Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Imán por Carito_d

[Reviews - 1298]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

NOOOOOOOOO NO NOS TIRAN PIEDRAS NI TOMATES, SABEMOS QUE NOS DEMORAMOS MUCHO, NONO DEMASIADO! la verdad es que estuvimos muy relajadas en cuanto a imán se trata, con esto de SS5 en nuestro pais (que a todo esto ya tenemos entradas con la canu, lo mas adelante jijiji) como que nos desconcentramos de nuestros deberes y nos pusimos flojitas :3 trataremos de no demorarnos tanto para la proxima vez, espero que les guste este cap.

Aprovecho de dejar el link de otro twoshot que estamos haciendo con la canu (nos volvimos adictas a los twoshot)

http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=95865

-       Sabía que no era buena idea que supieras nuestra dirección.

Key apenas lo deja entrar cuando Minho sonríe porque cree que el rubio es divertido y no cruel como pretendía ser.

-       Yo también me alegro de verte, Key.

-       Yo no he dicho que me alegré de verte- bufa, ofendido-. ¿Acaso no tienes conciencia de que hoy es sábado y la gente duerme?

Minho entra al living, mientras el rubio seguía caminando hasta la cocina por la cual podía verlo, o mejor dicho, estudiar sus movimientos.

-       ¿Me creerías que me confundí y creí que era viernes y fui a la facultad?

-       Viniendo de ti, es posible.

Intenta hacer café, aún sin poder creer que el muy desgraciado hubiese llegado a esa hora, viéndolo en una faceta completamente distinta y en pijamas que era lo que más le importaba, cuando ve que Taemin abre la puerta con los ojos entrecerrados sin saber porqué había tanto ruido. Ve como le cuesta enfocar hasta que en sus labios se forma una sonrisa, dándose cuenta que su día ya había comenzado bastante bien.

Una corta carrera de parte de su amigo y un beso demasiado sonoro y desesperado para ser tan temprano, fue lo que tuvo que presenciar y aguantar con su cara de asco.

Taemin se sostenía desde su cuello, mientras Minho lo afirmaba desde su cintura, dejándose besar. Ambos sonríen, ambos se alegran de estar juntos.

Excepto él, que se sentía que estaba sobrando, y odiaba sentirse así.

-       Ya basta, basta, que no he tomado desayuno.

El castaño lo mira, entrecruzando sus manos con las de Minho, casi ofendido, pero ignorándolo de todas formas.

-       Ayer no me llamaste- se queja-. Intenté esperarte, pero me dormí.

-       Me quedé en la casa de mi papá, lo siento, lo olvidé.

-       ¿De verdad voy a tener que presenciar esto sin haber tomado desayuno?

Ahora ambos lo miran, ya de no muy buena manera.

-       ¿Pasó algo con tu papá?- le pregunta preocupado, sin soltarle las manos y jugando aún con ellas.

-       No, todo está bien, pero anda a vestirte, quiero que salgamos.

-       Probablemente es la primera vez que te dice eso, deberías asombrarte, Taeminnie- vuelve a interrumpir el rubio, ahora mascando cereales.

-       ¿De verdad tienes que opinar sobre cada cosa que dice Minho?

Lo peor es que asiente con frenesí, provocando una risa en el alto.

Así como iban las cosas, de alguna u otra forma, ya no le gustaba tanto que Minho conociera dónde vivía, porque con Key de por medio, siempre habría temor.

**

-       Vamos Tae, quítate la camiseta. Por algo te traje a una piscina temperada.

El castaño estaba con el agua hasta la cintura, pero aún con su cuerpo cubierto por una vergüenza que no supo desde dónde apareció.

No entendía porqué Minho lo había elegido justo a él para una sesión de fotos para la facultad, pidiéndole –porque ni siquiera se vio en la necesidad de rogarle- que él participara. Le costó decir que sí, pero nunca se le pasó la idea de negarle algo.

Pequeño gran problema.

-       Tienes que meterte conmigo o no me la saco.

Sabía que era una mala estrategia, pero el solo hecho de ver a Minho sentado con los pies en el agua, sosteniendo un inmenso lente frente a él, era algo aterrador.

E injusto.

¿Por qué no podía posar simplemente él?

-       No sé de que te avergüenzas si te he visto más veces desnudo que tu propia madre.

Le dio rabia que fuera cierto.

-       Tú me habrás visto, pero la señora que está más allá no deja de quitarnos los ojos de encima, yo creo que piensa que somos gays.

Ve como Minho se voltea sin un mínimo de prudencia, mirándola feo antes de que volviese a posar la vista en ellos.

-       Qué importa- bufa-. Seguramente es envidia porque lo hacemos más veces que ella. Tae, la camiseta.

-       ¿Y si me da frío?

-       Después nos preocupamos que entres en calor.

Con proposiciones así era difícil hacerse de rogar.

Lástima que aún no se le quitaba la vergüenza por completo y apenas se quito la ropa, se hundió en el agua, dejando solo su cabeza fuera de esta y escondiendo esos cortos y antiguos pantalones que más que traje de baño, parecían short de futbolista de los años 60.

Según Minho se veía bien, según él, daba pena.

Comienza a nadar lentamente por alrededor, sumergiéndose de vez en cuando y escuchando el sonido de la cámara al sacar una y otra fotografía. Él no entendía que era lo que tanto podía capturar Minho, nadando solamente para que no se generara un ambiente incómodo en el que se viera obligado a posar. Porque claramente, no sabía como hacer eso.

-       ¿Para qué quieres a un modelo como yo?- intenta quedarse quieto, mientras flota a un par de metros de él-. No tengo músculos, soy un esqueleto.

-       Porque eres tú.

No lo mira, pero le hace sentir incómodo, provocando que sonriera inconscientemente. Un nuevo click en la cámara y ya sentía que tenía que volver a nadar.

-       ¿Está bien si nado?

-       Mientras no te ahogues, está bien- le ve nadar de espaldas de un lado a otro, disfrutando claramente la temperatura del agua-. Eres la primera persona a la que le tengo que pedir que pose para mi, deberías sentirte halagado.

Y probablemente la primera persona con la que disfrutara tanto una sesión, solo que prefiere omitir esa parte.

-       Creo que me ahogue y trague agua- parece un poco desaturdido sacando una sonora carcajada de Minho-. Ni siquiera sé hacer poses, no sé porqué me lo dijiste a mi, me siento mal.

-       No seas idiota, eres mejor que muchas personas que he tenido que fotografiar.

Nuevos clicks que hacen que Taemin se sonroje y haga círculos con sus brazos sobre el agua, intentando que no llegara un ambiente incómodo entre ellos, o más bien, entre él y la cámara de Minho. Pero verlo ahí, tan tranquilo y cauto, concentrado en lo que hacía, no podía negar que le tentaba la situación de verlo así, tan sumiso. Camina con dificultad por el agua hasta quedar frente a él, colocando sus manos mojadas sobre sus pantalones que estaban un poco enrollados, permitiéndole dejar sus pies en el agua.

Minho sonríe ante las caricias lentas de él, sin pensar demasiado en sus dobles intenciones.

-       Siento que saldrán todas las fotos malas y no servirán de nada.

El alto lo enfoca frente a su rostro, capturándole un leve puchero en sus labios.

Ya ni se sentía intimidado por el lente. Casi le daba lo mismo, si se trataba de Minho.

-       No me engatuses, Lee, estoy haciendo mi trabajo, conozco tus intenciones.

-       No haré nada que tú no quieras, Choi.

Se inclina un poco sobre él, siendo atrapado entre sus piernas y acariciándole por debajo de la camiseta, sobre ese abdomen que lo volvía loco. Ve como Minho sonríe, mientras revisaba un par de fotos que le había sacado recientemente.

-       Más tarde, Lee, yo solo quiero hacer mi trabajo.

Un puchero que hace que el castaño se rinda de inmediato, hundiéndose de nuevo en el agua y nadando hacia atrás, alejándose para verlo mejor.

-       Ya no me gusta que me digas Lee- bufa.

-       A mi me dices Choi y no me importa, es tu apellido, ¿qué más quieres’

Se le cruzan muchos apodos por la mente, pero no dice ninguno por vergüenza. Por vergüenza a encontrarse en una situación que él mismo aborrecía cuando veía a parejas enamoradas.

Ve como Minho revisa las fotografías en su cámara, sin prestarle mucha atención y sin notar su necesidad repentina de que le dijera de alguna forma tierna.

Se sentía estúpido e infantil, como un adolescente con su primer amor.

-       Que me digas un sobrenombre con amor, no de esos estúpidos y ridículos.

Cuando ve que el alto le mira, aún sosteniendo su cámara entre sus manos, y con una media sonrisa, se odió a si mismo por estar viviendo esa situación, por haber dicho lo que pensaba en voz alta.

Si antes se sentía ridículo, ahora quería hundirse en el agua por vergüenza.

-       ¿Cómo cuál? ¿Puedo tener un ejemplo, mi amor?

Ahora sí se quería hundir.

Nunca le había preguntado o le había escuchado decirle de alguna forma a Yuri. Siempre era su nombre a secas, o incluso ni siquiera eso. Minho no demostraba mucho sus sentimientos, lo tenía claro, pero en el mismo instante que le dijo mi amor, las mariposas comenzaron a revolotear en su estómago.

-       Mi amor es muy de viejos casados.

-       No te voy a decir como un animal, olvídalo.

-       No te estoy pidiendo eso, te pido algo normal y tierno.

Sí, la misma persona que ronroneaba y gritaba su nombre en la mitad de la noche, pidiéndole que no parara, le pedía un sobrenombre tierno.

¿Entenderse?

Ni él mismo.

-       No te voy a decir Taeminnie como Key, me mataría si me oye llamarte así.

-       Tú deberías darme un ejemplo, a mi me dices Minho a secas y no me quejo.

-       ¿Minho hyung?

Sabía que lo había odiado por el solo hecho de ver su rostro.

-       Me sorprende tu imaginación, Taemin.

Tiene claro que enfatiza su nombre solo para hacerlo rabiar, aprovechándose de la situación, pero no le ganaría.  No ahora ni nunca.

-       ¿Minho hyunnie?

-       Que horrible, prefiero que me digas oye.

Vuelve a acercarse nadando y quedando entre sus piernas, solo que sin acariciarlo. Minho le miraba con el ceño fruncido, esperando algo tierno de su parte, mientras él solo se burlaba.

-       Entonces te diré… ¡ojos grandes!

-       Fue suficiente el bullying que tuve que soportar con Jonghyun cuando íbamos en el colegio como para que tú sigas con lo mismo.

Se mantiene en equilibrio sobre sus piernas, alcanzando sus labios y dejándole cortos besos.

-       Me encantas, me encantas, me encantas.

Pero Minho solo estaba ahí quieto, dejándose besar y mirándolo con el ceño fruncido.

Al parecer de verdad Jonghyun lo había dejado bastante traumado con la situación de sus ojos.

-       ¿Me vas a seguir sacando fotos o vas a estar con esa cara todo el día?- se hunde un poco, tirándole agua con la mano, pero sin que llegara a tocar la cámara-. No seas enojón.

-       No soy enojón, estaba pensando.

-       Es mejor que no pienses y agarres tu cámara antes que te tire conmigo al agua.

Un movimiento lento de Minho y ve como se sale del agua, dejando su herramienta de trabajo encima de una silla, junto a su teléfono y la camiseta que no se demoró mucho en quitarse. Si tuviera que decir que se ponía triste de verlo así, mentía como nunca.

Lo único que pedía es que nadie más lo mirara o le dejaría claro a cada persona que ese cuerpo, le pertenecía a él.

Cada milímetro y pedacito de piel.

Pero Minho se queda en el borde, y se agacha, hasta quedar a una altura decente para que lo oyera. Al parecer ya no era tan fácil como creía.

-       ¿Te vas a quedar conmigo hoy? Key ya me conoce, tienes el pase libre.

-       ¿Quieres que lo piense o tiene que ser una respuesta rápida?

-       ¿Crees que me saque la polera por nada?

-       ¿Es tu forma para convencerme, Minho hyung?

Una burla que hizo a propósito y que no tuvo medidas en tener repercusiones. El aludido se levanta de golpe y camina a pasos agigantados hasta la silla en donde había dejado sus cosas, amenazándolo desde allá en que volvería a vestirse y el paisaje no sería tan grato como ahora.

Lamentablemente no pudo contener su furia, lanzándole agua desde lejos porque era un estúpido y un enojón y un sin sentimientos.

-       Haz lo que quieras, no me importa.

Un supuesto enojo de él era mucho más fácil cuando se trataba de solucionar cosas, porque Minho no se tomó mucho tiempo en incluso, quitarse los pantalones para meterse de un solo golpe a la piscina.

Si alguien lo viera, lo expulsaría por bañarse en ropa interior, pero como no era así, Taemin disfrutaba de su pequeño espectáculo privado.

-       Sé que no me odias- se acerca cauteloso, mientras él no se mueve, concentrado en como lucía su pecho con esas gotitas de agua. Malditas gotitas de agua-. Así que no me mires con esa cara.

-       No te acerques, Minho de ojos grandes.

El alto sonríe y él se aleja cuando se acerca demasiado.

-       Estoy solo en calzoncillos, no me hagas perseguirte por toda la piscina.

-       Vendrá una vieja y te violará.

-       Sé que te pondrás celoso, no te hagas el desinteresado.

Había sido un golpe bajo. Lo tenía claro.

-       No me causa nada tenerte a tres metros de mi con calzoncillos, si te he tenido sin ropa y mucho más cerca.

Toma eso maldito Choi Minho.

-       ¿Y no te gustaría saber que se siente tenerme a un centímetro de ti en una piscina y sin nada puesto?

Mierda, así las cosas no resultaban tan fácil. Intenta hacerse el difícil, pero sabiendo que no tendría los mejores resultados ante ese plan tan tentador.

-       ¿Qué intentas hacer? Podría venir alguien.

-       ¿Tienes miedo, Minnie?

Las mariposas vuelven a revolotear más fuerte, sacando una sonrisa inconsciente en él. Le gustaba que le dijera así. Ni siquiera a su madre se le había ocurrido llamarle de esa forma tan tierna.

Le gustaba demasiado a decir verdad.

Se olvida de que Minho lo seguía y de que él tenía que retroceder, encontrándose con él frente a frente, sonriendo como un estúpido.

-       Nadie me dice Minnie.

-       Yo no soy nadie.

Le pasa las manos por el cuello, ahora sin querer que se arrancara lejos de ahí. Minho aún tiene el ceño un poco fruncido, esperando alguna respuesta de su parte.

Si le encantaba antipático, verlo en esa faceta tierna era algo indescriptible.

-       Veo que a alguien se le fue el odio de manera repentina.

Le acaricia el cabello mojado y posa sus labios sobre los suyos, besándolo lentamente.

Y sin pensar demasiado que lo tenía en frente y solo en ropa interior.

-       ¿Cómo odiarte cuando me dices Minnie?

-       Se te quitó el enojo y ni siquiera me saqué los calzoncillos.

Otro beso más largo y más intenso, y él ya comenzaba a sonreír de manera coqueta, como cuando se tramaba algo.

-       Pero puedo sacártelos yo.

Exceso de hormonas y de saliva fue lo que consiguió el trabajo del alto. Se quedaron por más de lo que quisieron dentro del agua, terminando tan arrugados que según Taemin, no tenía otra opción más que irse a la casa de Minho.

Lamentablemente.

**

Taemin abre la puerta intentando meter el menor ruido posible y pisando con un cuidado digno de admirar. No permite que las llaves suenen al chocar ni que la puerta se cierre de golpe. Todo lo calcula, incluso cuántos pasos tiene que dar y poder saber si Key ya se había levantado o no. Quince para ser exactos y diez para saber si se encontraba o no porque la puerta ya estaba abierta.

Ruega porque la preocupación de Minho no nazca en ese instante y no se le ocurra llamar para saber si había llegado bien.

Minho. Que palabra más perfecta.

Se quita las zapatillas y comienza lentamente a caminar hasta llegar a la rendija desde donde podía ver si su amigo dormía o no. Lamentablemente la impresión fue tan grande que se quedó más de un minuto mirando, pellizcándose a si mismo para saber si eso era real o no.

Si de verdad Key estaba con alguien o era impresión suya.

Porque ni siquiera en un universo paralelo, había explicación para lo que observaba en ese instante.

Se balancea y empuja un poco la puerta, viendo como la espalda desnuda de su amigo, se abraza al pecho desnudo de una persona que conocía más que bien, casi al punto de sentirlo como alguien de su familia.

Jonghyun sonreía en su sueño y Key probablemente también.

La desnudez era evidente al igual que su shock que no le permitió otra cosa aparte de irse de golpe a su cama, tapándose con las sábanas hasta más arriba de la frente, intentando dejar de pensar en eso.

Intentando dejar de pensar en una realidad que era imposible hasta en las más extrañas películas de amor.

No tiene noción del tiempo ni tampoco de lo que pasaba fuera de su cama. Está embriagado aún en olor a Minho y prefiere no pensar en otra cosa que no sea eso. Ni en ruidos de cuando la gente se despierta y cuando se va de ahí.

Siente pasos, pero prefiere ignorarlos lo máximo que pueda. Son dos, los oye, porque suenan acompasados, al igual que las risitas y palabras que suenan a lo lejos, despidiéndose.

De pronto la culpabilidad de no haber llegado la noche anterior se volvió una cosa mínima e insignificante al lado de eso.

Se sentía cegado y tonto, como nunca pensó.

-       ¿Tae?- Key ya estaba dentro de su pieza cuando él se puso alerta. Le cuesta destaparse y sentarse en su cama y mirarlo y hacer como si nada hubiera pasado-. No escuché que habías llegado… ¿quieres tomar desayuno?

Le emputece su despreocupación. Le dan ganas de escupirle todo, pero el excesivo amor que tiene por él se lo impide.

Porque Key era una de las personas más importantes que nunca pensaría en querer llegar a perder.

De pronto el excesivo amor de Minho del día anterior se había minimizado y no supo cómo.

Se sintió débil.

-       No, tomé con Minho.

-       ¿Comieron bien?

-       Sí- es seco, no puede ser de otra forma. No le resulta.

Lástima que era Key, no cualquier persona.

Ve como se balancea, afirmado en la puerta, frunciendo un poco el ceño.

-       ¿Me vas a decir sí y nada más? ¿qué te pasa que no me vas a contar lo que hicieron?

-       Dudo que quieras saber tantos detalles.

Aparte que era injusto que tuviera que decírselos.

Minho era de él y de nadie más.

Y puede que un poco de Yuri, lamentablemente.

-       ¿Y tú que hiciste anoche?

El rubio parece dudar con su pregunta, pero de todas formas sonríe.

-       Me acosté temprano.

-       ¿Seguro? Te llamé y no me contestaste.

-       Apago el celular cuando duermo, Taemin.

-       Llamé a la casa- insiste-. ¿Te pasa algo? Te noto pálido.

Le oye soltar un bufido y sonreír como si nada.

Como si no se hubiese acostado el día anterior con su propio hermano.

-       ¿Por qué me pasaría algo? Estoy pálido como de costumbre.

Una vez Taemin recuerda que le intentó ocultar algo a Key. Luchó por mentir hasta el final y todo terminó siendo peor mientras pasaban los minutos.

Ahora, se sentía mucho peor. No por el hecho de estar ocultándole algo, sino que porque no quiere ser capaz de pensar que Key pudo pasarlo por alto y no haberle dicho algo tan importante como eso.

Se auto convence de mil formas y busca excusas estúpidas que él sería capaz de perdonarle con tal que la verdad no fuera esa, que sinceramente no quería decirle sobre lo que pasaba con Jonghyun.

-       ¿Por qué estabas durmiendo desnudo con Jonghyun?- lo dice rápido, sin pensar en las consecuencias y antes que pueda arrepentirse-. ¿Tanto te cuesta asumir que duermes desnudo con tu hermano? No creí que salir con tu hermano fuera algo para ocultar.

-       No me hables así, Taemin.

Le ve nervioso e incómodo de un minuto a otro. Key está en pijamas y se sostiene en una pierna, balanceándose y llevándose una mano sobre el cabello, entrando en desesperación en menos tiempo que cualquier otra ocasión.

¿Nervioso? Era más que obvio.

Casi tanto como la respuesta que él esperaba.

-       Te hablo así porque no entiendo porqué me mientes- intenta no elevar la voz, consiguiéndolo-. ¿Qué está pasando con Jonghyun hyung? ¿Desde cuándo se volvió normal dormir así con tu hermano?

-       ¿Qué mierda te metió Minho en la cabeza ahora?¿te das cuentas como estás cambiando desde que te juntas con él?

Con él.

Le duele mucho más de lo que espera y mucho más de lo que creía que sería.

Key no podía tocar a Minho. Justo ahora no.

-       ¿Por qué me cambias el tema?- explota furioso, levantándose de la cama y quedando solo a un par de pasos de él-. ¿Qué mierda tiene que ver Minho aquí?

-       Jonghyun vino anoche, vimos unas películas y nos quedamos dormidos, ¿o ahora te molesta que venga también?

-       ¿Y por qué me mientes?

-       ¿Tengo que decirte todo lo que hago también Taemin?- le ve soltar una carcajada irónica y le duele-. Si mal no recuerdo esta es mi casa, y aquí se hace lo que yo diga.

Dos años que vivían juntos.

Dos años en los que nunca tuvieron un problema o una pelea por convivencia. Nunca se sacaron en cara algo o pelearon por cosas estúpidas.

Hasta hoy.

Taemin siente que sobra y que no pertenece a ese lugar. Casi como si lo tuvieran por pena ahí.

-       No puedo creer que me estés sacando en cara eso- la voz se le quiebra inevitablemente, mientras el rubio le miraba sin expresión-. Creí que éramos amigos. Más que eso, pero por lo visto no piensas lo mismo que yo.

-       Y yo no puedo creer que te enojes porque Jonghyun venga.

-       Si te pregunto algo, ¿serás honesto?

Se aguanta las ganas de llorar, aunque las tenga a flor de piel.

De pronto se siente solo y sin nada a qué aferrarse.

Lo peor es que Key parece incapaz de inmutarse, siguiendo con su rostro tal cual, como si estuvieran hablando de quién había sido la última persona que había comprado pan.

-       ¿Me ves cara de mentiroso?- se cruza de brazos y le mira enfurecido sin poder creer lo que le decía-. Que no te cuente algunas cosas es totalmente diferente.

-       ¿Estás con Jonghyun hyung?

Su cara se transforma. Key no lo nota, pero él sí.

Se pone más pálido y el rubio de su cabello parece perder el brillo, como si lo hubieran congelado de golpe.

-       ¿Qué te hace pensar eso?

Ya no le habla exaltado, le habla casi susurrando, con miedo.

-       Cuando yo amanezco así, no es porque dormí con Kai, es porque dormí con Minho- sorbetea la nariz y suelta un suspiro-. Cosas así son las que me hacen dudar si de verdad confías en mi.

-       Taemin basta, el hecho de que esté o no con Jonghyun no es de tu importancia y tampoco afectará a tu salud mental.

-       Vete a la mierda.

Es seco y tajante. No es necesario que le pida que se vaya porque por iniciativa propia prefiere hacerlo. Taemin le cierra la puerta en la cara y él se queda ahí, estático y sin saber que hacer.

¿Que si tenía miedo?

Nunca en su vida creyó sentirse así.

Camina hacia el sillón y sube sus piernas, escondiendo la cabeza entre las rodillas.

Tenía tanto miedo, que sentía unas ganas desesperantes de llamar a Jonghyun y decirle que no lo dejara solo por nada en el mundo, que lo necesitaba porque sentía que una parte de su alma se había roto.

Y no llora a pesar de que sienta que las lágrimas se acumulan en sus ojos. Se aguanta como le enseñó su madre, reforzándose a si mismo que  tenía que ser fuerte ante todo y que las cosas con Taemin se solucionarían porque él lo quería, era bueno.

Taemin tenía el corazón más puro existente en el mundo.

Y se odió a si mismo por hacerlo sufrir tanto.

Se sacude los pantalones de su pijama y da un par de golpecitos en la puerta,  entrando por cuenta propia al no recibir respuesta.

Lo que no esperó, fue ver al menor limpiándose los ojos con la manga de un polerón que ya se había puesto, mientras caminaba de un lado a otro, guardando ropa dentro de una mochila bastante grande.

Ve sus movimientos en cámara lenta, sintiendo como de a poco su corazón se comenzaba a congelar.

Taemin ni siquiera lo miraba. Ni siquiera para putearlo, que hubiese preferido mil veces más.

-       Lo siento- susurra, aguantándose más que nunca las ganas de llorar-. Parece que me pase un poco contigo.

No lo mira. Lo ignora mientras pasa frente a él, guardando un par de zapatillas junto a su ropa interior. Le dan ganas de decirle que no podía echar las cosas sin doblarlas, pero se contiene porque no es el momento.

Taemin se limpia los ojos cuando avanza y se siente la peor persona existente en el mundo.

¿Con qué cara puteaba a Minho si él se había encargado de destruir su amistad de años con un par de palabras?

-       Si estoy con Jonghyun- no supo cuando pero sus ojos comenzaron a botar lágrimas de forma inconsciente-. Si no te lo dije antes es por razones obvias, nadie más sabe a parte de Onew. No quiero que el mundo sepa que estamos juntos, ¿sabes lo difícil que es? Taemin tú no entiendes por todo lo que hemos tenido que pasar. Somos hermanos al fin y al cabo, ¿quién aceptaría una relación así?

Ve que Taemin se detiene frente a él, sosteniendo una camisa en su mano.

El menor parecía tan dispuesto a irse, que estaba segura que no había forma de convencerlo de que no fuera así.

Key lloraba y sentía que nada, ni siquiera Jonghyun, sería capaz de consolar esa pena que estaba comenzando a sentir.

-       No sé- Taemin deja caer las lágrimas, haciéndolo sufrir-. Según tú, claramente yo no. Dile a Onew hyung que te responda tu pregunta.

Deja la camisa dentro de la mochila y comienza a guardar cosas de su velador, vaciándolas con rabia.

-       Lo siento. No fue la mejor forma para que supieras esto- da un paso, intentando impedirle algo, pero no tiene la fuerza necesaria-. No quiero que te vayas.

-       Y yo no quiero quedarme en una casa que se hace lo que tú digas. ¿Que Minho me cambio? Por favor, ve en lo que te has convertido tú.

La primera vez que vio a Taemin, sintió un apego irracional hacia él. Recuerda que sintió una extraña necesidad por protegerlo, a pesar de apenas conocerse.

No se demoró mucho en entrar en su vida y saber hasta los últimos detalles posibles de él. su color favorito, su ciudad favorita, qué quería saber.

Key era algo así como su diario de vida, y Taemin para él, era algo así como lo que siempre quiso tener en su vida no amorosa.

Era el humano perfecto que había nacido para amar.

-       Antes no hubieses hecho esto, pero eres libre de lo que haces. No soy ni tu mamá ni tu hermano para detenerte.

Pero soy Key, por el que haz hecho mucho más que a tu familia.

Taemin se para frente a él, con los ojos hinchados a causa del llanto, suspirando y dando saltitos involuntarios a causa de la pena.

Tiene tantas ganas de abrazarlo que siente que sus brazos le molestan, que en ese momento son inútiles.

-       ¿Quieres saber algo?- ya no le habla con odio. Le habla como Taemin, como el Taemin herido que no busca más que amor en una persona-. ¿Quién es la primera persona que supo lo mío con Minho? ¿La que supo a quién besé por primera vez? ¿O a la primera que me atreví a decirle que soy gay? Todas llevan a ti, lamentablemente. Algo que esperé de igual manera, pero bueno, ahora tengo la respuesta. Si me preguntas si me hubiese importado tu relación con Jonghyun hyung, hubiese sido el primero en apoyarlos; ahora en verdad, me vale mierda lo que hagas.

Las lágrimas comienzan a caer más rápido por sus mejillas, mientras intenta acercarse a Taemin, que no duda en empujarlo al más mínimo roce.

-       Taemin tú no eres así, no eres rencoroso.

Le dolió cada palabra como si se las hubiesen clavado una a una con un puñal. Estaba seguro que le costaba respirar.

-       Yo no soy rencoroso, no soy malo, no soy qué, ¿algo más? ¿te has dado el tiempo de verte a ti? ¿de verte el daño que te estás haciendo? No me importa vivir debajo de un puente, pero no puedo seguir viviendo con una persona que ni siquiera me tiene en cuenta cuando se trata de confiar.

-       Sé perfectamente que no te irás a vivir debajo de un puente, y si fuera así tampoco te dejaría salir de esta casa- se limpia los ojos y continúa, rindiéndose-. Podré tener miles de defectos a tus ojos Taemin, pero tonto no soy, se que te vas con él.

-       ¿Y te alegra saber que no podré estar más de un día porque está con esa puta de Yuri? Probablemente sí, de ti, ahora lo creo capaz.

Lo que por un minuto había sido depresión, no supo como logró convertirse en un odio profundo hacia el castaño. Le dan ganas de pegarle por tratarlo así de mal, como si se tratase de una persona que era deplorable en el solo hecho de pensar en mirarla.

Se limpia los ojos con fuerza y le mira, enfurecido.

-       No me rebajaré más, no te pediré perdón. ¿Sabes? Haz lo que quieras, si quieres revuélcate todo el día con él, pero después no vengas llorando diciendo que te dejó por Yuri.

Había sido cruel. Lo tenía claro y lamentablemente con esa intención lo había dicho.

-       Al lugar que menos volvería, sería aquí.

Ve como se coloca la chaqueta y cruza la mochila por su espalda, empujándolo al pasar y saliendo rápido de esa habitación que había guardado tantos secretos entre ellos. Key lo sigue con la mirada y avanza un poco, odiándose más a si mismo que lo que pretendía odiar a Taemin.

-       Ah, y una última cosa, Kai llamó, quería venir, ahora veo que no podrá.

-       No, dile que se quede a comer contigo y Jonghyun, quizás hasta en él confías más, adiós.

Un portazo fue lo suficiente como para terminar con una amistad de años. Una amistad que para él, significaba todo en su vida.

**

Minho acaricia a Mermelada cuando siente un par de golpes en la puerta. No había sido capaz de volver a vestirse después de salir esa mañana, estando aún solo en ropa interior, como solía ser casi siempre. Intenta ponerse una camiseta rápido para ir a ver de quién se trataba, pero siente un par de golpecitos nuevos, casi pidiéndole con urgencia que abriera.

Unos golpecitos que estaba seguro de quién se trataban.

Una sonrisa que aparece de inmediato apenas le ve, y que no se demora demasiado en desaparecer al ver la condición en la que estaba Taemin. El menor se limpiaba los ojos con los puños de su chaqueta justo en el instante en que había fijado su vista en él.

Tenía los ojos rojos y un recorrido de lágrimas que le estrujó el corazón.

-       Hola Minho- su voz apenas se escucha, dando pequeños saltitos a causa de la pena que se lo estaba comiendo vivo-. Lo siento, ¿molesto? No pensé que volvería tan pronto.

Hace cuatro horas que se había ido y lamentablemente, ya lo había echado de menos por lo menos una vez.

-       Nooo- no atina a moverse de la puerta dejándole entrar, quedándose solo de pie, estático-. Estaba con… mermelada, ¿pasó algo?

Se limpia de nuevo los ojos y se encoge de hombros, dejando escapar una lágrima.

-       ¿Me puedes abrazar?- las lágrimas comienzan a bajar sin piedad, asustándolo-. Solo quiero que me abraces y no me sueltes hasta que deje de llorar.

Cuando Minho abre los brazos y Taemin se refugia en ellos, pegándose a su cuerpo, el alto siente que se va a desmoronar junto a él. Que va a flaquear y no va a soportar toda esa pena que parece transmitirse con el abrazo.

Taemin solloza como nunca creyó que podía, mojándole la camiseta con sus lágrimas y aferrándose tan fuerte a su espalda que le dolía. Le entierra los dedos en las costillas, mientras él solo lo apretaba desde los hombros, besándole con cuidado sobre el cabello y las mejillas.

Más de cinco minutos estuvieron de pie abrazados, sin que nada los perturbara y sin que nadie pudiera romper esa burbuja de silencio que solo era interrumpida por los sollozos del menor.

Minho le limpia las mejillas con cuidado, mientras Taemin no le mira porque no le gusta que lo vean así de débil, y menos si esa persona se trataba del que tenía en frente. Pero sus caricias son tan útiles que incluso logra tranquilizarlo. Se deja estar, mientras caen las últimas lágrimas que son atrapadas por los largos dedos de Minho.

Ninguna se le escapa. Está atento a él.

-       ¿Qué pasa, bonito?- le susurra con cuidado-. ¿Le tengo que pegar a alguien?

-       A Key hyung por ser tan tonto.

Lo arrastra de una mano hasta el sillón, sentándolo, mientras él se colocaba a su lado, con una rodilla bajo su cuerpo.

Ya se sentía mejor. Inevitablemente Minho le hacía bien.

Le hacía vivir en una especie de burbuja que no parecía real.

-       ¿Qué te hizo?

-       ¿Tú sabías que él y Jonghyun… están juntos?

No le mira cuando asiente, casi avergonzado de si mismo.

-       Sí, supe hace poco y por casualidad. Key me hizo jurar por mi vida que no te diría nada. Preferí no meterme.

-       Pero tú no tienes la culpa, es él el que la tiene y el que no confió en mi.

La gata de Minho se pasea entre sus piernas, aburrida de que no le prestara atención como solía hacer siempre.

-       No es por defenderlo, pero quizás tuvo sus razones, ¿no crees? Es fácil notar que él quiere ser un ejemplo a seguir para ti.

Key se lo había dicho un montón de veces. Tanto borracho como sobrio.

-       No me hagas sentir mal, ¿quieres?

-       Lo siento, dudo que hayas venido a que te dijera eso, perdóname.

Taemin se acuesta sobre las piernas de Minho, pidiéndole a gritos unas caricias como las de antes, que no se demoraron en llegar. Un par de lágrimas rebeldes seguían cayendo sobre sus piernas, mientras el alto le acaricia con cuidado.

-       Minho me fui de la casa y no sé donde más ir- le dice algo avergonzado mirándolo-. Mi familia vive en Busan y no se me ocurrió otro lugar más que este.

Cuando le sonríe ya se siente incluso un poco mejor.

-       Me gusta que hayas venido aquí, tienes el derecho de poder quedarte aquí cuanto quieras- le arregla el flequillo y vuelve a sonreír-. Mi cama no es tan grande, pero dudo que te importe y Mermelada te quiere lo suficiente como para dejarte existir.

-       Pero no quiero ser una molestia Minho. Me quedaré un día o dos. No quiero traerte problemas con tu familia.

-       ¿Qué familia?- le gustaría hablar en broma, pero su familia constaba solo de una gata con exceso de amor-. No seas tonto, quiero que te quedes mucho, ojalá no te fueras nunca.

-       ¿De verdad?- se sienta de golpe, quedando a su altura-. Prometo ser obediente y limpio.

-       Me da igual que no te bañes en un mes, y lo de obediente, creo que me gusta esa proposición.

Una proposición que terminó con un beso de su parte porque no se aguantaba las ganas de hacerlo por mucha pena que tuviese.

-       Pervertido, ni en el peor estado que me encuentre se te quita.

-       Tenía que subirte el ánimo de alguna forma- le acaricia la mejilla e intenta sonreír-. No me gusta verte así.

-       Prometo que cuando venga Yuri me esconderé en el closet.

-       No creo que sea necesario. Tú solo preocúpate de ser feliz que yo me ocupo del resto, y de pegarle a Key.

Sabía que no lo haría, pero de todas formas se lo agradeció.

-       ¿Por qué?- frunce el ceño, sin entender demasiado-. No quiero que me vea contigo.

Cuando Minho le sonríe y le besa la punta de la nariz, puede decir que algo había pasado. Su repentina felicidad y esa sonrisa que inevitablemente le volvía a cada segundo.

-       Creo que me merezco un premio con lo que te voy a decir, te lo advierto.

-       No seas egocéntrico, no creo que hayas hecho algo para merecer un premio.

-       ¿Terminar con Yuri no lo vale acaso?

Si había alguna forma en que se le quitara la tristeza casi de golpe, Minho sabía como. Abre la boca sorprendido, sintiendo sabor a sal en sus labios y notando como el alto sonreía solo porque sí. Porque podían estar juntos, porque no habían peros, porque podían ser felices.

Y le cuesta hablar. Le cuesta no odiarlo por no haberle dicho antes y por haberlo tenido sufriendo ese momento que habría podido ser mejor.

-       No te mereces un premio, era tu deber.

Un premio que de una u otra forma, llegó.

Porque al fin, Choi Minho era completamente suyo.

Notas finales:

Cuentenme si lloraron :C


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).