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Amantes Modernos por noemibeargirl

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Notas del capitulo:

Joan Jett & the blackhearts - Bad Reputation

Espero que les guste

---Fer---


– ¡Vaya, eres buena! – la chica a mi lado me ve y sus mejillas se sonrojan, como llevan haciéndolo desde que inicio el juego. “Qué tierna” hacía mucho que me juntaba con chicas de su tipo, por lo general las evitaba pues terminaba rompiéndoles el corazón. Además a ella más que a otra la evitaba. ¿Por qué? Bueno era amiga de la pesada y prefería mantenerme alejada de cualquier cosa o persona relaciona con ella. Si no fuera por eso tal vez intentaría coquetearle, pues fea no era. – Gracias… bueno… es que yo… – comienza a tartamudear y no puedo evitar burlarme en mi mente por lo parecido a una película romántica, así que decido jugar un poco con ella. – Eres el as del equipo de basquetbol ¿no? – termino lo que iba a decir, su sorpresa es bastante visible. – ¿Cómo lo sabes? – pregunta de inmediato. Me rio internamente por su reacción, de verdad que es toda una ternura. – Pues… – pongo misterio – Conozco a muchas personas, además he ido a algunos partidos de basquetbol – le sonrió convirtiendo su cara en un poema – ¿Has ido a los partidos? – cuestiona, su manera de decirlo me hace reír, pero me controlo. – Claro, me gusta el básquet aunque soy terrible – saco la lengua con burla. Ella ríe igual, comenzando a relajarse. Pero eso dura poco, pues en menos de un segundo su mueca pasa a ser pensativa. Casi analítica diría yo. – Nunca te he visto en ninguno – recuerda, o hace un ademan que me hace pensar eso. – Mmm… No suelo llamar la atención cuando quiero – me encojo de hombros, ella me mira con interés. – Se me hace difícil de creer – suena escéptica. “Vaya” es una chica extraña, hace cinco minutos babeaba por mí y ahora me ve como si fuera una muestra de laboratorio. Ha hecho muchas expresiones en tan poco tiempo. – Pues… – medito como explicarle – No es muy difícil. Sólo tomo una gorra, hago poco ruido y paso desapercibida – explica pero su escepticismo no cambia. Así que decido mostrarle lo que digo con acciones. Tomo la gorra, que había dejado tirada en el suelo, me la pongo de tal manera que cubra parte de mis ojos. Ato mi cabello en una coleta de lado, cierro mi chaqueta y tomo su mano llevándola a un lugar más alejado de donde estábamos. – ¿Qué… - empieza a decir con un suave rubor en sus mejillas, no obstante la interrumpo. – Sólo observa – mi sonrisa es sumamente socarrona, pero es que es tan divertido.


Pasa menos tiempo del que creí cuando oigo la voz de Nieves levantarse entre el ruido de la música y la multitud. – ¿Alguien sabe dónde se metió Fernanda? – las personas, o al menos los que no están tan ebrios, voltean a su alrededor sin embargo nadie me encuentra. La conmoción pasa y veo como Nieves se vuelve a perder entre la multitud en mi búsqueda. – Debes estar jugando – niega divertida – ¿Qué te digo? Aunque debo admitir que me costó tiempo dominarlo. El chiste es ocultar tu presencia, nuestro lenguaje corporal nos delata mucho. – le guiño un ojo esperando su sonrojo ante mi indirecta pero ella no lo hace. Sonríe de lado, sus ojos analíticos me vuelven a ver. Esa mirada suya en específico me intimida, la única que me había mirado así antes era Lucy. Pese a que es firme su actitud no dura demasiado pues algo la distrae, una canción. – ¡Me encanta esta canción! – exclama con una felicidad encantadora. Veces antes había escuchado a muchas chicas decir esas palabras, pero de su voz se oían más verdaderas que nunca. – Bad… – reconozco una de mis canciones, sin embargo es su turno de interrumpirme – Reputation – me saca la lengua y es mi turno de tener una cara de sorpresa – ¿La conoces? – interrogo, entonces ella se ríe como hubiera preguntado una estupidez. – ¡Por supuesto que la conozco! Es la canción de Shrek ¿Quién no la conoce? – Me mira como si fuera obvio – A lo que me refiero es que casi nadie sabe cómo se llama – aclaro pero ella no me escucha del todo. Se concentra más en la canción moviendo su cabeza al ritmo. – Bailemos – no pregunto, aseguro. Ella no pone objeción, toma mi mano, me jala y comienza a moverse extraño. Entre saltando al ritmo y moviéndose sus manos de atrás hacia adelante. Yo la imito y me es inevitable reír mientras bailamos.


Poco a poco la música se acaba y en su lugar inicia un reggaetón conocido. La multitud vitorea mientras ella y yo nos detenemos mirándonos con la misma cara. “Ni modo” es lo único que entiendo de su gesto. Abre la boca, está por decir algo cuando un grito me deja helada - ¡Fernanda! Quédate ahí, es momento que cumplas tu reto – la voz de Nieves se extiende por todo el patio. – Es momento de… – indico con pánico pero, como si supiera lo que estaba por hacer, ella comienza a correr abriéndose paso entre la multitud. “Sí que es una caja de sorpresas” pienso antes de correr tras de ella, perdiéndonos entre el gentío.


--- Brenda---


–Buen trabajo – Dani me mira con sorpresa, al parecer no creyó que lo lograría. Aunque, siendo honesta, yo tampoco lo creí. El mareo no se me va así que le sonrió dejándome caer en una silla cercana a ellos. Recuesto mi cara en mis manos esperando que el mundo deje de dar vueltas, “Maldita Fernanda”. – ¿Estas bien? – reconozco la voz de Mari en mis oídos. Sin embargo no me atrevo a contestar, me limito a asentir sin moverme mucho de mi posición.


Por un rato no haga nada, decido quedarme así para que el mareo no aumente. Solo escucho levemente la conversación de mis amigos combinada con la música del ambiente. Sin Rebecca alrededor, Dani se comporta con más madurez y se limitan a hablar de temas triviales. Mari, como siempre, habla sólo lo justo. No sé cuánto tiempo pasa en el momento en que escucho pasos y la voz de Dani en mi oído – Oye vamos a bailar ¿Vienes? – Dani ama bailar y si estuviera mejor aceptaría, pero no lo estoy. Simplemente niego con la cabeza, aun sin moverme mucho de mi posición. Ni siquiera oigo sus pasos cuando se alejan. “Suficiente” pienso. Estoy sola así que opto por abrir los ojos. Cuando lo hago el mundo me da algunas vueltas, pero menos que antes. Intento fijar mi vista en algún punto; me lleno de satisfacción en el instante que logro enfocar. Sin embargo ese sentimiento dura poco tiempo. – ¿Te sientes mejor? – La voz de Mari hace que mi pulso se acelere angustiosamente – ¡Mari, enserio deja de hacer eso! – exclamo intentando sonar seria, pero el alcohol en mis venas hace que mis palabras suenen arrastradas y mi enojo parezca necedad. –En definitiva se te subió mucho – hace caso omiso a mis palabras. Toma un sorbo de su vodka con jugo, después me pasa un plato lleno de frituras. – Trágate eso – no digo nada simplemente le hago caso. Sé que en el momento que dice tragar no hay más opción que obedecerla. Devoro el plato de chucherías mientras Mari ve como Dani y Nico bailan. – Pensé que irías con ellos – interrumpo mi atrancamiento para verla. Ella hace un amago de sonrisa – ¿Y luego quién te cuida? – me levanta una ceja e intento decir algo para tranquilizarla – Yo me puedo… cuilar sola – mala idea. Mari al escucharme no aguanta la risa y suelta una carcajada. Me avergüenzo, “Maldita Fer” vuelvo a maldecir – Sabes lo que quería decir – trato de corregir. Ella calma su risa; me mira con ternura, como la hermana mayor que siempre ha sido para mí – Lo sé – me sonríe revolviéndome el cabello. Aunque sé lo que eso realmente significa, “sabes que no”. No obstante decido dejarlo pasar.


– Hola chicas – nos interrumpe entonces un chico que, al menos yo, no conozco. – ¿Gustan? – nos acerca una cajetilla de cigarros para después guiñar un ojo. “Ajjj, ¡Qué buena manera de coquetear!” pienso molesta. Miro a Mari de reojo con preocupación. Noto su mirada dudosa, conozco esa mirada, así que tomo su mano. Hago que me observe para recordarle, sin palabras, todo lo que hemos pasado. Ella y yo, yo y ella. – No gracias, no fumamos – rechaza gentilmente después de tomar aire. El chico hace una mueca de disgusto pero termina por irse en busca de otra compañía. Aprieto la mano de Mari con fuera, me siento orgullosa de ella. Sin embargo, alguien llega interrumpiendo por completo nuestro momento – Hola – oigo apenas por la música. Volteo molesta, juro que voy a matar a alguien si nos vuelven a ofrecer cigarros, alcohol o cualquier mierda. Estoy dispuesta a mandar a la fregada a quien nos haya hablado. Pero al reconocer quién es mi rostro se descompone y me quedo congelada.


 

Notas finales:

Perdonen la tardanza xc, tuve unos asuntos y no logré publicar antes. 


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