Cadena.
Las noches han dejado de ser frías y solitarias para L. Por fin puede dormir despreocupado, sin temores o pesadillas; puede apoyar su cabeza en la suave almohada rellena de plumas y dormir serena y pacíficamente hasta el día siguiente; puede despertar, abrir sus ojerosos orbes, y encontrarse con la imagen que por tanto tiempo ha estado grabada en sus inalcanzables sueños.
Al mismo tiempo, Ryuuzaki se siente como aquel niño que ha encadenado su perro a un árbol, privándolo de la libertad que todos los seres vivos merecen tener, sin importar cuan mal se haya portado o que desastres podría cometer.
No puede evitar regocijarse de placer.
Puede saborear ya la victoria como si se tratase de esa sabrosa frutilla con crema que acaba de meterse en la boca. El triunfo de haber ganado esa batalla extenuante que ha mantenido por tanto tiempo con el estudiante de preparatoria, es la delicia más dulce que su paladar podría probar.
L se siente cómodo, sin preocupaciones; pero no es porque a su lado, ocupando la otra mitad de la cama, está el asesino más grande de la historia, Kira; se siente pleno y feliz, por que junto a él, unido por una irrompible cadena, esta Yagami Light.
-Fin-