Esta historia trata de un joven vampiro y un licántropo que cuando eran pequeños solian reunirse en secreto de ambos clanes los cuales se odian mutuamente, los padres de ambos son los lideres de dichos clanes….

-Vladimir... ¿crees que podremos ser amigos por toda la eternidad? aunque es posible que yo no dure toda la eternidad.- dijo el pelinegro bajando la mirada para después escuchar la ricita de su acompañante.

-Descuida, he escuchado que hay licántropos que duran siglos con vida, si yo te logro morder pasarías a ser de mi propiedad y serias eterno.- miro al pelinegro y movió su mano hasta el cabello de este empezando a despeinarlo. -Claro que tu eres quien eliges si quieres ser mío por la eternidad.- volvió a reír.

Una clase de orejas de perro le brotaron en la cabeza a Luka quien se puso enfrente de Vladimir y miro a Vlad con mucha atención y mucha desconfianza. -No me iré hasta estar seguro de que tu padre no te hará nada, señor por favor prométame que no le hará nada a Vladimir.- las orejas en su cabeza se bajaron y sus ojos miraban al suelo mientras una cola salía de su pantalón y la entro entre sus piernas aun mirando a Vlad quien empujo a Luka para después escuchar cómo se rompían varias ramas y sonaban los arboles bruscamente como si alguien las golpeara, de la nada salió un perro enorme con aspecto terrorífico, sujeto a Vladimir del cuello y se transformo en un hombre que vestía de igual manera que Luka.

Unos ruidos, todos los vampiros corrieron a ver qué sucedía al llegar vieron la silueta de un joven de cabello largo y un cuerpo tonificado aparentando de algunos 20 años (edad humana) y en donde se encontraba parado vieron un gran charco de sangre y un cadáver, el sujeto se encontraba por algún motivo desnudo...