Te necesito a mi lado…
Nuevamente el sol salía animando el inicio de un nuevo día, todos se levantaban y comenzaban sus faenas, eran visibles las damas en el rio lavando sus ropajes, las madres con sus hijos llevándolos a la escuela, los hombres vestidos para trabajar, algunos en el campo, como soldados, en las minas y el resto en el pueblo como panaderos, carniceros… en fin cada uno tenía sus labores específicas. Wolfram solía sacar pecho cuando miraba los inventarios de sus tierras, habían logrado erradicar a los mendigos y asegurar que todos los infantes acudieran al colegio, un gran logro, nada sencillo pero era una realidad después de casi 20 años de arduo trabajo.
Aldebarán miraba atento desde el balcón como se movían todo en diversas direcciones. Giro al oír el ruido de la puerta vio a Wolfram entrando a su habitación con su hija agarrando su mano izquierda, la menor ya vestía un bello vestido de color verde marino y dos coletas sujetaban su rebelde cabellera marón, mientras el rubio aun seguía en camisón, primero su hija y luego él… ese era el orden que se daba, pues decía que en vestirse no tardaría ni cinco minutos, pero su hija… bueno no tardaba tanto pero peinarla era una labor que exigía cuidado y creatividad, solía maldecir al genética que la pequeña heredo de Aldebarán, esos cabellos eran peor que enredaderas en las jungla… imposibles de peinar sin causar que la pequeña se quejara y tratara de escapar a la tortura matutina.
La niña corrió en dirección de su padre y abrazo sus piernas comenzando a quejarse del dolor al que fue sometida por su madre, Aldebarán la tomo entre sus brazos y limpio algunos rastros de humedad sobre sus mejillas, le prometía una compensación y la menor comenzaba su listado de deseos mientras Wolfram rodaba los ojos, según su parecer Aldebarán la mimaba demasiado y el como el villano.
…
Juntos en el comedor compartieron el desayuno, solo los tres, no era que Wolfram no tuviera amigos o familiares de tercer o cuarto nivel en sus tierras, solo que prefería estar con su marido y su hija a solas.
Todos giraron a ver a un mensajero que irrumpía su desayuno.
-¿Ocurre algo?-Pregunto el rubio mirando la cara de preocupación del mensajero. El hombre que vestía una camisa roja y un pantalón café, de ojos grandes y pelo de color verde era algo pecoso, miró fijamente al rubio y extendió una carta.
Wolfram tomo la carta y comenzó a leerla, su cara apacible se mostró severa al concluir.
-¿Paso algo?-Interrogo Aldebarán
-Yuuri ha vuelto…- susurro alzando la mirada para ver a su marido- fue restituido en el trono…- concluyo
-Eso es posible
-al parecer fue decisión de consejo de nobles- dijo molesto- no me mandaron a llamar… que insolentes…
-eso es una locura tu eres un noble, es decir eres parte del consejo. ¿Cómo pueden pudieron reunirse para tal asunto y no avisarte?
Wolfram tampoco lo entendía, solo miraba su desayuno sin verlo, pensaba en su hijo. ¿Qué paso? Porque Yuuram no le dijo que el Maou había vuelto, que se realizaba una reunión del consejo… porque lo mantuvieron aislado de todo el asunto y… ¿Cómo estaría Yuuram?
-Esto también es para usted- el mensajero extendió una segunda carta- Wolfram la tomo a diferencia de la primer que sin duda era diplomática su mismo sobre de presentación era rojo por manifestar la urgencia del asunto y tenía el sello del Maou, la segunda era sencilla, con un sobre de color blanco y no tenía sello alguno pero la letra era la misma: la letras de Yuuri. Como no reconocer esa caligrafía si solía leer las cartas que el moreno había dejado descuidadamente en el despacho real con asuntos políticos cual si fueran cartas de amor aferrándose a su retorno.
-Wolfram…- Llamo Aldebarán al ver como el rubio quemaba esa carta y su expresión se mostraba sombría y con resentimiento
-el idiota dice que eh cometido adulterio- repuso tomando el tridente pequeño para las frutas en mano y clavarlo en la meza- el estúpido dice que mi matrimonio contigo no es legal pues jamas me divorcie de él…- concluía y el tenedor se ponía al rojo vivo comenzando a quemar la mesa.
-Wolfram… cariño cálmate- rogo Aldebarán la ver como el fuego emergía y crecía lentamente.
-¡Ese maldito enclenque lo voy a amatar!- se paraba bruscamente, saliendo a toda prisa del comedor en dirección de su habitación para alistar algunas prendas y marchar a Shin Makoku. Iría allí para divorciarse de Yuuri, para exigir que se le devuelva el trono a Yuuram, faltaba más. Ellos trabajaron duro por ese trono, sufrieron tantas cosas para perderlo. Yuuri sabía que se divorciaron cuando fue destituido y el mismo le dio una cachetada a Aldebarán frente a Yuuri para dejar en claro que no lo amaba que ya había encontrado a alguien más.
-espera Wolfram yo también voy contigo- exigía Aldebarán con su hija en brazos
-¡No!- repuso Wolfram mirándole enfadado pero al verlo y ver a su niña preocupada relajo su expresión- te necesito aquí dirigiendo Bielefeld en mi ausencia y cuidando a nuestra hija- extendió una mano y acaricio su mejilla.
-No te entiendo…- repuso Aldebarán sujetando esa mano para mirarlo serio- ¿Realmente quieres volverlo a ver?
- No… Ya le dije todo lo que tenía que decirle hace 15 años cuando volvió a aparecer. Ahora solo quiero saber que paso con mi hijo, por qué fue destituido del trono… y divorciarme legalmente de Yuuri- suspiro…- seguramente Yuuram hizo algo… ya me extrañaba que Yuuri despareciera sin decir nada… debo limpiar el desastre de mi hijo.
-Bielefeld estará bien sin nosotros por unos días. No quiero dejarte solo con ese hombre
-Vamos… Yuuri no es malo, solo se siente traicionado pero bueno… todos nos sentimos así… Saber que nadie fue culpable de lo ocurrido fue más difícil de lidiar… - se rasco la cabeza sin saber que pensar o decir, lentamente su rabia se enfriaba y siempre era así cuando se trataba de Yuuri… el buenachon de Yuuri.
-No lo entiendes- Aldebarán nuevamente tomo su mano y lo jalo a su lado dejando que el rubio dejara caer algunas prendas que alistaba. Miro fijamente a su marido cuya expresión era fulminante- no te quiero verte cerca del Maou
-¿Eh?- exclamo Wolfram mirándole asustado para después sonreír- ¿Estas celosos?-Pregunto divertido
-¡Si!
-…- la sonrisa se borró no espero que fuera tan sincero en su respuesta. La niña miraba a ambos sin entender, por instinto guardo silencio mirándoles, era la primera vez que sus padre se comportaban de esa forma.
-Ok… Te parece que si no regreso en una semana o no te envió cartas tú me alcanzas en Shin Makoku- propuso para aliviar a su marido
-Una semana
-¿Qué esperas?… las cosas burocráticas demoran, el viaje a Shin Makoku también, y ya conoces la reputación del Maou… nunca fue un hombre violento… era un pacifista y algo lento para entender las cosas… demasiado confiado para el gusto de todos
-Wolfram…- le llamo con más cólera y al ver su sonrisa
-verte celoso es divertido…- se burló el rubio poniéndose de puntillas elevar su otra mano y jalarlo a su nivel y darle un beso en la mejilla- Te amo. Eso nadie lo va a cambiar…- trato de calmarlo.
Aldebarán le soltó y miro partir con tristeza. Una mano se posó en su cintura y sintió aquella daga que aun reguardaba. Una promesa del pasado acudía a sus recuerdos:
Mátame si regreso a su lado…
Debía hacerlo. Negó, sabía que esa oración se refería a regresar a su lado de forma romántica. Los miedos y la desconfianza despertaron en su corazón.
…
Llego a Shin Makoku sin novedad alguna, todo parecía en orden, escucho algunas trompetas recibiéndole pero no era raro por lo general sonaban anunciado la llegada de algún noble o el rey, cedió su caballo a uno de los sirvientes que le dio la bienvenida y se dirigió la entrada del castillo donde sorprendido vio que Yuuri, sus hermanos y Gunter lo esperaban.
Sintió un dolor de cabeza comprendiendo quienes habían sacado a su hijo del trono.
“Quien a hierro mata a hierro muere…”
Regaño mentalmente a su hijo ausente sin saber de qué lado estar. Bueno estaría del lado de Yuuram, no porque estuviera de acuerdo con todo lo que hiso, era más que nada por saber que si fue un buen rey y no merecía su destitución, además su familia siempre apoyaron a Yuuri hiciera lo que hiciera… debía haber algo de equilibrio. Gran dilema de lealtades.
-buenos días…- dijo sin saber cómo comportarse ante ellos.
-Buenos días Wolfram- repuso sonriente Conrad, mientras el mayor de los hermanos le miraba neutro.
-Es bueno verte sano- dijo Gwendal bajando la mirad apara revisar algunos documentos como restándole importancia más anunciando que si estaba interesado en su bienestar.
-¿Y mi hijo?- decidió ir directo al grano.
-Se fuego- repuso Gunter con lágrimas en los ojos, pese a todo Yuuram era el niño de sus ojos, y como no serlo si era la viva imagen de Yuuri. Recordó como el pelilila se aferraba al menor para soportar la ausencia del Maou.
-¡¿Cómo que se fue?!-Exclamo Wolfram- ¡Hablamos de Yuuram por los cielos y las estrellas, primero muerto antes de sacarlo de trono!- se frotaba la cien- los voto para que no interfirieran en su reinado, hasta a mí me voto para ser rey ahora me dicen que se fue… ¿Donde? ¿Cuando? ¿Por qué?... ni me digan que por Yuuri, hace 15 años regreso y Yuuram lo destituyo…- miro seriamente al azabache- Eso me hace recuerdo… ¿Yuruma te dijo algo o amenazo para que te fueras?
Yuuri miraba con terror a Wolfram, esto aprecia un interrogatorio de los malos… esa mirada desconfiada y analítica buscaban penetrar en su alma y descubrir la verdad.
-No lo sabemos, simplemente desapareció- repuso Conrad al ver a su protegido contra la pared y es que Wolfram se le estaba acercando y no precisamente en buenos términos.
-Eso, eso no tiene sentido Yuuram jamás abandonaría el trono, menos si su posición al torno se halla en riesgo
-Es verdad. Pero no está aquí ahora- repuso Gwendal recordando lo obsesivo de su sobrino con ser rey.
-Por eso mandamos a llamarte
-¡Alto!- exclamo Wolfram sin dejar su expresión de molestia- ¿Por qué no me llamaron a la reunión de nobles para restitución de Yuuri como rey?- miro a Gwendal, pero otro asunto lo obligo a mirar nuevamente a Yuuri y dio un golpe violento a la mesa del moreno- ¿Y cómo es eso que seguimos casados? Creí dejarte lo claro, ya no te amo, estoy casado y enamorado de otra persona- soltaba sin reparo alguno depositando ambas cartas sobre el escritorio de Yuuri- lamento ser tan brusco, pero es lo que hay.
-Bueno ante la huida de Yuuram no creímos bueno molestarte, supusimos que ya lo sabrías y estarías en Shin Makoku hacía más de un mes. También nos sorprendimos a no encontrarte y no verte en la reunión- Excusaba Gunter, pues Yuuri le comento que tenía miedo de ver al rubio tan pronto cuando supo que este se había casado.
-mmm- Wolfram miraba con más duda, pero sus dudas eran aplacadas por su preocupación, su hijo ¿Realmente había ido?, todos decían eso, pero él lo conocía… ¿Por qué no fue a Bielefeld?... ¿Dónde estaba?
-Sobre la otra carta… La escribir yo- dijo Yuuri recuperando al calma mirando la carta del sobre blanco- considero que aún no hemos resuelto lo de nuestro matrimonio… además según me informaron jamás nos divorciamos y como divorciarnos si yo no estaba presente, lo que Yuuram decidió y el tribunal no es válido, esto debía resolverlo los nobles, por tanto tu segundo matrimonio es un adulterio- agacho la cabeza y suspiro dolido pero resignado- Solo quería resolver eso para que no tuvieras problemas futuros con su segundo matrimonio- concluyo elevando la mirada para ver a Wolfram como si suplicara su perdón. Wolfram elevo una ceja. Aquí nadie estaba molesto con nadie… supuso que no era hora de ponerse a la defensiva como creía. Suspiro
-supongo que tienes razón… nos divorciaremos y validare mi matrimonio con Aldebarán- concluyo calmado
-eso…- repuso Yuuri con un tic en el ojo izquierdo- eso lo haremos pero bajo mis condiciones. No considero justo lo que paso, y aunque sé que me odies por todo lo que viviste… no fue mi intención abandonarte y no considero justo que me botes sin darme oportunidad a resolver lo nuestro
-No hay anda que resolver Yuuri. Además- miro a todos- tengo una hija y con mi esposo esperan a por mi
-¡UNA HIJA!-Repuso Conrad y Gwendal exaltado dejando caer algunos documentos, nadie sabía que el rubio dio a luz un segundo hijo. La decepción de verse excluido de la vida del rubio fue doloroso tomando en cuenta que ambos criaron al rubio en ausencia de su madre.
-Una hija…- repuso Yuuri mirando seriamente al rubio- ¿con él?- concluyo sin poder creerlo.
-Sí, ¡con él!- regaño Wolfram- ¿tienes algún problema con mi marido?-Reprocho agresivo, una cosas jamás la aceptaría que menospreciaran a Aldebarán.
-No… es solo que…- Yuuri no supo que decirle- supongo que tus gustos han cambiado…- se excuso
-si- rio con superioridad- No tienes idea de cuánto- si Yuuri quería guerra, guerra le daría, aunque lo entendía, pero al diablo de ser comprensivo, a subir las murallas contra el enemigo
-Ya, es suficiente ambos dejen de pelear- intervino Conrad aun feliz de verlos juntos, bueno de que casi toda su familia estuviera reunida en el mismo lugar, sin duda de no ser porque Yuuri se marchó por 85 años aun sin desearlo, siempre hubieran estado juntos en el castillo, y ahora quizás serian dos los hijos de ambos alegrando el castillo con sus rizas y juegos.
-¡Quiero el divorcio!- exigió mirando a Gwendal que frutaba su cien, no supo por qué pero estar con Yuuri volvía a Wolfram un caprichoso… suspiro y soltó una ligera sonrisa, durante los años de ausencia de Yuuri la personalidad de su hermano fue sombría cual alma en pena, ahora con el Maou aun de mal humos Wolfram se veía más vivo y jovial.
-Eso no es posible a menos de que nuevamente se reúnan todos los nobles
-Tedioso…- repuso a regañadientes
-¿De verdad quieres el divorcio?-Interrogo Gwendal mirándole fijamente. Como no dudar si por décadas se la paso esperando su retorno, en el fondo de su corazón supuso qué que ambos aun podían arreglar sus cosas, un amor tan grande era poco frecuente, y ninguno sabía mucho de la relación de Wolfram con su segundo marido impuesto por Yuuram, conocían a Aldebarán como soldado mas no como persona y si confinaban en el por lo que había hecho pero… eran algo fuera de lo común para el gusto que solía tener Wolfram.
-Si- respondió dejando helado a Yuuri que empuñaba las manos y se forzaba a mantenerse calmado cuando por dentro deseaba gritar mil cosas y a la fuerza obligarlo a cambiar de opinión, había regresado para recuperar a su familia, no para renunciar a ella.
-Creo que fuimos claros Wolfram- dijo serio- debemos esperar a que los nobles se reúnan, el tribunal que creo tu hijo… no es válido para estos asuntos de índole superior. Sé paciente- exigió sin poder evitar su expresión molesta y las venas formadas en su frente. Conrad y Gunter miraron con lastima a Yuuri. El amor duele.
-Majestad…- repuso Gunter entre sollozos mirándole conmovido
Wolfram rodo los ojos. Allí iba de nuevo la camarilla a favor de Yuuri. Yuuri la víctima, Yuuri el buenachon, Yuuri el perfecto… crujía sus dientes, tenían razón pero la rabia no se desaparecía de su corazón… necesitaba culpar a alguien por todo su dolor pasado, aunque no deseaba hacerlo.
-ok. Si me disculpan iré a por MÍ caballo y buscare a MÍ hijo, ya lo secuestraron una vez, no dejare que ocurra una segunda vez… Ustedes pueden seguir jugando a los lame botas…- salió del despacho del rey donde la mayor parte de la discusión se llevó a cabo a petición de Gwendal que miraba a los soldados y sirvientes. Todos escucharon el tronar de la puerta, pues el rubio la cerro con todas sus fuerzas dando a entender que estaba furioso.
Los tres mayores se miraron y nuevamente se sintieron culpables, pero esta vez no era esa la situación. Conrad miro preocupado la puerta por donde su hermano salió, como le explicarían lo que pasaba si claramente se veía que Wolfram no deseaba estar cerca de Yuuri. Miro a Gwendal el que negó con la cabeza, aun no era el momento.
-espera Wolfram, mandare algunos soldados contigo- llamaba Conrad que también salía del despacho
-esto es imposible…- se quejó Yuuri mirando a los presentes, cayendo sobre su sillón decepcionado
-Majestad…- le llamo Gunter con lastima- no pierda al fe, estoy seguro que ese hombre no le llega ni a los talones, y aunque ese insolente no lo merezca, nadie en su sano juicio dejaría negaría que usted es el esposo ideal. Wolfram tendrá entender que no fue culpa suya su ausencia… usted nunca nos abandonaría y nunca lo hizo- animo
-Solo queda esperar la decisión de los nobles- Repuso Gwendal- Yuuri ve buscando una explicación adecuada para Wolfram sobre ese asunto…- aconsejo refiriéndose a Yuuram y el Soushu
-al menos contare con su voto de respaldo- preguntó Yuuri a los dos mayores. Gunter asintió sin dudarlo, pero Gwendal se abstuvo de prometer algo. Wolfram había cambiado mucho y decidir con quién permanecería casado era decisión del rubio no la suya.
Yuuri miro decepcionado a Gwendal, supuso que era inevitable, el hermano de Wolfram siempre respeto la decisión de sus hermanos.
-supongo que debe ser así…- se mostró resignado, mirando los pendientes sobre su escritorio y es que era un trabajo de nunca acabar, aunque debía reconocerlo Yuuram había hecho un buen trabajo manteniendo las cosas en orden durante su ausencia.
…
-Cariño deja de dar vueltas- replicaba Cherry que acababa de llegar de compras y se topó con Wolfram. Que dicha más grande, como en el pasado brinco sobre él para abrazarlo. El reencuentro también fue una decepción mezclada con una alegría, saberse abuela por quinta vez era algo maravilloso.
Gwendal le había dado tres nietos, unos gemelos que ya tenían 100 y un tercer hijo de 52 años, Anissina era una gran yerna, algo loca como siempre pero de buen corazón. Wolfram y Yuuri concibieron a Yuuram que ya tenía 100 años y ahora su hijo con Aldebarán concibieron una niña de 11 años
-Deberíamos hacer una fiesta familiar
-¿Familiar?- repuso el rubio mirando a su madre sin comprenderla. El aquí muriéndose por saber dónde estaba su hijo, o donde empezar buscarlo y su madre hablando de fiestas…- Mamá no sé si captas la situación: mi hijo ¡está perdido!, nadie sabe nada de él y me hablas de fiestas. ¿Me vez con ánimos para una fiesta?
-Wolf- llamo su madre abrazándolo- Yuuram ya no es un niño, es un hombre hecho y derecho, estoy segura de que está bien solo molesto por su destitución, ya regresara. Recuerda, las malas noticias son la primeras en llegar. A su edad tú y Yuuri solían perderse todo el tiempo con extrañas misiones y regresaban a casa
El rubio rodo los ojos.
-tengo sueño si me disculpas- se aleja de ella, su familia no la sentía como suya… quizás en el pasado no le importaba pues todos jalaban a la misma dirección, pero ahora no. ahora Wolfram jalaba en otra dirección y su familia leal la Maou como siempre… Cual ajenos. Beso su mejilla y marcho dejando a la elegante mujer vestida de rojo escarlata mirándole preocupada y en su rostro lucia arrugas que ni el maquillaje podían cubrir, el tiempo no paraba, el destino era así de cruel incluso para los demonios la vejes era su destino y después la muerte y el olvido.
Sentado en su habitación seguía dando vueltas pensando en donde buscar, no iría por allí buscando al azar. Se sentó en su escritorio y comenzó a escribir una carta a su marido, si alguien conocía a Yuuram aparte de él era Aldebarán, de seguro tendría alguna idea o sugerencia.
Amado mío.
Te escribo para informarte de un infortunio que acosa mi alma, Yuuram ha desaparecido sin rastros, estoy angustiado por no saber de él. ¿Tienes alguna idea de dónde buscarlo? Sinceramente yo no lo sé.
El Maou está aquí y no sabe dónde pueda estar él. Mi familia también está presente y ahora mismo han llamado al resto de los nobles para solucionar temas políticos sobre la coronación de Yuuri ahora que Yuuram no está. Quizás tarde más de lo esperado, no te preocupes si no llego en el tiempo acordado planeo buscar a mi hijo no parare hasta encontrarlo, el Maou quedo en prestarme soldados para realizar al búsqueda, después de todo también es su hijo y el heredero al trono.
Cuida a nuestra hija. Regresare tan pronto sepa algo de mi hijo.
Siempre tuyo:
Wolfram Von Bielefeld
Cerró el sobre que contenía la carta, y derritió la cera sobre el sobre para sellarlo, de su uniforme saco un prendedor en forma de ave de fuego, similar al que su tío alguna vez le regalo y con este sello la carta para dejar en claro que era él. Camino rápidamente en dirección de la puerta y al abrirla se llevó un susto de muerte al ver a Yuuri parado en esta con una mano elevada dispuesto a tocar.
-Me asustaste- se quejó con la mano sobre el pecho tratando de calmar sus nervios y es que por el susto estuvo a punto de lanzarle una bola de fuego.
-Disculpa- rápidamente excusaba Yuuri- solo quería hablar contigo pero no me animaba a tocar
-bueno…- Wolfram se paró recto y le miro, al parecer el buenachon de Yuuri nunca cambiaba y cómo iba a cambiar si el tiempo no paso de la misma forma para el.- hablemos…- repuso apoyándose sobre el marco de la puerta, Yuuri lo miraba incomodo
-¿Parados? ¿Aquí?- cuestiono- no sería mejor hablar adentro- señalo la habitación de invitados que el rubio ocupaba como aposento.
-¡No! Es mal visto. Ahora soy un hombre felizmente casado y con una hija, no daré pie a habladurías.
-También sigues casado conmigo…- se defendió el azabache
-sí, pero no por mucho tiempo.
-Wolfram. Por favor, antes sin importar que siempre podíamos hablar, éramos amigos antes que prometidos o esposos….- le miro lastimero- eras mi mejor amigo… Necesito a mi amigo- concluyo
-¡Demonios!- Wolfram chasqueo la lengua y negó con la cabeza para frotarse con una mano el puente de la nariz… era cansador, estar cerca de Yuuri era cansador pues aun no sabía cómo comportarse: lo odiaba, lo estimaba, no le importaba… si pudiera sacaría sus emociones y las arrojaría al olvido
Si, era verdad solían ser amigos antes que nada, y Yuuri no había hecho nada malo para verlo con odio, nada de esto fue su culpa se repetía una y otra vez. Le vio de reojo derrotado se hizo a un lado para darle paso- entra- señalo los muebles para que tomara asiento.
- y…- Yuuri se sentaba y le miraba nervioso pero feliz de su pequeña victoria- ¿qué de nuevo hay en tu vida?- pregunto tontamente, pues tampoco sabía cómo comportarse con este Wolfram
-tu sabes… mi hijo está perdido, por cierto es tu hijo también y no entiendo cómo puedes estar tan calmado… supongo que es por qué no lo criaste- suspiro para tratar de recuperar la calma “No es el enemigo” ”No es el enemigo y no tiene la culpa” se repetía pero no podía evitar odiarlo o tratarlo mal aunque no se lo mereciera
-Si… supongo que no puedo sentirme de la misma forma que tu… como dices yo no lo crie…- agacho su cabeza herido por esa verdad- pero daría o que fuera por retroceder el tiempo y estar contigo durante su crecimiento… verlo caminar, escuchar sus primeras palabras…
-no hagas eso Yuuri- le repuso molesto
-¿Hacer que?- interrogo el azabache elevando la mirada
-eso…- repuso molesto resignado a sentarse a su lado, por esa razón no deseaba verle o hablar con Yuuri por mucho tiempo… él y su manía de derretir los corazones congelados por la rabia y el odio… porque tenía que ser tan inocentón, tan enclenque… tan bueno que ni mataba una mosca… dios que se parecía Aldebarán o Aldebarán se parecía a Yuuri… cielos… ahora se daba cuenta que le gustaban los de carácter calmado y cariñoso…
“Así que me guio por su carácter y no por su físico…” analizo asintiendo con la cabeza, eso era bueno supuso, bueno para una relación, malo para el carácter.
-No te entiendo- dijo Yuuri sorprendiendo a Wolfram que lo miro frente suyo, ¿en qué momento se puso de pie y se puso tan cerca de él?- a que te refieres con eso- le dijo mirándole a los ojos tan cerca que Wolfram sentía su aliento y una venita se formaba en su frente
-eso…- dijo Wolfram extendiendo un dedo debajo del mentó de Yuuri para sacar fuego quemándole ligeramente su barbilla.
-¡Auch!-se quejó Yuuri cayendo al suelo- ¿Cómo rallos hiciste eso? Ante no podías
-si… antes cuando no tenía control completo de mi magia. Ahora lo tengo así que no intentes esos truquitos baratos no tengo paciencia… nuestro hijo está desaparecido. Si realmente quieres alagarme o reconquistarme mueve tu trasero y búscalo- concluyo tomándole de la oreja para arrastrarlo fuer de su habitación- sin o es así mejor fuera- le cerró la puerta.
Yuuri miro incrédulo la puerta de la habitación del rubio frotándose la oreja que le dolía por el agarre, una ligera sonrisa se dibujó en su cara. No era tan malo el cambio… en el fondo Wolfram era el mismo chico impulsivo y orgullosos, leal a sus principios y atrevido que conoció y del cual se enamoró.
“No ha cambiado…”
…
Camino rápidamente a su recamara, estaba feliz de tenerlo de regreso, aunque las cosas no salían como el las deseaba, de verdad debía solucionar ese tema de tiempo en los viajes entre ambos mundos. Abrió la puerta de su baño y miro la bañera con seriedad…
-¿debería traerlo de regreso?- se cuestionó y negó inmediatamente. No, aun no era el momento. Elevo su mano y el agua se elevaba y formaba una especie de remolino en el aire y nuevamente se formaba un reflejo cual si fuera un espejo que no mostraba su reflejo sino el reflejo de la tierra, de Tokio visto desde el cielo. Miro el volar de unas palomas que seguían paralizadas. No lo comprendía, aun que usaba toda su fuerza no funcionaba, el tiempo en la tierra pasaba tan lento que parecía detenido y en Shin Makoku tan rápido… entonces logo ver algo que le intereso y preocupo, allí su hijo cayendo, sin caer, suspendido en el aire con esa expresión de enfado y su boca abierta que manifestaba un grito, quizás un insulto.
Cerro el portal y se dejó caer al suelo… usar magia a ese nivel era agotador. Miro manos y en estas esa aura oscura resaltaba…
-Soushu…-Replico al viento
Se dejó caer al suelo por completo y miro el techo recordando que algo similar había pasado cuando Shinou abandono ese mundo y fue al descanso eterno. No le tomo importancia, recordó cuando marchaba a su mundo y llego a este al salir del agua nuevamente miraba esa aura oscura en sus manos… tampoco le dio importancia… ahora le daba mucha importancia más que nada por las palabras que le dijo Murata:
-Shinou ya no está aquí y tú eres su elegido… ahora todo el peso del Maou radica en ti, él ya no podrá ayudarte a manejarlo
Yuuri arqueo las cejas, y cuando lo había ayudado Shinou, casi siempre que perdía el control eran Wolfram, y sus amigos los que lo ayudaban a despertar y controlar la situación. Había aprendido a controlar algunas cosa como el elemento agua y el elemento tierra, abrir los portales a voluntad pero de eso a esto era cosas que salían de su control. Ahora no le quedaba tiempo de hacer las cosas como un buen chico, al regresar por segunda vez choco con la noticia que su hijo le engaño, le prometió evitar que Wolfram se casara y se volvió a casar de hecho tenía una hija… su hijo nunca le ayudaría a recuperar a Wolfram, su trono o nada. Que más podía hacer… negarse a ayudarlo y sin saber cómo solo por la rabia del momento abrió un portar y lo lanzo…
Realmente lo había arrojado a la tierra… Qué pensaría Wolfram de él al saber la verdad… ahora como lo traería si se enteraba Wolfram… ¿lo odiaría? ¿Los nobles le quitarían el derecho de ser rey y se lo restituirían a Yuuram?
-es mejor que se quede allí- negó con la cabeza- no, no, no. solo debo solucionar esto y luego cuando haya recuperado a Wolfram lo traeré de regreso y el tendrá que aceptar las cosas como son.
No era tan grave su falta… no había matado a nadie, solo sacado del mundo demoniaco y arrojado al mundo humano donde el tiempo pasaba lento, más que un caracol…
-soy de lo peor…
…
Wolfram no sabía qué hacer, no había noticias de su hijo por ningún sitio, nadie lo vio marcharse del castillo, nadie sabía nada de él. Se dejó caer sobre el sillón de su habitación… al diablo la reunión de los nobles o quien rayos sería nombrado rey o su divorcio… no tenía cabeza para nada más que no fuera su hijo…
-¿Dónde estás…?-Llamo angustiado.
-Wolfram- tocaron al puerta y el rubio apenas si la abrió. Miro a Conrad su hermano que le dedicaba una cara de preocupación- la reunión ha empezado debes estar presente, recuerda que se hablara principalmente de tu divorcio.
-es verdad…- repuso sin ánimos- ¿no hay noticias de Yuuram?-Pregunto a su hermano y este negó con la cabeza- Wolfram se mordió los labios, el dolor de no saber era más intenso que cualquier dolor físico vivido con anterioridad… prefería mil veces ser castigado como lo hizo el rey de trueno a no saber nada de su niño.
-debo divorciarme de Yuuri…- repuso recordando a Aldebarán y comenzó a caminar en dirección de la junta seguido de Conrad. No podía descuidar a esposo y su hija, ellos también eran importantes y su divorcio garantizaría su tranquilidad.
…
-Quiero volver a ser el rey- dijo Yuuri al no hallar fin a la discusión sobre su legitimidad ante el trono, ahora que Wolfram solo era regente de Bielefeld y Yuuram permanecía ausente
Todos miraron a Wolfram, después de todo era el único cuya posición y antecedentes podría catalogarlo como candidato a la corona. El rubio les miro molesto tamborileando sus dedos en la mesa.
-mi hijo es quien debe gobernar… pero ahora mismo no está- repuso Wolfram con incertidumbre, recordaba la pasión que Yuuram mostraba por hacerse del trono, ¿no luchar por el trono era traicionar a su hijo? quizás, pero no era más importante buscarlo que pelear por este- supongo que mientras regrese él puede ser rey… - concluyo resignado
-Entonces quedamos de acuerdo en que Yuuri Shibuya ocupara el puesto como rey de Shin Makoku y Yuuram será el heredero de este. Siguiendo con la agenda- replicaba Gunter alegre de ver a su amado Maou nuevamente en el poder- el divorcio entre el Maou Yuuri Shibuya y Wolfram von Bielefeld. Algo que alegar a esta punto- todos dirigieron la mirada en dirección de los implicados
-Quiero el divorcio y validar mi segundo matrimonio como legitimo- se manifestó nuevamente Wolfram
-Yo…- Yuuri miraba a cada uno de los presente, la presión era grande, sabía que sería difícil pero no estaba preparado para esto. Miro a Wolfram que ni atención le prestaba su mirada parecía perdida, estaba muy preocupado por Yuuram. Cerro los ojos si aceptaba el divorcio Wolfram se iría a sus tierra y no lo tendría cerca, ¿cómo recuperarlo si ni si quiera estaría a su lado?- no quiero divorciarme- Wolfram abrió los ojos y miro a Yuuri molesto
-Oye. Acordados divorciarnos no puedes cambiar de idea así por así- Regañaba
-Wolfram te necesito, no puedo evitarlo sé que suena egoísta de mi parte pero no quiero me dejes. Solo te pido soportar esto hasta que aparezca nuestro hijo- el rubio rodo los ojos y se levantó de su sitio
-No soy tu niñera, No te amo. No me interesa tratar. Quiero el divorcio y la validación de mi segundo matrimonio para seguir buscando a mi hijo y luego regresara a mis tierras con MI familia- Exigía mirando fijamente a Yuuri
-Lo entiendo, pero no puedo ahora. Te necesito a mi lado a todos ustedes…- suplicaba Yuuri mirándole fijamente a los ojos.
-Wolfram…- Llamo Gwendal al notar que las cosas se salían de control entre ambos, si Yuuri no era directo solo crearía malos entendidos- Es quédate- expreso cual orden y el rubio le miro asesinamente. El mayor de los hermanos suspiro pesadamente y empezó a revelar la verdad, no había razones para ocultar algo que incumbía a todos los presentes- Yuuri está contaminado por el Soushu…- comenzaba mirando a su hermano menor mirándole anonadado volviendo a tomar asiento cambiando su expresión de enfado por una seria y preocupada- De hecho… esa es la razón por la cual Yuuram no está ahora aquí… está en la tierra- concluyó
Wolfram abrió los ojos a más no poder y elevo la cabeza mirando a Yuuri con terror.
-Fue un accidente Wolfram, Yuuri no tiene control de sus poderes ahora mismo, no pudo regresar a su mundo y al tratar de volver a este apareció en la habitación real donde tuvo un enfrentamiento con Yuuram. Conoces a tu hijo y su temperamento…- repuso Gwendal- ¿comprendes ahora la situación?
-Te necesito Wolfram, a todos… No puedo con esto solo- rogo Yuuri y el rubio agacho su cabeza dejando a sus manos sujetar su peso, mirando nuevamente la mesa sin poder articular palabra alguna. Soushu no era un juego y ahora sin Shinou o el sabio… era peligroso… Tenía miedo su niño estaba atrapado en un lugar al cual él no podría llegar y quizás no lo volvería a ver jamás.