El peligris sonrió –Como digas- le levantó la polera al castaño y acaricio una de sus tetillas haciéndolo estremecer –Entonces… ¿Quieres ver o no?- el rubio desvió la mirada y después de un corto tiempo, asintió

                                                                               Narukami x Hanamura

                                                                                                      (Persona 4)

-¿Sabes que es un BL?- el castaño se sorprendió un poco –Una chica me dio este manga y me pidió que lo leyera-

-¿Por qué?- el castaño bebía de su propio vaso.

-Ella lo hizo, dijo que Rin y yo éramos los protagonistas- el castaño escupió el té y el pelinegro lo miró –También dijo que tú estabas en el-

-¡¿Yo?!- se limpio la boca con una servilleta -¿Ya lo leíste?-

-No-

                                     Haruka x Rin y

                                                    Makoto x Rin

-Intentemos conquistarlo- sacó de su bolsillo, cinco bolitas de papel y las puso en medio de la mesa –La idea es que, los cinco lo invitemos a salir. Cada uno tendrá una cita con Rin-chan, en la cual, ninguno de los otros podrá interferir-

-Estúpido, viejo. No me importa si me crees. No voy a casarme con nadie además de Squalo- aquella declaración, sorprendió aun más al espadachín.

-Entonces cásate con él- ambos asesinos lo miraron instantáneamente –Yo prepararé toda la fiesta y la ceremonia, así que, cásense mañana-

                                    Xanxus x Squalo

El peliazul sintió su corazón palpitar por la cercanía con el castaño, que aprovecho de quitarse sus propias gafas y ponerlas junto a la otras –Akira…- intento que su voz no mostrara el nerviosismo que sentía -… me aplastas-

-¡Ah! Lo siento- se volvió a acostar, pero, al mover su cabeza, su rostro paso tan cerca del rostro del peliazul, que por un momento, sus tibios alientos se mezclaron –Entonces, buenas noches Yukiya-

                                         Akira x Yukiya

                                                   (Meganebu!)

El pelinegro tomó el pequeño frasco ovalado de color verde y lo destapó para inhalar su olor –La verdad, es un delicioso aroma- lo volvió a tapar –Esta bien ¿Cuánto cuesta?-

La viejecita sonrió –Solo trescientos yenes- el pelinegro saco su billetera y le dio el dinero –Gracias por su compra…- la viejecita se guardo el dinero -… será muy popular desde ahora-

                                               Gintoki x Hijikata

Ahora iba por las calles del distrito Kabuki decidiendo a cual bar entrar a beber un poco más. Cuando por fin había decidido, una voz conocida lo llamó –Hijikata-kun…- se giró y vio a aquel hombre de piel tan blanca como la propia, cabello plateado y ojos carmesí, que caminaba inestable hacia él -… ¿Puedes llevarme a un hotel?- el peliplata le puso el brazo alrededor de sus hombros.

-¿Por qué debería hacerlo?- se lo trató de quitar de encima –Si estas tan ebrio deberías ir a tu casa-

                               Gintoki x Hijikata

Y ahí estaba el, vestido con aquel kimono rosa pálido con flores de color rosa intenso, maquillado con sombra y labial también rosa y en su cabello, dos cachitos que se asemejaban a pompones imitando su permanente plateado. Suspiraba resignado sentado en uno de los sillones que rodeaban la mesa -¿Por qué otra vez estoy haciendo esto?-

                                                                            Gintoki x Hijikata

-La… la verdad… no quiero separarme de ti- de pronto, el ojiazul sintió unos suaves labios sobre los suyos y se vio de espaldas en la cama del castaño.

-Yo tampoco quiero separarme de ti- lo volvió a besar –Te quiero- lo abrazo tiernamente.

El rubio le devolvió el abrazo –Yo también te quiero- se apretaron un poco mas fuerte –Desde hace mucho tiempo-

                                Tai x Matt

-La verdad…- la intensa mirada violeta lo puso más nervioso -… cuando se casaron, sentí celos…- el pelinegro se ruborizo aun mas -… ¿Por qué mis dos seres más queridos, se estaban alejando de mi?...- observaba aquellos ojos carmesí que se habrían sorprendidos -…¿Por qué tenias que enamorarte de ella y no de mi?- acerco sus bocas para juntarlas en un suave y dulce beso y, después de unos segundos, las separo –Cuando me di cuenta de mis sentimientos, ya era demasiado tarde, tu solo tenias ojos para Christel-

-Eso es lo que yo creía…- sus ojos rojos brillaban -… pero mi mirada siempre te perseguía y mi mente estaba llena de pensamientos sobre ti- lo abrazo tiernamente –Te amo, Seimei-

                                          Seimei x Doman