Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Home run. por IGOTEXO

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Siento por tardar en actualizar, pero al menos sigue siendo miércoles en mi país xD

Me tardé un poco porque estos días se acaba el módulo, entonces tengo cosas que estudiar ya que mañana los presento D:

Cambiando de tema, gracias por las personas que comentaron;;

Dedicado a todas mis criaturitas 2Jae♥

Capítulo dos. Gimme.

 

 

 

 

 

Estoy seguro de que si la desesperación tuviera nombre y apellido ese sería Park Jinyoung.

 

 

 

—¡¿Cómo pudiste haber perdido su número?!—sé que está reteniendo las ganas de golpearme hasta la mañana.

 

 

 

—Estoy más ocupado en otras cosas que preservar con mi vida el teléfono de Mark—comento muy tranquilo para la situación, la verdad es que odio que Jinyoung me grite en cualquier ámbito de mi vida, pero me mantengo al margen con una sonrisa burlona.

 

 

 

Jinyoung sí está loco.

 

 

 

Apenas llegué a su casa y él me asaltó con preguntas sobre el mismo tema, y le seguimos dando vuelta a éste por más de una hora.

 

 

 

—Ya me cansé, Jin, mejor veamos...—un golpe me hace callar de un momento a otro; no ha sido fuerte pero la sorpresa se refleja en mi rostro.

 

 

 

Un par de segundos y...

 

 

 

—Me voy a desmayar.

 

 

 

Sí, ahí está de nuevo la actitud.

 

 

 

—No seas drama, ¿sí? Aquí tengo su número, sólo quería ver cómo te ponías, pero, créeme, con esta demostración de una hora, te aseguro que no volveré a ocultarte nada.

 

 

 

—¡Te odio pero también te amo!—se abalanza sobre mí y siento todo su peso de nuevo como cuando llegué a su casa.

 

 

 

Si seguimos así, me va a salir una hernia.

 

 

 

Aunque también caigo en cuenta de que debí de seguir con la mentira. Es divertido ver al pelinegro cambiar de comportamiento drásticamente.

 

 

 

Desde hace un tiempo atrás hemos empezado a quedarnos a dormir en su casa, BamBam no puede hoy porque está en su aniversario doble. ¿De qué suerte corre esa pequeña basura?  Lo quiero, es mi mejor amigo junto con Jinyoung, pero a veces es tan descarado con la vida.

 

 

 

—¿Debería hablarle? —Jinyoung ve su teléfono sin expresión alguna, trato de acercarme pero suena el mío sacándole a él del pequeño trance. —¿Quién es? —pregunta cuando leo el mensaje… Sabía que esto le iba a afectar en algún momento.

 

 

 

—El idiota de tu amigo tailandés viene para acá. Prepara el helado—digo sin muchos ánimos. Cuando BamBam está de malas, se lo hace saber a todo el mundo con cada lágrima lastimera que derraman sus ojos. —Dice que esta vez él no tiene la culpa.

 

 

 

Claro que me preocupa, pero él siempre se busca sus problemas, aún así no le negaré la casa de Jinyoung.

 

 

 

—¿Te dijo qué pasó? —Jinyoung me arrebata el celular sacándome una mueca de disgusto, ¿qué siente al tomar sin permiso mis cosas?

 

 

 

—BamBam es como tú—frunce su ceño—. Oye, nos has criado de tal manera que ahora somos viles copias de ti—levanto los hombros desinteresado para después recibir el segundo golpe del día –sumándole el jalón de orejas por casi asesinar al rubio en la escuela-, a este paso quedaré mal de la cabeza. —A lo que me refiero es que primero te excusas diciendo que tu culpa no es ninguna, para después llegar, llorar como si no hubiera mañana, cuchara en boca para después contarnos que, efectivamente, sí tenías la culpa—le explico acostándome en el sillón más pronto antes de recibir un golpe más.

 

 

 

Terminamos acostados en lo que esperamos a BamBam quien se ha retrasado demasiado tiempo a pesar de que vive a unas cuantas cuadras.

 

 

 

—¿Y si lo secuestraron? Ay, no, de seguro alguien ahora lo está violando para después desechar su cadáver a un lado de la carretera…

 

 

 

—¡Jinyoung! —él se detiene para mirarme, puedo jurar que se ha comido la mitad de sus uñas—¡Tus preocupaciones me causan jaqueca! Cállate, ¿quieres?

 

 

 

—¡¿Cómo te atreves a hablarme así? Mocoso maleducado!

 

 

 

Es hora de correr. Agradezco infinitamente que Jinyoung tenga una casa medianamente grande, es fácil esconderse en cualquier parte.

 

 

 

—¡VEN AQUÍ ESCORIA DEL MUNDO!

 

 

 

—¡NUNCA! ¡NO PUEDO CONFIAR EN TI SI SOSTIENES ESE CUCHILLO!

 

 

 

—¡CHOI YOUNGJAE!

 

 

 

—¡PARK JINYOUNG!

 

 

 

—¡KUNPIMOOK BHUWAKUL!

 

 

 

¿Qué?

 

 

 

Jinyoung y yo dejamos de matarnos con la mirada para correr a la sala y encontrar a BamBam con su rostro hecho un desastre. Nos va a tomar toda la noche recuperar su vanidad y lo diva que es.

 

 

 

Qué camino más largo y difícil va a ser.

 

 

 

A pesar de que BamBam se muestra de una manera distinta ante los demás, la verdad es que hay una inseguridad que siempre crece en él; puede ser muy atrevido e imprudente a veces, pero en el fondo hay algo que no le permite tenerse confianza. Y casi siempre es por eso que sus relaciones acaban en historias desgarradoras –como le llamaría él- porque eso hace que desconfíe en los demás.

 

 

 

—… y le dije que si entonces no quería estar conmigo, que entonces se fuera por la puerta. Pero como no se iba yo fui el que decidió hacerlo…

 

 

 

—Espera, ¿dejaste a Jackson y Yugyeom en tu casa sabiendo lo que pasó?

 

 

 

—Eso es lo que menos me importa ahora. Jackson besó a Yugyeom y yo no estoy para eso.

 

 

 

—Creí que eran acuerdos mutuos—susurro para mí pero ellos terminan escuchándome por el silencio que gobierna de repente. A veces debería de controlar lo que digo, porque una vez que empiezo, no puedo parar. —Creí que era por eso que se llevaban, digo, los tres están juntos, ¿no? Son como un trío.

 

 

 

—¿En serio crees que me meto con los dos al mismo tiempo? —BamBam pregunta muy tranquilo, y es la misma la que me hace tirar la cuchara por el poco tacto en las palabras. Él niega con la cabeza varias veces con una sonrisa. —Lo que tenemos va de que yo soy el novio de ambos, ellos no son novios entre ellos.

 

 

 

—Ya va…—comento no muy convencido.

 

 

 

Ahora sé por qué BamBam estaba muy enojado consigo mismo. A veces él piensa que no es suficiente para una persona, y éste, aunque me cueste admitirlo, es un golpe bajo en la debilitada estructura de su persona.

 

 

 

—¿Y no has visto la posibilidad de que ellos interpretaron lo mismo que Youngjae?

 

 

 

—¡Hey! A mí no me metas.

 

 

 

—No seas tonto. Lo que quiero decir es que tal vez pensaron que como ambos eran tus novios, necesitaban comportarse también ellos como novios.

 

 

 

Ya recuerdo por qué Jinyoung es tan bueno en matemáticas. Usa la lógica.

 

 

 

—Tal vez, pero no me hagan volver. No quiero verlos hasta el lunes, tengo tres días para recuperar mi dignidad—dice muy seguro el rubio, yo asiento recostándome de nuevo en el sillón y siendo la almohada de Jinyoung.

 

 

 

—Diga—contesto el teléfono a pesar de que diga número desconocido.

 

 

 

Hola, lindo Jae.

 

 

 

¿Por qué en este momento?

 

 

 

Me lamento, pero recuerdo que se supone que Jaebum no tenía mi número. Bueno, pero ahora lo tiene, y rodarán cabezas, lo juro.

 

 

 

—¿Qué quieres y por qué tienes mi número? —frunzo el ceño ganándome una mirada de los otros dos.

 

 

 

Favor se paga con favor. No me dejaste muy contento con la respuesta que me diste hoy.

 

 

 

—Mi intención era esa, dejarte con un mal sabor de boca. Ahora dime cómo es que tienes mi número.

 

 

 

Recuerdo que tu única intención en la vida era verme feliz—¿y ahora a qué está jugando este idiota?

 

 

 

—No lo voy a repetir: ¿cómo conseguiste mi número? —digo ya exasperado, levantándome del sillón y yendo a la puerta principal viendo desde ahí a Jinyoung hacerle cosquillas a BamBam para que deje de llorar.

 

 

 

Sólo una cita, lindo Jae. Mañana tú y yo en el restaurante de mi mamá; mi sueño siempre fue presentarte a mi familia y no acepto no por…

 

 

 

—Ni creas que voy a ir, ahora déjate de estupideces y borra mi número, no quiero que vuelvas a hablarme en tu vida, por favor—le digo tranquilo, hoy no tengo ganas de hacer un coraje por algo que no tiene sentido como su vida.

 

 

 

Jaebum es un punto muy aparte que dejé atrás hace dos meses y no voy a volver a caer en su trampa.

 

 

 

Ambos sabemos que irás—sí, claro—Te espero al medio día—un breve silencio, abro la boca para decir algo, pero me interrumpe sin saberlo. —Por cierto, Mark le pidió tu número a Jinyoung, fue él quien me lo dio.

 

 

 

Y cuelga.

 

 

 

—¡PARK JINYOUNG, VEN AQUÍ! —grito cuando sale corriendo al ver mi cara de pocos amigos.

 

 

 

¿Acaso todos están en contra de que quiera seguir con mi vida tratando de olvidar por completo a Jaebum?

 

 

 

—Era Mark, no pude con tanto encanto—se cubre con la almohada, después de perseguirlo por toda la casa, llegamos a su cuarto y ahora él está debajo de mí en una posición no muy atractiva a la vista y que no deja nada a la imaginación. —Debes entender que la carne es débil.

 

 

 

Sí quiero a mis amigos, pero a veces sólo los quiero freírse en una sartén.

 

 

 

—¡Sí, pero es que hay que ser estúpido para dejarse llevar!

 

 

 

—¿Me vas a matar? —se descubre el rostro cuando me escucha suspirar pesado, es cierto, Jinyoung no merece una tortura por algo en lo que él no estaba pensando del todo bien, además, sé cómo le pone ese asunto que empieza con M y termina con K.

 

 

 

Su puchero es demasiado tierno y yo niego con la cabeza bajándome de él.

 

 

 

—Hoy no, pero ya te he dicho que si se trata de mí, no andes divulgando cosas a lo tonto.

 

 

 

—Ya, ya, Jae, trataré de ya no hacerlo—le mando una mirada seria—. Está bien, prometo ya no hacerlo—unos cuantos segundos y…—¿Y sí vas a ir a esa cita?

 

 

 

—¡Claro que no! No me vendo tan rápido.

 

 

 

—Pero apuesto a que te gustaría que Jaebum te comprara—BamBam comenta burlón sentándose en las piernas de Jinyoung, ambos me ven expectantes por la respuesta.

 

 

 

Bueno, si la situación…

 

 

 

¿Qué?

 

 

 

¡NO!

 

 

 

—Lo estás pensando—se vuelve a burlar el tailandés y siento un calor acumularse en mi cara y un nudo se deposita en mi garganta sin siquiera dejarme defender de este par que ahora se ríen de mí.

 

 

 

—Sólo vayamos a dormir; no estoy con ganas de lidiar con idiotas—me volteo dándoles la espalda aún sentado en la cama, cruzando los brazos por sobre mi pecho y deseando que el calor disminuya rápido.

 

 

 

Deseando ya no pensar más en su sonrisa tan linda.

 

 

 

Al parecer dos meses no son suficientes.

 

 

 

—Jae, sabes que no lo necesitas, sólo es un juego, ¿sí? Anda, vayamos a comprar más helado para mí—BamBam me abraza por detrás y sopla en mi oreja sin ninguna vergüenza. Cómo odio eso.

 

 

 

Sin embargo, al menos me han hecho distraerme.

 

 

 

—Tus antojos nos van a llevar a la ruina, Bam—comenta Jinyoung pasando sus brazos por nuestros hombros para pegarnos más a él, la noche es linda a esta hora, aún no es muy tarde para encontrar una tienda donde vendan el sabor más excéntrico que le gusta al menor de todos nosotros.

 

 

 

—Sólo ámenme y no me critiquen.

 

 

 

Anoche no estaba tan convencido de ese “Ni creas que voy a ir”, porque, efectivamente, sí estoy yendo hacia el restaurante que maneja la mamá de aquél idiota con cuerpo, pero no para una cita ni para hablar del pasado.

 

 

 

Lo que me importa en este instante es acabar con esta farsa que él mismo está creando. Si va a jugar con mis nervios, entonces que se vaya a la mierda.

 

 

 

—¡Lindo Jae!

 

 

 

—Jaebum—me alejo antes de que se le ocurra abrazarme con total libertad—, no quiero verte ni hablarte y mucho menos tener que convivir contigo. Si estoy aquí es para dejarte en claro que no te quiero, no más… No sé qué has pretendido con pedirle a Bam que me llevara al gimnasio, y tampoco quiero saberlo. Si es otra apuesta, dímelo y pedo fingir para que ganes lo que sea vayas a ganar.

 

 

 

—Ay, lindo Jae—qué voz de ternura tan fingida.

 

 

 

—También deja de llamarme de esa manera, Jaebum. Sólo vine aquí para saber qué quieres, y, en serio, ¿qué quieres de verdad?

 

 

 

Pobre de mí.

 

 

 

Sin saber que esa pregunta me llevaría directo al fondo.

 

 

 

—¿Un beso, tu amor, todo tú? La verdad no sé qué elegir—es suficiente, mejor me voy antes de que le rompa la cara enfrente de su mamá que nos está viendo del otro lado del mostrador, curiosa.

 

 

 

¡Oh, señora, su hijo me rompió el corazón hace un tiempo! Estoy seguro de que le ha hablado de mí y de mi idiotez.

 

 

 

—Te quiero a ti, y no voy a detenerme hasta conseguirlo.

 

 

 

—Entérate, Jaebum, no soy un objeto al que puedes tirar y recoger cuando se te dé la gana. Y si me rompiste el corazón, no esperes con manos abiertas a que te lo entregue. Con su permiso, señora—ahora me dirijo a su mirándola por encima del hombro de la basura que tengo frente a mí—, pero eres su hijo es un idiota y uno muy grande—salgo de ahí mordiendo mi labio inferior y reteniendo las lágrimas.

 

 

 

BamBam me enseñó a que esa seguridad no se desvaneciera frente personas que no merecen encontrar mi debilidad.

 

 

 

Esta vez no vas a ganar, Jaebum.

 

 

 

 

Notas finales:

Voy bien con esto?:3

A mí me gusta cómo va la cosa^^ Gracias por los comentarios y el ánimo, en realidad no pensaba que esto siquiera iba a tener un comentario xD

Me tengo poca fe en estos casos xD

Faltas de ortografía y/o cosas sin sentido, van por mi cuenta^^

Linda noche acá en mi país.

P.D. He estado actualizando historias anteriores, me ayudarían mucho con una que otra leída o comentario:

♥♥♥ & ♥♥♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).