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TODO CAMBIA por reydelosPK2

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Lo que es mío…


 


Las palabras son simples sonidos que se pierden con el viento. Las promesas, los juramentos, los contratos hablados… todo. Quien recordaría tales palabras en la historia. Nadie


Yuuri miro fijamente a su hijo sin saber que hacer al verse acorralado y no hallar manera de recuperar todo lo que fue suyo y sin saber cómo lo perdió, sin saber cómo ganar el perdón en aquel ser que tanto espero conocer cuando aún era un simple feto, de ese ser que creyó sería tan importante como o más que su vida misma. Miro nuevamente su mano y aquella aura negra emergía, entonces lo comen prendió: el Soushu lo había infectado de laguna forma y quizás este era el responsable de todo… suspiro frunciendo el ceño, quizás debería regresar a la tierra para siempre pero... no deseaba volver a perder.


-Eres un Incompetente- reclamaba Yuuram a su padre al no poder cumplir con lo acordado, su padre no trajo al sabio, de hecho a medio camino a su mundo se retractó temiendo que la volver otros 85 años pasaran… al llegar se alegró de su decisión al notar que más de15 años pasaron.


La rabia y la incomprensión eran clara en el rostro de Yuuram y en el de Yuuri también, sin embargo el menor escuchó un ligero sonido de agua agitada y giro detrás en dirección de su tina de baño, par amala suerte de Yuuram su padre apareció en esta en plena mañana cuando él se levantaba matándole del susto.  Fue un simples segundo de curiosidad que Yuuram bajo la guardia mirando tal fenómeno, pues dentro del remolino se formaba la imagen de una ciudad muy extraña, con grandes edificaciones, tantas personas congeladas sobre las avenidas, incluso una manada de aves paralizadas en el aire.


“¿Este es el otro mundo?” se preguntó Yuuram curioso cuando de la nada sintió una mano empujándolo.


Yuuri miro a su hijo parecía perder el equilibrio y trataba de recuperarlo y girar para verlo y nuevamente le empujo con mas fuerza para que el menor terminara de perder el equilibrio y atraído por la fuerza gravitacional de ese portal cayera a su mundo.


Cual recuerdo amargo gravo en sus memorias la expresión de susto y esa mano que se extendía en su dirección para aferrarse a algo y no caer a ese portal. Esos ojos reflejaban muchas cosas: preocupación, enfado, la frustración de una traición, deseos de venganza… tantas cosas.


Cerró su mano derecha y el portal se cerró. Estaba hecho, no lo planifico, solo fue un impulso… ¿Qué padre planificaría deshacerse de su hijo? Suspiro dudoso ¿Debía abrir nuevamente el portal y traerle de regreso? Suspiro. No… tenía muchas cosas que hacer y su hijo sería un problema además como el tiempo pasaba de diferente forma solo serían minutos o quizás segundos lo que se hijo se perdería. Él debía recuperara todo lo que era suyo ahora que había regresado a casa y desecho de la mayor amenaza.


Giro y lanzo un último suspiro mirando el techo de su castillo para elevar esa mano que perdió esa aura oscura


-supongo que también debo deshacerme de ti…- dijo al Soushu- pero antes… ¿Dónde está Wolfram?- camino por los pasillos debía hablar con el rubio y que este le ayudara a recuperar su puesto como rey y después traer al resto y entre todos buscarían una solución a su situación. ¿Qué mejor que su familia para regresar todo la normalidad?. Aunque supuso que si debería ir a por Murata tarde o temprano, pero eso lo haría más tarde que temprano.


-si domino este poder de abrir portales… solo debo abrir una en su departamento y jalarlo a Shin Makoku- se dijo divertido, así ahorraría viajes no deseados.    


Cuando llego al salón real donde según la interpretación de Yuuri hacia dos días lo juzgaron, supo por un guardia que sorprendido lo miraba sin dar crédito a lo que veía que habían pasado más de 15 años. Empuño sus manos enfadado y noto nuevamente aquella aura oscura, trato de tranquilizarse respirando hondo y profundo


“Calma Yuuri, calma. Ya estás en casa, solo debes colocar las cosas en orden y todo será como antes… no has perdido nada, todavía puedes recuperar lo que es tuyo.”


-Quiero que manden a llamar a todos los nobles- repuso al guardia quien en ausencia de su rey supuso que era lo más conveniente después de todo el reino no podía quedarse sin soberano.


 Sentado en el trono noto las miradas de varios hombres de confianza de su hijo que lo miraban con recelo, no tenían la intención de hacer nada en contra del Maou, recordaban las historias de su gran poder y recordaban lo ocurrido en el juicio. Le temían y desconfiaban, más desde que su Yuuram había desaparecido misteriosamente. Esto no era coincidencia.


El primero en llegar fue Conrad quien al verlo le recibió con un abrazo, siempre era grato ver a Yuuri, después de todo era quien contenía el alma de su amada Julia.


-Tanto tiempo sin verle maje…- Yuuri elevo una mano para callarlo


-Por favor Conrad ya tenemos bastante tiempo con esa corrección, incluso después de casarme con Wolfram seguías con eso… Yu-u-ri-Reprochaba-Repítelo


-Yuuri- repitió el mayor riendo divertido. Era bueno tenerle de regreso- ¿y que planes tienes?- dijo mirando a los alrededores las miradas de los otros soldados, parecían recelosos de cada movimiento, esa aura de desconfianza se acrecentaba más- ¿Dónde estará Yuuram…? Sus soldados se ven muy nerviosos- dio a conocer su inquietud.


-Yuuram…- resoplo Yuuri temiendo que este momento llegara- Podemos hablar en mi despacho es algo delicado.


Dentro de la oficina del rey Yuuri miro serio a Conrad para luego bajar la mirada.


-Recuerdas la última misión… esa donde el mismo Shinou dijo que descansaría eternamente- susurro


-si. ¿Qué ocurre?-interrogo con preocupación mirando como el azabache extendía su mano y mostraba una extraña aura negra que de inmediato ocasiono que su brazo sintiera un ligero dolor, comprendiendo de inmediato de que se trataba.-El Soushu…- susurro sujetando su brazo y viendo como Yuuri desvanecía esa aura oscura y asentía con la mirada.


-Trate de regresar a la tierra pero note esto y di media vuelta a Shin Makoku, lamentablemente el portar se abrió en la habitación real, Yuuram estaba allí cuando Salí pero el portal no se cerró, discutimos y sin querer hubo una pequeña pelea y Yuuram cayó al portal. Quise nuevamente abrirlo pero esta energía emana cada vez que trato de usar el poder del maou…- excuso su acción cual un simple accidente se tratase. Mintió.


Conrad curso sus brazos comprendiendo la situación.


-Al menos esta salvo- dijo preocupado


-Debemos hallar una forma de deshacerme del Soushu o de lo contrario será un problema mayúsculo… además… no creo que pueda abrir la puerta al otro mundo nuevamente, no hasta no estar seguro del efecto del Soushu tiene sobre esta, quizás revierta el trascurso del tiempo en ambas dimensiones… por ahora necesito ayuda...- suplico- tu ayuda y discreción con esto, eres la única persona en la cual puedo confiar Conrad.


El castaño asintió, como no asentir si su ahijado estaba suplicando su ayuda, su deber siempre fue protegerlo.


-El resto no tardará en llegar, en unos cuantos días todos estarán presentes en el castillo.


-y…- Yuuri rasco su cabes y sus mejillas se sonrojaron levemente- ¿Cómo esta él?- Conrad entendió de quien hablaba Yuuri,  suspiro las malas noticias no paraban de llegar para su protegido.


-Más de quince años han pasado…- dijo Conrad mirando seriamente a Yuuri- Wolfram dio por entendido que jamas regresaría y estaba legalmente divorciado de ti cuando fuiste destituido como maou.


Yuuri seguía caminado delante para esconder el miedo en su rostro al deducir lo que su padrino trataba de decir y no parecía tener el valor de decirlo


-¿Se casó?- pregunto frunciendo el ceño, su hijo le había engañado, el había prometido que no dejaría que su madre se case con nadie, pese a lo ocurrido el día de su juicio cuando el rubio le dio aquella cachetada a ese hombre que más que hombre parecía un gigante velludo, creyó que su hijo le ayudaría a evitar tal disparate, pero no… Wolfram se había casado- ¿con ese hombre oso?-Pregunto para sacarse de sudas


-Si- admitió Conrad abriendo los ojos grandes al escuchar el estruendo de un puñetazo que Yuuri lanzaba contra la pared del pasillo, aquella aura oscura se engrandecía en su brazo- clama Yuuri- le suplico la ver que de acuerdo a sus emociones el Soushu se manifestaba, pero cuando quiso acercársele más el dolor de su brazo se lo impidió, comprendió entonces que Yuuri mismo era una amenaza para las llaves.


-No me pidas que me calme…- Reto Yuuri encolerizado- ¡Tú no lo has perdido todo! ¿Tú no sabes cómo me siento ahora?- se dejó caer al suelo sobre sus rodillas con la cabeza agachada.


-Lo sé- repuso Conrad al verlo comprendiendo como se sentía el moreno ignorando el dolor de su brazo- así me sentí cuando Julia murió y no pude hacer nada para evitarlo, pero mira el lado bueno Yuuri- se agacho para mirarlo a la cara- Wolfram está vivo… puedes verlo y volver a ser amigos como antes- consoló, mas estas palabras fuera de ser un consuelo para Yuuri parecían otra amarga sentencia de muerte.


“Es tuyo… porque debes conformarte con ser solo su amigo”


Escucho un susurro en su cabeza, giro al otro extremo mas no había nadie, solo Conrad que lo seguía viendo preocupado, se levantó y sacudió un poco para darse unas cuantas palmadas en la cara, eso había sido extraño, demasiado extraño.


-tienes razón- dijo siguiendo el recorrido- supongo que solo podemos esperar la llegada de los nobles y cuando Gwendal, Gunter, Anissina, Cecilie y el resto estén aquí ya buscaremos una forma de solucionar esto. Es cierto- dijo de la nada con otra nueva expresión de preocupación- ¿Greta?


Conrad negó con la cabeza


-Los humanos no viven mucho tiempo… la primeras vez que llegaste no quisimos decírtelo pues no era oportuno… hora tampoco lo es pero es mejor que lo sepas. Ella murió cuando tenía 82 años- concluyo dando a entender que había muerto antes de que el regresara. Yuuri cerró los ojos triste por tal noticia


-¿Dónde está su tumba?-Conrad no dudo en llevarlo a esta y allí frente la tumba de su hija adoptiva dejo unas cuantas rosas


-Fue feliz hasta el último día de su vida, siempre espero por ti sin dejar de vivir, dijo que te pondrías tristes si ella se amargaba por tu ausencia, y ella no deseaba que tu sufrieras o te sintieras culpable.


-me pequeña…- susurro antes de marcharse nuevamente al castillo para esperar la llegada de los nobles



La noche lego y sus sueños por primera vez se tornaron oscuros, sin imágenes solo una voz en el fondo:


“Recupera lo que es tuyo. Es tu derecho, es tu deber…”


La voz no dejaba de repetir aquellas palabras cual si una orden fuera. Yuuri meditaba entre lo bueno y lo malo de hacerse nuevamente del poder que alguna vez fue suyo o no. Una mano se extendió al otro extremo de su cama sintiendo el vacío de esta. Abrió los ojos y con la tenue luz e luna descubrió miro nostálgico ese espacio.


Recordó el pasado no tan lejano para él, hacia solo tres semanas atrás a su lado dormía el rubio lo  quisiera o no. Wolfram solía dormir profundamente, terminaba dándole alguna patada entre sueños o algún manotazo y él como muchas veces terminaría en el suelo, para al amanecer quejarse de su prometido y ahora esposo. Discutirían como perros y gatos, Wolfram negaría las acusaciones y Yuuri le mostraría los hematomas como prueba evidente, pero de que servían las evidencias si el terco de su marido ni las miraba llamándole: enclenque.


Cielos si extrañaba eso momentos tediosos del matrimonio, como no extrañar el resto… sus palabras de aliento, su compañía, sus besos, sus abrazos…


Rio nostálgico acariciando ese espacio vacío.


-Te necesito…- informo al ausente- no sabes cuánto te necesito ahora mismo… no creo que pueda con esto si tu no estas a mi lado, si mi familia no está a mi lado…


“Recupéralo…”


Nuevamente esa voz.


Suspiro mirando su mano. No, no estaba bien. Lo comenzaba comprender, El poder del Soushu era el responsable de toda su desgracia.



El sol le obligo a levantarse, estaba cansado no había dormido nada y cuando al fin lo hacía cerca de las cuatro de la madrugada ya debía levantarse a más tardar las siete.


-Toc, toc- como siempre las sirvientas eran puntuales al despertarlo ya sea en el pasado o en presente, era hora de ir a desayunar.


Bajo las escaleras bostezando y estirando una brazo para terminar de despertar. Cuando llego al comedor una sonrisa se dibujó en su cara al ver a Gwendal y Gunter sentados dándole la bienvenida, más que nada Gunter que  saltaba de la meza y corría abrazarlo. El galán y rarito de cabello plateado mostraba el avance de tiempo en su rostro, más esto no importaba, era divertido verlo y saber que volvía a contar con su fiel amigo y maestro de historia.


-Bienvenido a casa Maou- dijo Gwendal y esto animo más a Yuuri, saber que sus antiguos amigos y familia lo seguían reconociendo como el maou. Era como si el tiempo no le hubiera quitado tanto.


“Yo…” se comenzó a decir lentamente reconociendo que era verdad lo que esa voz susurraba “Yo quiero esto… quiero recuperarlo todo…”


YA en la reunión de los nobles. Cada uno tomaba su respectivo lugar, más de uno miraba un asiento en específico, el único que permanecía vacío.


Yuuri poso su mirada sobre el asiento de los Bielefeld, estaba vacío, giro a ver a Conrad el que solo hundió la cabeza entre los hombros dando a entender que no sabía lo que había ocurrido, se supone que todos recibieron las cartas.


-supongo que está bien…- dio Yuuri comenzando a recordar algo. En su mente esos recuerdo de un soldado con aquella carta en dirección del reino Bielefeld, le pareció extraño pues antes de que llegara Conrad tuvo un sueño donde le rubio le reclamaba sobre Yuuram y al no saber cómo responder no deseo verlo aun… no hasta saber que excusa dar y allí aparecía el mensajero y después desaparecía atrapado en otro grieta dimensional… bajo la cabeza


“Yuuri, Yuuri, Yuuri… debes controlar esto… no puedes encerrar a medio mundo en las gritas dimensionales…” se dijo preocupado, decidió que era mejor guardar silencio. Comenzaba a pensar una nueva excusas para justificar la ausencia del mensajero… para dar explicaciones a Wolfram… miro al resto con expresión seria. Verdad… Wolfram se volvía su problema número uno y a su vez la persona que más deseaba ver.


“Como demonios le voy a explicar todo esto…” suspiro esperando la votación para ver si lo restituían al trono o no. Miro aliviado al ver la mayoría de las votaciones a favor. Una victoria en tantas derrotas supuso que su suerte comenzaba a cambiar. Ahora… a pensar seriamente sobre que debía hacer con el rubio. Levantó la mano pidiendo al palabra recordando algo- por destitución mi matrimonio con Wolfram fue disuelto, pero ahora que vuelvo a ser rey… ¿que pasara con mi matrimonio?-Pregunto al resto y todos se miraron… era cierto era un problema, lo único que sabían del regente de las tierra Bielefeld era que se había casado con un forastero, ni siquiera se los invito a la boda, el rubio terminado su reinado se había vuelto huraño.


-teniendo en cuenta que Aldebarán no es un noble verdadero pues al renunciar a su reinado en trueno y solo portar el apellido de su familia… supongo que no entra en los requisitos de unión de nobles- dijo Adalbert von Grantz serio como siempre lo fue, tomando en cuenta que desde que volvía a ser parte de los nobles, tomaba muy en serio las uniones entre nobles y no cualquiera podía casarse con un noble, igualmente rechazaba muchas de las acciones de Yuuram durante su reinado, según él un rey no puede gobernar solo, debe tener una relación estrecha con el resto de los regentes de sus tierras y el pueblo.


-¿Eso se puede?-Pregunto Yuuri interesado


-Teóricamente…- Dijo Gunter- ese hombre renuncio a ser noble para ser un simple soldado bajo la ordenes de otro reino y no el suyo, es considerado como traición a su reino. Por ende no es nada en este reino, incluso su apellido no es nada en Shin Makoku, no posee tierras, dinero, simplemente fue acogido por la casa Bielefeld por los méritos que hizo en el pasado no pusimos resistencia a esa unión, sin mencionar que ni nos invitó a la boda para evitar esta discusión.


-¿Y qué fue lo que hizo?-Pregunto Yuuri interesado en saber que hizo ese tal Aldebarán que se ganó al rubio


-Yuuri…- dijo Cecilie mirando a su ex yerno con tristeza- Aldebarán fue quien salvo al vida de Yuuram y Wolfram cuando el rey de trueno los mantuvo presos y los torturo…- bajo el volumen de su voz- Wolfram hubiera muerto a manos de ese rey, de hecho… llego mal herido, incluso le rompieron las piernas.


La cólera era clara en las expresiones del maou


-Es verdad hizo muchas cosas por el rey y el heredero que designamos en su momento- repuso Gunter serio- pero nada de esto fue culpa de nadie. Menos la del maou… las guerras son así.- todos guardaron silencio al notar el estado de ánimos de Yuuri y conociendo el poder del maou que reaccionaba según sus emociones se sorprendieron al ver nuevamente la calma y frialdad en el semblante del moreno


-Es verdad- dijo Yuuri- las guerras siempre son así, por eso mientras yo esté en el trono no permitiré que hayan más guerras- repuso cual juramente


-supongo que tendremos que llamar nuevamente a Wolfram para disolver de forma legal el matrimonio entre ambos y así validar su segundo matrimonio- Anissina concluyo tranquila y divertida mirando cada expresión de su viejo amigo.


-O para recuperar mi matrimonio- dijo Yuuri en vos alta y todos guardaron silencio.


-eso es algo que solo Wolfram puede decidir- dijo Gwendal y Yuuri despertó de sus pensamientos avergonzado de lo que dijo-Cierto- afirmo y todos parecían de acuerdo, después de todo el maou no era culpable de su ausencia, de que el tiempo se distorsionara de esa forma entre ambos mundos, merecía una segunda oportunidad si es que el rubio de la daba ahora que Yuuri prometía nunca más volver a abandonar Shin Makoku.



Nuevamente sobre el lecho miraba el lado del vacío de su cama sintiendo la usencia de Wolfram… sus dedos acariciaban las sabanas rememorando el pasado y sus parpados cansados al fin se cerraban.


En sus sueños miraba al rubio a su lado sentado hablando de cosas triviales, en sus brazos sujetaba aun niño pequeño de cabellera negra al cual llamaba Yuuram. Los miraba ya cercaba a ellos y el rubio él sonreía y advertía sobre tonterías que no alcanzaba entender, extendió su mano para acariciar su mejilla y el rubio le miraba con esos ojos verdes esmeraldas repletos de amor, aceptando ese beso cálido sobre su frente.


“Recupera lo que es tuyo…”


Nuevamente la voz resonaba en su cabeza y Yuuri elevaba una mano. Y un extraño portal se abría. Quizás por reflejo sus ojos se abrieron y allí observaba al rubio durmiendo tranquilo en otra cama diferente a la suya, vistiendo un camisón de color celeste y adjunto a él un hombre de gran tamaño que no solo era cubierto por las sabanas, también por una pierna del rubio que como siempre dormía en una forma terrible.


Su labio superior se elevó y una mueca se formó. Mientras su cejas se fruncías y la cólera lo invadía.


-Él es mío…- repuso sin pensar empezando empuñar sus manos y luego extenderlas dejando salir una delgada ráfaga de energía oscura


-Mmm- se quejaba el rubio frotándose los ojos para sentarse en la cama y hablar


--¿Qué ocurre?-Pregunto por costumbre al oír tales palabras que sonaba muy lejanas y Yuuri que estaba despierto pero sin saberlo, pues se creía dormido se percataba de lo que estaba a punto de hacer. Asustado simplemente dio un brinco y cayo de su cama


-¡Auch!- se quejó. Y Wolfram abrió los ojos alerta, eso escucho muy cerca pero nadie podía estar en su habitación. Esa voz la conocía. Miro en todas las direcciones pero el portal ya se había cerrado y no vio a nadie-


“¿Yuuri?... Lo abre imaginado” pensó, mirando su marido dormido


-Eso fue raro…- dijo el rubio rascándose la cabeza- muy raro


-Que fue raro- Aldebarán giro a ver a su marido, no deseaba despertar más el movimiento de la cama, la ausencia del peso de la pierna del rubio y su voz terminaron despertándole


-Nada… solo creí escuchar voces…- el rubio fue sincero, y se ponía sus pantuflas


-¿Dónde vas?


-A ver si luna está bien…


-Ok. Pega un grito si algo anda mal- aconsejo Aldebarán y Wolfram rodo los ojos, su marido comenzaba a comportarse perezosamente. Donde quedaban esas épocas cuando su cabalero de brillante armadura juraba bajarle el cielo y las estrellas… supuso que era una etapa del matrimonio… lo vivió con Yuuri, lo viviría con Aldebarán… la monotonía de la felicidad agridulce.



Sentado en el suelo seguía mirando sus manos… nunca antes había experimentado ese tipo de poder, supuso que era por culpa del Soushu. No sabía si estar feliz o molesto de descubrir tal habilidad, tampoco de cometerla los demás solo sabía una cosa… había visto a  Wolfram y no, no le gustaba verlo al lado de otro hombre. Gracias al cielo no estaban haciendo nada malo… de estar haciendo esas cosas… hubiera perdido el control por completo y matado a ese hombre, traído al rubio y se armaría un gran escándalo. Mejo ir con clama… su matrimonio seguía en pie y eso era una buena noticia. Aun podía recuperar al rubio de buena manera.


Al amanecer no se hiso espera, nuevamente mandaron un mensajero con las dos cartas. Wolfram debía regresar a Shin Makoku para resolver el tema de sus dos matrimonios y brindar honores a su nuevo rey.



Grande fue la sorpresa de Wolfram al ver nuevamente a Yuuri parado esperándole en la puerta del palacio, detrás suyo sus hermanos y el resto de los nobles… todos menos su hijo.


-Mi bebe- saltaba Cecilie al menor de sus hijos y este recibía sus besos educadamente pero a su vez alejándola mientras subía las gradas y miraba serio a todos.


-¿Dónde está Yuuram?- Yuuri sintió aquella palabras cual daga en el corazón y Conrad lo noto


-Él se marchó molesto por la nueva designación de Yuuri como rey- encubrió a su ahijado.


-¿Se fue?-Interrogaba Wolfram mirando con desconfianza al resto- El nunca  haría eso y si lo hiciera regresaría Bielefeld.- replicaba mirando a Yuuri severamente. Era extraño que su hijo desapareciera y Yuuri apareciera.


-Wolfram yo que voy a saber lo que haría Yuuram, apenas si lo conozco- dijo Yuuri nerviosos y a la defensiva.


El rubio no abandonaba esa expresión de desconfianza


“¿Qué estoy pensando?. Es Yuuri después de todo y además es su hijo del que hablamos… ¿Dónde demonios te has metido Yuuram?”


 Llamo mentalmente preocupado mientras entraba al castillo con el resto de los nobles y su familia.


Yuuri resoplo pesadamente mirando la espalda del rubio, ni una mirada de cariño, solo indiferencia y acusación. De verdad Wolfram había cambiado demasiado y lo más triste era comprobar que no lo amaba.


“Voy a recuperar lo que es mío…”


Se dijo Yuuri en coro con la voz que susurraba dentro su cabeza.


  


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