Dice la leyenda, que existe un lugar remoto, donde una poderosa magia envuelve a la naturaleza del lugar, más allá de los continentes, más allá del basto océano, se encontraba una densa y abundante selva llena de vida, era la Selva de Kumungu.

Lidia es una joven de 19 años: aventurera, llena de ilusión y ambición gracias a las numerosas historias fantásticas y mágicas que su abuela le contaba cuando ésta era una niña. Entre esas historias, la más recurrente era la de la existencia de la Selva de Kumungu, un lugar donde habitaban seres fantásticos: desde hombres y mujeres que tenían la capacidad de transformarse en animales, hasta animales que compartían cualidades humanas. 

Un fic lleno de fantasía, magia, romance, aventura...

¿Estás dispuesto a sobrepasar lo que la razón no llega a entender y lo que tus sentidos no alcanzan?

Ah, mi salvación llego en forma de una ambulancia en llamas, esta choco con una buen numero de los animales lo que me permitió volver a correr por mi vida, que si el conductor está bien?, ¡A Quien Carajo Le Importa, ESTOY VIVA!, corrí por la calle intentando hallar a cualquier ser vivo (no caníbal) dispuesto a darme un aventó fuera de este infierno o a al menos encontrar un auto en buen estado que pueda puentear con mis maravillosas habilidades de delincuente (no es broma, estuve en la correccional mas veces de la que puedo recordad por robo de auto), jadee deteniéndome por un momento mientras intentaba recuperar el aliento, dios, estoy en pésimo estado, tome una bocanada de aire para luego seguir en mi maravillosa travesía, prácticamente salive cuando note el camaro en perfecto estado de mi odioso y mas que un poco arrogante compañero de clases, Julián, mientras me acercaba al auto que siempre me había fascinado no pude evitar pensar por un momento, un morboso momento si debo admitirlo,  que el pelinegro (si es que está muerto aunque es lo más probable) debe de estar agradecido de que murió a causa de un maldito apocalipsis zombi (porque sí, he visto demasiado residente evil como para no saber lo que son estos seres) y no por las enfermedades venéreas de alguna de sus muchas conquistas (ven, les dije que era morboso)