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Amantes Modernos por noemibeargirl

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Notas del capitulo:

Espero que les guste

---Fer ---

Al entrar a la escuela veo a algunos conocidos, pero nadie con quien quiera pasar el tiempo o que me quiten de la mente a la pesada de Brenda. Busco por los alrededores alguien que al menos me entretenga y a lo lejos la veo. Sami, una chica un año menor que yo, he "hablado" con ella una que otra vez durante natación; por lo general nos ponen a hacer vueltas en el mismo horario. A veces salían cosas buenas de saltarse natación.

Esta recargada contra un árbol cercano a las canchas, como esperando a alguien. Me acerco lento, voy a por su espalda, y le pico las costillas al tiempo que exclamo un – Bou – Ella da un brinco del susto; después me voltea con el corazón latiéndole rápido, bueno eso supongo. - ¡Fer qué idiota eres! – me grita con una mano sobre su pecho. Yo me rió - ¡Oh vamos! Sólo era una bromita – me recargo en el árbol donde antes estaba ella. – Sí claro, eso no te quita lo idiota – se cruza de brazos y con su mirada me reclama su lugar, pero no se lo daré. "Ahora es mío linda". – Claro... aunque no es un secreto que te gustan los idiotas – coqueteo y a ella no parece desagradarle – Eso no lo puedo negar – se acerca a mí rozando con las yemas de sus dedos mis brazos. – ¿Esperas a alguien? – pregunto a su oído. Ella calla, como si estuviera pensando una buena respuesta – Tengo tiempo antes de que llegue. Vayamos a otro lado – se acerca más a mí y me lanza su tibio aliento sobre mi oído. Al instante mi sonrisa cambia – vamos – confirmo y caminamos en silencio hacia un lugar más tranquilo.

 

Me besa con furia; su lengua está en guerra con la mía, una guerra que sabe que perderá. Me separo de ella y beso su cuello lentamente, su perfume rasga mi lengua dejándome un sabor a alcohol que tengo que soportar. Me empuja contra la puerta del baño y vuelve a besarme. Si soy honesta odio besarme en los baños. Sonaré delicada pero simplemente no me gusta, aunque a veces con algunas chicas no tengo otra opción. Sami intenta tomar el control del beso sin embargo no se lo permito, meto mi lengua en su boca y juego con sus dientes. Estoy tan concentrada que apenas noto el momento en el que su mano baja a mi trasero, lo contornea. Cuando lo comienza a apretujar decido que es suficiente, bajo mi mano y tomo la suya. Pero ella no capta mi indirecta y en vez de parar el beso lo hace más profundo. Intento separarla de mí e irme con cualquier excusa. Sin embargo ella me empuja de nuevo contra la puerta y, antes de que pueda hacer algo, esta se abre.

 

Siento como mi trasero se golpea contra las frías losetas del baño, la humedad del suelo se cuela por mi pantalón. Me asqueo pero no me puedo levantar. Sami esta parada sobre mí, pero su mirada no está conmigo sino en otro lado. Su rostro muestra miedo, la sigo y veo a la única persona que hace cualquier momento más incómodo de lo que ya es. "Brenda" hago la peor mueca de desagrado.

 

No pasan ni cinco minutos cuando Sami se va cómo alma que lleva el diablo y me deja a solas con la pesada esta. Suelto un suspiro e intento levantarme, ya que no hay quien me lo impida, entonces veo una mano estirada frente a mí.

 

---Bren---

 

"Es lo que haría cualquiera... Es lo que haría cualquiera..." Me intento convencer. No miro a donde esta Fer pero siento como toma mi mano. Sin pensar mucho en eso jalo sin demasiada fuerza y ella se levanta de un salto. Apenas y nos miramos, ella sólo inclina su cabeza con una mueca desagradable, se sacude el trasero y sin que ninguna diga algo sale del baño. Me quedo sola, mi mente se reinicia y lo primero que llega a ella es "Mal agradecida" Bufo inconscientemente, voy por mis cosas para salir de ahí. Camino apenas tres pasos por el pasillo cuando el timbre suena. Trato de pensar en mis amigos, en Sandra, pero sé que nada me quitara el mal sabor de boca.

 

...

 

Por alguna razón que no logro entender del todo la escena del baño se repite una y otra vez en mi cabeza. Ni siquiera pongo atención a mi alrededor simplemente actúo en automático y no pienso en nada más que eso. En esos "ecos" y en la odiosa cara de ella. "Idiota..." mi mente esta por insultarla de una vez por todas cuando una voz lo corta todo – ¿Qué tienes? – preguntan a mi lado. Volteo y miro a Marisol mirándome con un gesto aburrido. Dejo el modo automático y regreso a la realidad. Ni siquiera había notado cuando había iniciado la clase y mucho menos cuando terminó. – Nada – respondo, recordando la pregunta para después mirar por la ventana. Los vidrios están algo empañados. – Sí claro, de modo que siempre tienes cara de mierda – dice sarcástica y comienza a hacer algo, lo sé aunque no la vea. Escuchar sus palabras me pone de mal humor – ¡Oye! – gruño con cierta molestia, pero ella no se inmuta sólo sigue en lo suyo. Saca un cuaderno de su mochila y se digna por fin a hablar – Me refiero a que parece que hubieras pisado caca – sus palabras son secas y directas, tan dignas de ella. De alguna forma me hacen reír. – Casi – es lo único que respondo. Su mirada por fin me busca con curiosidad, la observo y ella levanta una ceja. Es lo más que obtendré de ella, es su forma de preguntarme seriamente que me sucede. – Tuve un encuentro con mi persona menos favorita – es lo que consigo confesar mirando de vuelta a la ventana. No quiero ver la cara que pone. – Persona menos favorita ¿eh? – repite y continua con lo suyo, sabe que es lo más que obtendrá de mí.

 

Intento concentrarme más en mi presente para evitar que mi mente divague de nuevo. Tengo clase en el mismo salón, de eso estoy segura, lo único que espera el grupo es la llegada del profesor. Que no debe tardar demasiado si nos toca... "¿Matemáticas? o tal vez ¿Historia?" intento recordar cuál de las dos. No lo logró, a pesar del tiempo sigo sin poder recordar mi horario. Decido dejar de intentarlo y sólo saco un cuaderno cualquiera "Después pasaré los apuntes" pienso sacando un par de plumas y, sin encontrar nada más que hacer, empiezo a garabatear.

 

Comienzo con simples espirales y figuras sin sentido. Dejo de prestar atención, y sin darme cuenta rememoro por décima vez la escena de esta mañana. Es como si fuera un disco rayado que se repite una y otra vez. "Estúpida, estúpida, desagradecida, insolente, egoísta... Idiota..." a veces me sorprendo de todos los insultos que puedo recordar en menos de un minuto.

 

Me concentro tanto buscando insultos que cuando ya no tengo ninguno más. Vuelvo a prestar atención descubriendo que ya no garabateo sino que estoy escribiendo. Paro de inmediato y veo el cuaderno con asombro. Reconozco que es mi letra pero se siente como si alguien más lo hubiera escrito. Miro fijamente las dos palabras que están escritas, "le falta algo" garabateo de nuevo. Pierdo la noción del tiempo y, antes de que pueda acabar, oigo el golpe de la puerta cerrándose. Salto en mi lugar, miro hacia el frente y lo único que puedo pensar es "Mierda..." No tengo ninguna de las dos materias que pensaba, tengo la peor de todas, Física.

 

--- Fer ---

 

–Debes dejar de besarte con chicas estúpidas – Lucy golpea su frente con su mano antes de decirme aquello, me esperaba esa reacción para ser honesta. Aprovechando que teníamos una hora libre le había contado lo sucedido antes. – Lo sé, lo sé pero es que... besan tan rico – se me hace agua la boca y decido morder a mi olvidado sándwich. Lucy rueda los ojos – Fer, enserio hay mil cosas mejores que besar chicas que apenas conoces. Deja de meterte en problemas – su voz tenía un tono de verdadera preocupación al igual que su mirada. Pare de masticar y la miré enserio, pero no por mucho. – No me meto en problemas – negué con seguridad, mi respuesta hizo que su rostro se descompusiera - ¿No? Te recuerdo todas la veces en las que terminas con una bofetada y eso es lo de menos, recuerdas esa chica cuyo novio casi te mata cuando te vio comértela atrás de las gradas. De pura suerte se olvidó de tu cara o no te la acabas – me regaña pero en vez de apenarme me rió. – ¡No te rías tarada! – exclama enojada Lucy. – Lo siento es que fue tan graciosa, ¿recuerdas cómo me correteo por todo el campo de tochito? – Rememoro riendo y esta vez Lucy también lo hace – Cómo olvidarlo, el entrenador dijo que rompiste tu propio récord – rio más. – Fer – oigo a lo lejos que alguien me llama, volteo y veo a Luisa, una chica bastante chula – ¿Juegas? – me pregunta señalando el balón de básquet que trae en las manos. "Contigo claro que sí" pienso picara. – Voy – grito y dejo que se aleje. Regreso mi mirada hacia Lucy quien me mira seria de nuevo. – Te veo en clase Lucy – me despido rápido, le doy un beso en la mejilla y me voy corriendo antes de que me regañe como lo estaba haciendo antes. – ¿Cuándo vas a aprender? – me grita pero finjo no oírla, no quiero hacerlo.

 

--- Bren---

 

Ya mátenme – me tiro sobre el pupitre y recuesto mi frente sobre el frío metal de la paleta. – ¿Vienes? – me pregunta Dani compasiva. Sabe que estas clases me dejan con el cerebro frito – Los alcanzo luego – digo apenas sin levantar la cara. – Vale – se limita a decir con una sonrisa de lado, aunque no la veo estoy segura que lo hace, y oigo como sus pasos se alejan. Aun sobre la banca suelto un suspiro, por cosas como estas es que apreciaba mucho a Dani. Hay veces en las que esta clase me termina explotando el cerebro. Tanto que a veces ni pensar claramente puedo, por fortuna hoy únicamente me había dejado exhausta. Me quedé así un largo rato, el frío me ayudaba a relajarme al igual que el sonido de mis compañeros irse. Aunque viendo el lado bueno mi disco rayado mental se había terminado.

 

Espero hasta que no oír ruido alguno. Cuando por fin el silencio reina, levanto lentamente mi cuerpo y comienzo a guardar mis cosas, excepto el cuaderno dónde había tomado notas. Vuelvo las hojas atrás, pasando por los apuntes que acababa de hacer, y vuelvo a mirar fijamente lo que había escrito al inicio de la clase. La caligrafía era buena pero el dibujo... en definitiva dibujaba del asco. "No me gusta" sin pensarlo más arranque la hoja y la hice bolita. – ¿Por qué arrancas eso? – oí la voz de alguien a mi espalda, me levanté del susto. Detrás mío estaba Marisol, odiaba cuando hacia aquello – Por Glob Mari, no me hagas esto – la miro con el corazón en la garganta. Ella me sonríe levemente; aunque conociéndola lo ha disfrutado, adoraba molestarme. – Pensé que ya te habías ido con Dani – evité su pregunta, pero ella no hizo ningún comentario, sólo me veía fijamente. Su mirada era tan penetrante que me era inevitable sentirme transparente. – Sólo es basura – me atreví a contestar para no tener que aguantar sus ojos negros clavados en mi nuca. Ella me miró un momento más, como dudando qué decir, pero no dijo nada sólo se levantó y tomó su mochila. – Entonces apúrate a tirarla para irnos – "Tiene razón" pensé quitando cualquier rezago de idiotez de mi mente. Con más prisa guardé el cuaderno, cerré la mochila y, jugando con la bola de papel, la lancé al bote. Sin embargo está revotó en el filo cayendo fuera. – Cómo sea, vámonos – le dije a Mari, comenzando a caminar. Ella me miró feo pero no me obligó a tirar el papel, al contrario dejó que yo saliera primero del salón. Ella salió después, seguramente había tirado aquel papel por mí. – Vayamos al patio – me ordenó y yo reí – ¿Tienes hambre tan temprano? – bromeé y ella negó – Ni que fuera tú – siguió mi juego, dejando atrás todas las situaciones extrañas de la mañana. Entonces comenzamos a platicar de cualquier cosa.

 

Caminamos sin rumbo por el patio, acercándonos al edificio dónde nos tocaba la siguiente clase. Buscábamos de paso a Dani y a su novio cuando creí reconocer a alguien. Miré mejor y no tardé ni medio segundo en saber quién era. "¡Sandra!" pensé emocionada jalando a Marisol hacia donde estaba ella. Mari al principio no entendió el porqué de mi arranque pero en cuanto vio hacia dónde íbamos bufó. Estaba por gritarle para saludarla cuando volteó y vi sus ojos llenos de lágrimas. Sin pensarlo corrí hacia ella, soltando a Mari en el camino, y la abracé. Ella se sorprendió un instante pero después no puso resistencia. – ¿Qué pasó? – pregunto a su oído, acariciando su cabeza con dulzura sin embargo ella no me contesta. Sólo lloraba en mi hombro. Apreté la mandíbula y soporté su doloroso silencio. Intenté buscar la razón de su llanto, pero alrededor no había casi nadie y los pocos que estaban se veían tan confundidos como yo. Todos menos alguien. "No puede ser... Tú" mi mirada se fijó en Fernanda que se encontraba recargada contra una columna del edificio con su actitud valemadrista. Veía a Sandra con cierto desagrado, eso me enfureció. "Ella debe saber qué pasó" pienso sin apartar mi mirada de ella y, como si las miradas pesarán, ella dejo de ver a Sandra y me vio a mí sin quitar esa horrible cara. Nuestras miradas se cruzaron apenas unos segundos, los suficientes para sacarme un par de lágrimas furiosas y hacerme regresar mi mirada a Sandra. Ella por su parte volvió a lo suyo, es decir, valiéndole un cacahuate cualquier cosa que pasará a su alrededor. No tenía que voltear a ver de nuevo para saber que Fer se había ido.

 

Sandra y yo estuvimos en silencio, ella llorando en mi hombro y yo acariciando su cabello. En algún momento Mari me dijo con señas que se adelantaría y no mucho después tocaron el timbre. Ambas teníamos clase, lo sabía. Extrañamente me había aprendido su horario pero no el mío. Con lentitud ella se separó de mi hombro y, aun sin decirme nada, caminamos hacia el edificio. Sin importarme mi propia clase, la acompañe a su salón. Me quedé parada en la entrada viendo cómo se iba. Por supuesto yo llegué tarde a mi clase, de suerte tenía Biología y mi profesor me dejo pasar. Aunque no sin antes darme una mirada de advertencia. Apenas me senté la clase inició, sin embargo no podía concentrarme del todo pues algo seguía rondando mi cabeza. "Si quiero saber qué pasó... Necesitaría preguntarle a ella" analicé en si hacerlo o no, de verdad me preocupaba la situación que había dejado a Sandra en esa situación pero... ¿hablar con Fer? "Ni loca". No había forma de que lo hiciera, esperaría a que la misma Sandra me lo contara. Así no lo hiciera nunca era mil veces mejor que hablar con esa... "Idiota". 

 

 


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