Eida, un adolescente pesimista, sarcástico e inteligente, llega a una nueva escuela, en donde es objeto de chismes y burlas debido a rumores sobre su pasado. En el mismo salón se encuentra Amida, un chico que se destaca en cada aspecto posible, brillante tanto en lo académico como en lo social, pero que esconde un secreto que lo atormenta constantemente.

En medio de una intensa relación, ambos se ven obligados a mirar hacia atrás, teniendo que lidiar con todos los cabos sueltos y las heridas que les dejaron sus más oscuras vivencias, para así poder, al fin, florecer.

Cuando Patrick entró a la renombrada Universidad de Gastrell creyó que lo más difícil había sido superado, nadie le advirtió que sería en Gastrell donde tendría que enfrentarse a horribles horarios, mensualidades exorbitantes, pocas horas de sueño, un pasado que aún no puede superar y lo peor de todo ese grupo: los títeres rebeldes, pero principalmente él.

Sí, probablemente si alguien le hubiese advertido de los horrores que enfrentaría en la exclusiva Universidad de Gastrell ni se hubiera molestado en tomar el examen de admisión, pero ahora solo le queda soportar todo, después de todo su vida ideal aguarda después de la graduación ¿verdad?

El amor es un sentimiento muy extraño. Nos confunde, nos ciega para dejarnos embaucar por una fantasía a veces más dolorosa que la propia realidad. Hay veces que somos correspondidos y otras en las que el amor solo fluye en una dirección para chocar contra un muro de, a saber, mera amistad, burlas, extrañeza y hasta odio. Odio, sí, porque el amor y el odio no son tan distintos y solo una fina línea los separa. Porque puedes enamorarte de tu mejor amigo, de un extraño, de alguien a quien hace mucho que no veías o hasta de alguien a quien acabas de conocer, pero también puedes enamorarte de alguien que te odie. Y no hay nada peor que eso. No hay nada peor que el que tú lo llames amor y él odio.

El instituto Haverville Rogers alberga a una cantidad limitada de estudiantes, pues no solo la admisión tenía un precio exorbitante, el examen de prueba superaba cualquier tipo de enseñanza superior, por lo que cada año eran considerados héroes los eruditos que lograban ingresar. 

Sin embargo, la exclusividad no siempre logra su objetivo. Por medio de movimientos en el banco y un generoso soborno, la mitad de esos estudiantes ingresados no eran más que un montón de problemáticos hijos de multimillonarios, desinteresados por la verdadera misión del instituto.

Pero un profesor cambió el paradigma que se había escrito durante décadas con ese tipo de estudiantes.

Inteligencia, soberbia y egocentrismo eran las palabras más utilizadas para describir al profesor M. Byron, cuyo nombre completo es un misterio para cada estudiante que tiene la desdicha de entrar al aula A-69.

A cargo de los peores estudiantes de Haverville, Byron había ideado una de las formas más eficientes de darles lecciones a sus estudiantes. Lecciones que ninguno de ellos olvidaría.

Aprenden una lección por noche.

Tardan una vida para olvidarla.

¿Existirá alguien capaz de superar las lecciones de Byron?

Marc Ferguson es un chico pequeño y delgado, usado como saco de boxeo por Brad Smith y su pandilla. 
 
Gracias a una pelota robada, Marc comienza a hablar con el hermano universitario de Brad, Mike, quien es muy diferente a su hermanito.
 
Nada es lo que parece y todo es lo que menos imagina.