sale y queda alejado de su vista hasta tomar un autobús y llegar rápido y de una maldita vez a su casa.
No quería que Key estuviera, pero los planetas estaban en su contra, y hacían todo lo que no quisiese, porque el rubio fue el que le abrió la puerta apenas le escuchó venir.
- Taeminnie, no te esperaba tan temprano.
- No quiero hablar.
Y el simple hecho de que lo hubiese empujado apenas entró, caminando al borde de estar corriendo a su habitación, hizo que Key se preocupara y se diera cuenta que algo malo había pasado. O que alguien se había encargado de hacerlo sufrir.
Si se trata de Choi, ni siquiera quiero pensar la forma en que lo mataré.
Abre la puerta con cuidado y ve lo peor que le podía pasar a su corazón: Taemin estaba boca abajo en su cama llorando de una forma tan desconsoladora que sus sollozos no eran difíciles de oír. Key se queda en shock sosteniendo la puerta hasta que se da el suficiente valor para entrar y sentarse a su lado y comenzar a hacerle suaves caricias en el cabello, intentando que se calmara. Pero Taemin lloraba tan desesperado que ya estaba a punto de acompañarlo con sus propias lágrimas.
Cuando veía Taemin llorar, sentía que el 90% de su cuerpo se desmoronaba.
- ¿Quieres hablar?- susurra casi de forma inaudible.
Pero lo ve negar rápido y sin levantar la cabeza.
¿Qué había pasado para tenerlo en ese estado?
Taemin lloraba por furia. Por rabia. Porque su mente recreaba una imagen tras otra en la que Minho llegaba donde Yuri y se besaban de forma tan apasionada que terminaban haciéndolo y él sufriendo. Minho no se acordaba de él y se burlaba porque era un idiota que tenía sentimientos.
Su mente de lo único que se encargaba era de crear una pesadilla tras otras haciéndolo llorar con más frustración.
- ¿Pasó algo con Choi?
Ese maldito apellido de mierda.
¿Cuándo fue el estúpido día que se le ocurrió fijar la vista en él? Si le hubiese hecho caso a Key nada de eso estaría pasando. No estaría llorando porque cree que a Minho no le interesa ni porque a él le duele que no sea así. Su vida sería perfecta y color de rosa.
- Hyung…- levanta un poco la cabeza, demostrando lo hinchado que se estaban volviendo sus ojos-.
- ¿Qué te hizo?
- Me gusta tanto, hyung… y yo no le gusto ni un poquitito.
Y el llanto de nuevo.
Taemin comienza a llorar de nuevo y Key no sabe si lo que siente es depresión por verlo en ese estado o furia por querer matar a ese imbécil. Le acaricia con más cuidado por sobre el cabello y se acuesta a su lado, abrazándolo. Y Taemin llora más cuando se hunde en su pecho, frustrado y odiándose a si mismo.
Se odiaba tanto que era desesperante.
- ¿Quieres que lo mate?
Taemin pasado un rato se logra sentar y se limpia los ojos con la manga, aún botando lágrimas, pero intentando respirar de forma normal.
Y lo peor es que niega. Niega porque le gusta tanto que es injusto que no viva porque no siente lo mismo que él.
A veces las cosas eran así y no era culpa de Minho que él hubiese involucrado sus sentimientos en ese estúpido juego. Era su culpa haberle creído, de nadie más.
- Compré un té relajante. Iré a hacerte uno, quédate tranquilo, ya vengo.
Asiente con dificultad y limpiándose aún los ojos cuando Key se le acerca y le deposita un suave beso en la frente.
Agradecía que no le hubiese dado el típico discurso de madre preocupada o que no hubiese tenido el impulso de empezar a despotricar en contra de Minho.
Taemin suelta un suspiro y vuelve a acostarse, algo más calmado.
Piensa como Minho pudo haber visto lo que tenían y como él sufría con eso.
Eran simplemente dos extraños que habían compartidos besos y una cama, y un montón de cosas eróticas que él se encargaba de mirarlas con amor.